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Profundización Clima y Cultura Institucional

Maestría en Dirección y Gestión de Instituciones Educativas


Facultad de Educación

LA NECESIDAD DE UN ENFOQUE HUMANISTA EN LA DIRECCIÓN


ORGANIZACIONAL.

ANDRÈS FELIPE MOSQUERA ROBAYO

TYRONE ELIECER VARGAS MORENO

UNIVERSIDAD DE LA SABANA

ANTROPOLOGIA ACCIÓN DIRECTIVA

2018
Profundización Clima y Cultura Institucional
Maestría en Dirección y Gestión de Instituciones Educativas
Facultad de Educación

ENFOQUES Y TEORÍAS HUMANAS DE LA ORGANIZACIÓN.

Las organizaciones humanas han venido evolucionando en el trascurso del tiempo,


es allí donde el factor humano ha sido una herramienta fundamental para dicho cambio ya
que las personas actúan para satisfacer sus propias necesidades y es allí donde mayor mente
el ser humano se vincula a una organización teniendo encuenta según Sandoval “el fin de
una organización es satisfacer las necesidades de las personas que con ellas se relaciona”

Nunca antes en la historia de la humanidad, la sociedad ha vivido en una época de


tanta riqueza material, basado en la enorme producción de bienes de consumo, servicios
especializados y demás beneficios que le han permitido al hombre, aumentar su nivel de vida
en términos de comodidad, longevidad y acceso a privilegios que en el pasado eran
prácticamente imposibles siquiera de imaginar. En todo caso y como gran paradoja, este
superhombre con tantas mercancías de donde escoger, ya no es un ser humano, la modernidad
le ha convertido en ser alienado cuya única función es consumir más y más; trabajar con
mayor eficiencia y eficacia; proyectar sus sueños y metas paralelo a la desenfrenada
necesidad de satisfacer toda su voluntad en medio de las alternativas que le ofrece la
globalización y el mercado.

Es precisamente en esa crisis deshumanizante y alienadora del hombre, que surge la


necesidad de escribir este ensayo. En términos de los estudios propios de la administración
organizacional, conceptos como coaching, emprendimiento, resiliencia entre otras, buscan
explicar la insatisfacción de la existencia a través de confusos procesos y metodologías,
generando falsas expectativas de solución en medio de las dificultades. El problema se
profundiza más, si se tiene en cuenta que la gestión organizacional basa la importancia del
ser humano en términos de sus resultados, una

Por tal motivo, el presente ensayo pretende reivindicar la necesidad de formular e


implementar un enfoque humanista dentro de la dirección organizacional, como un enfoque
que prioriza al ser humano en su complejidad desde sus emociones y la espiritualidad,
conforme a las relaciones interpersonales y familiares que desarrolle a lo largo de su vida.
Por ello, comprenderemos como enfoque humanista a la prioridad que se da desde la
dirección a las personas sobre lo material y el respeto incondicional a la dignidad, derechos
fundamentales y el logro de una verdadera prosperidad personal y espiritual.

Para sustentar esta idea, el texto de Sellés (2018) nos propone nueve consejos a los
directivos, donde se recomienda en el ejercicio de la dirección, asumir el servicio al bien
común entendiendo que la dirección debe estimular siempre el bienestar social. En ese
sentido, la dirección organizacional si pretende alcanzar ese bien estar, necesita de una
dirección humanista que comprenda al individuo como ser consciente y libres, mas no como
un simple medio productivo, reconociendo las cualidades humanas y espirituales de los
colaboradores a través de sus intereses, sentimientos y pretensiones, para poder así motivarles
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adecuadamente, a través de una comunicación franca y veraz, que le permita no solo a la


dirección de la organización, sino también a los asociados o colaboradores de la misma,
alcanzar las virtudes centrales expuestas por Leonardo Polo, tales como la responsabilidad,
prudencia, justicia, fortaleza, templanza y veracidad.

Adicionalmente, un enfoque humanista en la dirección nos permite superar los


presupuestos racionalistas de la teoría de juegos, donde tenemos condiciones de suma cero,
equivalentes a que la ganancia de uno es la pérdida del otro y fundamentadas en la idea que
el único incentivo se basa en el egoísmo y los intereses individuales. Un enfoque humanista
en la dirección, comprende que el hombre es un ser social por naturaleza como lo afirmaba
Aristóteles. En esa línea, cambiar el paradigma supone pensar que los asociados en una
organización pueden acudir a la idea del bienestar común a partir de esfuerzos colectivos,
solidarios y basados en una ética, en consonancia a los principios espirituales que en últimas
definen el deber ser de las cosas. Al respecto, señala Alberto I. Vargas: “Descubrir al otro
como prójimo es descubrirlo como persona, como co-jugador. Por eso el prójimo no es sólo
receptor pasivo, sino regla metódica para los demás jugadores” (2017, p.136)

En este punto, toma importancia la propuesta de una teoría de juegos axiomática


propuesta por Vargas (2017) donde las condiciones de Von Neumann y demás autores sonn
sustituidas de este modo: “1) se juega; 2) los jugadores (y las jugadas) son distintos; 3) hay
reglas; 4) se gana jugando; 5) no se juega solo; 6) la siguiente jugada es la mejor; 7) hay un
terreno de juego; 8) al jugar se juega más.” (2017, p. 107)

Este tipo de propuestas, fomentan un liderazgo en términos de dirección


organizacional basado en una actitud transformadora y de servicio donde se estimule el
sentido de pertenencia y la voluntad de cooperación de los asociados en pro de unos objetivos
y unas relaciones simbióticas, es decir, una perspectiva antropológica donde prima el tejido
y la construcción colectiva, en vez de los presupuestos de la sociedad moderna donde la
competencia y el darwinismo social son los ejes del ascenso económico y social.

En conclusión, de este trabajo, se debe comprender que cada ser humano tiene su
conjunto único de necesidades, por lo que la personalización es siempre un factor más
importante para la satisfacción laboral que el establecimiento y seguimiento de estándares.
Si bien es cierto, no se puede desconocer el hecho que muchas veces, el tamaño de las
organizaciones puede implicar dificultades para practicar un enfoque humanista en términos
de su practicidad, se deben tomar en cuenta los beneficios de su implementación que se
traducen en las buenas prácticas y el bien estar de los asociados. Alcanzar estos estándares,
tiene una incidencia positiva en la consecución de metas y objetivos, sin sacrificar o
deshumanizar al individuo so pretexto de las ganancias y los resultados.

En ese sentido, se puede garantizar una verdadera libertad, sujeta a las limitaciones
morales y éticas de un comportamiento basado en la justicia. Esclarecer este camino en otras
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palabras, supone reivindicar como se ha expuesto a lo largo de este ensayo, la prevalencia


del ser humano sobre todas las cosas en el marco de la gestión organizacional, que se base
en la empatía y el amor a la humanidad, como los pilares sostenidos de la felicidad y el
desarrollo individual y colectivo.

REFERENCIAS

Polo, L., & Llano, C. (s.f.). ¿Qué es dirigir?

Sellés, J. F. (s.f.). 9 consejos al gobernante.

Vargas, A. (s.f.). Crisis personal y desgobierno contemporáneo.

Vargas, A. I. (2017). Teoría axiomática de los juegos donales: una propuesta desde la
antropología de Leonardo Polo. Empresa y Humanismo, 107-153.

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