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EL TÉTANO

El tétano es una enfermedad causada por la toxina liberada de la bacteria Clostridium tetani,
este bacilo anaerobio suele vivir en la tierra, la saliva, el polvo y el estiércol, así como en el
intestino de animales y humanos. Las bacterias ingresan al cuerpo a través de un corte
profundo, como los que ocurren cuando uno pisa un clavo, o a través de una quemadura.
Está en una enfermedad grave ya que afecta a los músculos y los nervios, su toxina se une a
los nervios que rodean la zona de la herida y es transportada desde el interior hacia el cerebro
y continua en la médula espinal. Aquí es donde “bloquea” la actividad normal de los nervios
que envían mensajes directos a los músculos.
Los síntomas del tétano aparecen normalmente desde el tercer día a catorce días después.
Suele comenzar con espasmos musculares en la mandíbula y en la cara, por ende, dificultad
para tragar, rigidez en el cuello, hombros o espalda. En casos graves, puede extenderse hasta
los músculos del abdomen, los brazos y muslos provocando así un dolor muy agudo.
Es también conocido como bacilo Nicolaier, es un bacilo largo y fino, móvil gracias a la
presencia de flagelos, es Gram positivo; en los cultivos desarrolla una espora esférica (que
permanece inactiva en el suelo y puede ser infecciosa durante más de 40 años), incolora y
toma una morfología denominada “en palillos de tambor”. Sus esporas son muy resistentes a
agentes externos como el calor y los antisépticos utilizados normalmente, pero son
susceptibles al hipoclorito de sodio. La exotoxina es liberada en su forma vegetativa y es de
naturaleza proteica conocida como tetanoespasmina.
El diagnóstico del tétanos es habitualmente clínico, se basa en los síntomas característicos
que son: contracciones dolorosas permanentes de los músculos del cuello y de la mandíbula,
contracciones dolorosas de los músculos del tronco, contracciones musculares locales o
generales al mismo tiempo que se da tensión muscular. Las pruebas de laboratorio se emplean
sobre todo para excluir intoxicaciones, por lo tanto, extraen del paciente una muestra de
sangre que es donde se encuentra la toxina (la prueba SD BIOLINE Tetanus).
Para prevenirla existe la vacuna antitetánica que debe ser suministrada desde la infancia, 6
dosis entre los 2 meses y los 16 años. Luego, a lo largo de la vida adulta se debe tener
revacunaciones periódicas cada 10 años, su eficacia es casi del 100% ya que aumentan los
niveles de anticuerpos a partir de la segunda dosis y alcanza un nivel máximo tras la tercera
dosis. Esta la vacuna única (TT), vacuna asociada a difteria-tétanos (DT).
Cuando se contrae, lo que se hace es alivianar los síntomas y evitar su propagación, por eso
se hace una limpieza a fondo quirúrgicamente, se suministran altas dosis de antibióticos, se
aplica la correspondiente vacuna para que se creen anticuerpos necesarios, administración de
relajantes musculares y sedantes, estos pacientes se ubican en una sala oscura con pocos
estímulos (insonorizada).
Bibliografía

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botulismo. Medicine - Programa de Formación Médica Continuada Acreditado,
12(51), 3000–3009. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.med.2018.03.002

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