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Episcopado
El Episcopado católico está formado por prelados, que son los ministros consagrados que
recibieron la totalidad del sacramento del Orden sacerdotal, siendo por eso considerados
como los sucesores directos de los doce Apóstoles. Exceptuando el Papa, que posee
jurisdicción universal y suprema sobre toda la Iglesia católica, los prelados pueden tener
jurisdicción ordinaria sobre sus respectivas circunscripciones eclesiásticas, generalmente
llamadas diócesis.
Papa
Para los católicos, el Papa es el Sumo Pontífice y Jefe de la Iglesia Católica, el Vicario de Cristo
en la Tierra, el Obispo de Roma y el poseedor del Pastoreo de todos los cristianos, concedido
por Cristo a San Pedro y, consecuentemente, a todos los Papas.9 El Papa es aconsejado y
electo por el Colegio Cardenalicio y, en el gobierno de la Iglesia, es asistido por la Curia
Romana. Él tiene su sede (la cátedra de Pedro) en Roma y es también periódicamente
aconsejado por el Sínodo de los Obispos.
Cardenal
Los cardenales, reunidos en el Colegio cardenalicio, son los consejeros y los colaboradores más
íntimos del Papa, siendo en su inmensa mayoría obispos. De hecho, el papa es electo, de forma
vitalicia por el Colegio cardenalicio (la renuncia al pontificado es rara, ya que no acontecía
desde la Edad Media y por última vez el 28 de febrero de 2013). Sin embargo, el Papa concedió
en el pasado a presbíteros destacados (por ejemplo, a teólogos) lugares de miembro del
Colegio, después de superar la edad electoral, desde que ellos se "distingan en fe, moral y
piedad".
Muchos de los cardenales sirven en la Curia Romana, que asiste el papa en la administración
de la Iglesia. Todos los cardenales con menos de 80 años tienen el derecho de votar para elegir
un nuevo papa después de la muerte de su predecesor. A cada cardenal es atribuida una
iglesia o capilla en Roma para hacer de él miembro del clero de la ciudad, de ahí nació la
clasificación de:
Cardenal obispo
Cardenal presbítero
Cardenal diácono
Patriarca
Los patriarcas, líderes de las Iglesias católicas orientales sui juris, con sus sínodos, son la
máxima autoridad en todos los asuntos de los patriarcados orientales, sin excluir el derecho de
formar nuevas eparquías y nombrar obispos de su rito dentro de los límites del territorio
patriarcal, salvo el derecho inalienable del papa de intervenir en cada caso. Estos patriarcas
son elegidos por sus respectivos sínodos y después reconocidos por el Papa. En total, existen
en la Iglesia católica seis patriarcas orientales:
Arzobispo
Un arzobispo metropolitano.
Arzobispo Mayor Lubomyr Husar de la Iglesia greco-católica ucraniana (de rito oriental), de
2001 a 2011.
Los arzobispos son prelados que, en la mayoría de los casos, están al frente de las
archidiócesis. Si su archidiócesis fuera la sede de una provincia eclesiástica (lo que puede no
suceder), ellos, que se volverían arzobispos metropolitanos, normalmente tienen también
poderes de supervisión y jurisdicción limitada sobre las diócesis (llamadas sufragáneas) que
forman parte de la respectiva provincia eclesiástica.
Además de los arzobispos metropolitanos, existen también muchos otros títulos, como por
ejemplo el título de arzobispo titular, que es dado a arzobispos que no tienen jurisdicción
ordinaria sobre su archidiócesis; y también el de arzobispo primado, que es dado a Arzobispos
de las circunscripciones eclesiásticas más antiguas o representativas de algunos países o
regiones.
Obispo
Los obispos (Diocesano, Titular, coadjutor, auxiliar y emérito) son los sucesores directos de los
doce Apóstoles y, por eso, recibieron el todo del sacramento del orden. Esto les confiere, en la
mayoría de los casos, jurisdicción completa sobre los fieles de su diócesis. Normalmente, solo
los obispos diocesanos (y los Eparcas, que es el título equivalente de Obispo en las Iglesias
católicas orientales) es que gozan de este poder jurisdiccional.
Además de los diferentes tipos de obispos, existen también varios títulos y cargos que, por ley
canónica, son equivalentes al del obispo diocesano:
Abad Territorial/Abad
Prelado Territorial
Exarca
Vicario Apostólico
Prefecto Apostólico
Administrador Apostólico
Ordinario militar
Ordinario personal
Prelado personal
Administrador Diocesano
Presbiterado
Los presbíteros (o sacerdotes) son los colaboradores de los obispos y solo tienen un nivel de
jurisdicción parcial sobre los fieles. Esto porque ellos no recibieron todavía la totalidad del
sacramento del orden. Algunos de ellos lideran las parroquias de su diócesis y tienen varios
títulos (unos honoríficos, otros no tanto), como por ejemplo:
Vicario
Capellán de Su Santidad
Canónigo
Arquimandrita (solo un título honorífico usado en las Iglesias orientales sui juris)
Existen dos tipos de padres: religiosos y diocesanos. Los padres religiosos profesan los votos
religiosos de pobreza, castidad y obediencia. Pertenecen a una Congregación Religiosa, como
por ejemplo los Franciscanos, Salesianos, Scalabrinianos. Viven una Regla de Vida propia, con
un carisma y viven en comunidad y son misioneros. Ya los padres diocesanos quedan ligados a
la diócesis por la cual fue ordenado. Es el colaborador del Obispo diocesano. No profesan los
votos. Trabajan casi siempre en su diócesis.
Diaconado
Un diácono.
Los diáconos son los auxiliares de los presbíteros y obispos y poseen el primer grado del
sacramento del orden. Son ordenados no para el sacerdocio, sino para el servicio de la caridad,
de la proclamación de la Palabra de Dios y de la liturgia. A pesar de eso, ellos no consagran la
hostia (parte central de la misa) y no administran la confesión o reconciliación.
Laicos
La mayoría de los miembros de la Iglesia católica son laicos, el origen de la palabra laico viene
del griego λαϊκός, transliterado: laikós, «popular» –de la raíz λαός laós, «pueblo» que tiene la
misión de testimoniar y difundir el Evangelio, así como también como la vocación propia de
buscar el Reino de Dios, iluminando y ordenando las realidades temporales según Dios,
correspondiendo así al llamamiento a la santidad y al apostolado, dirigido a todos los
bautizados.10 Pero aun así, también deben participar en las diversas formas de gobierno y
administración de sus iglesias locales importantes e influentes en el seno de la vida eclesial
porque, desde del Concilio Vaticano II (1962-1965), ellos gozan de igualdad en relación al clero,
en términos de dignidad, pero no de funciones.1112 Desde entonces, los laicos se volvieron,
por ejemplo, más activos y dinámicos en la administración de las iglesia diocesanas, en la
catequesis, en el apostolado, en la evangelización, en la solidaridad social, entre otras áreas.
Consagrados
Un fraile carmelita.
Las personas consagradas, que pueden ser laicos o clérigos, normalmente se agrupan en
institutos religiosos o en institutos seculares, existiendo sin embargo aquellos que viven
aisladamente o hasta en comunidad abierta, junto a los otros laicos no consagrados. Ellos
decidieron vivir una vida consagrada de modo especial a Dios con la profesión de los consejos
evangélicos: castidad en el celibato, pobreza y obediencia".13 Entre estas personas, algunas
aceptan llevar una vida de clausura monástica o conventual.
Esta forma de vida es reconocida y supervisada por la Congregación para los Institutos de Vida
Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (los consagrados de rito oriental es también
supervisado por la Congregación para las Iglesias Orientales), siendo clasificada por la Iglesia
católica como una respuesta libre a una llamada particular de Cristo, mediante la cual los
consagrados se entregan totalmente a Dios y tienden a la perfección de la caridad sobre el
movimiento del Espíritu Santo.14