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EL RIESGO LETAL DE LAS

ENFERMEDADES HEPÁTICAS
Cada año son atendidas por el Sector Salud

 Más de 52 mil personas por enfermedad alcohólica del hígado o por


intoxicación aguda por alcohol

 Cada año también, fallecen alrededor de 31,500 personas por


enfermedades hepáticas, de las cuales,

 Poco más de 26 mil tuvieron como causa directa los efectos dañinos en el
hígado por el abuso del consumo del alcohol.

 Se trata de una problemática en la que en tres de cada cuatro casos la


persona fallecida era hombre;

 A pesar de ello, entre las mujeres el número absoluto de defunciones


creció en 20% en los últimos 10 años.

La mortalidad en México se explica, de acuerdo con diversos especialistas, con base en


los denominados “determinantes sociales de la salud”, es decir, el conjunto de factores
ambientales (pobreza, desigualdad, entornos familiares, cultura, educación, etcétera), que
impiden o limitan el ejercicio y la garantía del derecho a la salud de las personas.

En nuestro país, este derecho se encuentra garantizado en el Artículo 4º constitucional, el


cual establece en su Párrafo Cuarto que: “Toda persona tiene derecho a la protección de
la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y
establecerá la concurrencia de la Federación y las Entidades Federativas en materia de
salubridad general…”.

En esa lógica, pensar desde una perspectiva de derechos el tema de la mortalidad por
enfermedades hepáticas -y en general por todas las enfermedades que son de suyo
prevenibles y evitables- resulta relevante porque entonces puede dimensionarse un
conjunto de responsabilidades que van de lo individual a lo institucional en la generación
de procesos tan complejos como los relativos a la morbilidad y la mortalidad.
Desde esa óptica, lo primero que debe destacarse es que, de acuerdo con los datos del
Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (CONEVAL), en 2012 el 61.2%
de la población era vulnerable por carencia de acceso a la seguridad social, indicador
que en números absolutos se expresa en la cifra de 71.8 millones de personas.

De igual forma, el propio CONEVAL documentó que en 2012 había un 21.5% de la


población (una de cada cinco personas) que se encontraba en condiciones de
vulnerabilidad por carencia de acceso a la salud; indicador que representó en esa fecha a
25 millones de personas.

En este contexto, la medicina preventiva, y en particular políticas relativas a la prevención


de adicciones, han mostrado una casi nula efectividad, pues, de acuerdo con las encuestas
de que disponemos para dimensionar la problemática, lo que ha ocurrido en los últimos 10
años es que los niveles de consumo de alcohol –por citar el ejemplo más relevante para el
tema de las enfermedades hepáticas- no sólo se ha incrementado sino que se ha reducido
cada vez más la edad de inicio en su consumo.

Intoxicados

De acuerdo con los Anuarios de Morbilidad de la Secretaría de Salud, cada año recurren a
los servicios médicos miles de personas debido a la ingesta inmoderada o al abuso en el
consumo del alcohol. Igualmente, el número de personas que enferman anualmente por
Hepatitis, fundamentalmente por los tipos “A” y “C”, se ha mantenido elevado en los
registros de la citada Secretaría.
Así, entre los cinco años que van de 2009 a 2013, los Anuarios de Morbilidad de la
Secretaría de Salud consignan 62,252 casos nuevos de enfermedad por “Enfermedad
alcohólica del hígado”; en el mismo periodo hay una cifra de 201,837 casos nuevos de
enfermedad por “Intoxicación aguda por alcohol”. Es decir, el promedio anual registrado
para el último quinquenio del que se dispone de información es de poco más de 52 mil
personas que han requerido atención médica por padecimientos directamente vinculados
a la ingesta de alcohol, lo que representa también un promedio de 145 casos al día.

Respecto de la Hepatitis “A”, en el periodo consignado la Secretaría de Salud tiene un


registro de 97,577 casos; mientras que por Hepatitis “C” han sido atendidas 11,391
personas.

Una alta letalidad

Las cifras de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), no dejan
lugar a dudas: hay un alto número de defunciones anuales por enfermedades
hepáticas, lo que las ubica entre las primeras cinco causas de mortalidad en el país,
sólo por debajo de la diabetes mellitus, las isquemias del corazón y los distintos tipos de
cáncer.

En efecto, el promedio anual de defunciones por enfermedades hepáticas que se


desprende de los datos del INEGI es de poco más de 31,500 casos anuales; es decir, un
promedio de 86 defunciones al día por la causa señalada.
Al respecto debe destacarse que este tipo de enfermedades resultan mucho más
numerosas entre los hombres que entre las mujeres, generando en

consecuencia una mucho mayor mortalidad: de los 315,473 casos de defunción por
enfermedades hepáticas registrados entre los años 2004 y 2013, un total de 231,376 se
consignaron entre la población masculina, cifra que representa un promedio anual del
73.4% del total.

Debe hacerse notar también que aun cuando representan una menor proporción, las
defunciones de mujeres por enfermedades hepáticas han crecido de manera preocupante
en los últimos 10 años, pues en el periodo en análisis pasaron de 7,400 casos en el año
2004 a 9,219 en el año 2013, es decir, un incremento de prácticamente el 20% en una
década.

Otro dato que es muy importante subrayar es que, del total de defunciones por
enfermedades hepáticas, se registra un promedio anual de alrededor del 82% de
enfermedades directamente atribuibles al consumo o abuso en el consumo del alcohol; es
decir, en el periodo que va de 2004 a 2013, de las más de 315 mil defunciones por
enfermedades hepáticas, 260,361 tuvieron como causa directa la ingesta abusiva del
alcohol, cifra que implica un promedio de 71 defunciones diarias por daño hepático
asociado al alcoholismo.

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