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por
CORAZÓN OTERO
A Brenda, Leo y Fernando
con todo mi Corazón.
Ⓡ Corazón Otero
Todos los derechos reservados, según la Ley.
DISEÑO:
Fernando Macías Pereznieto - www.muillium.com
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PALABRAS PRELIMINARES
Por Andrés Segovia
Ha sido además, uno de los Maestros que han trabajado más y mejor para enaltecer
el prestigio de la guitarra. Cerca de un centenar de obras le ha dedicado a ella.
Andrés Segovia
Madrid, enero 10 de 1985
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PRÓLOGO
Regresé una vez más a Florencia para evocar la figura del maestro, para caminar
por esas callejuelas estrechas y empedradas y ante el campanil del Giotto contemplar el
bajorrelieve del Pisano que le inspirara I Naviganti; pararme en la plaza de la Señoría e
imaginar su Savonarola y en medio de ese ambiente milenario sentir Le Variazioni
attraveso i secoli; y, al atardecer, cuando el cielo parece de fuego, ver la que fuera la casa
de Mario Castelnuovo-Tedesco reflejada en el Arno.
Regresé asimismo, para recopilar todo lo que me fuera posible a propósito de su
vida y de su obra. De este modo, obtuve por medio de mi amigo Angelo Gilardino y del
señor Fabio Boccosi toda la música de Castelnuovo-Tedesco para guitarra que ha editado la
casa Bérben de Ancona y la autobiografía inédita del gran músico.
Con este material en las manos, me dediqué durante varios días a leer y a estudiar
con detenimiento la autobiografía del maestro, lo cual representó para mí un verdadero
placer, en virtud de la forma tan interesante, sencilla y amena con que Castelnuovo-
Tedesco redactó sus memorias. En ella me basé para estructurar el presente trabajo.
A partir de entonces, comprendí mejor su música y acudí a escuchar todas sus obras
que estuvieran en ese momento en concierto; asistí a su ópera The importance of being
Earnest tomada de la comedia de Oscar Wilde, fui a escuchar sus líricas y las piezas para
guitarra que se incluían en los programas.
Todo surgió en el verano de ese año, 1983, en que me reuní en Vercelli con mi
querido amigo, compositor y guitarrista, Angelo Gilardino, quien me preguntó por qué no
escribía un libro sobre Mario Castelnuovo-Tedesco, compositor tan amado y admirado por
los dos.
Después de haber escrito el libro Manuel M. Ponce y la guitarra, me encantó la
idea de hacer uno sobre este otro compositor tan cercano a mí, no sólo por su música sino
por haber nacido en Florencia, mi segunda ciudad.
En seguida me puse en contacto con sus parientes, amigos, alumnos, compositores
y músicos que habían convivido con él. Todos ellos me respondieron con su inmediata
colaboración por lo que les estoy sinceramente agradecida, lo mismo que a Paolo Paolini a
quien doy mi reconocimiento por su valiosa ayuda.
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La impresión que tuve al entrar a la casa del maestro fue la de estar en un templo;
con esa misma devoción con que se detiene uno ante las imágenes religiosas, fui
deteniéndome ante cada uno de los rincones, de los objetos, de todas esas cosas que
conformaron el mundo personal del compositor y que han sido conservadas con tanto amor
y respeto por su viuda y sus hijos.
Clara y Lorenzo me fueron mostrando toda la casa; el estudio lo han mantenido
intacto y en él se siente la presencia del maestro, sus partituras encima del piano, sus libros
en el pequeño escritorio junto a papeles y lápices; en la pared hay una carta enmarcada que
le enviara el poeta italiano Gabriele D’Annunzio, así como diplomas y fotografías; todo en
un ambiente acogedor y armonioso.
Corazón Otero
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¡Sí, Florencia es grande!
No es grande de extensión mi Florencia,
puedo abrazarla con una mirada,
pero es tan grande en lo que representa,
es tan grande en mi corazón.
M. C. T.
Mario Castelnuovo-Tedesco
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PRIMERA PARTE
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Apenas tenía cinco años de edad cuando su padre dispuso que una maestra le
enseñara alemán y, poco más tarde, inglés. Su madre, que le enseñaba francés, era su
confidente.
Ella siempre hacía lo posible para que todo
fuera fácil y agradable para mí.
Quizá por eso, gozaba con la facilidad musical del nieto y constantemente insistía a
su hija para que le enseñara a tocar el piano. Mario lo deseaba con ansiedad.
La madre titubeaba porque su esposo se oponía: decía que de ninguna manera
deseaba que su hijo dedicara su tiempo a “actividades” de señoritas.
Un día, cuando apenas contaba con seis años de edad, su madre le dio la sorpresa.
Le dijo:
—Vas a ver a dónde te voy a llevar.
Peinó sus rizados cabellos y sus pequeños ojos brillaban de gozo.
Mario no sabía a donde iría, pero se contentaba con sólo ver:
Entraron al teatro de la ópera y Mario vio por primera vez un escenario. Cuando el
telón se levantó, apareció un mundo fascinante y durante toda Carmen, el niño permaneció
en un estado de éxtasis.
Desde entonces y para siempre Carmen sería una de sus óperas predilectas.
Cuando su abuelo lo escuchaba cantar, lo abrazaba amorosamente y decía;
—Este pequeñito, pequeñito, pequeñito sabe todo.
Seguía insistiendo para que estudiara música y su madre, al fin, se decidió a darle
clases de piano a escondidas del padre. Ella se sentía inquieta y angustiada, pero
recompensada al escuchar a Mario cuando tocaba el piano lleno de entusiasmo o cuando
tocaban juntos a cuatro manos.
Por aquella época empezó la temporada de conciertos en los Jardines de Bóboli y
su madre le dio la segunda sorpresa; esta vez lo llevó a escuchar la Quinta Sinfonía de
Beethoven, que dirigía Mascagni. Vestido muy elegante, con sombrero para atajar los
rayos del sol del verano, Mario se sentó en la primera fila para poder escuchar mejor sin
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perderse de nada. Los fortes de la orquesta le hacían vibrar el corazón. Al terminar el
concierto, el niño se sintió feliz, eufórico.
Estas dos experiencias, la de Carmen y la Quinta, fueron fundamentales para
consolidar su vocación musical.
A la edad de nueve años, Mario le dio a su padre, como regalo de aniversario, la
“desagradable sorpresa” de tocarle al piano una Mazurka y un Nocturno de Chopin y de
ofrecerle su primera composición Piccolo Valser op. 1.
Cuando el niño se sentó al piano, las manos le temblaban por la emoción y el
nerviosismo, al terminar se volvió a verlo: su padre le respondió con una mirada grave y,
sin demostrar ningún contento, le dijo que podía estudiar música, siempre y cuando lo
tomara sólo como un pasatiempo.
En la religión judía, al llegar los jóvenes a la pubertad, o sea, a los trece años, se les
prepara para el “Bar Mitzva”. La entrada del joven en la comunidad se simboliza con la
lectura pública de la Torá en la sinagoga, el sábado que sigue a su cumpleaños. El padre
debe cuidar al hijo hasta la edad de trece años y en la ceremonia dice esta bendición:
“Bendito sea El que me libra de la responsabilidad por este muchacho”. El rito del
“Bar Mitzva” se ha combinado desde la edad media con un banquete y un discurso.
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Generalmente el joven dedica su “dresdhá” o discurso a sus nuevos deberes y los relaciona
con la “Haftará” sección de otros libros de la Biblia, que corresponda a la semana.
La madre de Mario lo preparó enseñándole con paciencia y amor todo lo necesario:
Los regalos que Mario recibió en esa ocasión, fueron altamente significativos: las
obras completas de todos los músicos que amaba, y su padre, persuadido al fin por el
profesor Del Valle, que quería hacer de él un concertista, le regaló un piano Steinway de
media cola.
Mario Castelnuovo-Tedesco
2- PRIMAVERA FLORENTINA
Por esos días, la familia se cambió a la casa de enfrente, esto es, a la calle Martelli
número 7. La nueva casa era también un edificio antiguo, pero había sido modernizado y
tenía buena calefacción; Mario ya no padeció de frío en el invierno.
En esta nueva casa, el joven estrenó su flamante piano que colocaron en su estudio;
él dispuso en fila los bustos de terracota de algunos compositores clásicos y llenó las
paredes con estampas que representaban a otros músicos. Junto al piano estaba una mesita
negra donde escribía sus composiciones.
En 1909 compuso tres suites para piano: Suite nello stile Italiano, English Suite y
Suite Francese. Para el joven compositor de catorce años, escuchar por primera vez una
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obra suya en concierto fue, además de una satisfacción invaluable, la confirmación de que
sus pasos musicales iban por el camino correcto.
En su segundo año de estudios, siguiendo el ejemplo de los franceses, empezó a
escribir música descriptiva.
En esos años juveniles vivía en un estado de euforia, le parecía poder expresar con
su música el mundo, y verdaderamente todas las impresiones que recibía; los libros que
leía, los cuadros y las esculturas que aprendía a conocer, los paisajes que admiraba y lo
dejaban conmovido y meditabundo, todo, en fin, se traducía para él en sonidos y melodías
acariciantes, en ritmos y armonías cada vez más preciosas.
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le aconsejó que estudiara una disciplina más seria de composición en el Conservatorio, bajo
la guía del maestro Scontrino.
La relación de Castelnuovo-Tedesco con Scontrino no fue buena, ya que este
último desaprobaba todo lo que Mario escribía y detestaba a Debussy, a quien llamaba
“corruptor”.
Como ese año se habían inscrito más alumnos en composición, el Conservatorio
contrató a otro profesor para impartir esa disciplina: Ildebrando Pizzetti, de Parma, quien
no sólo aceptaba, sino que gustaba de la música moderna. Castelnuovo-Tedesco luchó para
cambiarse a su clase y, gracias a la petición del mismo Pizzetti, la dirección del
Conservatorio aceptó el cambio, con el terrible enojo de Del Valle y Scontrino.
Pizzetti sería su maestro por excelencia, aprobó inmediatamente sus composiciones
y lo hizo trabajar con absoluto rigor la Armonía, el Contrapunto y la Fuga.
Pizzetti era sumamente exigente en la enseñanza del contrapunto, pero dejaba
libertad para la composición.
Pronto se hicieron grandes amigos; cuando salían del Conservatorio, Mario
acompañaba al maestro hasta su casa y éste le mostraba sus nuevos trabajos y le permitía
opinar sobre ellos, aceptando sus críticas.
Durante muchos años, Castelnuovo-Tedesco siguió muy de cerca las
composiciones de Pizzetti.
En 1913 terminó sus estudios de Liceo y obtuvo como premio por su brillante
examen, además del diploma, un viaje a España.
Con su familia había viajado a Holanda, Inglaterra, Bélgica y otros países europeos;
pero era la primera vez que estaba en España y en ella, como en ninguna otra parte, se
sintió muy a gusto. Aun sin conocer el idioma se identificó con todo lo que vio y ese viaje
dejaría impresiones profundas que florecerían periódicamente en su música.
Le faltaba sólo un año para terminar la carrera de pianista y le pidió permiso a su
padre para hacer solamente sus estudios musicales durante ese período.
Por las noches, Castelnuovo-Tedesco tenía la costumbre de pasear por la orilla del
Arno, en el tramo que va del Puente Viejo al Puente de Santa Trinidad, uno de los lugares
mas armoniosos de Florencia. Allí hacía la “prueba general” de su música; se sentaba de
espaldas al río a repasar en el pensamiento las páginas que había escrito durante el día:
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Mientras él se hallaba en cama, delirante, tuvo lugar el atentado de Sarajevo con el
que estalló la primera guerra mundial.
Al cabo de varias semanas de gravedad, la salud de Mario empezó a mejorar. Un
mes más tarde pudo levantarse para empezar una larga convalecencia, en la que tenía
prohibidos toda clase de ejercicios.
El médico aconsejó que lo llevaran al mar, de modo que toda la familia partió para
Castiglioncello, un pequeño lugar a pocos kilómetros de Livorno, sobre la antigua “via
Aurelia”.
El noble florentino, Diego Martelli, había sido dueño del terreno donde se creó
Castiglioncello y había regalado a pintores y literatos famosos, los terrenos que se
encontraban a lo largo de un promontorio verde que llegaba hasta el mar, para que hicieran
sus casas, con el fin de crear una colonia artística de verano. En este pequeño pueblo,
reinaba un ambiente restringido, “selecto”, en donde era difícil entrar. La familia
Castelnuovo-Tedesco fue bien acogida, gracias a que eran amigos de algunos de los
moradores del lugar.
Mario se encontró contento en ese ambiente; los muchachos eran inteligentes,
simpáticos y abiertos a cualquier forma de cultura. Allí llevó una vida casi de recluso, no
le permitían nadar, ni ir en barca, ni hacer largos paseos. Por las tardes, los amigos se
reunían en su casa y él tocaba el piano para que bailaran. También componía melodías
improvisando con su hermano Ugo, que escribía la letra; después las cantaban a coro.
Todos querían tener la suya y una pequeña de seis años, llamada Giuliana, pidió que le
cantaran una:
—Toda entera para mi.
Castelnuovo-Tedesco compuso Ninna Nanna, una canción de cuna con los tiernos
versos de Ugo. Nunca imaginó que más tarde se la publicarían tal cual y sería la más
cantada de sus líricas.
En otoño regresaron a Florencia y aun cuando estaba muy débil, retomó sus
estudios de composición y entró, como su padre deseaba, a la Universidad a estudiar
medicina.
Mario aún no lograba reponerse totalmente de salud, pero acompañaba a su
hermano Ugo al club de tenis y aunque no podía jugar, disfrutaba conversando con los
amigos.
Fue allí, en el año de 1915, donde conoció a Clara Forti. A partir de entonces,
ambos se reunían para hacer música, ella cantaba con una voz pequeña pero graciosa y bien
modulada. Castelnuovo-Tedesco la acompañaba al piano y le enseñaba canciones suyas y
de otros compositores.
Ildebrando Pizzetti dirigió la obra sinfónica Cielo di Settembre. Era la prima vez
que Castelnuovo-Tedesco escuchaba una obra suya para orquesta en concierto.
De pie, en el palco, con los brazos cruzados en la espalda, iba imaginando todo
aquello que lo había inspirado a componerla. Con gran placer escuchó esa melancólica
poesía envuelta en una atmósfera crepuscular.
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3- FUORI I BARBARI
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El médico que lo atendía opinó que no debía seguir con dobles estudios y que el
contacto con los enfermos no era recomendable. Para alegría de Mario y disgusto de su
padre, tuvo que abandonar la carrera de medicina.
Castelnuovo-Tedesco se dedicó libre y exclusivamente a sus estudios de
composición; su meta era la de obtener el diploma para poder ejercer sin problemas la
profesión que había elegido.
Seguía débil y decaído y eso se reflejaba en sus creaciones, que eran tenues y
vacías; la búsqueda se le hacía afanosa y estéril. Eran más las piezas que dejaba
incompletas que las que terminaba. Tenía gran dificultad para conciliar los conocimientos
académicos y las formas tradicionales con su creatividad, que hasta ese momento, había
sido libre y espontánea.
Su producción de los años 1917 y 1918 fue decisivamente secundaria.
No obstante que se sentía extenuado, en 1918 presentó su examen en el
Conservatorio de Música de Bolonia, el director Franco Alfano le dio una buena acogida;
lo condujo a la pequeña habitación en donde haría el examen que consistía en una serie de
pruebas, que debía realizar en un número limitado de horas durante varios días
consecutivos, en los que no se le permitía salir de su habitación ni para comer.
Debía escribir una fuga, un tiempo de sonata con temas dados, escena lírica,
instrumentación, además de lectura de partitura a primera vista, historia de la música,
etcétera.
Castelnuovo-Tedesco realizó cada una de las pruebas de manera rápida y
profesional. Al final, cuando le dieron el examen de lectura a primera vista, el primer
tiempo de la Sinfonía en Sol menor de Mozart, declaró que lo ¡sabía de memoria! Obtuvo
así su diploma de Compositor.
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4- VIDA NUEVA
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había tiempo para ensayarlas, pero los dos las tenían en su repertorio de modo que
confiaron en su instinto musical.
Cuando se encontraron, la violinista estaba nerviosa y excitada. Castelnuovo-
Tedesco se sentía tranquilo, sólo tenía cierta curiosidad.
Llegaron por la noche a la Villa Savoia; los centinelas los detuvieron pero al ver el
salvoconducto que llevaban, los dejaron entrar.
El concierto se llevaría a cabo en la casa de los príncipes de Assia, que vivían en
una villa situada dentro del parque de la Savoia. A los dos músicos les pareció simple y
modesta, amueblada con un gusto anónimo de “Grand Hotel”.
Castelnuovo-Tedesco probó el piano, un regalo de bodas de los duques de Aosta a
los príncipes, lo encontró viejo y desafinado.
Se presentó el príncipe Filippo, quien conociendo los gustos de la reina Elena
excluyó del programa a Beethoven y Brahms. Se pusieron de acuerdo en tocar una Sonata
de Mozart, una Sonatina de Schubert y un grupo de piezas breves.
Llegaron los invitados; unos cuantos familiares, se hicieron las presentaciones y la
reina tomó asiento, sacó de una amplia bolsa su tejido y algunas fotografías tomadas
durante el verano en San Rossore que hizo circular entre los asistentes. La conversación se
desarrolló en francés, idioma favorito de la familia real.
Después de esperar unos minutos, dio principio el concierto; la primera parte se
llevó a cabo entre la más absoluta indiferencia, Mozart y Schubert pasaron mientras la reina
continuaba tejiendo; cuando tocaron las piecesitas, el ambiente se calentó y, al terminar un
vals vienés, la reina pidió ancore. Los intérpretes se quedaron perplejos durante un
momento sin saber si, según la etiqueta de la corte, deberían repetir la misma pieza o tocar
algo diferente; se lo preguntaron a la princesa Mafalda, quien era la que gentilmente le
pasaba las páginas a Castelnuovo-Tedesco; ella les respondió en francés:
—Toquen la misma pieza, es muy raro que mamá exprese cualquier cosa.
Tocaron de nuevo el valsecito y de esta manera terminó el concierto.
Se abrieron los batientes del comedor y un mayordomo anunció que todo estaba
listo; el príncipe Filippo le preguntó a la reina si deseaba tomar un té a lo que ella declinó,
en honor a la etiqueta, todos siguieron inmóviles y, hasta después de algunos minutos de
conversación, la reina se levantó y salió acompañada de las dos princesas; entonces los
invitados pasaron al comedor.
Esta sería la fría experiencia que Mario tuvo en la corte de Italia.
Mario Castelnuovo-Tedesco
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5- MATRIMONIO
Ella hacía siempre las críticas que creía necesarias de los trabajos de su esposo y a
él le parecían justas:
Usigliano de Lari era un pequeño pueblo donde Clara tenía una gran villa. A partir
de que se casaron, la pareja pasaba allí el verano. La propiedad estaba situada en lo alto de
una colina y se le podía mirar de todas partes, con sus dos filas de hermosos cipreses
centenarios y detrás, un bosque de pinos. La casa era espaciosa, tenía unas treinta
habitaciones, algunas de ellas con frescos del setecientos y del ochocientos. La vista que se
dominaba desde ese lugar era extraordinaria; el campo que la circundaba, completamente
fértil de olivos, vides y castaños. Detrás de estas colinas, dulcemente onduladas, se podía
ver la costa que va de Livorno a la Spezia. En ese lugar Mario pasaba semanas en absoluto
éxtasis. Con la frescura matinal salía al jardín, se sentaba en una banca a imaginar la
música que más tarde escribiría. Allí compuso I Cipressi, que llegó a ser su pieza para
piano más famosa.
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El violinista Mario Corti gustaba de la música de Castelnuovo-Tedesco y
continuamente la incluía en sus programas. Le expresó su deseo de que le escribiera un
concierto para violín y orquesta.
En Italia no se había compuesto un concierto para este instrumento desde Paganini,
un siglo atrás, o por lo menos, nadie lo había puesto en repertorio.
Para realizar su concierto, Mario recordó a los antiguos italianos, en particular a
Vivaldi, dado que éste había concebido al violín como un instrumento esencialmente lírico
y lineal; después de maduras reflexiones, nació su Concierto Italiano para violín y
orquesta. Con su concierto, Castelnuovo-Tedesco inició una nueva época para el violín en
Italia, pues a partir de ese momento, otros compositores siguieron su ejemplo.
Los recién casados llevaban una vida tranquila, esperaban a su primer hijo y antes
de nacer ya lo llamaban Petrucchio.
Mario se inspiró en el personaje de La Fierecilla Domada, que era la comedia de
Shakespeare que más amaba, para darle este nombre. En tal obra existe la única frase en
italiano en todo el teatro de Shekaspeare; cuando Petrucchio llega a Padua, el viejo Giovan
Battista lo acoge con estas palabras:
Alla nostra casa benvenuto, molto onorato sinior mio Petrucchio.
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6- GIESEKING, TOSCANINI, CONSOLO,
HEIFETZ, D’ANNUNZIO
Ese mismo año, Mario encontró por primera vez, en Florencia, a Jasha Heifetz. El
gran violinista estuvo muy atento con él, le dijo que le gustaba su música y le preguntó si
había escrito algo nuevo para violín. Castelnuovo-Tedesco le informó del Concierto
Italiano y Heifetz se mostró muy interesado; sin embargo, debía partir de inmediato para
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Roma, por lo que le pidió que se lo enviara a su hotel en esa ciudad, donde permanecería
únicamente un par de días.
Mario así lo hizo, pero poco después le fue devuelto. Sintió gran disgusto al darse
cuenta de que no le había llegado a tiempo al violinista y, tal vez para contentarse un poco,
pensó que una gran estrella como ésta no se interesaría en tocar su concierto.
Dos meses más tarde le llegó una carta de Heifetz donde le decía que sentía mucho
no haber recibido la música, que por favor se la enviara a Nueva York.
Castelnuovo-Tedesco se la envió entusiasmado, pero pasó el tiempo sin que
volviera a tener noticias.
Clara sentía la necesidad de tener una vida con mayor independencia; Pietro había
crecido y requería de más espacio; por lo tanto, de nuevo se cambiaron de casa, esta vez, a
via Emanuele Repetti 4.
Los padres de Mario estaban tristes por la separación, pero eran comprensivos y los
apoyaron en la idea.
Ese verano Castelnuovo-Tedesco lo dedicó a leer a Proust. Decía que este gran
literato había sido para él una gran lección, más que nada, por su significado musical, que
está, decía, en su método de “composición”, el cual es puramente musical:
En 1929 Mario se enteró, por un amigo, que Heifetz tocaría su concierto en Nueva
York y se llenó de alegría.
Más tarde, el violinista le envió el programa de esa noche y Mario le escribió
agradeciéndole la interpretación de su concierto.
Después recibió un telegrama en el que Heifetz le pedía permiso para que la casa
editora Ricordi le alquilara las partes de la orquesta por tiempo indefinido, ya que tenía la
intención de tocar el concierto en lo sucesivo.
Castelnuovo-Tedesco le estaba muy agradecido y, para demostrárselo, le escribió a
París, en donde se encontraba el violinista en ese momento; en su carta le anunciaba que
compondría un concierto dedicado a él.
Heifetz le contestó:
“No es necesario un nuevo concierto, porque yo quiero tocar el viejo. Quisiera
tener una pieza para violín y piano, con el fin de tocarla en los últimos quince minutos de
mis programas”.
Mario se quedó perplejo, sin saber que era exactamente lo que deseaba el violinista.
Heifetz lo invitó a París para que lo escuchara tocar su concierto. Cuando llegó
Castelnuovo-Tedesco le preguntó que tipo de obra quería. El violinista deseaba una pieza
brillante, que incluyera todas las posibilidades técnicas de expresión, de agilidad y canto a
las que se presta el violín, una obra importante.
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Castelnuovo-Tedesco seguía incierto.
Heifetz le informó:
—Sólo escuchándome tocar tu concierto te darás cuenta de lo que quiero.
Al día siguiente, la ejecución del violinista fue estupenda, lo que más impresionó a
Mario fue su absoluta pureza de sonido.
Después del concierto, ya lo tenía bien pensado: le escribiría un Rondó, que es la
forma musical en la que podía incluir toda la variedad de efectos que Heifetz deseaba.
En corto tiempo escribió The Lark, que Heifetz interpretó innumerables veces con
virtuosismo y brillantez.
En otra ocasión, el violinista invitó a Castelnuovo-Tedesco a París con el propósito
de que le escuchara tocar la pieza.
Al salir del hotel, Heifetz se desgarró el frac y tuvo que regresar a su habitación
para cambiarse. Llegó al teatro unos minutos tarde, nervioso, porque era sumamente
puntual.
The Lark era la primera pieza del programa, no obstante que cuando la solicitó
había expresado que la incluiría en la parte final de sus programas.
Esa noche, Heifetz la tocó a una velocidad vertiginosa, casi como para reponer el
tiempo perdido.
Castelnuovo-Tedesco, paralizado en su asiento, sudaba frío y se preguntaba cómo
llegaría al final.
Heifetz no falló ni una sola nota y terminó fresco como una rosa. Durante el fuerte
aplauso del público, el violinista hizo que Mario se levantara y éste agradeció, con un nudo
en la garganta por la emoción.
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Cuando regresaron a Usigliano, Castelnuovo-Tedesco le escribió una carta a
Segovia en la que le decía:
“Querido Segovia: tendré un gran placer en escribir algo para usted porque muchas
veces he tenido la ocasión de admirarlo, pero debo confesarle que no conozco su
instrumento y no tengo ni la más remota idea de cómo se componga para la guitarra...”
Segovia le contestó con una nota en donde le mostraba la afinación de la guitarra y
le incluyó dos piezas: las Variaciones sobre un tema de Mozart de Fernando Sor y las
Variaciones sobre la Folía de España de Manuel M. Ponce. Le decía que en estas piezas
podría darse cuenta de las mayores dificultades técnicas que se pueden afrontar en la
guitarra.
Castelnuovo-Tedesco estudió concienzudamente estas obras y decidió hacer una
del mismo género basándose en los modelos que le había dado Segovia.
Compuso Variazioni attraverso i secoli. Primero trató a la guitarra a la manera del
laúd, como en la época de Bach, con una Chaconne y un Preludio, después a la manera
romántica, como en la época de Schubert, con dos Walzer y al final a la manera moderna,
tipo jazz, con un Fox-Trot.
Cuando terminó la Chaconne y el Preludio se los envió a Segovia, preguntándole si
era posible tocarlos en la guitarra, pero antes de que le llegara la respuesta ya había escrito
toda la pieza.
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Al día siguiente se reunió con Andrés Segovia quien le recordó que el compositor
italiano Boccherini era un gran admirador de la guitarra y le sugirió que compusiera una
obra en su honor, le dijo:
—Me gustaría que hicieras un trabajo importante, una sonata en cuatro tiempos.
Llegó el estreno del Savonarola; escenario más bello no se podía imaginar; frente al
Palacio de la Señoría, la orquesta de ciento veinte músicos estaba en la Loggia dei Lazi en
la arcada central, cerrada con un espléndido gobelino, a sus lados estaban dispuestos en dos
gradas, con trajes de la época, dos coros de doscientas personas. Castelnuovo-Tedesco pudo
disponer también de una fanfarria en la terraza del Palacio y hasta de la histórica campana
en lo alto de la torre: así, sonidos y toques llegaron a todas partes. La obra terminaba con
gran emoción, pues Savonarola se encaminaba al suplicio (como había sido en realidad)
saliendo en cepos de la baja puertecilla de la prisión del palacio Viejo.
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Representación del Savonarola en la Plaza de la Señoría
La composición de esta obra realizada en un corto plazo y bajo una gran presión,
constituyó para Castelnuovo-Tedesco un enorme esfuerzo. A mediados de 1935 sufrió un
terrible agotamiento y durante seis meses no compuso absolutamente nada, actitud insólita
en un compositor tan activo como él. Experimentaba un gran descontento con lo que
componía, con él mismo y con la vida en general; en apariencia, no tenía razones ya que
todo le sonreía a su alrededor: el éxito, su familia, los amigos. Estaba consciente de esto,
pero no era dueño de sus nervios. Ese sería el período más oscuro de su vida.
Con el fin de remediar su angustia, buscó refugio en sus lugares amados;
Giramonte, Usigliano, Castiglioncello, pero todo fue en vano. Los medicamentos no le
hacían ningún efecto y sufría sin encontrar salida.
En una ocasión, su médico le regaló un libro con las poesías de Walt Whitman y lo
que no pudieron hacer las medicinas lo hizo la poesía, al leerlas se enamoró súbitamente de
ellas y fueron las que lo llevaron de nuevo a trabajar. De inmediato compuso música para
algunas: las llamó con el título del libro: Leaves of Grass.
Entonces empezó a trabajar febrilmente; también le puso música a Trois Fragments
de Marcel Proust y a Feeries e Charmes de Paul Valéry. A partir de ese momento sanó por
completo.
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Toscanini dirigiría en Viena el estreno mundial de la Overture per il Racconto
d’Inverno de Castelnuovo-Tedesco, inspirada en la obra de Shakespeare. Como Mario no
había tenido la oportunidad de ver a Toscanini dirigiendo una obra suya, se entusiasmó con
la idea de ir a Viena.
Pensaba salir con Clara unos días antes para poder asistir a los ensayos, pero su hijo
Pietro enfermó y como no quisieron dejarlo solo, esperaron a que mejorara. Partieron el día
anterior al concierto; viajaron en tren durante toda la noche y llegaron con el tiempo justo
para ir al teatro. Toscanini mostró su alegría al verlo. La ejecución de su obra fue
magnífica, inolvidable por su claridad, animación y poesía.
Después del concierto Toscanini, con su esposa y su hija, los invitó a comer. En el
restorán el famoso director le preguntó su opinión sobre el concierto y, en especial, acerca
de su obra. Castelnuovo-Tedesco le manifestó su entusiasmo, repasaron paso por paso la
música escuchada; Toscanini le preguntó si había escuchado cierto pasaje del segundo fagot
a lo que Mario respondió:
—Pero maestro, era la primera vez que escuchaba mi obra tocada con orquesta y la
primera vez que escuchaba mi música dirigida por usted, ¿cómo puede pretender que
prestara atención a un segundo fagot?
Toscanini lo amonestó diciendo:
—¿Pero qué clase de músico es usted?
Continuaron hasta llegar al final de la obra que termina con los sonidos de una
campana.
—Y ¿la campana?
Preguntó el director.
Castelnuovo-Tedesco titubeó por un momento, sentía que no debía hacerle ni la
más mínima crítica, aunque también sabía que no podía mentir, de modo que le confesó que
la campana le había parecido un poco fuerte.
Toscanini hizo una tremenda escena en contra de su esposa y su hija y contra las
mujeres en general, en las que, dijo, no se podía confiar.
Después le explicó que en la prueba general, no conociendo la acústica de la sala,
les había preguntado a su esposa e hija si la campana se escuchaba bien y ellas le habían
dicho que no se oía, de manera que el campanero tocó más fuerte.
Le dijo a Castelnuovo-Tedesco:
—Mire, la semana que viene haré el mismo concierto en Budapest, venga usted y
escuchará que la campana sonará correctamente.
Partieron todos para Budapest. La orquesta de Viena llegaba el martes a las cinco
de la tarde y el concierto sería a las ocho. A las seis la orquesta fue llamada para un ensayo
extraordinario. Todos los músicos se preguntaban el porqué. Era para probar la famosa
campana.
Faltaba más de una hora para que empezara la función. Toscanini se retiró al
camerino para cambiarse de ropa. Los músicos mataban el tiempo platicando en los
corredores. Uno de ellos, el primer violín de la segunda fila, se acercó a Castelnuovo-
Tedesco para pedirle que le aclarara una duda: En la parte central de la obra, dos trombas
con sordina y los segundos violines tocaban al unísono; pero en un compás los violines
tenían sólo una nota superior mientras que las trombas tenían dos. Mario estaba seguro de
que se trataba de un error de imprenta en las partes, por lo que quiso consular la partitura
general. Entró discretamente en el camerino de Toscanini, quien se estaba vistiendo y, sin
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decir nada para no molestarlo, tomó la partitura y salió. Pocos segundos después apareció
el director, semidesnudo en la antecámara del camerino y barboteó:
—Tres compases antes del número dieciocho, a los segundos violines les falta una
nota.
Castelnuovo-Tedesco y el violinista se miraron anonadados.
La ejecución de la obra volvió a ser magnífica y esta vez, las vibraciones de la
campana se sintieron casi disueltas en lo etéreo:
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Mario le contestó pidiéndole que se calmara, que a los críticos no se les debe tomar
en serio y, para que se le bajara el coraje, le solicitara al señor Guilloux la música de la
canción y le aseguraba que después se arrepentiría de lo que había escrito.
Divertido, Castelnuovo-Tedesco compuso una elaboradísima serie de variaciones
con una fuga final, para guitarra: Variations Plaisantes sur un Petit Air Populaire. Se la
dedicó y envió al crítico, que no volvió a hablar mal de él.
Por esa misma época, Andrés Segovia le pidió a Castelnuovo-Tedesco algo que lo
dejó perplejo; un concierto para guitarra y orquesta.
Como él no conocía ningún precedente del género, no podía imaginar la asociación
de la guitarra con los otros instrumentos. Era un trabajo tanto de “cantidad” como de
“calidad” de sonido, que lo espantaba y no osaba afrontar decía:
Jamás se puede estar seguro de la técnica de la guitarra porque es un
instrumento misterioso.
Prefirió componer otra obra para guitarra sola, la Tarantella, una pieza ágil y
brillante con sabor levemente “Rossiniano”, que más tarde llegaría a ser su pieza para
guitarra más conocida.
Mario Castelnuovo-Tedesco
8- PERSECUCIÓN ANTISEMITA
En los primeros días de enero de 1938, el joven violinista Bignami debía tocar en la
radio italiana de Turín, I Profetti de Castelnuovo-Tedesco. El violinista se presentó en la
casa del compositor con cara abatida y confusa, le dijo que había recibido un telefonema de
Florencia para hablar con la dirección general de Roma acerca de la petición de la
sustitución del concierto, el violinista temía que él no estuviera satisfecho con su ejecución
y que habría sido quien había pedido el cambio.
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Castelnuovo-Tedesco le aseguró que estaba muy complacido con su interpretación
y le preguntó quien era el director de la orquesta. Supo entonces que se trataba de un
alemán nazi, así que pensó que habría sido el mismo director, quien fiel a la doctrina de su
partido había rehusado dirigir el trabajo de un compositor judío, ya que al regresar a su país
podría tener problemas. Aconsejó al violinista aceptar la sustitución de la obra.
Castelnuovo-Tedesco quedó disgustado, pero no hizo mucho caso.
Quince días más tarde, recibió una carta que le enviaba un músico, judío también,
que trabajaba en la sociedad de autores. Le advertía preocupadísimo de otra prohibición
hecha telefónicamente. Esta vez se trataba del concierto de Mendelssohn, siendo el mismo
autor con el cual se había empezado el “boicot” de la música judía en Alemania.
Entonces Castelnuovo-Tedesco empezó a llenarse de angustia. Se encendía la
campaña nazi y gran número de sus colegas le volvieron la espalda y lo evitaron.
A fines de marzo, Marinuzzi, director del Maggio Musicale Fiorentino, tuvo un acto de
valentía; había programado, un año antes, tocar I Giganti della Montagna y no obstante la
campaña antisemita, la dejó en el programa y tuvo un triunfante estreno.
Castelnuovo-Tedesco comentó:
“La ejecución fue estupenda, Marinuzzi dirigió con amor y los coros cantaron
admirablemente. El primer episodio con carácter vago y enigmático dejó al público un
poco perplejo, yo me preguntaba cual sería al final la acogida de mi obra. El segundo
tiempo que termina con la arrolladora “Cavalcata”, de hacer temblar los muros, como
había escrito Pirandello en su acotación, era de un efecto irresistible y, como me lo
esperaba, eso determinó el éxito. Esa sería la última pieza que se escuchara en mi ciudad
durante muchos años”.
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escuela de verano donde podría pasar una temporada feliz en un clima libre, entre
muchachos de su edad.
En el mes de septiembre, Castelnuovo-Tedesco lo fue a recoger, viajaron por
algunas ciudades suizas y de regreso a Italia, hicieron escala en Milán. En un periódico
vieron la llamada “Ley racial” en contra de los jóvenes, prohibiendo a los niños judíos
asistir a las escuelas; se colocaba así a la infancia fuera de la ley. Fue un golpe horrible
para él:
Nunca olvidaré la expresión desesperada en la cara
de mi hijo cuando leyó la condena.
El pianista Gieseking, sumiso a la línea del partido nazi, cesó de tocar la música
hebrea; Castelnuovo-Tedesco sintió el tener que interrumpir su correspondencia con el
amigo pianista y, que por causas políticas, el gran intérprete suprimiera de su repertorio sus
obras.
Después, cuando le publicaron unas piezas para piano, se las envió con una carta
que decía:
“Mi querido Gieseking, yo sé que usted no tocará más mi música y conozco
perfectamente las razones, pero como usted la tocó por tanto tiempo, quiero mostrarle mis
últimas piezas para piano”.
Castelnuovo-Tedesco no esperaba respuesta, se sorprendió cuando unos días más
tarde le llegó la siguiente nota:
“Mi querido Mario: cuando el cartero me trajo sus últimas piezas, estaba
justamente por tocar, para mi placer, sus tres Chorales Ebraiques, que siempre encuentro
magníficos...”
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Fue este un hermoso acto de sinceridad que conmovió a Castelnuovo-Tedesco, ya
que Gieseking podía haber tenido problemas pues la correspondencia estaba censurada.
Esto lo hizo apreciarlo y admirarlo más y compensarlo de la actitud un tanto cobarde de sus
propios paisanos que le habían vuelto la espalda.
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
9- ADIÓS A FLORENCIA
Clara y Mario estaban indecisos en la meta que debían escoger, ningún lugar
europeo les parecía seguro. Después de mucho pensarlo, decidieron partir a Los Estados
Unidos, país libre, fuerte, lleno de recursos, donde además tenían amigos que los esperaban
y los ayudarían. Castelnuovo-Tedesco decidió no escribirles desde Italia porque la
correspondencia estaba censurada. Viajó a Suiza y desde allí les escribió a Toscanini,
Heifetz y Spalding, refiriéndoles su situación. De ellos recibió una conmovedora prueba
de amistad y solidaridad. Toscanini le envió inmediatamente un telegrama diciéndole que
Heifetz, Spalding y él le aseguraban que le proveerían de habitación y le buscarían trabajo.
Mario regresó a Florencia optimista y confortado. Siguieron escribiéndose, pero
en clave. Más tarde, Heifetz le escribió diciéndole que le encontraría trabajo en la industria
cinematográfica y que para la habitación eran necesarios más trámites. Seguramente el
censor se habrá sorprendido al leer la carta en la que le decía que el editor para poder
publicar su música, necesitaba saber la edad de su esposa y de sus hijos.
Andrés Segovia tuvo entonces un gesto exquisito que Mario nunca olvidaría: viajó
a Florencia para pasar la Navidad con él y animarlo a tener esperanzas en un mejor
porvenir. Lo aconsejó diciéndole que no debía desesperarse, que con su talento saldría
adelante en América empezando una vida nueva. Sus palabras y su solidaridad lo
confortaron enormemente. Castelnuovo-Tedesco quedó conmovido con esa prueba de
amistad sincera y le prometió que la primera obra que escribiera sería el concierto para
guitarra y orquesta que tantas veces le prometiera. Andrés Segovia, entusiasmado, siguió
animándolo.
Castelnuovo-Tedesco escribió de un tirón el primer tiempo del concierto y juntos lo
revisaron. Segovia, satisfecho, partió para El Uruguay donde radicaba en ese momento.
En enero de 1939 terminó los otros dos tiempos del concierto para guitarra y se los
envió a Segovia.
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El Concierto en Re para guitarra y orquesta consta de tres movimientos: Allegretto
giusto, con carácter neoclásico, simple y agradecido, casi Boccheriniano, el segundo
Andantino a la Romanza, es dulce y cantable, una especie de tierno adiós al campo Toscano
que Castelnuovo-Tedesco estaba por dejar. El tercero Rítimico y cavalleresco, es
típicamente ibérico. La guitarra ocupa, naturalmente, una parte en primer plano, con largas
cadencias en cada tiempo y zonas en las que Castelnuovo-Tedesco buscaba que la orquesta
“apareciera” pero no “pesara”, para lo que utilizó un número muy limitado de instrumentos:
flauta, oboe, fagot, corno, dos clarinetes, tímpanos (que siempre tocan muy quedo) y un
pequeño grupo de cuerdas: 2 violines primeros, 2 violines segundos, 2 violas, 2
violonchelos y un contrabajo. Indicando la posición de los instrumentos en el escenario.
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10- LA TIERRA PROMETIDA
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El 2 de noviembre hizo su debut americano con el director John Barbirolli. Mario
había preparado concienzudamente su Segundo Concerto per Pianoforte, sin embargo
cuando se presentó al ensayo, se sintió intimidado frente a una orquesta tan famosa como
era la New York Symphony. Los músicos lo acogieron con afecto y el día del concierto en
el Carnegie Hall, tocó tranquilo. El concierto tuvo un éxito caluroso. Al final del primer
movimiento el público aplaudió espontáneamente y al terminar le ofrecieron una fuerte
ovación.
Mario Castelnuovo-Tedesco
Mario pasó días en un estado de estupor; los lazos de unión tan fuertes que había
tenido con su madre, hacían que nada lo consolara.
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
11- HOLLYWOOD
Pasaron dos meses sin que Mario volviera a tener ninguna noticia del ofrecimiento
de trabajo. Su situación económica se hacía cada vez más difícil. Los ahorros que había
llevado se agotaban. Al fin, en octubre, lo llamaron de la Metro Goldwin Mayer para
comunicarle que el contrato estaba listo.
El ya había incursionado en este campo. En Florencia había compuesto dos piezas
para piano: Films Studies; Charlot (Charles Claplin) y Mickey Mouse, publicadas por la
casa Ricordi No obstante, en Italia había pocas oportunidades para que los “músicos
serios” pudieran trabajar en este medio, solamente Pizzetti y Malimpiero habían escrito
música para el cine.
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Se sentía solo, en un ambiente frío e impersonal, aunque excitado por la nueva
experiencia. Salió a dar unos pasos. En el mismo Hollywood Boulevard se encontraba la
“población de las películas”;
En comparación con la actividad febril de Nueva York, allí la gente parecía tomar
la vida con mayor alegría, con menos prisa y más optimismo, contenta del sol, de las flores
y del cielo azul; con todo esto, Mario se sintió más tranquilo.
Una ciudad que crece muy rápido y en abundancia, da a veces un sentido penoso de
“provisorio”, esto sucedía en Los Ángeles, en donde algunas zonas eran francamente feas.
Mario tenía que cruzar por ellas cuando iba en autobús del hotel a los estudios de la
M.G.M.:
Por lo que decidí cerrar los ojos mientras viajaba.
En la M.G.M. su relación con los músicos y actores era cordial, pronto se dio
cuenta de que todos tenían grandes ambiciones musicales, aporreaban en el piano
exuberantes interpretaciones, soñando en componer y hasta Mickey Rooney le dijo que
¡quería escribir una sinfonía!
Era la época de Clark Gable, Roberto Taylor, James Stewart, Red Skelton, Hedy
Lamar, Joan Crawford, Katherine Hepburn, Judy Garland, Greta Garbo, entre otros.
Castelnuovo-Tedesco no estaba acostumbrado a la deshumanización
norteamericana, donde se convirtió en un número de tantos, el empleado 11694. Esto lo
hizo sentirse como parte de una inmensa maquinaria.
No pasó mucho tiempo para que advirtiera que en el cine, para escribir música, no
era necesario el talento, sino tener un buen cronómetro.
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En los estudios se hallaban preparando la película When Ladies Meet, con Joan
Crawford y Robert Taylor, había una escena en donde un violinista tocaba un concierto y
en la sala contigua se llevaba a cabo el primer flirt entre los protagonistas; le dijeron:
─Sabemos que usted es experto en música de concierto, queremos que escriba una
Sonata para violín y piano que corresponda en sincronización exacta con la escena y con el
carácter del diálogo. Escriba una Sonata en cuatro tiempos.
Sorprendido, Mario investigó cuanto duraba la escena, después de medirla le
comunicaron que solamente tres minutos y medio. Divertido les preguntó:
─¿En qué estilo desean que componga la Sonata?
La respuesta fue textualmente:
─Oh, usted sabe, Brahms, Frank y tal vez un poco Debussy.
En ese momento, Castelnuovo-Tedesco supo en qué aguas navegaba.
Sus compañeros pronto empezaron a envidiarlo debido a su facilidad y seguridad
técnicas. Sorprendía a todos por su rapidez en el trabajo y lo que los ponía más nerviosos
era que escribía con pluma, mientras los demás usaban lápiz con el que borroneaban a cada
momento.
A pesar de todo, el trabajo no le era fácil ni placentero, no lo dejaban hacer la
música para una película completa, sino que cada compositor escribía una parte de ella, sin
conocer siquiera el trabajo de los demás. Después, uno o más arreglistas lo orquestaban,
dando un resultado musicalmente híbrido. El nombre que aparecía al final en la pantalla
era el del old timer.
Él y sus colegas eran llamados “compositores fantasmas”.
Además, los derechos de autor de la música que componía no le pertenecían.
En compensación tenía la ventaja de escuchar de inmediato sus realizaciones y esto
era valioso para él. Además, el componer en todo tipo de ritmos y temas era un buen
ejercicio.
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Mario deseaba orquestar su música pero la dirección se lo negó, en Hollywood
había el puesto de compositor y el de orquestador y no se podían tener los dos.
Más adelante se dio cuenta, que esta división se debía a que los compositores no
sabían orquestar. En los Estados Unidos era tan común la diferencia de orquestador y de
compositor, que cuando llegó Rachmaninoff a Nueva York una señora le preguntó quien le
hacía sus arreglos. Un colega interrogó a Mario preguntándole si realmente creía que
Beethoven, Brahms y Berlioz, habían orquestado su música.
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
Pasados los seis meses y viendo que su situación en la M.G.M. era segura, Mario
decidió instalarse en una casa y llamar a su familia. Encontró una pequeña en Beverly
Hills, lugar con la eterna primavera donde podía disfrutar de la cortina verde formada por
las altísimas plantas de los jardines, ricos de flores en todas las estaciones del año.
Su casa era igual a tantas otras, limpia, cómoda, con muebles convencionales al
estilo inglés, tenía un pequeño prado al frente y un jardín en la parte de atrás, desde el cual
alcanzaba a distinguir algunas torres, aunque no tenían campanas. Esta carencia lo llevaba
a añorar:
Las campanas de mi Florencia, donde solía escucharlas
cada hora por las noches cuando no podía dormir.
Me distraían de día cuando estudiaba el piano;
me molestaban cuando componía; entonces cerraba
las ventanas rápidamente. Ahora en América no escucho
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más las campanas, eran la voz de mi ciudad, la voz
de mi patria lejana...
Clara y su hijo Lorenzo llegaron a Los Ángeles el 21 de abril. Pietro viajaría más
tarde, en junio, después de haber terminado sus estudios de secundaria. El viaje había sido
largo, tres días en tren, no obstante, Clara y Lorenzo llegaron felices por estar nuevamente
juntos. La casa les pareció maravillosa.
Castelnuovo-Tedesco estaba contento y tranquilo teniéndolos a su lado. No
tardaron en hacer amistades, el clima era maravilloso, todos estaban dichosos.
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Andrés Segovia impulsaba a Castelnuovo-Tedesco con su afectuosa insistencia,
estimulándolo a componer para la guitarra, de manera que su producción para este
instrumento era continua, casi ininterrumpida. Solía decir:
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
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No obstante todo esto, no guardaba rencor a la industria cinematográfica, por el
contrario, sentía agradecimiento, ya que le había permitido sostener a su familia y realizar
su principal objetivo, que era el de que sus hijos pudiesen continuar sus estudios.
En su música para el cine encontraba muy poco que le diera satisfacción, por eso la
tuvo siempre separada de la demás. Sólo con una película se había sentido complacido, ya
que ésta se acercaba más a lo que él deseaba hacer And then they were none, basada en la
novela policíaca de Agata Christie, la dirigió el francés Rene Clair, con quien trabajó en
perfecto acuerdo. Le permitieron hacer la música para toda la película y en ella apareció su
nombre en los créditos.
En New Haven tocó su segundo Concerto per Pianoforte e Orchestra, cerrando
con esto su carrera de concertista. Castelnuovo-Tedesco prefirió emplear el poco tiempo
que le quedaba libre en hacer sus propias composiciones, por lo que decidió dejar de
mantener y estudiar su repertorio para piano.
El joven director de orquesta André Previn le pidió que le diera lecciones de
armonía y de los rudimentos de composición; Mario nunca había enseñado, pero deseando
darle gusto a su amigo, aceptó. El alumno se entusiasmó tanto con las clases que corrió la
voz y, sin buscarlos, uno a uno empezaron a fluir los discípulos, en tal número, que Clara
decía:
−Nuestra casa parece haberse convertido en un consultorio dental.
También enseñaba a sus alumnos la historia de la música desde los griegos hasta el
sistema dodecafónico.
Castelnuovo-Tedesco era un hombre sumamente generoso y esto se reflejaba en
todas sus actitudes; las lecciones de sus alumnos debían ser de una hora, pero él les
dedicaba a veces hasta dos horas.
Por aquella época los nombres más reconocidos del arte musical, fueron a radicar a
Hollywood: Heifetz, Piatigorski, Rachmaninov, Rubisntein, Tansman, Iturbi, Horowitz,
Schönberg, Stravinski y tantos otros. Todos ellos eran amigos de Castelnuovo-Tedesco,
pero se veían rara vez porque cada uno estaba ocupado con sus composiciones, giras,
conciertos...
En el año de 1944 el compositor Nathaniel Schilkret tuvo la idea de escribir la suite
Génesis, para narrador, orquesta y coro; ilustrando los principales episodios de la Biblia,
como una serie de frescos musicales. Schilkret empezó la obra con la Creación, pero más
tarde, no sintiéndose capaz de cumplir él solo la difícil empresa, le pidió a Castelnuovo-
Tedesco su colaboración para que escribiera el Diluvio. Después decidió extender el
proyecto y les pidió su colaboración a otros notables compositores: a Toch le pasó la última
parte de la historia de Noé, el Arcoiris y lo puso en contacto con Tansman quien hizo el
Paraíso Terrenal, Tansman, a su vez, invitó a Milhaud quien escribió Caín y Abel, éste se
dirigió a Stravinski quien escogió la Torre de Babel; finalmente, Shilkret mismo pidió la
contribución de Shönberg quien decidió dar a la Suite un Preludio que describiera el Caos.
La obra fue presentada con gran publicidad en Los Ángeles: Werner Jansen dirigió
la orquesta y Edward Arnold actuó como narrador. Inmediatamente después se grabó el
disco.
Para Castelnuovo-Tedesco fue una experiencia agradable de trabajo en conjunto
con sus amigos compositores.
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
En el mes de abril de ese mismo año, terminó el contrato de alquiler de la casa que
habitaba Mario con su familia. De modo que buscaron un departamento. Todos estaban o
muy caros o demasiado lejos de la zona de sus actividades. Por fin encontraron una casita
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que les gustó, ubicada en el 2269 de South Clark Drive, en el mismo Beverly Hills, que
estaba en venta. Castelnuovo-Tedesco se aterrorizaba ante la idea de ser propietario,
siempre había considerado su estancia en ese país como pasajera y soñaba con regresar a su
amada Florencia; la sola idea le parecía:
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años de angustia indecible. En ese año de 1944 tuvo, al fin, un respiro de alivio cuando
recibió una felicitación de Pascua con las firmas de los refugiados en Suiza: su hermano
Ugo con toda su familia y los hermanos de Clara. Faltaban en ella las firmas de su padre y
de su hermano Guido. Fue un tiempo después cuando supo que se habían refugiado en un
pueblito en el campo de Aretina.
Unos meses más tarde, empezaron a llegarle las narraciones de las “fugas”: algunos
se habían salvado a través de las montañas con nieve, seguidos por perros de la policía.
Supo que su padre, quien estaba ya viejo, durante la retirada de los alemanes había
transcurrido varias noches en el campo, escondido en un foso, sintiendo los proyectiles que
le pasaban por encima de la cabeza:
En el año de 1945, Andrés Segovia fue a radicar a los Estados Unidos. Estando más
cerca de Castelnuovo-Tedesco, se veían y comunicaban con frecuencia. En una ocasión,
Segovia le pidió que hiciera el arreglo para orquesta y guitarra del Capricho Diabolico.
Mario le dio gusto y dejó a la guitarra tal cual adjuntando solamente un fondo orquestal;
sabía que la guitarra quedaría un poco confusa, pero pensaba que esto tenía su
compensación en el hecho de que el efecto general de toda la orquesta, era como el de una
gran guitarra.
“Querido Guidino: ...La idea de que la pobre Europa ensangrentada puede tener un
poco de respiro y empezar a recobrarse nos ha quitado una verdadera pesadilla... En cuanto
a nuestro regreso, es mucho menos fácil de lo que ustedes piensan,,, aparte de otras
consideraciones, por ahora los medios de comunicación están lejos de ser normales (es
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difícil viajar en América, figúrate, al menos como civil, atravesar el océano). Por lo tanto,
no se hagan ilusiones, se necesitará tener mucha paciencia, no obstante que mi corazón
llore al hacer esperar a papá.
Para pasar a argumentos más alegres, hablaremos de música, me pides que te
platique de mi trabajo, por lo menos del que más me interesa, verdaderamente me interesan
muy poco todos y menos aun la música que escribo para las películas, ésta (por fortuna) la
olvido apenas la he escrito (o después de que la he orquestado y grabado), para que por lo
menos no estorbe mucho en mi cerebro. Sin embargo, me ha sido útil, además de como
medio de subsistencia por la enorme práctica de orquestación que he hecho...”
Por esa época, la familia Castelnuovo-Tedesco tuvo que tomar una decisión muy
difícil: hacerse ciudadanos norteamericanos. Cuando habían llegado en 1939, tomaron los
llamados “primeros papeles”, haciendo la declaración de que tenían intenciones de
nacionalizarse. En aquel tiempo, era ésta la única solución lógica, debido al mal modo con
que habían sido “excluidos” como judíos de la vida italiana. Ahora, vencido el plazo,
tenían que resolver su nacionalidad. El 23 de julio de 1946 se convirtieron en ciudadanos
norteamericanos.
Su padre se disgustó enormemente con la noticia, Mario le escribió una larga carta
en la que le explicaba el porqué:
“...Me siento orgulloso por haber nacido en Italia, en ese país tan hermoso que me
educó a lo bello, en medio de un pueblo bueno que me enseñó la bondad; pero el gobierno
declaró a los judíos como ciudadanos de segunda clase, quitándonos el derecho al trabajo y
a la educación de nuestros hijos, y aunque la responsabilidad no era del pueblo, éste no hizo
tampoco ninguna protesta. No obstante, por mis compatriotas no siento ningún rencor, pero
no olvido, ni puedo tener fe en el gobierno. En estos años de confusión posteriores a la
guerra, nadie puede saber qué forma seguirá la vida política del país. Por otro lado, tengo
por los Estados Unidos un deber de reconocimiento, porque fui acogido con perfecta
igualdad de derechos, pude seguir trabajando, me concedieron educar libremente a mis
hijos, quienes ahora prefieren seguir su vida en Los Estados Unidos en lugar de regresar a
su país por el que no guardan bellos recuerdos, y ni Clara ni yo nos separaríamos de ellos.
Además, es singularmente notorio cómo en Norteamérica los grupos de diferentes
procedencias étnicas conservan intacta su unión con el país de origen...”
Mario no tenía ánimos para ir a Italia ese año, así que prefirió esperar.
La bailarina Katherine Dunhan quería renovar su repertorio y le pidió que le
escribiera un ballet. Le pagaba el viaje con toda su familia a México, donde se encontraba
ella en ese momento.
Castelnuovo-Tedesco aceptó inmediatamente, pues era un óptimo pretexto para
distraer el espíritu deprimido que reinaba en la familia. Además, le atraía la idea de
conocer un país nuevo, al que siempre había deseado visitar.
Llegaron a la Ciudad de México y se instalaron en la Posada San Ángel, allí realizó
la música para el ballet, siguiendo las indicaciones de la bailarina Dunhan.
Castelnuovo-Tedesco le escribió a su hermano Guido desde México el 30 de julio
de 1947:
“Queridísimo Guido, Adriana y todos: ...estos días, mientras Katherine estaba
aquí, estuvimos viviendo en un barrio que se llama San Ángel que es verdaderamente un
sueño. Nosotros nos hospedábamos en la Posada San Ángel, que es un antiguo convento
transformado en hotel. Ahora que Katherine se fue, nos trasladamos al centro de la ciudad,
al hotel de Cortés, que tiene en medio un grandísimo claustro, al que dan todas las
habitaciones y aunque está en el centro de la ciudad hay mucha calma. Hemos visitado
varios lugares; el convento de Acolman es muy interesante, es el convento más antiguo de
América. Las iglesias son todas bellas por fuera, pero inadecuadamente repletas de adornos
por dentro. La parte más impresionante son las ruinas paganas y hoy mismo vimos las
pirámides de Teotihuacan, lugar misteriosísimo. Las comidas son óptimas y
abundantísimas... Los abraza su Mario.”
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Ese mismo año compuso la Suite para guitarra. Es una suite muy heterogénea. El
primer tiempo es un Preludio, casi una improvisación con el carácter de la música para
laúd del 1500; el segundo es una Balada escocesa, en la que la guitarra, sobre un insistente
pedal, tiene curiosos efectos de cornamusa; el tercero es un Capriccio violentamente
sincopado y de carácter americano, por lo que se puede tocar también por separado.
En esos días Andrés Segovia interpretó por primera vez en Los Ángeles, el
Concerto in Re para guitarra y orquesta. Tuvo un éxito en verdad extraordinario.
Mientras Castelnuovo-Tedesco lo escuchaba:
“Querido Guidino: ...la única cosa que he hecho (para una escena que debe
prepararse rápido) es una marchita para violín y guitarra, de dos músicos ambulantes que
acompañan a un matrimonio. Está bonita y valdría la pena hacérselas tocar a Heifetz y
Segovia, pero naturalmente me tengo que contentar con mucho menos...”
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15- ENCUENTRO CON ITALIA
Mario Castelnuovo-Tedesco
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Mario volvió a mirar aquella tierra sonriente, espléndida, bajo el sol del
Mediterráneo y se dijo:
Cuando la nave entró al puerto y vio las horrendas destrucciones causadas por la
guerra y en las bancas decenas de niños mutilados y lacerados mendigando, se dijo:
¡Dios mío, ¿qué han hecho con esta ciudad martirizada?
Al bajar del barco los estaban esperando sus amigos de Nápoles, así como algunos
parientes que habían viajado para recibirlos. Los recibieron con música y no terminaban los
abrazos, besos y lágrimas.
Mario pasó los primeros días en suculentas comidas y cenas, saboreando sus ricos
platillos. Los amigos le hacían comentarios de todo tipo; narraciones que le hacían girar la
cabeza. Su hijo Lorenzo enfermó y él tenía que ir de aquí para allá del sanatorio a los
ensayos de los conciertos que ofrecería. Cuando terminaron los compromisos estaba
extenuado y decidió que toda la familia viajara a Anacapri para pasar allí unos días. Quería
descansar y su hijo Lorenzo se repondría en ese lugar.
Después de unos días de reposo viajaron directamente a Florencia. Desde la
ventanilla del tren, Mario veía horrorizado las trazas de destrucción que había desde
Nápoles hasta Roma, pero de allí en adelante, había cada vez menos destrozos y ya
empezaban la reconstrucción. La Umbria y la Toscana eran indudablemente el jardín de
Italia. Al llegar a Florencia, en la estación del tren los esperaban los parientes que no
habían podido ir a Nápoles; de nuevo lo sacudió la emoción, aumentada ahora por el placer
de pisar su ciudad natal. Se instalaron en el hotel de Santa María Novella; desde la ventana
del cuarto, en el último piso, Mario dio la primera mirada a su Florencia: los campanarios,
cúpulas y techos característicos de su hermosa ciudad.
La primera visita que hizo fue al cementerio donde se encontraban sepultados sus
padres y tantos otros seres queridos. Las dos lápidas de sus amados padres se habían
salvado milagrosamente de un bombardamento del que todavía se podían ver las trazas:
Su hermano Ugo lo llevó a Por Santa María y al Lungarno: cuando vio las bárbaras
destrucciones, se sintió turbado. No obstante, conservaban su belleza las torres medievales
que habían resistido a los estragos y a la furia de las minas y que habían quedado allí
aisladas, más parecidas a San Gimignano que a Florencia.
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medida. Mientras caminaba, lo detenían a cada momento para saludarlo y darle la
bienvenida:
Con sus hermanos Ugo y Guido pasó ratos de verdadera alegría; estar a su lado,
platicar los tres juntos, lo llenó de una felicidad indescriptible.
Para Mario, regresar a Usigliano había sido un continuo sueño durante todos los
años de ausencia; la única propiedad que les quedaba en Italia. La alegre belleza la
austeridad pura de ese campo, lo cautivó una vez más. La villa se encontraba en buen
estado y cada uno tomó posesión de sus habitaciones. En su estudio, motivado por el
lugar, se sentó a componer inmediatamente, escribió su segundo Quartetto en Fa para
cuerdas.
Pronto se dio cuenta de que la villa presentaba grandes problemas; durante la
guerra había estado descuidada y ya no producía. Toda esa tierra representaba una carga,
puesto que el grano y el vino que sus campos daban en una época, ahora era difícil
obtenerlos. A pesar de la gran pena que representaba para toda la familia, decidieron
venderla: Usigliano era el último vínculo que tenían con la tierra italiana.
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
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SEGUNDA PARTE
“Mi querido Mario: hacía mucho tiempo que no trabajaba una obra con el placer
con el que he trabajado tu Suite. Es difícil, aunque después de limpiar los obstáculos, su
dificultad se ha vuelto lógica y se trata ya nada más de persistir en el estudio. Sobre todo
en lo que concierne a los dos primeros movimientos. Estoy en vías de poner en dedos el
Prelude quasi una improvisazione, así como también la Ballata. Tengo miedo de la última
pieza, todos la consideran, y yo también, muy hermosa, más no me parece propia del
carácter de la guitarra. Después de las tentativas que he hecho, te ruego que hagas otro
último tiempo, te pido que te pongas a trabajar, convencido de que yo he puesto todas mis
posibilidades. El Prelude y la Ballata son deliciosas a la guitarra: sin embargo, creo que
tiene un mucho de piano el tercero y por consecuencia quedará entonces fuera de la
guitarra. Pero no puedo decir todavía la decisión final, espera un poco... Andrés”.
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domingo pasado en Town Hall. En forma unánime, con un gran entusiasmo, el publico
respondió a la belleza de tu obra; Yo hubiera tocado como bis el último movimiento si no
es porque tuve miedo de no tocarlo tan bien como lo había hecho. En cuanto a la crítica,
estuvo menos mala que lo habitual. El calor del público ciertamente le impuso respeto...
Estaría muy contento si tú hicieras cualquier cosa sobre el tema de Blas de la Serna (siglo
XVII ó XVIII) que te adjunto. Como podrás ver es delicioso, bien tratado, tal como tú
puedes hacerlo, sería un bis fulminante... Andrés.”
“Querido Mario: hoy comí con tu hermano y esposa, yo les había telefoneado para
informarles que tocaría tu Quintetto en Siena. Tu bella obra se tocó con amor por los Archi
del Quintetto Chigiano y por mi. Fue escuchado con delicia por una sala colmada y
entusiasta. Hablé con el conde Chigi acerca de pedirte que des unas conferencias el año
próximo en la Academia y él ha tomado la idea con placer. He estado aquí con tus amigos
y hemos hablado de ti hasta hacerte zumbar los oídos. Los resultados de los concursos de la
Academia Chigiana de obras para guitarra y orquesta, guitarra y cuarteto de cuerdas y
guitarra sola, han sido los siguientes: Primer premio del primer grupo: un Concertino de un
músico suizo que yo no conocía: Hans Haug. El premio al segundo grupo fue declarado
desierto. En el de guitarra sola, el primer premio le fue concedido a Tansman por una
Cavatina en cuatro tiempos; la suma puesta a su disposición: 100 mil liras, le ha servido
para asistir a la ópera de Stravinski en Venecia, de la que habla maravillas. Tocaré tu
Quintetto en Londres y, a mi regreso en América comenzaré a trabajar los poemas de
García Lorca. La atmósfera artística en Siena es enormemente simpática, el año próximo
tocaré tu concierto. Saludos cariñosos de tu Andrés.”
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
Clara y Mario se prepararon para hacer su segundo viaje a Italia con ánimo
particularmente feliz. Aunque sentían que sus hijos no pudieran acompañarlos por estar
ocupados en sus respectivas escuelas.
Esta vez viajaron en el barco Queen Mary. Llegaron a Florencia justo a tiempo
para los ensayos de Aucassin et Nicolette. La ópera se presentó el 2 de junio de 1952, tal y
como estaba escrita, para marionetas y narradora (canta-historias) que era Suzanne Danco.
La representación tuvo un éxito unánime tanto del público como de la crítica. Para
Castelnuovo-Tedesco fue un enorme gozo. Un gozo que trascendía al simple hecho del
éxito. De pie, al fondo de la platea, escuchaba su música.
Se trata de una pequeña ópera:
Mario encontró su música fresca y sincera, como era quince años atrás, cuando la
escribió:
Está aquí, está viva... con vida propia, que no tiene nada
que ver conmigo. La vida pasa, los cuerpos envejecen,
pero la música permanece joven... extraño destino de
esta operita. Ha dormido durante tantos años y mientras
cuántas cosas han sucedido: guerras, revoluciones, exilio
y cuántos dolores y sufrimientos. Pero a ella nada la ha tocado.
Ni Hitler ni Mussolini lograron anularla, destruirla.
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Regresó a Florencia, donde había nacido, igual, ¡como si
nada hubiera pasado! El tiempo no existe más, el presente es
igual al pasado. Tal vez la verdad está en una simple y
modesta fábula de amor... como ésta, medieval pero eterna,
que se desarrolla ante mis ojos... es como ha sido en el fondo,
toda mi vida, ‘vida de música’.
“Mi querido Mario, te pido perdón por mi largo silencio, me encuentro trabajando
como esclavo, repentinamente he firmado con DECCA para hacer cada año cuatro long
playing records, tarea que devorará todo mi repertorio y para lo cual realmente no estoy
preparado. Imagínate que dos discos se han comido ya dieciséis piezas. He grabado
veintitrés y todavía no he completado tres discos. El plan general a seguir, comprende tu
Quintetto, el Concierto de Ponce, tus siete canciones de García Lorca, el Concierto de
Villa-Lobos, la Chacona de Bach, tu Capriccio Diabolico, tu Suite, Tres sonatas de Ponce,
sus Variaciones sobre la Folía de España y más tarde tu Omaggio a Boccherini.
Recibí una carta del conde Chigi en la que me pide que adelante mi estancia en
Siena, parece que tiene cinco alumnos que ya están allá y que no tienen dinero para
permanecer hasta el fin del curso. La noticia que tú me diste de los impuestos que le han
puesto a la fortuna del conde debe ser verdad y tal situación se deja sentir ya sobre la
organización, o desorganización, de la Academia, porque la primera vez que anuncié mi
curso, yo vine a Siena con gran retraso y, para aligerar la situación de los alumnos y porque
había sido mi culpa, yo había dado la orden a Clara Camus de enviar al conde 100,000 liras
escribiéndole a él que las distribuyera entre los más necesitados, en espera de mi llegada.
Él las rehusó, me envió un cable diciendo que él pagaría todos los gastos de los alumnos
pobres y que yo viniera lo más rápido que pudiese. ...Cosa bien diferente de lo que me
dejó entender este año. De todas formas, le he prometido llegar hacia el 8 en lugar del 16 y
eso cambia mis planes terriblemente. En el concierto que di ayer por la noche, tu Quintetto
salió muy bien. Mis colaboradores han trabajado llenos de entusiasmo, todavía muy
motivados por la posibilidad de tu presencia... Fue un gran éxito. Aplaudieron mucho.
...Andrés.”
55
Tedesco y Clara representó una gran alegría, pero también, con el matrimonio de Lorenzo,
se quedaron solos, pues su hijo Pietro estudiaba en otra ciudad. A partir de ese momento
llevaron una vida solitaria y retirada.
“Mi querido Mario: ¡Tengo tantas cosas que decirte! Tocamos tu Concerto in Re
en el Royal Festival Hall y en la BBC de una manera incomparable. La crítica ha hablado
muy bien... Mi recital en Nueva York ha sido, este año, el mejor que jamás haya dado, a tal
punto, que Hurok anunció seis para la temporada 1954. Regresaré a Granada este verano y
allí daré la primera audición de varias de tus canciones de García Lorca. Pienso que el
ambiente será propicio.
Quisiera instarte a escribirme un Concertino ligero, gracioso, melódico, donde tú
vertieras a manos llenas tu espíritu y tu ternura. Joaquín Rodrigo está por componerme una
Fantasía para guitarra y orquesta, porque yo le dije que no tocaré su Concierto de
Aranjuez. Contéstame rápido. Si estás dispuesto a aceptar mi idea, ponte a componer
pronto para tener tiempo de trabajarlo y poder modificar lo que sea necesario.
Saludos a Clara y un abrazo de tu Andrés.”
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
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se pasa a través de varias formas rítmicas a una Pavana, a un Minuetto con Trío, a una
Giga, a un Aria, para concluir con una elaborada Fuga final que lleva triunfalmente a
retomar la Sarabanda inicial. El primer tiempo tiene la indicación de Allegretto y el
último, en forma de rondó, lleva el título de Fiesta, con carácter popular. Está basado en
un tema aparentemente inocente al inicio del ottavino, pero después se presta a las más
diabólicas combinaciones contrapuntísticas (canones dobles, triples, cuádruples), además
de combinarse en forma sucesiva con todos los temas secundarios. La orquesta es más rica
que en el primer concierto y tal vez más activa, utiliza dos flautas y dos cornos en lugar de
uno y, en el último tiempo, también una tromba y un gran número de instrumentos de
percusión. En el último movimiento hay un resumen con una larga cadencia de la guitarra
sola, acompañada sucesivamente de todos los instrumentos posibles de percusión:
tímpanos, castañuelas, tamburello, triángulo, platillos y una campana que continúa sus
toques en Si bemol hasta el final de la pieza mientras toda la obra está en Do.
Cuando terminó el concierto, Castelnuovo-Tedesco se lo envió a Segovia quien le
escribió:
“Mi querido Mario: Mi primer telegrama ha sido para tranquilizarte con motivo de
que llegó la “Fiesta”. El segundo fue después de una atenta lectura de la partitura. Ese
movimiento corona la obra, y cada día estoy más contento de haberte instado a escribir este
nuevo concierto. Sin embargo, estoy un poco inquieto sobre la sonoridad de la guitarra
dentro de ese final brillante. La orquestación es muy clara y de una vivacidad muy
ingeniosa, es auténtico, mas yo me pregunto si cada vez que la guitarra intervenga dentro
de esa lluvia de colores, se escuchará bien. La simultaneidad no matará su voz, pero ¿crees
tú que su “presencia” se notará con interés entre esa deslumbrante sucesión sonora y que
ella podrá conservar su papel de solista? Ya lo veremos pronto... Te aseguro, Mario, que
esta obra tendrá un porvenir magnífico, paso todo el tiempo de que dispongo en trabajarla.
El primer movimiento está casi listo, en el segundo todo se puede tocar sin tener
dificultades que no sean lógicas para el instrumento, con excepción de ciertos pasajes de la
Giga. Pero no oso todavía pedirte los cambios hasta que piense lo que será mejor...
Andrés.”
Andrés Segovia nunca estuvo de acuerdo con el título del Capriccio Diabolico de
Castelnuovo-Tedesco y se lo hizo ver en una carta que le escribió el 21 de enero de 1954,
desde Kansas City:
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“Mi querido Mario: Siento mucho que en estos días no goces más de tu buena
salud. Espero que esas pequeñas molestias pasen pronto y que te restablezcas enteramente,
sin una prolongada espera.
Trata de no entrar en el sanatorio.
El Capriccio que toqué en Nueva York estuvo muy “diabólico”. Hace mucho
tiempo que te pedí permiso para suprimir el adjetivo, conservando, como es natural, el sub-
título explicativo de “Omaggio a Paganini”. De esa manera se imprimió en el programa de
Town Hall. La razón de la supresión del término diabolico, es que la crítica, así como el
público que asiste a la audición, espera más una pieza de “fuegos artificiales” que lo que
realmente es. Ni uno ni otro pueden entender que el “diabolismo” pueda estar entre las
tentaciones de las dulces e insinuantes melodías, sino en trayectos rápidos y ágiles que
jamás en la guitarra parecerán tan satánicos como en el piano o en el violín Cuando he
incluido el nombre completo de la pieza, la crítica ha hecho alusión de una manera
humorística; en Londres, por ejemplo, en la crítica del Times, hablaron mucho de la
benignidad del diablo que te había inspirado... Todo el mundo ama tu pieza, anunciada sin
el título de “diabolico” y en Nueva York (Aldo tendrá el gusto de comunicarte), la reacción
del auditorio fue sumamente entusiasta... Andrés”.
Andrés Segovia
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
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19- APARTAMENTO EN FLORENCIA
La amueblaron con las pocas cosas que les habían sobrevivido después de la
guerra. Gracias a que su cuñada Adriana había visto sus muebles en unas oficinas del
gobierno y los había recobrado. También, en la bodega de una Sinagoga, había encontrado
todos los libros y cuadros que les habían pertenecido y los había rescatado entrando por una
ventana.
El apartamento se encontraba en un edificio a la orilla del Arno y desde las
ventanas de la sala se podía admirar el Puente Viejo, el Palacio de la Señoría, la catedral y
todas las torres de Florencia, más atrás, se veían las colinas de Fiésole y Settignano, todo un
resumen de belleza. Delante de esas ventanas, Mario pasaba horas y horas embelesado.
Cuando en los días de fiesta alumbraban el Palacio de la Señoría con antorchas:
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hecha la digitación te enviaré una copia. La Gallarde está casi terminada, mañana
empezaré con El Canario. Piensa que yo también destino cada día un poco de tiempo a tu
Segundo Concierto, a la Fantasía de Rodrigo y a sus tres piezas para guitarra, al Concierto
de Villa-Lobos en el que debo retocar una cadencia y a las obras nuevas de Tansman.
Agrega a todo esto, mantener el repertorio que estoy en vías de tocar en mis conciertos, los
viajes, las gentes, la presencia de mi hija, etcétera, (aparta de tu pensamiento “las mujeres”)
y tu comprenderás que mi vida está saturada... Estoy contento de que tu salud haya
mejorado. Cuídate y sigue los consejos de Clara. Espero los preludios, envíamelos rápido
para que los reciba aquí. Tocaré tu Concierto en el Festival de Argenta... Andrés.”
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Andrés Segovia interpretaba y promovía de continuo la música de Castelnuovo-
Tedesco, le escribió desde Siena, Italia una carta el 17 de agosto de 1956:
“Mi querido Mario: Con gran retraso recibí tu última misiva. Tú sabes o te
imaginas cómo está Siena durante el Palio y que en consecuencia, cualquiera que se respete
se va de la ciudad y regresa solamente cuando la confusión ha pasado. Es lo que yo hice y
ahora, regresando, recibí tu carta. Me pondré a hacer inmediatamente la digitación de
Escarramán y te la enviaré. Prefiero que tú la tengas primero, antes de enviarla a la Casa
Ricordi. La Passacaglia camina muy bien. Estoy en vías de hacer algunas modificaciones
necesarias para que las someta a tu juicio. En cuanto las tenga completas te las envío. El
problema de dar mi nombre a otra casa editorial está en boga todos los días. Yo podría
firmar “Ansetonius”, que contiene la primer sílaba de mis tres nombres -Andrés Segovia
Torres- y una declinación latina. Será al mismo tiempo una prueba de respeto a Schott y de
afecto a ti, ya que no figurará abiertamente mi nombre en la edición. Strecker no me podrá
censurar y yo colaboraré contigo en poner la digitación correcta a la pieza, que la hará
accesible para los guitarristas. De todas formas el pseudónimo es tan transparente...
Le he dado a mi alumno John Williams, que cada día hace grandes progresos, tu
Concierto en Re para que lo toque en el saggio del curso de la Academia Chigiana el 28 de
este mes, será en el teatro Rinnovati y tiene un carácter de concierto serio más que de
examen. Hasta la vista Mario. Tengo este año en mi clase alumnos muy buenos que
continuarán tocando tus bellas obras cuando yo esté muerto. La guitarra no zozobrará
dentro del olvido de novedades y mi trabajo no se perderá. ...Andrés.”
Entonces, Mario recibió una invitación para formar parte del jurado del Concurso
Bussoni para piano en Bolsano a finales de agosto. Con gusto aceptó. Pasó unos días muy
agradables al convivir con sus colegas. Fue allí que compuso un ciclo de diez líricas para
barítono y guitarra: Die Vogelweide, con el texto de Walter Von der Vogelweide (1156-
1230) poeta, cantante y compositor austríaco.
Mario recibió una carta de su hijo Pietro en la que le anunciaba que se casaría con
una señorita de Boston, Lisbeth Stone, en los primeros días de octubre.
A finales de septiembre Mario y Clara regresaron a Los Ángeles para dirigirse a
Boston y asistir a la boda:
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Tuve el enorme gozo de tocar, yo mismo, para la joven
pareja, mis Songs and Processionals for a Jewish
Wedding, dándoles de esa manera mi bendición musical.
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
20- EL PREMIO
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Segundo Concerto per pianoforte ed orchestra en el hermoso claustro de la Santísima
Annunziata, bajo la dirección de William Steinberg, con la emotiva acogida de parte de sus
queridos florentinos.
Castelnuovo-Tedesco volvió a sentirse mal tanto física como emocionalmente y
renunciando a otros compromisos, anticipó su regreso a América.
Llegó a Los Ángeles cansado por el viaje que aunado al trabajo y a las fuertes
emociones hicieron que todo repercutiera en su salud.
“Mi querido Mario: ---Recibí tu carta con el artículo que has destinado al álbum
Decca y que me parece excelente. Horowitz ya me lo había dado a conocer. Te lo
agradezco mucho. Está muy bien escrito, muy justo en lo que concierne a la guitarra,
demasiado generoso para mi. Pero lo que me ha hecho más impresión de tu carta es la
novedad del estado delicado de tu corazón. No le des mucha importancia a los avisos
pesimistas de los doctores. Ellos te aconsejan una excesiva precaución, despertando en tu
casa un estado de alarma peor que la que hay en su clínica. Hace dos años, el doctor
Wallis, de Nueva York, encontró también que mi corazón estaba fatigado y que debía
abandonar toda mi actividad de conciertos, viajes, etcétera y reposar... Yo no hice nada de
eso. Acepté otro tanto de compromisos que antes del descubrimiento del doctor Wallis,
hice los viajes y toqué. En el resto de mis hábitos no metí más freno que el que cada día
consideré razonable. Deja tu vida fluir, no como un torrente, sino con tranquilidad y
alegría... Dentro de dos o tres días te expediré el Canario digitado. Su adaptación estuvo
más fácil que la del movimiento precedente.
Abraza a Clara y que no te mime mucho por causa del electrocardiograma...
Un abrazo terapéutico de tu viejo, Andrés”.
Castelnuovo-Tedesco pasó una temporada en reposo, hasta que poco a poco volvió
a hacer su vida normal, aunque siempre teniendo algunos cuidados.
Por esos días, se empezó a interesar en componer piezas sobre animales; escribió la
Sonatina Zoológica para piano, después Il Bestiario: ciclo de líricas para canto y piano. El
tercer trabajo fue Platero y yo del gran poeta español Juan Ramón Jiménez, para guitarra y
narrador. Comprende una serie de 138 cuadros que tratan de una persona que platica con
su burro en sentido filosófico. Mario escogió 28 a los que les puso música. Las piezas son
en su mayor parte bien definidas y musicalmente completas. Muchas de ellas se pueden
tocar en concierto sin narrador. Como eran demasiadas para poder tocarlas todas en un solo
programa, las dividió en cuatro grupos de siete piezas cada uno. Para Mario Platero y yo y
El Romancero gitano, le parecían sus obras para guitarra más poéticas, decía:
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esté dentro de mi repertorio. Ha sido una feliz idea la de hacer eso con Platero y Yo y la
realización musical es una obra maestra. Mientras tanto, te pido que no abandones tu
proyecto de Goya. Serán las obras más originales y las más importantes en la historia de la
guitarra. Te repito que no cesaré de trabajar Platero y Yo hasta que esté lista para los discos
y los conciertos.
Yo sé de antemano que los músicos de la Decca están muy entusiasmados desde
que les comuniqué la nueva. José Ferrer sería el hombre a propósito para la narración
porque su voz es dulce, habla inglés y español y es muy inteligente. Pero creo que estas
obras pueden salir solas, sin narrador, en los programas de los conciertos, haciendo
imprimir el texto en el programa, divididos en cada pieza. Porque daré cada año tres o
cuatro conciertos en Nueva York y podré tocar la obra completa. A medida que yo las
trabaje tú recibirás noticias de las modificaciones necesarias. Mil cosas a Clara y un cordial
abrazo de tu amigo, Andrés. “
En octubre de ese mismo año, Mario recibió la grata noticia de que en el Maggio
Musicale Fiorentino se presentaría su ópera Il Mercante di Venezia. Se sintió feliz, al fin se
realizaría su deseo de que su ópera se diera a conocer.
“Beverly Hills, Calif., 9 de octubre de 1961. Queridos amigos: Hoy les envié por
correo aéreo la música que les prometí, confío en que la recibirán pronto. Es una pequeña
obra “sin pretensiones”: una Sonatina Canonica para dos guitarras en tres movimientos,
espero que sea “tocable” y que también sea ¡agradable de tocar!, probablemente serán
necesarios algunos “ajustes”, pero para eso me remito al juicio y a la paciencia de
Alexandre y cuando ustedes estén aquí, podremos hacer todos los cambios que deseen. (O
ustedes mismos los pueden hacer sin consultarme)... Mario Castelnuovo-Tedesco.”
Más tarde compuso Tre Preludi al Circeo para guitarra sola, dedicados al joven
compositor italiano Carlo Napoli. Los escribió en recuerdo del monte Circeo que se
encuentra al sur de Roma en la costa del mar Tirreno. Se inspiró en la mitología: La Grotta
di Circe, Il Parto di Ulisse, La Tomba di Elpenore. Tienen una secuencia de: Allegretto
mosso, Andantino ondulato, Lento lamentoso.
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
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21- LID Y CONCILIACIÓN
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De lo que me quejo y creo que tengo razón es:
1- Que en 1953 me pediste con urgencia que te escribiera un segundo concierto que
yo realicé muy pronto; tú te declaraste entusiasta (al punto de decir que era superior al
primer Concierto, cosa que tal vez no sea verdad...), pero no lo has trabajado ni tocado
jamás, aunque algunas veces me anunciaste que lo presentarías con Barbirolli y después
con Ormandy.
2- Que en 1956 me pediste también con urgencia que te escribiera la Passacaglia.
Yo la hice, tú te mostraste satisfecho, pero no la has tocado.
3- Que en 1955, cuando yo te escribí Escarramán, por petición de Ricordi, tú me
prometiste hacer la digitación y fue hasta 1957, cuando viniste a Los Ángeles, que hiciste la
digitación del primer movimiento la Gagliarda en medio día y me prometiste que cuando
regresaras a Nueva York le enviarías los otros movimientos a Ricordi: no lo hiciste jamás.
En 1958 me habías prometido digitarlos durante tu estancia en Siena, no lo hiciste.
En tu última carta de julio pasado, me habías asegurado que meterías Escarramán
en tus programas de ese año; después vi con pena, que tocabas otra vez las mismas viejas
pequeñas piezas...
Por eso recientemente, con gran pena, he tenido que autorizar a Ricordi la
publicación de las otras piezas de Escarramán sin tu digitación, ¡no se puede hacer esperar
a los editores durante años!
4- Por otra parte, también Schott publicará el Concierto, la Suite, la Fantasía, el
Rondó, el Quintetto, la Tonadilla, sin digitación. Parece que no le regresaste las pruebas
corregidas (y como son obras que tú tocas, seguramente las tienes digitadas...) Sé que es
lamentable publicarlas en esa forma.
Esas mi querido amigo, son las faltas y no los cuentos... Naturalmente, si tú no
quieres tocar más mi música, yo lo lamentaría mucho, pero no puedo hacer nada, tú eres el
que decides. ...Saludos cariñosos de Mario.”
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De regreso en América, Castelnuovo-Tedesco compuso sus 24 Caprichos de Goya
en recuerdo de las obras que tanto admiró en el museo del Prado de Madrid. Se los dedicó
a su hijo menor, Lorenzo, quien era estudiante de pintura.
Probablemente es su obra guitarrística más ambiciosa y por ser demasiado larga la
dividió en cuatro grupos como lo hizo con Platero y Yo.
Escribió los Caprichos sobre ritmos y danzas populares españolas: Fandango,
Habanera, Tango, Jota, Vito, Zorzico y de otros países, pero que habían sido aceptadas en
la corte de España: Minueto, Gavotta, Bourée, Rigodón, etcétera. En uno de los Caprichos
se basó sobre el grabado titulado: Si sabrá más el discípulo. En él, Goya representó a un
gran asno que enseña a un asnillo a deletrear. En la música, el maestro escribe al inicio una
serie dodecafónica y el discípulo compone sobre ella una vivaz Gavotta, con todas las
reglas de la música serial. jugando así una broma y dejando ver que Castelnuovo-Tedesco
aunque lo dominaba, no aceptaba ese sistema de composición.
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22- NUEVOS VALORES DE LA GUITARRA
“Queridos amigos: gracias por su encantadora carta que recibí esta mañana. Me da
gusto que la Sonatina suene bien y que ustedes la amen tanto, naturalmente que me hará
feliz tener una copia del programa del Festival de Menton donde la tocaron. Espero con
impaciencia su venida a Los Ángeles para ¡escucharla yo mismo! ¿Debo decirles que me
sorprendió vuestro nuevo requerimiento? ¡para nada!- justamente ayer, mientras escribía mi
14a Fugue, ya empecé el tercer cuaderno de los Preludes et Fugues bien Tempérées, pensé:
dentro de poco ellos me pedirán que les escriba un concierto para dos guitarras, (ha sido la
misma rutina con Segovia) y les digo rápidamente que lo haré con mucho gusto. Por cierto
Segovia estuvo en Los Ángeles y tocó (de una manera exquisita naturalmente) algunas de
las piezas de Platero y Yo. Ustedes las escucharán porque sé que tocará en París
próximamente. Reciban mis recuerdos más amigables, Mario Castelnuovo-Tedesco.”
El guitarrista italiano Oscar Ghiglia viajó a Los Ángeles en 1964; su amigo Ronald
Purcell, quien era alumno de Castelnuovo-Tedesco, lo llevó a casa del maestro para
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presentárselo. Oscar iba acompañado por su padre y encontraron a Castelnuovo-Tedesco
rodeado de su familia, de sus alumnos y amigos. Era una tarde a finales del verano y una
discreta luz pasaba a través de las ventanas. Oscar Ghiglia se sentó en el estudio del
maestro y observó algunas pinturas y fotografías que pendían de las paredes; había varios
libreros, unas cuantas sillas y un sofá. Estos muebles compartían el reducido espacio con el
piano, sobre el cual estaba un manuscrito que esperaba los toques finales. Clara les ofreció
café y su voz en italiano le recordó en seguida aquel acento que Oscar había escuchado en
su niñez cuando vivía en Florencia. Recordaron nombres, lugares y tiempos relacionados
con su ciudad amada. Oscar tocó algunas obras de Castelnuovo-Tedesco, sentía una
ferviente necesidad de dar vida a la expresividad de sus líneas. Mientras el maestro
escuchaba, el padre de Oscar sacó su cuaderno de dibujo y un lápiz y empezó a capturar en
el papel la atmósfera indescriptible que se iba creando en la reunión. Al terminar, Mario
quedó muy bien impresionado con el joven guitarrista y le pidió a Oscar que tocara alguna
obra de otro compositor; él escogió la Sonata III de Manuel M. Ponce que Castelnuovo-
Tedesco no conocía; se conmovió tanto que le dijo:
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Castelnuovo-Tedesco le envió a Andrés Segovia una cinta grabada durante el
concierto que tocó Christopher Parkening, con el objeto de que lo escuchara y lo tomara
como alumno.
Andrés Segovia le escribió desde Madrid, el 15 de junio de 1964:
“Mi querido Mario: vengo de recibir la cinta del muchacho que ha tocado tu
concierto y de recomendarle inmediatamente a la Universidad de California, en Berckeley,
de reservar una beca para él y de ponerlo entre los alumnos que serán admitidos. Ese
muchacho es realmente de talento y de una facilidad técnica que me recuerda a la de John
Williams. Haré todo lo posible para darle la experiencia que le falta debido a su juventud.
Estoy muy pesimista sobre el valor artístico de Berckeley y me pregunto si el
número restringido de alumnos que voy a admitir y la calidad mediocre de los que estarán,
justificarán el enorme esfuerzo que la Universidad está en vías de hacer, así como el mío.
Además de Parkening, dos italianos podrían salvar la situación: Minella de Milán y Ghiglia
de Roma. En fin, ya veremos. Haré esas consideraciones a la Universidad y en última
instancia ellos decidirán... Andrés.”
Mario Castelnuovo-Tedesco
Día a día surgían más guitarristas que tocaban y grababan las obras de
Castelnuovo-Tedesco, su música se escuchaba por todo el mundo.
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Mario le escribió al guitarrista venezolano Alirio Díaz el 8 de junio de ese mismo
año después de haber escuchado el disco con la grabación de su Concerto in Re.
“Querido Manuel: Gracias por enviarme el disco del Quintetto para guitarra.
¡Bravo, bravísimo! Es realmente excelente Me es muy grato que se interese en mi música
de cámara, con mucho gusto le enviaré la que he escrito hasta la fecha. También recibí
su bellísimo disco: bellísimo de sonoridad, sensibilidad y de seguridad técnica. Le diré que
en mi Sonata el primer tiempo está un poco rápido y nervioso y el segundo tiempo está
muy lento y sentimental. (Aunque así están también en el disco de Segovia). Pero están
compensados en el primero, por el espíritu muy vivaz y en el segundo, por la poesía sonora.
Los otros tiempos están perfectos. De cualquier modo, gracias por el regalo,
agradabilísimo!.. Mario.”
Andrés Segovia gustaba más del primer concierto para guitarra y orquesta de
Castelnuovo-Tedesco que del segundo. Seguramente porque la guitarra tiene una
participación más importante en el primero, mismo que tocaba casi sin interrupción.
Segovia le escribió a Castelnuovo-Tedesco desde Londres, en mayo de ese mismo
año:
“Querido Mario: ...En paquete separado te reenvío la cinta de tu segundo
concierto, a fin de que seas tan amable de regresársela en mi nombre a Parkening. A su
tiempo, yo te había dicho que tu obra era muy bella, pero escuchándola con la orquesta y la
guitarra, me parece aún más bella todavía. He notado en esta audición que hay muchas
cosas que se pierden, tanto en la guitarra como en la orquesta. La cinta tomada en la sala
donde ha sido tocada la obra, está lejos de ser buena. Parkening toca con la destreza digital
que le es propia y el escucharlo produce placer. Me parece que la orquesta todavía, en
ciertos pasajes, está un poco cargada, en detrimento de la guitarra. En general, el grupo de
músicos que estaban conmigo para escuchar la cinta, ha estado de acuerdo en que la
guitarra no tiene un rol tan preponderante dentro de la obra como en tu primer concierto, en
el que la guitarra es la protagonista indiscutible. Dentro de éste, ella está tratada con menos
interés. Me voy a poner a trabajarla, a estas alturas y te informaré las modificaciones que el
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estudio me sugerirá. En cuanto regrese a casa comenzaré a enviarte las copias de la
digitación de Platero y Yo. Un saludo cariñosos de Andrés.”
El guitarrista italiano Ruggero Chiesa deseaba publicar una serie de estudios para
guitarra y pensó en Castelnuovo-Tedesco para llevar a cabo su proyecto.
“Mi querido Chiesa: Gracias por su carta, me da gusto que la pieza le haya gustado
y que lo haya reconciliado conmigo. En cuanto a su propuesta, gracias también por eso. Le
diré que la petición no me es nueva, me la hizo hace años Segovia para una serie de
Estudios Fáciles, en el que apareciera como apéndice de un método que él debía escribir;
sin embargo, el método no lo escribió nunca y, entonces, yo no hice los estudios. Primero
que nada, ¿cree que yo sea capaz? Recuerde que no toco para nada la guitarra y que
escribo todo por intuición, sin preocuparme de problemas técnicos. Pero si usted piensa
que yo puedo hacerlo, estaré muy feliz de tener su colaboración. No solamente tendré la
necesidad de ser guiado, sino que le digo desde ahora que usted está autorizado a descartar
todo aquello que le parezca “inadecuado” para su fin. Dígame entonces cuales serían sus
criterios didácticos: yo, como ya había pensado en las dificultades con anterioridad, había
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contemplado una serie de apuntes, (porque el título de Preludios o Estudios Fáciles para
Guitarra no me gusta). Dígame también si me “permitiría” (si se presentara la ocasión)
afinar la sexta cuerda en Re. Y también cuales “límites” me daría en el registro superior.
(¿Los armónicos están permitidos?) En fin, ¡instrúyame! Dígale, pues, a la Suvini Zerboni
que estoy dispuesto a emprender el trabajo para ellos. Espero sus “instrucciones”. Y
contando con una frecuente y provechosa correspondencia con usted, le envío mil
cordialidades, su Mario.”
“Mi querido Company: ...El Concerto per due chitarre, no está publicado todavía.
Lo escribí en 1962 por encargo del dúo Presti-Lagoya (quienes lo tocaron muchas veces) y
estaba reservado a ellos por tres años, ahora los tres años han pasado ya y, por desgracia, ha
“pasado” también la querida Ida Presti; ¡que era tan buena, inteligente y virtuosa! En fin,
estaré feliz de mandárselo y le estaré muy agradecido si lo quieren tocar (especialmente con
el querido Paolini)... También le mandaré la Sonatina per due Chitarre (que debe salir
pronto de Eschig) y los 24 Preludios y Fugas: Les guitares bien tempérées. Este es mi
magnum opus y deberá publicarse por Aldo. Mil cordialidades de su Mario”.
“Mi querido Angelo: ...Muchas veces me has preguntado cómo es que no considero
la Sonata entre mis “obras maestras”. Primero que nada, ¿qué cosa es una obra maestra?
No sé si he escrito puntos... o he escrito demasiadas. Considero entre mis mejores trabajos
el I Concerto (tal vez la única obra maestra); el Quintetto; el Romancero Gitano; el II
Concerto; Platero y Yo; Los Caprichos de Goya; y Les Guitares bien Temperées. Entre los
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trabajos “buenos”: La Sonatina per Flauto e Chitarra y el Concerto per due Chitarre.
Entre los trabajos “menores” (definitivamente): Aranci in Fiori; Le Variazioni; la Serenata;
la Fantasía; Escarramán; Le Ecloghe y (naturalmente) todas las greeting cards. Difícil
juzgar las líricas, que recibirás dentro de poco, porque habría que compararlas con las otras
líricas más que con las obras guitarrísticas. ¿Concordamos? Mil cosas afectuosas del
abuelo Mario”.
Ese año, Castelnuovo-Tedesco escribió seis piezas más para regalárselas a sus
amigos guitarristas utilizando sus nombres: Aria di chiesa para Ruggero Chiesa; Brasileira
para Laurindo Almeida; Japanese Print para Jiro Matsuda; Volo d’angeli para Angelo
Gilardino; Canzone Calabrese para Ernest Calabria; Tarantella Campana para Eugene di
Novi.
Castelnuovo-Tedesco llamaba a la guitarra:
77
Si miro al pasado de mi vida, puedo ver muchas cosas bellas,
y también muchas tristes (pero estas las trato de olvidar);
he cometido, como todos, muchos errores; pero ha sido
en conjunto una vida honesta y de trabajo, siempre
en busca de lo bello y no la cambiaría. Si miro el presente,
lo veo aquí, encerrado en mi “jardín”, con Clara siempre
a mi lado y de vez en cuando (no cuanto quisiera), mis hijos...
Pienso que cuando me encuentre de frente a Dios Padre me
hincaré delante de él y le diré: Dios mío he trabajado
siempre, he cultivado mi jardín y si se han asomado
algunas modestas florecitas y si alguna todavía conserva
un perfume que pueda serte grato, te ruego Señor ¡acéptalo!
Mario Castelnuovo-Tedesco
“Querido Angelo ...te confieso que por muchos años me he considerado más que un
“compositor”, un “narrador” (sea pues, un narrador de notas). En la música yo parto del
“contenido poético” y del “valor expresivo”. Te diré también, que durante cierto tiempo
he “soñado” con música sin formas preestablecidas en “continuidad” y sin “regresiones”...
¡pero no lo he logrado! Así, he aceptado, sin añoranza, ciertos principios de “forma
tradicional”, aunque en sentido muy amplio y modificándolos (caso por caso y
continuamente) y así he tratado de “conciliar” los dos elementos, el arquitectónico y el
78
práctico y creo (al menos en algunos casos) haberlo logrado. Estoy contento que hayas
puesto a la cabeza de mi música para guitarra el primer Concerto (del que podría decir
como Ravel: “Yo sólo he escrito una obra maestra en mi vida...”) El segundo concierto es
mucho más bello musicalmente, aunque no es igualmente “perfecto”... En cuanto a escribir
un tercero, te diré que estaba ya proyectado, lo quería dedicar a la memoria de De Falla e
intitularlo Elogio de la Guitarra. En tu clasificación no has nominado el Capriccio
Diabolico, ¿en donde lo pones? No sé si te dije que de éste hice (por petición de Segovia,
que después no lo ha tocado nunca en esta forma) una versión para guitarra y orquesta; o
más bien, un acompañamiento orquestal a la versión original para guitarra, que ha quedado
idéntica, (salvo por la última Variación, donde los dos temas están confiados a la orquesta).
Te la enviaré, así tendrás toda mi música escrita para guitarra ¡hasta ahora!... Mario”.
♩♪♫ ♬ ♫♪♩
23- FINALE
“Querido Duarte: Muchas gracias por su amable carta de septiembre 13, le diré
que estoy dispuesto y honrado, de escribir una pieza para dos guitarras en memoria de Ida
Presti a quien yo apreciaba como artista y como persona. Usted probablemente sabrá ya,
que he compuesto para el dúo, además de la Sonatina y el Concerto, una serie de 24
preludios y fugas que he llamado Les Guitares Bien Tempérées (de las que ellos grabaron
una o dos). Así que planeo escribir un 25avo preludio y fuga, al que llamaré Fuga Elegíaca
y creo que se la enviaré muy pronto...”
79
“Querido Duarte: ....Por alguna razón (tal vez estaba yo muy absorto en mi propio
trabajo) ningún tema vino a mi mente durante las últimas semanas; de improviso, anoche
llegó; desafortunadamente, de una manera confidencial en mi memoria y no lo escribí; esta
mañana lo había olvidado, pero traté de reconstruirlo y espero que no haya quedado muy
mal. Pensé hacerlo simple y directo. Sé que usted lo quería para Alirio, si usted llama a su
pieza Alirissimo, yo podría llamar a la mía Diazzone!!! ...Mario.”
−Maestro, le recuerdo que después del concierto ofrecen una cena en su honor.
Andrés Segovia lo miró con los ojos inundados y se disculpó:
Mario Castelnuovo-Tedesco
80
EPÍLOGO
Corazón Otero
81
REPERTORIO DE OBRAS PARA Y CON GUITARRA
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RONDEL sobre el nombre de S. Behrend, op.170-6, Bote&G Bock-12334 1954
PRELUDIO IN FORMA DI HABANERA, sobre el nombre de Bruno 1954
Tonazzi, op.170-7, A. Forlivesi&C-12334
TRE PRELUDI MEDITERRANEI, op.176, A. Forlivesi& C-12277 1955
Serenatella, Nenia, Danza
ESCARRAMAN, Skuite de danzas españolas del siglo XVI 1955
(después de Cervantes) op.177, Bérben-E2250-B, Gallarda, mosso e deciso.
El Canario, semplice e gaio. El Villano, un poco animato. Pésame dello,
andantino malinconico. El Rey don Alonso el Bueno, allegretto moderato. Alla
Marcia, Var. I, II, II, IV, Finale, Tempo I. La Guarda Cuydadosa, alla marcha
TANKA, canción japonesa sobre el nombre de Isao Takahashi 1955
op.170-10, Farfisa-E660F
PASSACAGLIA, omaggio a Roncalli, op.180 Bérben-E-1452B 1956
BALLATA DALL’ESILIO, omaggio a Roncalli, op.180, Bérben-E1452B 1956
LULLABY, sobre el nombre de Eugene, op.170-14, 1957
Ninna Nanna, Forlivesi-12338
CANTO DELLE AZZORRE, Sobre el nombre de Joseph Enos, 1958
op.170-15, Forlivesi-12339
DIE VOGELWEIDE, lírica para varítono y guitarra, B. Simrock 1959
texto de Walter Von Der Vogelweide, alemán.
Ich sass auf einen Steine; Es sing, des fages alsunser Herre; Ah, wie
christenlich zum der Pabt; Mächtiger Gott, du bist so lang; Ummasse
mineur dich beide an; Das ist wake, Reismar; Ihr solt sprechen Franchius;
Herziliebes Fraulein; Nekint, Fraue diesen Kranz; Unter der Linde;
op. 186, Benjamin Simrock, Hamburgo
PLATERO Y YO, para narrador y guitarra, op. 190, Bérben-E1701B 1960
-Libro I: Platero, Angelus, Retorno, La Primavera, El Pozo, Gorriones,
Melancolia.
-Libro II: Bérben-E1702B: Amistad, La Luna, Juegos del anochecer,
Ronsard, El Loco, La Tísica, Nostalgia.
-Libro III: Bérben-E1703BMariposas blancas, El Canario vuela, La Arrulladora,
El Canario muere, Idilio de Noviembre, La Muerte.
-Libro IV: Bérben-E1704B, Convalecencia, Golondrinas, La Flor del camino
Domingo, Los Gitanos, A Platero en el Cielo de Moguer.
Texto de Juan Ramón Jiménez, español.
TRE PRELUDI AL CIRCEO, op. 194, Farfisa-E666F 1961
La Grotta di Circe, Il Porto di Ulisse, La Tomba di Elpenore
24 CAPRICHOS DE GOYA, op.195, Bérben-E1427B 1961
-Libro I: Francisco Goya y Lucientes, pintor; Tal para cual, Nadie se conoce,
Ni así la distingue, Muchachos al avío, El amor y la muerte.
-Libro II, Bérben-E1428B; Están calientes, Dios la perdone, Bien tirada está,
Al Conde Palatino, Y se le quema la casa, No hubo remedio.
-Libro III: Bérben-E1429B: ¿Quién más rendido?, Porque fue sensible,
¿Si sabrá más el discípulo?, ¡Bravísimo!, ¿De qué mal morirá?, El sueño de
la razón produce monstruos,
Libro IV: Bérben-E1430B; Hilan delgado, Obseqkuio a el maestro, ¡Qué pico
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de oro!, Volavernut, Linda Maestra, Sueño de la mentira e inconstancia
SONATINA CANONICA, para 2 guitarras, op.196, Max Eschig-7727 1961
Mosso, Tempo di Siciliane, Fandango e Rondeau.
ARISE, de Cymbaline de W. Shekespeare, inglés, para voz y guitarra 1962
op.R24d, inédito
SEALS OF LOVE, de Measure for Measure de W. Shedespeare, para voz 1962
y guitarra, op.R24e, inédito
CANZONE SICILIANA, sobre el nombre de Mario Gangi, op.170-33 1962
Bérben-E1208B
LES GUITARES BIEN TEMPEREES, 24 Preludios y Fugas para dos 1962
guitarras, op. 199, Aldo Bruzzichelli
-Libro I: Prélude et Fugue: en Sol minor, Re Mayor, La menor, Mi Mayor,
Si menor, Fa sostenido Mayor.
-Libro II: Prélude et Fugue; en Do sostenido menor, La bemol Mayor,
Mi bemol Mayor, Si bemol Mayor, Fa menor, Do Mayor
-Libro III: Prélude et Fugue, en Sol Mayor, Re Menor, La Mayor, Mi menor
Si Mayor, Fa sostenido menor.
-Libro IV: Prélude et Fugue en Do sostenido Mayor, Sol sostenido menor,
Mi bemol menor, Si bemol menor, Fa Mayor, Do menor.
CONCERTO IN MI MAGGIORE, para dos guitarras y orquesta 1962
op.201, Bñerben, renta material, reducción con piano Bérben-E-1890B
Primera audición por Toronto Symphony, Presti-Lagoya, guitarras (1962)
2 guitarras, 2 flautas, oboe, fagot, 2 cornos, tímpanos, percusión y cuerdas.
Un poco Moderato e Pomposo, Andante, Molto Vivace.
BALLATELLA, sobre el nombre de Christopher Parkening 1963
op.170-34,farfisa-E661F
ARIA, del Concierto para oboe, transcripción para oboe, violoncello y 1964
guitarra, op.R202a, inédito
SARABANDE, sobre el nombre de Rey de la Torre, op.170-36, Farfisa E659F 1964
ROMANZA, sobre el nombre de Oscar Ghiglia, op.170-37, Farfisa-E664F 1964
SONATINA, para flauta y guitarra, op.205, Max Eschig-7728 1965
Allegretto grazioso, Tempo di Siciliana, Scherzo-Rondó
CANCIÓN CUBANA, sobre el nombre de Héctor García, op.170-39 1965
Bérben-E1174B
OMAGE TO PURCELL, Fantasía sobre el nombre de Ronald (1932) 1966
y Henry 1659-1695) Purcell, op.170-38, Bérben-E1231B
CANCIÓN VENEZUELANA, sobre el nombre de Alirio Díaz, op.170-40 1966
Bérben-E1186B
CANCIÓN ARGENTINA, sobre el nombre de Ernesto Bitetti, 1966
op.170-41, Bérben-E1185B
ESTUDIO, sobre el nombre de Manuel López Ramos, op.170-42 1966
Bérben-E1187B
ECLOGUES, para flauta, corno inglés y guitarra, op.206, 1966
General Musica, NY: Andantino Quieto, Allegro con Spirito,
Lento Elegiaco, Allegretto Vivace, con spirito.
THE DIVAN OF MOSES-IBN-EZRA, para voz y guitarra 1966
84
Bérben-EB609, de Moses-Ibn-Ezra, inglés
-Parte I: Songs of Wandering, When the morning of life has passed, The
dove that nests in the tree-top, Wrung with anguish,
-Parte II, Songs of Friendship, Sowwor Shatterns my heart, Fate has
blocked the way, O brook.
-Parte III, Of wine, and of the delights of the sons of men, Drink deep, my
friend, Dull and sad is the sky, The garden dons a coat of many.
-Parte IV, The world and its vicissitudes, Men and children of this world,
The world is like a woman of folly, Only in God I trust.
-Parte V, The transience of this world, Where are the graves, Let man
remember all his days, I have seen upon the earth, Come now to the court
of death, Peace upon them, I behold ancient graves.
Epilogue, Woulds thou look upon me in my grave?
ARIA DA CHIESA, sobre el nombre de Ruggero Chiesa, op.170-43 1967
Bérben-E1237B
BRASILEIRA, sobre el nombre de Laurindo Almeida, op.170-44 1967
Bérben-E1237B
JAPANESE PRINT, sobre el nombre de Jiro Mirsuda, op.170-46 1967
Bérben-E1231B
VOLO D’ANGELI, sobre el nombre de Angelo Gilardino, op.170-47 1967
Bérben-E1223B
CANZONE CALABRESE, sobre el nombre de Ernest Calabria 1967
op.170-48, Bérben-E1230B
TARANTELLA CAMPANA, sobre el nombre de Eugene di Novi, 1967
op.170-50, Bérben-E1232B
FUGA ELEGIACA, a la memoria de Ida Presti, para dos guitarras 1967
op.R210a, Guitar Review (No.31, mayo 1969)
APUNTI, Preludi e Studi facili per chitarra, op.210, Suvini Zervoni S6725Z 1967
-Cuaderno Primero, Gli Intervalli: Marinaresca, Preghiera, Bolle di sapone,
Canto di mietitori, Campane e Valle, Il Ballo dell’Orso, Stornellatrice, Serenatella
Marcia funebre per una marionetta, La Pioggia nel roseto, Ave María.
-Cuaderno II, Parte I Danze del 800, Suvini Zerboni-S6978Z
I Ritmi: Polka, Mazurka, Polonaise, Valse francaise, Wiener walzer, Quadrille.
-Cuaderno II, Parte II: Danze del 600 e 700: Pavana, Gagliarda, Sarabanda,
Rigaudon, Allemanda, Corrente, Minuetto, Gavotta, Siciliana, Giga.
-Cuaderno II, Parte III, Danze del 900: Two Step, Blues, Fox Trot, Tango
Rumba, Samba.
-Cuaderno III, Le Figurazioni: La Macchina da cucire, La Filatrice.
-Cuaderno IV, Sei studi seriali: L’Ostinato, Il Malinconico, Il Capriccioso.
85
EDITORAS MUSICALES
Guitarra sola:
Variazioni Attraverso I Secoli, op. 71
Dick Hoogeveen, Etcetera KTC 1150 Holanda
Susanne Mebes, Léman Classics LC 42501 Suiza
Giulio Tampalini, Antes Concerto BM-CD 971041 Italia
Sonata Omaggio a Boccherini, op.77
Andrés Segovia. EMI CDH-7 61048 2 UK, Angel ZB-3896
Julian Bream, EMI Classics 7243 5 55362 2 8 Reino Unido
Frank Bungarte, MD+G L 3407, Alemania
Guillermo Fierens, ASV CD DCA 685 UK
Josef Holecek, BIS CD 203 Suecia
Norbert Kraft, Chandos CHAN 9033 UK
Paulo Martelli, Doremi DRH 4
Susanne Mebes, Léman Classics LC42501cd Suiza
Stephen Robinson, Centaur CRC 2056
Silvina Strano, Walsingham Classics 2WAL80282
Ana Vidovic, Bath Guitar Series Records BGCD 103 UK
Capriccio Diabolico, Omaggio a Paganini, op.85
Andrés Segovia, MCA Classics MCAD42069 USA: Stylus SMD 734 UK
Carlos Barbosa Lima, Concord Concerto CCD 42048-2 USA
Remi Boucher, Analekta N2 8775 Canada, Analekta Fleur de Lys FL2 3057
Guillermo Fierens, ASV CD DCA 685 UK
86
Eliot Fisk, Music Masters Classics 01612-67079-2 USA
Norbert Kraft. Chandos CHAN 9033 UK
Susanne Mebes, Léman Classics LC 42501cd Suiza
Tarantella, op.87a
Umberto Cafagna, Phoenix Classics PH 97315
Susanne Mebes, Léman Classics LC 42501cd Suiza
Stein-Erik Olsen, Simax PSC 1084 Noruega
Variations Plaisantes sur un petit air populaire, op.95
Rondo, op.129
Umberto Cafagna. Phoenix Classics PH 97315
Suite op.133
Capriccio, Jorge Oraison, Etcetera ETC 1001 Holanda
Tonadilla, on the name of Andrés Segovia, op. 170-5
Catherine Strano. Walsingham Classics 2WAL80282
Tre Preludi Mediterranei, op. 176
Dick Hoogeveen. Etcetera KTC 1150 Holanda
Escarraman, op177
CLAUDIO PIASTRA. MONDO MUSICA MM 96034
Passacaglia Omaggio a Roncalli. op.180
Claudio Piastra. Mondo Musica MM 9634
Tre Prelludi al Circeo op.194
Umberto Cafagna. Phoenix Classics PH 97315
24 Caprichos de Goya, op.105
Lily Afshar. Summit DCD 167 USA
Frank Bungarten. MDG Gold 05 0725 2 Alemania
Susanne Mebes. Leman Classics LC 42501cd Suiza
Eduardo Isaac. GHA 126.019 Bélgica
Appunti, op.210
Preghiera, Emanuele Segre. Claves CD50-9704 Suiza
Sonatina Canonica, op.196. 1961
Fabio Shiro Mori Monteiro - Gen Hasegawa, RBMCD63111 Alemania
Susanna Mabes - Joaquim Freire. Léman Classics LC4401 Suiza
Les guitares bien tempérées, op.199
Duo Tedesco. Koch-Schwann 312242 Y7x02 (CD60)
Duo Favori. Tacet 57, Tacet 63, Alemania
Claudio Piastra and? Fonit Cetra FCT NFCD 2022
Nos.2-3-4-7-10-13-14-15-16-17-20-21-22-23-24 Duo Batendo, EtceteraKTC1057 Holanda
Nos.3-4-5 Susanna Mebes-Joaquim Freire. Léman Classics LC 44401, Suiza
No. 4 Silvina and Catherine Strano. Walsingham Classics WAL8015-2 Australia
No. 7-17 Eden Stell Duo. Docker Records DR228/277 UK
No. 10-23 Michel Burton-Miren Burton. Zephyr Z 24 Bélgica
Fuga Elegiaca, op.210a
Susanna Mebes-Joaquim Freire, Léman Classics LC44401 Suiza
Fabio Shiro Mori Monteiro-Gen Hasegawa. RBM CD 63111 Alemania
Concerto No. I en Re para guitarra y orquesta. op.99
Andrés Segovia. New London Orchestra (Sherman). Testament SBT 1043
87
Alirio Díaz. I Solisti di Zagreb. Vanguard Classics 089003 72 UK
Eduardo Fernández. Decca 414 199 1 USA. London 417 199-2 UK
Nicola Hall. London Mozart Players (Litton) Decca 440 293-2 UK
Norbert Kraft. Northern Chamber Orchestra (Ward). Naxos 8.550729 UK
Pepe Romero. Philips 416 357-2 USA
Marcos Tsessos. St. Petersburg Chamber Orchestra (Altschuler) Infinity Digital QK 64335
USA
Wolfgang Weigel. Prague Virtuosi (Schmelzer). Koch Schwann SCH310392
John Williams. English Chamber ORchestra (Groves) CBS M2K 44791 (SA).
Kazuhito Yamashita. London Philarmonic Orchestra (Slatkin) RCAVictor RD60355
Milan Zelenka. Prague Chamber Orchestra. Supraphon SU 0038-2 031 República Checa
Allegretto, Andantino alla Romanza:
Andrés Segovia. Relief CR 1881 Suiza
Seremade para guitarra y orquesta op.118
Michael Tröster, Warsaw Syphony Orchestra (Pzrybylski) Thorofon CTH2171 Alemania
Concerto No. 2 en Do. para guitarra y orquesta op.160
Kazuhito Yamashita. London Philharmonic Orchestra (Slatkin) RCAVictor RD60255
Milan Zelenka, Prague Chamber Orchestra. Supraphon SU 0038-2 031. República Checa
Concerto in Mi, para 2 guitarras y orquesta, op.201
Sergio-Odair Assad. St Gallen Symphony Orchestra (Neschiling) GHA 126 018 Bélgica
Kazuhito Yamashita. Naoko Yamashita, London Philharmonic Orchestra (Slatkin) RCA
Victor RD 60355
Quintetto para guitarra y cuerdas op. 143
Andrés Segovia. Quintetto Chigiano. MCA Classics. The Segovia Collection Vol.8
MCAD10056
Mats Bergström. The Tale Quartet. Proprius PRCD 9124 Suecia
Gregg Nestor. Cambria CD 1049
Claudio Piastra. Accademia Farnese. Mondo Musica MM9689 Francia
Stephan Schmidt. Quatuour Parisii. Auvidis Valois V 4789 Francia
Arturo Tallini. I Solisti di Roma. Musikstrasse MC 2113.1 Italia
Kazuhito Yamashita. Tokyo Strings Quartet. RCA VIctor RD604321.
Romancero Gitano, op. 152para guitarra y coro
Mats Bergström, Gustaf Sjokvist’s Chamber Choir. Proprius PRCD9124
Ulrich Busch, Pro Musica Bremen. FSM FCD 97251 Alemania
Gregory Newton, Los Angeles Chamber Singers. Rubedo Canis RCM 19802
Steven Novacek, Pacific Northwest Chamber Orchestra, Conlon, Ambasador
ARC 1015 USA
Arturo Tallini, Ensamble Vocalise. Musikstrasse MC 2113.1 Italia
Sonatina para flauta y guitarra, op. 205
Domenico Ascione, guitarra: Romolo Balzani, Flauta. La BOttega Discantica DISC05
Mats Bergström guitarra, Anna Norberg Flauta. Proprius PRCD 9124 Suecia
Stephan Schmidt guitarra, Michael Moraguès flauta. Auvidis Valois V 4789, Francia
Arturo Tallini guitarra, Carlo Morena flauta. Musikstrase MC 2112.1 Italia
Timoty Walker guitarra, Judith Hall flauta, ASV CD DCA 692 UK
Simon Wynberg guitarra, William Bennett flauta. ASV CD DCA 692 UK
Josef Zsapka guitarra, Opus 9111 1294 República Checa.
88
Fantasia para guitarra y piano, op.145
Mats Bergström guitarra, Donna Lee piano. Proprius PRCD 9124 Suecia
Franz Halász guitarra, Débora Halász piano. BIS CD 717 Suecia
Tilman Hoppstock guitarra, Werner Hoppstock piano. Signum SIG X71-00 Alemania
M.M. Drüger guitarra, K. Schilde piano. Calig CAL 50912
Stephan Schmidt guitarra, Danielle Laval piano. Auvidis Valois V 4789, Francia
Arturo Tallini guitarra, Tiziana Liermattei piano. Musikstrasse MC 2113.1, Italia
Ballata dall’Esilio, op.180a para guitarra y voz
Wonjung Kim, soprano, Marco de Santi guitarra. Guitart Abril/Junio 1998
Platero y yo, para narrador y guitarra, op.190
Angelus, Retorno, La Primavera, El Canario Vuela, Melancolía, La Arrulladora,
Golondrinas, A Patero en el Cielo de Moguer Andrés Segovia, MCA-Decca MCAD4
11124 USA. MCA Classics, The Segovia Collection Vol. 8 MCAD10056
El Pozo Andrés Segovia MCA Classics. The Segovia Collection VOl. 8 EMI SAM 35077.
Decca DL 710093
La Primavera, Melancolía, La Arrulladora, Susanne Mebes guit, Isao Kimura narr..
Léman Classics LC42501cd Suiza
La Arrulladora, Vladimir Mikulka, Lotus LT-0042 131
Arise, Wonjung Kim, soprano, Marco de Santi guitarra. Guitart Abril/Junio 1998
Romance del Conde Arnaldos Wonjung Kim, soprano, Marco de Santi guitarra. Guitart
Abril/Junio 1998
La Ermita de San Simon Wonjung Kim, soprano, Marco de Santi guitarra. Guitart
Abril/Junio 1998
Nota: La mayor parte de esta recopilación fue realizada por Byron Fogo.
Oratorios y Cantatas:
The book of Esther, op.200. Soprano, tenor, barítono, bajo, narrador, coro mixto, instrumentos de
aliento, percusiones, xilófono, 2 arpas y cuerdas. Inédito
The book of Jonah op.151 Oratorio bíblico. Tenor, barítono, coro masculino, instr. de aliento,
percusión, 2 pianos, 2 vchelos, 2 violas. Belwin-Mille Publishers, sólo en renta.
The Book of Ruth op. 140 Oratorio bíblico. Soprano, mezzo soprano, tenor, 2 barítonos, coro
mixto, alientos, percusión, piano, arpa y cuerdas. Inédito
The Fiery Furnace, op. 183 Pequeña Cantata
Barítono, coro infantil, piano y percusión. Belwin-Mills Publishers
89
Naomi and Ruth, op. 137 Pequeña Cantata. Soprano, coro femenino. Belwin-Mills Pub.
The Queen of Sheba, op. 161. Pequeña Cantata. Soprano, Coro de voces femeninas, piano.
Belwin-Mills Publishers
The Song of Songs, op. 1172. Soprano, tenor, barítono, coro mixto, bailarines, instr. de aliento, arpa
y cuerdas. Inédito.
Tobías and the angel, op. 204 Soprano, 2 contraltos, tenor, barítono, 2 bajos, alientos, percusión,
arpa y cuerdas, Inédito.
Música incidental
I Giganti della Momntagna, op. 94 Música para la escena del drama de Pirandello. Instr. de
aliento, 2 arpas, piano, xilófono, saxofón y cuerdas. Galaxy Music COrporation, N.Y.
Morning in Iowa. op.158 Poema: Robert Nathan. Narrador, clarinete, acordeón, banjo, guit., viola,
percusión. Inédito
Savonarola. op. 81 Drama de Rino Alessi. soprano, coro doble de voces mixtas. A. Forlivesi & C.
Florencia
Ballets
Bas-Relief. op. R97a La Reina Nefertiti para orquesta. Inédito
The Birthday of the Infanta. op.115 Ballet-Suite por Oscar Wilde. VIII tiempos. alientos, piano y
cuerdas. MGM Film Library
The Octoroon Ball. op. 136 Coreografía por Katherine Dunham. XVII tiempos. alientos, 2 pianos y
cuerdas. Inédito
Pesce Turchino. op.R18c Alientos, 2 arpas, piano, xilófono y cuerdas. Inédito
Orquesta
An American Rhapsody, op.R117a Alientos, xilófono, piano, arpa y cuerdas. MGM Film
Cielo di Settembre. op. R1b Alientos, arpa, celesta y cuerdas. Inédito
Cipressi. op.R17a Alientos, percusión, arpa, celesta y cuerdas. A. Forlivesi&C. Florencia
Five Humoresques, op. 121 sobre temas de Foster. V tiempos. Alientos Xilófono, percusiones,
piano, arpa y cuerdas. MGM Film Library
Four Dances from “Love’s Labour’s Lost” op. 167 IV tiempos, alientos, percusión, xilófono,
arpa, piano y cuerdas. Belwin-Mills Publishers
I Giganti della Montagna, op.R94a 2 Episodios Sinfónicos. Alientos, 2 arpas, piano, xilófono,
saxofon y cuerdas. Galaxy Music Corp. N.Y.
Indian Songs and Dances. op.116 V tiempos. Alientos, percusión, xilófono, arpa, piano y cuerdas.
Inédito
The Flood op. R122c Alientos, percusión, arpa, piano y cuerdas. Inédito
Overture to Anthony and Cleopatra, op. 134 III tiempos. Alientos, percusion, xilófono, 2 arpas,
celesta y cuerdas. Inédito
Oberture to As You Like It op. 166 Alientos, piano, 2 arpas y cuerdas. General Music
Publishing Co. N.Y.
Oberture per La Bisbetica Domata, op. 61 Alientos, perckusión, xilófono, arpa, piano y cuerdas.
G. Ricordi, Milán
Overture per La Dodicesima Notte op. 73 Alientos, percusión, xilófono, celesta, arpa y cuerdas.
Ricordi. Milán
Overture al Giuglio Cesare op. 79 Alientos, percusión, celesta, arpa y cuerdas. Ricordi.
Overture per King John. op. 111 Alientos, piano, arpa y cuerdas. Carl Fischer, Inc. N.Y.
Overture per Il Mercante di Venezia. op. 76 Alientos, percusiones, piano, 2 arpas y cuerdas.
Ricordi. Milán Score de estudio 123062. material en renta.
90
Overture to A Midsummer Night’s Dream. op.108 Alientos, percusión, celesta, 2 arpas y
cuerdas. Ricordi, N.Y. material en renta.
Overture to Much ado About Nothing. op. 164 Alientos, percusión, piano arpa y cuerdas. General
Music Publishing.
Overture per Il Racconto d’Inverno op.80 Alientos, percusión, xilófono, celesta y cuerdas.
Ricordi, Milán, Score de estudio 123645
Overture to The Tragedy of Coriolanus op.135 Alientos, percusión, pno, cdas, inédito.
The Princess and the Pea Alientos, perc.n, xilófono, celesta, arpa y cdas. MGM Film
Serenatta e il pesce turchino op. R18a Alientos, percusión, 2 arpas, piano, xilófono y cuerdas.
Forlivesi, Florencia renta material
Conciertos
Capitan Fracassa op. R16a, para violín y orquesta. Forlivesi, Florencia, Renta material
Capriccio Diabolico op. 85b para guitarra y orquesta Ricordi, Milán Renta material
Concertino op.93 para arpa y orquesta de cámara. General Music Publishing, N.Y.
Concerto da camera op. 146b para oboe y orquesta de cámara, Belwin-Mille Publishers, N.Y.
Score 42010
Concerto Italiano op.31 para violín y orquesta. Ricordi, Milán. Score de estudio. 119977,
Completo 119976, reducción piano: 119998
Concerto No 1 op.46 para piano y orquesta. Universal Edition, Wien&Ieipzig. Reducción piano.
UE 8863
Concerto No. 2 op.92 para piano y orquesta. Forlivesi, Florencia. Reducción piano 12374. Renta
material
Concerto No. 3 op.102 para violín y piano Inédito
Concerto in G minor, op. 72 Para violonchelo y orquesta. Ricordi, Milán. Score de estudio
124059, completo 123248 Red. piano 123250
Concerto No.1 Re op.99 para guitarra y orquesta. Schott’s Sohn, Mainz. Score de estudio
GA166. Completo Bss35928 red.piano 166
Concerto No 2 en Do op.160 para guitarra y orquesta. Shott’s Söhne, Mainz. reducción piano
GA240, renta de material
Concerto en Mi op.201 para dos guitarras y orquesta. Edizioni Musicali Bérben, reducción piano: E
1890B, renta de material
Larchmont Woods, op.112 poema para violín y orquesta Inédito
Ninna Nanna, op. R4a para piano y orquesta. Forlivesi, Florencia, Renta de material
I Nottambulli, op. R47a para violonchelo y orquesta. Universal- Edition, Wien&Leipzig
I Profeti, op. 66 Para violín y orquesta. 2o. concierto para violín y orquesta. Ricordi Milán, Score de
estudio: 124019, completo: 122584 reduc. piano: 122584
Ritmi op.R15a para violín y orquesta. Forlivesi, Florencia, original violín y piano 10893
Serenade, OP 118 para guitarra y orquesta. Schott’s Söhne, Mainz reducc. piano 167, material en
renta
Variazioni sinfoniche op.48 para violín y orquesta. Universal-Edition, Wien&Leipzig. Reducción
para piano 9793
Música de Cámara
Aria op.R202a para oboe, violonchelo y piano Inédito
Choral with Variations op 162. 4 cornos en Fa. Henri Elkan Music Pub. Phil.- HE 86
Divertimento op. 119 para dos flautas. Weaner-Levant Pub. New York
Eclogues op.206 para flauta, corno inglés y guitarra. General Music Pub. Hasting-on-Hudson, New
York
Fantasía op.145 para guitarra y piano. Schott’s Söhne, Mainz GA 170
91
Der Handschuh op 193 melodrama Inédito
Die Kraniche Des Igykus op. 193 melodrama Inédito
Pastorale y Rondo op. 185 para clarinete, violín, violonchelo y piano Inédito
Ein Quartett-Satz op.170 para cuarteto de cuerdas Inédito
Quintetto op.69 para dos violinis, viola, violonchelo y piano.
Edizioni Forlivesi, Florencia 11751
QuintettoNo. 2 op 155 para piano y cuerdas Inédito
Quintetto op. 143 para guitarra y cuerdas. Schott’s Söhne, Mainz. Score de estudio 4578, Partes
Guitarre-Archiv 198
Sonata op. 208 para violonchelo y arpa Inédita
Sonata op. 128 para clarinete y piano. Ricordi Milán
Sonata op. 144 para viola y violonchello Belwin-Mills Publishers
Sonata op.148 para violín y violonchelo Inédita
Sonata op. 127 para violín y viola Mercury Music, N.Y.
Sonatina op. 130 para bassoon y piano General Music Pub. N.Y.
Sonatine op.205 para flauta y guitarra Max Eschig, París 7728
Cuarteto de cuerdas No. 1 op. 58 Ricordi, Milán Score miniatura 121925. Score con las partes
completas 121926
Cuarteto de cuerdas No. 2 op 139 . Mills Music , N.Y. AMI 4502
Cuarteto de cuerdas No. 3 op 203 Inédito
Trío No. 1 op. 49 para violín, violonchelo y piano. Ricordi, Milán, Score miniatura 121054 Score
partes completas 121053
2o Trío en Sol op. 70 Forlivesi, Florencia 11772
Trío No. 3 op. 147 Inédito
Dos Sonatas op. 179 para dos trompetas General Music Pub. N.Y.
Arpa
Arabesque op. 170 Inédito
Rhapsody op. 209 General Music Pub. N.Y. 657
Second Arabesque. op. 170 no. 45 General Music Pub. N.Y. 796
Órgano
Chorale-Prelude. op. 170 No. R18a Bérben, Italia E 1949B
Fanfare op. R152a The H.W. Gray Co. No. 28 Belwin-Mills
Fughe. op. 170 No. R18b McLaughlin&Reilly Boston No. 2881
Introduction, Aria y Fugue op. 159 Apogee Press, Cincinnati
Five Preludes op. R122a Leeds Music Co.- Belwin-Mills 145-149
Prayers my grandfather wrote op.R200a Berben, Italia EB1832
Prelude op. 170 No. 49 McLaughlin&Reilly Boston 2880
Prelude on the Twelve-Tone Row op. R152b Bérben, E 1949B
Piano
Alghe op.12 Forlivesi, 10821 -
Aldt Wien op. 30 Forlivesi, Florencia. 11014
Angelus op. 170-27 Ricordi Milán 121628
Calma opR1c Inédito
Candide op. 123 Delkas Music Pub. Los Ángeles.
A. Canon for Robin op. 170-13 Inédito
Cantico op. 19 Ricordi, Milan 118477
Canzonetta, op.170-35 Inédita
92
Cielo di Settembre op. 1 Forlivesi, Florencia
Cipressi op. 17 Forlivesi 10892
Crinoline op.59 Ricordi, Milán 121376
Le Danze del Re David op.37 Forlivesi, Florencia 11260
El Encanto op. 165 Inédito
English Suite op. R1a Belwin-Mills Pub. New York 20363
Epigrafe op. 25 Forlivesi, Florencia 11013
Etude, op.170-11 Inédito
Evangelion- The Story of Jesus, op. 141 Forlivesi, 12343-44-45-46
Fandango op.170 -9 General Music Pub. N.Y. 661
A Fandango for Escovado op. 170-16 Inédito
Fantasía y Fuga op.63 Ricordi, Milán 122041
Für Erna, op. 170-12 Inédito
Hommage á Paderewski op.R104b Boosey&Hawkes, N.Y.
Little March op.170-20 Inédito
Lucertolina op. R8a Ricordi Milán, 123981
Lullaby. op. 170 Inédito
Media Difficoltà op.65 A.&G. Carisch, Milán 16477
Melodia op.170-30
Mi-La op. R67a General Music Pub. N.Y. 660
I Naviganti op.13 Forlivesi, Florencia 10822
Ninna Nanna del Dopoguerra op.R157a Forlivesi, Florencia 12230
Notturne in Hollywood op. R104b Edition Weaner-Levant, N.Y.
Onde op86 Ricordi, Milan 123636
Passatempi op.54 Forlivesi, Florencia 11512
Piedigrotta 1924 op.32 Ricordi, Milán 110961
Prelude op R139a Edward Marks Corp. N.Y. 14627
Prelude and Fugue op. 170-31 Inédito
Preludio su L’Annkunciazione di Andrea della Robbia op.R78a Inédito
Primavera Fiorentina op.R1 d Inédita
Questo fu il carro della morte op.2 Forlivesi, Florencia 10750
Ricercare op.170-17 Forlivesi, Florencia 123348
La Sirenetta e il Pesce Tkurchino, op. 18 Forlivesi, Florencia 10940
Six Canons for Piano op.142 Leeds Music Co. N.Y.
Six Pieces in form of Canon op.156 Ricordi N.Y. 1623
Slow, with Variations. op. 170-22 General Music Pub. N.Y.
Sonata op.51 Universal Ed. Viena 10.070
Sonatina Zoologica op. 187 Ricordi, Milan 130266
Le Stagioni op.33 Forlivesi, Florencia 12222
Stars op. 104 Inédita
The Stories of Joseph op. 178 Inédita
Suite Nello Stile Italiano op. 138 Ricordi N.Y. 1670
Tango op. 170-1 General Music Pub. N.Y. 656
Terraze op.R90b Inédita
Toccata, op.170-32 Inédita
La Torre del Diavolo op. 170-36 Inédita
Tre Corali, op.43 Universal Editions, Vienna 8795
Tre Poemi Campestri op. 44 Forlivesi, Florencia 11354
Tre Preludi Alpestri op.84 Ricordi, Milán 123637
2 Films Studies op. 67 Ricordi Milán, 122608
93
Vitalba e Biancospino op.21 Forlivesi, Florencia 10958
Novellette op.R2a Inédito
2 Pianos
Alt Wien op. 30-2 Forlivesi, Florencia, 11426
Dúo-Pianism op. 170-19 Forlivesi, Florencia
Napolitana op. R127a Inédita
Notturno op. R32b Inédito
La Sirenetta e il Pesce Turchino op. R18b Inédito
Violin
Alghe op. R12a Forlivesi, Florencia 11583
Ballade op. 107 Inédita
Capitan Fracassa op. 16 Forlivesi, Florencia 10894
Due Danze op.30-3 Inédita
Exotica op. R77a Inédita
Fantasie op 110 Delkas Music Pub. Ls Ángeles
Humoresque op. 170-8 General Music Pub. N.Y.
Hungarian Serenade op. 170-25 Inédita
Intermezzo op. 170-23 Inédito
The Lark op.64 Carl Fischer, Inc. NY 02276
Notturno Adriatico op. 34 Forlivesi, Florencia 11188
Notturno e Tarantella op. 32 Ricordi, Milan 121291
Ritmi op. 15 Forlivesi, Florencia 10893
Ritmo di Tango op. R65a Carl Fischer Inc. N.Y. B2303
Sea Murmurs op. R24a Carl Fischer Inc. N.Y. B2303
Serenatella op 170-2 General Music Co. N.Y. 659
Signorine op 10 Forlivesi, Florencia 10908
Sonata op.56 Ricordi, Milan 121626
Tango op R24b Carl Fischer, Inc. N.Y. E2304
Tre Canti All’Aria Aperta para violín y piano op. R24b Inédito
The Vocalizzi op.55 Ricordi, Milan 121494
Varlse Bluette op. 170-24 General Music Pub. N.Y. 675
Chant Hébraique op. 58 Alphonse Leduc, Paris A.L.17.713
Viola
Suite 508 op 170-21 Inédita
Violonchelo
Chant Hébraique op. 53-3 Alpphonse Leduc, Paris - A.L. 17.596
Meditation op. R111a Inédito
I Nottambuli op.47 Universal-Edition, VIenna 8992
Notturna Sull’Acqua Op. 82a Ricordi, Milan 123535
Sonata op. 50 Forlivesi, Florencia 11517
Toccata op. 83 Ricordi, Milan, 123536
Valse op.170-3 General Music Pub. N.Y. 658
Bajo doble
Melodie Hébraique op. 53 Inédita
94
Coral sin acompañamiento
Amours de Ronsard op. 197 Inédito
Cherry RIpe op. R174a General Music Pub. N.Y. CH 768
Children’s Song op. R200a Inédita
2 Canti Greci op. R8b Inéditos
Madrigali a Galatea op. R3b Inédito
Endymion op. 184 Edward Marks Music Corp. N.Y. 14051-19
Lament of David op. 169 Inédito
Lauda In Honore Sanctae Birgittae op. 189a Inédito
Lecho Dodi op.90 Inédito
Processional song op. 96 Galaxy Music Corp. N.Y. 1096
Proverbs of Solomon op. 168 Inédito
The Seventh Day op. 202 Inédito
6 Carols on Early English Poems op. 175 General Music Pub. N.Y. CH 762-767
6 Keats Settings op. 157 Galaxy Music Corp. N.Y. 2060
Two Elegies for a Soldier op. R9c Inédito
2 Songs by Longfellow op. 149 Mills Music Inc. N.Y. 495
2 Motets op. 174 Belwin-Mills Pub. N.Y. GM1715
Venice Op.132 Galaxy Music Co. N.Y. G.M.1715
95
Coral con instrumentos
Kol Nidre op.R111a para coro mixto, cantor, órgano, ciononchelo. Loewe’s Inc.
Los Angeles 3885
A Lullaby op.R119a para coro mixto y orquesta. Metro-Goldwyn Mayer
Un Madrigale di Michelangelo op. R8c coro mixto y orquesta. Inédito
Romancero Gitano op. 152 para coro y guitarra. Verlag Bote/Bock, Berlin B&B21617
Songs of the Oceanides op. 171 2 coros femeninos. Franco Columbo N.Y. 2116
96
My Love’s Like a Red Rose op. R110b Inédito
New York, op. 106b Delkas Music, Los Angeles
The Nightingale op. 117-1 Galaxy Music N.Y.
Ninna Nanna op. 4 Forlivesi, Florencia 10767
Ocean op. 89c Inédito
ozymandias op. 124a Inédito
Pansies op. 103 Inédito
Petrarca-Chipin op. 74b Ricordi, Milan, 123049
Piccino Picció op. 26 Inédito
Quattro Scherzi per musica, op. 35 Ricordi, Milan 119957
Quattro Sonetti da La Vita Nova op.41 Forlivesi, Florencia 11395
Recuerdo op. 105 Forlivesi, Florencia 10976
Dos Romances Viejos op. 75a Ricordi, Milan 123109
Sei Odi di Orazio op. 62 Ricordi, Milan 121908
Sera op. 23 Curci, Nápoles
The Shadow, op. 124c Carl Fischer Inc. N.Y. 1716
Shakespeare sonnets, op. 125 Inéditos
Un Sonnetto di Dante op. 101 Galaxy, N.Y. 1411
Songs and Processionals for & Jewish Wedding op. 150 Belwin-Mills
Stelle Cadenti op. 6 Forlivesi, Florencia 10751
Sweet Spring op. R110a Inédito
Tavern op R105a Inédito
33 Shakespeare Songs op. 24 J&W Chester, London
Three Little Songs op. R185a Inédito
Three Sephardic Songs Op. R186a Isreali Music Pub. Tel Aviv
Three Sonnets from the Portuguese op. 42 J&W Chester, London 3970
Fioretti di Santo Francesco op. 11 Forlivesi, Florencia 11081
The Poéms de la Pléïade op. 79 Ricordi, Milan 123814
Vocalizzi op. 55-1 Ricordi, Milan
Chansons Grises op. R1d Ricordi, Milán 123982
Two Byron Songs Op. R110c Inédito
Two Kipling Songs op.R112a Inédito
Upon his Blindness
Villa Sola op. R46a Revista Antologia Musicale Milán
Vocalise op. 53-1 Alphonse Leduc, Paris 17
Vos Toig Mir
Le Voyage op. R186a Inédito
When I Consider how my Light is Spent op. 109 Galaxy Music Co. NY
Duetos vocales
Farewell to the Farm op. 110d para 2 voces y piano Inédito
6 Scottish Songs op. 100 soprano, tenor, arpa y cuerdas. Inédito
3 Shakespeare Duets op. 97 soprano, tenor y piano Inédito
97
Coplas op. R7a Soprano, alientos, arpa, celesta y cuerdas, Forlivesi, Flo. 10752
Dalla Regina Giovanne op.R9a Inédita
2 Romances Viejos op.R75b Ricordi, Milan-123109 & 123110
Die Drei Konige op.R60d Forlivesi, Florencia 11747
Liriche dal Giardiniere op.R9b Inédita
Laude di Nostre Donna op. R81b Forlivesi, Florencia 11773
A Lullaby op. R119a Metro Goldwyn Mayer
Ninna Nanna op. R4a Forlivesi, Florencia 11450
Le Roi Loys op. R3a Forlivesi, Florencia 10976
3 Sephardic Songs op.R186b Israeli Music Pub., Tel Aviv
Three Shakespeare Duets op.R97a Inédito
Three Songs from As You Like It op.R24c Chester, Ltd. London
Fioretti di Santo Francesco op. R11a Forlivesi, Florencia 11081
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NOTA BIOGRÁFICA DE LA AUTORA
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