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VOLUMEN 1 NÚMERO 2 2014

Revista Internacional de

Ciencia y Sociedad

CIENCIA-SOCIEDAD.COM
Revista Internacional de Ciencia y Sociedad
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VOLUMEN 1 NÚMERO 2 2014
















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La 5HYLVWD ,QWHUnacional de Ciencia y Sociedad e! revisada por expertos y
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EDITORES

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Carlos Elías, Universidad Carlos III de Madrid, Madrid, España


Karim Javier Gherab-Martín, Universidad CEU San Pablo, Madrid, España

CONSEJO EDITORIAL

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Carlos Elías, Universidad Carlos III de Madrid, Madrid, España


Karim Javier Gherab-Martín, Universidad CEU San Pablo, Madrid, España
José Luis González Quirós, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, España
Alexandre Quaresma, RENANOSOMA, Fundação Amazônica de Defesa da Biosfera, Río de Janeiro, Brasil
Jesús Zamora Bonilla, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Madrid, España

EDITORES ASOCIADOS

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Luis Alonso
Noemí Marcela Sanz Holgado
Rubén Sepúlveda Marqués
Asuntos y Alcance

LA CIENCIA MODERNA. SU HISTORIA Y SU FILOSOFÍA

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Desde un punto de vista muy general, los hombres han dispuesto siempre de, al menos, dos clases de
conocimientos o, dicho de una manera más neutral, de dos clases de creencias: aquellas que eran
comunes en el lugar y en el tiempo en que vivían (la cultura en la que habían sido educados) y, por
otro lado, las opiniones y actitudes derivadas del propio juicio, de la experiencia de cada cual. Desde
el punto de vista histórico, cada hombre y cada mujer han sido siempre hijos de su tiempo, aunque
no se hayan limitado a ser sólo eso, aunque hayan tratado de pensar por cuenta propia, de manera
que no es difícil ver que el peso moral de las creencias sociales ha sido, en general, bastante mayor
que el de las opiniones individuales. Las personas necesitan sentirse miembros de un algo a lo que
pertenecen, de una comunidad que tiende a mantener más o menos estables una serie de creencias
básicas, una dependencia que explica porqué el desarrollo de la libertad de conciencia ha sido un
proceso lento y que todavía no ha triunfado plenamente ni en todas partes.
En lo que se refiere a la civilización occidental, desde el siglo XVII se ha comenzado a invertir
el balance de poder entre esas dos fuentes de sentido, la tradicional y la que procede del pensamie n-
to libre. El factor desequilibrante ha sido el éxito de la ciencia que ha llegado a alcanzar una enorme
influencia en el desarrollo de la autoconciencia moderna, y que, auxiliada por el desarrollo de una
tecnología muy poderosa, ha alterado de modo seguramente irreversible las condiciones en que se
desenvuelve la vida humana. Sin embargo, por paradójico que pueda parecer, la ciencia, que tuvo su
origen en la insumisión intelectual a las creencias establecidas, se ha convertido, desde el punto de
vista sociológico, en una creencia dominante y ello en un doble sentido: porque, para quienes son
sus adalides, es, en la mayoría de los casos, ciencia recibida más que ciencia nueva, pero también
porque, para muchos de quienes la ven más desde fuera, la ciencia no es sino una voz más, una
creencia peculiar en el concierto confuso y escasamente armonioso de las voces que pueblan el
auditorio contemporáneo.
Vivimos, pues, en sociedades de ciencia, en sociedades en las que muchos otros tipos de creen-
cias han tenido que pagar un duro tributo adaptativo para subsistir porque la ciencia ha impuesto de
una manera muy general sus valores funcionales (la libertad de pensamiento, el respeto a la objetivi-
dad, la contrastación empírica, la creencia en el progreso, el debate racional, la importancia de la edu-
cación, etc.), aunque subsistan en muchos aspectos de la vida social otra clase de principios y valores
que pueden considerarse como fuertemente irreductibles a esa sumisión al espíritu de la ciencia. Así
pues, pese a los sucesivos intentos de positivistas y cientificistas, no vivimos en sociedades científicas,
sino en sociedades en las que la ciencia y la tecnología son decisivas pero comparten su influencia
sobre el público con otras fuentes de sentido como la religión, los ideales políticos, la cultura humanís-
tica o los inciertos resultados de la condición reflexiva de cada cual. La influencia del espíritu científi-
co ha sido, sin embargo, rotundamente beneficiosa para las sociedades en que se ha cultivado porque,
asociado con la democracia liberal, ha sido capaz de incrementar notablemente el nivel de riqueza, de
bienestar y de posibilidades de elección de las sociedades en que se ha cultivado.

LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA CIENCIA MODERNA

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Scientia, la raíz latina de nuestra ciencia, designaba, ante todo, un hábito intelectual, la forma en que
el alma individual poseía la realidad y sus contornos; ahora hemos perdido casi por completo esa
dimensión de la palabra y tenemos una idea de ciencia que subraya más sus contornos lógicos. Puede
ser un error, sin embargo, perder de vista el aspecto subjetivo de la ciencia y tomarla como una sim-
ple reproducción de dimensiones efectivas de la realidad. Ni la valoración de la ciencia, ni su regula-
ción, ni su historia deben ser competencia o tarea sólo de los científicos, lo que no quiere decir, desde
luego, que nada de ello pueda hacerse dejando a los protagonistas de la ciencia (los científicos) com-
pletamente al margen.
Uno de los puntos en los que lo que podríamos llamar como la moral de la ciencia, tiene más
dificultades para imponerse, es precisamente el de la incompatibilidad que hay entre el principio de
búsqueda de la verdad, que es el primer mandato en cualquier ética de la ciencia, y la tendencia,
tremendamente humana y muy útil tanto en el mundo mercantil como en el político, a confundir lo
que es verdad con lo que nos conviene que lo sea, lo que muchas veces se traduce en la propia act i-
vidad científica en sensacionalismo o mera falsificación, tal vez porque se trata de conseguir a toda
costa fondos para financiar un trabajo que al fin y al cabo tampoco entienden bien quienes lo pagan.
Robert K. Merton se propuso caracterizar el ethos de la ciencia como un “complejo, con resonancias
afectivas, de valores y normas que se consideran obligatorios para el hombre de ciencia” y cuyo
estudio es imprescindible para comprender la estructura institucional de la ciencia. Merton destacó
cuatro rasgos esenciales en el comportamiento de los investigadores que podían considerarse como
normas específicas de la comunidad científica: universalismo, comunismo, desinterés, y esceptisic-
mo organizado; John Ziman añadió más tarde la originalidad.
Toda ciencia comienza ahora con una educación, con el reconocimiento de cuáles son las es-
paldas de los gigantes en las que apoyarnos para seguir avanzando. Ahora bien, ese reconocimiento
no es un reconocimiento cualquiera, es forzosamente un reconocimiento crítico, como subrayó Karl
R. Popper, aunque durante largos períodos de tiempo se desarrolle dentro de lo que Thomas S. Kuhn
denominó como ciencia normal, una ciencia que se desarrolla dentro de un paradigma dominante
que no la ahoga y le da sentido y que apenas cambia, o lo hace muy lentamente, hasta que se dese n-
cadena lo que Kuhn llamó una revolución científica, un acontecimiento o serie de acontecimientos
extraordinariamente raros, cuya existencia y calificación suele reconocerse a posteriori por los histo-
riadores. Muchas más veces de las razonables estas insensatas ensoñaciones revolucionarias se tra-
ducen, con la inestimable ayuda de los periodistas, en un puro espectáculo, en la proclamación irre s-
ponsable de supuestos avances asombrosos que subyugan la atención de un público cándido y ávido
de novedad, para quedar, finalmente, en nada.
La ciencia es hoy en día tan compleja como pueda serlo una gran ciudad en la que, en general,
funcionan bien los servicios generales, pero en la que es posible, también, perderse o ser víctima de
cualquier delito. Es fácil comprender las dificultades organizativas y de comunicación que entorpe-
cen la asimilación y el desarrollo de la ciencia contemporánea si se compara la situación en que
convivían los científicos de los siglos pasados, en la que era relativamente fácil estar al tanto de lo
poco que estaba pasando, con la situación actual en la que hacerse cargo de cómo está el panorama
es una tarea que exige largos años de formación y un poco de suerte para no caer en ninguno de los
callejones sin salida que, como es inevitable en cualquier panorama abigarrado, son más abundantes
que las grandes avenidas.
La ciencia vive en un mundo increíblemente complejo, que se ha hecho realidad, en buena
medida, gracias a ella, en una época cultural que puede ser caracterizada como posmoderna, en una
sociedad en la que la reflexividad y los nuevos valores sociales no dan nada indefinidamente por
supuesto, tampoco en relación con la ciencia a la que sus críticos no dejan de reprochar que no
haya sido capaz de alcanzar el paraíso simple y perfecto que parecía prometer en sus inicios.
Incluso, en las últimas décadas ha reinado un cierto clima de fin de la ciencia, según el título
del conocido libro de John Horgan (1998), una sensación de que apenas era concebible llegar a
nuevas conquistas que, pese a ser repetición de síndromes muy conocidos del pasado, ha tenido una
cierta repercusión en las opiniones públicas. La ciencia se ha hecho una actividad socialmente muy
compleja y, en buena medida, sometida al mismo tipo de incertidumbres y crisis que sacuden la
sociedad contemporánea, pero su impacto en al sociedad es innegable, y es bien visible en las mo-
dernas tecnologías y en los cambios sociales que éstas producen. La aparición de nuevas industrias
de fuerte base científico-tecnológica, tales como el sector farmacéutico, mantienen en transforma-
ción continua las complejas relaciones existentes entre los diversos agentes que conforman la vida
pública. El exponencial incremento de los descubrimientos científicos y de los inventos tecnológicos
multiplica los conflictos y los intereses en los diversos agentes e instituciones, configurando así un
panorama tecnocientífico que es necesario estudiar en detalle. La ciencia moderna se ha convertido
en tecnociencia, con todo lo que ello implica.

LA PLURALIDAD DE LAS CIENCIAS

…………………………………

La ciencia moderna, ha tenido una vertiente más práctica y tecnológica que la que ha acompañado a
otras formas históricas de conocimiento, como, por ejemplo, los saberes de la antigüedad clásica o la
ciencia china. El espíritu baconiano (y también leibniziano, se podría decir) de ampliar la realidad
(lo que, propiamente, se amplía es nuestro conocimiento de ella y nuestro apoyo en ella) a partir de
una explotación de sus posibilidades ha puesto a la ciencia sobre la pista de una carrera sin fin. De s-
de los comienzos de la actividad científica, el número de personas y el volumen de los recursos
dedicados a la ciencia no ha dejado de crecer con un ritmo que ha experimentado un auge realmente
enorme a partir de la revolución industrial y que hace que, en nuestros días, la dedicación a la cien-
cia y a la tecnología sea uno de los capítulos más importantes de la actividad humana.
Las distintas disciplinas han ido creciendo mediante un modelo de separación y de especializa-
ción sucesiva, diferenciándose por el objeto, los fines, las metodologías y los supuestos de que par-
ten. Eso ha producido una selva de especialidades entre las que, como es lógico, han aparecido rel a-
ciones no previstas, recorridos transversales, planteamiento interdisciplinarios de todo tipo. El cre-
cimiento ha sido tan vigoroso que la nueva filosofía de la ciencia ha tenido que variar su dictamen
sobre el valor epistémico de la ciencia que los positivistas colocaban en su unidad (el modelo de las
enciclopedias y la metodología reduccionista llegando a su culminación en los proyectos de los
neopositivistas de finales de la primera mitad del siglo pasado) para poner de manifiesto la fortaleza
y vitalidad que supone el carácter plural y des-unificado de la ciencia contemporánea como han
hecho, entre otros Peter L. Galison y Ian Hacking. El ideal de la ciencia no tiene que conducir a esa
majestuosa unidad que soñaban los positivistas, sino que, en cierto modo a imagen de la vida, con-
duce a una plétora de planes e investigaciones compitiendo entre sí. Esto se parece bastante al pano-
rama kuhniano, a la imagen que la ciencia da de sí cuando se la investiga más de cerca, con mayor
atención a lo que en su desarrollo efectivamente ocurre que a la imagen normativa de excelencia y
pureza ofrecida por la imagen mertionana de la ciencia.

UN DIÁLOGO INTERDSICIPLINAR

…………………………………

La Revista Internacional de Ciencia y Sociedad trata de reconocer los logros, los puntos fuertes, y
el poder histórico de la ciencia moderna en sus formas tradicionales. Sin embargo, también explora
la emergencia en los últimos tiempos de una ciencia más comprometida socialmente. Entender la
ciencia como cultura es entenderla como una construcción humana, pero también como una institu-
ción con una agenda social cuyas ramificaciones axiológicas han conducido (y conducen aún hoy)
no sólo a discusiones teóricas sino también a la censura, al activismo y a la represión. La ciencia
proyecta su comprensión del mundo natural-físico al mundo social, nos dice mucho del mundo
externo, pero también nos habla de nosotros mismos. Se trata de una ciencia más abierta y dinámi-
ca, que incluye al hombre y sus artefactos dentro de la ecuación.
La sociedad está profundamente entrelazada con la ciencia. Es irreal trazar una clara línea de
demarcación entre lo social-humano y lo físico-natural, entre la dimensión epistemológica (nuestro
conocimiento del mundo natural-físico) y la ontológica (la propia existencia del ser y su lugar en el
mundo natural-físico). Se trata de aspectos inseparables que sólo pueden ser estudiados desde el
diálogo interdisciplinar. La Revista Internacional de Ciencia y Sociedad pretende ser un lugar de
encuentro para tales reflexiones interdisciplinares.
Índice

Heterodeterminaçoes genéticas: rumo ao supermercado dos genes…………..……1


Alexandre Quaresma
Valoración del abordaje de revisión de protocolos de investigación
que involucran seres humanos: una evaluación cualitativa de los
comités de ética………………………………………………………………………..13
Gloria Visbal Illera, Diana Díaz Mass, Rafael Tuesca Molina
Calidad hidrogeoquímica de las aguas del río Copalita, Oaxaca, México………...27
Edgar Iván Sánchez Bernal, Gelia Sandoval Orozco, Marco Antonio Camacho Escobar,
Francisco Valdez Martínez, Anastacio Rodríguez León, Héctor Manuel Ortega Escobar
Datos para la introducción de la nanotecnología en la docencia en
Ciencias Ambientales…………………………………………………………………43
Jorge Sanjurjo-Sánchez
Impacto de la biotecnología convencional en la seguridad alimentaria
a través de producción animal en Ecuador. Estudio de caso:
producto BIORÉS………………………………………………………………..……51
Byron Díaz Monroy, Arabel Elías Iglesias, Elaine Valiño Cabrera
Innovación en el sector de las publicaciones científicas: el caso
del movimiento de Acceso Abierto ……………………………………………….....63
Karim J. Gherab Martín

Revista Internacional de Ciencia y Sociedad


Volumen 1, Número 2, 2014, <http://ciencia-sociedad.com/>, ISSN 2340-9991
© Common Ground. Todos los derechos reservados.
Permisos: soporte@commongroundpublishing.com
Table of Contents

Genetics Straight Determination: Towards A Genes’ Supermarket.………….……1


Alexandre Quaresma
Assessment of the Approach of Reviewing Research Protocols
Involving Human Beings: A Qualitative Assessment of the Ethics
Committees……………………………………………...…………………………..…13
Gloria Visbal Illera, Diana Diaz Mass, Rafael Tuesca Molina
Water Hydrogeochemical Quality of Copalita River, Oaxaca, Mexico…………...27
Edgar Ivan Sanchez Bernal, Gelia Sandoval Orozco, Marco Antonio Camacho Escobar,
Francisco Valdez Martinez, Anastacio Rodriguez Leon, Hector Manuel Ortega Escobar
Data for the Introduction of Nanotechnology in the Teaching of
Environmental Sciences…………………………………………………………...…43
Jorge Sanjurjo-Sanchez
Impact of Conventional Biotechnology in the Food Security Field
Through Animal Production in Ecuador. Case Study:
BIORES Product…………………………………………………..……………….….51
Byron Díaz Monroy, Arabel Elías Iglesias, Elaine Valiño Cabrera
Innovation in the Field of Scientific Publications: the Case
of Open Access Movement…………………………………………………..………..63
Karim J. Gherab Martín

Revista Internacional de Ciencia y Sociedad


Volumen 1, Número 2, 2014, <http://ciencia-sociedad.com/>, ISSN 2340-9991
© Common Ground. Todos los derechos reservados.
Permisos: soporte@commongroundpublishing.com
Heterodeterminações genéticas: rumo ao
supermercado dos genes
Alexandre Quaresma
RENANOSOMA (Rede de Pesquisa em Nanotecnologia, Sociedade e Meio Ambiente), Brasil

Resumo: O objetivo central deste artigo é refletir criticamente sobre as novas fo rmas de determinações e discriminações
genéticas, possíveis graças à maior compreensão do genoma humano, e às interferências tecnicistas profundas pass íveis de
serem realizadas a partir destes mesmos conhecimentos adquiridos, no que concerne reestruturações profundas dos signific a-
dos do que seja a pessoa humana, o indivíduo, seus direitos, seus valores, sua existência e ontologia, acontecimentos estes que,
de certo modo, são prejudiciais à própria humanidade. Tentaremos demonstrar que uma interferência arbitrária em nossas
bagagens genéticas poderia acarretar um empobrecimento e não um pretenso enriquecimento e ‘melhoramento’, e que, de
igual maneira, tais intervenções, de extrema intrusividade, determinismo e reduci onismo, podem ser fonte de novas crises e
dilemas para as próprias sociedades que se instrumentalizam por meio delas (i ntervenções), e, neste caso, pela genética.

Palavras-chave: genética, tecnicização, crítica da tecnologia

Abstract: The central purpose of this article is to critically reflect on the new forms of discrimination and genetic determina-
tions, possible thanks to greater understanding of the human genome, and the deep tecnicists interference that can be made
from these same acquired knowledge concerning major restructuring of meanings of what the human person, the individual,
their rights, their values, their existence and ontology, that these events, in a way, are detrimental to humanity itself. We will
try to show that an arbitrary interference in our genetic baggage could result in an impoverishment and not an alleged
enrichment and 'improvement', and that, in like manner, such interventions, extreme intrusiveness, determinism and reduc-
tionism, can be a source of new crises and dilemmas companies themselves that instrumentalize through them (interve n-
tions), and in this case, by genetics.

Keywords: Genetics, Technicisation, Criticism of Technology

Introdução
Tanto quanto se pode julgar, todos os grupos étnicos são semelhantemente dotados no que se refere a
potencialidades biológicas e mentais. [...] se tiver oportunidades convenientes, qualquer população
poderá criar o seu futuro e escolher a forma que deve ser dada à sua cultura, concentrando a sua
atenção nas forças biológicas, tecnológicas e sociais que afetam o desenvolvimento humano. (René
Dubos 1972:130)

“Uma pessoa geneticamente modificada [...] sofrerá com a consciência de ter de partilhar com outrem
a autoria do destino de sua própria vida”. (Jürgen Habermas 2004:112)

D esde o surgimento da vida no planeta, há mais ou menos quatro milhões de anos atrás, a
autodeterminação genética tem sido a maneira sistêmica extremamente funcional e inteli-
gente que a própria vida natural encontrou para se constituir, se preservar e se reproduzir
através dos tempos imemoriais, sempre por meio de sua própria riqueza evolutiva diversa, frise-se,
calcada única e fundamentalmente na diferença. O prefixo “auto”, juntamente com o termo “deter-
minação”, significa que o próprio ‘esquema’ filogenético, dinâmica e sistemicamente, se organiza
por si, autorefere-se e se auto gere autonomamente, ou seja, sem a necessidade de interferências
exteriores, e a troca de diferenças é o que aumenta sempre as possibilidades de êxito nas próprias
trocações genéticas que se constituem. Quanto a isso, todos os estudiosos do assunto pesquisados
afirmam categoricamente, e nós aqui também corroboraremos, que é justamente a diferença (no

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Volume 1, Número 2, 2014, <http://ciencia-sociedad.com>, ISSN 2340-9991
© Common Ground. Alexandre Quaresma. Todos os direitos reservados.
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caso aqui, genética) que determina e mantém a saúde da própria evolução humana sempre em an-
damento, no sentido de poder prosseguir, se diversificar e se reproduzir, livre, harmoniosa e natu-
ralmente, como sempre foi. É o que nos confirma Marie-Genevieve Pinsart (1993:274):

A singularidade biológica é o resultado de uma mistura móvel de genes com as mais diversas funções
e os mais diversos efeitos. Aplicar-lhe, por intermédio de manipulações, a categoria da normalidade é
correr o risco de causar o desaparecimento do singular, colocando uma exigência sobre o que é, es-
sencialmente, indeterminado.

Gilbert Hottois e Charles Susanne (1993:217) também concordam e ainda afirmam que “... os
maiores geneticistas de populações sublinham que o que caracteriza e que é igualmente bom para as
populações (e, portanto, para as sociedades) é a diversidade. O que é bom do ponto de vista biológi-
co, genético, para uma população, é ser diferente”. Tal postulação parece ser um consenso entre
diversos autores Jean-Yves Goffy (1993:224), em seu artigo intitulado Eugenismo, defende que

o polimorfismo genético é uma vantagem seletiva para o indivíduo e tem consequências evolutivas
importantes pelo fato de permitir a diferenciação de novas espécies. (...) A natureza produz diversi-
dade e diferença que devem ser respeitadas. O artificial é redutor onde o natural é criador, a analogia
operante talvez deva ser procurada do lado da extinção das espécies, na qual se sabe que atuam pr o-
cessos destrutivos de diversidade, uma vez que a extinção de uma espécie faz pesar uma ameaça de
extinção sobre as espécies que interagem com ela.

Sobre a extraordinária ambivalência e multimodalidade de atuação genética de nossas bagagens


genômicas, ou seja, à sobreposição de funções que elas exibem num mesmo organismo, o sociobió-
logo Edward O. Wilson (2001:114-115) escreve que

um exemplo clássico é o da anemia falciforme, cujo gene ocorre nas áreas de malária, da África à Ín-
dia. Dois genes de célula falciforme resultam em anemia grave, com alto risco de morte. Dois genes
normais deixam você em alto risco de contrair malária. Um gene de célula falciforme e um gene
normal juntos (a condição heterozigota) protegem você das duas coisas.

O mesmo autor (2001:105) acrescenta que “a humanidade é fortalecida por um amplo portfólio
de genes capazes de gerar talentos novos, resistências adicionais às doenças e talvez até novos meios
de ver a realidade”. Edgar Morin (2001:173-174) também corrobora tal postulação quando afirma
que “cada ser é singular no seu capital genético é talvez único para sempre em toda a sua espécie”.
Hans Moravec (1988:212) engrossa a lista dos que concordam com essa ideia e co mpreensão de que
a singularidade genética é sempre benéfica às coletividades vivas, quando escreve que

cada indivíduo é o resultado de uma distribuição única de genes extraídos de um grande baralho e é,
em geral, diferente de todos os outros. Um parasita que possua a chave de uma fechadura descobrirá
que a seguinte já é ligeiramente diferente, sendo, por isso, mais difícil de abrir.

De fato, atentemos, nunca houve outro modo de organização filogenética para a vida que não
fosse a auto-organização e a autodeterminação. Há, e nós podemos vislumbrar claramente, uma
espécie de padrão natural ancestral que nos permeia, transcende, e que precede até mesmo à nossa
própria existência e hominização. Um padrão dinâmico sempre a fluir e refluir através das infindá-
veis trocas e combinações genéticas nada triviais que fazemos ao nos reproduzirmos e perpetuarmos
a nossa hereditariedade através das incontáveis Eras a se seguirem umas às outras. Junte-se a isso a
riqueza de outras sobredeterminações importantíssimas, indissolúveis de nossa existência, que de
fato são reais e fazem de nós o que somos, as sócio-culturais (fenon) e ecológicas (oikos), e teremos
a extraordinária riqueza de formas e especificidades humanas individuais e distintas existentes que,
por si mesma (riqueza), caracteriza nossa espécie.

2
QUARESMA: HETERODETERMINAÇOES GENÉTICAS

Tecnicização acelerada
O problema central é: “nunca houve outro modo”, afirmamos acima, porém, estejamos atentos e
vigilantes, agora já há! Quanto a isso, é sabido (1) que a humanidade sempre desejou interferir em
sua própria natureza interna, ou seja, desde sempre quis influenciar sua constituição biológica, e de
fato, de diversas maneiras e formas diferentes, o faz, como está na literatura, e que (2) depois do
mapeamento do genoma humano nesta última década, o nível de bioprospecção e biointerferência
cresce exponencialmente a cada dia, enquanto que as ambiguidades e paradoxos idem, ou seja, os
problemas bioéticos, biopolíticos, morais, humanísticos não tardam em surgir, e realmente surgem
aos borbotões, deixando (3) uma brecha epistemológica enorme, escancarada e irrefletida, no que
concerne acontecimentos-consequências desse mesmo bioprospectar e biointerferir, que, por fim
(4), vão repercutir e se ‘desdobrar’ no campo social de forma livre e retro-influenciar as próprias
sociedades (espécie) que empreendem essa mesma transformação antropotécnica que se encontra
atualmente em marcha, acelerada: a tecnicização. A tecnicização, grosseiramente falando, é a ten-
dência milenar e de certa forma caracteristicamente humana de tornar tudo técnica ou técnico. Obje-
tivamente, falamos de impor a lógica (logus) e a prática (práxis) predominantemente técnica
(thecné) a tudo o que existe no mundo manifesto, incluso aí natureza (oikos) e vida (bio), força essa
(tecnicização) que leva a armadilhas bioéticas e biopolíticas perigosas que, juntas, podem vir a con-
solidar um contexto lamentavelmente cinza e desfavorável às pessoas comuns das sociedades do
mundo, por meio de uma nova e perversa discriminação: a genética. Essa conjuntura de tecnicização
alcança um alto grau de agudeza e importância epistêmica no contexto social, justamente quando,
instrumentalizando o aviltamento da pessoa humana singular de todos e de cada um, com a manipu-
lação genética que se produz através de experimentações intrusivas, altamente deterministas e tam-
bém reducionistas, que por sua vez, redefinem parâmetros e reinstauram novos valores, irretrocedi-
velmente, quanto à conceituação, significação simbólica e também prática dessa mesma pessoa
humana, que agora com a genética é objetada na bioprospecção, reformulando seu estatuto, reorga-
nizando (tecnicamente) sua ontologia, e isso, em termos de importância e significação, reflitamos,
fala por si. Jürgen Habermas, em seu livro O futuro da natureza humana, classifica como corrosivas
estas ações tecnicistas da genética que, segundo ele, e nós também concordamos, são desprovidas de
moral, e ameaçam igualdade todas as pessoas. Ele escreve (2004:128) que

contra essa corrosão desprovida de teoria, mas repleta de consequências práticas, a inserção estabil i-
zante de nossa moral numa autocompreensão ética da espécie ajuda-nos ao menos a tomarmos cons-
ciência do valor dessa moral e de seus pressupostos, antes de nos habituarmos à revisão furtiva daqui-
lo que, até agora, fazia com que a consciência da autonomia e a igualdade entre as gerações fossem
pensadas como evidentes.

Ou seja, valores evidentes, ou que consideramos corriqueiramente como tal, como esse autor
nos mostra, seguros e sólidos até então, em nossa cultura e sociedades, começam a cambalear trope-
gamente e até fraquejar diante de interferências tão profundas, intrusivas, deterministas e reducio-
nistas. Como está em Lucien Sfez, A Saúde Perfeita – Críticas de uma utopia (1995:47),

estas questões podem, pois, levar a repensar um certo número de noções e de práticas, revelando um
problema simultaneamente existencial e metafísico. Existencial, porque é de si, da sua pertença a
uma espécie definida, que se trata em primeiro lugar. Metafísico, porque as investigações em engen-
haria genética põem em causa princípios até aqui considerados como certos.

Numa só palavra: Ilya Prigogine estava correto quando anunciava, há mais de duas décadas
atrás, uma época (a atualidade) onde se daria, em diversos sentidos pensáveis “o fim das certezas”.
No caso aqui, nossa percepção do que significa a vida humana se transforma, já que nos tornamos
objetos de nossas próprias prospecções. Cai por terra então a certeza de nossa aleatoriedade biológi-
ca, com relação à nossa existência e nossa estruturação biológica, enquanto que ascende a ideia

3
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

irrefletida de genetização. Lucien Sfez (2002:208) afirma em Técnica e Ideologia – Uma questão de
poder, e nós também assentimos, que

a crise, aqui, não é uma simples desordem no estado das coisas existentes, mas a crise do próprio real.
Falta-nos o chão e não temos outra coisa à qual ancorar as nossas crenças quotidianas, outra coisa que
não essa construção tecnocientífica com que somos confrontados.

Uma confrontação, diga-se, com a nossa própria natureza tecnicista, pois a tecnicização não nos
é imposta externa e aleatoriamente, ao contrário, nós mesmo tratamos de cultivá-la e edificá-la dia a
dia, com muita determinação e engenho, pois é assim que re-significamos o mundo, e é assim tam-
bém, que agora, pretendemos re-significar a vida humana.

Técnicas genéticas: profundas, intrusivas, deterministas e reducionistas


A profundidade que o ato (nada simples ou trivial) de manipulação genética de outrem adquire tor-
na-se um tanto evidente: pois, se os genes são a mensagem, a herança, o patrimônio e o padrão re-
gente, a bagagem biológica singular de cada um, essa, se devassada, pode determinar uma invasão
sem precedentes de nossa privacidade genética individual mais seminal, ou seja, perderíamos a
oportunidade de nos resguardar o direito de nos sentirmos e de fato pertencermos em igual medida a
uma mesma espécie, a dos Homo sapiens, cujos membros nascem iguais em direitos e deveres,
perante a si mesmo, aos outros, o mundo, à sociedade, à justiça e à lei, sendo isso oficialmente acor-
dado em documento, desde a Declaração Internacional dos Direitos Humanos Universais. Unidos
em torno desse ideal de igualdade humana, agora frágil diante das arbitrariedades genéticas possí-
veis, 192 países assinaram em 1948 a referida declaração, justamente com a intenção virtuosa de
defender essa igualdade tão importante e seminal que nos une tão fraternamente. Nós voltaremos a
esse tópico dos Direitos Humanos Universais feridos nas considerações finais. O importante, no
entanto, é salientarmos que interferir na ordem dos genes significa, inexoravelmente, interferir na
ordem da própria vida.
Dissemos que tais manipulações tecnicistas são extremamente (1) intrusivas, por que estas prá-
ticas genéticas de interferência e pretenso ‘controle’ vão ao âmago da existência biológica viva
humana, sua composição física e biomolecular, seus pré-desígnios hereditários, e podem realmente
alterar, mesmo antes de a pessoa nascer, ou mesmo ser concebida, a parte fisiológica dela, o que, de
imediato, levanta a seguinte questão: “podem realmente alterar a parte fisiológica de uma determi-
nada pessoa”, dissemos, mas como essa pessoa ainda não existe, ainda não nasceu, o manipulador e
a sociedade que permite tais manipulações agem sempre, de ante-mão e irrevogavelmente, de ma-
neira determinista e impositiva, vertical, mesmo que, para isso, corra-se diversos riscos filogenéti-
cos, assunto que trataremos em mais detalhe mais adiante. Por ora cabe apenas frisar que alterar a
genética de alguém, significa, em primeiro lugar, inexoravelmente, interferir num campo muito
complexo em que se conhece muitíssimo pouco, o da estruturação da vida, onde a tecnociência está
literalmente engatinhando, pois como demonstraremos, existem, por exemplo, multimodalidades de
funções e atuações também no nível genético-celular, o que significa dizer que um mesmo gene,
pretensamente maléfico para uma determinação fisiológica, a tendência à calvície, por exemplo,
pode, a um só tempo, ser também benéfico e até imprescindível ao sistema imunológico como um
todo, no fortalecimento da membrana celular e no combate a invasores. Dizemos também, pois os
neurônios e as regiões cerebrais também funcionam assim: uma mesma área da massa cerebral de
uma pessoa ou mesmo um grupo específico de células podem apresentar várias influências sobrede-
terminantes num mesmo indivíduo, ou seja, elas são responsáveis por atividades distintas e com-
plementarmente importantes num mesmo organismo de forma concomitante. Isso, quer dizer que:
mesmo que consigamos identificar quais genes fazem preponderantemente o quê, corremos o sério
risco de ignorar ou desconhecer suas múltiplas influências subjacentes e multimodais que, como já
foi dito, também podem ser responsáveis por atividades importantes dentro do nosso organismo,
sem as quais, caso suprimamos alguns deles, tenhamos mais problemas do que soluções. E, como

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QUARESMA: HETERODETERMINAÇOES GENÉTICAS

está na literatura, tais efeitos colaterais e indesejáveis só serão sentidos, de verdade e completamen-
te, uma, duas ou até três gerações adiante, quando os possíveis efeitos cumulativos de longo prazo
de nossas interferências começarem a ser de fato percebidos. Além disso, como lemos em Edgar
Morin (2001:157), “somos determinados nos nossos genes, não pelos nossos genes”. Afinal, temos
uma relação complexa com nossa própria carga genética, e, como o mesmo autor complementa bem
humoradamente: “Possuímos genes que nos possuem” (2001:163).
Afirmamos, igualmente, (2) que a engenharia genética e a própria manipulação e design genéti-
cos são, primordial e irreconciliavelmente, técnicas altamente deterministas por que literalmente
determinam e podem mesmo determinar parte do que chamamos atualmente de ser humano, ou seja,
a porção estritamente biológica e filogenética de sua manifestação e existência. O problema maior,
então, é: um ser humano, afirmamos, não é uma coisa, um objeto, vazio de qualquer significado
simbólico para ser produzido bioindustrial e geneticamente, como mais um produto de nossa própria
tecnicização, o que tornaria flagrante a exploração do humano pelo humano, como se coisa ou obje-
to esses pudessem de fato ser, o que não podemos corroborar. De um modo estranho e tosco, como
já escrevemos em Alexandre Quaresma (2012:06), em paper apresentado no IV Congresso Interna-
cional Sobre Ciência e Sociedade, Berkeley, Califórnia, EUA, acabamos “determinados por nosso
próprio determinismo tecnológico, o que gera, segundo o nosso entender, um tecnocentrismo de
proporções civilizacionais bastante significativo, cujas consequências, infelizmente, fogem de nosso
controle”. Além do mais, poder determinar a conformação biológica e filogenética de uma pessoa
que ainda não nasceu gera problemas insolúveis, como está também na literatura. Nossas reflexões
encontram eco nos escritos de Jürgen Habermas (2004:123-124):

Qualifiquei como problemático o caso do adolescente que toma retrospectivamente conhecimento de


sua programação pré-natal e não consegue se identificar com as intenções estabelecidas geneticamen-
te por seus pais. [...] Para tal pessoa, existe o perigo de ela não mais se compreender como a autora
única de sua própria vida e também se sentir, enquanto descendente, de pés e mãos atadas pelas de-
cisões genéticas das gerações precedentes, que vão se condensando cada vez mais.

Ele prossegue (2004:121-122) afirmando que “as decisões irrevogáveis sobre o design genético
de um indivíduo que está para nascer são sempre pretensiosas, no sentido de julgar que sabem tudo.
O beneficiário precisa ter a chance de dizer ‘não’”. Enfim, o acirramento das práticas genetistas —
ou seja, aquelas que valorizam em demasia o genos, a despeito das indissolúveis sobredetermi-
nações tão importantes quanto as da genética, referenciadas anteriormente, fenon e oikos —, pode
simplesmente abrir uma gigantesca eclusa antropotécnica através da qual afluirão não só pretensas
soluções e avanços, mas também toda a má sorte de conflitos, dilemas e até degenerações. Alguns
deles irresolvíveis, a tomarmos, por exemplo, essa citação de Jürgen Habermas que precedeu nossa
atual reflexão, pois esse tipo de descontentamento do manipulado em relação ao manipulador é
preponderantemente traumático e, segundo o nosso entendimento, filosoficamente irreconciliável,
do ponto de vista existencial de quem sofre as interferências e as manipulações. É também Jürgen
Habermas (2004:74-75) que nos informa que,

independentemente da extensão com que uma programação genética realmente estabelece as qualida-
des, as disposições e as capacidades da futura pessoa e determina seu comportamento, o conhecimen-
to posterior que essa pessoa toma da situação que poderia intervir na sua auto-relação com sua
existência corporal e psíquica. É na cabeça que a alteração se operaria. A mudança de consciência se
realizaria em consequência da mudança de perspectiva da atitude performativa da vida vivida de uma
primeira pessoa para a perspectiva de observador, a partir da qual o próprio corpo foi transformado
em objeto de uma intervenção anterior ao nascimento. Quando o indivíduo em crescimento passa a
saber do design que outra pessoa projetou para ele, a fim de alterar características em sua constituição
genética — na sua autopercepção objetivante — , a perspectiva de ter sido produzido pode sobrepor-
se àquela de ser um corpo vivo que cresce naturalmente e o que é fabricado alcança o modo de
existência próprio.

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Elas (técnicas de manipulação genética), afirmamos, são também (3) reducionistas, pois lite-
ralmente reduzem a própria vida a uma pretensa fórmula genética idealizada, prepotente em sua
concepção e lógica, e objetivamente também reduzem de maneira arbitraria as chances de autode-
terminações e indeterminações naturais, flutuações e incertezas — como diria Ilya Prigogine, sejam
elas benéficas ou prejudiciais à coletividade, complementamos nós —, pois, ao pretensamente orga-
nizar as bagagens genéticas das pessoas individuais, e até das massas, indiscriminadamente, segun-
do um modelo arbitrário de conformidade higienista geneticamente impositivo, reduzem em grande
medida a incerteza estrutural que, já sabemos, organiza o universo do vivo. Além de orientar simbó-
lica e praticamente a existência de cada um, como um integrante em igual condição com os demais
membros da espécie humana, que têm o direito de nascer, conviver e morrer com suas cargas gené-
ticas naturais, autodeterminadas e auto-organizadas, desde sempre, pela própria diversidade biológi-
ca viva que os gerou, o que, até agora, atentemos, garantiu e ainda garante uma certa equinanimida-
de de oportunidades relativamente proporcional para todos os seres humanos, salvo raras exceções,
no que alguns teóricos chamam de ‘corrida’ ou ‘jogo’ natural da vida. Sem mencionar que esse
prepotente reducionismo genético, ou imperativo genético perante as demais causações das quais
emerge um ser humano vivo, não condiz de maneira nenhuma com a realidade factual de nossa
constituição plena como seres complexos que somos, pois, como já escrevemos (2013:01) em artigo
intitulado O injustificado imperativo genético (com grifos do original)

longe de conseguir resolver o mistério da existência e da individuação humanas, o imperativo dos ge-
nes (genos) também reduz arbitrariamente a realidade biológica a uma única causação isolada, injus-
tificadamente, ignorando ainda todas as outras formas de trocações e determinações de ordem feno-
menológicas (fenon) e ecoambientais (oikos).

Ou seja, somos o resultado, se é que se pode dizer assim, de nossa bagagem genética, mas so-
mos também, de igual forma e indissoluvelmente, o resultado das consequências indeléveis de nos-
sa interação social e cultural, bem como do ambiente que nos propicia, acolhe e sustenta, ou seja,
numa só palavra: esse reducionismo arbitrário e descabido vai contra a complexidade de nossa or-
ganicidade. Uma prova disso é a própria engenharia genética, objeto de nossa crítica, técnica que
pretende, cada vez mais, intervir e transformar justamente o resultado biogenético da vida das pes-
soas, que por sua vez compõem as sociedades, que por seu turno criam técnicas como a engenharia
genética, que se originam no ambiente social e cultural. Daí, o fato de depreendermos a certeza de
que as práticas genéticas ou, melhor dito, genetistas, são de fato técnicas estruturalmente intrusivas,
deterministas e reducionistas. Numa só palavra: prejudicial à vida das pessoas.

Uma perigosa brecha epistemológica que se abre


E é através dessa mesma e brutal brecha que se abre na compreensão (epistemé) daquilo que faze-
mos por força das tecnociências, como Jürgen Habermas afirma “essa corrosão desprovida de teoria,
mas repleta de consequências práticas”, que, reversamente, devemos enxergar e antever as possíveis
degenerações (termo que se encaixa muitíssimo bem ao contexto analisado), e também antecipar
possíveis complicações sociotécnicas e biopolíticas que estarão emergindo juntamente com essa
tecnicização acrítica e galgante, por muitos idolatrada, que com sua força impositiva atinge em
cheio e até mesmo confunde pretensas verdades absolutas como autonomia e liberdade individual,
subjetivo e objetivo, sujeito e objeto, pois, com tais explorações e intervenções, o ser humano, sem
embargos, passa a fazer parte do menu de possibilidades do próprio humano em sua galgante e acé-
fala tecnicização. O sapiens, hiper-empoderado com suas tecnociências, no caso aqui, especifica-
mente com o seguimento genético, tem diante de si a possibilidade, em muitos aspectos temíveis, de
retroagir em sua própria consubstanciação biomolecular, e as consequências disso, dessa verdadeira
disrupção histórica, e até filogenética na história da vida no planeta, serão, como não poderiam
deixar de ser, em tudo neoparadigmáticas, com tudo de indeterminado que a expressão exprime em
termos de paradoxos e ambiguidades possíveis e plasmáveis. Jürgen Habermas (2004:56) escreve
que “os desenvolvimentos notórios e temidos da tecnologia genética afetam a imagem que havíamos

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QUARESMA: HETERODETERMINAÇOES GENÉTICAS

construído de nós enquanto ser cultural da espécie, que é o ‘homem’ [leia-se: ser humano], e para o
qual parecia não haver alternativas”. Se por um lado enxergar trivialmente os genes possibilita um
pretenso controle tecnicista intrusivo e determinador, redutor mesmo, especialmente quando o as-
sunto inclui a vida, ou seja, o vivo, por outro traz também a possibilidade já bastante factível de uma
nova forma de discriminação social irrevogável e igualmente intrusiva, determinadora e reducionis-
ta, podendo até ser mais prejudicial à humanidade e à civilização humana do que de fato edificante.

O supermercado genético
As tendências e horizontes que se avizinham da humanidade são radiantes, por um lado, onde as
tecnociências facilitam e beneficiam a vida das pessoas, ou pelo menos de uma minoria, e sombrios
no que tange essa tecnicização exacerbada, que já detalhamos anteriormente, que esvazia o simbo-
lismo do vivo vulgarizando e reduzindo sua existência simplesmente a sequências de letras nas abas
das ‘fitas’ de nosso DNA. Se esquecermos o futuro, algo sempre perigoso em se tratando de tecno-
logias, e nos ativermos ao contexto atual, veremos que já existem atrofias e distopias a rondar o
velho, distraído e milenarizado sapiens. Um destes lamentáveis descaminhos que sempre ameaçam
qualquer projeto ‘grandioso’ já vai se tornando uma dura realidade no que se refere às consequên-
cias desfavoráveis do mapeamento, interferência e controle genético, a que Jürgen Habermas cini-
camente chamou, e nós certamente concordamos come ele, de supermercado genético, onde nos
inspiramos para sub-intitular este artigo, ora em tela. Em suas próprias palavras (2004:126):

Hoje ainda é assustadora a perspectiva de que a auto-instrumentalização otimizante da espécie, que


será desenvolvida para satisfazer as preferências diversificadas dos clientes no supermercado genéti-
co (e a consolidação social de certos hábitos), modifique o status moral das futuras pessoas.

Relativamente a isso, Lucien Sfez (2002:210,211) escreve que: “nos Estados Unidos, depois de
testes pré-natais, os seguradores ameaçaram não cobrir as despesas médicas de uma criança cuja
mãe teria sido advertida do fato daquela vir a ser vítima de uma doença genética”. “... o risco gené-
tico da doença é materializado – nos informa ele –como a própria doença, na ausência de todo o
sintoma evidente. (...) Definiu-se, assim [nos Estados Unidos da América], uma nova categoria de
doentes, os ‘doentes pré-sintomáticos’”, ou seja, estamos diante de uma conjuntura disruptiva e
totalmente nova, onde valores podem sucumbir e ser substituídos por outros novos, e, de certa ma-
neira, até nefastos para as coletividades humanas. Enfim, a capacidade de ‘enxergar’ os genes de
alguém, parece vir acompanhada de uma categorização e classificação quase que automática por
parte de quem enxerga, o que mostra que, nesse caso, poder ver e mapear o genes de alguém, signi-
fica, de uma forma direta, classificar esse alguém, segundo um parâmetro subjetivo, arbitrário e
impositivo, predeterminados sempre por quem observa, e essa discriminação, se imposta à socieda-
de como um todo, de forma irrestrita, poderia confluir, como também está na literatura, em uma
conjuntura higienista, genetista e vertical, onde o indivíduo será julgado não por aquilo que ele faz
ou pensa, ou poderia fazer, mas por aquilo que ele é, em seu substrato essencial. Na verdade, infe-
lizmente, isso já é uma realidade de certa forma posta, como está em Lucien Sfez (2002:210), pois
“... os médicos das companhias de seguros pretendem obter informação genética, a fim de calcular a
extensão da cobertura e os preços” das mazelas que um dia talvez possam se manifestar no associa-
do-dependente. Segundo Bruno Leclerc (1993:287), em artigo intitulado Medicina preditiva,

ao permitir o alargamento dos métodos de rastreamento sistemático já acessíveis aos organismos es-
tatais e às empresas privadas (seguradoras, nomeadamente), o desenvolvimento das técnicas de diag-
nósticos ‘preditivo’ vem acentuar os problemas éticos ligados ao rastreio sistemático. Os desafios
maiores da medicina preditiva são, neste caso, a confidencialidade dos dossiês médicos e a proteção
da vida privada, bem como o respeito pelos princípios de justiça e de equidade.

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Não estamos sozinhos quando o assunto é a previsão de um futuro cinza e degradante para a
humanidade, desde a perspectiva da manipulação e exploração genética. Nesse sentido, Lucien Sfez
(1995:303) acredita, e nós também concordamos com ele, que

a decodificação do código genético pode fazer nascer um universo novo onde a evolução artificial
poderá substituir a evolução natural. Uma vez que real gerado e real revelado não se opõem. Pode-
mos criar genes novos, uma vez compreendidos os mecanismos dos genes naturais.

Em resumo, tomar as ‘rédeas’ do processo evolutivo por meio da genética significa dizer que
estaríamos, supostamente, ‘sentindo-nos’ mais aptos e preparados (empoderados certamente) para
sermos os responsáveis últimos por uma dinâmica muitíssimo complexa (a auto-organização genéti-
ca), já que, dessa forma, retiraríamos o poder e a responsabilidade das auto-determinações genéti-
cas aleatórias, constituídas nas livres trocas singulares de genes entre as pessoas, interpondo em
seu lugar um ‘esquema’ impositivo, arbitrário e até perigoso, pois pode fazer, num par de gerações,
o que o processo evolutivo natural demorou centenas de milhares, e até milhões de anos para cons-
tituir e desenvolver. Nossas reflexões encontram eco nas de George F. Kneller (1980:293), em seu
livro A ciência como atividade humana, onde afirma, e nós também enfatizamos, que

a tecnologia do DNA promete dar ao homem um poder sobre a natureza que é, ao mesmo tempo,
mais criativo e mais perigoso do que tudo o que foi adquirido até hoje. Trata-se do poder de planejar
novos organismos imediatamente, em vez de aguardar o lento e aleatório remanejamento de genes
que ocorre na natureza. Até agora, a evolução parecia tão irrevogável quanto a entropia ou o tempo.
Doravante, o homem participa na força que o fez.

Além de inusitada e sem precedentes, essa nova condição de participação “na força que o fez”,
como escreve George F. Kneller, de tamanha interferência no nível biomolecular dos genes dos indi-
víduos em meio à massa social, também é paradoxal, já que traz às mãos humanas, ou pelo menos de
uma elite humana, poderes extraordinários de interferência e controle, e os fins para que são destina-
dos esses poderes, como sabemos, nem sempre são os mais dignos ou mesmo os esperados social-
mente. Axel Kahn e Dominique Lecourt (2007:70) observam pertinentemente que, caso se imponha

a alguém seu invólucro corporal, a cor de seus olhos, a textura de seus cabelos, a forma de seu rosto,
seu tamanho médio, a idade de início de sua calvície e de sua miopia, os detalhes deste corpo no qual
será preciso viver dias e dias, alguns aspectos do hardware cerebral — e portanto certos traços de ca-
ráter —, isso ele não poderá mudar. Ora, não se trata de suportar os resultados da sorte, da grande lo-
teria da hereditariedade, mas as consequências da vontade de outrem.

Para complicar nosso contexto ainda mais, como nos informa Francis Fukuyama
(2003:167,169), em livro intitulado Nosso futuro pós-humano – Consequências da revolução da
biotecnologia: “... a ideia de aperfeiçoamento pode se tornar atraente demais para ser abandonada,
ou pode se provar difícil impor uma regra que impeça as pessoas de melhorar a carga genética dos
filhos”. “É difícil ver — continua ele — como a desigualdade genética crescente poderia deixar de
se tornar uma das principais controvérsias da política do século XXI”.

Considerações finais
Tememos a perspectiva de que os homens projetem outros homens, pois essa possibilidade desloca a
fronteira entre o acaso e a decisão, que está na base de nossos critérios de valor. (R. Dworkin apud J.
Habermas 2004:40)

O que consideramos fundamental, em toda essa reflexão acerca de valores e as atividades tecnocien-
tíficas da genética, como uma forma simbólica de concluir um assunto tão complexo e vasto como
este, seria admitir que a humanidade se encontra num momento ímpar de sua história bioevolutiva, e
que as decisões de agora, sejam sábias sejam insanas, irão reverberar nos dias vindouros, confor-

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QUARESMA: HETERODETERMINAÇOES GENÉTICAS

mando e constituindo o ambiente antropossocial que acolherá as futuras gerações. Como lemos em
Gilbert Hottois (1993:160),

a preocupação com as gerações vindouras justifica-se, pelo menos filosoficamente, pelo seguinte: fo-
rça-nos a refletir acerca do que fazemos hoje, a distanciarmo-nos relativamente às nossas evidências, às
nossas inelutabilidades e às nossas urgências, a dizer a nós próprios que talvez pudéssemos ou d evês-
semos agir de outra forma. Reforça, desse modo, a nossa própria lucidez e a nossa própria liberdade.

Consoantes com esse autor, acreditamos que seria esse o adjetivo mais pertinente e importante a
ser perseguido (lucidez) em termos de virtude e meta a ser alcançada, principalmente, quando se
trata de saber avaliar técnicas tão determinantes e estruturais de nossa própria existência psicosso-
cial e até filogenética, que, ameaçadoramente, colocam em jogo o próprio estatuto ontológico do
sapiens. Como escreve Lucien Sfez (2002:207)

o que é transformado, em contrapartida, é a ideia de uma natureza que já não é de reler, reformar ou
descobrir, mas de construir. O estatuto do real muda completamente. Não há realidade senão cons-
truída e as tecnologias que a constroem tornam-se as qualidades intrínsecas daquilo que constroem. A
realidade é o que as tecnologias a fazem.

Nesse sentido tumultuoso e incerto, a passagem de uma auto-organização e autodeterminação,


autônomas e independentes, para uma outra condição — onde há uma heterodeterminação (diferen-
tes forças determinando a genética do indivíduo), intrusiva, determinista e reducionista, onde outros
interesses se interpõem perante os interesses das próprias pessoas afetadas por essas mesmas hete-
rodeterminações genéticas, sempre a posteriore, desde uma perspectiva existencial inexorável, irre-
vogável, como demonstramos estar acontecendo —, traz ainda uma preocupação extra: é importante
percebermos a velocidade e a maneira acrítica com que produzimos e implementamos tais projetos e
programas de mapeamento, interferência, controle e exploração da vida ou do vivo (bioprospecção),
neste caso, a genética. O exemplo hipotético que nos traz Jürgen Habermas (2004:113) é emblemá-
tico, e reflete muito bem o universo complexo de ambiguidades que vão emergir juntamente com
estas controversas técnicas genéticas, pois

a expansão do poder de dispor do material genético de uma futura pessoa significa que cada pessoa,
tenha ela sido programada ou não, pode considerar, a partir de então, a composição de seu genoma
como resultado de uma ação ou omissão passível de críticas. O adolescente pode pedir explicações ao
seu designer e querer saber das razões que levaram este último a decidir dotá-lo de dons matemáticos
e recusar-lhe uma capacidade atlética ou um dom musical, que lhe teria sido muito mais útil para a
carreira de atleta de alto nível ou de pianista a que ele de fato aspira.

Se não bastasse tudo isso mencionado até aqui, e a convergência de importantes autores, suas
citações e livros, em uníssono a avalizar nossas prospecções epistemológicas, afirmamos que a
prática de engenharia e manipulação genéticas fere o Artigo 1º da Declaração dos Direitos Humanos
Universais que diz expressamente o seguinte: “Todos os seres humanos nascem livres e iguais em
dignidade e direitos. São dotados de razão e consciência e devem agir uns para com os outros num
espírito de fraternidade”, vejamos bem, “nascem”, e não “são gerados ou genética e artificialmente
programados sob influência e controle de outrem”. Da mesma forma, a expressão: “devem agir uns
para com os outros num espírito de fraternidade” não parece fazer sentido para os entusiastas destas
práticas genetistas, já que é exatamente o contrário que o manipulador faz com relação ao manipu-
lado geneticamente. Eis aqui, segundo o nosso entendimento, o ponto nevrálgico da questão genéti-
ca em contraposição à questão de nossa humanidade. Como já escrevemos em Alexandre Quaresma
(2013:06), em paper intitulado O injustificado imperativo genético,

outra armadilha perigosa que ‘armamos para nós mesmos’, enquanto civilização tecnológica — essa
de ordem biopolítica e bioética — é que estes processos invasivos, reducionistas e deterministas de
rastreio, controle e manipulação, podem fomentar uma situação social desfavorável de discriminação
genética, onde a igualdade entre os humanos estaria drasticamente ameaçada.

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Quando os horizontes de ‘aposta’ e ‘jogo’ incluem nossa própria condição humana, nossa igual-
dade simbólica e até mesmo o nosso bem estar, como riscos eminentes de uma determinada ação
qualquer, seja ela técnica ou política — ou ainda biopolítica, no nosso caso —, a ponto de ameaçar
seu futuro e sua dignidade, o melhor certamente é estancar, o quanto antes, e refletir profunda e deti-
damente, e só se por em marcha de novo quando estiver ciente de todas as possibilidades plausíveis
de concretização, sejam elas boas ou más, e que não se arrisque, nunca, jamais, em tempo algum —
reiteramos enfaticamente perante os colegas do V Congresso sobre Ciência e Socied ade, Varsóvia,
Polônia — o futuro e a dignidade da própria civilização humana, sob pena de perdermos o controle
de nosso próprio controle tecnicista, criando, mesmo que distraída e involuntariamente, um contexto
social vertical desfavorável e panóptico, onde o próprio humano se torna objeto de sua manipulação,
tornando-se, há um só tempo, o criador e a própria criatura. “A seleção deliberada – explica-nos
Jürgen Habermas (2004:131) – orienta-se pela avaliação da qualidade de um ser humano e, nesse
sentido — continua ele —, obedece a um desejo de otimização genética”, ou seja, reduz a totalidade
do ser humano às suas frações e partes genômicas teoricamente intercambiáveis, manipuláveis e
reprogramáveis, pretensamente para ‘melhorar’ suas qualidades e suprimir suas ‘falhas’ e ‘defeitos’,
características foram geneticamente predeterminados pela competente e harmoniosa ‘dança da preci-
são do acaso’ que, em segurança, lembremo-nos, nos trouxe até aqui, no que tange a nossa bioevo-
lução. No mais, poder interferir na ordem genética humana, preestabelecida (naturalmente), autode-
terminada e auto-gerida, totalmente harmoniosa, do ponto de vista das livres trocações filogenéticas
interpessoais, significa empreender uma ação irreversível em meio à corrente de ações retro-
interativas do cotidiano, e uma vez neste contexto de múltiplas interações e trocas sócio-ambientais,
não há mais a menor possibilidade do sujeito (ou grupo), que iniciou a referida ação, controlar a
mesma, ou seja, a ação que o sujeito (ou grupo) empreendeu inicialmente foge ao controles de seus
iniciadores, pois ela (ação) recai na torrente autônoma dos acontecimentos, e, uma vez nesta, torna-se
pura imprevisibilidade. Sobre isso, Edgar Morin (2001:101) escreve que,

contrariamente à visão na qual a ação se encarna no ator [crítica à Bruno Latour, e sua Teoria Ator-
Rede], abre-se um fosso desde os primeiros instantes entre o ator e a ação, e este fosso alarga-se a si
próprio, a menos que a ação possa ser incessantemente ‘seguida’, alcançada, corrigida, mas isso,
numa corrida desenfreada, onde a ação finalmente se distanciará do perseguidor e irá perder-se no
amálgama das inter-retroações do Unwelt social e natural. A ação voluntária escapa quase imediata-
mente à vontade; foge, começa a copular com outras ações em profusão e volta, por vezes desfigura-
da e desfigurante, à cabeça do seu iniciador.

Além disso, como enfaticamente escrevemos em Alexandre Quaresma (2012:11), em artigo in-
titulado Crítica sobre a origem e os fundamentos da nova desigualdade entre os homens,

há que se resguardar também o conjunto dos Direitos Humanos Universais como bem de altíssima es-
tima e como marco intransponível, além do qual, empresários irresponsáveis e cientistas alienados e
até mesmo nações prepotentes e beligerantes, como os EUA, por exemplo, não possam se atrever,
sob pena de serem rigorosamente punidos segundo os ditames dessas mesmas leis internacionais
conquistadas a tão duras penas pela humanidade.

Conclusivamente, citaremos Paul Feyerabend — em seu livro A ciência em uma sociedade li-
vre, cujo título certeiro e emblemático é totalmente convergente com as nossas reflexões –, num
trecho específico onde ele nos propõe esta última e suprema questão estrutural, cuja importância
central nós também reconhecemos, sem vacilar, e assim encerramos este paper sobre a questão de
nossa humanidade em relação às impositivas e prepotentes técnicas genéticas: “Suponha que o ho-
mem tem ingredientes que podem ser revelados, um a um, por meio da pesquisa progressiva (...)
usando a Matemática e os modelos da Física, da Química, da Microbiologia [ou seja, através das
tecnociências]”. A pergunta é: “Devemos ir em frente e revelá-los? E, tendo-os revelado, devemos
então ver o homem à luz deles? Ou será que esse procedimento não iria substituir pessoas pelos
constituintes não humanos da humanidade e nos fazer ver tudo em termos destes últimos?”
(2011:79).

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QUARESMA: HETERODETERMINAÇOES GENÉTICAS

REFERÊNCIAS
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— (2012). “Crítica sobre a origem e os fundamentos da nova desigualdade entre os homens”. Artigo
apresentado em IX Jornadas Latinoamericanas de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tec-
nología – ESOCITE. Cidade do México, México, 2012. http://pt.scribd.com/doc/
93571357/Programa-ESOCITE-2012-.
— (2013). “O injustificado imperativo genético”. Artigo apresentado em V Congresso Internacional
sobre Ciência e Sociedade. Varsóvia, Polônia.
Sfez, Lucien (1995). A Saúde Perfeita – Críticas de uma utopia. Lisboa: Instituto Piaget.
— (2002). Técnica e Ideologia – Uma questão de poder. Lisboa: Instituto Piaget.
Wilson, Edward O. (2012). A conquista social da terra. São Paulo: Companhia das Letras.

SOBRE O AUTOR
Alexandre Quaresma: Escritor, ensaísta, pesquisador de tecnologias e consequências socioambien-
tais, com especial interesse na crítica da tecnologia. Autor do livro Nanotecnologias: Zênite ou Na-
dir? e Humano-Pós-Humano - Bioética, conflitos e dilemas da Pós-modernidade. É colunista de
Cibercultura na Revista Sociologia Ciência e Vida, de circulação nacional no Brasil, além de contri-
buir com artigos para Revista Filosofia Ciência e Vida e Sociologia Ciência e Vida.

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Valoración del abordaje de revisión de protocolos
de investigación que involucran seres humanos: una
evaluación cualitativa de los comités de ética
Gloria Visbal Illera, Universidad del Norte, Colombia
Diana Díaz Mass, Universidad del Norte, Colombia
Rafael Tuesca Molina, Universidad del Norte, Colombia

Resumen: Estudio realizado con objeto de conocer abordaje que realizan los miembros del comité de ética para evaluar
protocolos de investigación, mediante la aplicación de instrumento que simula situaciones para medir el nivel de conoci-
miento y aplicación de principios éticos básicos teniendo en cuenta la normativa nacional e internacional. El propósito de
este abordaje se orientó en promover una reflexión sobre cuestiones bioéticas que surgen en la evaluación de protocolos.
Fue utilizado el método cualitativo-cuantitativo. Se cuantificó el número de respuestas bajo una categorización de respues-
tas permitidas y mediante entrevistas con grupos focales se analizaron percepciones e inquietudes del uso del instr umento
como herramienta para cualificación a los comités de ética. Participaron 5 comités de ética de investigación reconocidos de
Barranquilla-Colombia. A partir de los resultados se concluyó que en su mayoría cumplen con la normativa nacional e
internacional, pero requieren mayor y continuada formación en bioética, estandarizar procedimientos que apoyen la toma
de decisiones para disminuir al mínimo la posibilidad de riesgo o daño, que los representantes de la comunidad actúen como
voceros idóneos y se requiere un mayor esfuerzo por la autoridad responsable de la vigilancia de las investigaciones a fin de
garantizar seguridad, dignidad y transparencia en los estudios realizados en el país.

Palabras clave: conocimiento, seguridad del paciente, bioética, comité de ética, protocolos de investigación

Abstract: Study performed with the goal of evaluating the different research protocols applied by members of the ethics
committee. Through this, members studied the different applications of measurements to gauge national and international
ethic normativities in simulated environments. The main goal of this approach was to promote the discussion of bioethical
dilemmas that arise when evaluating different protocols. The method used was qualitative-quantitative. Through the use of
interviews, the number of subject responses was quantitatively recorded under a specific parameter of guidelines. In the
same manner, these responses were analyzed in the context of perception, inquiries and use of instruments to ultimately
measure the development of ethics committees. 5 committee’s well-known committees from Barranquilla, Colombia partici-
pated in this study. As a conclusion, the study found that all five of the committees successfully meet international ethics
requirements, but do need to devote some effort to the deepening of their bioethics formation and range. This will inevitably
result in the establishment of better community standards, following that the members of the different ethics committees are
selected because of their integrity and leadership.

Keywords: Knowledge, Patient Safety, Bioethics, Ethics Committee, Research Protocols

Introducción
El actual desarrollo de la tecnología aplicada a resolver problemas de salud en la clínica, los estu-
dios de nuevos fármacos, la epidemiología y la salud pública plantean innumerables problemas
éticos y legales. Algunos de estos, se relacionan con el interés de la industria farmacéutica de crear y
probar nuevos productos de cara a la necesidad de resolver problemas de salud frente a la relativa
ineficacia de los mecanismos de vigilancia y control que salvaguardan los derechos de los sujetos en
estudios experimentales. Por otra parte, la industria farmacéutica invierte recursos significativos en
investigaciones que utiliza sujetos e investigadores en países de América Latina, el Caribe, África o
Asia, convirtiendo a estas regiones en lugares con alta vulnerabilidad para sus poblaciones, dado

Revista Internacional de Ciencia y Sociedad


Volumen 1, Número 2, 2014, <http://ciencia-sociedad.com>, ISSN 2340-9991
© Common Ground. G. Visbal Illera, D. Díaz Mass, R. Tuesca Molina.
Todos los derechos reservados. Permisos: soporte@commongroundpublishing.com
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

que en Estados Unidos y Europa disponen de normas más rígidas. (Carrillo, 2013; Lolas & Queza-
da, 2003; de Alba Ulloa, 2012; Rueda, 2012; Casas, 2012)
En este sentido, el trabajo de los Comités de Ética (CE) es cada vez más complejo debido a que
los procedimientos de revisión más exhaustivos, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
 El progreso tecnológico y científico, en temas polémicos, tales como el estudio del ge-
noma humano, el uso de células madre, terapias dirigidas y la terapia genómica, ha
llevado al desarrollo de protocolos de investigación muy complejos, que requieren al
interior de los comités de ética grandes competencias y capacidades humanas que res-
peten la libertad, la dignidad humana y favorezcan políticas inteligentemente saluda-
bles.(Nussbaum, 2012; Caminiti, et al., 2011)
 Otro aspecto a destacar, se relaciona con la evidencia científica derivada del incremento
de ensayos clínicos, y la necesidad de transferir rápidamente los conocimientos adquiri-
dos a la práctica. Esta descentralización implica que junto con la revisión ética y meto-
dológica de protocolos, los comités de ética también están llamados a evaluar la viabili-
dad del estudio, la competencia investigador, la disponibilidad de centros adecuados,
tecnologías, aspectos financieros, y asegurar que los participantes comprenden verdade-
ramente el consentimiento informado que firman. Así mismo, es relevante reconocer a
los participantes en estos ensayos clínicos como: “una persona autónoma es un indiv i-
duo que es capaz de deliberar sobre sus objetivos personales y actuar bajo la dirección
de esta deliberación. Respetar la autonomía es dar valor a las decisiones y elecciones de
las personas así consideradas, y abstenerse de obstruir sus acciones a menos que estas
produzcan un claro perjuicio a otros” (Lorda, 1999; Caminiti et al., 2011)
Por otra parte, surgen interrogantes relacionados con la toma de decisión ante el uso de placebo
versus tratamiento estándar, dado que la declaración de Helsinki (2013) exige que “Se debe tener
muchísimo cuidado para evitar abusar de esta opción”. Se debe sopesar el riesgo-beneficio, identifi-
car inequidades y amenazas que estarán expuestos los sujetos y velar por la libertad, autonomía y la
dignidad de las personas sujetas a manipulación. (Carrillo, 2013; Lolas & Quezada, 2003; de Alba
Ulloa, 2012; Rueda, 2012; Toledo, 2004; Caminiti et al, 2011; Helsinki, 2013, Casas, 2012)
Diego Gracia plantea que la ética de los comités, bajo tres posturas, la primera se fundamenta
desde lo que él denomina “mentalidad monárquica y monolítica”; por lo tanto este comité actúa
bajo la lógica aristotélica para analizar cada caso concreto y la decisión a tomar se basa en la pru-
dencia. La segunda postura o actuar la denomina: “pluralismo estratégico de la coexistencia pacífi-
ca”, al consolidarse y justificarse la actuación del comité en función de los intereses estratégicos de
los afectados y finalmente el “pluralismo estricto o práctico”, en donde los miembros asumen la
decisión teniendo en cuenta la capacidad valórica y el respeto de la dignidad humana. Sin embargo,
lograr este nivel u objetivo en los actuales comités no es factible debido la representatividad de los
miembros del comité en función de la sociedad civil y el otro aspecto está relacionado con vicios en
el tema democrático. Otro aspecto fundamental que regula y direcciona el actuar del comité de ética
se centra en la “racionalidad práctica”, en donde se tiene en cuenta unos mínimos de no maleficen-
cia y de justicia exigibles a todos aun coactivamente. Por ello, es fundamental el respeto a los valo-
res y la tarea de educar en la toma de decisiones. (Gracia Diego, 2001)
Se expresa que en los comités de ética, los juicios morales son las herramientas para la adop-
ción de decisiones, mientras que estas premisas se encuentran en divergencia con el avance tecnoló-
gico: una ética que “emplee métodos racionales para nuestros tiempos, que respete la dignidad y la
autonomía de todas las personas, pero que al mismo tiempo sea más amplia para expresar un com-
promiso con la humanidad como un todo” (Rueda, 2012; Kohlberg, 1969). Por ello el trabajo de los
comités de ética aborda tareas relacionadas con: Función de educación, de tal manera que favorezca
la formación y actualización en bioética de sus miembros, además se le atribuye que apoye la edu-
cación de los sujetos involucrados en las investigaciones y a los investigadores; Función consultiva,
a fin de ser un garante para que los investigadores dispongan de un espacio consultivo al igual que
las instituciones de salud en aquellas situaciones críticas que permita resolver dudas y dilemas mo-

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VISBAL ILLERA ET AL.: VALORACIÓN DEL ABORDAJE DE REVISIÓN DE PROTOCOLOS…

rales; Función normativa, de políticas y pautas que apoye a los centros de investigación e institucio-
nes de salud. (Rueda, 2012; Carrillo González, 2013; Bedregali et al., 2013; Licona, 1993).
Experiencias europeas en donde se revisan los criterios para armonizar u homogenizar los pro-
cesos para que los Comités de Ética autoricen los estudios, muestran que ante la variabilidad de
requerimientos es necesario ajustar los requisitos, estandarizar la lista de chequeo para los proyectos
a sometimiento, evaluar el supuesto de “postura democrática” en la toma decisión, la cual esta me-
diada por intereses y presiones, los comités no visionan el mantenimiento del equipo básico y admi-
nistrativo de los mismos (De Feo, 2012). Sin embargo, desde la mirada de los profesionales que
conducen ensayos clínicos manifiestan que dichos requerimientos son desgastantes y excesivos, lo
que a su juicio puede “apagar la curiosidad del investigador” (Munk & Murphy, 2012).
Con estas consideraciones es necesario conocer el abordaje que realizan los miembros del co-
mité de ética para evaluar protocolos de investigación, mediante la aplicación de instrumento que
simula situaciones para medir el nivel de conocimiento y aplicación de principios éticos básicos
teniendo en cuenta la normativa nacional e internacional. El valor añadido de este estudio es favore-
cer una reflexión sobre cuestiones bioéticas que surgen en la evaluación de protocolos que permita
posicionar un espacio de análisis y educación frente a los dilemas que enfrentan los comité de ética
en su proceso consultivo. (Lolas & Quezada, 2003; Lolas, 2007)

Materiales y métodos
Se diseñó un estudio descriptivo cuali-cuantitativo, la fase descriptiva cuantitativa se evaluó a partir
de un instrumento tipo cuestionario con opción de respuesta múltiple que estimó el grado de apre-
ciación frente a dilemas éticos en protocolos de investigación a los integrantes de cinco comités de
ética reconocidos en la ciudad de Barranquilla a partir del registro de organismo nacional, denomi-
nado: Invima (Instituto Nacional de Vigilancia de medicamentos y Alimentos). En la fase cualitati-
va, se realizaron entrevistas estructuradas con preguntas dirigidas que permitieran valorar los dile-
mas éticos que planteaban las preguntas y el proceso que aplicarían en sus respectivos comités, para
tomar una decisión conjunta.
La participación de los miembros de cada comité fue voluntaria, se les garantizó el anonimato,
voluntariedad y autonomía en sus apreciaciones. La apreciación en la puntuación de los casos no fue
objeto de discusión dado que no fue un examen de conocimientos, sino de apreciación e identifica-
ción del proceso que permite estimar un análisis de los principios éticos.

Instrumentos

Instrumento No 1: Evaluación del Cumplimiento de la normatividad vigente por parte de los comi-
tés de ética”, consta de dos (2) partes; la primera compuesta por seis (6) preguntas de selección
múltiple que evaluó cumplimiento de la normatividad según las resoluciones 008430 de 1993, 2378
de 2008, declaración de Helsinki, principio Belmont vigentes a nivel nacional e internacional, y 10
situaciones o casos que valoraron principios éticos y aspectos relacionados con riesgo-beneficio
para los sujetos que participan en una investigación. Preguntas de múltiple escogencia, con tipo
escala de “Thurstone” que estimó grado de conocimiento y aplicación frente a dilemas éticos a partir
de 10 casos o situaciones. (Validada por tres jueces ad hoc; luego de ser valorada por doce docentes
que imparten metodología de investigación). La segunda parte, compuesta por encuesta de observa-
ción mediante lista de chequeo para verificación del cumplimiento de los procesos y procedimientos
del comité de ética institucional —CEI—.
Instrumento No.2 “Entrevistas a grupos focales y /o miembros de los comités” encuentros y
diálogos grabados con autorización de los participantes, donde se buscó valorar la percepción de los
comités de ética frente al instrumento al considerarse “evaluados” y a revelar procedimientos o
procesos que utilizan para tomar la decisión de aprobar y amparar, o desaprobar la conducción de
proyectos de investigación presentados al respectivo comité de ética. Se contó con la participación
de cinco personas en cada comité dado que éste es el número que se considera como “mínimo” para

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

tomar decisión y amparar una protocolo de investigación que incluya sujetos. El proceso estuvo
liderado por los tres participantes de este estudio quienes desempeñaron roles de moderador, cro-
nometrador y coordinador de encuentros. Los participantes fueron convocados previo conocimiento,
consentimiento y asentimiento en participar. Debido al número de sujetos a convocar no se mantuvo
equilibrio por género dada su participación voluntaria, sin embargo, de manera global la participa-
ción fue equilibrada para varones y mujeres en la totalidad de grupos focales participantes, la consti-
tución fue heterogénea por grupo y global lo que favoreció un análisis a profundidad.
Con respecto a la realización de la solución del cuestionario y de los grupos focales se desarro-
llaron en los sitios y lugares donde se reúnen habitualmente sus mie mbros, solicitándoles que dicha
reunión fuese independiente de sus actividades como miembros de comité de ética y en los horarios
que permitiesen contar con los participantes in presiones. Las preguntas de estímulo o dinamizadoras
fueron realizadas siempre por quien se desempeñó en el rol de moderador del equipo de trabajo, lo
que permitió guiar las preguntas durante el proceso. La sesión se organizó en mesa redonda favore-
ciendo un clima agradable de interacción y retroalimentación a fin de entender las respuestas que
plantearon a los diversos tópicos tratados. En la metodología se insistió al inicio y final de cada s e-
sión en cada grupo focal que dicho proceso no buscaba evaluar o juzgar sus apreciaciones, sino deb a-
tir frente posturas y asumir juicios y procesos dentro del análisis de los protocolos de investigación.
Para valorar cumplimiento de la norma en los comités, se tuvo en cuenta que se evidenciara la
documentación y que los miembros respondieran la encuesta que buscaba demostrar conocimiento
de la normatividad nacional e internacional vigente y los aspectos legales exigidos a través del IN-
VIMA y/o UNESCO; presentar evidencias de documentación como, certificados de Buenas Prácti-
cas Clínicas de los integrantes del comité, certificación de acuerdos de confidencialidad, reglamen-
tos internos y sus versiones actualizadas, adecuada composición y estructura de los comités,
equilibrio en cuanto a número de miembros, sexo, ocupación, tipo de vinculación a la institución
ante la cual se encuentra adscrito el comité, procesos estandarizados, constancia de actas de reunio-
nes, proceso de deliberación para los casos en que se presenten conflictos de interés y evidencia de
educación continua de los miembros integrantes de los comités de ética.
Para apreciar conocimiento, se tuvo en cuenta que los miembros de los comités evaluaran en el
investigador la inclusión de aspectos como la participación voluntaria de sujetos, libre de coacciones
y subordinaciones, posibilidad de retirarse en el momento en que lo decidan sin que esto ocasione
algún tipo de consecuencias, la información de los riesgos y beneficios de la investigación y la reso-
lución de sus dudas e interrogantes.
Para evaluar los criterios que aplican los miembros integrantes relacionados con principios de
autonomía, beneficencia, justicia y no maleficencia se analizaron a partir de la comprensión y expe-
riencia para manejar “casos de bioética”, capacidad para identificar si la participación en el estudio
afecta o vulnera integridad y la vida de los involucrados, también se buscó si los miembros poseen
una mirada global y su nivel de autoformación en ética.
Se buscó identificar aspectos metodológicos relacionados con el reclutamiento de los sujetos, el
conocimiento de los criterios que afecten la selección ética de los participantes en casos específicos,
la responsabilidad de protección ante la ocurrencia de eventos adversos, los procesos de asentimien-
to en los menores de edad participantes en las investigaciones, la protección de la intimidad y la
confidencialidad de los participantes, el hecho de valorar y estimar el preservar y respetar el deseo
de retirarse voluntariamente sin afectación de los derechos adquiridos, la actuación del comité frente
a subordinación entre participante e investigador, la clasificación del riesgo de la investigación, las
características esenciales del formato de consentimiento informado, y si disponen de un instrumento
para priorización de actos razonados y justos para los participantes, sujetos de investigación.

Resultados

El componente cuantitativo valorado mostró en la distribución por género que el 53% de los miem-
bros de los comités son de sexo masculino y el 47% de sexo femenino.
En el cumplimiento de la normatividad vigente se encontró:

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VISBAL ILLERA ET AL.: VALORACIÓN DEL ABORDAJE DE REVISIÓN DE PROTOCOLOS…

Tabla No. 1. Cumplimiento de la normatividad vigente


Independencia o subordinación del comité El 40% es independiente, el 60% es dependiente.
Guías operativas de funcionamiento de acuerdo a El 80% demostró tener guías operativas.
normativas nacionales e internacionales.
Verificación de documentos de chequeo (11) : Los CE que demostraron tener las guías operativas,
1. Reglamento interno del comité de ética evidenciaron la siguiente documentación:
2. Guía de seguimiento estudios aprobados El 50% emplea todos los instrumentos planteados.
3. Acuerdo de confidencialidad El 25% emplea casi todos los instrumentos, excep-
4. Política de declaración de conflictos de in- tuando la guía para la toma de decisiones.
tereses El 25% restante, solo emplea:
5. Convenios con entidades Reglamento interno del comité de ética, Guía de
6. Guía de eventos adversos serios seguimiento estudios aprobados, Acuerdo de confi-
7. Guía para la toma de decisiones dencialidad, Convenios con entidades, Procesos
8. Estatus de protocolos administrativos del comité de ética, Requisitos para el
9. Procesos administrativos del comité de ética sometimiento de los Protocolos.
10. Divulgación de información del Comité a los
investigadores
11. Requisitos para el sometimiento de protocolos
Certificación en buenas prácticas clínicas En el 60% de los comités participantes se encuentra
certificado.
En el 20% solo algunos de los miembros
En el 20% restante ninguno de los miembros está
certificado
Verificación de conducta o antecedentes del proponen- El 60% de los comités lo verifica mediante alguna de
te/IP por parte del comité mediante: las 3 opciones planteadas.
a) Procuraduría General de la Nación
b) Tribunal de ética
c) Universidad que le expidió el titulo
Solicitud de la visita del INVIMA y certificación El 60% de los comités solicitó visita del INVIMA y
el 40% de los comités fue visitado y certificado.
Composición del comité de acuerdo a la normativa. El 100% cumple con el mínimo en la composición,
aunque existen algunos desequilibrios en cuanto a
distribución por sexo. En el 80% de los comités de
ética el representante de la comunidad no ocupa su
rol decisorio.
Constancia de los procesos que realiza el comité En el 80% de los comités existen actas que eviden-
cian los procesos realizados.
Fuente: Instrumento No.1 aplicado a los participantes por el grupo investigador.

Tabla No.2 Puntuación de conocimiento y aplicación de normas bioéticas en protocolos de investigación


Código Comité Puntuación de Promedio acierto Puntuación de apli- Promedio acierto aplica-
Ética conocimiento conocimiento cación principios ción principios
CE001 31,00 6,20 39,20 7,84
CE002 15,00 5,00 24,00 8,00
CE003 15,50 2,58 13,40 2,23
CE004 16,50 2,36 20,70 2,96
CE005 49,00 8,17 29,40 4,90
Promedio 25,4 4,86 25,34 5,81
Fuente: Instrumento No.1 aplicado a los participantes por el grupo investigador.

En cuanto a Conocimiento de principios éticos para tomar decisiones, de las 10 situaciones o


“casos” planteados, el mayor promedio de aciertos lo obtuvo el comité CE04 y la menor puntuación
el CE03, por lo que se aprecia que la distancia entre el comité con mayor media de aciertos obteni-
dos a través del instrumento y el comité que se obtuvo la puntuación más baja, es de 5,81 puntos.
Dos (2) de los cinco (5) comités superan la prueba de conocimiento, mientras que los restantes la

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

reprueban. Probablemente puede inferirse que este resultado obedece a criterios de antigüedad de
los miembros que lo conforman, mayor capacitación en aspectos éticos, o al nivel de madurez al-
canzado por el comité.
En cuanto a la aplicación de los principios éticos, el comité CE01 obtuvo una mayor puntuación
de aplicaciones acertadas, seguido del comité CE 00, y la menor puntuación se obtuvo en el comité
CE02. Se aprecia que la distancia entre el comité con mayor media de aplicaciones acertadas y la
menor puntuación es de 5,77 puntos. Cabe señalar que el nivel de conocimiento no es directamente
proporcional con el nivel de aplicación, la correlación estimada fue de r=0,50; valor p=0,30; de otro
lado se valoró con pruebas no paramétricas: Prueba de Wilcoxon de los rangos con signo; valor
p=0,68 (no significativo ni asociado) presumiblemente este hallazgo pueda ser explicado o influido
por la experiencia para analizar situaciones dilemáticas o tomar decisiones en consenso, por lo que
el “know-how” tiene una directa relación con la experticia, aunada a la práctica que proporciona el
conocimiento o habilidad para tomar decisiones éticas con una mirada crítica sobre las tradiciones
y poder posicionarse en el sufrimiento y en los logros ajenos lo que permitirá emitir un juicio críti-
co pero con una idea realista y compleja de las situaciones que afectan la vida humana (7).
En cuanto al análisis cualitativo a los interrogantes relevantes planteados a los miembros del
comité de ética, se extraen algunas particularidades:
¿Conoce las normativas vigentes nacionales e internacionales y su aplicación, frente al alcance
de su función como miembros de un CE? :
CE00: “…Hay cosas que aunque las hacemos no están bien definidas….no sé si es una falencia
o qué tipo de instrumento utilizar para evaluar esa parte de la voluntariedad de los sujetos digamos,
o si están firmando voluntariamente,…no se a nivel de legislación que tipo de herramientas nos
avalan como comité. Si uno puede ir a un centro y decir déjeme ver sus informes de consentimiento,
porque de esa parte se encarga el patrocinador o el Invima”
CE00: “Me parece que apuntan a evaluar como desde este comité, se toman las decisiones, si con-
tamos con un instrumento claro que nos dice que vamos a preguntar o como lo vamos a evaluar….”
CE00: “Pues yo no diría que medir conocimiento, sino capacidad de toma de decisión, es decir
si los miembros tienen criterios basados en la norma para tomar una decisión….”
CE01: “Hubo dificultad ya que no conocíamos por completo la norma y habían preguntas espe-
cíficas para este aspecto……”
CE03: “Se expone el protocolo o caso; cada uno de los miembros opina o puede que alguno no
opine, pero siempre poniendo en primer lugar al paciente, cuando quedan aspectos que no nos que-
dan claros, se cita nuevamente para otra reunión hasta lograr llegar a un acuerdo conjunto….”
CE03:“Cuestionaba si hemos tomado buenas decisiones al momento de aprobar investigacio-
nes, yo personalmente me hacia un análisis retrospectivo de las opiniones que hasta el día de hoy he
generado en este comité……”
CE04: “Se evalúa el quehacer del comité, como manejar y tomar las decisiones, se evalúan cri-
terios que tienen los miembros para evaluar los proyectos de investigación”

Independencia del CE en la toma de decisiones:

CE00 y CE04: “Nuestro comité no depende del patrocinador, existe independencia”


CE01 y CE03: “Por lo menos, proyectos del mismo centro de investigación de esta institución
no han sido aprobados hasta que cumplen con todos los requisitos”
CE02: “Aunque la decisión vaya en contra del patrocinador o el investigador se hace lo que en
realidad beneficia a los participantes o a la población estudiada. “

Aspectos evaluados por el comité de ética para cada proyecto de investigación que se presenta:

CE00: “Se miran aspectos metodológicos, en nuestro caso de las nuevas moléculas”
CE02 y CE01: “Todos los aspectos que involucra el proyecto de investigación”

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VISBAL ILLERA ET AL.: VALORACIÓN DEL ABORDAJE DE REVISIÓN DE PROTOCOLOS…

CE03: “….Estamos avalando proyectos con base a criterios éticos, por el convenio docencia-
servicio que existe con nuestra en el país teniendo en cuenta la normativa actual.”
CE04: “Aspectos metodológicos, de contenido, éticos, todos los que puedan llegar a afectar la
integridad del paciente”

Alcance de la valoración de los proyectos sometidos al comité de ética:

CE00: “Pues para mí lo principal es proteger al participante de una investigación, sea cual sea; es
mandatario proteger su integridad, que el sujeto no sea vulnerado…”
CE01: “No realizan seguimiento a los protocolos aprobados”
CE00: “….Obviamente nosotros hacemos una selección de los investigadores, posteriormente se
evalúa el informe del consentimiento, pero en realidad un seguimiento posterior a eso no existe….”
CE04: “100% protección del paciente…..por lo menos estudios del mismo centro de investiga-
ción de esta institución no han sido aprobados hasta que cumplan con todos los requisitos”
CE03: “Más que todo velar por los derechos y deberes de los pacientes, la humanización.”
CE02: “….Me preocupa que después de aprobar un estudio no existe retroalimentación….”
CE02: “Hasta el momento siempre se procura por el bienestar de los participantes. Siempre se
da el primer lugar al paciente”

Representación del miembro de la comunidad dentro del comité de ética:

CE00: “En nuestro comité solo hay una persona como representante de la comunidad, es tenido en
cuenta, puede hacer preguntas, pero al haber tanta información médica de alguna manera se queda
corta de preguntas, si hace algunas pero….”.
CE03: “No tiene papel protagónico”
CE02 y CE01: “No se responde la pregunta”
CE04: “Para nuestro comité el representante de la comunidad realiza aportes muy importantes”

Procedimiento establecido para tomar decisiones en el comité de ética:

CE00: “Un miembro lidera de acuerdo a su afinidad con el protocolo y los demás participan”
CE04: “Se busca el consenso hasta llegar a un acuerdo liderado por el presidente del CE”
CE02: “Consenso entre todos los miembros”
CE03: “La heterogeneidad en el comité se emplea a favor de los participantes”
CE01: “Existen posiciones dominantes”

Evaluación de aspectos éticos a partir de casos reales:

CE04 y CE03: “Excelente, es el actuar del comité”


CE01 y CE02:“Muy buena metodología”
CE00: “Excelente herramienta, por parte de este comité avalamos 100%.”

Percepción, sentimientos y fortalezas frente a los aspectos evaluados a través del instrumento

CE04: “Evalúa posición y capacidad para tomar de decisiones”


CE03: “Dificultad por desconocimiento de la norma”
CE00: “Todo cuestionario genera incertidumbre, pero depende del punto de vista de cada
quien” “Evalúa concretamente el componente normativo y legal concerniente al comité
CE02: “No cuestiona ni sanciona a nadie”
CE01: “Evalúa objetivamente el comité. Identifica falencias” “El hecho de ser realizado sin in-
tenciones de agredir, es transparente”. “Evalúa situaciones que no hacen parte de su actuar diario”
CE03: “Oportunidad de autoevaluación” “Motivación para la preparación es aspectos normati-
vos y éticos. Separar el comité de ética del el comité de humanización”

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

CE02: “Contiene preguntas que requieren mucho análisis”


CE00: “Hasta el momento todos los miembros del comité de ética se sienten tranquilos con las
decisiones que han tomado en cada uno de los protocolos que le han sido sometidos para su evalua-
ción y posterior aval para la conducción del mismo”
CE01: “El instrumento fue como un fogueo sutil del conocimiento que maneja cada uno de los
miembros del comité y de qué manera éste influye en la protección del paciente cuando se está fren-
te a un protocolo que es sometido para aprobación, de hecho había unos miembros más enfocados
en las respuestas, y otros divagaron más al momento de responder”
En cuanto al componente cualitativo evaluado se encontró:

Análisis comité 00:

Con respecto a los componentes evaluados se encontró que este comité no reconoce completamente
la normatividad vigente para los comités de ética principalmente a nivel nacional, lo que altera o
dificulta la aplicación de las normas y los principios éticos. Lo anterior se refleja en el no segui-
miento a los estudios aprobados.
Este comité reconoce la importancia de evaluar la capacidad de decisión de los participantes an-
tes de ingresar a un estudio de investigación, lo identifican como la fase más importante de cual-
quier estudio, ya que de esta manera se garantiza completamente la autonomía del participante.
Consideran que el instrumento se constituye en una fortaleza para el comité, que dentro de las
oportunidades de mejora que les deja está el hacer seguimiento a las investigaciones aprobadas por
el comité. Apoyan la metodología empleada de casos: “excelente, similar al actuar del comité”.

Comité 01:

Se destaca que aplican adecuadamente la norma, reconocen que desean incrementar el nivel de
conocimiento de los principios éticos para la toma de decisiones, No hay independencia “existe
subordinación”: “Tienen claro que la prioridad es la protección de los sujetos de investigación, pero
no existe ninguna metodología o seguimiento, posterior a la aprobación no hay retroalimentación”.
Tienen claridad sobre sus responsabilidades en el CE. El miembro de la comunidad tiene parti-
cipación dentro del comité. Las decisiones son tomadas en consenso.

Análisis comité 02:

Desconocen la norma y su aplicación. Manifiestan que tienen claridad respecto a sus funciones
como miembros del CE. Sin embargo, no cumplen con la normatividad, existe independencia para
tomar decisiones, no responden frente al rol que desempeña el representante de la comunidad. Ex-
presaron satisfacción por la metodología pero consideran que había muchas preguntas que requerían
información compleja. Las decisiones son tomadas en consenso hasta llegar a un acuerdo liderado
por el presidente.

Análisis comité 03:

Con respecto a los componentes evaluados se encontró que este comité desconoce las normativas
existentes, por lo que sus miembros reconocen que presentan algunas debilidades que dificultan la
aplicación de las normas y los principios éticos. Lo anterior se refleja en el no seguimiento a los
estudios aprobados, en la no participación del representante de la comunidad para la toma de las
decisiones éticas, ni claridad de las funciones de los miembros para tomar decisiones éticas. Sin
embargo, sus decisiones no están subordinadas al patrocinador o sponsor, ya que su relación es
directamente con el investigador y su evaluación se centra en valorar algunos aspectos éticos de los
protocolos.

20
VISBAL ILLERA ET AL.: VALORACIÓN DEL ABORDAJE DE REVISIÓN DE PROTOCOLOS…

La metodología utilizada para tomar decisiones éticas basadas en casos reales, les parece com-
pleja. Dado que identifican falencias en cuanto al cumplimiento de la norma y aplicación de princi-
pios éticos por parte de este comité.
“Ahora consideramos necesario separar el comité de ética del el comité de humanización”
Hasta el momento todos los miembros del comité de ética se sienten tranquilos con las decisio-
nes que han tomado en cada uno de los protocolos que le han sido sometidos para su evaluación y
posterior aval para la conducción del mismo.

Comité 04:

Reconoce que requiere aplicar la norma y los principios éticos para la toma de decisiones. No de-
pende del patrocinador, el comité es independiente. No hay conflicto intereses, los miembros tienen
claridad de sus funciones y responsabilidades dentro del CE. La heterogeneidad en el comité se
emplea a favor de los participantes.
Demuestran un alto nivel de conocimiento de los principios. Sin embargo, deben mejorar la
aplicación práctica de dichos principios.

Discusión

Los resultados obtenidos en la evaluación realizada a 5 comités de ética en investigación, mostraron


bajos criterios de Conocimiento y Aplicación de principios éticos básicos (Kiguba et al., 2012; Ca-
rrillo González, 2013; Alahmad, 2012 ; Su et al., 2012), necesarios para analizar procesos de apro-
bación de investigaciones que involucre seres humanos, lo que permite considerar la necesidad de
estimular a nuevos, y a experimentados miembros de los comités, a continuar su formación en bio-
ética para que sus aportes favorezcan el diseño, validación e implementación de indicadores de
gestión de calidad, estandarizar procesos, promover la discusión, expresar, de acuerdo con el autor
(De Feo, 2012; Ochieng et al., 2013; Hottois, 2007), “una preferencia por el consenso, entendiendo
que es mejor entenderse que ignorarse u oponerse, una metodología que prevalece en ética, pero con
la condición que sea libre y conscientemente aceptado. Tan peligroso como caer en el disenso pere-
zoso, que pierde de vista todo objetivo de entendimiento, es el consenso forzado. Por supuesto,
depende de factores que van desde la composición del comité y de la personalidad del presidente,
hasta la pugnacidad de los miembros y el plazo concedido para tomar decisiones” “Los consensos
pragmáticos son extremadamente valiosos e indispensables en nuestras sociedades complejas, si se
quieren instituir reglas operativas comunes, y al mismo tiempo preservar la libertad de pensamiento
y la diversidad de las creencias” (Hottois, 2007; Busquets, 2012).
La mirada desde la interpretación cualitativa refleja el fenómeno de la “representación asumi-
da” que plantea Lolas, en donde cada actor, sea este un clínico, un abogado, un sacerdote; y tratan
entonces cada uno de ellos, desde su formación, “sentirse investido de la autoridad de su discurso
disciplinario”, para lo cual fueron escogidos cada uno de ellos asumiendo entonces en este espacio
convicciones y antagonismos donde no se genera un proceso deliberativo e ideológico y la resultan-
te, tal como se observa en la expresión de algunos participantes que se desvirtúa el proceso para la
toma de decisión al no poseer reglas, mecanismos para el consenso y gran dependencia y subordina-
ción. (Lolas, 2007)
No deben los comités de ética, limitarse a cumplir y hacer cumplir, a investigadores y patroci-
nadores, la normatividad vigente, más bien su obligación moral se orienta a estimular a la comuni-
dad científica para que propósitos y resultados de investigaciones sean cada vez más fidedignos,
aplicables a las necesidades reales de la población, buscando impactos que generen cambios para
mejorar la calidad de vida de las personas (De Feo, 2012; Alahmad, 2012).
Si bien los comités de ética centran gran parte de la evaluación de proyectos de investigación en
el “Consentimiento informado” este puede ser ambiguo: podría significar que un individuo ha sido
informado acerca de una investigación, o que el individuo ha comprendido lo que él o ella ha sido
informado, o ambos. Los comités deben interesarse en trabajar para que investigadores incorporen e

21
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

implementen instrumentos que demuestren capacidad de entendimiento de individuos que participan


de forma voluntaria y libre en los proyectos de investigación planteados. (Simón Lorda, S. Funda-
mentación ética de la teoría del Consentimiento informado (Su et al. 2012; Ochieng et al. 2013)).
El riesgo de daño a los participantes es una de las cuestiones más difíciles de determinar en el
proceso de investigación, tanto para los investigadores, patrocinadores, instituciones de investiga-
ción, como los países donde se desarrollan. Los comités de ética de investigación deben considerar
y sopesar. ¿Qué riesgos son aceptables para lograr los beneficios esperados? ¿Quién debe pedir que
se acepten estos riesgos y por qué? ¿Quién debe decidir qué nivel de riesgo es aceptable? En el
contexto de la investigación en los países en desarrollo, resolver estas preguntas planteadas es cru-
cial. No cabe duda que con la investigación se lleva a cabo el desarrollo de los países, pero que
también, acarrea mayor énfasis de posibles daños y beneficios, en contextos como pobreza, la falta
de acceso a la salud, la desigualdad de género, y otras vulnerabilidades que necesitan ser tomados en
consideración para sopesar la relación de daños y beneficios. Entonces, “¿Cómo se puede lograr una
mayor sinergia entre el desarrollo de nuevas tecnologías, por un lado, y la promoción y la protección
de los principios éticos de derechos humanos, por el otro?” Aunque por el momento, existe poco
consenso sobre el alcance de estas obligaciones, y la investigación, los comités de ética tienen que
llegar a sus propias conclusiones. (Busquets et al. 2012; Giddens, 1996: 13,14; Lolas, 2003)
Lolas, plantea que una gran dificultad corresponde con la conformación representativa y demo-
crática de un comité de ética. Esta dificultad plantea interrogantes como los expresa Lolas ¿Quiénes
serán buenos representantes de él y quién debiera escogerlos o designarlos? ¿Quién asegura que los
representantes de una determinada etnia indígena sean apropiados? Estas inquietudes deben posi-
cionarnos en el análisis de la aceptación de la diversidad cultural y del ejercicio de la libertad bajo
una moral práctica y razonada (Nussbaum, 2012). Por lo tanto los conflictos de intereses posibilitan
que, esta libertad de expresión necesaria para una inteligente y adecuada toma de decisión se vea
afectada o soterrada y en definitiva cuesta identificarlas y, a veces sin conciencia culpable. De igual
forma, no siempre el beneficio es para los sujetos de estudio en las investigaciones realizadas en los
países pobres, estas han servido a la gente del primer mundo (“la famosa brecha 10/90, el “10/90
gap”, es una manifestación notoria de ello, porque el 10% más rico se beneficia siempre a expensas
del 90% más pobre”). (Lolas 2007)
Igualmente ocurre con el riesgo, que siempre está presente en los participantes, quienes pueden
ser perjudicados, ya sea durante el proceso de investigación, o una vez que los resultados son publi-
cados y entregados a la comunidad. Los riesgos para los participantes de la investigación no deben
pasarse por alto. Entonces ¿Qué factores contextuales o especificidades deben tenerse en cuenta en
cada caso de estudio con el fin de tomar una decisión en cuanto a si la relación de daños / beneficios
que es aceptable? Si los participantes son informados de entender y aceptan los riesgos al participar
en un estudio de investigación, ¿hace esta comunicación, “transmisión de información” que se exi-
ma al comité de ética, o al investigador, de su responsabilidad por aprobar lo que puede ser un juicio
arriesgado? ¿Cómo deberían repartirse la responsabilidad por los resultados adversos, entre científi-
cos y comités éticos de investigación? ¿Qué directrices y normas internacionales existen sobre deci-
siones justas y asignación de los posibles daños y beneficios, y en particular en las investigaciones
realizadas en los países en desarrollo? Que daños potenciales son éticamente aceptables, y ¿Qué
medidas de seguridad existen para supervisar y detener ensayos con resultados problemáticos que
ocurren en cada una de los diferentes fases de investigación? ¿Cuáles y que tan responsables son los
comités de ética? (O'Neill, 2004).
Que tanto valoran los comités de ética los conflictos de interés, las diferencias entre los objeti-
vos y, por tanto, las obligaciones entre tratamientos, investigación humanitaria, intereses de investi-
gadores académicos por escalar en sus universidades? El conocimiento de estas diferencias, conflic-
to en la misión, es pertinente por varias razones, la primera es si la confianza de los pacientes en la
profesión médica está en peligro cuando un médico recluta a un paciente en una estudio de investi-
gación. Porque ¿Cómo debe un médico dedicado a la investigación en salud asegurar que un pacien-
te participante en una investigación 'potencial es consciente de que una intervención médica se lleva
a cabo para generar conocimiento y no necesariamente o, al menos, no exclusivamente, para avanzar

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VISBAL ILLERA ET AL.: VALORACIÓN DEL ABORDAJE DE REVISIÓN DE PROTOCOLOS…

hacia los intereses individuales de salud del paciente? ¿Qué necesita saber un paciente antes de
convertirse en un participante y cómo y quién debe transmitirle esta información? (Universidad
Nacional. Unidad de Bioética OPS/OMS, 2004)
A partir de los hallazgos encontrados la investigación con respecto a la toma de decisión por
parte de los CE, debe avanzar para dar respuesta a los siguientes aspectos no abordados en la pre-
sente investigación:
 ¿Qué tan vulnerables son los participantes dado el acceso limitado o nulo a la salud
que los motiva desear unirse a los estudios de investigación?
 ¿Es su participación totalmente “voluntaria”?
 Incluso si entienden los términos de la invitación a participar, en caso de otorgar su
consentimiento ¿se considerará como válida?
 ¿De qué manera el principio ético de “respeto por las personas” se aplica en este caso?
 ¿Qué rol experimentan los médicos investigadores cuando trabajan con pacientes-
participantes? ¿Es un problema ético, o incluso un conflicto de intereses, para un médico
ser pagado por reclutar pacientes en un estudio de investigación? (Lolas & Quesada, 2003).
A este respecto, de acuerdo con lo planteado por Lolas y Quesada: “Tres atributos éticos son
importantes, solos o combinados, para comprender la dinámica de tomar decisiones y el rol de las
vulnerabilidades personales: capacidad, edad y voluntariedad. Capacidad es un término médico
definido como la necesaria integridad fisiológica, mental y emocional requerida para tomar decisio-
nes, y por lo tanto para ser considerado legalmente competente. Competencia, por otro lado, es un
término legal, una construcción que indica que una persona tiene la capacidad necesaria para ocu-
parse de actos legalmente definidos como firmar contratos, ser testigo, ser encausado o aceptar in-
tervenciones médicas. Tener capacidad y ser competente, por consiguiente, son sine qua non de
tomar decisiones legales y éticas en que la capacidad disminuida puede convertir a una persona
marginal o totalmente incompetente. Los individuos incompetentes necesitan protección”.

Conclusiones
El proyecto, demostró que en las instituciones estudiadas: los comités eran vistos más como una
necesidad (Decullier, 2005) que como un auténtico enriquecimiento de la investigación; su trabajo
era percibido como accesorio a la “ciencia” propiamente tal; los miembros de los comités tenían
escasa preparación formal para ese trabajo específico (Borovečki, 2006) y, si bien conocían muchos
documentos y normas internacionales, su interpretación estaba limitada por inadecuado estudio del
contexto en que tales textos habían sido generados. Muchos consideraban innecesaria la evaluación
ética, toda vez que —pensaban— su formación y experiencia médica les preparaban para dirimir
cuestiones morales. (Lolas & Quezada, 2003; Gracia, 2001)
La experiencia ha permitido desarrollar capacidades y estrategias en nuestro Comité de Ética
para desarrollar un proyecto de formación en ética de la investigación biomédica y de salud pública
con sujetos humanos, miembros del comité de ética e investigadores que enriquezcan su proceso de
construcción de conocimiento a partir de las discusiones filosóficas bajo lineamientos estoicos libe-
rales bajo la perspectiva de derechos humanos y de la dignidad del ser humano; esta estrategia se
nutre del estudio de casos y de la capacidad desde lo humano para valorar el contexto cultural, so-
cial, el avance del conocimiento y las ventajas de exposición frente al riesgo beneficio.
Se observa, de otra parte, variabilidad en cuanto al cumplimiento de la normatividad vigente.
Los comités en su mayoría no son independientes. Los perfiles y educación continua en ética no se
ajustan con los requerimientos exigidos por la OMS/OPS, UNESCO. El miembro representante de
la comunidad no ocupa su rol en la conformación del CE ni en su papel decisorio. No hay que olvi-
dar que los comités de ética tienen la obligación moral de valorar, en gran medida, la participación
de los representantes de la comunidad como voceros idóneos que interpretan y representan las in-
quietudes de los participantes, porque tienen en sus manos el compromiso con la sociedad de mediar
entre los intereses de los investigadores y la integridad de los participantes que hacen posible los
avances de la ciencia.

23
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Se aprecia que algunos comités carecen del aval del organismo regulador nacional (INVIMA).
Como aspecto positivo se destaca que se evidencian procesos administrativos tipo actas que dan
cuenta del actuar de los comités.
Se observó que solo dos (2) de los cinco (5) comités superaron la prueba de conocimiento y de
aplicación para las 10 situaciones o casos planteados.
No se observó correlación entre el conocimiento y la aplicación, se presume que estaría influido
por el nivel de formación, antigüedad, trabajo en equipo de los miembros del comité y actualización
en aspectos bioéticos.

Recomendaciones

Las distancias en cuanto al conocimiento y la aplicación de las normativas éticas detectadas en esta
investigación orientan a fortalecer e impulsar los siguientes aspectos:
 Concientizar y motivar a miembros de los comités de ética para el reconocimiento del
su rol como pieza fundamental y la responsabilidad que conlleva decidir sobre supues-
tos beneficios o daños a los que se “exponen” las personas, sujeto de investigación.
 Necesidad de diseñar un modelo para monitorear el cumplimiento de principios bási-
cos éticos para los sujetos de estudio, tales como, derechos, bienestar, violaciones de
protocolo, del consentimiento informado e incorporación de visitas de inspección y se-
guimiento por parte del CE.
 Diseñar procesos que permitan armonizar la toma de decisión por parte de los comités
de ética en la región, ajustado a la capacidad de entendimiento, apreciación, razona-
miento para la elección.
 Implementar mecanismos administrativos en los comités de ética que permitan el fi-
nanciamiento, logística, sostenibilidad y la actualización en ética de sus integrantes.

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VISBAL ILLERA ET AL.: VALORACIÓN DEL ABORDAJE DE REVISIÓN DE PROTOCOLOS…

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SOBRE LOS AUTORES


Gloria Visbal Illera: Enfermera. Magister en Bioética. Directora del Programa de Enfermería y
docente de programas de posgrado de enfermería (Cuidado Critico del Adulto)

Diana Díaz Mass: Enfermera- Asistente administrativa del Programa académico de Enfermería de
la Universidad del Norte

Rafael Tuesca Molina: Doctor y Director de la Maestría de Salud Pública. Docente del Departa-
mento de Salud Pública y de los programas de posgrado del área de Epidemiología, Salud Pública,
Salud Ocupacional y Ciencias Biomédicas. Coordinador del Grupo de Investigación Proyecto UNI
Barranquilla.

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Calidad hidrogeoquímica de las aguas del río
Copalita, Oaxaca, México
Edgar Iván Sánchez Bernal, Gelia Sandoval Orozco, Marco Antonio Camacho Escobar,
Francisco Valdez Martínez, Anastacio Rodríguez León,
Universidad del Mar, México
Héctor Manuel Ortega Escobar, Colegio de Postgraduados, México

Resumen: Se determinó la composición iónica de las aguas del río Copalita, Oaxaca, México, a su paso por rocas
metamórficas, graníticas y calizas de los complejos Oaxaca y Xolapa en la cuenca Copalita-Zimatán-Huatulco. En la
primavera-verano 2008, se colectaron y analizaron treinta y tres muestras de agua en sitios del alto, meso y bajo relieve.
Se trata de aguas bicarbonatado cálcicas afectadas por intemperismo del material mineral. El pH es cuasi neutral en el
alto relieve a ligeramente alcalino en el meso relieve. La conductividad eléctrica (< 500 μS cm-1) y relación de adsorción
de sodio (< 1.0), no indican problemas de salinidad o sodicidad y su uso en las actividades primarias no conlleva riesgo
por esta característica. La baja concentración iónica permite el consumo humano, previa potabilización. En el bajo
relieve las aguas incrementan su pH, salinidad y sodicidad por recarga de cationes básicos y procesos de saliniz ación
resultado del vertido directo de aguas residuales municipales sin tratar a los ríos por poblaciones ribereñas y la sobre-
extracción de aguas subterráneas para riego en la planicie costera.

Palabras clave: salinidad, relación de adsorción de sodio, química del agua, presión antrópica

Abstract: The ionic composition of waters from Copalita River in Oaxaca, Mexico was determined, passing by metamor-
phic rocks and limestones of Oaxaca and Xolapa complex in Huatulco Copalita-Zimatán-basin. In the spring-summer
2008, thirty-three water samples at sites of high, meso and low relief were collected and analyzed. This is calcium-
bicarbonate waters affected by weathering of mineral material. In high relief the pH is almost neutral. On the other hand ,
in the meso relief pH is slightly alkaline. The electrical conductivity (<500 μS cm-1) and sodium adsorption ratio (<1.0)
indicate no salinity or sodicity problems and their use in primary activities pose no risk of this type. The low ionic con-
centration allows for human consumption, after purification. In low relief, there was increased water pH, salinity and
sodium for recharging base cations and salinization processes, resulting from the direct discharge of untreated municipal
wastewater into rivers by riparian populations and over-extraction of groundwater for irrigation in the coastal plain.

Keywords: Salinity, Sodium Adsorption Ratio, Water Chemistry, Anthropic Pressure

Introducción

L a composición química de las aguas de una cuenca dependen de tres factores fundamenta-
les: la climatología, la geología de la región y el tipo de actividades humanas que en ella se
desarrollan (Riera y Morguí, 1990: 720-26). En las cuencas hidrográficas de México, las
condiciones socioeconómicas y culturales de la población urbana y rural, determinan difere ncias
en el tipo e intensidad de degradación de sus recursos naturales y por tanto en la disponibilidad y
calidad del agua en las diversas actividades productivas y tecnógenas. Ejemplos de estos contra s-
tes se tienen en la cuenca del Valle de México y la cuenca del río Copalita en Oaxaca. La primera
se caracteriza por albergar a la megalópolis de la Ciudad de México y su zona conurbada cuya alta
densidad de población (dieciocho millones de habitantes) e intensa actividad industrial, demandan
grandes volúmenes de agua (aproximadamente 50 m 3 s -1 al día), los cuales no son satisfechos por
la propia cuenca y tienen que ser proveídos de cuencas hidrográficas aledañas, con elevado costo
en la gestión del recurso por los Gobiernos federal y local (Moreno, 2008: 23-25). La expansión
de la mancha urbana y la imperiosa necesidad de abasto hídrico, han provocado la degradación de

Revista Internacional de Ciencia y Sociedad


Volumen 1, Número 2, 2014, <http://ciencia-sociedad.com>, ISSN 2340-9991
© Common Ground. E.I. Sánchez Bernal et al. Todos los derechos reservados.
Permisos: soporte@commongroundpublishing.com
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

las reservas naturales forestales y acuíferas del valle, que finalmente generan situaciones de esc a-
sez, indisponibilidad temporal y mala calidad del agua, sobre todo en zonas marginales, lo que
convierte el preciado líquido en un bien de consumo valioso y caro para los habitantes de la cue n-
ca. Como resultado, los procesos de uso industrial y consumo humano, arrojan un volumen de
2553.8 Mm3 anuales de aguas residuales de los cuales 90% se alejan sin tratar de la zona Metropo-
litana, con una elevada carga química y microbiológica; sin embargo, son reutilizadas como aguas
de riego en la producción de cultivos del Valle de Mezquital, Hidalgo, en cuyos suelos y cultivos
se ha detectado la presencia de metales pesados (Prieto et al., 2007: 100-10). El cambio de calidad
química de las aguas naturales que ingresan a la cuenca, ha dese ncadenado problemas de salud
pública, deterioro de las propiedades físico-químicas de los suelos del valle del Mezquital y con-
taminación de mantos freáticos. Por su parte, la cuenca exorreíca del río Copalita, inicia en las
montañas más altas de la Sierra Madre del Sur a 3,350 msnm. Su cono de eyección recoge las
aguas de arroyada que avenan el río y drenan una superficie de 152,945 ha antes de salir al
Océano Pacífico (INEGI, 2004: 75-83). En ellas habitan 289 comunidades rurales dispersas, en las
que se distribuye una población aproximada de ciento cuarenta mil habita ntes (INEGI, 2011:56-
70). La mayoría de estos asentamientos se establecen en las márgenes rivereñas de los cuerpos
fluviales. En su trayectoria aguas arriba-aguas abajo, los afluentes del Copalita intemperizan rocas
granodioríticas, anortositas metamórficas y manchones de calizas sedimentarias y se cargan de
minerales sales en solución, así como de partículas sedimentarias en suspensión (arcillas y limos),
de materia orgánica (ácidos húmicos y fúlvicos) y gases (Sánchez et al., 2012a: 56-70). A pesar de
la presión antrópica por sobre aprovechamiento de los bosques de pino en el alto relieve y de la
selva mediana caducifolia en el meso y bajo relieve, apertura de tierras al cultivo mediante la roza -
tumba-quema en terrenos de pendientes pronunciadas, hidroerosión, impacto de grandes avenidas
e inundaciones en época de lluvias sobre los tramos bajos de los ríos, establecimiento de potreros
para ganadería extensiva y riego con aguas de moderada concentración salina en la planicie cost e-
ra, uso de pesticidas agrícolas, así como la demanda de agua para consumo humano y actividades
acuícolas y turísticas, se trata de una cuenca con suficiencia hídrica para el aprovechamiento de
sus aguas superficiales. Según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA, 2005: 16-30), el río
Copalita hasta el año 2005 transportó un volumen promedio anual de 903 Mm 3, con un gasto
promedio 40 m 3 s -1 y una disponibilidad relativa de 47.23 Mm 3 anuales. Desde el punto de vista
ecológico, González et al., (2009: 23-35) la consideran una cuenca con baja presión de uso, cuyo
caudal ecológico promedio anual estimado en 61% para el periodo de humedad, y 42% para el año
seco, indica que la calidad, cantidad y régimen de flujo de agua requerido para mantener los co m-
ponentes, funciones, procesos y la resiliencia de los sistemas acuáticos que proporcionan bienes y
servicios a la sociedad en la cuenca son buenos, pero omiten precisar la composición química
de estas aguas. A su vez, la pérdida de suelos potencialmente productivos y de su capacidad de
almacenamiento de agua por hidroerosión, calculada por Sánchez et al. (2013: 434-35) en 16 Mg
ha -1 al año, la degradación de las reservas naturales forestales estimada hasta el año 2009 en
60,000 ha de bosques y selvas dañadas o destruidas (CONAFOR, 2009: 66-179), el vertido directo
de detritos orgánicos a los ríos por las poblaciones ribereñas y una menor captación de agua en los
acuíferos, han provocado eventos de escasez en época de estiaje y severas dudas sobre calidad del
agua que para usos domésticos, agrícolas y pecuarios reciben las comunidades rurales de la cuenca
sobre todo en el bajo relieve. Pocas investigaciones se han hecho para determinar la composición
química de las aguas de este río. Con estos antecedentes el presente estudio tiene como objetivo
determinar las concentraciones iónicas de las aguas superficiales y subterráneas de la cuenca del
río Copalita mediante las cuales sea posible evaluar su calidad química para uso h umano, agrícola
y pecuario, con base en los límites que establecen las Normas Oficiales Mexicanas para distintos
usos del agua.

28
SÁNCHEZ BERNAL ET AL.: CALIDAD HIDROGEOQUÍMICA DE LAS AGUAS…

Materiales y métodos
Área de estudio

La cuenca del río Copalita se localiza al sur del estado de Oaxaca, entre las coordenadas
16°15’34” norte, 96°34’42” oeste y 15°47´ norte, 96°30’ oeste y cubre una superficie de 220,540
ha. Limita al norte con la cuenca del río Tehuantepec, al sur con el Océano Pacífico, al este con
la cuenca del río Astata y al oeste con la cuenca del río Colotepec. La cuenca presenta una varie-
dad de climas. En el alto relieve donde nace el río y fluye con aguas juveniles, registra un clima
templado subhúmedo con lluvias en verano de humedad media a mayor humedad, con temperatu-
ras medias anuales de 12 a 18°C y precipitaciones anuales promedio de 1000 a 1500 mm. El
mesorelieve presenta climas semicálido húmedo y cálido subhúmedo, ambos con lluvias en ve-
rano y la temperatura media anual es de 22 a 28°C. Las precipitaciones anuales son del orden de
1600 mm. En el bajo relieve y de frente al Océano Pacífico, donde las aguas del río desembocan
en el mar, el clima es cálido húmedo con lluvias en verano, la temperatura media anual es de 28°
C y el registro de lluvia varía de 800 a 1200 mm anuales. La precipitación pluvial aumenta con
incrementos de altura de manera que el registro máximo es de 3000 mm a una altitud de 1000 a
1500 msnm. Datos de CONAGUA (2005: 18), indican que el volumen de precipitación es de
7342.26 Mm3, de los cuales escurren 1699.71 Mm3. El río Copalita nace en la Sierra Madre del
Sur a 2800 msnm, recorre una distancia de 120 km en dirección general sureste sobre terrenos de
fuerte pendiente hasta su salida al mar. En su trayecto irriga suelos acrisoles húmicos y litosoles
con vegetación densa y permeabilidad media ubicados en el alto y meso relieve. En las inmedia-
ciones de la franja costera, atraviesa suelos regosoles eutricos en fase lítica, con permeabilidad
alta que sostienen una vegetación secundaria poco densa resultado de la degradación de la selva
baja caducifolia. Sus afluentes más importantes son los ríos Santa Anita, La Venta, Molino, San
Cristóbal, San Jerónimo y Yuviaga, los cuales en un recorrido sur sureste forman meandros irre-
gulares y presentan un patrón de drenaje dendrítico. Los ríos San Marcial, Santo Domingo, Santa
Cruz, La Cofradía, Hondo, San Antonio, Magdalena y San Miguel son afluentes de las corrientes
principales. El río Copalita transporta volúmenes anuales del orden de 933.25 Mm3, con un gasto
de 29.58 m3 s-1. A consecuencia del intenso régimen de lluvias en el área, el río presenta balance
hídrico positivo. Los principales usos del agua son el doméstico, agrícola, industrial, acuícola y
actividades recreativas.
El presente estudio se realizó en un área aproximada de 1500 km2 y abarcó parte de los Mu-
nicipios de San Pedro Mixtepec, San Juan Mixtepec, San Mateo Río Hondo, San Marcial Ozolo-
tepec, Santo Domingo Ozolotepec, San Juan Ozolotepec, Santa María Ozolotepec, San Miguel
Suchixtepec y San Pedro El Alto, Distrito de Miahuatlán de Porfirio Díaz (alto relieve); Pluma
Hidalgo, Candelaria Loxicha y San Mateo Piñas (meso relieve); San Pedro Pochutla, Santa María
Tonameca Santa María Huatulco y San Miguel del Puerto (bajo relieve), como se indica en la
Figura 1.

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Figura 1. Mapa de la Cuenca del Copalita, con puntos de muestreo


Fuente: Tomado de Sánchez et al., 2008.

Muestras de aguas y análisis químicos.

En la primavera y verano de 2008, se realizó un muestreo aleatorio de aguas del río Copalita en
sentido aguas arriba-aguas abajo de la cuenca, a fin de determinar su calidad química dominante.
Se seleccionaron treinta y tres puntos de muestreo que comprendieron veinticuatro muestras de
afluentes y aguas del río principal, cinco manantiales y cuatro pozos-noria, localizados con un
sistema de posición geográfica (GPS) marca Garmin ® modelo MAP70. En cada punto de moni-
toreo se colectaron tres muestras. La colecta general arrojó un total de noventa y nueve muestras
de agua. El agua de río y de manantial se obtuvo de la parte central de los cuerpos de agua, a una
profundidad de 20 cm, para lo cual se utilizó una tina de plástico de 4 L de capacidad. Enseguida
el líquido fue vertido en recipientes de polipropileno de 1 L de capacidad previamente lavados
con agua destilada según método indicado por Richards (1985: 75-80). Las muestras de agua de
pozo-noria se colectaron directamente de los sistemas de extracción, previo lavado de los reci-
pientes con la propia agua. La profundidad de los pozos varió de 10 a 15 m. In situ se determinó
su temperatura, pH y conductividad eléctrica (CE) en μS cm-1, mediante un aparato multifuncio-
nal marca Hanna INSTRUMENTS® modelo HI98129. En el laboratorio de aguas y suelos sali-
nos del Colegio de Postgraduados, se determinó su potencial osmótico mediante un osmómetro
marca VAPRO WESCOR® 5100 C. En el laboratorio de Acuosos de la Universidad del Mar se
determinó su concentración salina a través del residuo seco calcinado en mufla a 600 °C, así
como cationes Ca2+ y Mg2+ y aniones CO32-, HCO3- y Cl1- usando el método titrimétrico; Na1+ y
K1+ por flamometría (Flamómetro L-653) e iones SO4-2 mediante el uso de un espectrofotómetro
marca Perkin Elmer (APHA, 1995: 19-380). También se estimó la Relación de Adsorción de
Sodio (RAS) de las aguas analizadas bajo el enfoque original de Gapon, señalado en el Manual
60 del Laboratorio de Salinidad de los Estados Unidos de América (Richards, 1985: 79-80). Los
valores de CE, cationes y aniones solubles, RAS, salinidad efectiva (SE) y salinidad potencial
(SP) fueron promediados. Así mismo se evaluó su desviación estándar y coeficiente de variación.
Se establecieron diferencias estadísticas con P =0.05, mediante análisis de varianza utilizando el

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SÁNCHEZ BERNAL ET AL.: CALIDAD HIDROGEOQUÍMICA DE LAS AGUAS…

sistema de análisis estadístico (SAS, 2006: 54-59). Los resultados analíticos de los iones mayori-
tarios, se seleccionaron cuidando que el error de balance iónico no excediera de 10% como lo
indica la Norma Oficial Mexicana NOM-021-SEMARNAT-2000 (SEMARNAT, 2002: 7-72).
Los datos de evolución salina de las aguas del río en la cuenca se plasmaron en un mapa elabora-
do con el programa Arc-info versión 9.3.

Resultados y discusión
Las mediciones de los parámetros de calidad química de las aguas del Río Copalita, manantiales y
pozos noria analizados, indican una ligera variación en la composición iónica de las aguas de la
cuenca en un sentido aguas arriba - aguas abajo, lo que es reflejo tanto de la geología de la cuenca,
como de su patrón climático de lluvias y temperatura, y de las actividades antrópicas que se real i-
zan en cada región. En general se pueden trazar divisiones entre la parte alta, media y baja de la
cuenca. En el alto relieve, los manantiales y las aguas juveniles del río Copalita, tienen valores de
pH que van de 6.3 hasta 7.7 unidades (ligeramente ácido a ligeramente alcalino) y su CE varía de
52 a 300 μS cm -1. Estas presentan una composición iónica relativa dominada por bicarbonatos y
calcio con concentraciones promedio de 1.63 mmol c L-1 y 0.51 mmol c L-1 respectivamente, cuya
correlación estadística r=0.94, indica la alta asociación química de estos iones. Lo anterior en-
cuentra explicación en que las aguas a su paso por el sustrato geológico de rocas pl utónicas ricas
en fierro y magnesio y anortositas metamórficas ricas en plagioclasas cálcicas que forman parte
del complejo Oaxaca, así como pequeños afloramientos aislados de rocas calizas que descansan en
discordancia angular sobre las rocas metamórficas de la parte alta de la Sierra Madre del Sur (Se r-
vicio Geológico Mexicano, 2005: 416), se cargan en lo fundamental de iones en el orden HCO 3- >
Cl-1 > SO 4-2 y Ca 2+ > Mg 2+ > Na +1 > K +1. La fluctuación del pH no es elevada debido a la baja
solubilidad y precipitación de Ca 2+ lo que origina que las aguas tengan alta capacidad tampón.
Estas aguas presentan poca concentración de sales disueltas como consecuencia de una baja me-
teorización de las rocas y temperaturas frescas de 12 °C a 18°C, así como por la dilución que
produce la precipitación pluvial, lo que coincide con lo señalado por Margalef (1981: 484:84). Los
valores de RAS < 1, indican que no existe ningún riesgo de deterioro estructural en los suelos
irrigados con las mismas, por lo anterior se les clasifica como del tipo C1 S1 o sin restricción de
uso (Richards, 1985: 85-86). Por su parte los índices de SE y SP son < 1, por lo que de acuerdo
con Coras (2000: 70-110), se trata de aguas de buena calidad para uso agrícola. Igualmente, de
acuerdo a los parámetros analizados, estas aguas son aptas para consumo humano, ya que su co n-
centración iónica no excede los límites permisibles por la Norma Oficial Mexicana de Calidad del
Agua NOM-127-SSA1-1994 (Secretaría de Salud, 2000: 1-4) para iones mayoritarios.
En el meso relieve la composición química de las aguas del río sigue siendo bicarbonatado
cálcica (predominio de las especies iónicas HCO3-, sobre Cl-1 y SO4-2, y de Ca2+ respecto de los
demás cationes básicos). La correlación entre estos dos iones mayoritarios permanece alta
(r=0.95). Las aguas incrementan ligeramente su pH y CE sobre todo en aquellos lugares de con-
fluencia de los principales afluentes con el río Copalita (Tabla 1 en Anexo). Ahí se registraron
valores de pH en un intervalo de (7.1 a 8.8] y CE > 200 μS cm -1 hasta 300 μS cm-1, sin embargo
la RAS es < 1, lo que indica riesgo bajo de salinización y/o sodificación del suelo, por lo que las
aguas en la mayoría de la zona media de la cuenca son del tipo C1-S1, asimismo estas aguas
presentan índices de SE y SP < 1, por lo que se trata de aguas de buena calidad para su uso agrí-
cola. El análisis de varianza con P=0.05 indica que no hay diferencia significativa en la composi-
ción química de las aguas de ambas zonas, excepto en tres puntos de muestreo ubicados en el río
Petatengo y en la zona de transición entre el meso y bajo relieve, específicamente en el canal de
aguas residuales de Candelaria Loxicha, y en la confluencia de los ríos San Juan y Copalita, se
encontraron aguas con pH alcalino en un intervalo de 7.5 a 8.6 y CE en el primer sitio de ~ 800
μS cm-1 y de ~ 300 μS cm-1 en los citados en último término. En estos sitios la RAS fue > 1,
valores que las identifican como aguas del tipo C2-S2, de salinidad media y riesgo de sodifica-

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

ción de los suelos, por lo que solo pueden utilizarse en cultivos de moderada tolerancia a sales y
en suelos de textura gruesa ya que en suelos arcillosos se puede dañar su estructura, permeabili-
dad y capacidad de infiltración (Figura 2). Su uso deberá considerar la aplicación de mejoradores
químicos tales como el yeso agrícola para desplazar el sodio intercambiable del suelo, asociado a
procesos de lixiviación (Sánchez et al., 2012b: 352-353). Este aumento de valores de pH, CE y
RAS en los puntos de monitoreo señalados, se debe en lo fundamental al vertido de aguas resi-
duales municipales y de drenaje agrícola al sistema hidrográfico aguas arriba que se identificaron
en la zona. Según se pudo constatar en el presente estudio, los puntos de cambio químico fluvial
coinciden con afluentes próximos a asentamientos humanos > 2,000 habitantes. En muchos casos
además del vertido de aguas residuales, en el río se descargan los residuos del proceso de lavado
del grano de café, práctica común en la zona cafetalera de la región y en específico del Municipio
de Pluma Hidalgo. Para Sánchez et al. (2012a: 954-955) el aporte de ion Na1+ contenido en los
detritos orgánicos, junto con el transporte de Ca(HCO3)2 y Mg(HCO3)2 disueltos que proceden
del intemperismo de las plagioclasas cálcicas contenidas en las rocas metamórficas, modifican la
reacción de las aguas hacia condiciones alcalinas y alteran el ciclo geoquímico de los elementos
que llegan al océano Pacífico, lo que coincide con lo señalado por Meybeck (1982: 401-415),
quien indica que los aportes de sustancias disueltas de origen puntual en los ríos, tales como los
detritos orgánicos alteran la geoquímica de las aguas que llegan a los océanos. Los índices de SE
registraron valores próximos o ligeramente mayores que 1, por lo que se trata de aguas que debe-
rán utilizarse con las debidas precauciones en la actividad agropecuaria para no generar proble-
mas de salinización en los suelos.
En el bajo relieve las aguas del río modifican su condición química ya que se tornan muy al-
calinas por el aumento de solubilidad de CaHCO3 y MgHCO3, en consecuencia la presencia
mayoritaria de iones HCO3- ,Ca2+ y Mg2+ (en promedio de 2.90 mmolc L-1, 0.84 mmolc L-1 y 0.67
mmolc L-1, las identifican como aguas bicarbonatado-cálcicas-magnésicas. El pH registró valores
promedio de 8.5, la CE varió de 168 a 568 μS cm-1 y la RAS fue < 1, por lo que se clasifican
como aguas de tipo C2 S1 aguas de salinidad media y baja sodicidad que permite su uso en el
riego de cultivos de moderada tolerancia a la salinidad. La SE y la SP fueron < 3 por lo que aún
se consideran aguas de buena calidad para la agricultura. El ion Mg 2+ aumentó ligeramente su
concentración a consecuencia de la meteorización fluvial de las rocas granodioritas y metamórfi-
cas tipo gneis cuyas bandas de gran espesor son ricas en minerales ferromagnesianos, de compo-
nente constante en toda la cuenca.
Por su parte las aguas de pozos noria, registraron valores de pH > 8.0, CE de 800 a 1000 μS
cm-1 y RAS promedio de 2, por lo que se clasifican como aguas C2 S2 (Richards, 1985: 85-86) lo
que indica que el uso de estas aguas produce riesgo de salinización y ocurrencia de procesos de
sodificación en los suelos. La SE se determinó en valores >3 y la SP en valores ~2, por lo que se
consideran aguas de deficiente calidad para uso agrícola, ya que pueden inducir procesos de
acumulación de sales en los suelos favorecidos por factores climáticos de la zona (la evaporación
excede a la precipitación pluvial) y topográficos (se trata de una planicie costera con deficiente
drenaje natural). La inferencia estadística practicada a los parámetros CE, RAS y SP, indica que
sus valores son superiores de manera significativa a los de las aguas del alto y meso relieve (Ta-
bla 2 en Anexo), por lo que hay consistencia en cuanto al riesgo de salinización y sodificación
por el uso de estas aguas.

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SÁNCHEZ BERNAL ET AL.: CALIDAD HIDROGEOQUÍMICA DE LAS AGUAS…

Figura 2. Efecto de la salinidad y sodicidad de las aguas del río Copalita en la infiltración de los
suelos de la cuenca.
Fuente: Información adaptada de Sánchez et al., 2008.

Los factores que favorecen la acumulación de sales en las aguas subterráneas del bajo relieve
se atribuyen a condiciones geomorfológicas de la planicie costera, en lo fundamental la presencia
de un drenaje natural deficiente que impide los procesos de lixiviación de iones con salida al mar,
así como la existencia de un manto freático poco profundo que origina la mineralización de las
aguas superficiales de riego que infiltran y contactan con las subterráneas las cuales por procesos
de sobre extracción y la presión de aguas marinas, se salinizan con sales solubles como NaCl y
MgCl2 (Barlow y Reichard, 2010: 247-248). Estas características originan una dinámica salina
sujeta a procesos de desplazamiento hacia los horizontes inferiores en época de lluvias y de as-
censo capilar y reconcentración de sales en las aguas y en los suelos en época de sequía (Sánchez
et al., 2014: 4208). Las aguas subterráneas mantienen la composición bicarbonatada cálcica pero
con mayor presencia de Mg2+ y Na1+ (Figura 2). El cambio en la composición iónica puede expli-
carse como resultado del intercambio del Ca 2+ y Mg2+ de las aguas que infiltran y que desplazan
al Na1+ del complejo de intercambio de los suelos. Asimismo como lo señala Velázquez et al.
(2011:24) se debe considerar que al ascender la napa freática, ocurren procesos de reequilibrio y
precipitación de ion Ca2+ que disminuyen su concentración en solución y favorecen la presencia
de iones más solubles como el Na1+. Esto explica la precipitación de CaCO3 y la formación de
NaHCO3 sal detectada en las aguas freáticas analizadas.
Por lo que se refiere al efecto de la variación pluvial interanual en la composición mayorita-
ria de las aguas del río, los resultados indican que los aportes difusos representados por la con-
centración y migración iónica en el agua del río, indican un equilibrio entre el agua y el sustrato,
afectado solo por el efecto de dilución causado por intensas precipitaciones pluviales y el aporte
de sedimentos al río por hidroerosión. Al respecto Sánchez et al. (2013: 433-434) indican que
trabajos realizados en una parcela experimental del meso relieve de la cuenca con superficie de
10 ha en la que los sistemas de uso del suelo presentaban 10% de campo natural, 75% de pastiza-
les y 15% de agro-ecosistemas con rotación de cultivos, que es una distribución representativa de
la zona, así como un coeficiente de transporte de sedimentos de 0.43, la erosión global estimada
fue de 2081.4 Mg/año, de las cuales 895 Mg/año migraron en las aguas fluviales y se depositaron

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

en la bajo planicie o fueron transportadas al mar, lo que da una idea de la influencia de los sedi-
mentos en la composición química de las aguas y del grado de perturbación edáfica y forestal de
la cuenca. Lo anterior impone la necesidad de implementar proyectos agroforestales que coadyu-
ven en el control de la hidroerosión edáfica en el área.
El análisis de la calidad química de las aguas del río Copalita, permite distinguir un incremen-
to notorio en la concentración de ion sodio, en lo fundamental en sus afluentes Molino (San Pedro
el Alto y San Miguel Suchixtepec), Xadani (Santa María Xadani) y Candelaria (Candelaria Loxi-
cha), casualmente son lugares en los que se vierten en forma directa las aguas residuales munici-
pales de poblaciones ribereñas > 2,000 habitantes como es el caso de Santa María Xadani y Ca n-
delaria Loxicha, las cuales carecen de infraestructura hidráulica sanitaria, lo que influye en el
incremento de la concentración de partículas orgánicas en suspensión (Figura 3). Según Sánchez
et al. (2012b: 349), un estudio realizado con las aguas residuales municipales en estos sitios, las
cuales en su decurso llegan al bajo relieve mezcladas con las naturales del río, indica que en la
época de estiaje de 2008 se detectaron aproximadamente 10,100 mg L -1 de sólidos suspendidos
totales, 7500 mg L -1 de sólidos suspendidos volátiles, la demanda química de oxígeno se estimó en
237.51 mg O 2 L-1; el pH de estas aguas fue de 7.5 y el índice volumétrico de lodos fue en prome-
dio de 75 mL g -1. En cuanto a la caracterización microbiológica se determinaron coliformes fec a-
les en número más probable (NMP) de 100 N/100 mL, lo que indica que dichas aguas residuales
están aportando patógenos y parásitos a las aguas naturales que son utilizadas para consumo hu-
mano y aún cuando reciben un tratamiento de desinfección con cloro en los depósitos de las redes
municipales, no se tiene certeza de que el agua esté libre de microorganismos a un 100%, condi-
ción que es señalada por la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994 “Salud ambiental,
agua para uso y consumo humano. Límites de calidad y tratamientos a que se debe someter el
agua para su potabilización” (Secretaría de Salud, 2000: 1-4). Ello explica por qué enfermedades
infecciosas de origen bacteriano como la gastroenteritis son de común ocurrencia en comunidades
rurales asentadas en el bajo relieve. El cambio de calidad microbiológica del agua en la bajo pla-
nicie costera, impone la necesidad de establecer plantas de tratamiento de aguas residuales en la
parte media y baja de la Cuenca para evitar la descarga de estas aguas sin tratar al mar, aspecto de
fundamental importancia por su cercanía con polos de desarrollo turístico.
Por otra parte, la disponibilidad superficial de agua en la cuenca según CONAGUA (2011: 18-
19) es de suficiencia hídrica, esto indican los datos de escurrimiento (391.90 Mm3), de demanda de
agua que debe satisfacer aguas arriba (0.82 Mm3), de escurrimiento aguas abajo (432.12 Mm3), de
volúmenes reservados (0.82 Mm 3), de volúmenes disponibles (611.21 Mm3), de volumen ecológico
(40.13 Mm 3) y de disponibilidad relativa (88.34 Mm3), lo que coincide con el estudio realizado por
González et al. (2009: 24-35), quienes aducen que los recursos hídricos de la cuenca son suficien-
tes para mantener su equilibrio ecológico. Sin embargo, la ineficiente gestión del recurso que pr o-
duce un cambio gradual de la calidad química y microbiológica del agua, derivado de actividades
antrópicas insustentables que ahí se practican, es un indicador de presión-estado ambiental de la
cuenca que deberá revertirse en el corto periodo de tiempo mediante programas de reforestación en
el alto y meso relieve, el establecimiento de obras de infraestructura hidráulica sanitaria en las
comunidades rurales beneficiadas por el río Copalita, por ejemplo, sistemas de biodigestores fam i-
liares, drenaje artificial, adecuados sistemas de distribución de agua potable e incluso plantas de
tratamiento de aguas residuales, y en la planicie costera evitar la sobre extracción de aguas de po-
zos noria para riego a fin de atenuar los efectos de intrusión salina del agua de mar propuesta por el
modelo Ghyben-Herzbeg (Barlow y Reichard, 2010: 247-352).

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SÁNCHEZ BERNAL ET AL.: CALIDAD HIDROGEOQUÍMICA DE LAS AGUAS…

Figura 3. Evolución química salina de las aguas del río Copalita a su paso por la cuenca.
Fuente: Información adaptada de Sánchez et al., 2008.

Conclusiones
1. La calidad hidrogeoquímica de las aguas del río Copalita muestra bicarbonatación cálci-
ca-magnésica. Su composición química depende en lo fundamental del intemperismo de
las rocas metamórficas de los complejos Oaxaca y Xolapa por los que atraviesa y es
modificada en su decurso natural por la variación interanual de la precipitación pluvial,
nivel de intensidad y calidad de las actividades antrópicas, sin que estas impacten la su-
ficiencia hídrica de la cuenca.
2. Se distinguen tres tipos de calidad de agua del río: a) En la parte alta y media de la
Cuenca son de tipo C1 S1 o sin restricción de uso. Sus valores de pH neutro a alcalinos,
de SE y SP ~ 1 así como de RAS < 1 indican que son aguas de buena calidad para uso
agrícola y aptas para consumo humano, ya que su concentración iónica no excede los
límites permisibles por la Norma Oficial Mexicana de Calidad del Agua NOM-127-
SSA1-1994 (Secretaría de Salud, 2000: 2-4) para iones mayoritarios. b) En aquellas
áreas del meso relieve donde el río recibe la descarga de aguas con detritos orgánicos de
poblaciones > 2000 habitantes, se presenta un incremento en la concentración de ion so-
dio a consecuencia del vertido de aguas residuales sin tratar. En esos puntos la CE varía
de 300 a 800 μS cm-1, la RAS es > 1, por lo que se identifican como aguas del tipo C2-
S2, de salinidad media y riesgo de sodificación de los suelos, por lo que deberá tenerse

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

precaución con su manejo agrícola ya que en suelos arcillosos se puede dañar su estruc-
tura, permeabilidad y capacidad de infiltración. Su concentración electrolítica se en-
cuentra dentro de los límites permisibles por la Norma Oficial Mexicana señalada, por
lo que son aptas para consumo humano, sin embargo deberá hacerse un estudio micro-
biológico a detalle para determinar si sus valores se encuentran dentro de los límites
permisibles por la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994 para considerarla
potable. c) En el bajo relieve las aguas del río son alcalinas, con CE de hasta 568 μS cm-
1
, la RAS es < 1 y la SE y SP < 3 por lo que se clasifican como aguas de tipo C2 S1
aguas de salinidad media y baja sodicidad que permite su uso en el riego de cultivos de
moderada tolerancia a la salinidad. Su calidad potable debe mejorarse substancialmente
mediante cloración para eliminar presencia microbiana nociva. Por su parte las aguas
subterráneas de la planicie costera, presentan problemas de salinidad (CE ~800 a 1000
μS cm-1, SE y SP >2 y sodicidad (RAS) ~ 2, por lo que se tipifican como aguas C2 S2,
es decir su uso puede inducir problemas de salinización y sodificación en los suelos, se
trata de aguas de deficiente calidad agrícola. Su uso debe considerar la aplicación de
métodos hidroquímicos con base en mejoradores como el yeso agrícola y el ácido sulfú-
rico para desplazar el sodio intercambiable del suelo, asociado a obras de drenaje artifi-
cial con salida al mar, procesos de lixiviación de sales y agricultura biosalina sustentada
en el cultivo de plantas tolerantes a sales.

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SÁNCHEZ BERNAL ET AL.: CALIDAD HIDROGEOQUÍMICA DE LAS AGUAS…

Anexo
Tabla 1. Composición química de muestras de agua del Río Copalita en su decurso del alto relieve al bajo relieve de la Cuenca.
Identificación Localización Aniones Cationes
(mMolc L-1) (mMolc L-1)
N O CO3-2 HCO3-1 Cl-1 SO4-2 Total Ca2+ Mg2+ Na1+ K1+ Total
1. San Francisco Ozolotepec (río) 16° 05’10.28” 96°12’38.03” 0.00 1.60 0.16 0.12 1.88 0.70 0.34 0.40 0.39 1.83
2. San Marcial Ozolotepec (río) 16°04’39.10” 96°25’28.91” 0.00 0.74 0.08 0.03 0.85 0.43 0.17 0.14 0.13 0.87
3. San Sebastián Río Hondo (río) 16°08’55.07” 96°28’06.30” 0.00 1.56 0.75 0.15 2.46 0.80 0.42 0.60 0.58 2.40
16°02’13.21” 96°28’30.44”

Alto relieve
4. San Pedro El Alto (manantial) 0.00 1.16 0.00 0.14 1.30 0.54 0.30 0.25 0.23 1.32
5. San Mateo Río Hondo (aljive) 16°08’34.55” 96°26’47.80” 0.00 1.42 0.59 0.23 2.24 0.86 0.40 0.46 0.44 2.16
6. San Mateo Río Hondo (río) 16°07’1.66” 96°26’01.16” 0.00 1.38 0.41 0.15 1.94 0.82 0.45 0.40 0.38 2.05
7. San Marcial Ozolotepec (río San Cristobal) 16°04’47.27” 96°25’18.32” 0.00 2.66 0.48 0.25 3.39 1.90 0.90 0.37 0.32 3.49
8. San Marcial Ozolotepec (río Tarangutín) 16°04’39.10” 96°25’28.91” 0.00 1.54 0.02 0.09 1.65 0.68 0.48 0.24 0.22 1.62
9. Confluencia Río Guajolote-Río Grande 16°00’44.04” 96°31’39.20” 0.00 2.04 0.1 0.19 2.33 1.62 0.42 0.14 0.13 2.31
10. Chilapa Loxicha (río Humo) 16°00’22.07” 96°44’21.97” 0.00 1.26 0.04 0.01 1.31 0.61 0.32 0.14 0.13 1.20
12. Santiago Xanica (manantial) 16°00’29.03” 96°13’45.08” 0.00 1.30 0.12 0.01 1.43 0.70 0.12 0.27 0.26 1.35
13. Río Santa María Petatengo 15°96’88.89” 96°02’11.11” 0.00 1.46 0.23 0.02 1.71 0.65 0.42 0.43 0.17 1.67
14. Merced del Potrero (arroyo) 16°07’08.33” 96°04’63.89” 0.00 1.94 0.3 0.06 2.3 1.37 0.51 0.20 0.18 2.26
15. Santa María Magdalena (río) 15°50’18.59” 96°19’45.49” 0.00 1.92 0.84 0.11 2.87 1.34 0.50 0.52 0.50 2.86
16.Pluma Hidalgo (manantial) 15°56’3.14” 96°25’01.23” 0.00 1.54 0.15 0.02 1.71 0.53 0.30 0.56 0.25 1.64

Meso relieve
17. Magdalena Loxicha (río Sapo) 15°58’9.71” 96°40’50.00” 0.00 1.20 0.00 0.04 1.24 0.60 0.34 0.17 0.16 1.27
18. Magdalena Loxicha (arroyo) 15°59’14.20” 96°40’56.65” 0.00 1.18 0.00 0.03 1.21 0.58 0.36 0.15 0.14 1.23
19. San Mateo Piñas (manantial siete veneros) 15°59’56.16” 96°19’46.38” 0.00 3.38 0.37 0.02 3.77 2.04 1.32 0.21 0.20 3.77
20. Candelaria Loxicha (ducto de agua ) 15°54’05” 96°30’36” 0.00 1.56 0.79 0.14 2.49 0.70 0.46 0.84 0.18 2.18
21. Candelaria Loxicha (río) 15°55’33.42” 96°29’23.25” 0.00 1.54 0.34 0.04 1.92 0.78 0.50 0.39 0.20 1.87
22. Candelaria Loxicha (arroyo Escorpión) 15°55’53.25” 96°29’04.52” 0.00 2.00 0.00 0.20 2.20 0.55 0.52 0.64 0.12 2.33
23. Candelaria Loxicha (río San Juan) 15°55’33.42” 96°29’23.25” 0.00 1.78 0.07 0.07 1.92 0.83 0.54 0.31 0.23 1.91
24. Santa Maria Huatulco (Río Copalita) 15°50’15.86” 96°19’18.64” 0.00 1.14 0.20 0.21 1.45 0.90 0.40 0.08 0.07 1.45
25. San Miguel del Puerto (Río Copalita) 15°53’36.81” 96°19’18.64” 0.00 0.94 0.38 0.18 1.5 0.73 0.36 0.23 0.12 1.44
27. Barra de Copalita (río) 15°47’25.81” 96°2’45.39” 0.00 2.20 0.24 0.15 2.59 1.20 0.44 0.48 0.16 2.28
26. Santo Domingo de Morelos (agua de pozo) 15°50’4.68” 96°40’5.99” 0.00 3.56 2.00 0.55 6.11 1.85 2.00 2.45 0.28 6.58
27. Santo Domingo de Morelos (río) 15°50’01.97” 96°29’23.25” 0.00 0.98 0.37 0.03 1.38 0.36 0.26 0.38 0.05 1.35

Bajo relieve
28. La Escobilla (agua de pozo) 15°43’66” 96°45’67” 0.00 3.72 1.77 0.07 5.56 1.62 1.75 2.00 0.48 5.85
29. Cozoaltepec (río) 15°46’00.97” 96°50’48.87” 0.00 1.00 0.37 0.06 1.43 0.54 0.40 0.30 0.17 1.41
30. San Isidro del Palmar (río) 15°43’08.39” 96°36’26.28” 0.00 0.98 0.14 0.18 1.30 0.40 0.25 0.70 0.16 1.51
31. Tonameca (río) 15°44’32.69” 96°33’25.61” 0.00 1.08 0.13 0.12 1.33 0.42 0.20 0.63 0.15 1.40
32. La Florida (agua de pozo) 15° 43.73’ 96° 33.77’ 0.00 4.40 1.01 0.59 6.00 1.31 0.99 2.68 0.59 5.57
33. Bajos de Coyula (agua de pozo) 15°42’15” 96°18’04.2” 0.00 4.34 1.88 0.75 6.97 1.30 2.23 3.12 0.28 6.93
Fuente: Información adaptada de Sánchez et al., 2008.

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Tabla 2. Parámetros físico químicos de calidad química de las aguas del río Copalita evaluadas aguas arriba-aguas debajo de la cuenca
Zona de No. muestra pH CE (μS cm-1) Ψπ STD RAS SE SP Parámetros estadísticos por zona de muestreo
muestreo (MPa) mg L-1 (mmolc L-1)1/2 (mmolc L-1) (mmolc L-1)
CE RAS SP
(μS cm-1) (mmolc L-1)1/2 (mmolc L-1)
1. 6.6 169 -0.61 106.15 0.56 0.79 0.22
2. 6.32 52 -0.18 32.30 0.25 0.27 0.09
Alto relieve A1B2B3

3. 6.28 138 -0.50 87.43 0.76 1.18 0.82


4. 7.43 89 -0.32 56.00 0.39 0.48 0.07 μ = 152.6 μ= 0.39 μ = 0.26
5. 7.77 181 -0.66 116.00 0.58 0.90 0.11 σ = 63.69 σ = 0.20 σ = 0.27
6. 6.39 133 -0.48 84.56 0.50 0.78 0.48 CV = 0.41 CV = 0.52 CV = 1.04
7. 6.94 276 -1.00 176.70 0.31 0.69 0.60
8. 7.29 138 -0.50 87.60 0.31 0.46 0.06
9. 8.33 221 -0.80 141.50 0.13 0.27 0.19
10. 8.24 129 -0.47 82.56 0.20 0.27 0.04
11. 7.84 119 -0.43 75.00 0.42 0.53 0.12
12. 8.60 740 -2.69 474.00 1.00 2.79 1.85
13. 7.65 779 -2.84 498.50 1.06 2.80 1.76
Mesorelieve AB1*B2B3

14. 8.02 133 -0.48 85.20 0.69 0.85 0.24


15. 7.17 282 -1.02 180.50 0.20 0.38 0.33
16. 8.81 271 -0.98 173.30 0.54 1.02 0.20 μ= 264.50 μ= 0.54 μ= 0.45
17. 8.28 130 -0.47 83.20 0.87 0.81 0.16 σ= 206.08 σ= 0.35 σ= 0.56
18. 7.60 106 -0.38 68.00 0.25 0.33 0.02 CV = 0.77 CV = 0.66 CV = 1.25
19. 6.73 106 -0.38 68.00 0.22 0.29 0.01
20. 7.06 293 -1.06 189.44 0.16 0.41 0.38
21. 8.10 183 -0.66 117.00 1.21 1.66 0.86
22. 7.85 130 -0.47 83.10 0.51 0.76 0.36
23. 7.54 321 -1.17 203.00 0.87 1.26 0.10
24. 7.99 175 -0.63 112.00 0.37 0.54 0.10
25. 8.41 246 -0.89 156.25 0.53 0.94 0.31
26. 6.87 1068 -3.89 690.52 1.35 3.68 3.28
27. 8.99 103 -0.37 66.00 0.69 0.73 0.38
Bajorelieve
B1*B2*B3*

28. 7.72 568 -2.07 363.00 2.12 3.98 1.80 μ=499.88 μ = 1.46 μ = 1.30
29. 7.08 899 -3.27 580.60 2.47 4.48 1.90 σ= 346.76 σ =0.89 σ = 1.08
30. 9.06 168 -0.61 107.00 0.31 0.60 0.18 CV = 0.69 CV = 0.61 CV = 0.83
31. 8.21 179 -0.63 115.00 0.88 1.25 0.38
32. 6.78 588 -2.11 296.00 2.49 3.27 1.30
33. 8.00 680 -2.44 436.00 2.34 3.40 2.25
A,B = Prueba de medias entre áreas de la cuenca y las variables 1 CE de aguas (P > F =0.05), 2 RAS de aguas (P > F = 0.05), 3 SP de aguas (P >F= 0.05). Significancia estadística (t, 0.05).
Fuente: Información adaptada de Sánchez et al., 2008.

38
SÁNCHEZ BERNAL ET AL.: CALIDAD HIDROGEOQUÍMICA DE LAS AGUAS…

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

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multivariado”. Revista Internacional de Contaminación Ambiental 27(1): 19-30.

SOBRE LOS AUTORES


Edgar Iván Sánchez Bernal: Ingeniero Agrícola especialista en Agroecosistemas por la Univer-
sidad Nacional Autónoma de México. Maestro en Ciencias con especialidad en Hidrociencias por
el Colegio de Postgraduados. Doctor en Ciencias por el Programa de Hidrociencias del Colegio
de Postgraduados. Desde el año 2004 se desempeña como Profesor Investigador del Instituto de
Ecología de la Universidad del Mar, Campus Puerto Escondido, donde imparte las materias de
Edafología, Probabilidad y Estadística, Conservación y manejo de suelos forestales y Desarrollo
Rural Forestal en las carreras de Ingeniería Forestal y Licenciatura en Zootecnia. Desde el año
2012, imparte la materia de Uso y manejo de aguas, a alumnos de la carrera de Ingeniería en
Agronomía, de la Universidad Nova Universitas en Ocotlán, Oaxaca. Ha escrito diversos artícu-
los científicos en revistas internacionales indexadas. Algunos de ellos tratan sobre la tolerancia
de plantas cultivadas a la salinidad. Otros abordan estudios sobre el mejoramiento de suelos afec-
tados por sales mediante la aplicación de métodos hidroquímicos. Otros más tratan de la evalua-
ción de la degradación de suelos forestales por hidroerosión y su control mediante el uso de téc-
nicas agroforestales. Recientemente condujo estudios de la calidad química del agua en la
Cuenca del Río Copalita, Oaxaca, México. Actualmente lleva a cabo estudios sobre biosalinidad
y tolerancia del mangle negro (Aviccenia germinans) a salinización secundaria. A partir de enero
de 2013 es considerado como miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Na-
cional de Ciencia y Tecnología de México, como Investigador Nivel 1.

Gelia Sandoval Orozco: Ingeniera Geóloga por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Desde 1995 se desempeña como Profesora Investigadora en la Universidad del Mar, donde im-
parte las materias de Geología e Hidrología. Coautora de diversos artículos científicos en el área
de Edafología y Manejo de Cuencas.

Marco Antonio Camacho Escobar: Médico Veterinario Zootecnista, Universidad Autónoma Me-
tropolitana, México. Maestro en Ciencias y Doctor en Ciencias por el Colegio de Postgraduados,
Montecillo, México. Profesor Investigador de la Universidad del Mar, donde imparte las materias
de Avicultura de traspatio, avifauna de las selvas de Oaxaca. Desde 2006 ha participado activame n-
te en estudios de impacto ambiental de las Cuencas de los ríos Copalita y Colotepec, Oaxaca, Mé-
xico. Es investigador Nacional Nivel 1 por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

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SÁNCHEZ BERNAL ET AL.: CALIDAD HIDROGEOQUÍMICA DE LAS AGUAS…

Francisco Valdez Martínez: Licenciado en Planeación Territorial, egresado de la Universidad


Autónoma Metropolitana. Profesor Investigador de la Universidad del Mar Campus Puerto Es-
condido. Desde 2005 imparte las materias de Sistemas de Información Geográfica, Ordenamiento
Territorial y topografía. Técnicas de conservación del Jardín Botánico de la Universidad.

Anastacio Rodríguez León: Licenciado en Economía Egresado de la Escuela Superior de Eco-


nomía del Instituto Politécnico Nacional. Realizó estudios de Maestría en el área “Estudios Mé-
xico-Estados Unidos” en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (UNAM-ENEP-Acatlán
hoy FES-Acatlán) 1992-1994. Desde 1996 se desempeña como Profesor-Investigador del Institu-
to de Recursos de la Universidad del Mar, Campus Puerto Escondido, donde imparte las materias
de Introducción a la Economía, Teoría Económica, Comercio Exterior de México y Economía de
los Recursos Naturales, área en la cual se ha especializado. Escribió Capítulos de libros sobre a).-
La importancia de la valoración económica en la conservación de la diversidad biológica; b).-
Manglares: servicios ecosistémicos y valor económico. Ha participado en la elaboración de estu-
dios de impacto ambiental.

Héctor Manuel Ortega Escobar: Ingeniero Agrónomo y Maestro en Ciencias por el Colegio de
Postgraduados, Chapingo, México. Doctor en Ciencias por el Instituto de Agroquímica y Pedoo-
gía de Uzbekistán. Uzbek SSR. Profesor Investigador del Colegio de Postgraduados. Desde 1975
ha formado cuadros profesionales de nivel posgrado en el área de Uso y Manejo de aguas y sue-
los salinos. Director de diversos proyectos de investigación en materia de recuperación de suelos
salinos y su incorporación a la agricultura. Autor de diversos artículos científicos en la materia.
Líder del grupo de investigación en el área de suelos salinos y calidad de aguas de riego. Actual-
mente es Investigador Nacional Nivel 1, por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

41
Datos para la introducción de la nanotecnología
en la docencia en Ciencias Ambientales
Jorge Sanjurjo-Sánchez, Universidad de A Coruña, España

Resumen: A pesar de que la palabra nanotecnología ha pasado a ser de uso común, existe un amplio desconocimie nto
de sus implicaciones medioambientales. Este desconocimiento es extensible al ámbito universitario dónde apenas se ha
incorporado material docente a nivel de grado, existiendo un desfase evidente entre investigación y docencia. Una
experiencia particular en estudiantes de Licenciatura y Grado en Biología muestra que este desconocimiento, partic u-
larmente en los efectos medioambientales de la nanotecnología, existe en estudiantes tanto cuando comienzan sus
estudios como cuando los finalizan. Este dato refleja la ausencia de contenidos docentes, lo que implica que los lice n-
ciados y graduados carecerán de los conocimientos básicos que les permitan participar en proyectos de desarrollo,
estudios, o en la elaboración de guías, informes y legislación al respecto. Los estudios realizados en los últimos 5 años,
revelan que los efectos de las nanopartículas en el medio ambiente son extensos y de difícil estudio, existiendo una
actual ausencia de control. Dichos efectos, implican efectos en el medio ambiente pero también en la salud humana. La
formación de estudiantes universitarios a nivel de grado en este ámbito se torna como un proceso necesario en el
avance de este conocimiento en todas sus facetas.

Palabras clave: nanotecnología, nanociencia, nanopartículas, medio ambiente

Abstract: Although nanotechnology has become a word of common use, there is widespread lack of knowledge about its
environmental implications. This lack of knowledge is extensible to university environment in which only scarce teach-
ing materials have been incorporated to the degree studies, so there is an obvious distance between research and
teaching. A particular experience carried on Bachelor and Degree students in Biology shows that this lack of
knowledge is particularly noticeable regarding the effects of nanotechnology in the environment. This can be observed
on students at the beginning of the degree and its end. This reflects the lack of educational contents, which means that
graduates and graduates lack the basic skills to enable them to participate in development projects, studies, or in the
development of guides, reports and legislation. Studies carried out in the past 5 years show that the effects of nanopar-
ticles in the environment are extensive and difficult to study, and there is a current lack of control on them. These effects
involve effects on the environment but also on human health. The training of students at the university degree level in
this field becomes a necessary process in the advancement of this knowledge in all its facets.

Keywords: Nanotechnology, Nanoscience, Nanoparticles, Environment

Qué son la nanociencia y la nanotecnología

A unque se puede decir que desde el momento en que fue acuñada la palabra nanotecnolo-
gía ha pasado a ser de uso y conocimiento relativamente común, este conocimiento es
desigual dependiendo del estrato educativo y social, así como dependiendo del país
considerado. Sin embargo, puede resultar llamativo el desconocimiento acerca de qué es en
realidad, en qué consiste o para qué sirve la nanotecnología o la nanociencia. La confusión y el
desconocimiento existentes en estos ámbitos son fácilmente explicables si consideramos que
nanotecnología o la nanociencia no tiene una ni una definición clara ni profunda. Así mismo,
tampoco se pueden adscribir a un ámbito determinado del conocimiento científico o técnico
(como puede ocurrir por ejemplo, en el caso de las ciencias de los materiales, la medicina o la
química). De este modo, pueden si enmarcarse en varios de estos ámbitos, casi siempre de un
modo transversal, dependiendo de su interés y aplicación. Este desconocimiento es perfectame n-

Revista Internacional de Ciencia y Sociedad


Volumen 1, Número 2, 2014, <http://ciencia-sociedad.com>, ISSN 2340-9991
© Common Ground. Jorge Sanjurjo-Sánchez. Todos los derechos reservados.
Permisos: soporte@commongroundpublishing.com
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

te aplicable al ámbito universitario, a lo cual debe buscarse, sin duda, una explicación. En la
actualidad los estudiantes de muchos grados de ciencias comienzan y finalizan sus estudios sin
apenas conocimientos sobre nanotecnología. Esto se debe a varias razones. Por una parte estas
disciplinas apenas se ha implantado en los planes de estudio de Ciencias en la actualidad, a pesar
de que ya han pasado varios lustros desde que se acuñasen estos términos y de que c omenzasen a
aplicarse y generalizar su investigación. En la actualidad, resulta realmente complejo conseguir
formación adecuada en estos campos a nivel nacional. La nanotecnología es, sin embargo, sólo
un ejemplo del desfase que puede llegar a producirse entre el ámbito de la investigación y el de
la docencia en muchos de los grados de ciencias que se imparten en la actualidad.
La nanotecnología puede definirse como un campo de la ciencia aplicada que se dedica a la
manipulación y control de objetos o componentes de tamaño nanométrico, lo que significa que
esos objetos deben tener un tamaño entre 1 y 100 nanómetros (nm). La nanociencia es por lo
tanto la disciplina científica que se dedica del estudio de esos objetos, componentes o procesos.
A pesar de esta detallada y sencilla definición no es posible enmarcarla en un área determinada
de las ciencias de la vida, la tierra o ciencias exactas, si no que todas ellas pueden tener deriva-
ciones aplicadas a objetos y procesos nano. Es decir, podríamos hablar de nanofísica, nanoquí-
mica, nanobiología o nanogeología, por poner algunos ejemplos.
La palabra nanotecnología tiende tendencia a intimidar aunque actualmente se usa en todo
tipo de ámbitos y en todo tipo de niveles sociales. Un nanómetro consiste en una billonésima
parte de un metro, es decir, si un milímetro es 0,001 metros, un micrómetro es 0,000001 y un
nanómetro 0,000000001 metros, o lo que es lo mismo 10-9 metros. Aunque existen herramientas
técnicas para visualizar objetos de tamaño milimétrico y micrométrico (microscopios ópticos y
electrónicos), éstas raramente permiten observar nano-objetos, lo que ha llevado al desarrollo de
nuevas técnicas (como por ejemplo los microscopios de fuerza atómica) y formas de trabajar.
Una vez introducidas estas definiciones puede entenderse el escaso conocimiento real de lo
que es la tecnología y las implicaciones que tiene su desarrollo, incluyendo objetivos, avances
que se están produciendo y posibles efectos negativos. En referencia a los posibles efectos nega-
tivos de la nanotecnología, prácticamente no es considerado por el público en general, pero son
en realidad diversos y causan una seria preocupación entre muchos investigadores. Algunos de
estos investigadores han apuntado que el desarrollo de nanociencia y nanotecnología pueden
tener un impacto tan importante sobre nuestras vidas como en su día lo tuvo el desarrollo de la
medicina o los ordenadores. Pero este posible efecto negativo todavía no ha podido ser evaluado
en su plenitud, sobre todo en relación al efecto posible en el medio ambiente. Todas estas espe-
culaciones miran hacia los efectos positivos de la nanotecnología. Pero, ¿hay efectos negativos
o colaterales? Algunos estudios recientes indican que pueden llegar a existir numerosos efectos
potenciales (y algunos ya son una realidad), al menos en el campo de la contaminación del me-
dio ambiente y posibles efectos en ecosistemas y la salud humana.

Conocimiento de la nanociencia a nivel universitario


Actualmente la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de Europa, un referente en mate-
ria de legislación en cuanto a la protección del medio ambiente, es consciente del posible pro-
blema ya referido y del desconocimiento actual. Es por ello, que esos posibles efectos potencia-
les deben ser investigados en profundidad. Es por ello que la Agencia ya se ha mostrado
interesada en financiar proyectos de investigación en nanotecnología en los ámbitos de preven-
ción, seguimiento y control de la contaminación. Este hecho implica que el mensaje lanzado por
diversos expertos en polución y nanotecnología ha tenido repercusión a nivel institucional. Sin
embargo, no se puede decir todavía que esa repercusión se haya trasladado al público general ni
tampoco a nivel universitario, tanto para los docentes como para los estudiantes.

44
SANJURJO-SÁNCHEZ: DATOS PARA LA INTRODUCCIÓN DE LA NANOTECNOLOGÍA…

Veamos dos ejemplos que pueden ilustrar esta idea, con datos de conocimientos obtenidos
hace ya más de un lustro. Los resultados de una encuesta realizada en los EEUU en 2007, indi-
caban que el conocimiento de la nanotecnología por parte de los estadounidenses continuaba
siendo excesivamente bajo. La encuesta mostraba que la mayoría de los estadounidenses prefe-
rían que el gobierno supervisase y gestionase los riesgos asociados a los avances en nanotecno-
logía, a pesar de la baja confianza pública en las agencias reguladoras.
En la encuesta, desarrollada y publicada por el Project on Emerging Nanotechnologies del
Woodrow Wilson International Center for Scholars, (http://www.nanotechproject.org/) se puede
observar que a pesar de que en 2006 llegaron a salir al mercado unos 50.000 millones de dólares
en productos fabricados con nanotecnología, sólo el 6% de los encuestados afirmaron haber
“oído hablar mucho” sobre la nanotecnología, en comparación con un 10% en el 2006. En el
2007, un 21% (cifra similar al año anterior) afirmó haber “oído algo” sobre nanotecnología. Y,
al igual que en el 2006, alrededor del 70% de los adultos afirmó haber oído “solo un poco” o
“nada en absoluto”.Llama la atención que el número de productos con nanotecnología se dupli-
có de 2006 a 2007, alcanzándose los 500 productos el indicador de conocimiento público se
mantuvo estancado en unos niveles enormemente bajos (www.nanotechproject.org/
consumerproducts).
La Comisión Europea realizó una encuesta similar en 2004 con la intención de averiguar los
conocimientos, las actitudes y la visión de los europeos en general hacia la nanotecnología y la
nanociencia en general. Los datos proporcionados por esta encuesta también fueron public ados
(http://nanotecnologia3lanc.blogspot.com.es/) resultando de preguntar a más de 700 pers onas de
32 países europeos. Los resultados indicaban un manifiesto retraso de Europa con respecto a los
Estados Unidos, al menos desde la percepción de los ciudadanos. No obstante, la mayoría de los
encuestados pensaban que la nanotecnología tendrá un impacto importante sobre la industria
europea (90%) y los ciudadanos de Europa (80%) durante los próximos diez años. Un 76% per-
cibía que Europa está muy lejos de los Estados Unidos en nanociencia, y en la transferencia de
nanotecnología a las empresas (77%). Los encuestados citaron como los ca mpos en los que la
nanotecnología tendrá mayor impacto la química, nuevos materiales, tecnologías de la comuni-
cación y la medicina. Un 75% estimaba que se debe integrar en investigaci ones una valoración
sobre los riesgos de nanotecnología para la salud, el medioambiente y la seguridad. De una forma
similar, consideraban que debían considerarse los impactos sobre la sociedad en general. En esta
dirección, un 87% afirmaba que vería positivamente la existencia de cualquier tipo de “código
internacional de buenas prácticas” para su aplicación a la nanotecnología y la nanociencia
(http://ec.europa.eu/nanotechnology/index_en.html). Es necesario resaltar, de todas maneras, que
la falta de concreción de la encuesta indicaba que esos riesgos señalados respondían más a un
“miedo a lo nuevo” que a un conocimiento real del estado de la cuestión.
No existen datos a nivel universitario en nuestro país, o al menos no hay ningún informe o
estudio que haya sido publicado. Es por ello que en la Universidad de A Coruña se ha realizado
una pequeña y simple experiencia en los últimos 4 años. Ésta ha consistido en consultar a estu-
diantes de Grado y Licenciatura en Biología de la mencionada universidad acerca de esta mate-
ria. La experiencia ha mostrado que los alumnos de grado de primer curso confesaban un des-
conocimiento total o casi total de los riesgos ambientales de la nanotecnología (95%). De una
manera similar, los alumnos de quinto curso de Licenciatura mostraban también un desconoci-
miento generalizado aunque algo inferior (83%), lo que implica que durante su formación ape-
nas adquirieron conocimientos sobre la nanotecnología y sobre todo, su efecto en el medio am-
biente. Un resultado esperable se obtendrá en los estudiantes que finalizan el grado, ya que no
se han añadido contenidos relevantes referentes a la nanotecnología en las materias que cursan
los estudiantes. Aunque muchos de estos estudios han sido publicados en los últimos 5-6 años,
esto implica una importante carencia en estos conocimientos e incapacidad o desconocimiento
como para participar en programas dedicados al estudio, elaboración de procedimientos, elabo-

45
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

ración de guías de buenas prácticas y legislación en el ámbito de la regulación de la contamina-


ción en nanotecnología.
En la actualidad, observando el panorama de la formación universitaria en España, se puede
observar fácilmente que apenas existen unos pocos programas de Master dedicados a nanocien-
cia, uno de ellos coordinado por la Universidad de Barcelona (www.ub.edu) y en la que partici-
pan varias instituciones catalanas, otro por la Universidad de Valencia (www.uv.es) y otro de la
Universidad Autónoma de Madrid (www.uam.es) que se centran en la nanotecnología y que
apenas llevan unos años impartiéndose. No hay apenas docencia en grado dedicada a la
nanociencia y la nanotecnología, al menos esto es lo deducible a partir de la información mos-
trada en los programas docentes que están disponibles en las páginas webs de las universidades
españolas, y no existen datos de la inclusión de dichos contenidos en materias de grado de dife-
rentes ámbitos y universidades.

Nanopolución
Estado de la cuestión

Hasta el presente los estudios realizados en el campo del comportamiento y efectos de las nano-
partículas en el medio ambiente han sido más bien de tipo aproximativo. Aunque esto no quiere
decir, por ello, que no hayan sido realistas, si es cierto que en ningún caso se ha podido respon-
der de una forma clara y concisa a la pregunta ¿qué ocurriría si las nanopartículas se liberasen
en el medio ambiente? o ¿qué efectos tendrían estas nanopartículas sobre los organismos?
El interés de estas preguntas reside en la creciente aplicación y producción de nanomateriales de
todo tipo en todo tipo de aplicaciones, con una elevada probabilidad potencial de ser liberados
al medio ambiente y los subsecuentes efectos “probables” en ecosistemas y la salud humana.
Esta cuestión, procede sin duda de experiencias pasadas acontecidas con otros contaminantes
cuyo efecto no fue estudiado hasta años después de su uso común en industria o consumo. Estos
primeros estudios sobre las nanopartículas han abordado diferentes temáticas como los ciclos de
vida de algunas nanopartículas, tratando de modelizar su comportamiento y concentración en el
agua, aire y suelo (Mueller and Nowack, 2008; Kaegi et al., 2008). Todos estos estudios son
relativamente recientes, pero permiten al menos hacer una aproximación realista al escaso co-
nocimiento real de la situación, que puede ser aplicado en el comportamiento de las nanopartí-
culas en el medio ambiente a pesar del carácter explorativo de las escasas conclusiones obteni-
das. Resulta, por lo tanto, absoluta y extremadamente necesario avanzar y madurar esta
cuestión. Los textos y documentos de revisión acerca del estado de la cuestión sobre este tema
que existen en la actualidad, son estimativas que realistas, combinando los conocimientos exis-
tentes en otros contaminantes y utilizando la escasa y rudimentaria información existente sobre
las nanopartículas (Lead and Wilkinson, 2006; Nowack and Bucheli, 2007; Baun et al., 2008;
Handy et al., 2008a,b; Ju-Nam and Lead, 2008; Klaine et al., 2008; Navarro et al., 2008).

Nanopartículas

La presencia de partículas de diámetro nanométrico de origen mineral en el medio ambiente y


diferentes ecosistemas es conocida desde hace años y ha sido estudiada aunque no con dema-
siado detalle al menos en los últimos 5 años. Estas partículas pueden ser de origen natural o
antropogénico y tienen una gran importancia al ser una fuente importante de moléculas tóxicas,
en particular en la troposfera (capa inferior de la atmósfera). Algunas actividades de tipo indus-
trial o la simple combustión de petróleo y carbón, u otros combustibles sólidos o líquidos origi-
nan moléculas orgánicas, metales o cenizas volantes que son emitidas en forma sólida a la tro-
posfera y que presentan un elevado contenido en óxidos metálicos (dióxido de silicio, óxidos de

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SANJURJO-SÁNCHEZ: DATOS PARA LA INTRODUCCIÓN DE LA NANOTECNOLOGÍA…

aluminio, hierro, arsénico y otros metales pesados) y compuestos orgánicos (como por ejemplo
hidrocarburos policíclicos aromáticos, referidos frecuente como PAH en referencias en inglés)
cuya toxicidad es variable, pero generalmente considerable. La mayor parte de los nanomateria-
les producidos y usados en productos de consumo se componen de metales y óxidos metálicos.
De esta manera, las nanopartículas pueden ser consideradas objetivamente como una nueva
fuente de polución en la troposfera y como tal deben ser estudiadas, monitorizadas y su emisión
regulada por procedimientos específicos.
Se han hecho estimaciones que consideran que, aproximadamente la mitad de los productos
de consumo que incorporan nanomateriales contienen metales. De estos productos los nanoma-
teriales de óxidos metálicos (como ZnO, TiO2) suponen un 20%, mientras que los que se com-
ponen de silicio suponen aproximadamente un 17%, siendo los restantes productos basados en
carbono. La comparación entre la morfología de partículas según su composición indica grandes
diferencias entre, por ejemplo, las bien conocidas cenizas volantes emitidas principalmente por
procesos de combustión de tipo industrial o para producción energética (normalmente esféricas
y regulares) y las nanopartículas metálicas, generalmente irregulares y de morfología variada
(nanotubos, nanoesferas, nanocubos, nanoprismas, etc.) y generadas por varios procesos. Las
nanopartículas pueden pasar a la atmósfera también durante sus procesos de producción, la
distribución o el uso de nanomateriales tanto en interiores como exteriores. Por ello, puede
señalarse objetivamente que tienen un gran efecto potencial en la salud humana, dado que se
encuentran entre el rango de diámetros de las conocidas como “partículas respirables”. Incluso
se ha acuñado y utilizado la palabra “nanotoxicidad” en los últimos años para referirse a tales
efectos (Oberdörster et al., 2005; Nel et al., 2006). Diversos estudios han demostrado que las
conocidas como “partículas ultrafinas” tienen importantes efectos adversos también en la salud
humana, mayor que partículas de mayor tamaño, debido fundamentalmente a que su escaso
tamaño les permite ser depositadas en los alveolos de los pulmones humanos e incluso pasar al
torrente sanguíneo causando daños en otros órganos tras ser inhaladas (es conocido que tienen
capacidad de causar desde asma hasta infartos y enfermedades en ciertos órganos) y a que su
elevada superficie por volumen, que las hace muy reactivas. En este sentido, puede considerarse
a las nanopartículas como una subclase de partículas ultrafinas, y es razonable concluir que
puedan tener efectos similares.
Algunos estudios muy recientes han logrado demostrar que las nanopartículas pueden en-
trar en los sistemas marinos por diferentes vías de difusión (tanto por deposición directa de las
nanopartículas del aire, como en aportes líquidos de ríos, escorrentía, etc.). En este medio se ha
resaltado el papel que pueden tener ciertos metales de uso muy común en aditivos de combusti-
bles diésel utilizados precisamente para disminuir la emisión de partículas (Park et al., 2008),
pero también en materiales utilizados como aislantes, antibacterianos, desodorantes, cosméticos,
fertilizantes, pinturas, etc. (Baker et al., 2013). Tampoco existen ni se está en vías de elaborar
guías de actuación ni legislación que limiten de forma específica la emisión de dichos productos
al medio marino o a algún otro tipo de medio. Ciertos estudios han podido observar que algunas
de estas nanopartículas tienen efectos en organismos marinos pudiendo adherirse a células de
estos y bloquear sus poros y ciertas funciones transmembrana o celulares, una vez que han en-
trado en el citoplasma de las células de organismos. Sin embargo, la mayor parte de la investi-
gación en nanopartículas acuáticas hasta la actualidad se ha limitado al desarrollo de escasos
estudios centrados en unas pocas especies de organismos de agua dulce (Baker et al., 2013).
Apenas existen estudios en organismos marinos y mucho menos en cuanto a la entrada de las
nanopartículas en las redes tróficas de los ecosistemas marinos.
La toxicidad de los nanomateriales (o nanotoxicidad) puede depender de un número deter-
minado de propiedades físico-químicas, entre las que se incluye la composición, fase y funcio-
nalidad superficial de las mismas. Adicionalmente, su morfología física y su capacidad de diso-
lución pueden jugar un papel importante en su toxicidad. Aunque en los últimos años se han

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

publicado diversos estudios relacionados con la toxicidad de las nanopartículas presentes en el


aire, son necesarios todavía muchos más estudios que integren datos de caracterización física,
química y propiedades superficiales con datos toxicológicos (Pettibone et al., 2008), tanto en
nanopartículas del aire como en nanopartículas presentes en el agua.
El primer problema que plantean los estudios de nanotoxicidad son los propios métodos de-
tección de nanopartículas (Prather et al., 2008). Algunas técnicas como ocurre con los espectró-
metros de masas de partículas individuales han permitido detectar partículas de muy pequeño
tamaño originadas por procesos industriales, como ocurre, por ejemplo con las partículas de SiO 2
de 10 nm (Phares et al., 2003). Además, las nanopartículas tienden tendencia a formar agregados,
lo que dificulta su detección y hace que se detecten como partículas de mayor tamaño.
Dado que la fabricación de nanomateriales se ha venido convirtiendo en un proceso cada
vez más frecuente, puede esperarse que dichos materiales acaben de alguna forma en el ambien-
te y particularmente en el aire, como aerosoles, simples partículas o como agregados más com-
plejos. Es por ello por lo que se necesita una mayor investigación para entender los procesos de
comportamiento de las nanopartículas y su dispersión, incluyendo además un estudio detallado
de su toxicidad. También se hace necesario incrementar y mejorar los procedimientos para su
detección, con el fin de desarrollar métodos que permitan estimar y controlar su emisión de
manera fiable.

Conclusiones
Aunque la palabra nanotecnología ha pasado a ser de conocimiento común entre la población
europea, todavía existe gran desconocimiento de lo que es, que aplicaciones tiene y que posibles
implicaciones tiene en el medio ambiente. Se puede afirmar que este desconocimiento también
se produce en el ámbito universitario. En los estudios actuales de ciencias, que se pueden rela-
cionar con la nanotecnología y la nanociencia, apenas se ha incorporado material docente a
nivel de grado. A mayores, la información procedente de las universidades españolas indica que
apenas se ofertan en la actualidad unos pocos estudios de Master en varias universidades espa-
ñolas. Existe por lo tanto un desfase entre la investigación y la incorporación a la docencia de
conocimientos producidos en el marco de esa investigación. Una experiencia particular en estu-
diantes de Licenciatura y Grado en Biología de la Universidad de A Coruña, muestra que este
desconocimiento generalizado, y particularmente centrado en los efectos medioambientales que
puede tener la nanotecnología, existe en los estudiantes al comienzo y final de sus estudios, lo
que refleja la ausencia de contenidos docentes (y de actualización) en este ámbito.
La alarmante ausencia de formación en el ámbito de la nanociencia implica que los licen-
ciados y graduados carecerán de las competencias necesarias en cuanto a conocimientos básicos
para participar en proyectos de desarrollo, estudios e investigaciones, o en la elaboración infor-
mes y legislación futura orientada a mejorar y regular los efectos de las actividades derivadas de
la nanotecnología en el medio ambiente.
Los estudios realizados en los últimos años, revelan que los efectos de la nanotecnología en
el medio ambiente y la salud humana, son un problema real, ya existente y de difícil estudio y
seguimiento. A pesar de ello, existe una falta de control y regulación sobre los efectos de las
nanopartículas en el medio ambiente en la actualidad. Es por lo tanto necesario llamar la atención
acerca de la formación de estudiantes universitarios en este ámbito. Éste es un proceso necesario
en el avance de este conocimiento en todas sus facetas y para lo cual es necesario implantar ma-
terial docente específico y actualizado que permita dicha formación a nivel degrado.

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SANJURJO-SÁNCHEZ: DATOS PARA LA INTRODUCCIÓN DE LA NANOTECNOLOGÍA…

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SOBRE EL AUTOR
Jorge Sanjurjo Sánchez: Doctor en Ciencias Biológicas (2005). Ha trabajado en el ámbito de la
investigación en geomorfología, geocronología, geoquímica y geobiología desde el año 1999,
tanto en la Universidad de A Coruña como en el Instituto Tecnológico Nuclear de Portugal, en
colaboración con varias universidades españolas y portuguesas y diversas instituciones de Eu-
ropa y otros países. En esas áreas de investigación ha publicado más de 30 artículos y más de 10
capítulos de libros internacionales. Actualmente es investigador postdoctoral en el Instituto
Universitario de Geología “Isidro Parga Pondal” y el Departamento de Ciencias de la Navega-
ción de la Tierra de la Universidad de A Coruña, desde el año 2009. Ha impartido docencia de
grado desde ese año en diferentes materias de la Licenciatura en Bilogía, Grado en Biología y
Grado en Químicas de la Universidad de A Coruña.

50
Impacto de la biotecnología convencional en la
seguridad alimentaria a través de producción animal
en Ecuador. Estudio de caso: producto BIORÉS
Byron Díaz Monroy, Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Ecuador
Arabel Elías Iglesias, Instituto de Ciencia Animal, Cuba
Elaine Valiño Cabrera, Instituto de Ciencia Animal, Cuba

Resumen: El objetivo de este trabajo fue analizar y evaluar el aporte e impacto que ha generado el uso de la Biotecnología
convencional mediante su aplicación en la Producción animal a través de una innovación tecnológica específica, el producto
BIORÉS (un bioensilaje a base de residuos agroindustriales), para garantizar la seguridad alimentaria de la población en
Ecuador. Actualmente, mejorar la productividad agrícola, impulsar el desarrollo de la ciencia hacia nuevos enfoques de
producción que garanticen mayor eficiencia, es imprescindible. En Ecuador, un país agropecuario, la ganadería de leche es
de gran importancia económica, genera trabajo para 1,5 millones de habitantes, produce 5,1 millones de litros.día -1, siendo
para el pequeño productor la única fuente estable de ingresos. Su aporte es clave para la seguridad alimentaria, pero se ve
afectada por falta de alimento animal en épocas de sequía y altos costos de alimentos suplementarios. Por otro lado la
agricultura genera grandes cantidades de residuos contaminantes, el maíz por ejemplo, ocupa 1 304 700 ha, generando 7,83
millones de toneladas de residuos al año. Técnicas Biotecnológicas convencionales como la Fermentación en Estado Sólido
“FES”, son útiles para transformar los residuos en alimento de buena calidad para vacas lecheras, que puede reemplazar a
concentrados comerciales y suplementos costosos. Las pruebas de laboratorio confirman las bondades del BIORÉS: buen
contenido proteico (16%), de materia seca (21%), fibra (30%) y pH (4,3), y, las pruebas in vivo en vacas, demuestran incr e-
mentos en la producción de leche, económicamente al bajar los costos de producción eleva el beneficio/costo de 1,08 a 1,26.
Esta tecnología se transfirió a los ganaderos de 380 fincas, mediante sistemas de capacitación basados en días técnicos de
campo y talleres demostrativos, quienes la adoptan han visto incrementada su producción lechera hasta en un 40%, con una
disminución en el costo de producción de 0,36 a 0,27 dólares.L -1 de leche, lo cual genera un positivo impacto a la seguridad
alimentaria ecuatoriana.

Palabras clave: seguridad alimentaria, biotecnología convencional, bioensilaje, residuos agroindustriales, Ecuador

Abstract: The objective of this study was to analyze and evaluate the contribution and impact generated by the use of conven-
tional biotechnology through its application in animal production through a specific technological innovation, BIORÉS
product (one bio silage based agro-industrial waste) to ensure food security of the population in Ecuador. Currently, im-
prove agricultural productivity; promote the development of science into new approaches to ensure more efficient production
is essential. In Ecuador, an agricultural country, dairy farming is of great economic importance, creates jobs for 1.5 millio n
people, produces 5.1 million litros.day-1, being for the small producer the only stable source of income. His contribution is
key to food security, but is affected by lack of animal feed during periods of drought and high food costs extra. Moreover
agriculture generates large amounts of waste pollutants; corn for example, occupies 1,304,700 ha, generating 7.83 million
tons of waste per year. Conventional Biotechnological techniques as the Solid State Fermentation “FES” are useful to
transform waste into good quality food for dairy cows, which can replace expensive commercial concentrates and supple-
ments. Laboratory tests confirm the goodness of BIORÉS: good protein content (16 %), dry matter (21%), fiber (30%) and
pH (4.3), and in vivo tests in cows, show increases in milk production, economically by lowering production costs raises the
benefit/cost of 1.08 to 1.26. This technology was transferred to 380 farmers through training systems based on technical field
days and demonstration workshops, those who adopt this technology have been increased milk production by up to 40 %,
with a decrease in the cost of production from 0.36 to 0.27 dollars.L -1 of milk, which generates a positive impact to the
Ecuadorian food security.

Keywords: Food Security, Conventional Biotechnology, Biosilage, Agro Waste, Ecuador

Revista Internacional de Ciencia y Sociedad


Volumen 1, Número 2, 2014, <http://ciencia-sociedad.com>, ISSN 2340-9991
© Common Ground. Byron Díaz Monroy, Arabel Elías Iglesias, Elaine Valiño Cabrera.
Todos los derechos reservados. Permisos: soporte@commongroundpublishing.com
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Antecedentes y marco teórico

L
a sociedad deberá enfrentar en el futuro inmediato uno de sus mayores desafíos, la erradica-
ción del hambre y la desnutrición, lo cual está implícito en el primer objetivo de desarrollo del
milenio de la FAO (2010), puesto que, el número de personas que sufren hambre en el mundo,
sigue siendo inaceptablemente elevado, no obstante el dato reciente es que se redujo la cifra por d e-
bajo de los mil millones. Se estima, que el número de personas que s ufrieron hambre crónica en el
año 2010, fue de 925 millones en el mundo (FAO 2010a). Por lo que es necesario impulsar el desa-
rrollo de la ciencia hacia la búsqueda activa de nuevos enfoques de producción que garanticen mayor
eficiencia para enfrentar los crecientes problemas de seguridad alimentaria en los países pobres.
Por otro lado existen limitantes financieras para adquirir cereales y fuentes proteicas para la
alimentación animal, compitiendo incluso con la alimentación humana (FAO 2008, Da Silva et al.,
2009), entonces la búsqueda de nuevas alternativas alimentarías constituye una tarea de primer or-
den (Rodríguez y Elías 2005).
Las nuevas exigencias y oportunidades en los mercados alimentarios, las tendencias de produc-
ción con el mínimo desperdicio en todas las actividades tecnológicas del nuevo orden mundial y el
cada vez más importante reclamo de la humanidad por el cuidado del medio ambiente, colocan en un
plano prioritario la preocupación por la utilización de los residuos agroindustriales (Álvarez 2003).
Brizuela et al. (2007), manifiestan que uno de los métodos más prometedores para la producción
de proteína no convencional lo constituye la Fermentación en Estado Sólido (FES) de los residuos
agrícolas lignocelulósicos, lo cual está determinado en primera instancia, por los grandes v olúmenes
de estos residuos que se producen anualmente en el mundo, y en segundo lugar, por las ventajas que
tiene el sistema de FES sobre las fermentaciones sumergidas convencionales.
Una aplicación del criterio anterior es el uso de residuos agroindustriales de caña de azúcar en la
producción de alimento animal enriquecido en proteína por FES, desarrollado en Cuba, en donde se
han obtenido alimentos como la Saccharina y el Bagarip, entre los más destacados, por sus aplicacio-
nes como sustitutos parciales de alimentos tradicionales y como suplementos dietéticos en algunos
animales (Julián y Ramos 2007). La Saccharina es un producto obtenido por fermentación de los
tallos de caña de azúcar desprovistos de las hojas, suplementado con urea y sales minerales (Elías et
al. 1990), y el Bagarip (bagazo rico en proteínas), es el resultado de los estudios realizados en el per-
feccionamiento de la Saccharina, que elimina las principales deficiencias de las tecnologías preceden-
tes. Este alimento y su tecnología de producción están registrados en Cuba (Pedraza et al., 1994).
Se estima que 200 millones de toneladas de materia seca son ensilados en el mundo anualme nte,
a un costo de producción entre 100-150 USD.T-1. Este costo comprende: la tierra y el cultivo (50%),
segado y polietileno (30%), silo (13%) y aditivos (7%). Agricultores de países como Holanda, Ale-
mania y Dinamarca almacenan más del 90 por ciento de sus forrajes como ensilaje. Aún en países
con buenas condiciones climáticas para la henificación, como Francia e Italia, cerca de la mitad del
forraje es ensilado. Las cosechas más importantes para el ensilaje a nivel mundial son las de maíz,
alfalfa y pastos, aunque también se ensilan trigo, sorgo y algunas legumbres (Molina et al. 2004).
Viniegra (1981) cita al Biofermel, como un producto desarrollado por Pablo Pérez Gavilán, del
Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, fruto de la fermentación en estado sólido
(FES) al mezclar melaza, bagazo de caña de azúcar (o rastrojos de maíz, paja de trigo o de sorgo),
estiércol, urea y agua. Con él se puede sustituir 50 por ciento de los alimentos balanceados que co n-
sume el ganado lechero y hasta 70 por ciento de los que consume el ganado de e ngorda (Díaz 1999).
En el contexto geográfico, Ecuador es un país de tradición agropecuaria donde la ganadería de
leche es de mucha importancia, los ganaderos sostienen que el país ahorra 500 millones de dólares
norteamericanos anuales al no tener que importar leche, además esta actividad genera trabajo directo
para más de 1,5 millones de ecuatorianos con una producción nacional de leche de 5 100 000 L.d-1
(Grijalva 2013). Aunque los productores pobres en algunos casos tienen uno o dos animales para la
producción de leche y las crías las guardan como reemplazo o para vender y obtener ingresos. Así se
convierten en una “cuenta bancaria con patas” (Reist et al. 2007). La población bovina estimada en
Ecuador para el año 2012 fue de 5,24 millones de cabezas (Censo Nacional Agropecuario 2012).

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DÍAZ MONROY ET AL.: EL IMPACTO DE LA BIOTECNOLOGÍA CONVENCIONAL…

En el siguiente gráfico se puede observar la dependencia de suplementos en la alimentación de


las vacas:

Gráfico 1. Formas de alimentación del ganado bovino en el Ecuador.


Fuente: Censo Nacional Agropecuario, 2012.

Por otro lado en Ecuador la producción de maíz suave ocupa 220 700 ha aproximadamente y de
maíz duro 1084 000 ha, lo cual genera residuos en el orden de 7,83 millones de toneladas al año
(Censo Nacional Agropecuario 2012), esto evidencia la gran bio-disponibilidad de residuales apro-
vechables para alimentación animal. En el siguiente gráfico se observa el aporte de la zona de in-
fluencia de esta investigación (Región Sierra, en el Ecuador) a la producción lechera del país, ubi-
cándose como la más importante en esta rama:

Gráfico 2. Contribución regional a la producción de leche en Ecuador.


Fuente: Censo Nacional Agropecuario, 2012.

De allí la importancia de buscar nuevas alternativas para mejorar los rendimientos productivos
y económicos para este sector, quizá la mejor forma de hacerlo es abaratando los costos de produc-
ción y hablando específicamente de la ganadería bajando los costos de la alimentación, dado que
actualmente se vuelve poco rentable alimentar ganado con concentrado, suplementos, melazas, etc.,
por sus elevados costos. Se calcula que los costos de producción de leche con la tecnología actual de
alimentación, incluyendo concentrados, son de USD 37,5/100 kg a nivel mundial, para América del
Sur oscilan entre USD 25 a 30/100 kg de leche, encontrando precios más bajos en África, pero sig-
nificativamente más altos en América del Norte y Europa (FAO 2010b).
Finalmente el consumo mundial de leche por habitante en el año 2009 fue de 105,12 kg, los la-
tinoamericanos consumen en promedio 107 kg por habitante por año, es así que de los 1611 gramos
diarios de alimento (FAO-Food Security, 2008) que en promedio consumen, el 16,4% es el equiva-
lente en leche que incluye líquido y los derivados. Al tener en cuenta que en promedio en América
Latina el 30,7% (FAO - Food Security, 2008) de los gastos del hogar se destinan a alimentación, se
podría deducir que el 4,9% es lo que se destina al consumo de leche dentro de los gastos del hogar.

53
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Por lo que resulta imprescindible estudiar alternativas para incrementar la producción de leche y
bajar los costos y con ello contribuir a la seguridad alimentaria de la población.
En tal sentido el objetivo de este trabajo fue analizar y evaluar el aporte e impacto que ha gene-
rado el uso de la Biotecnología convencional mediante su aplicación en la Producción animal a
través de una innovación tecnológica específica, el producto BIORÉS, para aportar a la seguridad
alimentaria de la población en Ecuador, mediante un alimento básico como es la leche de vaca.

La biotecnología en el Ecuador
Con respecto a la biotecnología existen diferencias profundas en el nivel de progreso de las activida-
des de investigación entre los países de la región Andina. En el área de la agricultura, los principales
protagonistas son Colombia y Perú, seguidos por Bolivia y Ecuador (CAF 2003). Actualmente el
Ecuador aplica Biotecnología en el Sector de producción animal en áreas como: Inseminación artif i-
cial, transferencia de embriones, desarrollo de métodos de diagnóstico en sanidad animal, crio co n-
servación de semen y embriones, reversión del sexo en peces (trucha y tilapia), aprovechamiento de
residuos agroindustriales mediante fermentaciones en estado sólido para ganado mayor.
Ecuador es parte de algunos tratados internacionales relacionados con la Biotecnología (Peña,
2003), tales como:
 La Convención sobre la Diversidad Biológica. Río de Janeiro, Brasil, 1992.
 El Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la
Diversidad Biológica. Montreal, 2000.
Además Ecuador posee algunas capacidades indispensables para el desarrollo de la Biotecnolo-
gía (Chico, 2010), tales como:
 Se evidencia un desarrollo considerable de la agrobiotecnología.
 Se dispone de un diagnóstico actualizado del estado de la agrobiotecnología.
 Se registran 53 laboratorios de los diferentes sectores. Una mayor presencia de labora-
torios se concentra en las provincias de Pichincha y Guayas.
 Significativo incremento de laboratorios en la última década, principalmente en los sec-
tores privado y académico.
 Aplicación de la biotecnología principalmente en el campo vegetal.
 La aplicación de biotecnologías modernas es reciente y a nivel experimental.
 Incremento en el talento humano involucrado con el tema: 32 profesionales con nivel de
PhD., 45 a nivel de maestría y 96 con título de tercer nivel.
 Catálogo Nacional de laboratorios.
 Portal web sobre Agro biotecnología en el Ecuador (www.abtecuador.com).
Por otro lado la nueva Constitución Política del Ecuador aprobada en el año 2008, en su artículo
401, declara al país, libre de cultivos y semillas transgénicas. Excepcionalmente, y sólo en caso de
interés nacional debidamente fundamentado por la Presidencia de la República y aprobado por la
Asamblea Nacional, se podrán introducir semillas y cultivos genéticamente modificados. El Estado
regulará bajo estrictas normas de bioseguridad, el uso y el desarrollo de la biotecnología moderna y
sus productos, así como su experimentación, uso y comercialización. Se prohíbe la aplicación de
biotecnologías riesgosas o experimentales.

Identificación del problema y alternativa de solución planteada aplicando la


biotecnología
En este caso la problemática identificada tiene dos componentes:
1. La existencia de grandes cantidades de residuos orgánicos contaminantes que el sector pro-
ductivo agropecuario genera y no son tratados ni bien aprovechados.

54
DÍAZ MONROY ET AL.: EL IMPACTO DE LA BIOTECNOLOGÍA CONVENCIONAL…

2. Los altos costos que representa la alimentación suplementaria del ganado lechero, en época
de escasez de pasto, ubicando el costo del litro de leche en 37 centavos de dólar y el precio
a la venta en despensas para el consumidor en 75 centavos de dólar, la actividad ganadera
es la principal fuente de ingresos en la economía agropecuaria del Ecuador, y principal
componente de la seguridad alimentaria de la población rural.
Como alternativa se planteó, estudiar el aprovechamiento de residuos orgánicos contaminantes,
tales como: rastrojo de maíz, trigo, cebada, fréjol, arveja, excretas del ganado, suero de leche, gua-
yaba (fruta), brócoli, hojas de plátano, bagazo y hojas de caña de azúcar, para mediante el proceso
de ensilaje por Fermentación en Estado Sólido (FES) con apoyo de microorganismos eficientes ó
activadores contenidos en los mismos residuos (excretas de ganado, contenido ruminal y suero de
leche), obtener un producto alimenticio denominado BIORÉS, término que significa alimento Bio-
lógico para reses o vacas, el cual tiene calidad sanitaria garantizada y valor nutricional mejorado,
tanto para vacas lecheras, como para otras especies de animales zootécnicos del tipo rumiantes,
estos ensilajes biológicamente acelerados obtienen un gran valor agregado que dado su volumen
pueden reemplazar a fuentes alimenticias costosas como los concentrados y suplementos. Un bene-
ficio adicional es el corto período de tiempo que un ensilaje de este tipo necesita para ser utilizado
como alimento (aproximadamente 25 días de fermentación) (Díaz 2002).

Metodología utilizada
La investigación se realizó en Ecuador, durante 2 años, en zonas con un promedio de altitud de 2800
msnm, temperatura promedio 15ºC, humedad relativa de 68 % y precipitación de 650 mm anuales.
Se efectuaron tres ensayos independientes en vacas lecheras de tres fincas de la región Sierra, cada
ensayo contó con 80 animales en producción), en donde se formuló, elaboró y estudió las caracterís-
ticas del bioensilaje de residuos agroindustriales de maíz principalmente (BIORÉS) y su influencia
en el comportamiento productivo de vacas Holstein mestizas de entre cuatro y cinco años de edad,
todas de tercera lactancia y ubicadas en el segundo tercio de la etapa (entre 90 y 210 días post par-
to), con un peso promedio inicial de 490 +/- 12 kg, bajo un diseño completamente aleatorizado, en
cada ensayo, el trabajo se dividió en tres etapas:
1. Formulación del inóculo microbiano: agua 45%, urea 1%, sal mineral 1%, melaza 20% y
suero fresco de leche (33%), la mezcla se homogenizó y mantuvo tapado durante ocho días
a temperatura ambiente (12°C) del sitio de la investigación, cronológicamente se midió el
pH como variable fermentativa, hasta alcanzar un valor de 4,3. El inóculo, según Díaz et al
(2013), corresponde a un material líquido, rico en bacterias ácido lácticas (≥ 4,31x106
UFC.g-1), sin patógenos, concentración de ácido láctico, succínico, pirúvico, propiónico,
butírico y acético de: (0,12),(0,08),(0,07),(0,0037),(0,00037) y (0,0037) mg.mL-1, respecti-
vamente, contenido de enzimas proteasas y amilasas de 9,62 y 7,38 mg.mL-1, respectiva-
mente, además de 1,38% de Nitrógeno total y otras características adecuadas para ser con-
siderado como inóculo microbiano de ensilajes.
2. Se ensiló, mezclando los residuos del rastrojo de maíz, picados en trozos de 5 cm, en pro-
porción de 1 L de inóculo más 3 Kg de residuos picados. Esta mezcla se colocó en silos de
madera tipo cajón, de 1 m3 cada uno, con capacidad para 800 Kg.silo-1, se compactaron pa-
ra eliminar la presencia de oxígeno, y, se sellaron herméticamente con plástico de polieti-
leno negro. La fermentación duró 22 días, según Díaz (2002). El producto o ensilaje obte-
nido se le denominó “BIORÉS”, en donde se midió pH y su composición bromatológica,
según AOAC (1995), al final del proceso, es decir al momento de la apertura del silo, con
un muestreo por triplicado de cada tratamiento, para ello se tomó 500 g de muestra en cada
muestreo y de diferentes puntos del silo, en frascos de vidrio color ámbar con tapa rosca,
inmediatamente se refrigeró e inició el análisis de laboratorio correspondiente.
3. Las vacas se adaptaron al ensilaje ad libitum durante 30 días. Los 90 días posteriores se
suministró 5 Kg de ensilaje a cada vaca (cantidad determinada en el periodo de adaptación

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

inicial), una vez al día, durante el primer ordeño entre las 6:00 y 7:00 h, en comederos in-
dividuales dispuestos en el establo, luego se pastoreó por nueve horas diarias en una prade-
ra con una mezcla forrajera formada por Pennisetum clandestinum (kikuyo) (60%), Lolium
perenne (Raigras perenne) (20%) y Trifolium repens (trébol blanco) (20%), con el sistema
de soga de 3 m de largo, según el método de Haydock y Shaw (1976) y se calculó el área
de pastoreo a través de dos cambios de sitio.día-1.
Las variables determinadas fueron: el control del peso vivo de los animales al inicio y al final
del estudio, con el uso de una báscula marca Toledo, con capacidad para 600 kg y una sensibilidad
de 0,1 kg, la producción diaria de leche (en L), condición corporal (Ferguson et al. 1994), ciclicidad
reproductiva (presencia de estro), y análisis económico (beneficio/costo) (Veloz 2004). Los datos se
analizaron a través del paquete estadístico INFOStat/L versión 2008 (Di Rienzo et al., 2008), con la
inclusión de la separación de medias según Duncan (1955) (≤ 0,05).

Resultados
Los análisis de laboratorio, las pruebas in vivo, y las respuestas al procesamiento de datos, obtenidos
al evaluar el producto BIORÉS, cuya fórmula es: 90% rastrojo de maíz, 3.5% melaza, 1% sales
minerales, 2% urea y 3.5% de suero de leche, reportaron los resultados contenidos en el Cuadro 1.
Cuadro 1. Composición nutricional del BIORÉS, rendimiento productivo en vacas lecheras y bene-
ficio económico para los productores
Indicadores Ensayo 1 Ensayo 2 Ensayo 3 Promedio Cv Tecnología
determinados (80 vacas) (80 vacas) (80 vacas) (%) tradicional o
actual
21,56 22,05 21,90 21,84 4,6 25,80
Materia seca (%)
15,83 16,11 16,08 16,00 5,2 11,06
Proteína (%)
29,67 30,54 28,97 29,73 3,6 38,75
Fibra (%)
4,2 4,1 4,0 4,1 2,6 NA
pH (Valor de 0 a 14)
502,70 496,60 492,80 497,37 6,1 497,45
Peso vivo inicial, Kg
35,80 36,60 37,30 36,57 4,9 28,40
Ganancia de peso, Kg
Producción promedio
14,85 15,05 15,21 15,04 3,2 10,55
de leche,L.vaca-1.d-1
Condición corporal,
3,75 3,79 3,74 3,76 4,7 3,65
puntos
Ciclicidad reproductiva
89,46 90,48 91,35 90,43 2,8 80,68
(%)
1,23 1,25 1,26 1,25 3,4 1,08
Beneficio/costo (USD)
CV %: Coeficiente de variación en porcentaje NA: No aplicable
Fuente: Elaboración propia, 2013

La producción de alimento animal por fermentación en estado sólido de residuos agroindustria-


les, tal cual es nuestro caso, ha alcanzado notables avances a pesar de algunas limitaciones, tanto por
los resultados en el incremento de la masa microbiana como por la formación de productos (Julián y
Ramos 2007).
El valor bajo del pH (4,1) indica que el suero de leche junto a la melaza (Ventura et al. 2012),
las sales minerales y el agua, actúan como un bioacelerante y estabilizador del proceso de fermenta-
ción, mediante la proliferación a gran escala de bacterias acido lácticas homo y heterofermentativas,
estas producen ácidos orgánicos como el láctico y acético, que logran descender el pH del medio
(García et al. 2005), por tanto eliminar los patógenos (Dallaire et al. 2006 y Piñeros et al. 2011), sus
enzimas además degradan la fibra (celulosa) y con ello mejoran la digestibilidad del producto cuan-

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DÍAZ MONROY ET AL.: EL IMPACTO DE LA BIOTECNOLOGÍA CONVENCIONAL…

do es consumido por un animal rumiante como las vacas lecheras, finalmente los microorganismos
se incorporaron en forma de biomasa, con el aporte de proteína al producto final, esto fue demostra-
do por Brizuela et al. (2007), al utilizar activadores microbianos en los procesos de transformación
de residuos hacia alimento para animales, cuando trabajó con residuos de la cosecha cañera elevan-
do del 6 al 10 % la proteína con el uso de Aspergillus terreus H6-39-4, en trabajos similares de
Veloz (2004), Ayavaca (1999) y Auquilla (2002), se obtuvieron resultados semejantes con relación
al descenso del pH, de igual manera lo demuestra Sampaio et al. (2013), en ensilaje de pastos tropi-
cales, todo esto en un período de tiempo relativamente corto (25 días), corroborado por Piñeros et
al. (2011), quien necesitó cuatro semanas para lograr la fermentación completa al ensilar residuales
de café, guayaba, morera, cítricos, plátano, arveja y frejol, junto al 3% de melaza.
BIORÉS, es calificado como un alimento suculento, con buena humedad (78%), con agradables
características organolépticas en cuanto a olor, color y textura, así como con una buena composición
nutricional, materia seca (22%), proteína (16%) y fibra (30 %), lo cual está en dependencia de los
materiales que se usan para el ensilaje (Piñeros et al. 2011).
Los resultados para la ganancia de peso de los animales, la producción de leche y la condición
corporal, expresados en el Cuadro 1, demuestran que al usar BIORÉS como alimento para vacas
genera mejores rendimientos que con los sistemas de alimentación actuales. La producción prome-
dio de leche por día expresada en litros.día -1, experimentó un incremento del 42,56% con relación a
las vacas alimentadas con la tecnología tradicional, de esta forma se establece que el suministro de
bioensilaje de residuos de maíz, incrementa la producción de leche en las condiciones de manejo del
trabajo experimental.
El incremento de producción de leche demostrado en las 380 fincas beneficiarias que adquirieron
la tecnología oscila entre el 15 y el 40 %, con una reducción del costo de producción de leche de 36
centavos de dólar que cuesta con la tecnología actual o tradicional a 27 centavos de dólar con la tecno-
logía de producción y uso del BIORÉS, para lograr un beneficio/costo de hasta 1,26.
Si la tecnología propuesta fuese adoptada a nivel de país, se proyecta un incremento de produc-
ción de leche que oscilaría entre 765 000 a 2040 000 L.dia-1, es decir un aumento del 15 al 40 % con
relación a la producción con la tecnología actual o tradicional, este logro sumado a la disminución
del costo de producción en 9 centavos.L-1, determina un beneficio económico de entre 275 400 y
734 400 dólares.día-1, ó lo que es igual, de 100 a 268 millones de dólares.año-1, lo cual es un aporte
muy interesante a la economía del país, a la calidad de vida y buen vivir de sus habitantes y con
certeza un aporte a la seguridad alimentaria del Ecuador.
La condición corporal de las vacas interpretada según la guía de Ferguson et al. (1994), al final
de los ensayos, se ubica en un calificativo cercano a “vaca gorda” (valores mayores a 3,75 y meno-
res de 4,25), esto significa que la vaca tiene buen estado de carnes y buenas reservas alimenticias
para su siguiente parto.
Durante el tiempo que duró la investigación se observaron y registraron la presencia de signos
de esto en las vacas, de tal forma que no se inseminaron ni dieron monta natural, así se determinó un
90,43% de ciclicidad reproductiva, índice superior al determinado (80,68%) en las vacas del grupo
control o alimentadas aplicando la tecnología tradicional, este valor logrado se considera adecuado
para este tipo de explotación ganadera en Ecuador.
Los resultados fueron entregados al sector productivo ganadero del Ecuador mediante un plan
de transferencia tecnológica, el cual apunta a beneficiar principalmente a pequeños productores y
sus familias, quienes dependen económicamente de la producción de sus animales domésticos, di-
cho Plan consistió en un Sistema de capacitación continua, mediante días técnicos de campo, talle-
res demostrativos y charlas de difusión, actividades realizadas en las mismas fincas ó en las sedes de
los gremios que abarcan a los productores pecuarios o grupo meta de beneficiarios.

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Conclusiones
1. Se aprovechó recursos residuales agroindustriales como el rastrojo de maíz y el suero
de leche, materiales abundantes, contaminantes y mal aprovechados en Ecuador, me-
diante una tecnología sencilla, pero moderna (el Bioensilaje) y de fácil adaptación a la
realidad nuestra.
2. Se obtuvo un producto alimenticio ensilado inocuo (BIORÉS), apto para el consumo de
vacas lecheras y otras especies zootécnicas del tipo rumiantes, con una buena composi-
ción nutricional, bajo costo y de fácil elaboración.
3. El BIORÉS, al ser suministrado como suplemento alimenticio para vacas lecheras, ge-
nera un incremento en la producción de leche en rangos que van del 15 al 40 %, además
por su bajo costo reduce a su vez el costo de producción de leche en 9 centavos de dó-
lar.L-1, y, genera un beneficio/costo para el productor de hasta 1,26 esto significa que
por cada dólar invertido en esta actividad económica se obtiene una ganancia bruta de
26 centavos de dólar, lo cual supera en 5 veces el rendimiento financiero actual que los
bancos pagan por inversión de capital en Ecuador.
4. La tecnología desarrollada, por sus características, es de fácil transferencia, el grupo
meta son los ganaderos del rubro leche localizados principalmente en la Serranía ecua-
toriana, en donde se ha capacitado a 380 de ellos, y queda como tarea siguiente la trans-
ferencia tecnológica a los demás ganaderos interesados.
El aporte de este trabajo está demostrado con cifras económicas reales, lo cual ha generado un
impacto positivo en la economía y calidad de vida de los ganaderos y se constituye en un aporte
importante hacia la seguridad alimentaria en el Ecuador.

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DÍAZ MONROY ET AL.: EL IMPACTO DE LA BIOTECNOLOGÍA CONVENCIONAL…

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partir de la caña de azúcar y el producto obtenido”, Patente cubana A23K 1/22 337), La
Habana, Cuba.
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Doctoral en Derecho penal. Universidad de Barcelona, España.
Piñeros, R., D. Villalba, V. Holguín, y J. Mora (2011). “Comportamiento poblacional de microorga-
nismos en ensilajes a base de subproductos de cosecha de la región cafetera del Norte del
Tolima”. Tesis de Maestría en Ciencias Pecuarias. Universidad de Tolima, Colombia.
Reist, Sabient; Hinterman, Felix; Sommer, Rosemarie (2007). “Revolución Ganadera: ¿Una Opor-
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Viniegra, G. (1981). Potencial del uso del estiércol en la alimentación de bovinos. Instituto de in-
vestigaciones biomédicas. UNAM. México.

SOBRE LOS AUTORES


Byron Díaz Monroy: Ingeniero Zootecnista, Master en Biotecnología, Profesor titular Universitario
en el Ecuador, Jefe del Laboratorio de Biotecnología animal de la ESPOCH, estudiante de Doctora-
do en la Universidad Agraria de La Habana, Cuba, en el área de Biotecnología para la producción
animal, dedicado a la investigación en el área de la microbiología, la Biotecnología, la Bioética, la
seguridad alimentaria y la producción limpia. Intereses: contribuir al adelanto científico y económi-
co del Ecuador y América Latina, mediante el desarrollo de ciencia y tecnología apropiadas, actuar
siempre con equidad y justicia en procura de una sociedad más humanizada. Formar profesionales
íntegros con apego a la ética y respeto a la naturaleza y a la vida.

60
DÍAZ MONROY ET AL.: EL IMPACTO DE LA BIOTECNOLOGÍA CONVENCIONAL…

Arabel Elías Iglesias: Se desempeña como Investigador titular en el Instituto de Ciencia Animal
“ICA”, es Doctor en Ciencias Veterinarias, graduado en la Universidad de Aberdeen Escocia, Héroe
del trabajo de la República de Cuba. Su laborioso aporte ya sea como Director, Miembro activo o
Miembro honorario de varias instancias científicas y políticas, ha estado orientado a la búsqueda de
soluciones innovadoras mediante la ciencia y la técnica, de problemas diversos de la producción
animal en varios países, se ha destacado por sus investigaciones en el campo del aprovechamiento
de residuos agroindustriales mediante el uso de microorganismos benéficos activados, iniciando con
el trabajo en Saccharina para buscarle potencial de uso a los residuos de la caña de azúcar en la
alimentación animal, habiendo desarrollado varias tecnologías en esa línea de la investigación hasta
la actualidad. Con una gran visión humanista y de un hombre de paz y trabajo, ha sido reconocido
con muchos premios que demuestran el gran aporte que ha dado a la Sociedad en general.

Elaine Valiño Cabrera: Licenciada en Microbiología, Doctora en Ciencias Veterinarias e Investi-


gador titular en el Instituto de Ciencia Animal. Líneas de investigación que desarrolla, Obtención y
caracterización de alimentos y aditivos en la Disciplina de Biotecnología Agropecuaria y diseña
estrategias para la alimentación alternativa para la ganadería. Ha trabajado en investigaciones muy
importantes sobre el Enriquecimiento proteico de residuos agroindustriales por vía biotecnológica.
Ha publicado 22 artículos como autor principal y 10 como coautor. Ha participado en más de 70
eventos nacionales e internacionales como autor principal. Participación en 15 proyectos de investi-
gación donde se dirigieron como autor y varias etapas de investigación. Es miembro del Tribunal
Nacional de Zootecnia y coordinadora del Programa de Doctorado Curricular de Producción Ani-
mal. Es miembro del comité editorial y árbitro de la Cuban Journal of Agricultural Science. Es
miembro de 14 organizaciones científicas. Actualmente asesora la Dirección de Ciencia y Técnica
del MES de la República de Cuba, además de su función como investigadora. Ha tutorado varios
estudiantes de diploma, maestría y de doctorado. Ha sido parte de tribunales de doctorado, y ha
realizado oposición a varias tesis de doctorado. Tiene una Patente de autor de invención por Oficina
Cubana de Propiedad Intelectual. Ha obtenido importantes resultados de investigación que han sido
premiados por diferentes organismos e instituciones, se incluyen entre ellos 3 Premios otorgados
por la Academia de Ciencias de Cuba, siete logros científicos, Premio de la Organización Mundial
de la Propiedad Intelectual (OMPI), Ginebra-Habana, los cuales demuestran el gran aporte a la so-
ciedad con el uso de tecnologías apropiadas para el medio ambiente.

61
Innovación en el sector de las publicaciones
científicas: el caso del movimiento
de Acceso Abierto
Karim J. Gherab Martín, Universidad CEU San Pablo, España

Resumen: El presente artículo analiza la apropiación del movimiento de Acceso Abierto (Open Access) por parte de dos
disciplinas con objetos de estudio, valores y prácticas muy distintas: la física de altas energías y la biomedicina. Para
ello, se hace primero una introducción a la innovación desde una perspectiva sociológica, y posteriormente, se aplican
algunos de estos conceptos al modo en que el Acceso Abierto ha ido evolucionando en las dos disciplinas científicas
antes mencionadas. El estudio de la apropiación del Acceso Abierto por parte de la comunidad científica confirma
estudios anteriores relacionados con el concepto de tecnociencia.

Palabras clave: acceso abierto, tecnociencia, innovación, publicaciones científicas, comunidades científicas, sociología
de la ciencia

Abstract: This article analyzes the appropriation of the Open Access movement by two disciplines that have very different
values and practices: the high energy physics community and the biomedicine community. First, we will focus on the
concept of innovation from a sociological perspective. Later on, some of these concepts will be applied so that to study
how Open Access has evolved in the two aforementioned scientific disciplines. The study of the appropriation of OA by
the scientific community confirms previous studies related to the concept of technoscience.

Keywords: Open Access, Technoscience, Innovation, Scientific Publications, Scientific Communities, Sociology of Science

Introducción al concepto de innovación

E l primer pensador en analizar en profundad el significado de la innovación desde el con-


texto economicista fue el economista austro-estadounidense Joseph A. Schumpeter
(1976). Schumpeter acuñó la afortunada expresión “destrucción creativa”, definiendo la
innovación como un proceso de transformación y de fabricación de lo nuevo (creación) al mismo
tiempo que va demoliendo lo antiguo (destrucción). Si tomamos la definición de Schumpeter
como premisa, vemos que el adagio hispano de “renovarse o morir” se ajusta perfectamente al
oxímoron schumpeteriano. Cualquier sector industrial corre un riesgo cierto de verse superado
por un reciente invento o descubrimiento tecnocientífico. En el presente artículo, veremos cómo
ha afectado la irrupción de internet al sector de las publicaciones académicas, y mas concreta-
mente a las comunidades científicas de la física de altas energías y de la biomedicina.
El estudio de la innovación es marcadamente multidisciplinar y multiagente (ver Fig. 1). Por
ello, la innovación puede ser definida de manera distinta en función de la disciplina que la estu-
dia. El vocablo ‘innovación’ tiene significados ligeramente diferentes, por ejemplo, para un eco-
nomista y para un sociólogo (Manual de Oslo, 2005). En economía la innovación suele clasifi-
carse en función de los resultados obtenidos; se habla entonces de innovaciones radicales,
innovaciones marginales, o innovaciones de ruptura. En sociología, en cambio, el acento se pone
en la apropiación de un producto, servicio, proceso o modelo novedoso por parte de la sociedad o
por parte de un conjunto de miembros que conforman una comunidad más o menos numerosa.
Desde la perspectiva política y del derecho, los estudios sobre innovación se orientan, respecti-
vamente, hacia las políticas públicas que hay que poner en marcha para estimular la innovación y
hacia las licencias de propiedad intelectual (incluidas las patentes) que proyectan más eficiente-
mente la innovación en el tejido productivo. Los expertos en administración de empresas y ges-

Revista Internacional de Ciencia y Sociedad


Volumen 1, Número 2, 2014, <http://ciencia-sociedad.com>, ISSN 2340-9991
© Common Ground. Karim J. Gherab Martín. Todos los derechos reservados.
Permisos: soporte@commongroundpublishing.com
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

tión del cambio (change management) diseñan modelos organizativos apropiados para el fomen-
to de la innovación y la creación de sinergias. Los psicólogos elaboran métodos que faciliten la
creatividad, el nacimiento de ideas originales. Por último, los tecnólogos e ingenieros diseñan los
dispositivos procurando anticipar los usos que harán los clientes finales.
Fig. 1. La innovación es una actividad que requiere de la participación de múltiples agentes (mul-
tiagente) y que invoca múltiples disciplinas (multidisciplinar).

Fuente: Elaboración propia.

Además, conviene señalar una confusión bastante común: es frecuente escuchar que los tér-
minos ‘invención’ e ‘innovación’ como sinónimos, cuando en realidad tienen significados dife-
rentes. Una definición que cumple con los requisitos de la mayoría de disciplinas y que distingue
entre el acto de inventar y el proceso de innovar es la siguiente (Gaglio, 2011): una innovación es
una invención que se ha extendido, que ha sido definitivamente adoptada por la sociedad o por
una comunidad de usuarios. Esta será la definición que nos interesa aquí y sobre la que reposarán
nuestros argumentos en el presente artículo. En este sentido, una invención representa un estado
concreto de las cosas: un nuevo instrumento científico o un nuevo modelo organizativo. Una
innovación representa un proceso: los pasos que hay que dar (o que se han dado) para que el
invento se comercialice o se implemente con éxito. Desde un punto de vista socioeconómico, los
inventos cuya expansión en el seno de una red de usuarios fracasa no son pues innovaciones.
Tomando como cierta la definición multidimensional de la innovación, a saber, que se trata de
una actividad típicamente multidisciplinar y multi-agente, aquí nos limitaremos a analizar la
innovación únicamente desde tres perspectivas: la tecnológica, la económica, y la sociológica. Y
lo haremos para analizar el modo en que dos comunidades científicas, la física de altas energías y
la biomedicina, se dado forma a un movimiento nacido a finales del siglo XX en el sector de las
publicaciones académicas: el movimiento de Acceso Abierto (Guédon, 2004; González Quirós y
Gherab Martín, 2009).
Podríamos haber utilizado más vectores para analizar la adopción de versiones de Acceso
Abierto diferentes por parte de estas dos comunidades científicas. No obstante, justificamos a
continuación porqué nos centraremos únicamente en estos tres vectores de la innovación:
1. La economía, por medio de Schumpeter, fue el origen de las reflexiones modernas sobre
innovación;
2. La tecnología es la actividad que más a menudo aparece mencionada junto a la innova-
ción, hasta tal punto que muchas personas, equivocadamente, piensan que ambos térmi-
nos son sinónimos o, como poco, que son inseparables;

64
GHERAB MARTÍN: INNOVACIÓN EN EL SECTOR DE LAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS

3. La última realización a la que nos referiremos, la sociológica, afecta al modo en que el


público y los agentes de la ciencia pueden afectar a la propia forma en que los científi-
cos comunican entre sí sus descubrimientos.

La innovación como realización económica


Como se ha dicho, la aproximación económica a la innovación tiene su origen en Schumpeter,
quien fue el primero en señalar la innovación como un importante factor que afecta a los ciclos
económicos. Pero en su primer libro sobre esta cuestión, publicado en 1911, Schumpeter no ha-
blaba de “innovación” como tal, sino de “nuevas combinaciones productivas”, que podían mate-
rializarse de cinco formas diferentes:
§ Un nuevo producto o un mismo producto que incorpora nuevas y genuinas propiedades;
§ Un nuevo método de producción;
§ Apertura a nuevos mercados;
§ Acceso a nuevas fuentes de materias primas;
§ Nuevas formas de organización.
Según Schumpeter (1976), la innovación comienza gracias al empuje inicial de emprendedo-
res audaces (en nuestro caso, científicos audaces) a los que, con el tiempo se van uniendo otros
emprendedores o grupos de emprendedores (en nuestro caso, comunidades científicas pertene-
cientes a disciplinas específicas). Estas agrupaciones o cúmulos de emprendedores van expan-
diéndose hacia diversos dominio de la economía y de la industria hasta desplazar completamente
a los sectores tradicionales (en nuestro caso, el sector de las publicaciones científicas). Se produ-
ce entonces una transformación que no es exógena, es decir, no es debida a eventos contingentes
externos como las guerras o las revoluciones, sino que es endógena: la innovación transforma la
sociedad capitalista desde dentro (en nuestro caso, hablaremos de sociología de la ciencia, donde
los indicadores de impacto de las revistas académicas desempeñan la función del competitivo
engranaje capitalista).
Schumpeter insistía en que la innovación es la pulsión interna del capitalismo, la que man-
tiene en movimiento y bien engrasada su maquinaria. Son los nuevos objetos de consumo, los
nuevos métodos de producción y de transporte, los nuevos mercados, los nuevos tipos de organi-
zación industrial, etc., los que provocan, en sus propias palabras (tomando prestada a propósito la
analogía biológica), la “mutación industrial” característica de la sociedad capitalista. Además,
este proceso de continua destrucción de los elementos viejos y desfasados por elementos nuevos
y rupturistas es consustancial al capitalismo. Se trata de un proceso de “destrucción creativa”
inevitable. Y una vez que las innovaciones son adoptadas a gran escala, entonces se distinguen de
las inventos, que tienen un carácter local (escalas pequeñas). En la actualidad, sin dejar de ser
válidas las materializaciones de la innovación mencionadas por Schumpeter, se han reformulado
y se han añadido nuevos tipos de innovación: la innovación de producto, la innovación de proce-
sos, la innovación organizativa o de gestión, la innovación en servicios, la innovación social.
Otra característica distintiva de la innovación: su pluralidad axiológica (Echeverría, 2002;
Echeverría y Unceta, 2012), es decir, que, en función de los agentes que la llevan a cabo, puede
satisfacer valores muy diversos: un empresario quiere innovar para aumentar la rentabilidad de su
negocio; un ingeniero procura innovar en aras a hacer más eficiente una máquina; una ONG
busca mejorar sus procesos de atención a los necesitados motivada por unos valores sociales; una
orden religiosa, además de motivaciones sociales, tiene el deber de ayudar al prójimo empujada
por valores religiosos (ya sean creencias cristianas o de otro tipo).
En resumen, las innovaciones tienen una tipología variada, son multidisciplinares, multi-
agente y axiológicamente plurales. La ecología de la innovación es pues compleja. Cabe esperar
entonces que los mecanismos de propagación y de aceptación de los diversos tipos de innovación
sean también muy variados.

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

La innovación como realización tecnológica


Pueden hacerse las siguientes consideraciones generales en relación a la innovación tecnológica:
§ La innovación tecnológica puede estar presente en otros tipos de innovación. Si este es el
caso, podemos acuñar la expresión “innovación tecnológica en segunda derivada” para re-
ferirnos a esta situación. Por ejemplo, las innovaciones organizacionales y las innovacio-
nes en servicio pueden requerir ciertos tipos de destrezas, es decir, de unas técnicas muy
concretas; además, las tecnologías pueden producir cambios organizacionales radicales.
§ La tecnología forma parte de la sociedad. La tecnología forma parte de la cultura humana
(recuérdese el término artefacto, que proviene del griego techné y que significa “fabrica-
ción artística de algo”). El hombre no es sólo homo sapiens; es también homo faber, un
animal que utiliza las manos para fabricar o transformar cosas. Por ejemplo, el propio
lenguaje es una tecnología (Vygostsky, 1930); es en cierto modo una tecnología del yo.
§ Los inventos tecnológicos, al propagarse socialmente, sufren diversas tensiones que tie-
nen que ver con el escenario social y cultural en el que pretenden establecerse. En otras
palabras, el diseño de los objetos tecnológicos no es una mera cuestión de ingenieros,
sino que son transformados por la sociedad o por la comunidad de turno: el devenir de
los objetos tecnológicos es, a menudo, una sucesión de construcciones sociales. En efec-
to, tal y como han mostrado los defensores del modelo SCOT (Social Construction Of
Technology) con el caso paradigmático de la bicicleta (Pinch y Bijker, 1984), los diver-
sos grupos o clases sociales influyen decisivamente en el desarrollo de ciertas tecnolo-
gías al dotarlas de ciertos significados, aplicarles ciertos usos, o vincularlas con ciertos
valores (éticos o de otro tipo). Por ejemplo, los inventores de la bicicleta no anticiparon
ciertas consecuencias de su diseño inicial: el dilema moral al que se enfrentaban las da-
mas si querían subir en bicicleta con sus vestidos. El resultado fue un rediseño tecnoló-
gico de las bicicletas para adecuarlo a un grupo social determinado: las damas. En este
caso, la innovación el objeto en cuestión (la bicicleta) no vino forzada sólo por motiva-
ción tecnológica (mejorar la eficiencia), económica (mejorar la rentabilidad) o estética
(mejorar la belleza), sino por una cuestión ética (vinculada a una sociedad extremada-
mente conservadora).
Vemos por tanto que la innovación tecnológica no está separada del resto de actividades so-
ciales, y que incluso puede verse condicionada por ellas. Ello es debido a que lo tecnológico es
inseparable de lo social y de lo cultural. Por eso, en lugar de pensar la innovación tecnológica
(que es probablemente el tipo de realización que mejor conocemos) como un tipo diferente de
innovación, debe servirnos de referencia para estudiar el resto de tipos de innovación. En el si-
guiente apartado analizaremos dos aspectos esenciales: las innovaciones a la luz de la aparición
de nuevas prácticas sociales y la caracterización del concepto de innovación como un proceso.

La innovación como realización social


Las innovaciones nacen generalmente tras un periodo largo de acciones colectivas. El innovador
no es un ser solitario. Puede surgirle la idea en solitario tras un momento de ensimismamiento o
reflexión, pero es raro (por no decir imposible) que la idea sea absolutamente original, que no
tenga algún tipo de antecedente, del tipo que fuere. Además, tras tener la idea, el innovador no
camina solo, sino que avanza en compañía de aliados y colaboradores que, normalmente, aceptan
y comparten la idea y sus consecuencias.
Estas redes de aliados y colaboradores (contexto multiagente) pueden ser otros emprendedo-
res, o puede ser la administración pública que subvenciona las etapas iniciales de la idea, o puede
ser un grupo inversor de capital riesgo, o todos a la vez, y puede incluir a los usuarios expertos
(early adopters, que son usuarios tecnófilos ávidos por experimentar con productos en fases de

66
GHERAB MARTÍN: INNOVACIÓN EN EL SECTOR DE LAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS

desarrollo preliminar) y a empresas proveedoras (que al optimizar la calidad de los componentes


y procesos parciales, influyen en la mejora del producto o servicio final).
Los actores (agentes) que participan en el proceso de innovación pueden:
§ Pertenecer a sectores muy variados y tener objetivos diferentes;
§ Su número puede aumentar o disminuir durante todo el proceso;
§ Sus identidades pueden cambiar;
§ Sus funciones pueden variar;
§ Los actores principales pueden pasar a ser secundarios, y viceversa;
§ El actor que inició el proceso puede incluso acabar quedando al margen;
§ Actores que parecían inicialmente marginales o competidores pueden convertirse en
aliados o nuevos líderes.
Con lo visto hasta aquí, nos hacemos una idea de la complejidad que encierra el proceso de
innovación. Innovar no es únicamente tener una idea, sino que va mucho más allá. Consiste vi-
sualizar el escenario al que uno se enfrenta, y en función de eso, en tejer una red de aliados y
colaboradores. Entre estos aliados o colaboradores están, por ejemplo, los medios de comunica-
ción. La innovación, por tanto, es una realización no sólo tecnológica o económica, sino también
social.
No es raro que esta complejidad de la innovación, explicitada en la multiplicidad de interre-
laciones, de actores, de valores, de escenarios y de objetivos, haya dado pie a hablar de “innova-
ción oculta” (Manual de Oslo, 2005, p. 4), un tipo de innovación que no ha sido ni es posible
medir por el momento. A continuación aplicaremos los conceptos sobre innovación introducidos
arriba para aplicarlos al caso del movimiento de Acceso Abierto en el seno de la comunicación
científica.

Acceso abierto e innovación en el sector de las publicaciones académicas


El origen del movimiento actual conocido como Acceso Abierto (Open Access) se remonta a
1991. Tras un primer intento frustrado llevado a cabo por un grupo de matemáticos, en agosto de
aquel año, el físico teórico de altas energías Paul Ginsparg (2007) creó en Los Alamos National
Laboratory un servidor de ficheros, llamado hep_th (high energy physics-theoretical), con el
propósito de acelerar el intercambio de artículos aún no formalmente aceptados para publicar
(preprints).
El hep_th se llama actualmente arXiv.org1, y es un repositorio digital disciplinar que contiene
más de 850.000 preprints2 y que prevé tener un millón en 2015. Financiado por la National Scien-
ce Foundation (NSF) y el Departamento de Energía del Gobierno de los EEUU (Kling et al.,
2002), entre otras instituciones, el repositorio arXiv –alojado en la Universidad de Cornell desde
2001– se convirtió en el lugar donde los físicos depositaban sus textos inmediatamente antes de
enviarlos a las correspondientes revistas con el fin de publicar por los canales formales. Aprove-
chando la irrupción de Internet, el objetivo de estos pioneros era alcanzar la inmediatez en el in-
tercambio de la información, esto es, poner a disposición de los pares las ideas propias en el me-
nor tiempo posible, sin tener que esperar los meses de rigor característicos de las revistas
académicas tradicionales en formato papel.
Nuevas secciones correspondientes a diversas sub-disciplinas de la física fueron apareciendo
de forma vertiginosa y se incorporaron nuevos apartados para las ciencias computacionales y
para las matemáticas, especialmente aquellas disciplinas que como la geometría algebraica, la
topología geométrica o el álgebra cuántica eran más afines a la física de altas energías. Tiempo
después, se unieron disciplinas como la biología cuantitativa y las finanzas cuantitativas. La gran
novedad de arXiv era que permitía (y permite) el acceso gratuito y universal al contenido com-
pleto de los preprints.

1
http://arxiv.org.
2
Consultado el 25 de marzo de 2014.

67
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

Tras el éxito logrado, el ejemplo de arXiv fue tomado muy en serio en 1998 por varias institu-
ciones relacionadas con la biomedicina. Primero despertó el interés de David Lipman, a la sazón
director del National Center of Biotechnology Information (NCBI), y de Pat Brown, investigador
de la Universidad de Stanford, que recomendaron la creación de un repositorio similar a arXiv en
biomedicina. Propusieron llamarlo E-Biomed. Poco tiempo después se unió a la iniciativa Harold
Varmus, a la sazón director de la National Institutes of Health (NIH), la agencia gubernamental
responsable de la investigación biomédica en los EEUU. Varmus se comprometió a financiar el
proyecto con fondos del NIH. El objetivo era que E-Biomed tuviera dos secciones: un servidor de
preprints tipo arXiv y un repositorio con artículos ya revisados por los pares y publicados en revis-
tas (postprints). Al igual que arXiv, estaba previsto que el acceso a E-Biomed fuera gratuito y que
los propios investigadores fueran los responsables de depositar (auto-archivar) sus artículos, fueran
éstos preprints o postprints. La ventaja del servidor de preprints sobre el servidor de postprints era
que el primero permitía el intercambio inmediato de información sin necesidad de esperar a la
revisión por pares. Dicho de otro modo, mientras que el repositorio de preprints era sinónimo de
acceso abierto inmediato, el servidor de postprints implicaba un acceso abierto diferido.
A pesar de unos comienzos esperanzadores, la iniciativa pronto quedó marginada a una alter-
nativa más modesta, PubMed Central, que no incluía la sección de preprints. Fueron sobre todo las
editoriales comerciales tradicionales en el campo de la biomedicina (además de la revista Proce-
edings of the National Academy of Sciences, PNAS) y las sociedades científicas, tales como la
American Society for Cell Biology y la American Society of Plant Physiologists, las que ejercieron
presión para impedir la creación del servidor de preprints en E-Biomed. Por el contrario, la inmen-
sa mayoría de investigadores se mostraron en todo momento partidarios del acceso abierto a los
preprints.
A principios de 1999, Varmus envió la propuesta de crear E-Biomed a PNAS, la prestigiosa
revista interdisciplinar de la National Academy of Sciences (NAS). Sin embargo, lo que parecía ser
un puro trámite de gobernanza científica se convirtió en el mayor obstáculo para la creación de E-
Biomed. El comité editorial de PNAS rechazó apoyar la iniciativa si se mantenía la sección dedica-
da al servidor de preprints. En opinión de Kling et al. (2002), este rechazo por parte de PNAS fue
un revés político clave que determinaría la conversión de E-Biomed en PubMed Central.
La iniciativa PubMed Central se convertía así en una versión light de la idea original. Se
eliminaba el auto-archivado de preprints por parte de los autores/investigadores y se creaba un
Comité Asesor encargado de vigilar las nuevas “reglas” de publicación de postprints en el reposi-
torio. En adelante, sólo las editoriales, las sociedades científicas y otros grupos concertados ten-
drían permiso para publicar artículos en PubMed Central. Esto garantizaba la publicación única-
mente de artículos que hubieran pasado algún tipo de filtro formal en el seno de cada uno de
estos grupos, por ejemplo un proceso de revisión por pares. Además, con el fin de proteger su
negocio, los grupos editoriales se reservaban el derecho a depositar (en abierto) en PubMed Cen-
tral, con seis meses o un año de retraso, los artículos publicados originalmente en sus revistas, un
procedimiento conocido como “embargo temporal”.
¿Cuales fueron las razones que provocaron que, a pesar del entusiasmo inicial de los investi-
gadores y de varias instituciones como la NIH, el deseado “arXiv de los médicos” no fuera tal?
Hay varias respuestas posibles. Por un lado, hay que señalar que eran muchos los actores cuyos
intereses, económicos o de otro tipo, podían verse gravemente amenazados por una decisión
tomada a la ligera. En un contexto tecnocientífico del que la industria de las publicaciones bio-
médicas no es ajena, la irrupción de la inmediatez y de la gratuidad gracias al soporte telemático
iba necesariamente acompañada de una preocupante incertidumbre, tanto para las editoriales
comerciales como para las revistas pertenecientes a sociedades científicas.
El perjuicio económico que el Acceso Abierto a los artículos científicos podía suponer para
las revistas comerciales era obvio. En primer lugar, la gratuidad de los servidores de preprints
ponía en riesgo la política de suscripciones de las bibliotecas, es decir, las bibliotecas podían
interpretar que no merecía la pena pagar grandes sumas de dinero en suscripciones por conteni-

68
GHERAB MARTÍN: INNOVACIÓN EN EL SECTOR DE LAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS

dos depositados en dichos repositorios abiertos. Las bibliotecas podían entonces presionar los
precios a la baja o incluso cancelar suscripciones. En segundo lugar, los ingresos por publicidad
podían verse gravemente mermados si los anunciantes, por ejemplo las empresas farmacéuticas,
decidían retirarse en respuesta a la potencial disminución de lectores. Y en tercer lugar, los repo-
sitorios amenazaban con destruir el concepto de Factor de Impacto tradicional basado en el pres-
tigio de las revistas. En otras palabras, si se daba el caso que los investigadores empezaran a
adquirir la costumbre de citar directamente los artículos depositados en los repositorios en lugar
de citar aquellos que fueran publicados por la revista, el factor de impacto de dicha revista podría
verse afectado, con la consiguiente pérdida de prestigio y disminución en la venta de suscripcio-
nes. Por tanto, con el fin de salvaguardar el prestigio de las revistas y hacer ver a la comunidad
biomédica la necesidad de mantener un procedimiento que garantizara la calidad de los conteni-
dos publicados, las revistas comerciales debían persuadir a toda costa a la comunidad biomédica
de las bondades del proceso de revisión por pares. Sin embargo, es preciso señalar que no todas
las revistas comerciales se opusieron al servidor de preprints de E-Biomed. Por ejemplo, la pres-
tigiosa revista The Lancet apoyó la propuesta, mientras que The New England Journal of Medici-
ne (NEJM) y el Journal of the American Medical Association (JAMA), entre otras, se mostraron
radicalmente en contra. Más adelante, al analizar el caso de la NEJM, veremos la enorme in-
fluencia de la política editorial de esta revista, practicada desde el año 1969, sobre el desenlace
de la iniciativa de E-Biomed.
En cuanto a las revistas pertenecientes a sociedades y asociaciones científicas, como puede
ser el caso de PNAS, la cosa es más complicada. A pesar de que estas sociedades y asociaciones
no tienen ánimo de lucro, no es menos cierto que parte de sus ingresos provienen de la venta de
la revista asociada. Estos ingresos, que se añaden a las cuotas que aportan sus miembros, permi-
ten a estas sociedades ofrecer becas remuneradas, convocar y entregar suculentos premios, en-
cargar informes científicos en sus respectivas áreas de estudio con el propósito de influir social y
políticamente en las voluntades ciudadanas y en las decisiones gubernamentales, respectivamen-
te, etc. Los beneficios económicos que estas sociedades extraían (y extraen) de la venta de sus-
cripciones son significativas y, aunque no tienen detrás la presión de unos accionistas, es innega-
ble que redundaba en su interés y, aparentemente, en el de su disciplina mantener el status quo.
Un caso conocido es el de la Royal Society de Londres (2005), que se mostró especialmente
vehemente en contra del movimiento de Acceso Abierto.
Por otro lado, conviene destacar un aspecto relacionado, pero frecuentemente olvidado, que
tiene que ver con los estudios bibliométricos y cienciométricos, y que tiene que ver los escena-
rios multiagente que afectan a la apropiación de las innovaciones. Como es sabido por cualquier
investigador profesional, el factor de impacto de una revista es un índice bibliométrico que mide
el ratio entre el número de citas recibidas en los dos últimos años por la revista y el número de
artículos publicados por ésta en ese mismo periodo. Es decir, este índice de impacto se refiere a
la revista en su conjunto y no a los artículos individualmente. Así, el factor de impacto es deter-
minante como indicador de calidad, reflejando una clasificación de revistas que influye decisi-
vamente en la práctica tecnocientífica en su conjunto: investigación, carrera académica, ciencio-
metría, política científica, industria editorial, biblioteconomía, periodismo científico, etc. Los
repositorios como arXiv, en cambio, muestran los artículos de forma atomizada y (aparentemen-
te) en pie de igualdad y, por consiguiente, no tienen un filtro que ordene y agrupe los artículos en
función de su calidad. No existe a priori una clasificación de artículos similar a la clasificación
de revistas. En realidad, el factor de impacto se ha convertido en una herramienta esencial de
mercadotecnia para las revistas en la medida en que refleja su valor de “marca” (Guédon, 2004)
en relación al campo en que se circunscriben sus contenidos. En cierto sentido, los repositorios
digitales amenazan con romper las “costuras” de las revistas y, con ellas, el resto de la industria
editorial tradicional basada en el factor impacto.
Los diversos agentes que conforman la actividad tecnocientífica evalúan colectivamente, de
forma consciente o inconsciente, el impacto de las innovaciones sobre los factores que afectan a
sus relaciones de poder y a sus aspiraciones económicas, sociales, políticas, etc., ya sea desde el
punto de vista individual (el investigador, el bibliotecario, el editor, el profesor universitario, el

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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIA Y SOCIEDAD

gestor científico, el periodista científico, etc.) o colectivo (la biblioteca, la revista, el ministerio
de educación y ciencia, el departamento universitario o el grupo de investigación, el medio de
comunicación, etc.). El factor de impacto significa cosas muy distintas para cada uno d estos
individuos o colectivos, pero afecta a sus acciones y al régimen de competición en el que se en-
cuentra sumidos. La irrupción del Acceso Abierto es una amenaza al factor de impacto tal y co-
mo lo conocemos, ya que este calcula la calidad de una revista en su conjunto y no de los artícu-
los individuales. Subir en abierto (es decir, difundir de manera gratuita) un artículo científico es
una amenaza a la sostenibilidad de las revistas académicas que no son subvencionadas, y por
ello, representa también una amenaza para los procedimientos de arbitraje (peer review). Todo
esto afecta a los diversos agentes que conforman la actividad de comunicar la ciencia, y provoca,
en respuesta, acciones de rechazo o apropiación en función de valores y expectativas muy dife-
rentes.

Conclusiones
Son muchos los agentes y los intereses que rodean a la investigación científica. La imagen epis-
témica de la ciencia, basada en la ingenua creencia de que la ciencia es cosa sólo de científicos,
hace tiempo que fue superada. Se ha abierto “la caja negra” (Woolgar, 1988). La ciencia se ha
convertido en una industria. La utilización por parte de la científicos de tecnologías y de instru-
mentos cada vez más avanzados, el interés creciente del público por los resultados de dichas
investigaciones y por la eficiente gestión del erario público dedicado a la I+D, y el creciente
impacto de ésta en la calidad de vida de los ciudadanos, han convertido a la ciencia en un objeto
con muchos sujetos. Por supuesto, los científicos siguen siendo parte esencial de la actividad
científica, pero han dejado de ser los únicos que interfieren decisivamente en su desarrollo. Em-
presas farmacéuticas, ingenieros, editores de revistas, bibliotecarios, oficinas de patentes, docto-
randos, gestores de I+D y periodistas científicos, entre otros, conforman también la nueva ima-
gen de la ciencia: un amplio abanico de agentes, en ocasiones con intereses contrapuestos y
valores en conflicto, que negocian espacios de poder en el seno de una ciencia cada vez más
tecnificada y de carácter más utilitarista. Estamos hablando pues de tecnociencia (Latour, 1992;
Echeverría, 2003). En este artículo hemos analizado un caso particular de tecnociencia, un ejem-
plo de interacción entre ciencia, tecnología e innovación en un escenario plural en el que los
diversos agentes se van apropiando y van moldeando una nueva tecnología en función de sus
valores y vectores disciplinares.
Podemos llevar estas conclusiones más lejos. Si se acepta que el concepto de tecnociencia no
es dual, sino que tiene grados, entonces debe aceptarse también que unas disciplinas son más
tecnocientíficas que otras. Así, la biomedicina o la química son probablemente más tecnocientífi-
cas que la física experimental, y ésta, a su vez, lo es en mayor grado que la física teórica, la as-
tronomía o las matemáticas, disciplinas éstas más difíciles de sacar de la “caja negra” (Woolgar,
1988). Por ejemplo, la expectación social, económica o religiosa que rodea la aparición de nue-
vos fármacos que mitiguen o eliminen ciertas dolencias y enfermedades es probablemente mayor
que el avistamiento de un nuevo planeta o el descubrimiento de un teorema algebraico, por muy
importantes e interesantes que estos sean. Por ello, además, el interés periodístico y la utilización
política de este tipo de noticias biomédicas es también superior.
Al igual que ocurrió con los físicos, la presión ejercida por investigadores y bibliotecarios
obligó a la biomedicina a emprender el camino hacia el Acceso Abierto. Aquellos buscaban la
inmediatez en el intercambio de artículos, mientras que éstos pretendían frenar el alza de precios
de las suscripciones. Dos objetivos distintos debido a entornos, prácticas y valores disciplinares
diferentes, que han ido moldeando la innovación que representaba (y aún representa) el Acceso
Abierto en el sector de las publicaciones científicas.

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GHERAB MARTÍN: INNOVACIÓN EN EL SECTOR DE LAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS

REFERENCIAS
Echeverria, J. (2002). Ciencia y valores. Ediciones Destino, Barcelona.
Echeverria, J. (2003). La revolución tecnocientífica. Fondo de Cultura Económica de España,
Madrid.
Echeverria, J. y A. Unceta (2012). “Ciudadanía y participación en el espacio electrónico eu-
ropeo”, Arbor, 756 (188), pp. 713–720.
Gaglio, G. (2011). Sociologie de l’innovation. Presses Universitaires de France, Paris.
Ginsparg, P. (2007). “Next-Generation Implications of Open Access”. CTWatch Quarterly
3(3), August 2007, <http://www.ctwatch.org/quarterly/articles/2007/08/next-generation-
implications-of-open-access/> (Consultado el 25 de marzo de 2014).
González Quirós, J. L. y Gherab Martín, K. (2009). “Arguments for an Open Model of e-
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Guédon, J. C. (2004). “The “Green” and “Gold” Roads to Open Access: The Case for Mixing
and Matching”, Serials Review, 30(4), pp. 315-328,
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Internet: The Guild Model”, The Journal of Electronic Publishing, 8 (1),
<doi:10.3998/3336451.0008.101>.
Latour, B. (1992). Aramis ou l’Amour des techniques. La Découverte, Paris.
Manual de Oslo (2005). Guidelines for Collecting and Interpreting Data. OECD/Eurostat.
Pinch, T. J. y Bijker, W. E. (1984). “The Social Construction of Facts and Artifacts: or, How the
Sociology of Science and the Sociology of Technology Might Benefit Each Other”. So-
cial Studies of Science, 14, pp. 399-441. Disponible online en
<http://arno.unimaas.nl/show.cgi?fid=1270> (Consultado el 25 de marzo de 2014).
Royal Society (2005), “Royal Society warns hasty ‘open access’ moves may damage science”.
(Este texto estaba disponible online en la página web de la Royal Society,
http://www.royalsoc.ac.uk/news.asp?id=3881, pero ha sido borrado on posterioridad)
Schumpeter, J. A. (1976). Capitalism, Socialism and Democracy. Routledge.
Vygotsky, Lev (1930). “Internalization of Higher Psychological Functions”. Soviet Psychology:
Mind and Society.
Woolgar, S. (1988). Ciencia: abriendo la caja negra. Editorial Anthropos, Barcelona.

SOBRE EL AUTOR

Karim J. Gherab Martín: El Dr. Karim Gherab Martin es físico y filósofo de la ciencia y la
tecnología. Actualmente es profesor en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la comunica-
ción de la Universidad CEU San Pablo. Durante 2008 y 2009 estuvo en Cambridge (Massachu-
setts, EEUU) como investigador postdoctoral en la Universidad de Harvard y en 2010 fue profe-
sor invitado en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (Illinois, EEUU). Ha sido
profesor asociado de Historia de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid. Sus investi-
gaciones se orientan a la Historia y Filosofía de la Física, así como a los Estudios de Ciencia y
Tecnología. Entre otros escritos, ha sido coautor de El templo del saber: hacia la biblioteca digi-
tal universal (Deusto, 2006), un libro traducido al inglés como The New Temple of Knowledge:
Towards a Universal Digital Library (Common Ground Publishing, 2008). También ha coedita-
do el libro Emerging Digital Spaces in Contemporary Society: Properties of Technology (Palgra-
ve-Macmillan, 2011) y ha sido editor del monográfico “Ciencia y Cultura en la Red” publicado
en la revista Arbor.

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Revistas de Common Ground Publishing

Revista Internacional de Tecnología, Revista Internacional de Humanidades


Conocimiento y Sociedad www.lashumanidades.com/journal
www.tecnoysoc.com/journal

Revista Internacional de Humanidades Revista Internacional de Economía


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Revista Internacional de Ciencias Sociales Revista Internacional del Libro, Digitalización,


Interdisciplinares Archivos y Bibliotecas
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Revista Internacional de Ciencia y Sociedad Revista Internacional de la Imagen


www.ciencia-sociedad.com/journal www.sobrelaimagen.com/journal

Revista Internacional de Aprendizaje y Revista Internacional de Educación y


Cibersociedad Aprendizaje
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The International Journal of the Arts in The International Journal of Climate Change:
Society Impacts and Responses
www.arts-journal.com www.climate-journal.com

The International Journal of the The Global Studies Journal


Constructed Environment www.globalstudiesjournal.com
www.constructedenvironment.com/journal

The International Journal of the Inclusive The International Journal of Religion and
Museum Spirituality in Society
www.museum-journal.com www.religion-journal.com

The International Journal of Sport and Journal of the World Universities Forum
Society www.universities-journal.com
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