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Lee el siguiente texto y luego responde las preguntas 1 a 6 .

El encantador de serpientes
En un pueblo a orillas del Ganges vivía Raju, el encantador de serpientes. Raju llevaba una vida
sencilla junto a Sunita, su esposa. Cada mañana, Raju se iba a la plaza del pueblo, desenrollaba
su esterilla y se ponía a tocar la flauta. En cuanto sonaban las primeras notas, una serpiente
asomaba de la cesta de mimbre y comenzaba a bailar al ritmo de la música. De más está
decir que a su alrededor siempre se arremolinaban numerosos vecinos. Pero al final del día, la
recaudación era escasa. Y es que los habitantes del pueblo eran bastante pobres.

Una mañana, Raju decidió probar suerte en la ciudad. Allí había mucha gente y en cuanto
empezó a tocar decenas de personas se acercaron a verlo. Al ponerse el sol, Raju recogió sus
monedas y se quedó asombrado:

—¡Es lo que habría ganado en dos meses! —exclamó.

Y volvió a su pueblo muy contento. Pero alguien más que él había reparado en la cuantiosa
recaudación de aquel día: tres bandidos habían vigilado a Raju y lo siguieron para robarle.

Al llegar a casa, el encantador de serpientes enseñó las monedas a su mujer.

—¡Jamás había visto tanto dinero! —exclamó ella.

Luego, Raju subió al desván y, como cada día, colocó allí la cesta de la serpiente y la esterilla.
Después de cenar, Sunita guardó las monedas en una cesta.

—La dejaremos aquí —dijo poniéndola sobre la mesa del comedor. Y se fueron a dormir.

Apenas habían conciliado el sueño, un ruido despertó a Sunita. Ella, preocupada por las
monedas, se levantó, cogió la cesta del dinero y la llevó al desván. «Aquí estará más segura»,
pensó.

Los ladrones, que espiaban atentos tras una ventana, vieron que la mujer cambiaba de sitio la
cesta. A la mañana siguiente, unos gritos despertaron a Raju:

—¡La cesta! ¡Nos han robado la cesta! —vociferaba Sunita.

El encantador de serpientes se tiró de la cama y subió al desván, donde estaba su esposa.

4 Ensayo 4
—¿Qué cesta? —preguntó él.

—¡La cesta de las monedas! Por la noche la puse aquí —explicó la mujer, desconsolada.

Entonces Raju miró la cesta que quedaba y dijo sonriendo:

—Sunita, no se han llevado las monedas… ¡Se han llevado la cesta con la serpiente!

—¡Menos mal! –respondió ella, aliviada—. Pero… ¿cómo vas a trabajar ahora?

—No te preocupes. Sé cómo recuperarla.

Y, dicho y hecho, Raju cogió la flauta, salió al jardín y se puso a tocar. Al cabo de un rato,
apareció la serpiente, reptando hacia él muy decidida, como hipnotizada por la música. Cuando
estuvo a su alcance, Raju la cogió con cuidado y la llevó a casa.

En cuanto a los ladrones, se dice que huyeron despavoridos camino de las montañas y que
durante dos días no dejaron de correr

Anónimo. Cuento popular hindú. Archivo Santillana.

1 ¿Cuál es la principal diferencia entre los habitantes del pueblo y los de la ciudad? Los
habitantes del pueblo eran:

A pocos.
B pobres.
C trabajadores.

2 En el texto, ¿qué significa la palabra “escasa”?

A Abundante.
B Suficiente.
C Ninguna.
D Poca.

Ensayo 4 5
Lee el siguiente texto y luego responde las preguntas 8 a 12.

La nadadora
La nadadora
corta las aguas en dos
como el mascarón de proa
de un navío.
Veloces sus remos son
pero no pierden el ritmo.
Mientras nada,
van saliendo de sus pies
dos cintas de perlas blancas.
Es como el pez
que valientemente avanza:
dos largos… tres… siete… diez…
Y despedaza
el espejo azul celeste
si del trampolín se lanza
en la piscina.
Un cráter de espuma crece
después de la zambullida.

Ana Rossetti. Archivo Santillana.

Ensayo 3 7
!

Lee atentamente y responde las preguntas 19 a 24.

Al cruzar los caminos

Al cruzar los caminos, el viajero decía


–mientras, lento, su báculo con tedioso compás
las malezas hollaba, los guijarros hería–;
al cruzar los caminos, el viajero decía:
¡He matado al anhelo, para siempre jamás!

"¡Nada quiero, ya nada, ni el azul, ni la lluvia,


ni las moras de agosto, ni las fresas de abril,
ni amar ya a la trigueña, ni que me ame la rubia,
ni alabanza de docto, ni zalema de vil!”

"¡Nada quiero, ya nada, ni salud, ni dinero,


ni alegría, ni gloria, ni esperanza, ni luz!
¡Que me olviden los hombres, y en cualquier agujero
se deshaga mi carne sin estela ni cruz!”

"¡Nada quiero, ya nada, ni el laurel ni la rosa,


ni cosecha en el campo, ni bonanza en el mar,
ni sultana ni sierva, ni querida ni esposa,
ni amistad ni respeto...Solo pido una cosa:
Que me libres, oh Arcano, del horror de pensar!”

"¡Que me libres, ¡oh Arcano, del demonio consciente;


que a fundirse contigo se reduzca mi afán,
y el perfume de mi alma suba a ti mudamente.
Sea yo como el árbol y la espiga y la fuente,
que se dan en silencio, sin saber que se dan!"

Amado Nervo. (2001) El estanque de los locos.


México: Editorial Porrúa.
Lee el siguiente texto y luego responde las preguntas 12 a 17 .

La nueva amenaza de la “nomofobia”, el miedo a separarse del celular

Una investigación muestra este creciente problema de dependencia, que afecta al 54 % de los británicos.

1. Más de la mitad de los británicos sufre del llamado “síndrome de nomofobia”, el miedo a separarse
del teléfono celular, de acuerdo a un estudio publicado hoy en Gran Bretaña.
2. Los británicos son ahora tan dependientes de sus teléfonos celulares que un 20 % de quienes poseen
ese tipo de tecnología chequea sus correos electrónicos en la cama, y cerca de la mitad (un 42 %)
lleva su teléfono de vacaciones a la playa.
3. El 54 % de los británicos consultados dijo que le preocupa estar sin su teléfono celular, con un 17 %
más de mujeres que admitieron sufrir de la “nomofobia”.
4. El 28 % de los entrevistados dijo que mira sus correos electrónicos en sus teléfonos móviles cuando
está fuera de casa. De ese porcentaje, los hombres están más interesados que las mujeres en controlar
sus e-mails.
5. Un 25 % de los británicos incluso consulta sus teléfonos durante una cita amorosa, con un 10 % más
de mujeres que tienen ese hábito, comparadas con los hombres.
6. Sin embargo, y a pesar de la creciente dependencia de los teléfonos móviles, solo un 50 % de los
usuarios utiliza algún tipo de contraseña en caso de robo.
7. Los adictos al móvil suelen presentar algunas características de personalidad comunes, como una
baja autoestima, problemas con la aceptación del propio cuerpo y déficit en habilidades sociales y en
resolución de conflictos. Además, la nomofobia se manifiesta en síntomas como ansiedad, malestar
general, enojo o inquietud, negación, ocultación o minimización del problema y sentimiento de culpa.
8. Otro estudio, conducido por el psicólogo Richard Balding de la Universidad de Worcester en
Inglaterra, reveló que, efectivamente, el uso constante de estos aparatos aumenta los niveles de estrés,
lo que a su vez incrementa los comportamientos compulsivos, como el buscar incesantemente nuevas
alertas, mensajes y actualizaciones.
En www.latercera.com. Consultado el 25 de agosto de 2013. (Adaptación).

Ensayo 4 9
Lee el siguiente texto y luego responde las preguntas 19 a 24.

¿Cómo es la vida en un hormiguero ?


Las hormigas pertenecen al grupo de insectos que viven en sociedad, como las abejas y las
avispas. Habitan en colonias, llamadas comúnmente hormigueros. Al igual que los otros
insectos sociales, presentan diferentes tipos de individuos que garantizan la cría de los huevos
y las larvas y desempeñan distintas funciones.
Algunos hormigueros se identifican
fácilmente porque presentan un
cono de tierra que sobresale de la
superficie del suelo.
Cuando una hormiga obrera deposita una hoja
en el nido, otra se encarga de recogerla y llevarla
adentro. Otras obreras parten la hoja en trozos
que con el tiempo se transforman en hongos. Con
estos hongos se alimentan todas las hormigas.

Los hormigueros
están formados
por varias galerías El hormiguero es
que unen distintas fundado por una
cámaras, donde hormiga reina, que
se encuentran los pone todos los
huevos, las larvas huevos.
y las pupas.

Existen hembras estériles llamadas obreras,


La reina habita en la cámara real, donde
que construyen el nido, salen a buscar el
se dedica exclusivamente a poner huevos.
alimento y cuidan los huevos y las larvas.
Luego, estos son trasladados por las obreras
a otras cámaras, donde los crían y alimentan.
En Enciclopedia visual de las preguntas: el mundo de los insectos (Tomo 12). Buenos Aires: Santillana, 2008.

Ensayo 3 11

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