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Thomas Wolfe Laorgullosa hermana Muerte y otros relatos Ediciones Librerias Fausto THOMAS WOLFE La orgullosa hermana Muerte y otros relatos Traduccién de Ricardo F, Isaguirre Gr EDICIONES LIBRERIAS FAUSTO BUENOS AIRES Los relatos del presente volumen han sido seleccionados del tomo From Death to Morning © Charles Scribner's Sons, New York, 1970 Disefio de Ja tapa: Oscar Diaz Ja edicién: octubre de 1977 Hecho el depésito que dispone la ley 11.723 © EDICIONES LIBRERIAS FAUSTO - 1977 Corrientes 1316 - Buenos Aires Impreso en la Argentina - Printed in Argentina i UN CIRCO EN LA MADRUGADA Algunas veces, al comienzo del otofio —en setiem- bre—, los circos més importantes Iegaban a la pobla- cidn, el Ringling Brothers, el cixco Robinson, el espectdcu- jo de Barnum and Bailey, y yo, que hacia el reparto del diario de la mafiana, en aquellas mafianas en que el circo Tegaba hacfa corriendo como un loco mi recorrida en esa oscuridad fria y suspendida que sobreviene antes de que rompa el dia, volvia después a casa y sacaba a mi her- mano de la cama. Conversando en una excitada media voz, camindba- mos velozmente de regreso a Ja poblacién bajo el murmu- Ilo de las hojas de setiembre en las calles frias y apenas grisadas entonces por aquel primer destello del dia, in- movil, ultraterreno y m4gico que parece volver a descu- prir la gran tierra en la oscuridad, de manera que ésta surge con la terrible y gloriosa inmovilidad de una escul- tura y uno contempla con sentimientos de gozo e incre- dulidad, como ha de haberlo hecho el primer hombre so- pre la tierra, pues la contemplacién de este suceso es una de esas cosas que los hombres retienen durante toda su vida y en la que piensan el dia de su muerte. En la plaza escultural e inmévil donde se alzaba, en una esquina, emergiendo de la luz, el alicaido negocito de mi padre con su frente de mdrmol fantasmalmente leja- no y familiar, mi hermano y yo tomébamos el primer 6m- nibus de la mafiana rumbo a los baldfos donde se hallaba el circo, o bien encontrabamos a algin conocido que nos arrimaba con su coche. Entonces, al Iegar a la zona sucia y destartalada de

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