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En la evaluación del aula no sólo se deben incluir las áreas curriculares antes descritas
sino que es de vital importancia evaluar las características individuales e interpersonales que
pueden interferir con el proceso de aprendizaje (Mesibov, Troxler y Boswell, 1988). Se deben
tener en cuenta las respuestas idiosincráticas del niño al entorno, a otros niños, a los ruidos, a
los distractores visuales y a todos los demás aspectos ambientales del aula que puedan
interferir con la habilidad de aprendizaje del niño con autismo. La evaluación en el aula es
importante en la medida que se relaciona con el desarrollo e implementación de objetivos
programáticos individualizados. Se debe centrar en esas características individuales, sus
fortalezas, intereses y debilidades así como las necesidades de la familia, la escuela y/o
ambiente de trabajo y las competencias que necesitará para lograr que funcione al máximo
como adulto. La información aportada por los padres es crucial para complementar la
evaluación en el aula. Esta información proporcionará aspectos que la estructura del aula no
permite evaluar y acerca de las necesidades dentro del hogar. Se pueden obtener datos más
concretos acerca de las destrezas de autoayuda, de comunicación, juego y habilidades de
tiempo libre, así como del comportamiento social con otros familiares, vecinos y amigos.
3.4.1. Definición de la Unidad Programática para la Atención Educativa Integral de las Personas
con Autismo.
población con autismo; (5) Asesorar, orientar y supervisar los proyectos regionales de atención
educativa a la población con autismo prestando la asistencia técnica que sea requerida y
velando por el desarrollo integral y equilibrado del área de atención educativa integral de la
población con autismo en el ámbito territorial; (6) Supervisar el funcionamiento global de la
atención educativa integral de la población con autismo; (7) Evaluar el alcance, impacto y
resultados de la ejecución de la política de atención integral para la población con autismo; (8)
Velar por el cumplimiento de las líneas curriculares establecidas en la política y evaluar su
alcance e impacto; (9) Promover y orientar la creación de servicios apropiados para la atención
integral la población con autismo a nivel nacional (10) Orientar el Desarrollo Profesional del
Personal en Servicio del Ministerio de Educación en cuanto a la atención educativa integral de
las personas con autismo a fin de lograr garantizar el acceso, permanencia y prosecución de la
población con autismo en el Sistema Educativo Venezolano; (11) Promover la participación de
la comunidad nacional en el proceso de atención educativa integral de la población con autismo
a fin de lograr su Integración Social; (12) Promover y orientar convenios con los entes
formadores a fin de garantizar la idoneidad de los recursos humanos requeridos en el área; (13)
Promover y orientar investigaciones a nivel nacional que permitan la evaluación, seguimiento y
control de la ejecución de la política con las adaptaciones regionales que les sea pertinentes;
(14) Promover y orientar la ejecución de intercambios y convenios con instituciones y
organismos públicos y privados, nacionales e internacionales vinculados al área de autismo; (15)
Velar por la articulación intramodalidad, intrasectorial e intersectorial a fin de lograr una acción
coordinada para el cumplimiento de la política de atención integral a la población con autismo
que garantice su acceso, permanencia y prosecución al Sistema Educativo Venezolano y su
Integración Socio-Laboral.
Entre sus funciones y competencias tiene: (1) Brindar atención educativa integral a la
población con autismo; (2) Diagnosticar, planificar y evaluar el proceso de enseñanza
aprendizaje; (3) Evaluar el desempeño de la institución; (4) Promover el desarrollo profesional
del personal en servicio asignado; (5) Promover la participación de la comunidad en el proceso
de atención educativa integral al educando con autismo; (6) Asesorar otras unidades operativas
o servicios de apoyo de la modalidad, de otras modalidades o de los niveles educativos o de
otras instituciones gubernamentales o no gubernamentales (ONG) de la región o municipio que
estén atendiendo a personas con autismo; (7) Diseñar investigaciones dirigidas a mejorar la
atención educativa integral de las personas con autismo en el marco de las innovaciones
educativas; (8) Constituir las Asociaciones Civiles de la Comunidades Educativa; (9) Promover
iniciativas de la autogestión; (10) Ejecutar planes de obtención, mantenimiento, mejora y
dotación de la planta física escolar.
En base a los recursos regionales, se deben crear Centros de Atención Integral para
Autismo (CAIPA) que conjuntamente con sus respectivas sociedades civiles y con los capítulos
de la Fundación para el Desarrollo de la Educación Especial garanticen la idoneidad de los
recursos y brinden atención educativa integral a esta población y que conjuntamente padres y
profesionales se dediquen a enfrentar el reto que representa el autismo. Se debe establecer
una comunicación directa con la comunidad y hacerlos partícipes del hecho educativo de
manera que se facilite la integración social de los educandos.
Se deben crear los CAIPA donde se realice prevención (en cualquiera de sus niveles), una
detección e intervención y atención educativa tempranas; un diagnóstico general del
cuadro; una evaluación particular formal y no formal de las características individuales de la
persona con autismo que será atendida; se diseñan, implementan y siguen planes y programas
de atención educativa individualizados con un equipo interdisciplinario que permite
desarrollar los servicios requeridos por esta población y su familia a fin de lograr una
integración social efectiva. Para esto la familia deberá ser incorporada activamente al
proceso de enseñanza-aprendizaje del educando con autismo el cual será escolarizado y no
escolarizado y se considerarán además los recursos de la comunidad.
El Programa de Atención Educativa Integral de las Personas con Autismo ha de ser integral
y el programa de atención debe concebirse desde una perspectiva longitudinal a fin de mejorar
la calidad de vida de los individuos con autismo brindando los servicios apropiados a cada fase
del proyecto de vida. Por un lado, se debe fortalecer la articulación de las acciones dentro
de la Modalidad de Educación Especial y, por otro, se debe garantizar la integración de los
educandos con autismo en acciones articuladas con el resto del Sistema Educativo, así como
también con otros sectores. Para esto se deben coordinar esfuerzos intra e intersectoriales
en planes de acción concretos y específicos.
La atención integral de las personas con autismo es un proceso que comienza con una
evaluación integral tanto formal como informal siguiendo las tendencias actuales en el área a
nivel internacional y lo que aquí se establece. La evaluación inicial o diagnóstica se realiza
con un equipo interdisciplinario. Se realiza una entrevista inicial con el Trabajador Social el
cual informará acerca del proceso de evaluación y recabará datos sobre la situación familiar, se
le entregarán a los Padres unos cuestionarios donde deben describir un día típico con su hijo,
cuáles son los principales problemas que afrontan con ellos, de ellos qué es lo que más le
preocupa, que es lo que más le gratifica de su hijo, cómo ha influido su hijo en sus relaciones de
pareja, familiares, sociales y laborales, en qué desean ser ayudados y qué esperan de la
institución y de su programa. Además se les pedirá que hagan una evaluación de su hijo en
comparación con otros niños (según las diversas áreas funcionales) y que realicen una
estimación tanto del diagnóstico como de la severidad del mismo. A fin de explorar sus
expectativas se les solicitará que hagan una estimación del futuro de sus hijos en el plano
familiar, escolar, social y laboral lo que, a su vez, permitirá determinar la congruencia entre esta
estimación y la evaluación que ellos mismos han realizado tanto del niño como del problema.
Se realizará otra sesión en la cual estarán presentes al menos dos integrantes de este
equipo interdisciplinario (Médico, Psicólogo, Trabajador Social, Maestro Especialista). Dentro de
la Modalidad de Educación Especial, en los CAIPA, Centros de Desarrollo Infantil (CDI) y
Unidades Educativas Especiales (UEE) se realizará una historia de vida completa del
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educando que contemple datos acerca del embarazo, parto, etapas de desarrollo temprano,
enfermedades, antecedentes familiares y características de autismo. Se realizará una
observación inestructurada y se pasarán guiones estructurados de observación basados en las
tendencias actuales en el área a fin de realizar una impresión diagnóstica de la condición y de
las características generales del educando. Dentro de la evaluación tanto formal como no
formal, el Psicólogo en función de la edad cronológica del educando aplicará con criterio
flexible las pruebas generales, especiales o escalas de desarrollo que sean requeridas que
permitan determinar el perfil, nivel de desarrollo e integridad cognitiva del educando y el Maestro
Especialista hará lo propio en el aspecto educativo realizando las adaptaciones que sean
requeridas. En los CAIPA se aplicarán además pruebas y escalas que han sido diseñadas
especialmente para esta población realizando la confirmación del diagnóstico lo que permite
una orientación precisa del tipo de atención educativa y servicios de apoyo que el educando
requerirá. Así mismo, se determinarán las exploraciones complementarias que habrá que
hacerle al educando donde la evaluación neurológica es indispensable. El Médico,
dependiendo del cuadro asociado, determinará otras evaluaciones. En esta fase del proceso
participarán los profesionales que la evaluación integral del educando requiera. Si el diagnóstico
es confirmado a los padres se les entregará un material de lectura a ser discutido en entrevistas
sucesivas o en los grupos de padres. En estos grupos se les aclarará a los padres dudas
acerca del diagnóstico realizado, las características de su hijo, se les dará información acerca
del CAIPA, se les motivará a su participación activa en el proceso educativo integral de sus
hijos y compartirán experiencias e inquietudes con otros padres. En caso de no confirmarse
el diagnóstico de la condición de autismo, en base al diagnóstico diferencial realizado se
remitirá el educando a la institución que requiera. Tanto de confirmarse o no el diagnóstico se
elaborará el respectivo informe de evaluación así como un programa de atención educativa
integral preliminar, ambos serán discutidos y entregados a los padres o representantes por
escrito realizando las modificaciones que sean pertinentes.
Tanto en las CAIPA, como en los CDI y en las UEE se organizarán Cursos para Padres a
través de la Escuela de Padres a fin de que ellos vayan conociendo más acerca de la condición
que acompaña a sus hijos y sus implicaciones; lograr una participación activa dentro del
proceso de enseñanza-aprendizaje y de las actividades de la comunidad educativa y darles el
apoyo requerido a fin de enfrentar con éxito el reto que tienen delante. Así mismo, en el marco
de la descentralización se les debe brindar toda la información requerida sobre las
Asociaciones Civiles a fin de lograr que se incorporen a la autogestión de la institución.
Para llegar a una verdadera individualización, los programas deben considerar las
diferencias entre los diversos sub-grupos de educandos con autismo, aquellos que son
verbales de los que no lo son, aquellos que presentan además como cuadro asociado el retardo
mental, las dificultades en el aprendizaje, epilepsia, deficiencias sensoriales específicas, entre
otros y desarrollar las estrategias pedagógicas apropiadas a sus necesidades. Se requerirá de
la asesoría o servicios de apoyo paralelos de unidades educativas específicas tales como las del
área de lenguaje, deficiencias auditivas, deficiencias visuales o impedimentos motores.
En este sentido, en una acción conjunta con los CAIPA con los CDI, Equipos de
Integración, Servicios de Apoyo de la Modalidad de Educación Especial y el Centro
Educativo Preescolar deben garantizar la integración, permanencia y continuidad de la
atención integral de los niños con autismo a través de los programas tanto convencionales
como no convencionales.
Habrá diversas modalidades de atención una vez que el educando haya sido evaluado y
se considere con la condición de autismo. Si el niño está integrado en un Preescolar o en la
Escuela Básica se tratará de que permanezca en las mismas con orientaciones específicas del
CAIPA donde exista, en caso de su ausencia los CDI, UEE, Equipos de Integración (EI) o
servicios de apoyo acerca asesorarán y orientarán las adaptaciones curriculares, su
administración y el manejo de las conductas ya que éstos aspectos, debido a las características
de esta población, representan para el personal directivo, técnico-docente y administrativo que
está integrando al educando los de mayor problema. En general se realizará un trabajo
profesional cooperativo intrasectorial.
paso hacia la integración escolar. Se tendrán tanto los PAEI como los planes diarios,
semanales y mensuales del aula a nivel grupal, los cuales han de ser evaluados según su
perioricidad a fin de que puedan reorientarse durante el desarrollo del proceso educativo
(Evaluación Formativa). A final del año de haberse iniciado la atención educativa deben ser
evaluados los resultados del plan educativo individualizado (Evaluación Sumativa). Los
programas son educativos, centrados no sólo en la persona con autismo sino en su familia y
buscan desarrollar sus potencialidades. Se busca que logren seguir órdenes, respetar turnos,
seguir en general una rutina diaria con las mínimas conductas disruptivas a través de programas
ajustados a sus necesidades e intereses y promover la independencia. Una vez que estos
educandos logren integrarse a este sistema se pensará de inmediato en su referencia a otra
Unidad Educativa Especial o Regular según su nivel de funcionamiento o integridad cognitiva
con ayuda de los Equipos de Integración y Servicios de Apoyo de Educación Especial. Para
este grupo de educandos con autismo estas Aulas son transitorias.
Desde el punto de vista intersectorial, para la población con autismo entre 0 y 6 años se
deben coordinar esfuerzos entre el CAIPA, los CDI, los Centros Educativos Preescolares
conjuntamente con los programas no convencionales de otros sectores, tales como los
Hogares de Cuidado Diario, los Multihogares de Cuidado Diario del Ministerio de la Familia
así como intentar reactivar los Hogares de Cuidado Diario Integrados y otros arreglos
comunitarios pertenecientes a la sociedad civil u organizaciones no gubernamentales. En el
aspecto preventivo coordinar acciones a través de los CDI con la Red Materno-Infantil. Es decir,
que debe realizarse una articulación efectiva con la red de atención a la población en edad
preescolar y seguir los planes nacionales destinados a la infancia.
En los UEE de Retardo Mental los educandos con autismo podrán ser atendidos a través
de dos estrategias o bien en aulas para autismo de carácter transitorio para luego pasar a las
aulas del instituto o bien entrando directamente a estas aulas de retardo dependiendo de las
características del educando y de la capacidad instalada de la institución. En este proceso los
profesionales del área de autismo, retardo mental, equipos de integración y los servicios de
apoyo deberán realizar un trabajo cooperativo que facilite la integración progresiva de los
educandos. Para esto se brindará el área de autismo brindará apoyo en cuanto a asesorías,
actualizaciones y capacitación en servicio del personal que así lo requiera. Lo anterior es
aplicable también a aquellos educandos con autismo que presentan otros cuadros asociados
como Deficiencias Auditivas, Deficiencias Visuales y/o Impedimentos Múltiples donde
intramodalidad se realizará un trabajo cooperativo entre los profesionales especialistas que sean
requeridos a fin de brindar la atención integral que estos educandos requieran.
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Por otro lado, 25% o 10% restante deberá ser atendido por programas diferentes al de
retardo mental, ya que posee mayor integridad cognitiva que le va a posibilitar su ingreso a una
escuela regular pero presentará interferencias en el proceso de aprendizaje y en sus aspectos
sociales, lo cual requerirá de atención complementaria. En este sentido los equipos de
integración, los profesionales de las áreas de dificultades de aprendizaje y de talento, a través
de sus servicios de apoyo y reforzamiento pedagógico garantizarán la permanencia,
prosecución y culminación de los estudios de los educandos con autismo.
Los educandos con autismo de 6 a 15 años que fueron atendidos entre los 0 y los 6 años a
través de los CAIPA, CDI, los Centros Educativos Preescolares y otros Programas No
Convencionales de este Nivel y que estén en condiciones podrán ser integrados al Nivel de
Educación Básica, de no ser esto posible, entonces o seguirían siendo atendidos en los CAIPA o
serían referidos a las Unidades Educativas Especiales de Retardo Mental o hacia aquellos otros
según las características particulares del educando. Aquellos educandos que reúnan las
condiciones para desarrollarse de manera integral a través de la Educación Básica deberán ser
integrados a ésta y garantizársele a través del trabajo cooperativo descrito la permanencia en
este nivel y su prosecución escolar hacia el Nivel de Educación Media y Profesional.
Cabe señalar que se recomienda seguir los siguientes pasos para la integración escolar
de un educando con autismo: (1) Establecer comunicación con el instituto en el cual el
educando será integrado, realizando reuniones entre los padres, el maestro del aula de la cual
proviene, el maestro que recibirá al niño y los otros educandos de la nueva institución; (2)
Realizar las correlaciones funcionales que requiera el educando con autismo entre aquellas
habilidades básicas aprendidas y aquellas que se requerirán para integrarse efectivamente a la
nueva institución; (3) Ya que a los educandos con autismo le cuesta generalizar lo aprendido de
un ambiente a otro es muy importante que se le proporcione sistemáticamente la oportunidad de
fortalecer lo aprendido y relacionarlo con los nuevos contenidos curriculares a los cuales se va a
ir enfrentando; (4) Es importante realizar adaptaciones curriculares y no simplificar el currículo,
así mismo adaptar el material educativo a las necesidades del educando con autismo; (5)
Diseñar actividades complementarias para satisfacer las necesidades específicas del educando
con autismo integradas dentro de la rutina escolar; (6) Promover la interacción social del
educando con autismo con sus compañeros en actividades fuera del aula; (7) Evaluar y revisar
periódicamente el proceso a fin de hacer las adaptaciones y reorientaciones que sean
necesarias; (8) Establecer jerárquicamente la necesidad de apoyo que requiere el educando y
brindárselo en la medida que lo requiera. Estos pasos pueden adaptarse a cualquier condición
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nueva de aprendizaje escolar, laboral o social al cual el educando con autismo se vaya a
enfrentar.
En relación a la población con autismo a partir de los 15 años se crearán aulas o grupos
para adolescentes, jóvenes y adultos en los CAIPA en las cuales se promoverán actividades
de independencia personal y autoayuda, aspectos prevocacionales y recreativas de acuerdo a
su nivel de funcionamiento o integridad cognitiva. Están dirigidas fundamentalmente a aquellos
individuos que no se verían beneficiados con los servicios educativos que actualmente brinda el
país, así como para aquellos que habiendo sido integrados puedan sufrir regresiones o para
aquellos que se estén preparando para ingresar a un Taller de Educación Laboral (TEL). En
estas aulas se deben considerar tanto los intereses como los elementos vocacionales de esta
población manteniendo la perspectiva de que educación y trabajo son procesos continuos y
donde el trabajo como valor tiene significación social y es la actividad de realización del hombre.
Es evidente que aquellos educandos que también estas aulas o grupos pueden tener un
carácter permanente o transitorio dependiendo de la evolución del educando. Los pasos
descritos anteriormente para la integración en los UEE son aplicables cuando haya que hacerlo
hacia un TEL en una acción cooperativa con los profesionales del CAIPA, TEL y Equipos de
Integración.
Un grupo importante de educandos con autismo mayores de 15 años podrán ser integrados
a los Talleres de Educación Laboral (TEL) para lo cual habrá que considerar no sólo las
características del educando sino la misión específica del Taller de Educación Laboral y realizar
una integración progresiva como se explicara anteriormente en una acción cooperativa de los
especialista de la modalidad. Otro grupo deberá permanecer en el CAIPA ya que sus
condiciones no le permitirán el egreso y otros podrán integrarse directamente al medio laboral
de su comunidad para lo cual también se realizará un trabajo cooperativo entre el CAIPA y el
centro de trabajo al que ingresará el adolescente, joven o adulto con autismo. Podrán existir
varios tipos de trabajo cooperativo en los cuales el instructor juega un papel muy importante ya
que: (a) Un instructor acompañará al joven autista en el lugar de trabajo de la comunidad
proporcionándole una capacitación laboral intensiva y luego poco a poco dejará de asistir al
centro laboral y el joven o adulto con autismo seguirá recibiendo ayuda de los servicios de
apoyo; (b) Un instructor trabajará con varios jóvenes o adultos con autismo en un trabajo
específico lo cual puede realizarse en los Talleres de Educación Laboral y (c) Un instructor
trabaja con dos o tres jóvenes o adultos con autismo brindando un servicio específico a la
comunidad lo cual puede realizarse a través del CAIPA (Keel, Mesibov y Woods, 1997).
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A partir de los 15 años los educandos con que no pudiesen permanecer o proseguir en los
niveles educativos podrán ser atendidos de manera conjunta tanto por el área de autismo de la
Modalidad de Educación Especial a través del CAIPA y/o los Talleres de Educación Laboral
como por la Modalidad de Educación de Adultos en la forma ya descrita.
Una vez que estos los educandos egresen del CAIPA se les hará un seguimiento a través
de entrevistas periódicas con los padres, visitas a los institutos y evaluaciones anuales ya que la
condición de autismo los acompañará de por vida y presentará manifestaciones diversas y
características inherentes al mismo a medida que el educando se va desarrollando. Así mismo,
se deben diseñar planes de transición para preparar a los adolescentes a ejercer sus roles
como adultos bien sea en el área laboral o de apoyo a educación superior, mantenimiento en el
hogar, llegando a ser participantes activos de su comunidad dependiendo de sus
capacidades.
Así mismo, se debe garantizar la incorporación de los adolescentes y jóvenes con autismo a
los planes nacionales dirigidos a este grupo etáreo. A través del Ministerio del Trabajo, INCE,
IRFA y otros organismos relacionados al área laboral se pueden coordinar acciones que
garanticen la formación, capacitación profesional o incorporación al trabajo de los adultos con
autismo.
Se deben promover convenios con el CONICIT, IVIC, otras instituciones del aparato
científico venezolano y de Educación Superior en Venezuela y organismos internacionales que
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con el estudio a nivel nacional de aspectos evolutivos del cuadro del autismo, factores de riesgo
en comparación con hermanos y la población, estudios neuropsicobiológicos que incluyan
aspectos genéticos, inmunológicos, bioquímicos, electrofisiológicos, de estudios por imágenes y
farmacológicos se fortalezca la investigación científica que apoye una mejor comprensión de
aquellos factores que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las personas con
autismo y se logre así mejorar la calidad de la acción educativa en beneficio de esta población.
Así mismo, se podría integrar el Ministerio de Sanidad no sólo para aquella población con
autismo en condiciones más severas sino en todo lo referente a aunar esfuerzos en cuanto a los
servicios de salud que pueden aportar, tales como la red materno-infantil, a la promoción de la
salud como en el programa de educación para la salud y a las investigaciones y estudios
neurobiológicos que sean requeridos.
Las personas con autismo deben gozar de los mismos beneficios sociales con los cuales el
Estado beneficia al niño y a la familia, de manera que las acciones anteriormente descritas
podrán articularse con aquellas definidas y diseñadas en la política intersectorial del Plan
Intersectorial para el Desarrollo Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes coordinado por
CORDIPLAN y apoyado por UNICEF en el cual participaron los sectores educación, salud,
familia, red de protección y sociedad civil y todos aquellos planes y proyectos nacionales que
ayuden a garantizar el derecho a la educación, supervivencia y protección de la población con
autismo en Venezuela.