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FACULTAD DE ARQUITECTURA Y ARTES APLICADAS

CARRERA:

ARQUITECTURA

FECHA:

07/12/2018

MATERIA:

HISTORIA ARQUITECTONICA Y URBANA ECUATORIANA

NIVEL:

6TO

NOMBRE:

PABLO CARRASCO V.
JUAN LEMA.
BRYAN SALAZAR.
GRUPO 4

TEMA:

IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS


LA COMPAÑÍA DE JESÚS
ANTECEDENTES
La iglesia de La Compañía de Jesús de Quito, también conocidos en el acervo
popular ecuatoriano simplemente como La Compañía, es un complejo
clerical católico ubicado en la esquina formada por las calles García Moreno y
Sucre, en el Centro Histórico de la ciudad de Quito DM, capital de Ecuador. La
portada de su templo mayor, labrada totalmente en piedra volcánica, está
considerada como una de las más importantes expresiones de la arquitectura
barroca en el continente americano y del mundo.

A lo largo del tiempo, esta iglesia ha sido llamada además: Templo de Salomón
de América del Sur. El padre Bernardo Recio, jesuita viajero, la llamó Ascua de
oro. Mientras que Ernesto La Orden, Embajador de España en Ecuador, la
describiría como «el mejor templo jesuítico del mundo».

El complejo incluye la Residencia San Ignacio, "Casa Madre" de los Jesuitas en


Ecuador. Durante la Colonia esta "manzana jesuítica" albergó al Seminario San
Luis, al Colegio Máximo, a la Universidad de San Gregorio Magno y la Procura
de las Misiones de Mainas. Desde 1862 funcionó en la manzana el Colegio San
Gabriel y (desde 1959 hasta 2001) el Colegio San Luis Gonzaga.
La iglesia, y su rica ornamentación interna, totalmente cubierta con láminas de
oro, es una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad y un patrimonio
invaluable, tanto artístico como económico, para el país. Fue visitada por el
Papa Juan Pablo II, quien presidió una misa en el templo el 30 de enero de 1985,
dentro del marco de su visita de tres días a Ecuador. Fue además visitada por el
Papa Francisco el 7 de julio de 2015, que ahí rezó ante la imagen de la Dolorosa.

CONSTRUCCION
En el año 1597 el hermano español Francisco Ayerdi se hace cargo de los
trabajos de construcción del templo de la orden jesuita en Quito, contando para
ello con la ayuda de José Iglesias y José Gutiérrez. Lamentablemente, y pese a
la buena voluntad, Ayerdi no reunía los conocimientos necesarios para tan
titánica empresa, por lo que se tomó la decisión de reemplazarlo en 1605.

Entre 1605 y 1614 el sacerdote italiano Nicolás Durán Mastrilli recibe los planos
de la iglesia, llegados desde Roma y aprobados por la Compañía; y comienza a
ejecutarlos con la ayuda del arquitecto vasco Martín de Azpitarte, bajo la
dirección de obra del también jesuita Gil de Madrigal (español). Para 1614, ya
parte de la obra estaba abierta al culto.

El hermano Marcos Guerra llega desde Italia en 1636 para hacerse cargo de la
construcción, a la que le imprime los gustos y formas del Renacimiento, estilo en
el que tenía vasta experiencia antes de convertirse en clérigo. Es él quien
introduce las cúpulas y bóvedas de cañón, además de las capillas laterales
ornamentadas con cupulines. A Guerra también se le atribuyen los mejores
retablos, la decoración completamente de oro y el púlpito.
Otros jesuitas que colaborarían en la obra a lo largo de los años serían el padre
Sánchez, los hermanos Simón Schonherr y Bartolomé Ferrer. El hermano Jorge
Vinterer fue el creador del retablo mayor. En 1722 el padre Leonardo Deubler
inició la construcción del impresionante pórtico de piedra volcánica gris, que no
pudo terminar porque la obra fue suspendida en 1725; finalmente, en 1760 el
hermano Venancio Gandolfi reinició los trabajos en la fachada inconclusa, que
fue terminada el 24 de julio de 1765. Hay que recalcar que todas las obras
concebidas por estos artistas europeos fueron puestas en práctica por artistas
indígenas y mestizos de Quito, que le imprimían su sello personal a través de
representaciones de flora nativa y símbolos de los pueblos ancestrales de la
Audiencia.

Cuenta la leyenda que el rey Felipe IV, que gobernaba España en esos años,
preocupado por el inmenso costo de la obra se asomaba a lo alto de las torres
de su palacio en El Escorial y miraba por el horizonte hacia el oeste,
diciendo: “Cuesta tanto la construcción de ese templo, que debe ser una obra
monumental; entonces, deben verse desde aquí sus torres y cúpulas”. No sabía
el soberano que el valor de ella no era por su tamaño, sino por la belleza de su
arquitectura, su construcción y de sus ricas piedras talladas maravillosamente.
HECHOS HISTÓRICOS
Nos dice que el 24 de septiembre de 1540 la orden Jesuita se aprobó como
institución religiosa por el Padre Papa Paulo III donde nos dice que el fundador
fue el jesuita San Ignacio de Loyola el cual nació en 1491 y murió en 1556 en la
ciudad de Roma.

Además nos dice que la Iglesia fue la sede de la Orden de los Jesuitas en el
país ya que constituye un estilo barroco muy excelente ya que es una de las
arquitecturas de Sudamérica mejor construida y además de su singular belleza
e importante decoración empleada en la cada uno de sus detalles se ha hecho
acreedora a un sin número de títulos ya que tuvieron que ver mucho los planos
traídos para la iglesia por parte de Nicolás Duran Mastrilli ya que se les atribuye
a Roma desde Doménico Zampietri.

Cabe resaltar que la construcción de la iglesia fue realizada por mano de obra
de los indiginas voluntarios, cofradías, gente rica que donaba dinero con lo cual
sea financiado el pan de oro colocado en la iglesia la, misma que tienes 120
libras de oro en toda la iglesia y también con el apoyo de artistas de la Escuela
Quiteña.

También nos dice que la Capilla de San José se conmemoran sucesos de gran
importancia como lo que ocurrió en el año 1830 donde por primera vez se oyó
el nombre de nuestro País Ecuador y donde se celebraron gran número de
reuniones de nuestros próceres de la Independencia en donde se conmemora
la Semana Santa con unas tallas y la figura de Jesús Yaciente lo que hoy en día
se utiliza como una sala de exposición de cuadros. (Meza, 2015)
IDENTIFICACIÓN DE LOS DIVERSOS ESTILOS CON
FOTOS Y DIBUJOS DE DETALLE

En este punto podemos decir que la fachada de la


iglesia de la compañía fue labrada en piedra
volcánica por las esculturas de San Ignacio de
Loyola cual fu el fundador de la Compañía de
Jesús y una María Inmaculada el que se puede
decir que es un vehículo de transmisión de la fe
católica.

Al ingresar a la iglesia encontramos una nave


de 58m de largo cuya bóveda a 26m de altura
la que está decorada con figuras geométricas
que permanecieron en el lugar reconquistado
por los cristianos revestidos de pan de oro .Al
lado izquierdo encontramos un cuadro que
representa el juicio final ,justo frente de la
entrada al lado derecho se encuentra el cuadro
que presenta el infierno las cuales fueron
pintadas por el jesuita Hernando de la Cruz
aunque ahora podemos ver que son copias de
Alejandro Salas que las realizo en el siglo XIX.
Lo más sorprendente de esta iglesia es la abundancia del rostro de los santos y
querubines los florituras y volutas doradas el que cubre cada uno de los rincones.
De igual forma los confesorios de madera oscura son decorados de querubines
de ojos azules lo cual llama mucho la atención por parte de los fieles católicos y
turistas.

También encontramos 6 naves laterales donde muestran un estilo recargado y


florido a la escuela quiteña en el siglo XVIII es por esto que se encuentran
separados de la nave central por unos arcos de medio punto los cuales están
decorados de diferentes escenas y personajes bíblicos.

Otro detalle importante es el retablo el que se encuentra ubicado enfrente


realizado por la madera por Bernardo de Legarda el que está lleno de motivos y
figuras bíblicas donde nos muestra que es una obra maestra de la escultura y
pintura quiteña, el que se destaca con luz propia donde nos dice que flota en
una nube de querubines la imagen de un Dios Padre un rostro serio y trabajado
por un material barba blanca que abraza con su mano izquierda.
En el lado izquierdo encontramos u retablo muy recargado de unas figuras de
San Ignacio y a la derecha la figura de San Francisco Xavier los que son grandes
representantes de la Orden Jesuita donde encontramos que el autor de estos
dos retablos es Marco Guerra los cuales lleva la abundancia de dorados,
columnas salomónicas y decoración ornamental hasta los máximos niveles
además la decoración del techo y columnas que soporta la cúpula nos obliga
a mirar hacia arriba donde encontramos con los cuatro evangelistas. Además,
vemos que la decoración de la cúpula si nos asomamos al espejo circular
colocado en la parte de a debajo nos permite apreciar cada uno de los detalles.
Con todo esto mencionado podemos decir que gracias a las diferentes
intensidades de la luz que entra por los altos ventanales provoca cambios que
otorgan dinamismo en cada uno de los detalles es por esta razón que la iglesia
de la Compañía produce admiración y todo esto lo debemos a los jesuitas
quienes crearon en el interior un libro abierto de las sagradas escrituras y la
palabra de Dios el cual se presentaba a través de la pintura y las figuras
esculpidas en su interior en donde ahora podemos decir que esta Iglesia se
encuentra abierta una gran cantidad de personas que en cada año la visitan.
(Quinzan, 2012)
BIBLIOGRAFIA

Greenspan, Eliot (2007). Ecuador & the Galapagos Islands. Chichester: John Wiley.

Kennedy, Alexandra y Alfonso Ortiz (2002). Arte de la Real Audiencia de Quito, siglos XVII-
XIX. Hondarribia: Nerea.

Vargas, José María Fr. (2005). Patrimonio Artístico Ecuatoriano: La Compañía de Jesús.
Quito: Trama.

Báez, Christian (2008). Rostros e Imágenes de La Compañía de Jesús, Quito en el


Contexto Barroco. PH Ediciones y B&B Grupo COMUNICACIÓN.

Historia de la Cultura Ecuatoriana, tomo III, p. 12.- José María Vargas

Jauanen, José (1941). Historia de la compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito


1570-1774. Quito: Editorial Ecuatoriana.

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