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EFECTOS QUE INFLUYEN EN LA DISPERSIÓN DE CONTAMINANTES:

FLOTABILIDAD, REACTIVIDAD, OTROS EFECTOS FÍSICOS.

INTRODUCCIÓN

La atmósfera que rodea nuestro planeta es un sistema dinámico en constante


transformación. Así, la composición de la atmósfera ha ido evolucionando a través de los
siglos; por ejemplo, el nivel de oxígeno actual se alcanzó aproximadamente hace 400
millones de años y se ha mantenido mediante el equilibrio entre la producción fotosintética
del oxígeno y su consumo en procesos de respiración, combustión y descomposición de la
materia orgánica. Sin embargo, las emisiones antropogénicas están alterando la dinámica
natural de la atmósfera y aunque es la troposfera, donde se dispersan y emiten la mayoría
de los contaminantes, la capa más afectada, también otras capas superiores están siendo
alteradas. La acumulación de estas emisiones y la respuesta retardada a estos cambios de
los sistemas climáticos y oceánicos están provocando importantes repercusiones a nivel
local, regional y global, afectando al clima, la salud y los ecosistemas. Entre los principales
problemas asociados a la contaminación atmosférica destacan los relacionados con el
cambio climático, la acidificación y eutrofización del medio físico, el aumento del ozono
troposférico y la destrucción de la capa de ozono estratosférica. (Gallego, P. A., González,
F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

La composición y propiedades de la atmósfera han sufrido grandes cambios desde que ésta
apareció a partir de las emisiones gaseosas procedentes del planeta durante su formación
y posterior enfriamiento. Así, la atmósfera tal y como la conocemos en la actualidad, es el
resultado de numerosas interacciones biológicas y geológicas con la superficie terrestre
que se han producido a lo largo de millones de años y que han dado lugar a un equilibrio
dinámico. (Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

La atmósfera es el medio donde se liberan contaminantes, el transporte y la dispersión de


esta descarga depende en gran medida de parámetros meteorológicos. Por lo que para
realizar actividades relativas a la planificación de la calidad del aire es imprescindible
comprender la meteorología de la contaminación del aire y su influencia en la dispersión de
las sustancias contaminantes. Para conocer el destino de dichas sustancia es preciso
conocer procesos atmosféricos tales como el movimiento del aire y el flujo de calor.

Pero la atmósfera no es una masa de gases en reposo, sino una capa gaseosa fluida y
turbulenta que se mueve en el espacio y en el tiempo con intensidad variable, donde son
liberados los contaminantes, el transporte y la dispersión de estas descargas depende en
gran medida de RCF vol. 27, No. 2A, 2011. p. 136 parámetros meteorológico

La capa más importante en el estudio de los fenómenos de dispersión es la troposfera,


porque esa zona contiene el aire que respiramos y en ella también se producen los
fenómenos meteorológicos que determinan el clima y los patrones de dispersión de los
contaminantes.

Se caracteriza porque la temperatura desciende con la altura aproximadamente 1°C cada


100 metros, hasta un nivel en que el gradiente de temperatura negativo cambia,
denominándose dicho nivel tropopausa. Sobre este nivel la temperatura comienza a
ascender (estratosfera).

Parámetros atmosféricos Comprende el estudio de la variabilidad de los contaminantes y


su transporte. Los efectos de los edificios, diferencias en el terreno y puntos calientes en la
trayectoria del flujo de aire pueden producir anomalías locales en las concentraciones de
los contaminantes. La meteorología debe ser considerada no sólo en la determinación
geográfica de los sitios sino también en la elección de las características de altura, dirección
y extensión de las tomas de muestra.

(Sbarato, D., & Sbarato, V. M., 2006)

OBJETIVOS

 Comprender la meteorología de la contaminación del aire y su influencia en la


dispersión de las sustancias contaminantes.
MARCTO TEORICO

Dispersión de contaminantes

Los fenómenos de contaminación atmosférica ocurren en su mayoría en la parte más baja


de la atmósfera llamada Capa Límite Planetaria, por sus siglas en inglés PBL, la cual es
algunas veces llamada la capa de fricción, ésta se define como la región en la cual la
atmósfera experimenta los efectos de la superficie a través de intercambio de momento,
calor y humedad

La dispersión atmosférica de un contaminante depende en primer lugar, de las condiciones


meteorológicas y, después de los parámetros y condiciones en que se produce la emisión
en la fuente, o sea de la velocidad y temperatura de los gases, la masa y peso molecular
de los diferentes compuestos.3

Una de las características más importante de la atmósfera, en los procesos de dispersión


de los contaminantes, es su estabilidad. Esto es su tendencia a resistir el movimiento
vertical, o suprimir la turbulencia existente. (Montes de Oca, L; , et al;, 2011)

COMPORTAMIENTO DEL VIENTO:

es fundamental para poder realizar la modelización de la contaminación atmosférica, ya


que este permite determinar la orientación geográfica que toman las corrientes de
contaminante cuando son emitidas por cada fuente, y la extensión de las mismas. Para
analizar el comportamiento del viento se construye una rosa de vientos, la cual es una figura
compuesta por pétalos que indican para determinada dirección la procedencia del viento,
la intensidad y la frecuencia. (Zuluaga , C; Parra , J;, 2016)

Inversiones térmicas

En general, la temperatura del aire disminuye con la altitud; las masas de aire más cercanas
a la superficie terrestre al calentarse los gases se expanden y disminuyen su peso por
unidad de volumen; al ser más ligeras ascienden hacia capas más altas; durante su
ascensión se van enfriando progresivamente al tiempo que permiten una buena dispersión
vertical de los gases y partículas. En condiciones de inversión térmica, las capas de aire en
altitud son más calientes que las de los niveles cerca de la tierra, frenando la dispersión
vertical de los contaminantes. Los contaminantes se encuentran entonces confinados bajo
una 'capa de inversión' que actúa como un tapón térmico. Los fenómenos de inversión
térmica no provocados por la topografía, se producen principalmente en invierno, en
situaciones anticiclónicas o de altas presiones que corresponden con días soleados y sin
nubes.

http://www.aragonaire.es/moreinfo.php?n_action=pollutants

En la troposfera la temperatura desciende con la altitud, a razón de 6,6 ºC por km, y varía
también horizontalmente de unas zonas a otras del planeta. Debido a estos gradientes de
temperatura, tienen lugar movimientos horizontales y verticales de masas de aire, por lo
que está muy sometida a perturbaciones y procesos turbulentos (los fenómenos
meteorológicos) que mantienen el aire en constante agitación. Los movimientos de las
masas de aire son capaces de transportar la contaminación hasta lugares muy alejados de
sus fuentes de emisión y provocan también su dilución. En ocasiones, los fenómenos
meteorológicos pueden hacer que el gradiente negativo de temperatura se acentúe,
disminuya e incluso se interrumpa a una altitud determinada. El gradiente determina
entonces las condiciones de estabilidad atmosférica que regulan los movimientos verticales
de las masas de aire en la troposfera y, por lo tanto, la dispersión de la contaminación.
Cuando el gradiente vertical de temperatura se interrumpe, la temperatura del aire aumenta
con la altura, lo que se conoce como inversión térmica (Figura 1.2). Las masas de aire por
debajo de la inversión, Figura 1.2. Diagrama del cambio de la temperatura del aire con la
altitud en una situación normal y de inversión térmica (Strahler y Strahler, 1989). (Gallego,
P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

Las masas de aire por debajo de la inversión son más frías y más densas, no pueden
elevarse por encima del aire más cálido de la zona de inversión. Como consecuencia, se
produce el aislamiento de las capas de aire que quedan por debajo y por encima de esta
inversión. Las inversiones térmicas, por ejemplo, están en el origen de la formación de
nieblas, cuando la capa de inversión está muy próxima a la superficie del suelo. Además
juegan un papel importante en la dispersión de la contaminación atmosférica pues pueden
provocar que el volumen disponible para que se diluyan los gases emitidos sea
particularmente limitado en determinadas situaciones. (Gallego, P. A., González, F. I., &
Sánchez, G. B. , 2012)

Fuente: (Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)


ESTABILIDAD ATMOSFERICA

La estabilidad de la atmosfera es el equilibrio entre dos fuerzas, la de la gravedad con


dirección a la superficie terrestre y la presión con la altura con dirección hacia arriba. Es así
que para estimar la capacidad de la atmosfera para dispersar los contaminantes emitidos
por las fuentes fijas será dependiente de la estabilidad atmosférica, Una atmosfera estable
se define como que no muestra mucho mesclado o movimiento vertical por consiguiente los
contaminantes son emitidos a nivel del suelo permanecen 16 ahí cuando se muestra mucho
mesclado en la baja atmosfera depende de diversos factores El gradiente de temperatura
La turbulencia mecánica debido a la cortante del viento. (Wark, 2012)

Para determinar la estabilidad atmosférica, se utilizan variables de estados básicas como


la presión atmosférica (P), la temperatura (T), además de la densidad (ρ). Estando estas
variables estrechamente relacionadas unas con otras a través de la ecuación de estado, la
ecuación de la hidrostática, la primera ley de la termodinámica y otras relaciones
termodinámicas. (Montes de Oca, L; , et al;, 2011)

• La presión atmosférica puede considerarse como el peso horizontal de la atmósfera por


unidad de área horizontal. La unidad meteorológica convencional es el milibar (mb) el cual
es equivalente a 100 Pa (pascales).

• Para la temperatura se usa una definición basada en la Teoría Cinética de los gases de
acuerdo a la cual la temperatura directamente proporcional a la energía cinética media de
las moléculas. Representando así la temperatura absoluta del aire el grado de calentura de
la parcela de aire, relativo a un cero absoluto. La temperatura absoluta es expresada en
Kelvin (K).

• La densidad del aire se define como la masa de sustancia por unidad de volumen, esta
magnitud varía con la presión y la temperatura. Además el aire es una mezcla de aire seco
y vapor de agua, variando su densidad con la tasa de vapor de agua o humedad específica.
La unidad recomendada por el Sistema Internacional de Unidades (SI) es el kilogramo por
metro cúbico, con una densidad típica para el aire seco de 1.29 kg/m3 a la presión estándar
a nivel del mar y a 273.3 K de temperatura. Cuando un pequeño volumen de aire se
desplaza hacia arriba dentro de la atmósfera, encontrará una presión menor y
experimentará una expansión a una temperatura menor.
Usualmente, la expansión es lo suficientemente rápida como para que se pueda suponer
que ésta ocurre sin ninguna transferencia de calor entre dicho volumen de aire y la
atmósfera que lo rodea.

Si se considera la atmósfera como una columna estacionaria de aire en un campo


gravitacional y se aproxima el aire a un gas ideal seco. La presión para una altura cualquiera
z, se da por el peso de la columna de aire superior, la cual se expresa por la ecuación de
la hidrostática.

La posibilidad de que exista una buena dispersión de los contaminantes en la atmósfera,


está estrechamente relacionado con que haya mucho mezclado térmico, lo que depende
en primer lugar del gradiente vertical de la temperatura y la turbulencia mecánica debido a
la acción cortante del viento. Esto se puede determinar comparando el gradiente actual de
temperatura (tasa de cambio ambiental) y con la tasa de cambio adiabática seca. En la
figura 2, se muestran varias posibles tasas de cambio ambientales junto con la tasa cambio
adiabática seca, Γ , y su relación con las clases de estabilidades de la atmósfera. (Montes
de Oca, L; , et al;, 2011)

Estabilidad atmosférica: indica la afinidad de la atmósfera para diluir o dispersar los


contaminantes que son liberados al aire. La estabilidad depende de factores como la
radiación solar, velocidad del viento y hora del día.

La combinación de los movimientos verticales y horizontales del aire influye en el


comportamiento de las plumas (descarga de las chimeneas) de fuentes puntuales tal como
se describe a continuación.

La pluma en espiral de la Figura 4.2 se produce en condiciones muy inestables debido a la


turbulencia causada por el acelerado giro del aire. Mientras las condiciones inestables
generalmente son favorables para la dispersión de los contaminantes, algunas veces se
pueden producir altas concentraciones momentáneas en el nivel del suelo si los espirales
de la pluma se mueven hacia la superficie. (Zuluaga , C; Parra , J;, 2016)
La pluma de abanico de la Figura 4.3, se produce en condiciones estables. El gradiente de
inversión inhibe el movimiento vertical sin impedir el horizontal y la pluma se puede
extenderse por varios kilómetros a sotavento de la fuente. Las plumas de abanico ocurren
con frecuencia en las primeras horas de la mañana durante una inversión por radiación.
(Zuluaga , C; Parra , J;, 2016)

La pluma de cono presentada en la Figura 4.4 , es característica de las condiciones


neutrales o ligeramente estables. Este tipo de plumas tiene mayor probabilidad de
producirse en días nubosos o soleados, entre la interrupción de una inversión por radiación
y el desarrollo de condiciones diurnas inestables. Es importante tener en cuenta un
problema sobre la dispersión de los contaminantes y es la presencia de una capa de
inversión, que actúa como una barrera para la mezcla vertical. Durante una inversión, la
altura de una chimenea en relación con la de una capa de inversión muchas veces puede
influir en la concentración de los contaminantes en el nivel del suelo. (Zuluaga , C; Parra ,
J;, 2016)

Cuando las condiciones son inestables sobre una inversión (Figura 4.5), la descarga de una
pluma sobre ésta, da lugar a una dispersión efectiva sin concentraciones notorias en el nivel
del suelo alrededor de la fuente. Esta condición se conoce como flotación.

Si la pluma se libera justo debajo de una capa de inversión, es probable que se desarrolle
una grave situación de contaminación del aire. Ya que el suelo se calienta durante la
mañana, el aire que se encuentra debajo de la mencionada capa se vuelve inestable.
Cuando la inestabilidad alcanza el nivel de la pluma atrapada bajo la capa de inversión, los
contaminantes se pueden transportar rápidamente hacia abajo hasta llegar al suelo (Figura
4.6). Este fenómeno se conoce como fumigación. Las concentraciones de contaminantes
en el nivel del suelo pueden ser muy altas cuando se produce la fumigación. Esta se puede
prevenir si las chimeneas son suficientemente altas. (Zuluaga , C; Parra , J;, 2016)

FACTORES QUE INFLUYEN EN LA DISPERSIÓN DE LOS CONTAMINANTES

La importancia del impacto de los contaminantes es proporcional a la concentración o


depósito de los mismos a la que estén expuestos los diferentes receptores. Esta
concentración está relacionada con la cantidad total de contaminantes emitida a la
atmósfera y su distribución espacial y temporal, dependiendo de los procesos de transporte
y transformación en la atmósfera y de los procesos de depósito. Los modelos de
contaminación permiten integrar todos los factores que influyen en la compleja problemática
atmosférica en un determinado escenario y que difícilmente podría obtenerse con simples
medidas físico-químicas. Así el modelo a adoptar dependerá de las características del
emisor, del medio receptor y del medio difusor y de la escala espacial y temporal. (Tabla
3.3). (Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

Emisor : Los focos de emisión pueden clasificarse en fijos y móviles. Ejemplos típicos de
focos fijos serían las instalaciones industriales o de combustión, calefacciones domésticas,
etc.; es decir emisores con una localización concreta que no varía. Emisores móviles serían
los vehículos a motor, aeronaves o barcos. También los emisores pueden considerarse
multifocos, en este tipo se englobarían las áreas urbanas y las áreas industriales. Otra
clasificación posible de emisores se realiza atendiendo a su distribución espacial: puntual
(chimeneas aisladas), lineal (carreteras o calles), superficial o de área (zonas urbanas o
industriales). El tipo de emisor, fijo o móvil, puntual o lineal, condicionará el planteamiento
del modelo aplicable. Así, una central térmica (emisor puntual fijo) tendrá un tratamiento
diferenciado de una carretera (emisor lineal móvil), pero también la altura del foco emisor,
la temperatura, caudal y velocidad de salida del efluente, la concentración y naturaleza de
la emisión caracterizarán la dispersión y difusión de los contaminantes. (Gallego, P. A.,
González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

Receptor :Las especiales características del medio físico expuesto a los efectos de la
emisión determinarán también el modelo (altura y radio de cobertura), debiéndose
considerar de forma especial las localizaciones más vulnerables (poblaciones, embalses o
ríos, ZEPAS y LICS, etc) debido a las exigencias de calidad del aire más restrictivas.

Difusor : Aunque el tipo de fuente emisora y las condiciones de la emisión, así como los
receptores exigirán un determinado planteamiento del modelo, son sobretodo los factores
meteorológicos, topográficos y geográficos los que inciden de una forma decisiva en los
complejos procesos de dispersión de los contaminantes atmosféricos.

El viento produce el transporte horizontal de los contaminantes determinando la zona


sometida a los mismos. Los vientos intensos aumentan el efecto de barrido, reduciendo la
contaminación a nivel del suelo en la zona afectada por la emisión; siendo, en general, la
concentración de contaminantes en un determinado punto inversamente proporcional a la
velocidad del viento, aumentando también la turbulencia.

La estratificación térmica del aire con la altura (gradiente térmico) condiciona la capacidad
de difusión atmosférica vertical.

La insolación influirá directamente en el gradiente térmico. No es igual la insolación en


verano o en invierno, ésta también varía con la latitud y la hora del día (Figura 3.2).
El gradiente térmico está directamente relacionado con la estabilidad de la atmósfera que
determinará la posibilidad de mezcla vertical de los contaminantes y la capacidad para
dispersarlos (Tabla 3.4).

La estratificación térmica se puede cuantificar considerando la atmósfera como una


columna estacionaria de aire seco en un campo gravitacional, en ausencia de fricción y en
condiciones adiabáticas (sin intercambio de calor entre el sistema y el ambiente) y se puede
calcular la disminución de la temperatura con la altura (Ecuación 3.1), conocida como tasa
de cambio adiabática seca o gradiente adiabático seco (Γ).

Una norma atmosférica internacional, con base en datos meteorológicos y midiendo


temperaturas en latitudes medias, corrige este valor variando en estas condiciones la
temperatura alrededor de 0,66 ºC/100 m (tasa normal de cambio).

Como se puede observar en la Tabla 3.4, cuando el gradiente térmico existente es mayor
que la tasa de cambio adiabática, condiciones superadiabáticas, se producen condiciones
atmosféricas de inestabilidad, existiendo un grado alto de turbulencia lo que genera, en el
caso de una fuente fija, un penacho serpenteante que puede alcanzar el suelo en periodos
cortos de tiempo.
Un penacho de este tipo se asocia generalmente a vientos ligeros y un fuerte calentamiento
del terreno. En una atmósfera neutra, predominan las turbulencias mecánicas y el efecto
de calentamiento térmico es bajo. En estas condiciones el penacho de una fuente fija
presenta una forma cónica y se asocia a días nublados o noche con vientos moderados.

Los penachos tubulares se presentan en condiciones de estabilidad, cuando el gradiente


térmico es menor que la tasa de cambio adiabática, la turbulencia mecánica es inexistente
de tal forma que si la densidad del penacho no difiere significativamente de la atmósfera
circundante, el penacho se mueve con el viento a una elevación constante. También
pueden producirse diferentes condiciones de inversión térmica. La primera ocurre cuando
una capa estable de aire está a una pequeña distancia por encima del foco de emisión y
una capa inestable se encuentra debajo del penacho, dando lugar a un penacho fumigante
que batirá la superficie del terreno. La fumigación está favorecida por cielos despejados y
vientos ligeros, predominando en verano; son características de las primeras horas de la
mañana. Otro tipo de inversión térmica, contraria a la anterior, se produce cuando la capa
de inversión está por debajo del penacho y la capa inestable está por encima de ésta, dando
lugar a un penacho antifumigante que evitará que lleguen concentraciones significativas de
contaminantes a nivel de suelo. Este tipo de penachos está asociado al atardecer con cielos
despejados. Cuando existe inversión tanto por arriba como por debajo del foco de emisión
la difusión queda atrapada entre ambas. (Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B.
, 2012)
(Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)
Es frecuente utilizar indicadores y criterios de estabilidad atmosférica basados en
parámetros meteorológicos para caracterizar las posibles situaciones en la atmósfera. Uno
de los más conocidos y utilizados es el método de Pasquill (1961) y sus posteriores
modificaciones y adaptaciones (Gillford, 1961; Turner, 1970) que establecen una serie de
clases de estabilidad dependiendo de la velocidad del viento, la insolación, el grado de
nubosidad y hora del día (Tabla 3.5).

Así, las atmósferas inestables o neutras facilitan las corrientes verticales y la dispersión de
los contaminantes, mientras que las atmósferas estables eliminan esta posibilidad
llegándose incluso a situaciones de inversión térmica. (Gallego, P. A., González, F. I., &
Sánchez, G. B. , 2012)

(Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

Otros factores que influyen en la dispersión son las características geográficas y


topográficas que pueden producir modificaciones en la velocidad y dirección de los vientos.
Una montaña, una masa de agua o un edificio cercano pueden influir de forma determinante
en la dispersión (Figuras 3.3 y 3.4). Los vientos y nubes pueden ser retenidos por
formaciones montañosas pudiendo limitar la dispersión y creando condiciones de inversión
térmica. (Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

(Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

Por otra parte, en los valles las masas de aire se calientan durante el día y se enfrían
durante la noche creando complejos y variables vientos locales (vientos de compensación,
vientos anabáticos y catabáticos valle-ladera), (Figura 3.5). También la diferencia de
temperatura debida a la existencia de cuerpos de agua (lagos, mares, etc) puede causar
vientos convectivos locales incidiendo en la difusión (Figura 3.6). (Gallego, P. A., González,
F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)
(Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

Las islas de calor que constituyen las grandes ciudades provocan un sistema circulatorio
autocontenido, que sólo pueden alterar vientos intensos (Figura 3.7). En resumen, la
rotación de la Tierra, las alteraciones del viento por influencias locales, la estabilidad
atmosférica, la influencia del rozamiento atmósfera-tierra, el comportamiento del aire como
un fluido de mayor viscosidad en las capas bajas de la atmósfera (espiral de Ekmann), el
diferente gradiente de la velocidad del viento con la altura (cizalladuras del viento o viento
térmico) configuran, entre otros, la dinámica de la atmósfera, pudiendo establecerse una
relación de los distintos movimientos atmosféricos, según las diferentes escalas de
variabilidad espacial y temporal (macroescala o escala sinóptica, mesoescala o escala
regional y microescala o escala local), y la dispersión de los contaminantes. Todos estos
factores deberán ser considerados a la hora de elegir un modelo, según la escala
meteorológica de movimiento y la escala de dispersión a considerar. (Gallego, P. A.,
González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

(Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. , 2012)

CONCLUSIONES

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Gallego, P. A., González, F. I., & Sánchez, G. B. . (2012). Contaminación atmosférica.


Madrid: ProQuest Ebook Central. Obtenido de
//ebookcentral.proquest.com/lib/upnortesp/detail.action?docID=3207244
Montes de Oca, L; , et al;. (2011). Aspectos termodinámicos de la meteorología y su
influencia en la dispersión de contaminantes atmosféricos. Cuba: Revista Cubana
de Física. Obtenido de
http://eds.a.ebscohost.com/eds/pdfviewer/pdfviewer?vid=2&sid=1d0cfcd9-4218-
4adb-8814-a2bc6645d6ef%40sessionmgr4007&thePreGuestLoginUrl=/eds/results

Sbarato, D., & Sbarato, V. M. (2006). Contaminación del aire. E book. Obtenido de
http://ebookcentral.proquest.com/lib/upnortesp/detail.action?docID=3192312.

Wark, K. (2012). Contaminación del aire.Origen y Control. LIMUSA.S.A. doi:968-18-1954-


3

Zuluaga , C; Parra , J;. (2016). ESTUDIO DE LA DISPERSIÓN DE CONTAMINANTES


ATMOSFÉRICOS EN LA JURISDICCIÓN DE CORNARE. Bolivia: Universidad
Pontificia Bolivariana. Obtenido de
https://www.cornare.gov.co/SIAR/aire/CALIDAD_DE_AIRE/CONTENIDO/INFORM
E-GENERAL_l.pdf

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