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En este punto, invitaremos a nuestro joven atleta a recorrer los dos primeros pasos de
forma rectilínea (utilizando eventualmente una referencia sobre el terreno) y los segundos
4 cuatro dirigiéndose hacia el punto de batida, debiendo simplemente preocuparse de
“subir” sobre la zona de caída ( sin listón) .
2. Con el listón colocado a una altura algo superior a la zona de caída, invitaremos a nuestros
atletas a efectuar los primeros
saltos .Verificaremos así, la trayectoria de la carrera y las eventuales dificultades al
efectuar el trazado curvo. La carrera entera debe resultar una aceleración progresiva. La
acción de carrera será lo más natural posible, el hombro interno deberá ocultar al externo
a los ojos del observador colocado en el centro de la pista.
3. Buscaremos el obstruir la zona central de la pista dejándola inútil, utilizando a este fin
cualquier medio, obstáculos, colchonetas, objetos diversos, de forma que limitemos a los
atletas a efectuar la batida en una zona cercana al saltómetro correspondiente a la
dirección de procedencia. Este ejercicio correctivo será tanto más útil cuanto más
intempestivamente sea.
5. Si nos colocamos en la pista frente al trazado de las calles (30-40 m) e invitamos a nuestros
atletas a recorrer trazados de carrera con cambios de dirección a derecha e izquierda a
diversas velocidades y utilizando 2-4-6 calles, ellos se darán cuenta como varia la
inclinación a medida que varia la velocidad de carrera o la longitud del radio de la curva.
6. Consiste en realizar la carrera en skipping con rodillas altas, prestando mucha atención a la
colocación del tronco y de la espalda que deben retrasarse gradualmente, así reducimos
igualmente la velocidad horizontal que, no controlada, es a menudo la causa del
adelantamiento de los hombros en el momento de la batida.