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“‘Versos bajo el ala’: una escritura refractaria”

María Payeras Grau. Espejos de palabra. La voz secreta de la mujer en la poesía


española de posguerra (1939-1959). Madrid: Universidad Nacional de Educación a
Distancia, 2009, 411 pp.
Verónica Leuci
Universidad Nacional de Mar del Plata

“Revoloteábamos los poetas por Madrid,


con nuestros versos bajo el ala”
Gloria Fuertes

Sin duda, resulta sumamente atractivo para cualquier estudioso de la poesía


española encontrarse con un libro como el de María Payeras Grau, titulado con la
sugerente imagen de “espejos de palabra”, metáfora que, desde el comienzo, nos sitúa
en un espacio refractario, que propone advertir distintos “anversos” de la escritura que
responden, en este caso, a matrices discursivas diversas. En primer término, el libro nos
emplaza, sincrónicamente, en un período determinado, el de la poesía española en las
dos décadas posteriores a la Guerra Civil (1939-1959). Sin embargo, la principal
originalidad del libro radica en poner en escena, como presencias protagónicas, las
voces femeninas que “piden la palabra” en ese momento histórico. Un gesto que sortea,
provocativamente, no sólo mandatos y limitaciones ancestrales de índole histórico-
cultural, que asocian a la mujer a la “musa” (objeto) y no a la “creación” (sujeto), sino
también, de modo concreto, las restricciones políticas que se arman en torno a la
censura y a un programa “antiintelectualista” que, previsiblemente, se enfatiza en el
caso de la labor femenina, en el opresivo marco de la posguerra española.
Así, en consonancia con el desafío que significó la escritura femenina de la que
se ocupa el estudio, Payeras se posiciona asimismo en un lugar polémico en su
búsqueda de desvelar estas voces acalladas no sólo por prejuicios culturales y
tradicionales que, secularmente, subordinan lo femenino a lo masculino, sino también,
en este caso, silenciadas por operatorias críticas que, como señala la autora, han
reservado un espacio marginal – en muchos casos, nulo – para estas escritoras en las
antologías y estudios del período.
El propósito central será, entonces, el de recuperar una tradición perdida, en esta
aproximación a la poesía de autoría femenina, acotada a los libros que se han publicado
en las dos décadas señaladas y centrada en la reconstrucción de la imagen colectiva de
la mujer que se proyecta en esa poesía. El interés, no obstante, consistirá en analizar sus

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voces no como un bloque homogéneo, sino como artistas individuales pero con un
objetivo común: expresarse en voz alta e “intervenir en la historia, exigiendo su turno de
palabra” (Payeras, 37).
Este libro extenso y, sin embargo, de amena y accesible lectura, se divide en tres
capítulos y una última sección, destinada a relevar la bibliografía consultada y la
referencia a la obra completa de cada una de las escritoras, ceñidas en el estudio a las
publicaciones realizadas en el marco temporal del período elegido. El primer capítulo, la
“Introducción”, da cuenta de los objetivos del trabajo, enunciados sumariamente en las
líneas anteriores, y explicita las dificultades en el acceso al corpus poético, tarea
laboriosa de búsqueda que responde a causas múltiples, y que es posible sumar a los
“velos” que han recubierto estas – al decir de la autora – “voces secretas”. Asimismo, se
realiza una revisión de antologías generales de poesía y, luego, de antologías
especializadas en poesía femenina, puntualizando las de Carmen Conde y Adelaida las
Santas, fuentes más extensas de información sobre esta poesía entre la Guerra Civil y
1959, de las que se nutrirá la obra de Payeras.
El capítulo II, por su parte, denominado “Aproximación a las voces femeninas
en la poesía española durante los primeros veinte años de la posguerra”, incluye un
interesante estado de la cuestión en torno al problema, en el que se relevan las
aportaciones críticas previas al tema. En él, se destacan algunas falencias que es posible
advertir en los enfoques críticos precedentes, caracterizados, muchas veces, por visiones
demasiado panorámicas del asunto o, de modo paradójico, sumamente fragmentadas y
parciales. Contrariamente, desde una lúcida perspectiva, la propuesta del actual trabajo
plantea en su aproximación el emplazamiento en la encrucijada de dos coordenadas: la
primera, la máxima amplitud posible del corpus textual en los años acotados; la
segunda, el enfoque particular sobre la autorrepresentación de la mujer. Así, de la
confluencia de ambas líneas, surge la presentación de las “nuevas voces” a las que se da
lugar en el estudio: un inventario de treinta y nueve escritoras, divididas
cronológicamente en “Autoras en la órbita del 27”, “Primera promoción poética de
posguerra” y “Segunda promoción poética”. A ellas, se suman veintiséis nombres
englobados bajo el rótulo “Otras autoras de la época”, un pequeño bloque heterogéneo
de poetas, que acompaña transversalmente los anteriores, inclasificable por el
desconocimiento o bien de sus circunstancias biográficas, por su labor solitaria que
impide relacionarlas con una poética determinada, o por conservarse de ellas sólo un
libro. Los conjuntos anteriores, divididos epocalmente, reúnen las voces diversas de las

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poetas, presentadas desde un criterio bio-biliográfico que repasa sus circunstancias
vitales pero que se centra, de modo perspicaz, en algunas de las tendencias y
características principales de sus obras poéticas, proponiendo una concisa y lúcida
trayectoria por estas presencias que acompañan, con su voz, el itinerario que recorremos
junto a la autora.
En “La autorrepresentación poética de la mujer”, correspondiente al capítulo
tercero, se indaga en torno a los ejes que rigen la poesía femenina del período
seleccionado. Distintas directrices y tendencias con un mismo propósito: el alejamiento
de la representación tradicional de la mujer, asociada a prejuicios consolidados
histórica, religiosa o culturalmente. En cambio, lo que se pretende aquí es, desde la
poesía, destruir tales estereotipos en la búsqueda de “una nueva imagen de sí misma
acuñada por la propia mujer” (Payeras, 241). Payeras propone entonces en esta sección
un minucioso repaso por las modulaciones tendientes a la consolidación de la
autorrepresentación de la subjetividad femenina, que tiene en cuenta los discursos
individuales pero que advierte, a la vez, variaciones recurrentes. Entre las principales,
podemos destacar “la identificación con colectivos marginales” (mujeres “locas”,
prostitutas, presidiarias, etc.), en consonancia con la rebeldía contra lo establecido y,
también, como subterfugio para sortear la censura. Luego, “la defensa de la vocación
intelectual”, frente al mandato antiintelectual y autoafirmándose frente a la tiranía del
silencio. También, el “homenaje a las compañeras de oficio” y la “búsqueda de
trascendencia a través del arte”, por un lado, desde la necesidad de no ser consideradas
casos aislados y excepcionales y, a la vez, a través de una vocación intensa de perdurar
en la memoria a través de la labor poética. Por otro lado, otra tendencia será la de “la
equiparación poesía-parto”, junto al énfasis en la maternidad y la relación de la mujer
con la “madre tierra”, idea armada en torno a la idea de fecundidad y afirmando la
propia capacidad creadora. Asimismo, una nueva temática central será el reclamo de la
consideración equitativa entre la poesía escrita por mujeres y la escrita por hombres,
demandando en este sentido el rótulo de “poetas” y no de “poetisas”, asociado este
último al “entretenimiento” y no al “oficio” y la “responsabilidad” que conlleva la
escritura poética para estas autoras. Por su parte, el “reflejo de la frustración”, “el
acceso al lenguaje”, “la asfixiante domesticidad”, “la relación hombre/mujer”, “la
búsqueda de la propia identidad”, “la conciencia y defensa de la condición femenina” y
“el cuerpo de la mujer” se constituyen como planteos que tienden, cada uno desde
enunciaciones disímiles, a la reivindicación del lugar de la mujer, redefiniendo los

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estereotipos, cuestionando el monopolio de la palabra masculina, mostrando la
disconformidad por imposiciones culturales y construyendo un nuevo modelo de
femineidad. Por último, Payeras destaca al final del capítulo “la relectura del mito de
Eva” como el tema más recurrente en la poesía femenina de posguerra, que, desde la
escritura de Carmen Conde (sucedida por otras autoras, como Ángela Figuera,
Mercedes Chamorro, María Beneyto, Adelaida las Santas), se infiltró en el imaginario
poético de los años siguientes, ordenando un discurso transgresor y denunciando la
marginación social de la mujer a lo largo del los siglos.
Las numerosas voces relevadas por María Payeras permiten advertir, pues, desde
sus individualidades, un sentir colectivo, en la búsqueda de un nuevo destino desafiante
de siglos de silencio y limitaciones ancestrales. Como aquellas, la voz de la autora se
erige también por encima de trabas y obstáculos, esta vez, enraizados en operatorias que
conciernen también, probablemente de modo conjunto, a silenciamientos y
desplazamientos críticos y editoriales. Espejos de palabra representa, por último, un
libro insoslayable para los que quieran transitar por estas interesantes voces “secretas”
de autoría femenina de la posguerra española, brindando un panorama ineludible en la
aproximación a las subjetividades perspicazmente analizadas en el estudio. Palabras que
reflejan una nueva mirada, que revierten y deforman visiones canónicas y que, como
espejo renovado, se proyectan hacia nuevos posicionamientos y nuevos desafíos.

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