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Las expresiones artísticas siempre han sido parte importante de la humanidad, ya que el ser humano
encontró una forma de manifestación a través de ellas. Los cánones y el significado de las
representaciones han ido cambiando a lo largo del tiempo, pero no han dejado de ser una constante
En el caso de las imágenes, la mayoría de las veces, se han usado para inmortalizar momentos
de la contemporaneidad en las que fueron realizadas, contándonos en su propio lenguaje una historia
en particular, acompañadas de los cánones estéticos, los cuales han logrado llamar la atención y la
Es por esta causa, que el hombre siempre se ha sentido influenciado por las imágenes, y lo
que hizo que la producción de arte formara parte importante de las prohibiciones desde el inicio de la
Inquisición, y que influyera en una supervisión meticulosa, con el fin de que este medio no se saliera
del dogma católico. La creación de esta institución data del siglo XV, la cual se dedicó a instaurar
prohibiciones a través de edictos para restringir, entre otras cosas, aquellas pinturas, que ellos
consideraran a su modo de ver libidinosas o demasiado liberales para la época. El siglo XVIII en
Europa, estuvo impregnado por un aire revolucionario, que creó imágenes de divulgación, y que no
tardaron en propagarse hasta a España, ocasionando esto, que el consejo de la Inquisición regulara y
prohibiera con mayor severidad algunas obras artísticas. Con el fin de erradicarlas, esta organización
puso un mayor énfasis en su control, intentando desesperadamente suprimir cualquier objeto que
En este estudio lo que se busca analizar son los cánones prohibidos en las pinturas por la
Inquisición. Ya que estos suscitaron grandes controversias que terminaron en juicios fiscales, los
cuales buscaban la regulación del arte en la sociedad española, través del dogma religioso.
Para poder llevar a cabo este análisis se han seleccionado dos fuentes primarias, el
Reconocimiento de libros del s. XVIII, expedido por parte del Santo Oficio, en donde se especifica
cuáles son las pinturas prohibidas, junto al procedimiento de hacer reconocimientos en las casas de
los acusados y en los embarques, que eran a veces la entrada de libros o pinturas prohibidas, con el
comerciante, acusado de poseer ocho láminas de vidrio con pinturas libidinosas. Por otro lado, con el
fin de delimitar este estudio y así poder realizar una investigación más profunda, nos enfocaremos en
Esta investigación, también analizará fuentes secundarias con el fin de poder conseguir un
mejor enfoque analítico, en cuanto a las condiciones y motivos por parte de la Inquisición para
De estos dos tipos de fuentes se realizará un análisis, con el fin de conocer el contexto social
de la Inquisición en el siglo XVIII, que será; las medidas que tomó esta en cuanto a las pinturas
prohibidas, cuáles eran, los cánones prohibidos en estas por la Inquisición, que tanta influencia tuvo
la imagen prohibida en la Inquisición, cuanta divulgación tuvo el arte prohibido en el siglo XVIII en
España y qué tipo de conocimiento tenían los inquisidores para dictaminar que una pintura era de
El motivo de llevar a cabo esta investigación, es conocer un poco más acerca de este
pensamiento prohibitorio, por parte de la Inquisición, en cuanto a las pinturas y el por qué diferentes
cánones estaban mal vistos dentro de la sociedad inquisitorial. Con el fin, de comprender, el nivel de
amenaza que las pinturas representaban para la Inquisición española en el siglo XVIII y sus
Como se ha comentado anteriormente, los documentos que se analizaran en esta investigación fueron
expedidos en el siglo XVIII en España. Por lo cual se considera importante exponer en este trabajo,
el contexto en el cual se encontraba la Inquisición en esta época, con el fin de poder brindar un mejor
El contexto del siglo XVIII, para la Inquisición, estuvo marcado por su decadencia y su
inminente final. Ya que desde 1737 el gobierno comienza a limitar al Santo Oficio, a causa de que la
Inquisición ya no era tan congruente con la nueva mentalidad del siglo XVIII, por lo tanto, muchos
de sus privilegios empiezan a ser retirados, y comienza a ver un mayor control sobre las decisiones
de esta institución. La corona se encarga de quitarle autoridad, pudiendo, si así lo deseaba, interferir
en cualquier situación y tomar el control de esta por completo. Por lo cual en esta etapa, la Inquisición
deja de ser una organización autónoma para ser controlada por el Rey1.
siendo desplazada de la mayoría de sus tareas y funciones, limitándola a la tarea de centrarse con
mayor ahínco en el consumo cultural. En 1759, cuando Carlos III ocupa el trono, busca un mayor
1
Liliana, Da Cunha Peixoto, La inquisición española y su desarrollo en la pintura, p. 18.
cambio hacia la institución de la Inquisición, por lo cual exige total sumisión por parte de los
inquisidores. Esto ocasiona que en 1770 su fuerza se reduzca aún más, ya que se expide una cédula,
en la cual el Santo Oficio, sólo podía inmiscuirse en temas relacionados con la fe, pero ya no cómo
organismo autónomo, sino con la vigilancia de la corona, limitando así sus acciones a la decisión del
reino2. Esta situación se puede observar tanto en el juicio de Nicolás Antiza como en el
Reconocimiento de libros y pinturas, ya que todas las decisiones mencionadas en estos documentos
En esta época se puede ver el debilitamiento cada vez mayor de la Inquisición y podría a ver
sido su final, si no hubiera sido por los aires revolucionarios que empezaron a correr por toda Europa,
y que hizo que la institución reviviera un poco de la muerte agonizante que llevaba sufriendo durante
todo el siglo XVIII. Ya que se le encargó que las ideas revolucionarias mayormente provenientes de
La forma en la cual estas ideas liberales eran divulgadas fue a través de libros y pinturas. En
los documentos que se analizan en esta investigación, se puede observar claramente la situación que
estaba viviendo el Santo Oficio en el siglo XVIII. Ambos documentos, tanto el juicio realizado a
Nicolás Antiza, cómo el Reconocimiento de libros, nos muestran como una de las mayores
preocupaciones de la Inquisición era el control de libros y pinturas en España, dándonos entender con
Uno de los métodos que usaban los inquisidores para poder controlar esto, se basaba en
identificar de donde provenían los libros o las pinturas, por lo cual, se enfocaban en tratar de
inspeccionar e identificar las distintas mercancías prohibidas en cuanto llegaban a los puertos.
Argumentando que tanto personas extranjeras como nacionales, tenían que abstenerse de no
introducir libros y/o pinturas ilegales una vez hayan arribado a España. Por lo tanto, no es de extrañar,
2
Ibid., p.19
3
Ídem., p. 19.
que el personaje del juicio del cual estamos analizando sea un comerciante, el cual fue acusado de
tener pinturas y libros prohibidos por su material “libidinoso y torpe” según el Santo Oficio.
Censura en la Inquisición.
Desde el comienzo de la Inquisición, la censura fue una actividad importante para mantener a la
sociedad en orden de acuerdo al dogma católico. Según la investigadora Liliana Da Cunha Peixoto,
la censura es una práctica común desde la Antigüedad, también nos dice que en el siglo XVIII, la
censura era la única arma que le quedaba a la Inquisición para poder controlar a la población. Como
tiempo, por lo tanto la Inquisición sólo se le permitió controlar la prohibición de libros y obras de
arte, mientras todos los demás asuntos fueron delegados al Consejo de Castilla4.
Ramón, que la censura se aplicó a todas las obras de arte que no se encontraran en el patrón de
decencia considerado por el Santo Oficio5. Por otra parte la investigadora Liliana Da Cunha Peixoto,
nos dice, que estas medidas tampoco fueron bien determinadas como deberían haber sido, ya que la
mayoría de los clérigos eran ignorantes en lo referente al arte, por lo cual muchas veces, no se sabían
los parámetros en cuanto a las obras de arte prohibidas, por lo que muchas obras no fueron
correctamente identificadas6.
el mismo inquisidor que redacta el documento habla perfectamente de los libros prohibidos,
describiendo una lista de ellos, pero una vez que menciona las pinturas sólo nos dice que están
prohibidas, “las pinturas que causasen ilusión a otro dogma” o “pinturas obreras”. Esto nos
demuestra, que la censura hacia las obras de arte a veces no consistía en que fuera o no importante,
4
Ibid., pp. 46-50.
5
Peñafiel Ramón, Antonio, Inquisición y moralidad pública en la España del siglo XVIII. pp. 295.
6
Liliana, Da Cunha Peixoto, La inquisición española y su desarrollo en la pintura, p. 50
sino que muchas veces, los mismos inquisidores, no tenían una idea clara de cómo identificar lo
En el caso de la Alegación fiscal del Proceso de Fe de Nicolás Antiza, estas imágenes fueron
fácilmente identificadas, y aunque estas fueron bien descritas no se sabe realmente si los inquisidores
alguna vez llegaron a verlas, ya que el asunto que trataba las pinturas era sobre un tema erótico. Por
el tipo de descripción, se cree que estos ocho vitrales representaban “el cohabitar el hombre con la
mujer”, por lo tanto para la identificación de un tema sexual en este tipo de arte, no se necesitaba
mucho conocimiento acerca de los cánones prohibidos en las representaciones artísticas para
En cuanto a la censura de estas imágenes, el catedrático Peñafiel Ramón, nos menciona que
la inmoralidad no sólo fue perseguida por el pecado que conlleva, sino por el posible error mental
que pudiera esconderse atrás de esta, así como el alboroto social que pudiera venir consigo7. “Puesto
que lo que se le censura, fundamentalmente, es el haber dado lugar a estar en boca de unos y otros8”.
Por otro lado, aunque la Inquisición prohibiera cierto tipo de obras de arte, estas no dejaron
de existir y entrar al territorio español. Eran adquiridas por personas de una clase social elevada y
muchas de estas fueron ocultadas del Santo Oficio9. En cuanto al caso de Nicolás Antiza, se puede
decir que nuestro personaje fue demasiado confiado en cuanto a sus posesiones prohibidas, ya que
este comerciante no se inhibió de mostrarle a varias personas acerca de sus vitrales con
representaciones obscenas, lo cual al final lo llevó a ser acusado de tener en su posesión objetos los
7
Peñafiel Ramón, Antonio, Inquisición y moralidad pública en la España del siglo XVIII. pp. 294.
8
Ibid., p. 300).
9
Liliana, Da Cunha Peixoto, La inquisición española y su desarrollo en la pintura, p. 50 p. 61).
Como se ha mencionado con anterioridad la prohibición de imágenes existió y aunque en el siglo
XVIII los auditores no eran expertos en estos temas, si hubo un antecedente de cuáles eran las pinturas
prohibidas para el Santo Oficio. Como nos dice la investigadora Cristina Luna Segalá, que desde
finales del siglo XVI, la Inquisición española se planteó publicar un catálogo de imágenes prohibidas
como lo había hecho la Inquisición italiana, pero este nunca se realizó por temor a que esta
herramienta fuera utilizada con otros fines, los cuales perjudicaran a la Iglesia católica en lugar de
beneficiarla10.
Pero esto no significó dejar a un lado el control hacia las representaciones, sino el uso de otras
herramientas para regularizar y controlar esta producción. Ya que desde los decretos acerca de la
pintura, expuestos en el Concilio de Trento, el tema de las imágenes fue una preocupación para el
Santo Oficio11.
Ya que como las pinturas podían expresar la fe de la Iglesia y los dogmas cristianos, también
podían usarse como una herramienta en su contra; el arte podía expresar temas luteranos, denigrar la
fe, o mostrar imágenes que incitaran a pensamientos pecaminosos, los cuales podrían arruinar el
Esta preocupación fue motivo de varios textos acerca del control y los cánones permitidos y
prohibidos en la pintura desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, los cuales hablaban de reglas que
buscaban disciplinar que tipo de representaciones eran adecuadas para poseer y cuáles no13
En el caso de los cuadros con temas eróticos nos dice el conservador del museo del Prado
Javier Portus Pérez, que los inventarios del siglo XVII prueban que las representaciones con temas
10
Luna Segalá, Cristina Vigilancia y censura de libros e imágenes en los siglos XVI y XVII, p. 241
11
Ibid., p. 242.
12
Ibid, p. 241.
13
Ibid p. 242.
sexuales eran comunes en las casas de alcurnia, pero también nos comenta que no se sabe la razón
[…] dado que este tipo de pinturas tenían un trasfondo literario muy del agrado de nuestros
pintura que más se valoraba en el país— no parece fácil decidir si se coleccionaban por sus
Aunque este tipo de arte no fuera bien visto, siguió existiendo y consumiéndose. Este era un
tema contradictorio en España, ya que algunos eran partidarios y otros no. Pero el motivo por el cual
las representaciones artísticas no constituyeron una persecución tan feroz por parte de la inquisición,
se debe al hecho de que en algunos casos surgieron excepciones, no por el tipo de arte, sino por la
clase social del propietario. Pues quienes tenían la oportunidad de poseer obras de arte, la mayoría de
las veces, eran personas con un nivel adquisitivo elevado, por eso Portus Pérez menciona, que la
mayoría de los problemas suscitados por la posesión de este tipo de representaciones artistas fue
podemos ver que nuestro personaje, aunque no era una persona de alta alcurnia, si era un mercader,
por lo tanto su clase social debió ser acomodada. A través de las confesiones de los amigos que le
acusan de poseer las ocho láminas de vidrio con temas escandalosos, podemos ver que este hombre
cometió el error de mostrar objetos prohibidos, confiando en la discreción de las otras personas. Si
Nicolás Antiza no hubiera pecado de exhibicionista y hubiera mantenido un perfil discreto en cuanto
14
Portus Pérez, Javier, Indecencia, mortificación y modos de ver la pintura en el Siglo de Oro, pp. 58-59.
15
Ibid., p. 59.
16
Término usado por el investigador Portus Perez que significa según la RAE: Acomodarse al gusto o
dictamen ajeno por algún respeto o fin en particular (2017).
17
Ídem., p.59.
a sus posiciones, probablemente la Inquisición nunca habría tenido noción de lo que el señor Nicolás
tenía en su poder.
Por otro lado aunque no sepamos realmente como eran las imágenes que tenía en su posesión
Nicolás Antiza, estas debieron tener cierto grado de estética, por lo cual debían de ser apreciadas por
su dueño, desgraciadamente nunca sabremos de qué modo; si por su contenido erótico o por su belleza
pictórica
Como se ha mencionado antes, la mayoría de las obras prohibidas para los inquisidores en
cuanto a la sexualidad, estaban basadas en fuentes literarias de la época. Como nos dice Iris Zavala,
la novela fue el vehículo para la creación de imágenes, ya que según la autora este lenguaje explora
Gracias a la descripción que hacen de las posesiones libidinosas que tenía el señor Nicolás
Antiza, podemos saber que sus ocho pinturas venían acompañadas de un librito, aunque no se puede
comprobar si este contenía descripciones de las pinturas, o era una novela erótica, lo que si se supone
es que algún tipo de escritura relacionada con las representaciones debió de contener. También
podemos saber que aunque no se trataba de muestras artísticas, el acusado tenía otros tipos de objetos,
como libros, los cuales también trataban temas fuera de lugar para la sociedad de aquella época, estos
La idea de que sólo en el siglo XVIII se empezaran a elaborar y distribuir obras de arte profanas es
erróneo, ya que desde el siglo XVI la entrada de este tipo de obras a España era un hecho, por lo cual
el Santo Oficio mostró una gran preocupación y una gran necesidad de controlar todo tipo de
18
Zavala, Iris, Inquisición, erotismo, pornografía y normas literarias en el siglo XVIII. p. 517.
19
Portus Pérez, Javier, Indecencia, mortificación y modos de ver la pintura en el Siglo de Oro, pp. 58-59.
En varios lugares de España, como en Aragón y Zaragoza, algunos inquisidores preocupados
con este tema, consultaron al consejo acerca de crear un edicto específico para prohibir las
representaciones de desn udos, sin embargo en ambos casos se les respondió que esta tarea no
iba a ser posible, ya que los inquisidores sólo se tenían que limitar a recoger las imágenes que
artísticas, desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, se puede suponer que realmente nunca se creó un
edicto como tal, que especificara cuales eran las pinturas prohibidas para el Santo Oficio. Por lo tanto,
artística, aunque eran una gran preocupación, nunca fueron más allá de aparecer en algunos Índices
de libros prohibidos, como un apartado a la imagen. Aun así la búsqueda de esto era censurar ciertas
de las imágenes prohibidas es muy vaga y casi nula en todo el escrito. Mientras que en el caso de
Nicolás Antiza las representaciones artísticas, por las cuales es acusado, claramente tienen un tinte
sexual, predecible, ya que sin necesidad de ver la obra, los inquisidores automáticamente saben que
las imágenes muestran un acto erótico entre un hombre y una mujer. En el juicio de señor Antiza,
podemos ver un claro ejemplo de cómo funcionaba la Inquisición en cuanto a este tipo de objetos
prohibidos.
La acusación por el cual el señor Antiza es detenido y llevado a juicio, es por tener en su
poder pinturas con temas prohibidos, esto fue a consecuencia de su poca discreción, en cuanto a
20
Ibid., p. 145.
poseer y mostrar este tipo de imágenes indecorosas, ya que si las hubiera mantenido en secreto, la
Bibliografía
https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/2963/La%20Inquisicion%20espanola%20y%20su%2
Luna Segalá, Cristina “Vigilancia y censura de libros e imágenes en los siglos XVI y
Peñafiel Ramón, Antonio, “Inquisición y moralidad pública en la España del siglo XVIII”
http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:ETFSerie7-CE3529C0-376D-B492-8D84-
92F3AB2C0F7B/Documento.pdf (10 marzo 2019).
Zavala, Iris, “Inquisición, erotismo, pornografía y normas literarias en el siglo XVIII”,