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Los antidepresivos son medicinas que receta un médico para tratar la depresión. Estos
medicamentos ayudan a mejorar la forma en que el cerebro utiliza ciertas sustancias químicas
naturales. Pueden tardar varias semanas en hacer efecto. Existen muchos tipos de
antidepresivos. A veces, es necesario probar más de uno hasta encontrar el que surta un mejor
efecto.
Estos medicamentos pueden causar algunos efectos secundarios menores que, en general, no
duran mucho tiempo. Por ejemplo: dolor de cabeza, náuseas, problemas para dormir, inquietud
y problemas sexuales. Infórmele al médico si tiene cualquier efecto secundario. También debe
informarle al médico si toma otras medicinas, vitaminas o suplementos herbarios.
Los antidepresivos son una opción de tratamiento popular para la depresión. Si bien estos no la
curan, pueden reducir los síntomas. El primer antidepresivo que pruebes puede resultarte
eficaz. Sin embargo, si este no alivia los síntomas o provoca efectos secundarios que te molestan,
es posible que debas probar otro.
No te des por vencido. Existen varios antidepresivos, por lo que es probable que puedas
encontrar uno que sea adecuado para ti. A veces, una combinación de medicamentos puede ser
una opción.
Es importante que continúe tomando las medicinas, aunque se sienta mejor y no deje de
tomarlas sin hablar con el médico. Generalmente, los antidepresivos deben interrumpirse
gradualmente.
Antidepresivos
Este grupo de antidepresivos, fueron durante muchos años, los fármacos de elección, aunque
presentaban una gran cantidad de efectos adversos.
Este grupo junto con el desarrollo de otros nuevos, contituyen hoy en día los antidepresivos más
prescritos. Historia de los antidepresivos
Este grupo de antidepresivos, fueron durante muchos años, los fármacos de elección, aunque
presentaban una gran cantidad de efectos adversos.
Más adelante con el avance de la farmacología y el deseo de conseguir nuevos antidepresivos,
con acciones mas restringidas y con menor numero de efectos adversos, se desarrollan los
Inhibidores Selectivos de Recaptación de Serotonina (SIRS).
Este grupo junto con el desarrollo de otros nuevos, contituyen hoy en día los antidepresivos más
prescritos.
DEFINICION
Un antidepresivo es un medicamento psicotrópico utilizado para tratar los trastornos depresivos
mayores, que pueden aparecer en forma de uno o más episodios a lo largo de la vida, diversos
trastornos de ansiedad, ciertos desórdenes de la conducta alimentaria y alteraciones del control
de los impulsos.
Los antidepresivos son medicamentos que alivian los síntomas de la depresión. Los fármacos
más utilizados contra la depresión, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
(IRS), actúan aumentando los niveles de serotonina en el cerebro, lo que mejora la comunicación
entre las células vinculadas con el ánimo
TIPOS DE ANTIDEPRESIVOS
Se encuentran disponibles muchos tipos de antidepresivos para tratar la depresión, entre ellos,
los siguientes:
Efectos secundarios:
o sequedad en la boca
o náuseas
o dolores de cabeza
o nerviosismo
o inquietud
o tener problemas para conciliar el sueño
o problemas sexuales.
o Amitriptilina
o Clomipramina
o Desipramina
o Doxepina
o Imipramina
o Nortriptilina
o Protriptilina
o trimipramina.
o sequedad en la boca
o visión borrosa
o estreñimiento
o dificultad para orinar
o deterioro del pensamiento
o cansancio
o agravamiento del glaucoma.
Este tipo de antidepresivo también puede afectar su presión arterial y su frecuencia cardíaca.
Los MAOI pueden tener efectos secundarios graves. Estos incluyen debilidad, mareos, dolores
de cabeza y temblores. También pueden tener reacciones perjudiciales cuando se combinan con
ciertos alimentos o medicamentos. Estos incluyen otros antidepresivos y medicamentos de
venta libre contra el resfriado y la gripe. Esta reacción se conoce como «síndrome de
serotonina». Los signos incluyen alucinaciones, cambios en la presión arterial, agitación y fiebre.
Usted no debe tomar un MAOI si no sabe qué cosas debe evitar.
La depresión es una condición tratable. Usted puede mejorar. Los tratamientos más frecuentes
contra la depresión consisten en medicamentos antidepresivos, apoyo psicológico, o una
combinación de ambos.
Si deja la medicación antes de ocho o nueve meses, los síntomas son más propensos a volver.
Lo más recomendable es tomar antidepresivos durante al menos seis meses adicionales desde
que haya comenzado a sentirse mejor. Durante este tiempo, vale la pena pensar en lo que puede
haber desencadenado su depresión y las formas de evitar que vuelva a ocurrir.
En la mayoría, estos síntomas son leves, pero en un pequeño número de personas pueden ser
muy graves. En general, es mejor disminuir la dosis de un antidepresivo poco a poco en lugar de
parar de repente.
Se debe controlar atentamente a cualquier persona que toma un antidepresivo para detectar si
la depresión empeora o si presenta algún comportamiento inusual. Si tú o alguien que conoces
están tomando un antidepresivo y tiene pensamientos suicidas, comunícate con el médico de
inmediato o busca ayuda de urgencia.
Recuerda que es más probable que los antidepresivos reduzcan el riesgo de cometer suicidio a
largo plazo, ya que mejoran el estado de ánimo.
Sé paciente. Una vez que comiences a tomar el antidepresivo que tú y tu médico hayan
seleccionado, puedes notar las primeras mejoras después de unas semanas, pero
tardará seis o más semanas en hacer el efecto completo. Puedes tomar la dosis
completa de algunos antidepresivos desde el principio. Tendrás que aumentar la dosis
de otros antidepresivos progresivamente. Habla con el médico o con el terapeuta sobre
cómo sobrellevar los síntomas de la depresión mientras esperas que el antidepresivo
haga efecto.
Toma el antidepresivo de forma constante y en la dosis recomendada. Si el
medicamento, al parecer, no hace efecto o si causa efectos secundarios molestos, habla
con el médico antes de hacer algún cambio.
Presta atención a si los efectos secundarios mejoran. Muchos antidepresivos provocan
efectos secundarios que mejoran con el tiempo. Por ejemplo, los efectos secundarios
iniciales del tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
pueden comprender sequedad de la boca, náuseas, heces blandas, dolor de cabeza e
insomnio; sin embargo, estos síntomas suelen desaparecer a medida que el cuerpo se
adapta al antidepresivo.
Explora las opciones si no te da resultado. Si, después de cuatro semanas, sigues
teniendo efectos secundarios molestos o no presentas mejoras considerables de tus
síntomas, habla con el médico sobre la posibilidad de modificar la dosis, cambiar el
antidepresivo (conmutación) o agregar un segundo antidepresivo u otra medicación
(aumento). Es posible que una combinación de medicamentos te de mejores resultados
que tomar un antidepresivo solo.
Prueba la psicoterapia. En muchos casos, combinar el antidepresivo con terapia de
conversación (psicoterapia) es más eficaz que solo tomar el medicamento. Esto también
puede evitar que la depresión vuelva a aparecer una vez que te sientas mejor.
No suspendas un antidepresivo sin hablarlo antes con el médico. Algunos
antidepresivos pueden provocar importantes síntomas similares a los de la abstinencia
si no reduces la dosis de forma gradual. Suspender el tratamiento de forma abrupta
puede provocar un agravamiento repentino de la depresión.
Evita el alcohol y las drogas de uso recreativo. Puede parecer que el alcohol o las drogas
alivian los síntomas de la depresión, pero, a la larga, suelen empeorarlos y dificultar el
tratamiento de la depresión. Habla con el médico o con el terapeuta si necesitas ayuda
con los problemas de consumo de drogas o de alcohol.