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2017

LA COMPLEJIDAD EN LA GESTION DE LOS


SITIOS ARQUEOLOGICOS EN LAS TIERRAS
BAJAS MAYAS DE GUATEMALA

Rosa María Chan


Petén, Guatemala
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LA COMPLEJIDAD EN LA GESTION DE LOS SITIOS ARQUEOLOGICOS
EN LAS TIERRAS BAJAS MAYAS DE GUATEMALA1

Rosa María Chan2

Resumen:

La gestión de sitios arqueológicos es un reto en Guatemala, tanto por la complejidad


en que se encuentran inmersos derivado del contexto territorial, como por la
situación institucional en el que se desenvuelve la gestión cultural en el país. Es
importante conocer cuál es el sistema actual, así como las condiciones y las
tendencias expresados en los modelos de gestión, para entender la dinámica y
proponer los cambios necesarios para lograr la conservación del patrimonio
arqueológico petenero.

Palabras clave: Tierras bajas mayas, Petén, gestión del patrimonio,


institucionalidad, sitios arqueológicos.

Introducción:

El manejo de sitios arqueológicos es un reto en Guatemala, tanto por la complejidad


en que se encuentran inmersos derivado del contexto territorial, como por la
situación institucional en el que se desenvuelve la gestión cultural en el país. Para
guiar el proceso de manejo de estos sitios, es importante conocer cuál es el sistema
de gestión que se aplica, que permita a partir de una mirada integral de las

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Ponencia presentada en la Mesa Redonda “El manejo y la protección de los sitios arqueológicos de las Tierras
Bajas Mayas” realizada en el marco del XXV Encuentro Arqueológico del Área Maya, organizado por la Carrera
de Arqueología del Centro Universitario de Petén de la Universidad de San Carlos de Guatemala, del 10 al 12
de Mayo 2017, en Santa Elena, Petén, Guatemala.
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Licenciada en Arqueología del Centro Universitario de Petén de la Universidad de San Carlos de Guatemala,
con un Doctorado Honoris Causa en Patrimonio Cultural, otorgado por la Universidad Estatal de Humanidades
de Rusia. Ex Viceministra del Patrimonio Cultural y Natural de Guatemala, Ex Punto Focal de Patrimonio
Cultural de Guatemala ante la UNESCO. Consultora Independiente en temas relacionados a la Gestión del
Patrimonio Cultural y Natural. Ha participado activamente en diferentes espacios a nivel internacional en
temas relacionados a la gestión del patrimonio cultural, natural, gestión de riesgo y desarrollo sostenible.

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condiciones y las tendencias, orientar las tareas de los diferentes sectores y actores
que se relacionan con los sitios.

La gestión del patrimonio es una tendencia que en las últimas décadas está
cambiando la forma de abordar el manejo de los patrimonios de las distintas
sociedades, en los diferentes niveles territoriales (internacional, nacional y local). Se
trata de una forma diferente de ver el patrimonio, sacándolo de las visiones
estrechas y aisladas de los coleccionistas, de los científicos muy conservadores, de
los promotores turísticos, etc., promoviendo un trabajo de forma integrada. Estos
nuevos ejercicios están dando resultados importantes para lograr la conservación,
protección, salvaguardia, promoción y uso dentro de las estrategias de desarrollo
humano sostenible.

Por ello la importancia de incentivar el interés en el patrimonio desde perspectivas


más integrales; que rompa las barreras entre conservación y desarrollo, se busque
un equilibrio tanto para la formación de identidad cultural y el uso del patrimonio
como parte de sus costumbres, pero también para la generación de empleo, de la
economía local y la promoción de cohesión social. La presente ponencia se
enfocará exclusivamente al manejo de los sitios arqueológicos.

El sistema de gestión:

Hablar de “gestión” es cambiar la visión y la forma de trabajo que tradicionalmente


se ha venido desarrollando en todos los ámbitos de manejo del patrimonio cultural,
especialmente en los espacios gubernamentales. Esto significa hacer cambios de
paradigmas, de establecer organizaciones dedicadas al manejo y conservación del
patrimonio, establecer normativas y políticas, de enseñar sobre el patrimonio, en
tanto que significa trabajar con una visión integrada, establecer cooperaciones y
alianzas, tomar decisiones de forma participativa, y tomar en cuenta la situación del
contexto en el que se desenvuelve ese patrimonio.

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Gestionar significa realizar “un proceso de trabajo y organización en el que se
coordinan diferentes miradas, perspectivas y esfuerzos, para avanzar eficazmente
hacia objetivos asumidos institucionalmente y que desearíamos que fueran
adoptados de manera participativa y democrática” (Huergo, s/f. citando a Villamayor
y Lamas).

La gestión del patrimonio cultural, es el conjunto de acciones que se realizan para


garantizar el desarrollo de las tareas necesarias que conlleven alcanzar los objetivos
de conservación, salvaguardia, promoción y difusión de los distintos patrimonios
que poseen las sociedades. Este tipo de gestión es un enfoque metodológico que
permite trabajar de forma integrada, participativa y democrática, logrando un mejor
conocimiento y comprensión del patrimonio cultural, sus valores y significados,
favorece su protección, conservación, manejo, recreación, uso y propicia que se
logre un trabajo conjunto orientados hacia objetivos comunes.

Un sistema de gestión es “un esquema general de procesos y procedimientos que


se emplea para garantizar que la organización realiza todas las tareas necesarias
para alcanzar sus objetivos” (UMICH, s/f). Un sistema de gestión se refiere al
conjunto de procesos, tomando en cuenta que un proceso es un conjunto de
acciones también.

Este esquema permite dar coherencia a todas las actividades que se realizan, y en
distintos niveles, para alcanzar el propósito propuesto y alinea todos los esfuerzos
en la misma dirección y esta dirección apunta a la visión (UMICH, s/f). Esto quiere
decir que el sistema de gestión debe basarse en una planificación estratégica que
permita orientar hacia un objetivo final.

Los organismos internacionales especializados en patrimonio cultural (UNESCO, Et


al, 2014), identifican un marco general para los sistemas de gestión del patrimonio,
en el que “identifican nueve características básicas” presentes en todos los

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sistemas, agrupados en tres elementos que refieren el marco jurídico, el institucional
y los recursos necesarios, a la vez que se tienen tres procesos enmarcados en la
planificación, ejecución y monitoreo, para concluir en tres resultados que se refieren
a los productos y resultados a obtener, así como las mejoras que deben ser
continuas. A ello debe sumársele la necesidad de mantener una comunicación y
coordinación continua en diferentes niveles.

Los modelos de gestión en Petén:

No existe sistematización sobre modelos de gestión del patrimonio cultural en


Petén, es un tema de reciente discusión. Un modelo de gestión se refiere a los
mecanismos de administración de los bienes patrimoniales. Para la institución
responsable del patrimonio cultural en el gobierno Chileno, un modelo de gestión se
refiere a “la descripción del proceso administrativo que existe o se pondrá en marcha
dentro de una organización con el fin de organizar los recursos que contribuirán a
la sostenibilidad del patrimonio cultural” (Ministerio de Obras Públicas de Chile,
2010:3). En resumen, el modelo se refiere en si a la gobernanza del patrimonio
cultural.

Dependiendo del tipo de patrimonio, del régimen de propiedad en el que se


encuentre, sumado a su contexto, el modelo de gestión tendrá diferentes niveles de
complejidad, siendo el punto de partida para definir la forma organizacional que se
debe establecer para su manejo. Este aspecto, representa un desafío para las
instituciones responsables del patrimonio, ya que el reconocimiento de un bien
como patrimonio no garantiza que por sí solo se conserve, sino que se tendrán que
buscar los mecanismos para establecer una estructura organizativa para desarrollar
el sistema de gestión necesaria y establecer un liderazgo.

La legislación guatemalteca otorga la responsabilidad de manejar y administrar los


bienes arqueológicos, al Instituto de Antropología e Historia de la Dirección General

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del Patrimonio Cultural y Natural, una institución con un modelo altamente
centralizado, sin recursos para desarrollar sus funciones y sin aparecer en las
prioridades de las agendas de los gobiernos que ha tenido el país, por lo tanto, esto
redunda en la capacidad de manejar o gestionar todos los tipos de patrimonios que
tiene Guatemala, como producto de esa diversidad cultural y su evolución histórica.

En Petén, dado a que se trata del territorio que comprende la tercera parte del país,
con 14 municipios y más del 65% de su área definidas como áreas naturales bajo
protección, además por encontrarse en la frontera norte de Centro América,
complica más la situación, en tanto que existen diversas institucionalidades que
sobreponen sus funciones sobre un mismo territorio, además con un abanico de
actores que difieren en intereses.

Dada esta referencia, es notoria la compleja situación en el marco de un sistema


de manejo territorial en el que se encuentran los sitios arqueológicos, ya que todo
proceso tiene que tomar en cuenta tres ámbitos jurídicos que tienen competencia,
siendo:

i) El sistema nacional de consejos de desarrollo, que incluye a las


municipalidades;
ii) Sistema guatemalteco de áreas protegidas;
iii) El más antiguo y que aún sin concretarse como sistema, es la competencia en
cuanto al marco legal e institucional como patrimonio cultural de la Nación.

El marco legal de los dos primeros sistemas reconoce la competencia del Ministerio
de Cultura, a través del Instituto de Antropología e Historia, quien es el responsable
del manejo de los sitios arqueológicos, por lo cual esta entidad, tiene que establecer
todos los mecanismos para asegurar su conservación. Un proceso de gestión del
patrimonio tiene que insertarse dentro de la planificación territorial, tanto nacional
como regional y local, para ser parte del sistema de gestión general de país, ya que

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la conservación del patrimonio debe integrarse en los procesos de desarrollo del
mismo.

La planificación territorial para el desarrollo se convierte en política gubernamental,


se enmarcan dentro de un mediano y largo plazo y asegura el marco de la
pertinencia de la gestión. Este proceso de planificación es dirigido por la Secretaría
de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN). Pero también el
código municipal requiere a cada municipalidad el establecimiento de planes de
ordenamiento territorial donde también se deben incluir los sitios arqueológicos.

En estos instrumentos se observa exclusión del patrimonio, el cual es


superficialmente mencionado, únicamente para indicar que existe y que debe ser
aprovechado para el desarrollo económico, pero no se indican los mecanismos de
cómo abordarlo, a excepción del nuevo plan maestro de la Reserva de Biosfera
Maya (CONAP, 2015), en donde se detalla la focalización del trabajo patrimonial, y
por otro lado también, algunos de los planes maestros específicos de los parques
nacionales.

Se podría decir que existen tres procesos de planificación como antecedentes y de


referencia para la gestión de los sitios dentro de un territorio, las cuales coinciden
con una sobreposición del marco legal e institucional, y en algunas ocasiones se
vinculan unas con otras, siendo:

i) Planificación territorial,
ii) Planificación de áreas protegidas;
iii) Planificación de la gestión del patrimonio

De estos planes sectoriales y los regionales, no se disponen de muchos, y uno


específico para el patrimonio cultural no existe, a excepción de la RBM y los parques
nacionales, así como tres sitios arqueológicos: Piedras Negras, Uaxactún y Mirador.
Para poder dar seguimiento a un sistema de gestión, es necesario reforzar la

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presencia de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural,
descentralizando en una oficina regional, la cual se viene programando desde hace
algunos años pero aún no se concreta. No obstante, la mayor cantidad de personal
del Instituto de Antropología e Historia se encuentra en Petén, por la cantidad de
sitios arqueológicos y lo grande del territorio, no es posible atenderlo como debe
ser.

En la actualidad existen diferentes modelos de gestión, los cuales se desarrollan de


forma oficial y no oficial, siendo: gestión estatal, municipal, privada, comunitaria,
compartida, académica y religiosa.

Gestión estatal:

Este modelo se refiere a la gestión realizada por la misma institución creada con la
responsabilidad directa para el manejo del patrimonio, quien se convierte en la
autoridad en la temática. Se trata de modelo centralizado, vertical y jerárquico. Este
tipo de gestión es la que directamente tienen la potestad de realizar el manejo o
administración de los bienes patrimoniales públicos, por lo tanto su intervención
tiene que ser automática y quizá es la más compleja, por abarcar los patrimonios de
todo el país. Su presupuesto se dirige a la gestión del patrimonio por su obligación.

En esta figura se incluye el manejo de sitios patrimoniales ubicados dentro del


sistema nacional de áreas protegidas, creado a través del Decreto No. 4-89, así
como por encontrarse en la Reserva de Biosfera Maya, por medio del Decreto Ley
No. 5-90, dónde el CONAP dado su mandato institucional y legal es el administrador
oficial de estas áreas, a excepción del Parque Nacional Tikal y la Reserva Biosfera
Itza, respetando la legislación nacional de Patrimonio.

Esta situación ha demostrado confusiones por la dualidad de funciones en un mismo


territorio, pero además se complica cuando aparecen otros actores, por ejemplo en
las concesiones forestales comunitarias, con quien el CONAP ha firmado contratos.

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Por otro lado, tanto en áreas protegidas como fuera de ellas, otro actor importante
es la municipalidad quien además posee en la mayoría de ocasiones, intereses
diferenciados, manejan de forma autónoma su territorio, a excepción del subsuelo
y de los sitios arqueológicos, teniendo que basarse en las legislaciones vigentes.

En términos de los gobiernos locales y/o territoriales, en 1988, el Congreso emitió


el Decreto No. 58-88, Código Municipal, le otorga responsabilidades a las
municipalidades para la conservación y promoción del patrimonio cultural siguiendo
la ley del patrimonio y obliga a éstas, a crear la Comisión de educación, cultura,
turismo y deportes, además de elaborar planes de ordenamiento territorial y planes
de desarrollo integral, impulsando el respeto de los monumentos y edificios de valor
histórico y cultural de las poblaciones.

En el año 2002, el Congreso emite un Decreto, por medio del cual crea el Sistema
de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, promoviendo un proceso de
descentralización y participación, mismo que se encuentra vigente en la actualidad,
teniendo cada comunidad un Consejo Comunitario Urbano y Rural, siendo la
máxima autoridad local, presidido por el Alcalde Auxiliar, quienes deben establecer
a ese nivel los comités referidos anteriormente.

En todo caso, en la realidad, estas tres instancias, CONAP, IDAEH y


Municipalidades se coordinan en algunos aspectos, pero para el manejo del
territorio aún es necesario establecer herramientas metodológicas que ayuden a
evitar traslapes en acciones o diluir la atención de los sitios dejando únicamente las
funciones al IDAEH, en lugar de coordinar como corresponde.

Gestión municipal:

Las municipalidades también son parte de la gestión pública, tienen la


responsabilidad por ley de manejar o gestionar los recursos que se encuentran en

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su territorio e insertarlos dentro de los planes de ordenamiento territorial y de
desarrollo del gobierno local.

Estas instancias aunque tienen que aplicar la legislación nacional sobre patrimonio
cultural pueden también planificar, administrar, desarrollar, difundir y comunicar el
patrimonio, deben establecer normativas locales para la conservación y el uso del
patrimonio y colocar presupuesto para operativizar los instrumentos establecidos.

El tipo de patrimonio que más atención le han colocado las municipalidades en


distintas regiones sino en la mayoría de los países iberoamericanos son los centros
históricos, algunos de los cuales, tienen más inversión que lo que puedan realizar
las instituciones estatales para un sitio patrimonial. Las municipalidades realizan
iniciativas interesantes, por ejemplo la revitalización de espacios urbanos que
permite dotar a los vecinos de lugares para la recreación y convivencia, además de
recuperarlos de las condiciones de ingobernabilidad que muchas veces se dan con
el crecimiento poblacional y la situación de pobreza.

En el caso de Petén, se tienen sectores históricos en algunos pueblos o poblados


históricos, así como un Monumento histórico, siendo la isla de Ciudad Flores. Estos
centros o lugares históricos en la mayoría de los casos están asentados sobre sitios
arqueológicos, teniendo cierta continuidad ocupacional. Su gestión corresponde a
las municipalidades debido a que se trata de una comunidad viva, siguiendo por
supuesto, los lineamientos de la Ley del Patrimonio cultural.

El manejo del patrimonio histórico y el papel de las municipalidades, se torna


complicado por la existencia del patrimonio privado. El valor intrínseco de los
edificios y casas derivado de la connotación histórica les otorga la calidad de
patrimonio. Pero la complicación empieza por la propiedad, en tanto que muchas
veces el propietario desea modernizar el inmueble, demolerlos para construir uno
nuevo y/o cambiar de usos. En la mayoría de ocasiones sus propietarios no tienen
la disponibilidad de aplicar las normativas y procedimientos establecidos para ello.

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A la fecha, solamente la municipalidad de San Benito posee un convenio en
cooperación con IDAEH para la gestión de las cuevas de La Cobanerita.
Lamentablemente no se elaboró un plan de seguimiento y el convenio ha quedado
engavetado.

Gestión Privada:

En el caso de Petén no existe ningún convenio de cooperación con el sector privado,


pero si existen casos de “cierto” manejo de sitios arqueológicos de manera no oficial,
como por ejemplo las Cuevas de El Aguacate, cuyo dueño fomenta la visita a estas
cavernas, cobrando el ingreso y el guiaje, pero no se realiza ninguna actividad
sistemática, haciendo propicio que pueda ocasionarse la pérdida de información al
no haber sido estudiada y algunos daños a los vestigios que en ella se encuentran.

Petén, aparte de ser uno de los territorios donde la dinámica de saqueo y tráfico
ilícito de bienes arqueológicos ha tenido en el país, el número de coleccionistas
privados va creciendo, algunos de los cuales están registrando los bienes en la
oficina del Registro de Bienes Patrimoniales en la Dirección General del Patrimonio,
oficializando de esta manera la tenencia de los objetos, pero también asumiendo
responsabilidades, siendo un tipo de gestión privada del patrimonio. Ejemplo de
ello es la colección de la Sra. Neria Herrera en Uaxactún, la colección de la familia
Castillo en el Hotel Las Lagunas Boutique3, entre otros.

Este modelo de gestión se establece también de forma no oficial desde que una
persona o una organización privada son propietarias de un bien patrimonial. Puede
ser un área, un sitio, un monumento u objetos que se encuentren en terrenos
privados por herencia o adquisición, en donde los mismos propietarios de los
inmuebles se hacen cargo financieramente de las intervenciones que puedan darse.

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Aunque este registro podría ser controversial, debido a que la construcción del hotel se realizó sobre un sitio
arqueológico, destruyendo una buena parte del asentamiento prehispánico que allí se encuentra. Los bienes
arqueológicos bajo registro no son necesariamente de este sitio.

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Gestión comunitaria:

También conocida como autogestión, se trata de un proceso social que realiza la


población desde lo local. Se trata de un modelo abierto, horizontal y colectivo, donde
la intervención de las entidades públicas será para obtener los permisos para
realizar alguna actividad o de la municipalidad para obtener un aporte económico.
Para el caso de Petén, un ejemplo de ello es el manejo de los sitios arqueológicos
dentro de las concesiones forestales, donde se realiza un proceso de “protección”,
aunque en la realidad continúa la dinámica de saqueos, y por otro lado, el desarrollo
turístico.

La actividad turística en estas áreas, aún se encuentran en etapa incipiente, y no se


tiene ningún convenio de cooperación con IDAEH. Ha habido intentos, sin embargo,
no hay un impulso fuerte de parte de sociedad civil y existe resistencia aún dentro
de la institución para abrir los espacios de participación –como comanejo- en tanto
que no se tiene una política para ello. Este mismo caso, por ejemplo, lo tiene la
Bioitza, donde se encuentran cuatro sitios arqueológicos de menor tamaño, en este
caso, la Asociación Bioitza si posee un convenio marco firmado con el Ministerio de
Cultura y Deportes, el cual le abre el espacio para la firma de un convenio de
cooperación más específico.

Existen comunidades que promueven la conservación de los sitios donde practican


estas ceremonias tanto en asentamientos prehispánicos como en cerros naturales
o fuentes de agua, las cuales protegen, haciendo algunas acciones de manejo,
basados en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes. Ejemplo de ello se
encuentra en el sitio de Tzuncal, San Luis, ubicado en una parcela de un poblador
local, nuevamente de forma no oficial, pero que está siendo deteriorado por el uso
de material arquitectónico para la construcción de altares o para realizar las quemas

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de material ceremonial. Y otras comunidades que realizan acciones en los sitios con
el objetivo del desarrollo turístico, como las Cuevas de Naj Tunich en Poptún.

Gestión compartida:

Este es un modelo de manejo que promueve la descentralización y democratización,


al disponer de forma conjunta el manejo de un patrimonio. En la actualidad este
modelo se ha desarrollado con mayor énfasis en áreas protegidas, donde se
encuentra la figura de comanejo definido entre la institución responsable y otra
entidad que puede ser una ONG, entre dos instituciones estatales, entre una
institución gubernamental y una organización comunitaria, o una entidad estatal y
una municipalidad, estableciendo arreglos institucionales para su desarrollo, a
través de convenios.

En Guatemala no existen ejemplos de esta modalidad. No obstante la Fundación


Defensores de la Naturaleza tiene un convenio de comanejo con CONAP para
manejar el parque Sierra del Lacandón, aunque ha intentado firmar un instrumento
con IDAEH para la gestión de Piedras Negras, ha desarrollado acciones en el
campo, pero no ha dado seguimiento. En diversas ocasiones se ha confundido el
manejo del Parque Yaxha Nakum Naranjo, como un mecanismo de comanejo entre
el CONAP y el IDAEH, sin embargo la Ley de creación del parque, es clara al
determinar que la administración del parque le corresponde al CONAP, no obstante
la gestión del patrimonio arqueológico continúa a cargo de IDAEH, pero no le otorga
una calidad de comanejo.

Gestión académica:

Esta se da en el manejo de sitios arqueológicos a través de las universidades. En


este caso, la Universidad de San Carlos de Guatemala a través del CUDEP, posee
dos áreas en las que se tienen sitios arqueológicos, una ubicada en San Francisco
y la otra en Petencito. No existe un tipo de manejo directamente en los sitios, se

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desarrollan medidas de protección del área en las que se incluyen los sitios
arqueológicos.

Estos asentamientos tienen potencial para el desarrollo de prácticas en


investigaciones arqueológicas por parte de los estudiantes, sin embargo no existen
planes sistemáticos y tampoco existe un convenio de cooperación entre el CUDEP
y el Instituto de Antropología e Historia, ha habido intentos de la firma de un
instrumento, hace falta el seguimiento y una planificación que ayude a concretar la
alianza.

En otros sitios, solamente existe investigación arqueológica, esto no es propiamente


gestión, sin embargo, existen algunos proyectos científicos de universidades
extranjeras que han evolucionado hacia los ámbitos de gestión de modo que
conlleve a la protección e interpretación del sitio, especialmente aquellos que tienen
interés en el desarrollo comunitario como La Blanca y Cancuén.

Gestión religiosa:

La atención general en este ámbito se ha focalizado a los bienes materiales de la


iglesia católica. Como parte de la labor eclesiástica se tiene la protección,
conservación y promoción de sus bienes como medios para fundamentar la fe,
quiere decir como un medio para fortalecer la identidad religiosa. Para ello, la iglesia
tiene su propia normativa emitida desde el Vaticano, así como los lineamientos más
localistas.

El modelo de gestión puede verse desde el manejo directamente por la misma


estructura eclesiástica, quienes realizan sus inventarios, registros, catálogos,
conservación, etc., aunque en Petén no lo han aplicado. La iglesia posee una
comisión de cultura dentro de su estructura nacional. Este modelo se tiene mejor
establecido en el altiplano, en Petén, existe de manera no oficial en las iglesias de
Dolores y la catedral de la isla de Flores, ambas edificadas sobre sitios

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arqueológicos, con quienes se tiene relación y algún trabajo conjunto como el
registro de bienes muebles y los procesos de restauración de bienes inmuebles.

Conclusiones:

Las tierras bajas mayas guatemaltecas poseen la mayor concentración de vestigios


arqueológicos monumentales del país, por lo tanto un proceso de gestión cultural
en general o patrimonial, presenta grandes retos. Las dinámicas locales derivados
de la debilidad institucional, un desarrollo sin una visión integrada por la falta de
herramientas políticas y metodológicas, falta de aplicación de la normativa,
corrupción, falta de interés en el patrimonio, falta de valorización, causado por la
inconciencia humana, falta de principios y valores éticos y morales. Al final se
observa una ingobernabilidad que ha llevado a una crisis del patrimonio en el
territorio.

Existen iniciativas relevantes, sin embargo los modelos referidos no todos son
oficiales y no funcionan directamente como tal. Lamentablemente son muy pocos
los sitios que reciben cierto grado de manejo. Para oficializar los esquemas de
gestión es necesario que la institución responsable diseñe una política y las
herramientas metodológicas para organizar un proceso de descentralización y
participación. Las organizaciones que han mostrado interés en formalizar una
relación, deben dar el seguimiento respectivo y presentar propuestas
fundamentadas, las cuales hasta ahora no ha sucedido.

El Ministerio de Cultura y Deportes contempla dentro de sus políticas, los ejes de


descentralización y participación, pero dentro del IDAEH persiste una visión
centralizadora, muy conservadora y tradicional en la gestión del patrimonio,
redundando en la falta de las herramientas políticas y metodologías para desarrollar
distintos modelos de gestión. Hace falta la claridad en las funciones de cada
institución presente en el territorio, debido a que sus mandatos se sobreponen sobre
el mismo terreno, en algunos casos creando confusiones.

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La institucionalidad debe revisar y actualizar sus funciones como ente responsable,
así como reforzar la normativa existente, de modo que se refuerce esa visión
integrada de la gestión patrimonial, tomando en cuenta las experiencias y los
nuevos conceptos. Desarrollar los instrumentos que permitan mejorar los sistemas
de gestión y establecer otras modalidades de manejo del patrimonio, valorando y
aceptando el trabajo que se realiza desde otros espacios como los comunitarios, las
ONGs, las municipalidades y el sector privado. Todo trabajo debe iniciarse con el
inventario, registro y catalogación de los patrimonios.

Finalmente, se observa que la institucionalidad del patrimonio está en crisis y la


destrucción de los sitios arqueológicos está acelerándose, aunque en esta situación
se suma la ingobernabilidad en la que se encuentra el departamento de Petén.

Bibliografía citada:

CONAP, 2015. Plan Maestro Reserva de Biosfera Maya. Segunda actualización.


Tomo I. Documento Técnico 20-2016. Guatemala.

Huergo, Jorge. s/f. Los procesos de gestión. En


http://servicios2.abc.gov.ar/lainstitucion/univpedagogica/especializaciones/s
eminario/materialesparadescargar/seminario4/huergo3.pdf revisado el 03 de
mayo 2017.

UMICH, s/f. Sistema de gestión de calidad. Dirección de patrimonio universitario,


sección de bienes muebles. En
http://www.patrimonio.umich.mx/SCGISO9001/descargas/sistema-gestion-
calidad.pdf revisado el 03 de mayo 2017.

Ministerio de Obras Públicas de Chile. 2010. Diagnóstico del patrimonio cultural


Región de los Ríos. Programa puesta en valor del patrimonio. Chile.

UNESCO / ICCROM / ICOMOS / UICN. 2014. Gestión del patrimonio mundial


cultura. París, Francia.

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