Sei sulla pagina 1di 6

LA EVALUACIÓN: UN PROCESO DE FORMACIÓN INTEGRAL QUE DETERMINA

EL QUÉ, CÓMO, POR QUÉ Y CUÁNDO SE ENSEÑA Y SE APRENDE

“La calidad de la educación depende, en buena medida, de la rigurosidad de la


evaluación […] que no debe entenderse como inflexibilidad o exigencia desmedida al
momento de evaluar, sino más bien una posición crítica y reflexiva frente al papel de la
evaluación en los procesos educativos […] que implica una serie de factores que no
sólo dependen de la propia actividad del docente, sino también de ciertos
requerimientos de tipo institucional o curricular. (Casanova 1999)

El tema central de este ensayo es La evaluación, vista como uno de los elementos más

importantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y asimismo, considerada como el reto más

grande que se presenta en el ámbito educativo, ya que de ella dependerá en gran medida la

calidad de la Educación. Cuando hacemos referencia a esta, necesariamente se piensa de manera

inmediata en la palabra Evaluación, entendida como un proceso integral, riguroso. continuo y

consensuado, en el que se guarde unidad y asimismo trabajo en equipo, que investigue y

reflexione sobre todo aquello que se lleva a cabo en forma cotidiana en el aula de clases, Aunque

múltiples son los significados del vocablo “evaluación”, este dependerá del referente – llámese

institución educativa - , a la perspectiva desde donde se aborde, a las necesidades de la

institución, a los objetivos, la filosofía o propuesta educativa implementada, y por supuesto, al

concepto que tenga sobre el termino el docente que realiza la evaluación, la cual dependerá, en

primera medida, de su responsabilidad y motivación, y por extensión, de su formación

académica, de su línea de pensamiento pedagógico de las diferentes perspectivas y contextos

desde los cuales se aborde el término.

Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos que gracias a la Evaluación podemos

observar el paso a paso del proceso de enseñanza y aprendizaje, tanto de los docentes como de

los estudiantes, ya que les permite a unos y otros, reflexionar sobre su quehacer diario, con el
fin de resaltar sus fortalezas y corregir las debilidades del proceso, y asimismo, permite

constatar qué tan efectivo y significativo, ha sido el proceso de enseñanza y aprendizaje, para

así mejorar o fortalecer este.

Teniendo en cuenta lo planteado podemos afirmar que la Evaluación es un Ejercicio que

implica un proceso integral, que va más allá de lo que se lleva a cabo en el aula de clase, un

ejercicio que exige una actitud responsable, apasionada y comprometida no solo de los docentes,

sino de los estudiantes frente a la misma; que no se centre únicamente en resultados cuantitativos

sino también en lo cualitativo y que esté determinado por una serie de estrategias que permitan al

docente mirar al estudiante y este a si mismo, en forma integral, es decir, en la apropiación del

conocimiento y la aplicación del mismo en su vida diaria; en sus hábitos de estudio y de qué

forma estos pueden estar incidiendo de manera positiva o negativa en su avance; en las relaciones

con sus compañeros y profesores; en su estado de salud, para identificar patrones que estén

interfiriendo con su atención y concentración, y de ser posible sus relaciones familiares.

En línea con el párrafo previo, resaltamos la importancia del estudiante como partícipe de

su propio ejercicio de Evaluación frente a su proceso de enseñanza y aprendizaje. Es relevante

que él se observe a si mismo como un aprendiz del proceso, que es capaz de reconocer sus

fortalezas y asimismo sus errores para corregirlos y convertirlos en aprendizaje significativo. Que

sea igualmente un estudiante que al momento de evaluar resultados, se muestre capaz de emitir

un concepto cualitativo y/o numérico acertado y acorde con su todo su proceso a lo largo del

periodo académico. Respecto a lo expresado, Crooks (1988), nos muestra algunos efectos que

tiene la evaluación en los estudiantes:

• Reactiva o consolida ciertas habilidades o conocimientos previos.


• Estimula estrategias de aprendizaje.
• Ayuda a los estudiantes a monitorear su propio progreso y a desarrollar mecanismos de
autoevaluación.
• Estimula un sentimiento de superación.
• Influye en la escogencia y desarrollo de estrategias de aprendizaje y modelos de estudio.
• Influye en la habilidad de los estudiantes para retener y aplicar, en diversos contextos y
de formas diferentes, el material aprendido.
• Motiva a profundizar en áreas particulares y generales de conocimiento .

En los puntos anteriores, observamos como Crooks mira la evaluación como parte

esencial del proceso de formación de un estudiante, pues no solo se enfoca en el aprendizaje per

se, sino que atañe a aspectos que serán de gran utilidad en la vida del evaluado y el evaluador,

Crooks plantea que la evaluación genera un sentimiento de superación, que hace erradicar la

mediocridad, tan latente en la educación y que se ha convertido en el pan de cada día, por citar

un ejemplo: el tan mencionado plagio, incluso en las tareas más nimias. El acto de pensar, de

interpretar lo leído, de construir nuevo conocimiento, de generar ideas, o expresar argumentos,

no es tarea que guste a muchos, por tanto buscan el camino más fácil, el cual es plagiar. Por otro

lado, Crooks plantea que la evaluación influye en los hábitos de estudio, en la habilidad para

retener y extrapolar el material aprendido, a otros campos y de forma diferente. Así mismo,

manifiesta cuán útil es en la autoevaluación del quehacer, y por ende la coevaluación tan

importante en procesos grupales. Todo lo anterior se aplica igualmente al docente, para

autoevaluarse y evaluar su labor, pues no podemos negar que así como existen excelentes o

buenos maestros, igualmente la mediocridad se hace presente en muchos; docentes que en vez de

inspirar a sus estudiantes, obstaculizan con su actitud el proceso. Tanto estudiantes como

docentes son aprendices en un proceso de evaluación, pues este les permite ser mejores en lo que

hacen. En suma, estos puntos planteados por Crooks, nos muestran cuan beneficioso es llevar a

cabo procesos evaluativos en el ámbito educativo, pues estos redundarán en la vida.


Continuando con el tema de la Evaluación, es importante destacar el papel que juega la

retroalimentación en todo este proceso. Esta se debe llevar a cabo en un ambiente de confianza,

presentando los errores como oportunidades para mejorar para corregir una y otra vez de ser

posible, hasta alcanzar logros individuales y por supuesto del área comprometida. El docente

debe usar la retroalimentación para nutrir al estudiante, sea en forma individual o grupal – todo

depende de las necesidades que se presenten - brindándole contraejemplos que le permitan al

estudiante comparar su proceso de aprendizaje con otros modelos, claro está, sin entrar en la

fatídica comparación entre compañeros, que genera malestar. Nos atrevemos a aseverar que si

todo esto se lleva a cabo en la secundaria, y teniendo en cuenta que los procesos de evaluación en

la universidad son más de carácter regulador y de control, el estudiante llegará preparado a la

educación superior para enfrentar el cambio que esta le ofrece. (No queremos extendernos en este

aspecto relacionado con la diferencia que existe entre los procesos de evaluación de la Secundaria

y la Universidad, pues daría pie a otro Ensayo).

Muchos son los aspectos que podríamos tratar sobre la evaluación, pero por razones de

espacio, no podemos extendernos. Por tanto podemos concluir que la Evaluación es un proceso

inherente a todo proceso de enseñanza y aprendizaje de manera integral, y que favorece tanto a

docentes como a estudiantes, pues les brinda la oportunidad de observarse a sí mismos, como

personas que son parte de un proceso de cambio, que son capaces de enfrentarse a los retos que la

vida le ofrece, identificando sus aciertos y reconociendo errores, que debe saber corregir, a través

de la retroalimentación, del contraejemplo, del escuchar nuevas ideas y aplicarlo aprendido a

nuevos contextos de manera creativa, para hacerlo significativo para su vida y para el entorno en

el que se mueve.
Finalizamos nuestro ensayo con dos preguntas que permitan generar inquietud en los

docentes que nos lean: Si por lo general, el proceso de evaluación en las universidades es de tipo

cuantitativo, a diferencia de la educación secundaria que responde a modelos cualitativos, ¿en

qué medida se verá afectado el rendimiento del estudiante por este brusco cambio? ¿se podría

afirmar que en el ámbito universitario, por desconocer el potencial del ejercicio de evaluar, no se

le esté brindando la importancia que requiere este?


BIBLIOGRAFÍA

CASANOVA, María Antonia. “La evaluación educativa, México, Biblioteca para la


actualización del maestro” . CAPÍTULO 3: Evaluación: Concepto, tipología y objetivos”.
https://cmapspublic2.ihmc.us/rid=1303160302515_965178929_26374/EvaluacionConcep
toTipologia_Y_Objeti.pdf

CROOKS, Terence J. (1988): “The Impact of Classroom Evaluation Practices on Students”,


en The Review of Educational Research, vol. 58, n.º 4, pp. 438-481. Citado por Francisco
Javier Córdoba Gómez, Instituto Tecnológico Metropolitano en La evaluación de los
estudiantes: una discusión abierta.
https://www.researchgate.net/publication/28119271_La_evaluacion_de_los_estudiantes_u
na_discusion_abierta

Potrebbero piacerti anche