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f NDICE

1 Remnocimientos . . . . . . . . .
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i. .I. La educación de un antropólogo urbano .


! . . . . . .
r" 11. ~tnógrafosde Chicago . . . . . . . .
e!; El principio : Thomas y Park . . . .
d . . .
C../' Una visión del urbanismo . . . . . . .
..t,_.* . Como las-pl-~&ass;.ei. orden espacial. de la .ciuaaa . . ...-. ..:-, . .
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\'j Los estudios de Chicago como antropolog . .
.r ., . Los "hoboes" y la "hobohemia" . . .
-> Las 1 313 pandillas . .
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. . . .
El barrio judío en Europa y en Estados Unidos . . . . .
Panorama del Lower North Side . . . . . . . . . .
:.
Bailar para comer . . . . . . . . . . . . . . .:
,-3
.&
La escuela de Chicago en retrospectiva . . . . . . . .
111. En busca de la ciudad . . . . . . . . . . . . .
El dominio de la dicotomía . . . . . . . . . . .
El urbanismo de W-h. Rasgos, presupuestos, puntos débiles . .
Etnocentrismo, tradiciones culturales 'y unidad del urbanismo . .
Las ciudades en la sociedad. Perspectivas históricas . . . . .
Augares centrales y lugares especiales: perspectivas geográficas .
Diversidad y accesibilidad . . . . . . . , .
IV. Perspectiva desde el Copperbelt . . . . . . . .
Destribualización en Broken Hill . . . . . . .
Max Gluckman y la escuela de Manchester . . . . . . .
Estudios de casos ampliados, análisis situacional y la danza kalela
Veinticinco años de política en Luanshya . . . . . . . . .
"Un urbícola africano es un urbícola.. ." . . . . . . .
Conceptualización de las relaciones y las situaciones . . . .
Determinantes externos y los límites de la ingenuidad . . . .
N
. El vínculo entre la ciudad y el campo . . . . . . . . .
Información personal y normas públicas. Reconsideración de las
relaciones . . . . . . . . . . . . . . . .
Etnicidad, atributos discriminatonos de papeles y vida urbana .
Los antropólogos del Rhodes-Livingstone y la situación colonial .
.. V. Pensar en redes . . . . . . . . . . . . . . . .
Los inicios en Bremnes . . . . . . . . . . . . .
La red y el matrimonio según Bott . . . . . . .. . .
Rojos y escuelas . . . . . . . . . . . . . .
Conseguir votos . . ,. . . . . . . . . . , . .
El análisis de red, 'las estructuras complejas y las nuevas perspec-
tivas . . . . . . . . . . . ... . . . .
Variables en el análisis -de red . . . . , . . . . ;
Usos y limitaciones . . . . . . . . . . . . . .
Este libro se terminó de imprimir el
El m o r : chisme y red . .. . . . . . . . . . . día 23 de enero de 1987 en los talleres
Mau-mauando al parachoques . . . . . . . . . . . de R z a ~ o - V mY~Asocuws, S. A.,
Accesibilidad, pequeños mundos y conciencia de red . . . . . Av. 10, núm. 150, Col. 1. Zaragoza.
En la composición se usaron tipo5
Redes de poder . . . . . . . . . . . . . ,. . Baskerville de 8:10, 9:11, 10:12 y
La ciudad: red de redes . . .. . . . . . . . . . 11 puntos. El tiro fue de 3 000 ejem-
VI. La ciudad como teatro: cuentos de Goffman . . . . . . plares.
La perspectiva dramatúrgica . . . .. . .' . . . . .
,

Sociologías de sinceridad y engaño . . . . . . . . .


Institucio~iestotales. . . . . . . . . . . . . .
Mezcla: normalidad y alarma . . . . . . . . . . .
Gaffman, urbanismo y ' el yo . . . . . . . . . . ..
.
Segmentalidad y autopresentación . . . . . ., . . .
VII. Conclusión: la construcción de las ciudades y las vidas urbanas .
Antropología de los dominios, la ciudad blanda y modos de ,existen-
cia urbana . . . . . . . . . . . . - . .. . .
Un ejemplo: la etnografía de la vecindad . . . . . . .
Fluidez de la vida urbana . , . . . . . . . . . . .
Creación .de papeles . . . . . . . . . . . . . . . .
Organización social del significado . . i . . . . .. .
Las ciudades como conjimtos . . . . . . . . '. . .
, Reflexiones: trabajo de campo en la ciudad . , . . , .

1. .-
Apéndice: Conceptos analíticos en exploraci6n de la ciudad . . . ..

I Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
PENSAR EN REDES 189

;or las sociedades complejas. El primero en emplearlo con un sentido más


$~specíficofue J o h . Barnes (1954), en su estudio sobre Bremnes, pequeña
qnunidad noruega de pescadores y granjeros. Barnes .buscaba describir el
V. PENSAR EN REDES istema social de Bremnes. Pensaba que sería útil considerarla compuesta
le tres campos sociales analíticamente separados. (El grado exacto de separa-
:i6n analítica no nos preocupa aquí.) Uno de ellos era el sistema territorial.
PROBABLEMENTE todos conocemos las cadenas de cartas. Se recibe una cartq
3remnes se podía ver como una jerarquía de unidades en que cada nivel
de alguien que nos da instrucciones para enviar algo -dinero, una postal
noorporaba a los niveles más bajos, desde el hogar, a través del caserío y la
o lo que sea- a la persona que encabeza una lista dada, quitar luego e s
nombre añadiendo el nuestro al final de la lista y, finalmente, pasar la nueva !Idea, hasta el nivel del municipio, siendo el municipio mimo de Bremnes
mrte de unidades todavía más amplias. Este campo tenia una estructura
lista con instrucciones a un cierto número de personas que nosotros misma
)astante estable. La gente no se movía mucho, y la vecindad podía ser
elegimos. Si todo resulta según el plan, las cadenas se ramificarán con
rapidez, de manera que a cambio de lo hecho, recibimos con el tiempo
m marco de referencia para organizar relaciones que duraran largo tiempo.
j, empleaba también para la administración al igual que para las asocia-
un considerable número de respuestas de otras personas, quienes tal vez nos
iones voluntarias. El segundo campo se basaba en la industria pesquera. Sus
sean personalmente desconocidas. Pero con frecuencia, aunque decida-
midades eran los barcos de pesca y sus tripulaciones, cooperativas de venta,
cumplir las instrucciones, no recibimos nada a cambio, porque en algún punto
'ábricas de aceite de arenque, etc., organizadas de manera más interdepen-
de la fila hay gente que no desea participar. Por otra parte, puede suceder
que recibamos la misma carta más de una vez, si, por ejemplo, la persona que iiente que jerárquica. La estructura interna de estas unidades solía ser más
~ienfija, aunque el personal y, a veces, las unidades podían cambiar. El tercer
nos la envió manda otra carta a alguien que luego nos elige a nosotros.
pmpo era, para nuestros propósitos, el de mayor interés. Estaba constituido
Los problemas que los antropólogos tratan bajo el título de análisis de
Jor el parentesco, la amistad y las relaciones, con vínculos continuamente
red se refieren al mismo tipo de principios y realidades que influyen en el
zmbiantes y sin grupos estables ni coordinación global. Cada persona estaba
envío de cartas en cadena. ¿De qué forma están las relaciones sociales vincu-
:p contacto con un número de otras personas, algunas de las cuales esta-
ladas unas con otras? cómo se compara la situación en que dos personas
Jan en contacto directo entre sí y otras no lo estaban. Éste era el tipo de
en contacto directo tienen conocidos comunes con aquella situación en que
;ampo para el que Barnes proponía el término red:
tienen diferentes conocidos? cuántas personas conocemos y qué tipos de
persona? Estas, formuladas de un modo muy general, son algunas de ks I
La imagen que tengo es la de un conjunto de puntos, algunos de los cuales
preguntas que nos hacemos. estan unidos por Ifneas. Los puntos son personas o, a veces, grupos. y las
El desarrollo del análisis de red desde mediados de los años cincuenta ha lfneas indican que persona interacttía con cada una de las otras. Podemos por
sido objeto de varias revisiones extensas -por ejemplo, de Banes (1972), supuesto pensar que todo el conjunto de la vida social genera una red de este
\VKtten y Woife (1973), Mitchell (1974b) y Wolfe (19713)-; no hay, pues, tipo. Para nuestros fines actuales. sin embargo, quiero considerar, hablando
necesidad de emprender aquí tal tarea; tampoco reseñaremos tales revisic- en términos generales, la parte de la red total que ira-
nes.1 Bastará para nuestros fines recordar un puñado de los estudios más mo:-&?grupa- -den-as de interac+5n etlleq
u
- 9
conocidos para ver qué tipo de conceptos han surgido de ellos, y para con . a los sistemas territorial --e @dqtr;a!- [Barnes, 1954, p. 481.
___Y---

siderar brevemente sus usos en el pensamiento antropológico acerca del


urbanismo. Al desarrollar esta idea, Banies sugirió que entre la !sociedad tradicional
n pequeña escala y h sociedad moderna había una diferencia en 1;a malla d e
4 red. La distancia en torno a cada agujero de la red rriouerna ha de ser
Myor, ya que la gente no tiene en ella tantos amigos y conocidos en común
El análisis de red no es 5610 un instrumento de investigación urbana, aunque, Dmo en la sociedad en pequeña escala. Si hubieran de trazar cualquier
como veremos, tiende a crecer en importancia gracias al interés antropolúgim rincdo entre sí, aparte de su r e l a c i ó n - e t a , tal vez tendría que ser a través
1 Hasta la fecha, entre otros *bajos importantes de .lo que se ha publicado so& ie muchas otras personas, lo que probablemente significa& que no se
redes se encuentran Mitcheii (1969b), Aronson (1970), Boissevain y Mitchell (1973) b cuenta de tal posibilidad.
y Boissevain (1974).
0 PENSAR EN REDES PENSAR EN R E D ~ S 191
Barnes utilizó su concepto de la red en su ensayo de 1954, sobre todo p~
variable de la intervinculación le fue inspirada a Bott por lo que Barnes
alizar las concepciones de clase en Bremnes. En general, señalaba, la, gMa dicho acerca de la "malla". Cuantos más contactos tienen unos con
rsonas de dicha comunidad iilteractuaban con personas relativamente &ua.
eos los conocidos de una pareja, más intervinculada se dice que está la red
s: la diferenciación social era bastante limitada. Cualesquiera diferencias
e la pareja. Sin medidas precisas de intervinculación, sin embargo, Bott
estatus que hubiera entre dos personas en contacto directo solían ser subw fioyaba su argumento principalmente en los términos relativos de redes de
madas en el dialecto ipaiitario que gobierna la interacción. Pero si la
ejido cerrado y redes de tejido abierto. Según la perspectiva de este estu-
nte está vinculada en una cadena de relaciones, esas sutiles diferencias
iio, cada pareja tenía una red propia, que consistía en la gente con la que
suman acumulativamente, de forma que la diferencia total entre dos per.
3;j cónyuges interactuaban directamente. No se tomaban en consideración los
nas sólo conectadas indirectamente a trav6 de varios eslabones es más
%culos indirectos, excepto en la medida en que se puede decir que son in-
table. Así, la gente de Bremnes podía vivir en una red interconectada,
b c t o s los contactos entre sus conocidos desde el punto de vista de la pareja.
n una concepción general de tres clases (los que están por encima, los que
5610 una de las veinte familias tenía realmente una red de tejido cerrado,
6n por debajo y los que están en cl mismo nivel) y, sin embargo, inter-
tuar en una forma igualitaria.
km ksta era también la que tenía los papeles conyugales más separados.
íabía más ,redes intermedias y de tejido abierto, w n unas patas aparente
nenty en una fase de transición, y en el centro de ellas había un grado
miente de unidad en la relación conyugal. ¿Cuál es la base de esta corre-
ación aparente? La interpretación de Bott fue que las redes cerradas surgen
,bando los miembros del matrimonio han crecido en la misma área local
realidad el estudio sobre Brernnes no desarrollaba mucho cl concepto
r tontinúan viviendo en ella, con sus vecinos, amjgos y parientes como miem-
red, y el enunciado de las ideas que después cobrarían gran influencia
1% estables de la red. Cada c6nyuge continúa entonces sus anteriores rela-
enas era algo más que una digresibn. Pero una lectora que las encontr6
:ibnes; y en virtud de que estos conocidos exteriores están en contacto unos
piradoras las convirtió en centro de un libro aparecido unos poccs años
spués. Se trata de Family and Social Network [La familia y la red social,
m otros, pueden unirse en una presión normativa consistente sobre el
~ n y u g een cuestión para que se conforme a las reglas ya establecidas para
571, de Elizabeth Bott, y con él el análisis de red llegó a la ciudad.
iils respectivas relaciones. En esta situación, los cónyuges tienen menos opor-
trabajo de Bott formaba parte de un estudio interdisciplinario sobre las
ifnidades de relacionarse entre ellos plenamente, como harían en una relación
milias comunes y corrientesyyen Londres; más exactamente, era un estudio
~ n y u g a lconjunta. Expresado de un modo más positivo, no necesitan depen-
bre las relaciones matrimoniales, y sólo se hablaba de los hijos de forma
ler tan completamente uno del otro como necesitarían si carecieran de
iférica. Tomaban parte veinte familias. Los datos se reunieron principal-
rículos exteriores estables.
nte mediante entrevistas intensivas con los cónyuges, ya que las oportu-
ades de observación eran limitadas.
La red abierta típica, en cambio, se produce porque los cónyuges son, en
iino u otro sentido, móviles y hacen nuevos contactos con personas que no co-
La "hipótesis Bott" derivada del estudio afirma que "el grado de separa-
k e n a sus antiguos compañeros de red. Aquí las exigencias exteriores son
r? entre los papeles de marido y mujer varía directamente con la jnter
más débiles, y los cónyuges tienen que confiar más uno en el otro para
culación de la red social de la familia". Puede requerirse cierta explicación
&tener ayuda, seguridad y otras satisfacciones. Pero la movilidad no es lo
sus términos. Bott distinguía tres tipos de organización de las actividades
único que influye en la intervinculación de una red. La naturaleza de los
miliares: organización complementaria, en la cual las actividades de los
barrios, las formas de obtención de las oportunidades de trabajo, las carac-
nyuges son diferentes y separadas pero se ajvstan una a otra como un todo; terísticas de personalidad y otros factores diversos también están relacionados.
anización independiente, en la cual marido y mujer realizan sus activi-
Sin embargo, Bott considera que, en general, es más probable encontrar un
des con bastante independencia aquél de ésta y ésta de aquél; y organi-
alto grado de intervinculación de red entre la gente de la clase obrera. Aquí
ión conjunta, en la cual los cónyuges realizan juntos sus actividades O
se encontrará con mayor frecuencia el vecindario establecido, con familias
nde las actividades son intercambiables entre ellos. Las dos primeras de
que permanecen durante generaciones, donde vecinos y parientes a menudo
as formas de organización dominan en las relaciones conyugales separadas,
trabajan juntos en una industria dominante cercana y se ayudan a encontrar
entras que la tercera es característica de la relación conyugal conjunta.
trabajo y casa. Debemos añadir aquí, tal vez, que esa generalización es
192 PENSAR EN REDES PJ3NSAR;:w REDES -193
más aplicable a la clase obrera urbana de Inglaterra en un punto particular e reúnen en algunas .actividades y se separan en otras? ¿Tienen la unión
de su historia; estas condiciones de vida obviamente pueden o no coincidi y, la separación en ciertas actividades mayor valor de diagnóstico para carac-
con las de la clase obrera de otros sitios. El complejo de circunstancias opuesto, terizar la relación en su conjunto? No necesitamos adentrarnos aquí en tales
en que una red abierta genera una relación conyugal conjunta, puede inclut rnestiones; baste concluir que Family and Social Network ha tenido una
personas social y geográficamente móviles, muy probablemente de clase busitada influencia.
media, que tienen un conjunto de vecinos más variado y que utilizan con
menos frecuencia a sus contactos de la red para encontrar empleo. Rojos Y ESCUELAS
El estudio de Bott ha suscitado muchos comentarios y ha inspirado muchas d:
otras investiga~iones.~ Estableció fiiemente la idea de una relación entre ía década posterior al Ebro de Bott, las conceptualizaciones de diverso
la estructura interna de la familia y el patrón de sus contactos externos, y ,tipo en torno a las redes se hicieron cada vez más frecuentes en la antro-
parece haber considerable consenso en que las redes de tejido cerrado van pología. Por lo tanto se hace difícil elegir otro par de ejemplos más entre
w n las relaciones maritales separadas. Sin embargo, las pruebas sobre la primera generación de trabajos sobre las redes. Sin embargo, entre los
relación entre las redes abiertas y los vínculos conyugales conjuntos son & conocidos están dos estudi~sde Philip Mayer y Adrian Mayer, que,
inconcluyentes; además, por lo que toca a la conceptuailzación y la i n t e ~ además, muestran formas importantes de considerar la vida social en térmi-
pretación, los comentaristas posteriores han señalado cierto número de cabos pos de redes.
sueltos en la presentación de Bott. Un punto importante es que resulta mejo~ !, La investigación de Philip Mayer (1961, 1962, 19ó4), como las del grupo
considerar a los cónyuges como dos unidades distintas en el análisis de red, del Rhodes-Livingstone, se centró en lo que reconocemos como una comu-
en vez de fundidos en una sola, como en este estudio: puede muy bien $dad urbana africana de tipo B: una ciudad nueva bajo control europeo
ser cmcial saber si los miembros de una relación conyugal tienen redes @ con una amplia población africana. En cierto modo, sin embargo, la
separadas o una red compartida, o hasta qué punto hay cierta superposición &dad de East London, en Sudáfrica, era un tanto diferente de las del
de ambas redes. Asimismo, dentro de estas redes se puede prestar mayo1 Gopperbelt. La regulación de la vida de los negros por los blancos era, y
atención a las diferenciaciones internas. ;Es la intervinculación general una +e siendo, más estricta. Por ejemplo, no estaba permitido ningún sindicato.
medida suficiente o habría que prestar atención también a los agrupamientos hdemás, East London era menos variada Ctnicamente que las ciudades del
que crean diferentes sectores de intervinculación variable y tal vez con #rica Central. La aplastante mayoría de su población africana estaba cons-
brechas notables entre ellos? LESmás o menos cerrado el tejido de diferente
Chuida por xhosas, en cuyos terrenos nativos está situada East London, y de
categorias de contactos?; por ejemplo, ¿los parientes, se conocen todos m ellos se ocupa el estudio de Mayer.8
a otros, mientras que los amigos no? Y ihasta qué punto son los parientes 1
:'Los xhosas urbanos se podían considerar, en la época de la investigación,
amigos, respectivamente, parte de la superposición entre las redes de la!
divididos en varios grupos principales.' Por una parte se podían distmguir
dos cónyuges, o de las partes de las redes que no son compartidas? 2Bajc
t& urbicolas, nacidos en East London y con todos sus vínculos sociales en la
qué condiciones realmente produce una red cerrada el consenso normativo qui
ciudad, de los inmigrantes de las áreas rurales. Por otra, entre los inmigrantes
Bott parece simplemente suponer, y en quC condiciones se utilizan la
vinculas existentes para hacer cumplir las normas? Éstos son ejemplos dc
hbíí un claro contraste entre dos orientaciones culturales: la de los "rojos"
$la de los "escuelas". Este contraste era ya visible en la vida rural. Los
preguntas que muestran la mayor profundidad de la descripción y el análisi .
ffiosas rojos eran tradicionalistas conscientes, y debían su designación al hecho
de las redes que se ha alcanzado con posterioridad al estudio de Bott. Tam
be untarse de ocre rostros, cuerpos y las mantas con que vestían. Rechaza-
bién una diferenciación mayor puede observarse en la conceptualización dc
la relación conyugal misma. ;ES suficiente hablar de unión y separación en 1:
:'a Bernard Magubane, cuyas .críticas a la antropología del Instituto Rhodes-Living-
relación en su conjunto, o es necesario considerar cómo algunas pareja itone se mencionaron en el capítulo anterior, ha dado también. un tratamiento p o l h i c o
. , ?.la investigación que efectuó Mayer sobre los xhosas (Magubane, 1973).
9 La propia Bott ha hecho la crítica de gran parte de esta investigacibn en u1
nuevo capitulo añadido a la segunda edición de Pamily and Social Network (1971) que, desde el estudio de Mayer, la políticá del apartheid sudafricano ha alterado
que tambikn incluye una extensa bibliografia Además, merecen atención los ensayo
de Cubitt (1973) y Kapferer (1973).
194 PENSAR EN REDES m A R EN REDES 195

ban la mayoría de las ideas y prácticas que habían traído los europeos, proceso de cambio unidireccional, en vez de mantener la dternancia.
incluso la religión cristiana y la educación misionera que la acompañaba, $0 su medio urbano, había menos presiones peisonales que le devolvieran
Los xhosas escuelas eran conversos cristianos que, desde muchas generacione, ,,su área rural de origen. En cambio, el inmigrante rojo introducía en su
atrás, habían adquirido muchos de los valores, ideas y signos externos a e d i ~urbano su continuado compromiso con la patria chica campesina.
vados de la cultura de los colonizadores blancos. Las proporciones de roja r.Mayer se apoyaba en el razonamiento de Bott sobre la conexión entre la
y escuelas variaban en las distintas partes del territorio shosa; pero en gi;in. fmde la red y la presión normativa. Los xhosas rojos mantenían vclun-
des áreas coexistían Ics dos estilos de vida, con contactos un tanto reducida tanamente una red cerrada en la ciudad, porque sus valores eran tales que
entre ellos y un número muy pequeño de nuevos reclutas que pasaban de llevaban a un conjunto de compaiieros conocidos unos de otros y homo-
un sector al' otro cada. año. .&neos en su forma de vida. Una vez dentro de esta fid, sin embargo, sus
En el campo, tanto los rojos como los escuelas eran campesinos; ni había jcios concertados limitaban efectivamente sus oportunidades de cambio
tampoco gran diferencia de ocupación entre los que emigraban a East LOndoh futuro.
Si el africano urbano típico era en el Copperbelt minero, el xhosa ordinario Los xhosas escuela, a sabiendas o no, optaban por ,una mayor libertad
de la ciudad trabajaba en una fábrica. No obstante, y especialmente en .el Continuada de acción (dentro de Los límites existentes para cualquier inmi-
dominio de la recreación, las vidas urbanas de los rojos y los escuelas resuE grante africano en East London) estableciendo relaciones cuyo peso sobre él
taban muy distintas. Los primeros apenas empleaban lo que la ciudad como tal menos penetrante.
puede ofrecer. Trataban de acercarse lo más posible a lo que tenian en .e]
campo. , CONSEGUIR
VOTOS .
Así, bebían cerveza, bailaban danzas tradicionales y adoraban a sus an II

tepasados; se reunían para recordar la vida rural y charlar sobre la gente El estudio de Adrian Mayer (1966) sobre una campaña electoral en la ciudad
del campo. Los inmigrantes que participaban en tales interacciones eran tam de Dewas, en el estado hindú de Madhya Pradesh, llevó el análisis de red en
bién aquellos que ya se conocían del campo y tenian relaciones más o mena nm dirección. Mayer se interesaba por la forma en que los candidatos a
adscritas como parientes, ccetáneos o vecinos. En términos de red, esto signi- un puesto de concejal utilizaban sus relaciones sociales para conseguir votos.
ficaba que. la red de emigrantes rojos característica era un conjunto unitaria ;Ld>S ~ Q principales
S candidatos en esta elección eran el del Partido del Con-
de relaciones, con cabos tanto urbanos como rurales ,y, en su conjunto, estre p s o y el del Jan Sangh. La atención de Mayer se centró en el candidato
.chanrente tejida. El inmigrante escuela, en cambio, estaba preparado por su d4 Congreso. El distrito era heterogkneo en cuanto a castas y ocupaciones,
orientación cultural para tomar parte en v a gama más amplia de actiG y ningún candidato podía ganar apelando sólo a un grupo particular; tenía
dades urbanas en su tiempo libre: educación, deportes, diversiones, la escasa @e atraer a un grupo de votantes más diverso. Ninguno de los dos candi-
actividad política existente. En algunas de estas actividades, sus compañem &tos era funcionario, aunque el candidato del Jan Sangh había sido, sin
podían ser citadinos de vieja estirpe; en muchas otras, inmigrantes escuelas. éxito, candidato anteriormente; tambiCn llevaba un tiempo más largo coino
Pero no había necesidad de que fueran personas de su propia área de origen figura pública y buscando una gama más amplia de contactos. El candidato
El &osa escuela podía, por lo tanto, tener efectivamente dos redes, vinw del Partido del Congreso, por otra parte, empezó a movilizar a sus segui-
ladas una a la otra a través de 61 mismo: una en el campo, que solía estar dures un tanto tarde. Su campaña tomó la forma de creación de lo que, en
más estrechamente tejida según la naturaleza de la sociedad rural; otra téminos de Mayer, era un plan de acción de forma particular. Podemos
e n la ciudad, que podía muy bien ser de tejido abierto, pues uno puede considerar el plan de acción como una especie de red, aunque esto no coinci-
asociarse a personas distintas en actividades distintas. de con el uso del propio Mayer. Consiste en un conjunto de cadenas finitas de
Mayer observaba que el estudio sobre East London tenía relación con las relaciones sociales, que se extienden desde un ego y se crean como tales
conceptualizaciones del grupo del Rhodes-Livingstone. El significado de .la para un propósito particular suyo, aunque cada una de las relaciones p a r
"alternancia" entre los sistemas rural y urbano era obviamente diferente para tinilares incluidas pueda tener su propia existencia aparte de ese propósito.
:los xhosas rojos y escuelas, y los dcs sistemas parecían más distinguibles, al En este Gltimo sentido, pueden ser de muy diverso carácter. Algunas pueden
menos en algunas áreas de la vida, para éstos que para aquéllos. El 'inmi- basarse en el parentesco, otras pueden ser comerciales, otras más depender
:grante escuela como individuo también era más probable que emprendiera de la pertenencia común a una asociación, etc. No tiene unidad excepto en la
196 PENSAR EN' REDES PENSAR EN REDES

medida en que ésta se establece a través de la relación directa O indiict; I'I


EL ANALISIS DE RED, LAS E S T R U ~ U R A SCOMPLEJAS
con el ego. .[ I
Y LAS NUEVAS PERSPECTIVAS
El candidato a concejal por el Partido del Congreso utilizó un plan d, k.
acción de muy largas cadenas para llegar a diversos grupos. Esto signifiC, P
por qué los antropólogos han adoptado el análisis de red? La respuesta\

J
que la influencia obtenida en 'cada eslabón podía ser de muy diferente
puede ser simple pero, al mirar atrás, es posible ver que el motivo prin-
turaleza, a veces más intrínseca a él que relacionada con la influencia o e
pal ha sido la preocupación por hacer el análisis relaciona1 más adaptable
programa del candidato mismo. Alguien interesado en la lucha, por ejm
plo, podía tomar la opinión de un compañero de gimnasio, que tal vez habí;
1.I--c
é ~ h i ? i n - ~ o ~ u n t $de
.cuanto mayor es el interés por
_
la
_
--- estructuras
---^ ."
vida
sociales cada vez más varia
urbana y por las sociedades com-
recibido la influencia de un militante del partido o de su tendero. Pen )I
lejas en general, mayor importancia adquiere este análisii; Fue necesario
cualquiera que fuese la naturaleza de las relaciones como tales, si se podía
,mtener una actitud abierta acerca de la delimitación de las unidades de
manipular eficazmente, el resultado sería un flujo centrípeto de apoyo polítiw
pdio, pues con mucha frecuencia no se podía confiar en las fronteras socia-
para el ego, el candidato. ' c'naturale~y'.Por una parte, hasta la comunidad local podría ser una
Esto parece semejarse mucho a la técnica de la cadena de cartas. En e $dad inmanejablemente grande y compleja, y no por fuerza apropiada
mejor de los casos, tiene un efecto de bola de nieve, si todos los reclutadQ ; SU conjunto para el tipo de análisis que se tiene en mente. Por otra
pueden a su vez reclutar a algunos más; más modestamente, tal vez basán v e , no era posible desatender los vínculos que se establecen fuera de ella,
dose "cada uno enseñe a otro", seguirá siendo una influencia bastante extensa
Mayer sugiere que las largas cadenas de relaciones son más útiles en un;
campaña rápida y "suave", diseñada para ascender en el momento mism(
de la elección. Es un esfuerzo masivo de reclutamiento donde la solidez de
-
m la región, la nación o el resto del mundo. Así que se recurría a conceptos
lino campo social, con la idea de amputar, de un tejido de relaciones
Fticamente-nito, esa gama particular en que se pueden rastrear los
-

ctores que dan forma a una actividad particular o a sus consecuencias..


apoyo es menos importante. El candidato del Jan Sangh, en cambio, habíi
realizado una campaña "dura". &taba directamente en contacto con mucha p campo de este tipo, como hemos visto, podía abarcar tanto las relaciones
seguidores, como hemos señalado, pero puede haber utilizado menos la mles de los inmipmtes como las urbanas, pasando así sobre las fronteras
vínculos directos e indirectos de éstos con otros. Con el tiempo, el apoyc : lo que alternativamente era posible considerar como sistemas sociales
que le daban podía haber sido más sólido que el que le daban al candidatc parados, o podía ser una &dad crm i- -al siste-, como
del Congreso sus seguidores. Pero el día de la elección, no fue suficiente: e s amigos, vecinos y parientes que influyen en la forma de una relación ma-
candidato del Partido del Congreso ganó. imonial. Los conceptos de red han sido un paso adicional hacia la compren-
Mayer señala otra diferencia más entre las relaciones directas e indirectas \n de tales unidades, en la medida en que hacen posible una especificación
Se refiere a la diferencia entre patrones y agentes comerciales. En una rela 6s exacta de la naturaleza de los vínculos dentro de dicho campo.6
ción transaccional, un patrón puede obtener lo que quiere de otra personn La idea de las redes en la antropología sirve, por lo tanto, para extraer,
utilizando sólo sus propios recursos, y éstos tienen limites. Un agente comer N un sistema más amplio y con propósitos analíticos, conjuntos más o menos
c i d puede comerciar en promesas para emplear su influencia con un patróir mplejos de relaciones. Tal vez esto debe matizarse: a veces señalamos que,
pero está generalmente entendido que no siempre puede cumplirlas. En UI principio, cualquier sistema amplio, incluso el mundo, se puede considerar
sentido, por lo tanto, sus fondos son ilimitados, ya que es menos probable mo una "red total". Esta idea tiene su utilidad. Pero, de hecho, lo que
que se le responsabilice por las promesas rotas. Esto podría llevar a un patrbn irmalmente hacemos es trazar límites en torno a alguna unidad que sospe-
a insertar agentes comerciales entre él y los demás en un plan de acción y amos puede ser práctica para un posterior escrutinio. Recurriendo a algunas
en consecuencia, hacer cadenas más largas en los planes de acción de aquello! nuestras anteriores conceptualizaciones sobre el orden social urbano, quizá
que tienen patrocinación de que disponer que las cadenas de los que nc idamos entender por qué estas unidades pueden ser tan variables especial-
tienen ninguna patrocinación importante. En la India, en la época en que
Mayer escribía, tal patrocinación estaba a menudo bajo el control del Partido
b En años más recientes parecería que este concepto especifico de campo ha desem-
del Congreso. ñado us papel menos importante en los escritos antropol6gicos. La terminología
red parece haberlo hecho superfluo.
198 PENSAR 'EN REDES PENSAR EN REDES

mente en el estudio de estructuras sociales más complejas, y por qué el an& ~ ~ b también,
ía sin embargo, una mayor conciencia de la amplitud de elección
de red se convierte entonces en un ejercicio de flexibilidad. En una estrucb y , 4 a c i 6 n , así wmo de las tensiones, dentro de las estructuras persistentes.
tan diferenciada, el individuo tiene muchos tipos de participaciones s i h Esta conciencia corría a la par con la atención prestada a la organización
cionales, es decir, papeles (roles), y las oportunidades para hacer divem " ~ o r m a en
l la sociología de la industria y la burocracia.
combinaciones de éstos en el repertorio de cada uno pueden ser cons 5 Las nuevas perspectivas analíticas no se han limitado al estudio de estruc-
derables. Pero a cada papel corresponden una o más relaciones con otra m sociales más complejas, pero parece haber una conexi6n de aquéllas con
personas; y, así, las redes se reúnen con una variabilidad que a grandes ras* @e. Donde son más variados los repertorios de papeles y, en consecuencia,
se asemeja a la de las constelaciones de papeles. El que luego tengan o s b i é n las redes, las combinaciones más o menos originales de experiencias
realmente interés analítico depende, a todas lucesj de la medida en que lC yrecursos ofrecen espacio para adaptaciones y estrategias innovadoras. Al mis-
papeles choquen, en cierta forma, también unos con otros, de suerte que a o tiempo, una sociedad sin un marco fuertemente integracior no garantiza
puedan discernir relaciones entre las relaciones. que haya un ajuste entre los diversos papeles que un individuo adopta, y, por
A estas' alturas podemos tal vez darnos cuenta de por qué el análisis d &o, se corren tambiCn riesgos. Uno de los problemas de la organización
red suele ser considerado como parte de un complejo de innovaciones q" e i a l , como Firth (1955, p. 2) lo ha expresado, es "resolver los conflictos
han ingresado en la visión antropológica de la sociedad en los años reciente! eptre los principios estructurales". Este tipo de percepción del predominio
Según el funcionalisno estructural de viejo estilo, la sociedad se podía de las contradicciones también ilevó, wmo recordamos, a los antropólogos del
siderar constituida por gmpos e instituciones duraderos; las personas qu aodes-Livingstone a reunir sus datos de distinta manera. En general, paréce
pasan a través de ellos realizan sus papeles según una prescripción, de m6dl hue donde las constelaciones de papeles son variadas, los individuos son asi-
que la descripción de las normas puede ser una explicación adecuada de 1 &mo más capaces de encarar tensiones y conflictos nuevos y nunca ensaya-
conducta social. Ahora estamos un tanto insatisfechos con esta perspectiva pos; mientras que donde las constelaciones son recurrentes, es más probable
Hemos empezado a incluir en nuestros . a _n á l i s i ~ ~ ~ m p institt &e haya soluciones institucionalizadas para tales problemas.
cionalizad~~,
....
estratégicos y de naturaleza adaptable, d=e
d e
i Así pues, la razón por la que hay muchas fonnas de extraer redes es que
presentarse dentro del marco institucional o de forma paralela a él, o qul hay muchas formas de combinar papeles y de hacer algo interesante con las
pueden producir cambios en éste. Firth (1954, p. 10) hizo una temprana pmbinaciones. Al considerar así las redes, entendemos que en parte tras-
amable crítica de la sabiduría establecida, con su distinción, entre la estm $enden de los grupos e instituciones duraderos, y en parte cubren otras áreas
tura social y la organización social, la última de las cuales entraña "los pn: del paisaje social. En éste hay vínculos que están menos regulados, sólo limi-
cesos de ordenación de la acción y relaciones en referencia a fines sociale ?dos por las líneas de conducta privadas que los participantes han aceptado
determinados, en términos de ajustes que resultan del ejercicio de selecciói plicitamente o que han dado por supuestas de manera implícita, relaciones
que realizan los miembros de la sociedad". Hemos visto que después S+I @ vez creadas en reacción a la despersonalización e insensibilidad de las
un vocabulario antropol6gico sobre las teorías de acción e intercambio, lo ipstituciones societarias. En el primer caso, la conducta del individuo puede
modelos generativos, la toma de decisiones, la transacción, la maximizaciói ptar en cierto grado determinada por el control normativo; pero dentro
y la manipulación. ;le estos límites puede también ser capaz de recurrir a experiencias e in-
En parte, estos nuevos puntos de vista se desarrollaron conforme los antra tereses que surgen de la totalidad integral de sus relaciones. Y así se pueden
pólogos entraban en áreas de la vida social que estaban menos claramenti g r las estructuras persistentes bajo una luz distinta; pues los participantes no
bajo el control normativo de la sociedad. Hemos visto que el grupo de $10 se convierten en un conjunto de personas un tanto anónimo, sino tam-
Rhodes-Livingstone empezó a distinguir las relaciones estructurales de las per ~iénen individuos completos a través de los cuales las influencias exteriores
sonales y categoriales, en sus estudios sobre el urbanismo africano. El cre
ciente interés por las sociedades mediterráneas y latinoamericanzs, con SU
características especiales, también restó interés a las estructuras duradera
mr las fronteras convencionales, el análisis
6sión cohereqte de una estructura socia
----
meden penetrar en la vida grupa1 o institucional. Al no tener mucho respeto
d7d-de
---
-- red puede proporcionar una
erenaaaa.
de grupo. Algunas relaciones aparecían cada vez más, fundamentalmente 6 d e Mayer ~ o b r e r acampana electoral hindú nos puede servir
como resultados más bien privados del intercambio acumulativo y la infor ie ejemplo aquí. En muchas de las relaciones que constituían eslabones de la
.mación personal; por ejemplo, la amistad y las relaciones de patrón-cliente adena del candidato, había una base institucional que no tenía nada que
200 PENSAR EN REDES PENSAR EN REDES . 201

ver con la política. Pero al efectuarse tales relaciones -por ejemplo entre ug &o la misma sociedad) que a una sociedad tradicional a pequeña escalar
luchador y otro-, un participante podía también divulgar un mensaje político &.marco institucional puede parecer menos intelectualmente problemático;
que muy probablemente había elegido en un contexto muy diferente. En este @a bien o para mal, quizá incluso "se le da por supuesto", se le considera
caso, la larga cadena de contactos indirectos entre el candidato y sus seg& amo dado en su análisis. Con esta amplia afiidad cultural, por otra parte,
dores potenciales ciertamente se apoyaba en la suposición de que las peF ,S miembros individuales de la sociedad tal vez se tornan más accesibles a la
sonas tienen, en las sociedades complejas, diferentes constelaciones de pape mpatía. Es más fácil seguir y comprender su lucha por hacer que el sistema
les, pues con cada eslabón de la cadena se hacían accesibles a la campalla rncione para ellos en todas sus sutilezas personales, sociales y culturales; y
nuevos contextos. Desde luego, es un poco irónico emplear un ejemplo hindú ada vez con mayor frecuencia los antropólogos se pueden encontrar incor-
para este punto, puesto que la sociedad hindú en su forma tradicional se orados como parte de la solución o parte del problema, eh las estrategias
puede tomar como ejemplo de constelaciones de papeles bastante estanda& .iás o menos complicadas de algunos individuos? De esta forma, el antro-
zadas, merced al sistema de castas. blogo, como instrumento de investigación, puede haberse vuelto más sensible
Deberíamos tal vez señalar en este momento que la idea adoptada aqd algunos fenómenos del nuevo ambiente.
de que las& _
trascienden de__grupos -- -
_---- e instituciones niversal en el
análisis de red. B ~ Scomo , hemos visto ya, se vio llev %Xirun c&
,- en su estudio sobre Bremnes, para cubrir uo de relacie
n a b I nes
% &que
& ¿ fuera después de aplicar un marco r>~ruc~iiral más con- ,& recensiones sobre estudios de red a menudo han insistido en hacer con-
ve_n~ional.Estaien-deñcia a convertir en dominio del anális?s'dFFed &o -los rastar el uso metaf6rico con el uso analítico de la idea de red. En la mayoría
conjuntos de relaciones sociales más personales y menos persistentes está muy le sus primeras apariciones, sobre todo en la era anterior a los estudios de
difundida, y allí es más necesario, si se toma en cuenta la falta de opciones ;ames y Bott, el uso era claramente metafórico: el término se refería mera- flflnp
analíticas. En un estadio anterior, las wnceptualizacio nes del PLhodes-Living- nente al hecho de que las-cial & c o n M a s unas COJL
stone sobre el urbanismo centroafricano también relacionaban las ideas de ,tras. Con el crecimiento de un análisis de red más intensivo, los escritores
red en especial con las relaciones personales. Postericormente, sin embargo, $buscan simplemente una metáfora de este tipo han preferido casi siempre
Mitchell (1973b) ha expresado el punto de vista adoptado aqiuí: el an álisis oces alternativas como "tela" (web) o "tejidoaa (fabn'c) para no implicar
de red supone un tipo particular de abstracción, más que un tipo par.ticu- &rspectivas demasiado específicas. Por otro lado, "redaa (network) se ha
lar de relación. ~nvertidoen un término de moda, que se aplica muy generosamente e n con-
Por tanto, los usos de esta abstracción pueden variar. Como mucnos han extos donde puede no ser realmente necesario. "Suena bien durante unos
notado, no hay una "teoría de la red" en el sentido de un conjunto de vantos años; pero como muchos otros términos cómodos, significa todo
proposiciones lógicamente interrelacionadas y comprobables, formato que &a todos, y quedará fuera de uso cuando la moda cambie", escnie Bames
de cualquier forma parece atraer muy pocas veces a los pensadores antropo- 1972, p. 1) en su examen. Pero tal vez el juicio es un poco injusto. I n c l u k
lógicos. Resumiendo los últimos párrafos, para nosotros las nociones relativas
a las redes parecen particularmente Útiles cuando nos ocupamos tanto de '-6 Esto no quiere decir, ciertamente, que los miembros de otras clases de sociedades
individuos que utilizan papeles más que ,de papeles que utilizan individuos, io hayan tratado de aprovecharse de su asociación con un antfopólogo; pero quizás
como del cruce y la manipulación mas que de la aceptación de las fronteras q u e en una sociedad compleja es con mayor frecuencia considerado un "contacto"
institucionales. Desde este punto vista consideramos la conexjón del análisis itil, un canal para conseguir. trabajo, educación y oiros recursos mediatizados social-
nente, ha de considerarse a sí mismo, cada v a con mayor frecuencia, un componente
de red tanto con lo que muchos han llamado la teoría antropológica de la nanipulable en un sistema social. Probablemente gran número de trabajadores
acción como con el estudio de las sociedades urbanas. y otras igualmente com le campo han tenido experiencias de este tipo. Entre los ejemplos que se han publicado
plejas. stán el de Whitten ('1970), quien analiza los diferentes modos en los que fue
Entre paréntesis, podríamos especular con que esta conexión también' ha ncorporado a redes en dos situaciones de campo; el de Goldkind (1970), quien relata
a acumulación de poder de un hombre de Chan Kom que era el contacto local
implicado un cambio en las relaciones entre el antropólogo y la sociedad lominante para los investigadores visitantes, desde Redfield en adelante; y el de
que estudia. Con frecuencia, la sociedad urbana o compleja en que investiga :utkind (1969), quien informa de su encuentro con nigerianos desempleados en .la parte
.
es más parecida culturalmente a la sociedad de que procede (si no es de xterior de un mercado de trabajo en Lagos.
202 PENSAR EN REDES
'
PENSAR EN 'REDES
las referencias más casuales a las "redes" a veces indican una conciencia. Upio íntimamente ligada al desarrollo del análisis de red. Barnes, tras haber
de las posibilidades de un análisis más intensivo, aunque no se realice del todo. *do en el Instituto Rhodes-Livingstone, hizo su trabajo de campo en N m e -
Lo que nos ocupa aquí, sin embargo, son los estudios en .que los concepb como investigador becado por la Universidad de Manchester; y Elizabeth
de red se han llevado más allá de la metáfora, en un desarrollo del pensa. (1971, p. 316) ha reconocido la influencia del seminario de Max Gluck-
miento antropológico que difícilmente puede desaparecer sin dejar huella. han en su pensamiento. En otra de las primeras formulaciones de las redes,
Los análisis de Barnes, Bott y los dos Mayer ofrecen ya algunos indicios de qpstein (1961) habíí utilizado el diario de los movimientos y contactos de
un aparato conceptual más elaborado, y puede ser útil prestar atención a SU, ayudante para describir la complejidad de la vida urbana centroafricana.
principales componentes. Desafortunadamente, éste es un campo donde a $ara los estudiosos de Manchester, el análisis de red era evidentemente un
menudo se encuentran complejidad y confusión terminológicas con~iderabl~.desarrollo natural dentro de la tradición de lectura detallada de materiales
Las dificultades empezaron a surgir muy pronto. Cada escritor creaba sus Flativos a casos particulares que ya había tenido por resultado estudios de
propios conceptos para sus propios fines particulares sobre la marcha; y hasta 990s ampliados y análisis situacionales; desarrollo que permitía un rigor
finales de los años sesenta no había ninguna red extensa entre los mismos descriptivo todavía mayor.
investigadores de redes que pudiera haber impedido la innecesaria prolifera . En su introducción, Mitchell hace una distinción, también adoptada por
ción de terminología para ideas más o menos semejantes. Pero la situación, otras personas, entre los atributos interaccionales, con lo cual se refiere a los
no mejoró mucho cuando empezaron a comunicarse sus ideas, sólo para vínculos particulares (como la intensidad, durabilidad, frecuencia o conte-
enredarlas o darles nuevos nombres. Red, campo, conjunto y retículo; den- nido) y los atributos morfol6gicos, con lo que se refiere a las formas e; que
sidad, malla e intervinculación; agrupamiento, sector, segmento y comparti- Ips,vinculos se ajustan unos a otros. Y si bien los primeros ciertamente no se
mento; plan de acción, cuasigrupo y coalición: todos ellos son grupos de pueden dejar de lado en ningún análisis particular, nos concentraremos a w í
conceptos de significado similar o que se superponen. La sugerencia de Firth en los atributos morfol6gicos, ya que la comprensión de éstos es la contri-
(1951, p. 29) de que "toda ciencia debe tener un presupuesto de términos bución más específica del análisis de red.
d e aplicación general, no muy estrictamente definidos" entra especialmente , Una primera área de variación, como ya nos han mostrado nuestros ejem-
a propósito aquí: en el vocabulario de las redes, casi no quedan tales térmi- plos, abarca los principios para abstraer una red de una unidad social más
nos, ya que casi cualquier término concebible ha sido cooptado en algún amplia. Como hemos dicho, no es cuestión de describir los atributos intrín-
momento para un uso técnico especifico. Y los intentos por devolverlos a un secos de los patrones de red, sino más bien de decidir cuál se adapta a los
uso amplio conveniente, aunque a veces son simplemente inevitables, pueden propósitos analíticos de uno. Las posibilidades parecen ser de dos t i p ~ sprin-
causar todavía más dificultades. cipales, con una combinación de ellos como tercer recurso. Se puede definir
Un examen atento de los conceptos que están obviamente relacionados una red anclándola en algún punto particular de la estructura de las rela-
y de los intercambios de ellos que hacen los académicos en cuestión puede. ciones sociales, como, por ejemplo, en un individuo o en ambas partes de
revelar importantes distinciones analíticas; aun así, éste difícilmente sería una díada particular, y pasar a un punto exterior cuantas veces parezca
el lugar adecuado para proporcionar un diccionario de la terminología de las necesario o útil. Esto es lo que se Ilapa una red ego-centrada ("egocéntrica")
redes. Intentaremos, en cambio, ver en qué tipos de atributos generales de o personal; el término se ha utilizado para referirse tanto al anclaje indivi-
las redes se han centrado los estudios. El más importante de los tratamientos dual como al diádico, aunque parece más exacto restringirlo al primero. Otra
sistemáticos en este campo es probablemente la introducción de Mitchdl posibilidad consiste en construir una red en torno a algún tipo particular de
(196913) a Social Networks in Urban Situations [Las redes sociales en las contenido de las relaciones, y así, por ejemplo, abstraer la red política de la
situaciones urbanas], compilación que contiene sobre todo estudios centro- red total; este principio de abstracción conduce a lo que suele llamarse red
africanos de la escuela de Manchester en la-era del ~hodes-Livingstone0. parcial. En tercer lugar, se puede delimitar una red parcial desde el punto
inmediatamente posteriore~.~ La 6Siueia d g - k a i - estuvo desde el prin- de partida de algún ego particular. Esta última posibilidad es obviamente la
i-- ----- -.
empleada en la red del político en campaíía que describe Adrian Mayer.
Aunque me baso principalmente en Mitchell (1969b) para el relato de los con- De modo algo menos claro, ésta es también la naturaleza de las redes conyu-
ceptos de red que siguen, quiero mencionar que hay un punto de vista semejante gales de Bott, pues ella toma en cueeta sólo los vínculos con parientes, amigos.
en Boissevain (1974). :,. y vecmos. Desde luego, Bott nos d a al mismo tiempo un ejemplo de redes
204 PENSAR EN REDES PENSAR .EN REDES ,205
-vadas en díadas, con los problemas analíticas particulares de tal tip, ,Dentro.de la red, como quiera que esté delimitada, Ia característica mor-
de anclaje. 016gica que ha suscitado más comentarios es lo que Bott llama intervincu-
Si una red se define desde el punto de vista de un centro tal, el interm. ación (connectedness), pero que ahora se llama más frecuentemente den-
gante siguiente será dónde deben trazarse sus I í t e s exteriores. En el caso ;idad. Se suele definir como la proporción de relaciones realmente existentes
de la campaña política, sin duda a uno le interesa descubrir con exactitud ientro del número de las que existirían entre una cantidad determinada de
cuán lejos se puede utilizar la cadena de relaciones para obtener apoyo ~ r s o n a ssi estuvieran todas directamente vinculadas unas con otras (véase
político. En muchos estudios, por otra parte, los límitc red se fijan a gráfica 4). Hemos señalado ya que Bott y Philip Mayer - é s t e en su
mucho más cerca del centro. En el Bott, Ia red
incluye s610 a las personas con quienes la pareja tieiirt rciación directa.
Aunque los vínculos laterales entre estas personas supuestamente se incluyen
también, es posible señalar que pudo haber habido más de las que Bott
sabia. Tuvo que enterarse de su existencia s610 mediante entrevistas con la
pareja central, cuyo propio conocimiento en este punto puede nc haber Sido
perfecto. Si se considera que una red consiste sólo en los víncidos direc:tos
entre el ego y otras personas, se obtiene lo que se llanna estrell:a de prirner
orden (cf. Barnes, 1969). Si se incluyen también las relaciones laterales que
existen entre estas otras, el conjunto de relaciones resultante se llama zona
de primer orden. Cuando se da otro paso hacia el exterior a partir de estas
otras, se tiene una estrella de segundo orden; y si se incluyen de nuevo las
relaciones laterales, una zona de segundo orden; etc. (véase la gráfica 3). (c)
G ~ C 4. A Redes de densidades diversas: a ) 10 vfnculos reales de 28 pdsibbs entre
8 personas (densidad: 0.36); b ) 13 vfncuios re&s de 28 posibles (densidad: 0.46);
c ) 17 vfnculos re1des de 28 posibles ( d m . d a d : 0.61).

estudio sobre los xhosas- vinc:dan la ciensidad al control social. Es de espe-


rarse que una persona que esté en una red densa se vea expuesta a la
influencia de cualquier otro participante tanto a través de los vínculos direc-
tos como de los indirectos. Pero aunque muy probablemente hay cierta verdad
en esto, vanos comentaristas han señalado que es necesaria una mayor espe-
cificación de las condiciones. Por ejemplo, quizá no todas las relaciones se
puedan utilizar para canalizar influencias si la comunicación entre eIlas fluye
princilialmente en una dirección, y dentro de la red las personas pueden
estar muy diversamt:nte situadas tanto para ejercer influencia como para
GRÁPICA 3. Redes de relaciones: a ) estrella de primer orden; b ) zona de prirnm ser el extremo rece^btor. Los conceptos de centralidad o alcanzabilidad de
orden; c ) estrella de segundo orden. posiciones particularc:S de la r ed se pueden usar para arrojar luz sobre esto.
Se han hecho esfuerzos semejantes para mostrar que la densidad puede no
Pero el ejemplo del estudio de Bott muestra que tales unidades de red tien- estar en absoluto dentro de la red. En algunas áreas de la red, la gente puede
den con rapidez a tomarse inmanejables. Si se ve la red desde el centro, estar íntimamente unida, con más o menos cada miembro directamente vincu-
simplemente tal vez no se pueda ver muy lejos. Volviendo de nuevo a la lado a todos los demás. Entre tal agrupamiento y otras partes de la red
cadena de cartas: una vez que ha pasado más allá de la estrella de primer puede haber pocos vínculos. Es probable que tal situación se pueda identi-
orden que uno tiene, es muy posible perderle la pista. ficar en las variedades ego-centradas de las abstracciones de red, pues de
'206 PENSAR EN REDES PENSAR EN REDES 20F

otro modo el estudioso estaría .menos propenso a considerar estos agrupa. 4 han podido e 1 a . z - 1 qsibilidad de alcance;-centra-
mientos como pertenecientes e n absoluto a la misma red. En este caso,. f l & d , - ~ g $ $ i ~ n - y otras variables. Repitiéndonos, pues, diremos que se
embargo, el agrupamiento puede ser muy significativo. Un individuo qbe p e d e alcanzar un rigor en las-~n~e~tualizaciones de red que llega a ser
participa de dos agrupamientos distintos y está expuesto al fuego c m o
de diferentes influencias entre ellos se halla en una posición enteramente
diferente que uíla persona en una red de densidad más uniforme.
Por supuesto, en muchas redes no hay más que un agrupamiento de gran
densidad, y el resto de la red está muy esparcido, o hay una declinación
&rnirable. Se -tr-LGn rig 3
Gjones prácticas. Es sumamente difícil y requiere mucho tiempo lograr este
ptencial de exactitud cuando se trata de unidad-esde-r&d-_qu no son
ante*pequeña$ Vamos a ejemplificar10 con dos conocidos estudios.- ,
r-
A
no obstante, que va acompañado de limita-

El prime& de ellos es la exploración de dos redes personales llevada a cabo


gradual de densidad de un sector a los demás. Basándose un tanto en este por Jeremy Boissevain (1974, pp. 97-146) Está; concebido como un estudio
criterio, algunos escritores han dividido las redes ego-centradas en diferentes giloto de la relación entre ciertas variables que no tienen por qué impor-
partes, como redes íntimas, efectivas y extensas: el número de partes diferen- tamos aquí. Lo que vamos a observar es el procedimiento y la verdadera
ciadas varía. Aun así, como indican las designaciones, la forma de.la red masa de datos implicada. Las redes eran las de dos maestros de escuela en
no es el único criterio para hacer tales distinciones; también cuentan criterios Malta, uno urbano y otro rural, y la cobertura era la de sus zonas de primer
interaccionales como la intensidad y el contenido, y no hay ninguna relación 4rden. En el caso del maestro rural, ésta abarcaba 1 751 personas; en el
unívoca segura entre Gstos y la densidad. del urbano, 638; parece que la diferencia se debe en parte a sus entomos
Una última característica morfológica de las redes ego-centradas que pode- diferente^.^ Eran personas con quienes los dos mantenían contacto o lo habían
mos señalar es el alcance. (A veces éste es idéntico a la "esfera" y a veces tenido. Se incluyeron unas cuantas personas con las que nunca se habían
no.) Se trata de una medida del número de personas que alguien alcanza :@o cara a cara, pero que, aun así, sentían que las conocían: esposas de
a travbs de su red. Se puede limitar a las personas que están en 'contacto parientes cercanos que vivían en el extranjero. (En Malta hay mucha migra-
. ~ión.) Se excluyó, por otra parte, a los niños menores de catorce años. En rea-
directo con el ego, aunque también se puede definir de modo que incluya
las relaciones de se,gmdo o tercer orden, etc. Dicho así, el alcance es.un lidad, como no había manera de llegar a estas cifras más que sonsacando
concepto abiertamente cuantitativo. Sin embargo, es posible también añadir identificaciones a los dos infopantes, sus redes reales eran probablemente
un criterio de heterogeneidad: se puede decir que una persona cuyos con- Jgo más amplias, pues es difícil que hayan podido recordar a todas las per-
tactos incluyen gente de más diversos tipos -definidos por edad, clase, etni- sonas que habían pasado por sus vidas. Por cada persona -1 751 más 638-
cidad o lo que fuere- tiene, por tanto, una red de mayor alcance que'quien se llen6 una hoja de informaci6n en la que se proporcionaban datos sobre el
tiene el mismo número de relaciones pero con un conjunto más homogéneo wntexto social de cada quien, número de relaciones de papel (role) com-
de personas. partidas con el informante, frecuencia del contacto, último contacto, con-
$enido de la relación y personas conocidas que esta persona y el informante
USOSY LIMITACIONES
principal tenían en común. Las hojas también se clasificaron de acuerdo con
la importancia emocional que tenían los diversos contactos para el infor-
Hemos vuelto a determinar con mucho detenimiento algunas importantes mante. Los dos informantes dieron también una extensa información b i e
variables de red. Pero ipara qué son importantes? Una respuesta general es gráfica, incluyendo materiales de caso sobre varias situaciones que implicaran
segmentos diferentes de sus redes. Originalmente, Bojssevain había intentado
~ g u ~ l variables
- a s .--- morfológicas e interactivas juntas constituyen p r o b a b l ~ n t e
el marco de referencia más extenso y ampliamente aplicable de que-dispo- 8 Una versión más breve del estudio se publicó con anterioridad en B o i s s e d
nemos para el estudio de las relaciones sociales. Nos pros~rcionan.un_a.&d~ y Mitchell (1973).
de lo que en potencia se conocer y de lo que se necesitaría para S La interpretación de BoisseMia es que el aldeano, quien se encuentra con las

alcanzar algo cercano a la totalidad en la descripción de las relaciones. El mar- mismas personas una y otra vez y es consciente de ello, utiliza simples cbpresencias
co de referencia puede incluso permitirnos algunas mediciones cuantitativas para llegar a conocer a un número mayor de personas que el urbícola, quien no se
encuentra con las mismas personas repetidas veces o, si así es, no se da cuenta. Los
tanto de las relaciones como de las formas que éstas en conjunto adquieren. analistas de red, como observaremos de nuevo más adelante, raras veces incluyen a los
Gracias a la inspiración de sistemas afines de ideas -tales como la socio- desconocidos en las redes. Dejan así al margen tanto las relaciones de tránsito como,
metría y la teoría de la gráfica matemática-, quienes ejercen el análisis de por ejemplo, muchos tipos de relaciones de aprovisionamiento.
208 . PENSAR-::EN!REDES PENSAR l3N RFDES 209

desanu>llar una muestra más amplia de estos informantes. No es sorprende* &bajador sintiera el impulso de acelerar. Solían ser los trabajadores, ai6s
que sólo lograra recoger los datos de estos dos cuando por lo visto decidjá w e s los que se sentían capaces de trabajar más aprisa, lo cual era una
dar por acabado el experimento. gienaza para los de mayor edad, quienes temían perder sus empleos si no
No se siente uno muy generoso pronunciando una sola palabra de crítica flan mantener el ritmo. En este caso la discusión empezó con un traba-
a un esfuerzo tal. Aun así, de acuerdo con lo que ya se ha dicho, se puede ador de más edad, Abraham, quien acusó a otro joven, Donald, de romper
observar que, paradójicamente, el proyecto era bastante limitado en dos a s w - :l ritmo; este último contestó con una acusación velada de brujería. Se supone
tos. Lo mismo que Bott en sus entrevistas, Boissevain sólo obtuvo por un lqe los hombres mayores de edad saben más sobre brujería, y es algo a lo que
lado la historia de cada vínculo de la red. La información sobre los con. &ede recurrir una persona cuando siente amenazado su puesto. Era de es-
tactos laterales entre los otros en la red podía ser poco confiable si el infor- nrarse que este intercambio llevara a los demás hombres a alinearse tomando
mante mismo no estaba bien informado. Sin embargo, para comprobar la lartido de acuerdo con su edad. Pero no sucedió así. Por el contrario, parece
información también con los otros hubiéramos necesitado otras 2 389 en& pie los otros trabajadores concentraron su atención en diversos temas latera-
vistas, algunas de ellas con personas repartidas por todo el mundo. Se puede &, y al final Abraham se encontró fuertemente apoyado tanto por hombres
caer en un remilgo metodológico tan escrupuloso cuando no es uno mismo p n e s como viejos, en tanto que Donald quedó más bien aislado. La pre-
el que tiene que hacer el trabajo. De modo similar, se podría destacar que p t a entonces es la siguiente: ¿por qué algunos de los hombres tomaron
las redes que Boissevain ha abstraído son superficiales, pues sólo incluyen p i d o de modas que parecían opuestos a sus intereses reales en los asuntos
relaciones de primer orden. Pero aun cuando vínculos rastreados más lejos e a t i v o s de velocidad de trabajo y brujería?
a menudo nos remitiesen en seguida-a muchas de las personas ya incluida .Kapferer defendió que el principio básico que sustentaba la conducta de
-puesto que la gente en una sociedad relativamente pequeña como Malta Ibs participantes, en ésta como en muchas otras situaciones, era el de alinearse
es probable que tenga muchas coincidencias entre sus redes-, una extensión le manera tal que sus inversiones en el conjunto de relaciones implicadas
que incluyera zonas de segundo o tercer orden nos daría como resultado tuia pedaran lo menos amenazadas posible. Para empezar, esto afectaría a los
cantidad de datos todavía menos manejable. hombres vinculados solamente con uno,de los dos en disputa o' que habían
Boissevain hizo el espléndido intento de incluir a todas las personas en mvertido más en su relación con uno que con el otro. Kapferer comparó
una zona de primer orden, en vez de seleccionar algún conjunto más p e &ílas cualidades de las relaciones directas. que vinculaban a varios hombres
queño en función de la importancia general o la pertinencia respecto a algún con Abraham y Donald en función de las tres variables-interactivas
- - _ . . de con-
problema específico. Consideró 'incluso la red acumulativa, en el sentido de tenido de intercamg? multipleiidad v & 'o dlh t c i ~ n a l :El coritenwo de
c-%
que aquellas relaciones en que no había una interacción actual eran consi- ihtercambio podía ser de cinco tipos: conversación, comportamiento jocosa,
deradas evidentemente todavía vigentes, aunque de un modo latente. Con tal ayuda en el trabajo, ayuda monetaria y servicios personales. La multiplejidad
ambición de amplitud, es difícil lograr una calidad ideal en los datos. El otro re refería al número de contenidos de intercambio en una relación; si hab'a
estudio que vamos a considerar emprendió diferente dirección. Se trata del más de un tipo, se consideraba la relación múltiple. La variable de flujo
análisis que hizo Bruce Kapferer (1969) de una disputa en el seno de una direccional se refería al hecho de que, aparte de la conversación, los con-
pequeña red de trabajadores industriales en Kabwe, ciudad del Africa Central tenidos de intercambio podían fluir en cualquiera de las dos direcciones
b a d a antes Broken Hill, localidad en que Godfrey Wilson llevó a cabo p en ambas.
su investigación unas cuantas décadas antes. Aunque no es estrictamente parte integral de la conceptualizaci6n de red,
El escenario del estudio de Kapferer fue la celda de un establecimiento puede que la noción de multiplejidad merezca alguna explicación adicional,
minero en donde se lleva a cabo la última etapa en la preparación del zinc. pues seguiremos recumendo a ella. El uso que de ella hizo Kapferer fue
En esta sala había tres secciones y el estudio estaba dirigido a las personas bastante especializado. Cuando Gluckman (1955, pp. 19 SS.; 1962, pp. 26 SS.)
pertenecientes a una de ellas. Había quince trabajadores que dedicaban todo m t d u j o el concepto, definió la elación múltiple solamente wmo aquella
su tiempo al trabajo en esta sección y un número adicional de ocho lo divi- que servía para muchos objetivos. En la sociedad tribual que 61 estaba dtui
dían entre las tres secciones. L a mayoría de ellos estaban empleados para diando, todavía podía decirse que la gran diversidad interna de contenidos
realizar tareas específicas que solían ser interdependientes. El proceso de tra- en una relación así estaba implicada en ella 9610 a través de un Gniw papel.
bajo se desarrollaba generalmente a un ritmo regular, aunque a veces algún Relaciones como éstas tienen lugar tambi6n en la vida urbana, como, por
PENSAR EN;- 211
210 PENSAR EN :REDES
ejemplo, en el terreno doméstico. Pero especialmente en la estructura &a k p f e i y llevó a c a b o observaciones d e la celda durante iarim meses. Al estar
más diferenciada, la multiplejidad también aparece cuando d ego y el alb, kontenido su camp.0 en un espacio infrecuentemente pequeño y al'implicar
empiezan a interactuar a través de dos (o más) conjuntos de papeles m$, ,hun número muy limitado de personas, pudo obtener datos' de su observa-
o menos diferenciados. Volveremos de nuevo sobre esto. El uso que hace dión sobre todas las -relaciones. Al no tener más d e una o dos docenas de
Kapferer de la noción parece más bien jugar con dos tipos de multiplejidad, personas que' estudiar, le fue posible .contemplar la red desde cada una de.]&
A medida que proyectaba el contenido de intercambio, muitiplejidad y posiciones individuales, y tener' la certeda de que wnocía con detalle cada
flujo direccional en los vínculos entre los hombres, Kapferer descubrió que una de las relaciones dentro de .este universo.. Estas situaciones de campo .m
había ciertamente una tendencia a tomar partido por el miembro de la poco frecuentes y cualesquiera que sean sus ventajas metoddógicas, es poco
. .
disputa con que se tenían vínculos más fuertes. Pero esto no explicaba gran probable que todo antropólogo gustara descender a ellas. ..
' :

cosa por qué varios hombres que se habían alineado con Abraham tenían E1 interrogante es, pues, cuándo la búsqueda de rigor implica un análisis
el mismo tipo de relaciones con él y Donald; un hombre, el capataz de] .red y cómo reaciionarán los antropólogos ante eilo. La rkspuesta hutha-.
equipo, que parecía tener un vínculo más estrecho con Donald tomó, a pesar puede estar ejemplificada por Simon Ottenberg (1971, p. g48).'en su
de todo, partido por Abraham. Por esta razón, Kapferer decidió tomar como de Soi5a.l Networks in Uiban Situations:
si,Gente paso en su análisis la observación de la red de hombres en su
Parece probable que la perspectiva de la red vaya avanzando cada'.vez más
totalidad desde la perspectiva de cada uno de los miembros. Así es como
en dirección de la teoría gráfica y la manipi1laci6n estadistica de h vinculos de
entraron en juego las variables morfológicas (estructurales en el vocabu- red. En la medida en que esto o c u ~ ~llevará
a, a una precisión cientifica mayor,
.
lario de Kapferer) Empleó cuatro de ellas, todas cuantitativamente men- pero tambikn hacia una ciencia fría. Un enfoque que comenzó en parte como
surables. Dos estaban relacionadas con la proporción de relaciones m&]- un intento de entender cómo operan los individuos en el medio social urbano
tiples, entre las relaciones directas de un hombre con otros hombres y y cómo llegan a decisiones e invocan vinculos sociales, es probable que se
entre los vínculos laterales entre ellas respectivamente. La tercera medida convierta en un sistema de análisis sumamente formal en el que desaparezca
fue la de la densidad de las relaciones laterales entre los hombres can el individuo como ser humano en el cálculo de la red.
quienes estaba directamente vinculado el ego. La medición final era la de
la esfera, en este caso definida como la proporción resultante de todas las Está también el comentario de Anthony Leeds (1972, p. 5) desde una
relaciones existentes entre los hombres compuesta por los vínculos directos posición generalmente crítica de los microestudios de antropología urbana,
entre ego y los demás junto con los vínculos laterales entre estos otros. Se dice en el que dice que ya ha llegado el momento de dejar de lado "la futili-
tamizaron las mediciones para cada variable de modo que la mitad de loa dad de la metodología de red, 1 6 estudios
~ de las esquinas de las cdles, el
hombres quedaron clasificados "alto" y la otra mitad "bajo". Las cuatro análisis de las normas para que una pelea sea justa, etc.", y, más wncre-
clasificaciones para cada individuo se consideraron como una medida del tamente, que "la mayoría de los trabajos sobre redes en Africa parecen estar
grado diferencial al que estaba vinculado en la red total de relaciones.' Cuando completamente empantanados en la metodología porque no han logrado en-
ya estaban trazadas en esta etapa las relaciones tanto directas como indirec carar cuestiones importantes de teoría esencial más amplia".
tas entre los participantes en la disputa, resultó que Abraham podia ganarse L a vacilación humanista es un asunto de preferencias personales. Existen
el apoyo de muchos que por la naturaleza de su relación directa con Ice diferentes estilos para hacer antropología. L a crítica de Leeds parece apuntar
sujetos de la disputa parecerían neutrales, lo cual era debido a sus estrechas a dificultades prácticas más serias en el desarrollo de los estudios de red
relaciones con terceras personas influyentes. con la dkipiina. Por muy admirable que sea ---- -_ --
la Úitcn&d_dg-su análisis, I /
En un recuento tan apresurado como éste no se puede hacer justicia a la todo el aparato de variables interactivas y morfológicas y de m e d i c i o n e s ~
riqueza de la etnografía y el análisis de Kapferer. Tampoco es posible resu- es fhcil moverlo e G s t N N c F a - SOC$.~O
L Puede exist3 el peligro de que
mir su discusión sobre las relaciones entre los criterios morfológicos. P.odrí
observarse al respecto que. Bames (1972, p. 13), si bien está a favor ,del 10 En su más reciente aportación importante a la antropologia urbana africana,
estudio. en su conjunto, tiene algunas dudas sobre la formulación de las medi- Stratcgy and Transaction in un Aftican Factoiy (1972), Kapferér- proporciona bas-
ciones. Sin embargo, lo que aquí más nos importa son los requisitos de un tantes datos sobre las personas.que intervienen en los-acontecimi2ntos que tienen lugar
trabajo de campo para llevar a cabo un análisis de. red con esta exactitud; en los talleres de una pequeña fábrica de vestidos y sobre el contexto social. m&
PENSAR EN REDES

a medida que uno .continúa luchando por lograr un máximo .de precisión,.
análisis de. -d..seAapeeadit- vez menos a la vida humana y se convie
en un &&-de involución,
. .. .. teórica y metodológica más que en una. evolución:
Sin embargc3arece bastante innecesario proceder con los estudios.-
en esta dirección. Al análisis de red en sus años se le atribuyeron ha
t faentra del marco de referencia del estmcturalismo funcional. El rumor, de
acuerdo a esta perspectiva, sirve primordialmente para mantener la unidad
de los grupos, especialmente los relativamente exclusivos y muy limitados,
como las clases selectas, profesionales o minorías. En un sentido amplio es,
claro está, hablar sobre personas; pero más fundamentalmente, según Gluck-
cantidad_de-+sinrrn-ernmn-~~&nta.-~t~p~&@c~(y también man, es un modo de expresar y afirmar normas. Mediante el rumor, se puede
como Ltetdi~ci~linaria, en. la actualidad w publicación,~+5dica
dañar a enemigos y sancionar a los disidentes dentro del grupo. Se puede
soeiedad
-- hterpciotlal
---- propias), tales como que el concepto de red es el equi-
también mantener afuera a los intrusos ya que carecen de conocimientos
valente de "papel" ( r d e ) y "clase" en la lucha por entender a la sociedad
acumulados sobre las personas y su pasado que son la base del m o r como
e n general, que es a la antropología de la sociedad compleja lo que la genea-
arte noble.
logía h a sido al estudio de las sociedades tradicionales basadas en el p m -
Básicamente el mismo mensaje lo mielve a definir en términos de red
tesco. Quizás haya algo válido en estas afirmaciones. Pero serian valorizad&
con mucho más Cxito mediante una normalización del pensamiento de red, Spstein (1969) en una breve ponencia dentro del g h e r o de estudios de caso
a partir del .cual el conjunto de conceptos implicado pasaría al vocabulario de Manchester. Al investigar una red bastante densa de trabajadores d e
general de los antropólogos para ser utilizado con la intensidad y totalidad oficina en Ndola, otra de las ciudades del Copperbelt, conoció la historia
justas que cada ocasión reclame, lo mismo que los demás conceptos impor- de la Relación de Charles y Mónica por varias fuentes. Ambos eran miem-
tantes que se han mencionado. Para nuestro objetivo preferimos subrayar la bros de un círculo bastante sofisticado y prestigioso, pero el marido de Móni-
flexibilidad más que el rigor y la exhaustividad. En tanto que tratamos a,Kaswende, no pertenecía a él. Epstein quedó impresionado por el hecho
de descubrir más datos sobre cómo las ideas de red pueden ayudarnos a es-' de que las noticias sobre la relación amorosa y la reacción violenta de
clarecer la vida urbana, las exigencias metodológicas podrían pasar a ocupar Kaswende a ella se hubieran difundido tan eficazmente a través de la red
temporalmente un lugar en segundo plano. Podemos contar los encadena- y también por el hecho de que apenas había comentarios negativos sobre el
mientos hasta el momento en que lo encontremos útil e interesante; las varia- adulterio. Casi todos los comentarios parecían a favor de Charles y Mónita,
bles morfológicas -las cuales parecen ser la aportación más importante del tomando en cuenta que Mónica era una muchacha demasiado atractiva para
análisis de red a la conceptualización antropológica- se aplicarán de manera ~ a s w e n d een cualquier caso. Como conclusión Epstein sugiere que la red
gradual a medida que las encontremos esclarecedoras en el manejo del pro- cerrada de los sofisticados utiliza este rumor para definir sus propias normas
blema y no como un conjunto indivisible. De tipo de pensamiento con redes y su separación respecto a la masa de urbícolas carentes de calificaciones y de
pueden ser Útiles algunos ejemplos diversos má educación. Aun cuando los nuevos centros urbanos en Africa no han formado
todavía clases que actúen corporativamente como grupos estables, el flujo.
del rumor a través de redes densas permite por lo menos a sus miembros
RUMOR: CHISME Y RED comenzar a definir una identidad aparte. (Esto, después, fue una instancia
en la que la estructura de clase emergente se convirtió en foco de aten-
Pese a que muchos antropólogos han tenido siempre algo que decir respecto ción en un estudio del Copperbelt.)
a1 rumor como parte de la -id,
V~UII
,,,
~~iiiunitaria,
la mayoría lo ha hecho muy Epstein no utiliza todavía mucho los conceptos 'de red -en su interpreta-
superficíalmente hasta 1963, cuando Max Gluckman escribió su ensayo sobre ción. estaca que hubiera sido interesante seguir la pista del rumor fuera
el m o r y el escándalo creando un efecto que repercutió en una serie de de la densa agrupación del centro (a saber, la "red efectiva") hacia la peri-
estudios centrados con más agudeza sobre el tema. La situación de Gluckman feria para ver cómo cambia de carácter y acaba. por estallar, pero no dis-
en el medio de Manchester donde floreció el análisis de red no influyó en su poda de suficientes datos. Tampoco analiza explícitamente la relación entre
ensayo, en el cual no utilizó los conceptos de red, y en general se mantuvo la intensidad del rumor y la forma de la red. Estas cuestiones tuvieron cierto
interés cuando yo mismo exploré las posibilidades de un análisis de red sobre
amplio de estos su&os. Pero el anáiisii de red que fomia parte de este estudio está de el rumor en base a las experiencias de c a p o en un barrio negra de Wash-
nuwo limitado al taller, de manera que la situación de campo se parece a la de la ington, D.C. (Hannerz, 1967). La pregunta sobre si el rumor si& paia
celda. mantener la cohesión se consideraba en este ejemplo como una cuestión $e
214 PENSAR. EN REDES
control social: la gente, manteniendo un flujo estable de informacióa m este caso, pues, el .rumor es básicamente sobre*la gente y sólo secundaria-
sobre terceras personas, asegurar su conformidad a las normas? mente, cuando nada en absoluto, sobre las normas.
En este caso la respuesta fue parcialmente negativa. Entre otras cosas, Llegada , a este punto, mi-intepretación se acerca más al segundo hilo en
en las agitadas condiciones del gueto, casi nadie estaba dispuesto a dar rienQ hportpncia en los an&lisis.del.rumor, el primero expuesto en términos más
suelta al rumor. Más bien nadie quería llegar a involucrarse demasiado en iaerales por Robert Paine (1967). Paine considera que su punto de vista-
los demás, especialmente porque éstos podían resentir las intrusiones en su difiere del de Gluckman, aunque es quizás más preciso para contemplar las
vida privada Esto tiene muy poco que ver por supuesto en la forma de la red. perspe~tívascomo complementariac.l1 Se trata del punto de vista transaccio-
Es más, tales intentos de reforzar la norma como consecuencia posible del galis@ sobre el rumor que hace hincapié en cómo los individuos lo manejan
rumor podían fracasar si el sector ,de la red implicado no podía tener la para seguir: sus propios intereses. El manejo de la información se wnvierte
seguridad de la lealtad de sus miembros. La comunidad del gueto podía en el concepto clave. El que participa 'en el rumpr quiere obtener infor-
considerarse como una red interconectada de densidad variable. En una exis- &ación; puede que tambi6q quiera que la informaci6n *ala que él contribuye
tencia cargada de problemas, la gente viviría de acuerdo a normas bastante fluya en una detenninada dirección y en un modo especifico. Si en su primer
variables de trabajo -puestas a las ideales- y los individuos tenderían artículo sobre este tema Paine menciora las redes sólo de paso, en un ensayo
?r
a rodearse de personas en su mayoría con alineamientos normativos simi- posterior (1970) Se dirige más directamente a la idea situando también e1
lares. A pesar de todo, muchas redes personales pondrían de manifiesto alguna rumor en un wnteyto más amplio de análisis,de la comunicación informal.
diversidad interna al respecto y en el caso de otros individuos existía de nuevo Con este ensayo regresamos a la sociedad de la costa noruega, pero esta,vez
la posibilidad de reconstruir la red para encontrar apoyo para otras normas. no al Bremnes de Barnes sino a la población más norteña de Nordbotn.
En esta situación, el rumor podía llevar a veces al reforzamiento de la norma Se trata de una pequeña comunidad con una red generalmente densa en
donde la gente tiene una buena visión de las relaciones entre unos y otros.
pero podía también ser un catalizador para romper o atenuar relaciones con
En esta situación son especialmente las emprendedoras del pueblo las intere-
gente que insistiera en las no- con las que había llegado a ser indeseable,
sadas en manipular. la información aunque no necesariamente están capaci-
inconveniente o simplemente imposible concordar.
tadas de un modo igual para este juego. Paine analiza las ventajas y desven-
Pero observé también que el m o r en el gueto negro no era siempre ,de1 tajas de los mensajes directos y en cadena en función de la vZtracidad y
tipo normativo ( y en gran parte difamatorio) sobre el que Gluckman había velocidad -lo cual puede remitirnos a la distinción que hace Mayer entre
basado su argumentación. Mucho de lo que pasaba por la red secreta de campañas electorales "duras" y "suaves"-, las ventajas ocasionales de los
información del p e t o tenía simplemente el carácter de noticia y de nuevo mensajes "sin firma" (rumor) sobre los "firmados" (chisme) y las dificul-
esto se podía contrastar con la forma de red. Muchos habitantes del gueto tades que existen en una pequeña comunidad para mantener un mensaje
especialmente adultos jóvenes, acumulan redes bastante amplias las cuales no "sin firma" en marcha y conservar su origen desconocido. La alta conciencia
son necesariamente muy densas; esto tendería a limitar el rumor, pues es de red posibilita con frecuencia, naturalmente, imaginarse cuál fue el pun-
quizás más probable hacer chismes sobre personas conocidas en común. to de partida de una cierta información. Aun cuando pasar la información
Sin embargo lo que es más importante aqui es que muchas veces existe so!a- @plica problemas, puede también haber dificultades si alguien trata de que
mente una baja frecuencia de interacción en los vínculos, incluso dentro deje de transmitirse. Si uno confía en alguna otra persona, los demás pueden
de sectores de red bastante densos. Dicho de otra manera, muchas de las haberse dado bastante cuenta de la interacción como para preguntarse que
relaciones pueden considerarse latentes. Así pues, pueden pasar largos periodos está sucediendo. Y si uno confía en más de una persona, es difícil en una red
sin que dos personas que se conocen entre si -o incluso que son "amigasy'- densa saber dónde se ha quebrantado esta confianza. Tales son los problemas
se vean. Pero a través del chisme pueden mantenerse informadas sobre .la del manejo de la información.
otra por lo menos más regularmente y enterarse quizás de cambios de tra-
bajo, direcciones, estado marital o estilo de vida en general. Los juicios nor-
mativos, que pueden ser o no parte de esta información, puede que no
sean entonces muy importantes. Lo que es significativo es que la gente obtiene 11 La relación de ambos puntos de vista se aclara más a fondo en Gluckman (1968b)
un mapa de su entorno social cambiante que le ayuda a conducir su vida. y ~ g i e(1968).
PENSAR.EN REDES PENSAR - EN.REDES 217
,jubsidios y empleos en los servicios piiblicos. De otra forma, d o s no podían
MAU-MAUANDO
,u, PARACR~&ES
- saberlo Wolfe. 1970, pp. 97-98]..
. .

Ya sea valiéndose o no del análisis de red, el rumor se ha convertido en u,


tema de investigación bastante respetable entre los antropólogos en loa , Mau pues, es el arte de la manipulación dce la red. 4%ando 12 gente
Gltimos tiempos: Nuestro próximo ejemplo sobre los posibles usos del p a - 'grtenc una agrupación de relaciones deseeL entrar trn - contacto con
*-L1--?3-- , -.
miento de red, por otra parte, no surge de un &bajo antropológico sbo gente be u u a agrupación pero carece de vínculos esrauieuaus y ~~i~robados
de . u n ensayo de Tom Wolfe, exponente máximo del Nuevo Periodis&j, $ara c m r la brecha, aceptará las demandas de u n agente. (Un agente es,
Al estar publicado en forma de libro junto can "la izquierda exquisitay', el por supuesto, una persona con un tipo particular <le alcancc5 en la red que
barque por lo menos dos tipos diferentes de personas - - -- --su- red y contactos
ensayo -que no< interesa ahora, "mau-mauando al parachoques" ha sido q&&
algo desdeñado. Como estudio de la organización social es, sin embargo, ;& o menos monopolizadores entre ellas; los contac tos que lo dejan
bastante esclarecedor, esté concebido o no como etnografía. fuera de circuito son desdeñables o inexistentes.) I au-mauar es un
'Se -trata de una sátira del programa para la pobreza de finales de Ja tipo especial de corretaje porque sólo es realmente ei correraje lo que reivin-
años sesenta en San Francisco. Se suponía que la burocracia iba a apoyar dica. A falta de medios para comprobar la eficacia de canalt:S, por lo menos
a corto plazo, l a parte que busca contacto es susceptible a estas .rei% indica-
a la' organización comunitaria pero no conocía a la comunidad (y, es de
sospechar, no había pensado mucho en qué sentido había verdaderamente ciones.
.-
una) Se suponía que iba a trabajar con los cabecillas locales, pero no sabí . Hasta aqui la interpretación que hace Wolfe de la parte a e ia ecuaci6n
dónde encontrarlos. De modo que, en la interpretación de Wolfe, había un correspondiente a la mau-mauización redefinida en términos más generales
amplio campo abierto para la iniciativa: de red (que son ciertamente menos agudos pero probablemente m& útiles
para fines de análisis y comparación), Hay también una cierta manipuiación
Ir al centro a mau-mauar a los burómatas llegó a ser al tal en San de red por el lado burocrático, ya que los burócratas que toman decisiones no
Francisco. El programa contra la pobreza te animaba a r r. Ellos no quieren volverse demasiado accesibles a la mau-mauización. A partir de este
hubieran sabido que hacer si no. LOS burócratas del Ayuiir-isiiio y de la momento entra el parachoques. La función suya en la burocracia consiste
Oficina de Oportunidades Económicas hablaban del gueto sin parar, pero w en recibir a las personas que llegan con peticiones, sufrir hostilidad y humi-
eabian mL de lo que estaba sucediendo en la Nueva Zona urbana de la Costa Qación y no comprometerse a nada, sino que más bien, por el contrario, ha
Oeste, en Hunters Point, en Pouero Hill, en Mission, en el barrio chino, al de dejar claro a los visitantes que no le está permitido comprometer a sus
sur de Market Street, de lo que sabían sobre Zanzibar. No sabian d6nde mirar. superiores o a la burocracia en general con ninguna iínea de acción. .Enotras
No sabían siquiera a quien preguntar. Por tanto, ¿que podían hacer? Bueno.. . palabras, su función consiste en disminuir la accesibilidad.
Utilizaban el Servicio Étnico de Abastecimiento.. . Bueno.. . Se sentaban y
esperaban a que llegaras con tus militantes notoriamente colericos. tu garan- El parachoques es también una especie de agente, pues se sitúa precisamente
tizada juventud frustrada del gueto, con el aspecto de una pandilla de sal- en el nexo entre el público y los verdaderos detentadores del poder y cana-
vajes. Entonces tenias tu prueba del enfrentamiento. Si eras lo bastante cruel, si liza los contactos entre las dos partes. Existe probablemente la tendencia
podías aterrar a los buróaatas de tal forma que sus ojos se convirtieran en a considerar al agente como alguien que facilita los contactos entre personas,
:bolas congeladas y sus bocas se contorsionaran en sonrisas de absoluto pánib grupos o instituciones que, de otro modo, no serían delfácil acceso unas con
.: físico, en muecas de comemierda, por asi decirlt3, e,ntonct:S sabrían que erais otras. El parachoques, si nos definirlo tajantemente, es el antiagente;
Jos auttnticos, los de verdad. Sabrían qiie erais lc1s tipos acIecuados para darles su objetivo en la vida e' los contactos. Quizás la metáfora del "guar-
dián" tenga connotacio adecuadas a pesar de que no es del todo
* En ingles, fiak catcher. Ftak .(abreviacihn del alemán 'Fliegerabwehrkanone) signi- exacta.
fica, en sentido recto, "fuego antiaéreo" y, en sentido figurado, "crítica severa", "oleada Ya antes nos hemos encontrado con un concepto parecido en el análisis
de críticas"; catcher (literalmente, "el que coge, atrapa", etc.), es, pues, el burócrata' que hace Adrian Mayer de la diferencia entre patrocinio y corretaje. Ya que
encargado de hacer frente a esta oleada de criticas. Parachoques es la traducción de
flak catcher que aparece en la versión al español del libro de Wolfe (1970) que abajo
ci@ el autor. q1 ."verbo" mau-mauar .deriva sin duda del gn.ap.0 terrorista Mau Mau, TmWolfe: La uquiirda exquinta y mau-mauando al .parachoques; Editorial
que luchó contra el gobierno blanco de Kenya. [Editor.] Anagrama, Barcelona, 1970, p. 91. [T.] . .
PENSAR EN =DES E19
un pamno dispensa sus propios i.ecursos;limitados efi tanto. que el a&fite $@en más de que la otra persona estará' dispuesta a desatender en cierta
trata con promesas algo inciertas, este último puede ser en cierta &ríela *era las normas públicas antes de entrar en'contacto directo con dla.
más generoso en sus transacciones que el primero. En consecuencia -observa c b ciudad occidental w n t m p o r h e a tiene serie de inStihiciones que
Mayer- a un patrón puede serle útil insertar un agente como p especializan en el manejo de la brecha informativa pero que, por otra
entre él y sus clientes para que le permita disfrutar de una red de alcaace v e , no logran formar relaciones importantes con las personas a las que po-
más amplio y también de un cierto aislamiento respecto a las repercusionez en contacto; instituciones como agencias de pequeños anuncios, de bienes
de transacciones fallidas. psices o de empleo. Sin embargo, en otras circunstancias, el establecimiento
El parachoques, quien puede recibir muchos golpes sin dejar la puerta
del todo abierta, y el amable agente siempre dispuesto a establecer contactos
a tarifas tan bajas que prácticamente todos pueden costear, son por supuesto
sólo dos polos de un wntinuo o quizás de algún mecanismo heurística más
ba
e contactos puede estar m4s personalizado y más difundido , a travks de la
'edad. En términos muy generales puede que no haya una norma univer-
&listaque garantice que se escuche a un extraño o, si la hay en principio,
ser infringida en la práctica. De modo que llega a ser una necesidad
complejo. Para llegar a una comprensión más completa de cómo se supera ecionar mediante convenciones; pasar de uno a otro, junto w n las rew-
la separación en una red o cómo lograrla en los casos en los que no se pro- &daciones personalesj entre personas que ya se conocen entre ellas hasta
duce automáticamente en los procesos sociales, se podría construir un cow p e uno llega a su propio destino. En algunas sociedades, hay un amplio
junto más elaborado de formas de agenciación. Las lealtades del agente, su gcuerdo en que casi no se puede loaorar nada si no es a través de estos par-
capacidad para entregar y los objetivos del que detenta en realidad los recur- &uia.res eslabonamientos. En Latinoamérica hay una expresión muy m i c a
sos al distribuirlos, podrían ser algunas de las variables que abarczría esta respecto: se necesita una palanca, para promover a alguien. Puede que
conceptualización. otras sociedadeg,exisi esta misma práctica aunque no haya ganado un
La estructura de la mau-mauización y el parachoques nos proporcicna ent* ~&conoci"ento tan,franco.
tanto un ejemplo de cómo una interpretación de red puede incluir tanto ,;Boissevain (1974,pp. 150-152) ha descrito un ejemplo de este tipo de red
sectores institucionales como no institucionales, siendo estos últimos el telón /1 navegación partiendo de su investigación en Sicilia. Un estudiante de
de fondo de la mau-mauización y los primeros el entorno natural del para- fjcusa, Salvatore, necesitaba obtener permiso de un profesor en la Univer-
choques. Se puede tomar también para demostrar el juego que existe entre $dad de Palermo para presentar una tesis aunque el periodo de inscripción
el control normativo y la información personal dentro de las relaciones en m í a tiempo que se había cerrado. El estudiante fue por lo tanto de Siracusa a
tanto que la más suave promulgación del papel del parachoques puede im- P n e , ciudad en la que había *ajado antes y donde tenía buenos con-
plicar un sutil despliegue de conflictos entre las simpatías personales y las tactos; uno de ellos era el secretario local del partido político dominante.
exigencias institucionales. Este hombre envió a Salvatore a su primo, que era el secretario personal
L un funcionario en Palermo. El primo, a su vez, le presentó a su hermano,
iue tenia amigos en la miversidad; y resultó que el hermano conocía al
.~CCESIBILIDAD, PEQUEWOS MUNDOS Y CONCIENCIA DE RED ayudante del profesor. El ayiidante lo puso en contacto con el profesor.
Resultó que el profesor era candidato en las elecciones de un distrito que
Hay casos en los que uno se .puede presentar como un extraño a otra incluía Leone, la cual él creía que era la ciudad natal de Salvatore. El pro-
persona elegida de antemano y exigir una atención de gran alcance. Bste es, Fesor tuvo un punto de vista muy generoso sobre el problema del estudiante
por ejemplo, el enfoque del especialista en mau-mauar, aunque su kxito se m<r ion su tesis, esperando haber adquirido un valioso partidario político a cam-
difique con la inserción de un parachoques. Pero muchas veces esto no es bio. Así fue como Salvatore pudo regresar a Siracusa y después presentar
posible. La accesibilidad física, como vimos de paso en el capítulo m, no ru tesis para cumplir w n los requisitos de su graduación. El profesor, por
garantiza en si misma la accesibilidad social. La información puede simp. ?tra parte, no ganó las elecciones.
mente carecer del dato de dónde encontrar al tipo de persona que se está Satish S a b e d cuenta una historia semejante de trabajo de red para
buscando. O se necesita saber si la otra persona es digna de confianza o bien anseguir una licenciatura en una ciudad industrial de Punjab (1972, pp. 178-
un socio adecuado antes de involucrarse con ella. O bien, como caso espe- U9). Seth, un funcionario b a n d o de categoría media, tenía un hijo que
cial de la última situación, uno quiere asegurarse a travSs de un vínculo con iba a presentar su examen de licenciatura en ciencias. Los examinadores
PENSAR EN REDES 221
220 ' PENSAR EN REDES
lopodríamas tener en cuenta este planteamiento en término de probabilidad,
pertenecían todos a otras universidades. Cuando Seth averiguó quiénes i$sándonos en alguna red calculada de tamaño uniforme con eslabones de pri-
y dónde estaban, empezó a hacer contactos con ellos. A uno llegó a tmvh
$erorden y una cobertura geométricamente creciente con cada orden adicionai
de un pariente de Seth que era contable en un banco cercano a la univw eslabones incluido. Pero esto difícilmente sería una aproximación muy
sidad del profesor; a otro, gracias a un famili:ir que era vecino del sobrina SeJcana a la realidad ya que los factores sociales, geográficos y otros crearían
.de Seth; a un tercero mediante un vendedor (que recorTia el circuito de la @pos de relaciones que distan mucho de ser casuales. Milgram estudió el
universidad recogiendo pedidos; y así sucesiv:mente. 'Después, justo antes ola empíricamente. Escogió personas clave en la zona de Boston - e n
de que tuviera lugar el examen, cambiaron a todos los profesores del tr;-
!&que 61 estaba ubicad- y después pidió a personas de partida en otras
bunal. Infatigable, Seth volvió a emprender !m misi6n y logró entrar del país que trataran de establecer contacto con una persona clave en
contacto con todo el nuevo grupo de examinadores.--- nT-
i u o aueda claro qué papel
particular utilizando sol;amente u na cadena de personas en la que cada dos
desempeñaron en definitiva estos contactos. En . cualquier caso, el hijo de individuos directamente vinculados se conocerían personalmente el uno al
Seth pasó el examen. ~tro.A las personas de pakida se: les dio el nombre y la d i i c i ó n de la per-
Puede que tengamos cuestionamientos éticos sobre tales contactos pero Dna clave y una cierta 'uirormación
-f---
sobre la misma junto con las instruc-
para nuestros objetivos especiales ahora son más importantes los problema dones de hacer llegar -persone rlmente o por correo- un documento, ya
prácticos. Salvatore pasó por cuatro intermediarios para llegar hasta el pre Wera directamente a la persona clave si ellos la conocían, ya fuera, cuando
fesor. La cadena que siguió Seth fue más corta, pero abarcaba a un número .-
-. ---
da la conocieran, a alguien conocido de ellas que conociera a la persona
mayor de profesores. Sus intentos pueden también recordarnos el estudio que dave, con la obligación de que cada intermediario siguiera el mismo proce-
hizo Nancy Howell Lee (1969) sobre las mujeres norteamericanas en busca dimiento hasta llegar al blanco. El documento incl.da una lista de personas
de un aborto, en aquel tiempo generalmente ilegal. Cada una de esas mu- que ya lo habían hecho circular - c a d a participan te añadía su propio nom-
jeres hicieron entre una y nueve estrellas pidiendo ayuda a otras personas para impedir vueltas que lo regresaran a previos participantes. Cada
para localizar a un practicante de abortos aceptable. La longitud de la uno de los participantes informó también al investigador que la cadena le
cadena fructífera variaba entre un eslabón -cuando las mujeres hicieron había llegado de modo que Milgram pudo seguir el curso o la ruptura
contacto directo con un practicante de abortos- y siete eslabones. En casos de cada cadena.
como éstos, ¿cómo se decide en qué dirección emprender el camino para 2 Fue ciertamente un estudio de cadenas de cartas, aunqut: las cadt?nas tu-

llegar a la persona clave, conocida o desconocida personalmente? ¿Qué p m rribn una dirección y no se desintegraran wmo se supone que succ:de con
--
habilidades hay de que se pueda llegar hasta la persona deseada de esta las cadenas de cartas. El primer conjunto de cadenas em-. - _ - E a i Kansas

manera? con la esposa de un estudiante de teología en Cambridge, Massachuset1S, como


Estas preguntas están relacionadas con una serie de experimentos intri- persona blanco. En unos cuantos días lleg6 a ella la primera. cadena. La p e r
gantes llevados a cabo por el psicólogo social Stanley Milgram y sus ayu- mna de partida, un agricultor que cultivaba trigo, había 1enviado c:1 docu-
mento a un clérigo en su ciudad natal quien lo había enviado a otro clkrigo
dantes (Milgram, 1969; Travers y Milgram, 1969). El tema que tratan es
que daba clases en Cambridge quien se lo dio a la persona blanco; un total
el del "problema del pequeño mundo", denominado así después de la ex-
de tres eslabones o dos intermediarios. Fue verdaderamente una cadena muy
periencia ampliamente compartida de personas que se encontraban como
Gorta pero el número promedio de intermediarios en cadenas terminadas fue
perfectamente desconocidas unas a otras, pero que descubrían que tenían sor
sólo de 5.5 y las cadenas en su mayoría variaban entre tres y diez interme-
prendentemente conocidos en común. Milgram trascendió este eslabonamiento
diarios. En un segundo estudio se llegb a resultados similares con personas
particular con sólo un intermediario para preguntarse cuántos eslabones se
de partida en Nebraska y un agente de cambio ybolsa en Boston como per-
necesitarían para conectar a dos individuos cualesquiera escogidos al azar.
sona blanco. No hay que dejar de lado que hubo un gran número de cadenas
Es obvio y por todos reconocido que, grande o pequeño, el mundo es sólo que no llegaron a su fin probablemente porque' los que recibieron el docu-
uno; si se trazaran cadenas lo suficientemente largas, se encontraría que todo mento no se preocuparon por cooperar.
individuo estaría vinculado a cada uno de los demás. ¿Pero cuál sería la Al ser capaz de seguir el rastro de cada eslabón en las d e n a s , Mil-
longitud necesaria o suficiente dentro del marco de .referencia de, por ejem- pudo hacer una serie de observaciones sobre el modelo que seguían. Encontró
plo, la sociedad norteamericana?
222 PENSAR EN :REDES PENSAR:EN' REDES 243
que había una fuerte tendencia en los hombres a utilizar eslabones con otroS . g Cuál es la importancia de todo esto? Quizás casi ninguna. Podría ser h a
hombres y las mujeres eslabones con otras mujeres. Aproximadamente cinco je esas cosas sin existencia real fuera de la sala de juegos de los académicos.
sextas de los eslabones de las cadenas que empezaron en Kansas fueron si pudiéramos parar de cabeza a W. 1. Thomas con su famoso teorema: si no se
entre amigos y conocidos y sólo una sexta parte entre parientes. Probable logra definir una situación como real, ésta no tiene conskcuencias reales.
mente, experimentos de este tipo comparando culturas podrían revelan@ (Lo cual ciei-tamente no es siempre verdad.) Si existen perso-nas, por Otra
puntos similares. Otro resultado interesante en el estudio con el agente de parte, que tienen un grado tal de conciencia de red y que tratan de observar
cambio y bolsa como persona blanco fue que de sesenta y dos cadenas que mrios eslabones de las cadenas en sus redes y utilizan lo que ven, sus estra-
le llegaron, dieciséis tenían a un comerciante de ropa en su pequeña ciu& ~ g i a sy logros pueden llegar a ser muy interesantes.
natal en las cercanías de Boston como último intermediario. Obviamente
este comerciante tenía una red de alcance bastante amplio. Este estudio tun
en realidad tres grupos de personas de partida: un grupo escogido al azar en
RED= DE PODER
Nebraska, otro de accionistas de Nebraska que podían tener canales especiales
para llegar a un agente de cambio y bolsa, y finalmente otro grupo de ciuda- Como Último ejemplo de un campo de estudio en el que las ideas sobre:la
danos de Boston escogidos al azar. Este último grupo llegó a la persona blanco ied pueden resultar títiles, parece lógico mencionar el de las estructuras de
con un número promedio de 4.4 intermediarios, el grupo al azar de Nebraska ~oder;y eso a pesar del hecho de que parece que se ha llevado a cabo muy
tuvo un promedio de 5.7, y el de accionistas de Nebraska de 5.4. La diferen- ?oto en el sentido del análisis de red en cualquier sentido estricto respecto
cia entre los dos grupos de ciudadanos de Nebraska no fue estadííticamehte L temas de este tipo. Un libro como el clásico de Floyd Hunter, Comhunity
importante. Evidentemente, la distancia geográfica no parece alargar mucho Pmer Stmcture (1953), se presta en algunos aspectos a volver a pensar en
las cadenas; al principio de la cadena, había frecuentemente la tendencia :-os de redes como, por ejemplo, los más recientes intentos de Dom-
a cerrar esas brechas rápidamente mediante uno o dos eslabones de 1- loff (1970, 1974) de conceptualizar la cohesión de una clase dirigente na-
distancia :ional norteamericana. Aun así, Domhoff se interesa más por las instituciones
Por muy interesantes cuestiones que puedan surgir sobre los modelos inter ie la clase que por los vínculos personales entre sus miembros.
nos y las variaciones, quizás el descubrimiento más notable es que las ea- , .Durante mucho tiempo, el debate dominante sobre las estructuras de poder
denas son con mucha frecuencia bastante cortas. Se podría objetar que éstas :n .Estados Unidos ha tenido lugar entre los pluralistas - q u e contemplan el
son las cadenas que prosperan y que las cadenas que no llegan a su fin mder organizado de un modo. relativamente fragmentado y difuso sin .que
hubieran resultado probablemente más largas. Travers y Milgram citan una laya un solo grupo dominante en'influencia y toma de decisiones- y los
fórmula mediante la cual el problema del abandono de las cadenas se puede le clase selecta (un término no -muy afortunado ya que a la mayoría de
tomar en cuenta e indica que la longitud media de las cadenas, si todas :llos le desagrada. lo que descubre) que ven una sola y apretadamente tejida
hubieran llegado a su fin, aumentaría de cinw a siete únicamente. Y lo que 'élite de poder" o "clase dirigente" con definiciones ligeramente variables12
hay también que recalcar es que las cadenas realmente pr6speras en teoría Yo parece muy aconsejable tratar de esclarecer los rincones y f i s W de este
podrían ser más cortas porque ningún participante, especialmente en los iebate ahora. Se podría observar, no obstante, que las dos posibilidades se
primeros eslabones, es probable que conozca cuál es en realidad la ruta más ~uedenformular en p.arte en función de redes. El punto de vista de la clase
corta entre él y la persona blanco. h e d e sólo adivinarlo en base a la infor- ;electa parece' implicar una pequeña red de gran densidad -todos conocen
mación limitada de que dispone sobre esta última persona. Si se encontraran a todos- y -probablemente relaciones múltiples formadas a partir de que los
verdaderamente todos los atajos, quizás las cadenas descenderían de nuevo miembros han asistido a las mismas escuelas, ejercido en los mismos consejos,
en un par de eslabones. Pero no hay que infravalorar el número potencial de participado en los mismos clubes y pasado sus vacaciones en los mismos
personas implicadas en estas cadenas imprevisiblemente cortas. En cada esla- lugares. Se podría suponer que estas relaciones son también bastante dura-
bón, se pueden registrar varios centenares de personas como nuevos contactos deyas. En la. perspectiva pluralista-hay necesariamente una red más amplia
posibles. Como dice Milgram, la distancia entre la persona de partida y el
blanco se ha de contemplar no 5610 como de cinco o seis personas sino como l2 Apenas es necesario dialar que lo que está implicado aquí es el concepto de
plliralismo de las ciencias políticas, no el de la antropo1ogía. Para un comentario sobre
de cinco o seis pequeños mundos.
las diferencias, véase Kuper ( 1969).
224 PENSAR EN REDES PENSAR Eh REDES 225

ya que son más las personas que participan a veces en los procesos de poder. ' LEn la zona mediten'ánea e w a , 1os"Schneidery Hansen observan que hay
La densidad total es inferior, pues personas con intereses diferentes ~ u e d a ogiones en las que las estructuras nacionales de poder no han penetrado eficaz-
participar en situaciones diferentes sin entrar así en ccPntacto. 1Iicho de Otra ieiate, en gi.an parte debido a razones históricas. En estas regiones, toda la
manera, puede haber una coincidencia m& parcial cle personas entre una Iciedad permanece generalmente abierta al uso estratégico de grupos no
situación y ot-. Como las personas tienen antecedentes bastante variables las DT]?orativos, como camarillas y coaliciones más o menos temporales, para
relaciones tienden a ser más unívocas. Esto nc niega, plor supue:;to, que en el acer negocios, política o ambas cosas. En el seno de la coalición, cada parti-
seno de esta red más amplia pueda haber Ep p o s de: mayor 4densidad c ~ n lpante sigue teniendo el control de sus propios recursos y puede retirarse
o sin vínculos multíplices. n cualquier momento con la misma facilidad con la que puede sumarse un
El conflicto entre estas perspectivas es en clerta manera más aparente que uevo miembro. Esto contribuye a la capacidad de adaptación pero también
real ya que pueden aplicarse a situaciones diferentes. En la medida en que el la inestabilidad. Para elaborar relaciones iIn poco más sólidas, los parti-
tema es estructuras de poder en la comunidad local, como hemos insinuado ipantes pueden recurrir a modismos tan tradicionales como el parentesco
antes, la cuestión es quizás más realista si nos preguntamos cuáles son mo- &vo y ficticio. A pesar de todo, están siempre abiertos a nuevas oportuni-
nolíticas, cuáles pluralistas y qué razones hay para tales diferencias entre las ades y buscan ansiosamente información al respecto. La imagen que nos
comunidades. A niGel nacional -¿quién gobierna Estados Unidos?- hay a es la de una red éon agrupamientos que se estrechan en un determinado
una opción más clara entre las dos perspectivas, aunque posiblemente se pueda \omento para separarse en el próximo, reordenándose los elementos en nuevos
llegar a una resolución en una teoría más compleja. Una de las dificult;ades iodelos.
para llegar a conclusiones bien fundadas es obviamente la de d.escubrir algo En otro artículo, Hansen (1974) ha analizado la vida de bar en una
sobre las maniobras reales del poder. Una cosa es saber que las perscmas iudad española, más precisamente catalana, como parte de tales procesos
fueron a las mismas escuelas, pertenecen a los mismos clubes o incluso . . se e red. En el pasado, los establecimientos típicos eran los salones de diversas
conocen entre sí y otra cosa es saber qué es lo que pasa verdaderamente miaciones voluntarias, pero durante la época de Franco estos lugares se
en sus interacciones. Los científicos sociales no se suelen acercar a la acción olvieron políticamente sospechosos como guaridas de radicalismo o de nacio-
de este modo. En los Úitimos años, las descripciones más vívidas de redes de alismo catalán v entonces pasaron a ocupar su lugar los bares. Ahí hay una
poder provienen con más frecuencia de la investigación periodística. Es muy itensa y franca sociabilidad. 1,a gente fmtra y sale constantemente buscando
probable que las coaliciones de candidatos, financieros, abogados, agentes alguien. E,1 k n t i ~ iroe esun:2 fuente de información que sabe por d6nde
1

secretos y otros atraigan la imaginación de un analista de redes que tomaría hdan sus cl!ientes. C.uando al{*en encuentra a la persona que buscaba, se
en consideración, por ejemplo, en qué maneras se manipulan los vínculo:3 de ebe y se conversa, SIe mencioinan personajes, se discute de gente y de acti-
modo que no se les puede seguir el rastro desde afuera o de modo que idades y se hacen planes uria1 y otra vez. Los intercambios verbales distan
se puede alegar una ignorancia bastante verosímil sobre lo q~ie sucede en lucho de ser todos sobre. negpcios, sino que suelen ser temas de un flujo
uno o dos eslabones más en la red. iás general de notic,- --y vrlniones
-A" ---. sobre peliculas, el tiempo, o cualquier
Si nos trasladamos a la etnografía de pode:r en otrzi región, encontramos Ssa que cruce por la mente.
una declaración en términos de red más expllícitos en la interp1retaci6n que Así pues, el bar sirve de catalizador de una formación de red y una trans-
hacen Schneider, Schneider y Hansen (1972) , v.-. .!
,,,,, dstructura av--.iai .,dedi-
A- 1
,
:.,,, , ~rrnación de la misma. Permite a la gente examinar continuamente qué
terránea. En la opinión de estos autores, surgirán "grupos no corporativos" hevas eslabones se pueden crear o i p é viejos contactos se pueden renovar
como esgrimidores importantes del poder allí donde su distribución no se ha intensificar a fin de acceder a nuevos recursos. Se puede sacar una lección
mtinizado o regularizado mediante instituciones corporativas más estables. iás general y es la de que hay aigunas instituciones cuya función principal
En la sociedad norteamericana, esto puede suiceder en los niveles superiores rirece ser la de facilitar el manejo de la red individual. Quizá deban pro-
del sistema y, según una breve not;a al pie de págirm, en los más bajos, lrarse tales instituciones siempre que la formación y mantenimiento de
supuestamente dentro de los límites reales -; aunque nio necesariamente f o r ilabonamientos deseables sean problemáticos. Es claro que las instituciones
males- impuestos desde arriba. .En los niveles medios, por otra parte, se ue sirven a otros fines también son utilizadas muchas-veces para la forma-
juzga que el poder está más plenamente estructurado, básicamente mediante ón de redes: en el capítulo 11 mencionamos a la dama que' llegó a la Costa
las burocracias. e Oro de Chicago e K m una donación a la obra de caridad favorita dé una
226 PENSAR EN REDES PENSAR EN REDES 227

mujer de sociedad para que se le permitiera la entrada a los mejores círculos, mpectivos ambientes de distintas maneras. .., aunque quizá con bastante
1 Pero la clase alta norteamericana tiene también sus propias instituciones que &&o, a su modo, cada una. El mejor uso que puede darse tal multitud a si
parecen servir primordialmente a las necesidades de red. Retiros como el de &ma es, pues, en función de su único propósito compartido, dejar que las
Bohemían Grove al norte de San Francisco por ejemplo, tema de uno de loa personas se vinculen unas con otras como gusten para que los agrupamientos
estudios de William Domhoff, proporciona, mediante su carácter social orga- resultantes funcionen unidos mientras duren y permitir después la segmen-
nizado, a sus miembros un conjunto de comp;añeros de red potenciales a b tación con arreglo a los nuevos alineamientos que vayan surgiendo con el
que pueden tener el acceso directo más o m1enos g mrntizado. Aunque una tiempo. La imagen es, por otra parte, como la de las coaliciones de poder
característica de la posición de la minoría dc51 poder es que casi nunca es el Mediterráneo, de agrupamientos que se forman, estallan y se vuelven
..
necesario valerse de un agente u otros eslabones uidirectos para entrar en con. a formar. La diferencia es que esta vez lo hacen dentro del marco de com-
tacto con alguien en el poder, estas instituciones contribuyen a maximizar p d s o s compartidos y continuos -los cuales muchas veces permiten que
la densidad y accesibilidad en el seno de tal minoría selecta. algunos interencadenamientos útiles sigan existiendo- y en el seno de una red
Tanto el punto de vista selectivo como el pluralista de las estructuras de de movimiento que pasa por un proceso de crecimiento tn+-1
poder tienden a atribuirse una condición de "todo en ordenyy.Pero en la
l
última dCcada más o menos, ésta no ha sido una descripción muy adecuada
de la vida política en el mundo occidental o, al menos, no aplicable a algu- LA CIUDAD: RED DE RED
nas de sus manifestaciones más relevantes. Ha habido una política de movi-
mientos -antibélicos, de ecología, del poder negro, feministas- que ha Desc m e y los encuentros buroc:ráticos pasando pcor la búsqueda de
activado a gente en categorías cuya parte en la política hubiera sido de otro a@ practique un abort:o hasta 1legar a laa minoríars de poder y a los
modo pasiva. Existe una razón especial para mencionar esta corriente de movimientos de protesta, e l p e ~ a m i e n t oa e red parece tener varios usos.
movilización aquí porque un estudio antropológico, el de Gerlach y Hine Su potencial para poner de manifiesto cók~o,en una población numerosa, i a
(Gerlach, 1970; Gerlach y Hine, 1970a, 1970b), ha intentado interpretarla gente se puede-.combinar y r.eco~b-&ir de m~h_g-m_ane~a~-p._a_-diferentes
en parte en términos de red. No se trata, sin embargo, de un análisis de red fines y con dife o~esronsecuencias~piiede ser--ung g s - ~ e n @ j aen la antro-
&?
especialmente elaborado; ni se vincula de manera muy explícita con estudios polo* -T.--
ur ana Como es una evolución relativamente reciente, encontramos
-/
antropológicos de red en general. Cuando se está familiarizado con las h e a s poco ¿le este tipo de pensamiento en las clásicas definiciones sobre la na-
de pensamiento de estos estudios, no es difícil, sin embargo, identificar los turaleza de la vida urbana; pem no está muy alejado del pensamiento rela-
paralelos í:n esta iriterpretac:ión de 101s movimjentos. cional de, por ejemplo, Simmel y Wirth. Cuando éste propone que los
Gerlach y Hine subrayan la natur aleza desicent r - stable de las urbícolas "dependen de más personas para la satisfacción de sus necesidades
nuevos mcwimiento!5. Suelen consistir en grupo S relativa :queños e in- vitales que la población rural", podría interpretarse que las relaciones multí-
. .-
tí:rconectacdos pero bastante: autónornos, ''céll ulas" o como qi:iiera que m glices se han disuelto en redes cQn vínculos dirigidos a un solo propósito.
decida llarnarlos. Las person:is que los observan desde af uera pueiden f o muse Al reconocer que el análisis de red puede tener algunas posibilidades espe-
U na impre sión negativa de la eficaci:a de este modelo de orgariización, que ciales en la antropología urbana, tendríamos, no obstante, que ser cautelosos
a VCLW -*varece también des+uiauv -.-.
""....-A,. A:*--..
--Idias inteiilcw. P..-
-
,.
e .l,inL -.
UC~,,,U 7 U
Lline y no sacar conclusiones precipitadas sobre la forma de las redes urbanas.
S(:ñalan -quizás u>n m u c bi parcialidad- que, por el contrariO, puede r e Recordemos que Barnes, en su estudio de Bremnes, sugirió que las redes
SIdtar inusiitadamen.te bien eidaptado para este fin. No hay que olvidar que de la sociedad moderna tendrían una "malla más ampliay' - e n terminología
Li-L- 2
se i r a ~ sue r n o v i m:--a--. ".~ . supone que crecen,- que -v-
r ~ r ~ i vae -
.
.&
.
..
,
a 1,
,a lealtád de puesta al día- menor densidad. Frankenberg (1966, p. 290) ha incluido
cada vez más per!sonas coi1 antececlentes su!mamente diversos. Lo mi!m o también esta noción en una de las Últimas versiones de un continuo rural-
que en la campañzi política india descrita poir Adrian Mayer, 1utilizan tld o urbano. Puede que haya algo de cierto en ello, y en un sentido definitiva-
tipo de relaciones 1reexisten.tes concel~iblespara recluta:r a nuevc2s miembros. mente lo hay, pero es' mejor estar consciente de las suposiciones. Hagamos
El resultado, cuando estos intentos tienen algo de fructíferos, es una multi- una inspección preliminar de las mismas.
tud de personas que quizá tengan muy poco en común, que tal vez se adap Barnes y Frankenberg, como la mayoría de los analistas de red, tienden
tarían mal en una organización estrechamente coordinada y que encaran sus a considerar vínculos sólo las relaciones relativamente duraderas entre los
228 PENSAR EN 'REDES
individuos que se "conoceny' unos a otros. De este modo, desdeñan a
no-zelaciones como las relaciones de tránsito, y probablemente tambikn lalas
definidas de manera más estrecha, relaciones a corto plazo que se han de i VI. LA CIUDAD COMO TEATRO: CUENTOS DE GOFFMAN
encontrar, por ejemplo, en el dominio o ámbito del aprovisionamiento. 'A$
pues, si pensamos en la ciudad como una "red total", están sólo diciendo
w n un nuevo vocabulario lo que, entre otros, también dijo Max TVeber:
EN ESTE capítulo, el centro del escenario lo ocupa el trabajo de un individuo.
Antes de sacar nuestras conclusiones finales en el próximo capítulo, volvemos
población urbana es demasiado grande para que cada persona conozca
también aquí a una influencia de Chicago en la antropología urbana. LO mis-
a todas las demás.
mo que sus predecesores de la vieja escuela de Chicago, Erving Goffman ha
Pero puede haber cierto peligro de que, partiendo de esto, se llegue a algo
&do identificado generalmente como sociólogo; además, durante la mayor
equivocado. Casi no podemos dar nada por supuesto en cuanto a la densidad,
parte de su carrera su filiación académica ha sido con la sociología. Pero
o cualquier otra característica, de cualquier red más pequeña que podamos
intelectualmente esto quizá no represente una gran diferencia. Su estilo de
abstraer de esta totalidad urbana. Si, pongamos por .caso, cada urbIcola
@abajose puede describir también como el de un etn6grafo-antrop6log0, por
escogiera a las personas de su red personal al azar, una por una, de entre
muy idiosincrático que esto sea, y ha tenido vínculos bastante continuos con la
toda la población de la ciudad, entonces sería probable que pocas de ellas
disciplina de la antropología.* Pero ante todo, Goffman ha sido indepen-
estuvieran en contacto unas con otras y el resultado sería una red esparcida.
diente.
Pero Ias redes no se forman de este modo en realidad. Podría haber algunos
agrupamientos de la red urbana total en que prácticamente todos estuvieran Su postura ha sido tan especial, pues su trabajo comenzó a publicarse en
ros años cincuenta, que, como un crítico señaló, "en nuestros días tendemos
. en contacto directo con todos los demás. El pueblo urbano al que nos hemos
a pensar en un espacio sociológico especial wmo territorio de Goffman"
referido repetidas veces es uno de los ejemplos; los xhosas rojos parecen
también aproximarse al modelo, aunque sus densas redes abarquen asimismo (Dawe, 1973, p. 246). Se han acuñado nuevos adjetivos para designar las
a sus comunidades rurales de origen. Otra gente de la ciudad puede tener perspectivas hacia la vida social parecidas a las suyas: goffmaniano, goffmá-
algunos agrupamientos densos pero ampliamente separados en sus redes, así nico, goffmanesco. Una gran cantidad de artículos y por lo menos un libro
como ciertas relaciones que aparentemente están aisladas. Volveremos a estas -en danés- se han dedicado tanto al análisis de sus logros como al de sus
variaciones en el Último capítulo del libro. Ahora lo que se ha de entender i~iwnvenientes.~ Cuando los comentaristas buscan a alguien con quien com-
sobre todo es el hecho mismo de la diversidad. Aunque se pueda pensar parar a Goffman, es tan probable que acaben en el mundo de la literatura
en la ciudad como una red total -olvidando de momento sus vínculos -Kafka o Proust- como que mencionen un nombre de las ciencias ~ociales.~
exteriores-, muchas veces es más práctico pensar en ella, según el término Sus colegas académicos se interesan miicho más por sus puntos de vista per
sugerido por Craven y Wellman (1974, p. SO), como una red de redes. Una sonales y sus rasgos que por los de, v. gr., Talcott Parsons?
de ellas, o unas cuantas, pueden formar un modo urbano de vivir. Juntas, ENing Goffman se ha dedicado especialmente al análisis de la interacción
constituyen la ciudad wmo orden social.
a En la Unimidad'de Edimburgo, a principios de los años cincuenta, estaba en el
Departamento de Antmpología Social, y en la actualidad es profesor ''Benjamín
Frankh". d e Antropología y Sociología en la Universidad de Pensilvania.
. 9 El libro es una colecci6n de ensayos recopilados por Gregersen (1975). Una lista
de otros escritos sobre aspectos de la obra de Goffwn a b a d , por ejemplo, Mes-
singer y otros (1962), Taylor (1968), Gouldner (1970, pp. 378 SS.),Lofland (1970a),
Young (197l), Bemian (1972), Blumer (1972), Aronoff (1973), Bennett Berger
(1973), Boltanski (1973), Collins (1973, 1975, pp. 161 SS.), Dawe (1973), Ly-
man (1973), Manning (1973, 1976), Perinbanayagam (1974), Davis (1975), Gam-
son (1975), Jameson (1976), Bogart (1977), Haii (1977) y Gonos (1977).
3 Pari este tipo de comparaciones, véanse Berman (1972), Birenbaum y Sagarin
(1973, pp. 3-4) y Hall (1977).
4 Un ejemplo notorio es el brillante "Fan Letter on ENing Goffman" (197.3).de
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