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En la evaluación del aula no sólo se deben incluir las áreas curriculares antes descritas
sino que es de vital importancia evaluar las características individuales e interpersonales que
pueden interferir con el proceso de aprendizaje (Mesibov, Troxler y Boswell, 1988). Se deben
tener en cuenta las respuestas idiosincráticas del niño al entorno, a otros niños, a los ruidos, a
los distractores visuales y a todos los demás aspectos ambientales del aula que puedan
interferir con la habilidad de aprendizaje del niño con autismo. La evaluación en el aula es
importante en la medida que se relaciona con el desarrollo e implementación de objetivos
programáticos individualizados. Se debe centrar en esas características individuales, sus
fortalezas, intereses y debilidades así como las necesidades de la familia, la escuela y/o
ambiente de trabajo y las competencias que necesitará para lograr que funcione al máximo
como adulto. La información aportada por los padres es crucial para complementar la
evaluación en el aula. Esta información proporcionará aspectos que la estructura del aula no
permite evaluar y acerca de las necesidades dentro del hogar. Se pueden obtener datos más
concretos acerca de las destrezas de autoayuda, de comunicación, juego y habilidades de
tiempo libre, así como del comportamiento social con otros familiares, vecinos y amigos.

Dentro de la corriente integracionista, se debe señalar que la integración escolar se dará


paso a paso en la medida que se hayan cubierto las necesidades particulares del individuo con
autismo considerándolo como centro de su propio proceso de aprendizaje. Dependiendo si el
educando tiene posibilidades de ser integrado o no a la Escuela Regular se realizarán las
adaptaciones curriculares necesarias a fin de irlo preparando para enfrentar con éxito la
misma. Así mismo, se deberá asegurar la transición de la escuela a la vida adulta y la
integración social de las personas con autismo. Esta transición se refiere al cambio del rol de
educando al de adulto en su comunidad (Getzel y deFur, 1997). En este sentido, se debe
fomentar la creación de los servicios adecuados a nivel preventivo, de diagnóstico y de atención
educativa integral para las personas con autismo; la regulación de la formación del personal
docente y la orientación y preparación de la familia y la comunidad para favorecer la integración
social (LOE, Artículo 34; Ley para la Integración de Personas Incapacitadas, 1993; Ministerio de
Educación, Resolución 2005, 1996).

3.4. ADMINISTRACION DEL MODELO EDUCATIVO

3.4.1. Definición de la Unidad Programática para la Atención Educativa Integral de las Personas
con Autismo.

La administración del modelo educativo debe concebirse en el marco de la reorganización y


reestructuración del Ministerio de Educación y de la descentralización, estableciéndose los
mecanismos de coordinación y comunicación entre las instancias que aseguran la articulación
dinámica y la coherencia técnico-administrativa dentro del sistema educativo nacional.

La Unidad Programática de Autismo es la estructura Técnico-Administrativa de la


Dirección de Educación Especial del Ministerio de Educación responsable de diseñar, supervisar,
evaluar, controlar y velar por el cumplimiento de la política educativa de atención educativa
integral de las personas con autismo a Nivel Nacional. Entre sus competencias y funciones se
encuentran: (1) Diseñar la Política Nacional de Atención Educativa Integral de las Población con
Autismo; (2) Informar sobre la Política de Atención Integral a la Población con Autismo; (3)
Asesorar a las distintas instancias del Ministerio y a las instancias territoriales en la ejecución de
las políticas, normas y programas para el personal; (4) Velar por el cumplimiento de la política,
leyes, reglamentos y resoluciones relacionadas con la atención educativa integral de la
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población con autismo; (5) Asesorar, orientar y supervisar los proyectos regionales de atención
educativa a la población con autismo prestando la asistencia técnica que sea requerida y
velando por el desarrollo integral y equilibrado del área de atención educativa integral de la
población con autismo en el ámbito territorial; (6) Supervisar el funcionamiento global de la
atención educativa integral de la población con autismo; (7) Evaluar el alcance, impacto y
resultados de la ejecución de la política de atención integral para la población con autismo; (8)
Velar por el cumplimiento de las líneas curriculares establecidas en la política y evaluar su
alcance e impacto; (9) Promover y orientar la creación de servicios apropiados para la atención
integral la población con autismo a nivel nacional (10) Orientar el Desarrollo Profesional del
Personal en Servicio del Ministerio de Educación en cuanto a la atención educativa integral de
las personas con autismo a fin de lograr garantizar el acceso, permanencia y prosecución de la
población con autismo en el Sistema Educativo Venezolano; (11) Promover la participación de
la comunidad nacional en el proceso de atención educativa integral de la población con autismo
a fin de lograr su Integración Social; (12) Promover y orientar convenios con los entes
formadores a fin de garantizar la idoneidad de los recursos humanos requeridos en el área; (13)
Promover y orientar investigaciones a nivel nacional que permitan la evaluación, seguimiento y
control de la ejecución de la política con las adaptaciones regionales que les sea pertinentes;
(14) Promover y orientar la ejecución de intercambios y convenios con instituciones y
organismos públicos y privados, nacionales e internacionales vinculados al área de autismo; (15)
Velar por la articulación intramodalidad, intrasectorial e intersectorial a fin de lograr una acción
coordinada para el cumplimiento de la política de atención integral a la población con autismo
que garantice su acceso, permanencia y prosecución al Sistema Educativo Venezolano y su
Integración Socio-Laboral.

En el Nivel Estadal, en el marco del proceso de descentralización, se tienen las


competencias de coordinar, administrar, controlar y evaluar la gestión académica y administrativa
de la atención educativa integral de las personas con autismo en su ámbito de gobierno de
acuerdo a las políticas educativas fijadas por la Unidad Programática de Autismo de la Dirección
de Educación Especial del Ministerio de Educación. En este marco, formulará el Plan Regional
coordinando acciones con los municipios, el capítulo de la Fundación para el Desarrollo de la
Educación Especial y las fuerzas vivas de la respectiva Entidad Federal. Conformará los
equipos interdisciplinarios que permitirán la creación de los CAIPA regionales. Así mismo,
coordinará los Consejos Técnicos del Área con los CAIPA y aquellas Unidades Educativas y
Servicios de Apoyo de la Modalidad de Educación Especial, de otras modalidades y de los
Niveles Educativos que estén atendiendo población con autismo. Así mismo, en el Nivel
Municipal se coordinan, operan y controlan en el ámbito local los CAIPA y todas las Unidades
Educativas y Servicios de Apoyo de la Modalidad de Educación Especial, de otras modalidades
y de los Niveles Educativos que estén atendiendo población con autismo.

En el Nivel Institucional, las Unidades Operativas de la Modalidad de Educación Especial


en el Área de Autismo son los Centros de Atención Integral para Personas con Autismo
(CAIPA), en los cuales se desarrolla el programa de atención educativa integral de las personas
con autismo que le permitirá posteriormente su integración, en función de sus potencialidades y
características a los diversos ámbitos donde se desenvolverá. Así mismo, en los CAIPA se da
capacitación en servicio para los recursos humanos especializados requeridos en el área
de autismo. Concebido desde el punto de vista técnico-administrativo como un centro de
atención educativa integral para las personas con autismo coordina, administra y ejecuta el
currículo, los recursos y el personal asignados a él de acuerdo con las políticas fijadas por los
organismos competentes en el marco de la estrategia de Proyecto Pedagógico de Plantel a
Nivel Institucional. Esto se realiza a través de dos estrategias: (1) Atención Directa, en el
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propio CAIPA, a la población cuyas características de su condición no le permitan en forma


transitoria o permanente ser integrados y (2) Como Unidad de Apoyo para (a) La Atención
Educativa Integral Temprana de los niños de 0 a 6 años atendidos en los CDI o UEE así como y
para la orientación de la continuidad del proceso educativo de esta población y (b) El proceso de
integración escolar o sociolaboral en el resto del continuo evolutivo. Así mismo, el CAIPA es un
centro educativo modelo para la actualización y capacitación de los recursos humanos que el
área requiere y para la investigación bio-psico-social de la condición de autismo.

Entre sus funciones y competencias tiene: (1) Brindar atención educativa integral a la
población con autismo; (2) Diagnosticar, planificar y evaluar el proceso de enseñanza
aprendizaje; (3) Evaluar el desempeño de la institución; (4) Promover el desarrollo profesional
del personal en servicio asignado; (5) Promover la participación de la comunidad en el proceso
de atención educativa integral al educando con autismo; (6) Asesorar otras unidades operativas
o servicios de apoyo de la modalidad, de otras modalidades o de los niveles educativos o de
otras instituciones gubernamentales o no gubernamentales (ONG) de la región o municipio que
estén atendiendo a personas con autismo; (7) Diseñar investigaciones dirigidas a mejorar la
atención educativa integral de las personas con autismo en el marco de las innovaciones
educativas; (8) Constituir las Asociaciones Civiles de la Comunidades Educativa; (9) Promover
iniciativas de la autogestión; (10) Ejecutar planes de obtención, mantenimiento, mejora y
dotación de la planta física escolar.

En base a los recursos regionales, se deben crear Centros de Atención Integral para
Autismo (CAIPA) que conjuntamente con sus respectivas sociedades civiles y con los capítulos
de la Fundación para el Desarrollo de la Educación Especial garanticen la idoneidad de los
recursos y brinden atención educativa integral a esta población y que conjuntamente padres y
profesionales se dediquen a enfrentar el reto que representa el autismo. Se debe establecer
una comunicación directa con la comunidad y hacerlos partícipes del hecho educativo de
manera que se facilite la integración social de los educandos.

Se deben crear los CAIPA donde se realice prevención (en cualquiera de sus niveles), una
detección e intervención y atención educativa tempranas; un diagnóstico general del
cuadro; una evaluación particular formal y no formal de las características individuales de la
persona con autismo que será atendida; se diseñan, implementan y siguen planes y programas
de atención educativa individualizados con un equipo interdisciplinario que permite
desarrollar los servicios requeridos por esta población y su familia a fin de lograr una
integración social efectiva. Para esto la familia deberá ser incorporada activamente al
proceso de enseñanza-aprendizaje del educando con autismo el cual será escolarizado y no
escolarizado y se considerarán además los recursos de la comunidad.

El Equipo de Profesionales deberá estar conformado por Docentes, Psicólogos, Médicos


(Pediatra, Psiquiatra, Neuropediatra, principalmente), Trabajadores Sociales, Terapistas de
Lenguaje, Maestros de Niños Sordos, Fisioterapeutas, Terapistas Ocupacionales, entre otros
profesionales que puedan ser requeridos, por su especialidad, según la particularidad de cada
persona con autismo a ser atendida integralmente.

El CAIPA, como servicio de apoyo de la Modalidad de Educación Especial, articulará sus


acciones con las otras unidades operativas que brindan atención educativa integral a la
población con autismo, así como también con las otras modalidades y niveles del sistema
educativo y con aquellos otros sectores que deban participar en el proceso de atención integral
de esta población a fin de garantizar sus derechos sociales.
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En base a lo anteriormente planteado se considerarán a continuación diferentes aspectos


de la administración del Modelo Educativo entre los cuales están las diversas fases del proceso
de atención, currículo, recursos humanos y materiales requeridos y las características de los
servicios dentro de los cuales recibirá atención educativa integral la población con autismo en
acciones articuladas dentro de la Modalidad de Educación Especial, dentro del resto de Niveles
y Modalidades del Sistema Educativo y entre los diversos sectores del ámbito nacional.

3.4.2. Líneas de Acción para la Administración

El Programa de Atención Educativa Integral de las Personas con Autismo ha de ser integral
y el programa de atención debe concebirse desde una perspectiva longitudinal a fin de mejorar
la calidad de vida de los individuos con autismo brindando los servicios apropiados a cada fase
del proyecto de vida. Por un lado, se debe fortalecer la articulación de las acciones dentro
de la Modalidad de Educación Especial y, por otro, se debe garantizar la integración de los
educandos con autismo en acciones articuladas con el resto del Sistema Educativo, así como
también con otros sectores. Para esto se deben coordinar esfuerzos intra e intersectoriales
en planes de acción concretos y específicos.

Dentro de la Modalidad de Educación Especial, como variante escolar, la atención a esta


población debe ser sistemática e individualizada. Ya que la población con autismo no
conforma un grupo homogéneo, por lo cual, presenta, necesidades educativas diferentes,
entonces deberá ser atendido en aquella alternativa educativa que sea más apropiada para
el desarrollo óptimo de sus potencialidades y satisfacción de sus necesidades. En este
sentido en aquellos educandos con autismo cuyas características sean de tal naturaleza y grado
que presenten dificultad para adaptarse y progresar a través de los programas diseñados
para la educación regular deberán ser atendidos por programas específicos
complementarios o sustitutivos, transitorios o permanentes (Documento de
Conceptualización y Política de la Modalidad de Educación Especial, 1976).

La atención integral de las personas con autismo es un proceso que comienza con una
evaluación integral tanto formal como informal siguiendo las tendencias actuales en el área a
nivel internacional y lo que aquí se establece. La evaluación inicial o diagnóstica se realiza
con un equipo interdisciplinario. Se realiza una entrevista inicial con el Trabajador Social el
cual informará acerca del proceso de evaluación y recabará datos sobre la situación familiar, se
le entregarán a los Padres unos cuestionarios donde deben describir un día típico con su hijo,
cuáles son los principales problemas que afrontan con ellos, de ellos qué es lo que más le
preocupa, que es lo que más le gratifica de su hijo, cómo ha influido su hijo en sus relaciones de
pareja, familiares, sociales y laborales, en qué desean ser ayudados y qué esperan de la
institución y de su programa. Además se les pedirá que hagan una evaluación de su hijo en
comparación con otros niños (según las diversas áreas funcionales) y que realicen una
estimación tanto del diagnóstico como de la severidad del mismo. A fin de explorar sus
expectativas se les solicitará que hagan una estimación del futuro de sus hijos en el plano
familiar, escolar, social y laboral lo que, a su vez, permitirá determinar la congruencia entre esta
estimación y la evaluación que ellos mismos han realizado tanto del niño como del problema.

Se realizará otra sesión en la cual estarán presentes al menos dos integrantes de este
equipo interdisciplinario (Médico, Psicólogo, Trabajador Social, Maestro Especialista). Dentro de
la Modalidad de Educación Especial, en los CAIPA, Centros de Desarrollo Infantil (CDI) y
Unidades Educativas Especiales (UEE) se realizará una historia de vida completa del
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educando que contemple datos acerca del embarazo, parto, etapas de desarrollo temprano,
enfermedades, antecedentes familiares y características de autismo. Se realizará una
observación inestructurada y se pasarán guiones estructurados de observación basados en las
tendencias actuales en el área a fin de realizar una impresión diagnóstica de la condición y de
las características generales del educando. Dentro de la evaluación tanto formal como no
formal, el Psicólogo en función de la edad cronológica del educando aplicará con criterio
flexible las pruebas generales, especiales o escalas de desarrollo que sean requeridas que
permitan determinar el perfil, nivel de desarrollo e integridad cognitiva del educando y el Maestro
Especialista hará lo propio en el aspecto educativo realizando las adaptaciones que sean
requeridas. En los CAIPA se aplicarán además pruebas y escalas que han sido diseñadas
especialmente para esta población realizando la confirmación del diagnóstico lo que permite
una orientación precisa del tipo de atención educativa y servicios de apoyo que el educando
requerirá. Así mismo, se determinarán las exploraciones complementarias que habrá que
hacerle al educando donde la evaluación neurológica es indispensable. El Médico,
dependiendo del cuadro asociado, determinará otras evaluaciones. En esta fase del proceso
participarán los profesionales que la evaluación integral del educando requiera. Si el diagnóstico
es confirmado a los padres se les entregará un material de lectura a ser discutido en entrevistas
sucesivas o en los grupos de padres. En estos grupos se les aclarará a los padres dudas
acerca del diagnóstico realizado, las características de su hijo, se les dará información acerca
del CAIPA, se les motivará a su participación activa en el proceso educativo integral de sus
hijos y compartirán experiencias e inquietudes con otros padres. En caso de no confirmarse
el diagnóstico de la condición de autismo, en base al diagnóstico diferencial realizado se
remitirá el educando a la institución que requiera. Tanto de confirmarse o no el diagnóstico se
elaborará el respectivo informe de evaluación así como un programa de atención educativa
integral preliminar, ambos serán discutidos y entregados a los padres o representantes por
escrito realizando las modificaciones que sean pertinentes.

Tanto en las CAIPA, como en los CDI y en las UEE se organizarán Cursos para Padres a
través de la Escuela de Padres a fin de que ellos vayan conociendo más acerca de la condición
que acompaña a sus hijos y sus implicaciones; lograr una participación activa dentro del
proceso de enseñanza-aprendizaje y de las actividades de la comunidad educativa y darles el
apoyo requerido a fin de enfrentar con éxito el reto que tienen delante. Así mismo, en el marco
de la descentralización se les debe brindar toda la información requerida sobre las
Asociaciones Civiles a fin de lograr que se incorporen a la autogestión de la institución.

En la Atención Educativa Intrasectorial de la Población con Autismo de los 0 a 6 años la


articulación de los CDI y de los CAIPA cobra vital importancia. La detección temprana y el
diagnóstico diferencial apropiado conduce no sólo a la referencia hacia el programa de atención
educativa especializada adecuado sino que además permite el desarrollo integral del individuo
desde los inicios del proceso hasta lograr intervenir más efectivamente en la prevención de la
aparición o incremento de determinadas características que afectan el proceso de enseñanza-
aprendizaje de las personas con autismo. El personal en servicio de los CDI debe estar
capacitado tanto para la detección como el diagnóstico diferencial como ofrecer las
orientaciones iniciales a los padres y asegurar que la población con autismo que así lo
requiera llegue a los CAIPA en función de las características del educando.

Considerando lo anterior el equipo interdisciplinario elaborará un Programa de Atención


Educativa Integral Individualizado (PAEI), el cual se discute con los padres y, toda vez que se
hayan realizado los ajustes necesarios en base a la información por éstos aportada, se les
entrega por escrito. En los CAIPA el PAEI se lo llevarán lo padres a sus hogares donde
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comenzarán a implementarlo y regresarán periódicamente a la institución para irlo adaptando


(evaluación formativa) conjuntamente con el especialista que le corresponda en función de la
realidad del niño y de la familia. En estas entrevistas sucesivas se irá discutiendo con los
padres el material de lecturas que se les entregado en la primera evaluación en el cual tienen
información sobre diversos aspectos del autismo, la institución y las diversas técnicas que han
demostrado utilidad. El PAEI podrá ser ejecutado: (a) Por el CAIPA; (b) Conjuntamente entre el
CAIPA y el CDI, especialmente en aquella población con otros cuadros asociados que requieran
de los servicios complementarios de ambas unidades operativas; (c) Por el CDI en donde no
exista CAIPA. Es decir, que en el CAIPA se le brindarán orientaciones específicas y
especializadas a los padres, se realizarán la evaluaciones especializadas en el área de
autismo, se elaborará el programa y se capacitará a los padres para su implementación en el
hogar. En los CDI podrá recibir los servicios que estos prestan y que el educando requiera y de
los cuales no disponga el CAIPA. Se debe realizar una acción coordinada entre la Unidades
Educativas Especiales que estén atendiendo población con autismo en edad preescolar.

Para llegar a una verdadera individualización, los programas deben considerar las
diferencias entre los diversos sub-grupos de educandos con autismo, aquellos que son
verbales de los que no lo son, aquellos que presentan además como cuadro asociado el retardo
mental, las dificultades en el aprendizaje, epilepsia, deficiencias sensoriales específicas, entre
otros y desarrollar las estrategias pedagógicas apropiadas a sus necesidades. Se requerirá de
la asesoría o servicios de apoyo paralelos de unidades educativas específicas tales como las del
área de lenguaje, deficiencias auditivas, deficiencias visuales o impedimentos motores.

Se debe fortalecer la articulación programática y operativa entre la Modalidad de Educación


Especial con los Niveles y otras modalidades del Sistema Educativo considerando la
descentralización a fin de lograr un proceso de integración escolar efectivo (Nuñez de B.,
1996).

En este sentido, en una acción conjunta con los CAIPA con los CDI, Equipos de
Integración, Servicios de Apoyo de la Modalidad de Educación Especial y el Centro
Educativo Preescolar deben garantizar la integración, permanencia y continuidad de la
atención integral de los niños con autismo a través de los programas tanto convencionales
como no convencionales.

Habrá diversas modalidades de atención una vez que el educando haya sido evaluado y
se considere con la condición de autismo. Si el niño está integrado en un Preescolar o en la
Escuela Básica se tratará de que permanezca en las mismas con orientaciones específicas del
CAIPA donde exista, en caso de su ausencia los CDI, UEE, Equipos de Integración (EI) o
servicios de apoyo acerca asesorarán y orientarán las adaptaciones curriculares, su
administración y el manejo de las conductas ya que éstos aspectos, debido a las características
de esta población, representan para el personal directivo, técnico-docente y administrativo que
está integrando al educando los de mayor problema. En general se realizará un trabajo
profesional cooperativo intrasectorial.

Si no están integrados pueden ingresar al CAIPA manteniendo Entrevistas Periódicas o en


Aulas o Pequeños Grupos para Autismo, estos últimos serán para la gran mayoría de carácter
transitorio y para una minoría permanentes. La finalidad básica de las Aulas es lograr que el
educando, a través de una serie de estrategias pedagógicas especializadas, se enfrente a las
condiciones del resto de los ambientes escolares, en los institutos de la misma modalidad o de
aquellos de la educación regular, que al ser integrado posteriormente encontrará. Es el primer
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paso hacia la integración escolar. Se tendrán tanto los PAEI como los planes diarios,
semanales y mensuales del aula a nivel grupal, los cuales han de ser evaluados según su
perioricidad a fin de que puedan reorientarse durante el desarrollo del proceso educativo
(Evaluación Formativa). A final del año de haberse iniciado la atención educativa deben ser
evaluados los resultados del plan educativo individualizado (Evaluación Sumativa). Los
programas son educativos, centrados no sólo en la persona con autismo sino en su familia y
buscan desarrollar sus potencialidades. Se busca que logren seguir órdenes, respetar turnos,
seguir en general una rutina diaria con las mínimas conductas disruptivas a través de programas
ajustados a sus necesidades e intereses y promover la independencia. Una vez que estos
educandos logren integrarse a este sistema se pensará de inmediato en su referencia a otra
Unidad Educativa Especial o Regular según su nivel de funcionamiento o integridad cognitiva
con ayuda de los Equipos de Integración y Servicios de Apoyo de Educación Especial. Para
este grupo de educandos con autismo estas Aulas son transitorias.

Desde el punto de vista intersectorial, para la población con autismo entre 0 y 6 años se
deben coordinar esfuerzos entre el CAIPA, los CDI, los Centros Educativos Preescolares
conjuntamente con los programas no convencionales de otros sectores, tales como los
Hogares de Cuidado Diario, los Multihogares de Cuidado Diario del Ministerio de la Familia
así como intentar reactivar los Hogares de Cuidado Diario Integrados y otros arreglos
comunitarios pertenecientes a la sociedad civil u organizaciones no gubernamentales. En el
aspecto preventivo coordinar acciones a través de los CDI con la Red Materno-Infantil. Es decir,
que debe realizarse una articulación efectiva con la red de atención a la población en edad
preescolar y seguir los planes nacionales destinados a la infancia.

En relación a la población entre 6 y 15 años, es evidente, que si se ha encontrado de un


75% a un 90% de autismo asociado con retardo mental, como se ha señalado en diversas
oportunidades la primera opción para dar continuidad de la atención educativa integral
intramodalidad de los educandos con autismo, toda vez que hallan sido atendidos en base a sus
características y necesidades particulares en el CAIPA, será en las Unidades Educativas
Especiales (UEE) para Retardo Mental. La primera fase en el CAIPA se requiere debido a que
como, ya se explicara, el educando con autismo y aquel con retardo presentan cuadros con
características, especialmente las cognitivas, sociales y de comunicación, que los diferencian,
se requiere enfrentar el hecho educativo inicial de ambos grupos de educandos en forma
particular y diferencial en función de sus necesidades particulares, al menos para un grupo
mayoritario de ellos. Posteriormente y en el restos de los educandos con autismo que puedan
pasar directamente a la Educación Básica, se deberá realizar, paso a paso como ya fue
explicado a fin de lograr un proceso de integración escolar efectivo.

En los UEE de Retardo Mental los educandos con autismo podrán ser atendidos a través
de dos estrategias o bien en aulas para autismo de carácter transitorio para luego pasar a las
aulas del instituto o bien entrando directamente a estas aulas de retardo dependiendo de las
características del educando y de la capacidad instalada de la institución. En este proceso los
profesionales del área de autismo, retardo mental, equipos de integración y los servicios de
apoyo deberán realizar un trabajo cooperativo que facilite la integración progresiva de los
educandos. Para esto se brindará el área de autismo brindará apoyo en cuanto a asesorías,
actualizaciones y capacitación en servicio del personal que así lo requiera. Lo anterior es
aplicable también a aquellos educandos con autismo que presentan otros cuadros asociados
como Deficiencias Auditivas, Deficiencias Visuales y/o Impedimentos Múltiples donde
intramodalidad se realizará un trabajo cooperativo entre los profesionales especialistas que sean
requeridos a fin de brindar la atención integral que estos educandos requieran.
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Por otro lado, 25% o 10% restante deberá ser atendido por programas diferentes al de
retardo mental, ya que posee mayor integridad cognitiva que le va a posibilitar su ingreso a una
escuela regular pero presentará interferencias en el proceso de aprendizaje y en sus aspectos
sociales, lo cual requerirá de atención complementaria. En este sentido los equipos de
integración, los profesionales de las áreas de dificultades de aprendizaje y de talento, a través
de sus servicios de apoyo y reforzamiento pedagógico garantizarán la permanencia,
prosecución y culminación de los estudios de los educandos con autismo.

Los educandos con autismo de 6 a 15 años que fueron atendidos entre los 0 y los 6 años a
través de los CAIPA, CDI, los Centros Educativos Preescolares y otros Programas No
Convencionales de este Nivel y que estén en condiciones podrán ser integrados al Nivel de
Educación Básica, de no ser esto posible, entonces o seguirían siendo atendidos en los CAIPA o
serían referidos a las Unidades Educativas Especiales de Retardo Mental o hacia aquellos otros
según las características particulares del educando. Aquellos educandos que reúnan las
condiciones para desarrollarse de manera integral a través de la Educación Básica deberán ser
integrados a ésta y garantizársele a través del trabajo cooperativo descrito la permanencia en
este nivel y su prosecución escolar hacia el Nivel de Educación Media y Profesional.

Otro aspecto a considerar es el de la integración escolar. Según Quill y Twachtman (1993)


existen tres áreas a considerar para una integración exitosa de las personas con autismo: las
modificaciones curriculares, las adaptaciones instruccionales y las modificaciones de los
materiales y actividades. Las modificaciones curriculares hacen énfasis en el desarrollo de las
destrezas sociales, destrezas funcionales y ciertas áreas de contenido académico. Las
adaptaciones instruccionales, que permitirán mejorar el aprendizaje y la generalización, incluyen
el uso de rutinas predecibles dentro de las actividades, hacer énfasis en el papel de la
motivación en todos los contextos instruccionales y cambios cualitativos en el estilo de las
interacciones entre el educador y el educando. Los materiales que clarifican la instrucción
incluyen el uso de claves lingüísticas escritas y sistemas organizacionales codificados
visualmente. Es decir, se debe llevar al ambiente en el cual la persona con autismo va a ser
integrada aquellas estrategias que resultan útiles para facilitar su proceso de enseñanza-
aprendizaje y garantizar su permanencia y prosecución escolar.

Cabe señalar que se recomienda seguir los siguientes pasos para la integración escolar
de un educando con autismo: (1) Establecer comunicación con el instituto en el cual el
educando será integrado, realizando reuniones entre los padres, el maestro del aula de la cual
proviene, el maestro que recibirá al niño y los otros educandos de la nueva institución; (2)
Realizar las correlaciones funcionales que requiera el educando con autismo entre aquellas
habilidades básicas aprendidas y aquellas que se requerirán para integrarse efectivamente a la
nueva institución; (3) Ya que a los educandos con autismo le cuesta generalizar lo aprendido de
un ambiente a otro es muy importante que se le proporcione sistemáticamente la oportunidad de
fortalecer lo aprendido y relacionarlo con los nuevos contenidos curriculares a los cuales se va a
ir enfrentando; (4) Es importante realizar adaptaciones curriculares y no simplificar el currículo,
así mismo adaptar el material educativo a las necesidades del educando con autismo; (5)
Diseñar actividades complementarias para satisfacer las necesidades específicas del educando
con autismo integradas dentro de la rutina escolar; (6) Promover la interacción social del
educando con autismo con sus compañeros en actividades fuera del aula; (7) Evaluar y revisar
periódicamente el proceso a fin de hacer las adaptaciones y reorientaciones que sean
necesarias; (8) Establecer jerárquicamente la necesidad de apoyo que requiere el educando y
brindárselo en la medida que lo requiera. Estos pasos pueden adaptarse a cualquier condición
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nueva de aprendizaje escolar, laboral o social al cual el educando con autismo se vaya a
enfrentar.

En líneas generales hay ciertas competencias que se requerirán en la mayoría de los


contextos fuera de los centros especializados en autismo y que deben considerarse en el
proceso de integración escolar hacia otras unidades educativas bien sean de la modalidad de
educación especial para niños o jóvenes o de la escuela regular (Mesibov, Troxler y Boswell,
1988): (1) Un sistema de comunicación que sea lo más universalmente comprensible; (2) La
capacidad para seguir algún tipo de horario o rutina en forma independiente; (3) Destrezas de
trabajo a un nivel tan alto como sea posible; (4) La mayor cantidad de conductas sociales e
interpersonales adecuadas que sean posibles; (5) Independencia para cuidar a sí mismo; (6) La
mayor cantidad posible de destrezas para usar su tiempo libre.

A fin de facilitar el proceso de integración Se pueden buscar alternativas como el desarrollo


de programas utilizando los recursos de la comunidad donde las personas con autismo
compartan actividades específicas con pares "normales". En Venezuela existen experiencias
exitosas al respecto, desde edades preescolares hasta la adolescencia.

En relación a la población con autismo a partir de los 15 años se crearán aulas o grupos
para adolescentes, jóvenes y adultos en los CAIPA en las cuales se promoverán actividades
de independencia personal y autoayuda, aspectos prevocacionales y recreativas de acuerdo a
su nivel de funcionamiento o integridad cognitiva. Están dirigidas fundamentalmente a aquellos
individuos que no se verían beneficiados con los servicios educativos que actualmente brinda el
país, así como para aquellos que habiendo sido integrados puedan sufrir regresiones o para
aquellos que se estén preparando para ingresar a un Taller de Educación Laboral (TEL). En
estas aulas se deben considerar tanto los intereses como los elementos vocacionales de esta
población manteniendo la perspectiva de que educación y trabajo son procesos continuos y
donde el trabajo como valor tiene significación social y es la actividad de realización del hombre.
Es evidente que aquellos educandos que también estas aulas o grupos pueden tener un
carácter permanente o transitorio dependiendo de la evolución del educando. Los pasos
descritos anteriormente para la integración en los UEE son aplicables cuando haya que hacerlo
hacia un TEL en una acción cooperativa con los profesionales del CAIPA, TEL y Equipos de
Integración.

Un grupo importante de educandos con autismo mayores de 15 años podrán ser integrados
a los Talleres de Educación Laboral (TEL) para lo cual habrá que considerar no sólo las
características del educando sino la misión específica del Taller de Educación Laboral y realizar
una integración progresiva como se explicara anteriormente en una acción cooperativa de los
especialista de la modalidad. Otro grupo deberá permanecer en el CAIPA ya que sus
condiciones no le permitirán el egreso y otros podrán integrarse directamente al medio laboral
de su comunidad para lo cual también se realizará un trabajo cooperativo entre el CAIPA y el
centro de trabajo al que ingresará el adolescente, joven o adulto con autismo. Podrán existir
varios tipos de trabajo cooperativo en los cuales el instructor juega un papel muy importante ya
que: (a) Un instructor acompañará al joven autista en el lugar de trabajo de la comunidad
proporcionándole una capacitación laboral intensiva y luego poco a poco dejará de asistir al
centro laboral y el joven o adulto con autismo seguirá recibiendo ayuda de los servicios de
apoyo; (b) Un instructor trabajará con varios jóvenes o adultos con autismo en un trabajo
específico lo cual puede realizarse en los Talleres de Educación Laboral y (c) Un instructor
trabaja con dos o tres jóvenes o adultos con autismo brindando un servicio específico a la
comunidad lo cual puede realizarse a través del CAIPA (Keel, Mesibov y Woods, 1997).
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A partir de los 15 años los educandos con que no pudiesen permanecer o proseguir en los
niveles educativos podrán ser atendidos de manera conjunta tanto por el área de autismo de la
Modalidad de Educación Especial a través del CAIPA y/o los Talleres de Educación Laboral
como por la Modalidad de Educación de Adultos en la forma ya descrita.

A fin de garantizar la integración escolar, permanencia, prosecución y culminación de los


estudios en los niveles educativos el área de autismo brindará todo el apoyo técnico
especializado requerido, facilitando las estrategias de integración, organización escolar, de
adaptación curricular, equipos y materiales, metodológicos y recursos didácticos a través de una
acción cooperativa entre los profesionales especialistas de la modalidad adscritos al área de
atención, escuela regular, servicios de apoyo, personal técnico, docente y administrativo del
Preescolar, Escuela Básica, Unidad Educativa o Instituto de Educación Media y Profesional y
padres y compañeros del educando con autismo a ser integrado.

Con la Modalidad de Adultos se puede realizar un trabajo cooperativo y coordinado a fin de


atender aquellos educandos con autismo que han sido excluidos del sistema educativo. A
su vez, se puede trabajar también con los padres de los educandos con autismo en todo el
continuo etáreo por medio de estrategias andragógicas incorporarlos activamente al proceso de
enseñanza-aprendizaje de sus hijos, potenciar acciones preventivas de las necesidades
especiales, para elevar su nivel educativo y mejorar la calidad de vida de las familas del
educando con autismo.

Una vez que estos los educandos egresen del CAIPA se les hará un seguimiento a través
de entrevistas periódicas con los padres, visitas a los institutos y evaluaciones anuales ya que la
condición de autismo los acompañará de por vida y presentará manifestaciones diversas y
características inherentes al mismo a medida que el educando se va desarrollando. Así mismo,
se deben diseñar planes de transición para preparar a los adolescentes a ejercer sus roles
como adultos bien sea en el área laboral o de apoyo a educación superior, mantenimiento en el
hogar, llegando a ser participantes activos de su comunidad dependiendo de sus
capacidades.

Así mismo, se debe garantizar la incorporación de los adolescentes y jóvenes con autismo a
los planes nacionales dirigidos a este grupo etáreo. A través del Ministerio del Trabajo, INCE,
IRFA y otros organismos relacionados al área laboral se pueden coordinar acciones que
garanticen la formación, capacitación profesional o incorporación al trabajo de los adultos con
autismo.

En todos los grupos etáreos serían conveniente promover el establecimiento de convenios


con el sector privado, específicamente con instituciones afiliadas a la CONGANI, Pastoral
Familiar y FIPAN a fin de lograr extender esta atención integral a poblaciones a las cuales el
sector público no tiene acceso. Así mismo, se debe promover estudios conjuntos que permitan
evaluar la experiencia con la cual se cuenta en el país sobre la atención de esta población a la
luz de toda la investigación ya existente a nivel nacional e internacional. Por otro lado, para la
actualización y capacitación del personal en servicio también se pueden establecer convenios
con instituciones del sector privado con amplia experiencia en el área de la atención educativa
integral de la población con autismo (LOE, Artículo 36).

Se deben promover convenios con el CONICIT, IVIC, otras instituciones del aparato
científico venezolano y de Educación Superior en Venezuela y organismos internacionales que
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con el estudio a nivel nacional de aspectos evolutivos del cuadro del autismo, factores de riesgo
en comparación con hermanos y la población, estudios neuropsicobiológicos que incluyan
aspectos genéticos, inmunológicos, bioquímicos, electrofisiológicos, de estudios por imágenes y
farmacológicos se fortalezca la investigación científica que apoye una mejor comprensión de
aquellos factores que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las personas con
autismo y se logre así mejorar la calidad de la acción educativa en beneficio de esta población.

Cabe destacar que a nivel internacional se plantea que al menos un 3% de la población


con autismo deberá permanecer institucionalizada debido a las características severas de su
condición. Al respecto se considera que para esta población o para aquella en situación de
abandono se deben aunar aún más esfuerzos de tipo intersectorial con salud y protección a
fin de garantizar la atención integral de la misma. Se pueden coordinar esfuerzos ante la
experiencia que tiene el INAM con respecto a la permanencia de niños institucionalizados y la
capacitación en servicio que podría brindar el área de autismo al personal de esos centros a fin
de lograr la atención apropiada de la población.

Así mismo, se podría integrar el Ministerio de Sanidad no sólo para aquella población con
autismo en condiciones más severas sino en todo lo referente a aunar esfuerzos en cuanto a los
servicios de salud que pueden aportar, tales como la red materno-infantil, a la promoción de la
salud como en el programa de educación para la salud y a las investigaciones y estudios
neurobiológicos que sean requeridos.

Con el Instituto Nacional de Deportes, CONAC, Consejo de la Judicatura, Ministerio de


Relaciones Interiores, Ministerio de la Defensa y otras organizaciones públicas y privadas, como
CECODAP, se deberá garantizar además el derecho a la recreación, a la información, a la
cultura y a la protección que tiene la población con autismo a fin de lograr un desarrollo
verdaderamente integral.

Las personas con autismo deben gozar de los mismos beneficios sociales con los cuales el
Estado beneficia al niño y a la familia, de manera que las acciones anteriormente descritas
podrán articularse con aquellas definidas y diseñadas en la política intersectorial del Plan
Intersectorial para el Desarrollo Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes coordinado por
CORDIPLAN y apoyado por UNICEF en el cual participaron los sectores educación, salud,
familia, red de protección y sociedad civil y todos aquellos planes y proyectos nacionales que
ayuden a garantizar el derecho a la educación, supervivencia y protección de la población con
autismo en Venezuela.

En cuanto al desarrollo profesional deben promoverse convenios con institutos de


educación superior así como con entes que puedan financiar estudios tanto a nivel nacional
como a nivel internacional para actualización, capacitación, especialización y perfeccionamiento
del personal en servicio a fin de contar con el recurso humano preparado para atender en forma
integral y diferenciada los aspectos biológicos, psicológicos y sociales del educando con
autismo en Venezuela (LOE, Artículo 35). Se coordinarán acciones con la instancia regional para
que a través de los Centros Regionales de Apoyo al Maestro (CRAM) u otros entes pertinentes a
fin de garantizar la actualización y capacitación del personal en servicio.

De esta manera, el modelo de atención integral se perfila centrado en la promoción del


proceso de enseñanza-aprendizaje del educando con autismo tomando en consideración las
variables biológicas, psicológicas y sociales que afectan dicho proceso y las necesidades
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particulares del mismo y de su entorno en todo su proyecto de vida a fin de lograr su


integración social.

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