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Otro planteamiento por parte del escritor Eugenio Alarco (‘’El hombre peruano en su
historia’’. Cáp. 10) dice lo siguiente: ‘’Debemos recordar que la mayor parte de las
culturas, entre las que se encuentran la hebreo-cristiana, han considerado y siguen
considerando las relaciones sexuales, no como una de las cosas naturales y buenas de
la vida. Entre nosotros esto no ocurre, solo con los selváticos. Los actuales aymaras de
Chuchito, los pastores quechuas de la puna de Paratia, en Puno, los indígenas de
Chavin de Huantar y sin duda muchos otros piensan que dichas relaciones son algo
natural y placentero y no deben de ser materia de conflicto’’.
Así logramos apreciar que para muchos escritores, historiadores, arqueólogos y hasta
médicos; el acto sexual y la sexualidad en pleno no representaban (en la antigüedad) ni
representan (hoy en día) comportamientos degenerativos y pornográficos, sino todo
un acto de manifestaciones naturales y hasta artísticas que eran parte del desarrollo
social de las comunidades.
Las fuentes, los elementos, los vestigios, el material, que permiten analizar y deducir
hechos, costumbres, conductas de la vida sexual de los antiguos peruanos, son de los
siguientes tipos:
a) Las Crónicas. Documentos escritos, recogidos y dejados por los españoles, mestizos
e incluso indios. La crónica es por naturaleza un genero vernáculo que brota de la
historia. La crónica castellana tenia, sobre todo, como característica propia, una
tendencia ascética y moralizadora. (‘’Los cronistas del Perú’’. Porras B. Raúl. 1962).
Las crónicas, si bien son documentos indicadores, informadores, tal vez anunciadores,
sin embargo son discutibles y, en general, pueden y deben ser cuestionados a la luz de
investigaciones y descubrimientos posteriores a ellas, también actuales y con
seguridad futuros. Como lo afirma Rafael Larco Hoyle: ‘’las crónicas son paginas que
nos transmiten informaciones superficiales e incompletas de la vida sexual de los
antiguos peruano (…) escritas algunas narraciones a partir del año 1557 no podemos
tomarlas como piedra angular para conocer lo que sucedió en días de violencia y
sojuzgamiento de un pueblo que solo conocía una escritura ideográfica y que, en el
testimonio oral, por fuerza habría de ser, sino hermético, al menos poco locuaz. Son
los cronistas, a veces, mas dados al estilo ampuloso del texto que a la belleza de la
realidad (…) ’’.
(‘’Checan, ensayo sobre las representaciones eróticas del Perú pre-colombino’’. Larco
H. Rafael. 1966).
Pero no todo lo escrito en las crónicas puede ser desechado. Son cartas de navegación
que deben ser tomadas como indicios a partir de los que hay que profundizar la
investigación complementaria aunque fuera simplemente por cotejo.
’Si bien por una parte las crónicas son un valioso documento de información para
poner en claro muchos aspectos de la complicada y variada trama de la vida del
antiguo Perú; por otra, en lo referente a los aspectos religiosos y sexuales en
particular, creo que la mayoría de ellas estan ‘’contaminadas de prejuicios’’ por
razones de carácter cultural, como los de orden ideológico, filosófico, moral, ético, etc.
Del lugar de los que provienen los cronistas, todos ellos en su mayoría totalmente
ajenos para comprender la naturaleza y esencia de esta nueva cultura radicalmente
diferente a la suya’’.
(‘’Concepción de la sexualidad en el Antiguo Perú’’. Vergara M. Enrique. 1993:149).
Los cronistas del Perú Antiguo son numerosos y difieren entre ellos por varios
aspectos: el tiempo en que escribieron, el lugar en el que lo hicieron, la profesión que
ejercieron o la ideología que defendieron. Por eso no es fácil obtener conclusiones que
puedan ser consideradas definitivas. Y si esto es así para los aspectos generales es aun
mas difícil y complicado para los de la sexualidad en especial.
Veamos con mayor detalle la opinión de uno de los primeros cronistas sobre la vida
sexual del poblador peruano pre-colombino.
Pedro Cieza de León, llega al Perú en 1548, según Porras Barrenechea encarna un
espíritu de paz y civilidad, es el primer cronista que emprende la historia peruana,
indígena y española’’.
(‘’La sexualidad en el Perú pre-colombino’’. Cáceres V. Artidoro. Pág. 25).
Don Pedro Cieza de León edito su ‘’Crónica del Perú’’ a partir de 1553. Veamos algunos
aspectos relacionados con la sexualidad de los antiguos peruanos, encontrados en su
obra. En el Capitulo X de la segunda parte se describe: ‘’de cómo el señor, después de
tomada la borla del reino, se casaba con su hermana la Coya, que es nombre de reina;
y como era permitido tener muchas mujeres, salvo que entre todas la Coya era la
legitima y la mas principal’’.
Uno de los temas en el que muchos cronistas se detienen es en el de las uniones
incestuosas entre hermanos. Se dice que habría sido Túpac Inca Yupanqui el primer
monarca que se unió a su hermana, aduciendo que debiendo adorar ambos conyugues
al mismo abuelo, la unión era perfecta.
Con la presencia de la invasión de la cultura Huari en el siglo VII de nuestra era, estas
ideas y sus representaciones plásticas, desaparecen. Al menos no se registran la
frecuencia durante la cultura Moche en sus fases I, II, III especialmente.
Es decir, sobrevive con dos siglos de paréntesis, esta tradición mágico-religiosa aunque
claro, el reinado Chimú habría perdido el conocimiento de las formulas de asociación
de tierras, horneado y oxido para pintar que tuvieran los Mochica; sus
representaciones se manifiestan en cerámicas negras desproporcionadas y carentes de
plasticidad y el realismo Mochica’’.