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MENCHÚ: ESTRATEGIAS
DISCURSIVAS DE UNA
SUBJETIVIDAD FRONTERIZA
Resumen
El artículo analiza el discurso testimonial a la luz del texto Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació
la conciencia. Con base en los estragos causados por el largo conflicto bélico en Guatemala, Rigoberta
Menchú intenta reconstruir la memoria de su comunidad, y en el proceso enuncia los hechos desde
una perspectiva que pone en tela de juicio las categorías de verdad que han sido impuestas desde
el poder y legitimadas por el discurso académico. La emergencia de estrategias discursivas otras que
permiten al sujeto subalterno fluctuar entre la adaptación y la resistencia al capitalismo mundial,
posibilita que las comunidades que han sido por largo tiempo marginadas superen los paradigmas
paternalistas y comiencen a hablar con voz propia. Así surge Rigoberta Menchú, quien ha sufrido
en carne propia la exclusión en tanto indígena, campesina y mujer. Su capacidad de circular entre
culturas da cuenta del surgimiento de sujetos fronterizos, quienes son capaces de revertir los procesos
de homogeneización y fragmentación que afectan a su comunidad. Con ello no solo se configuran
nuevas identidades, sino que además se reivindica el derecho a la diferencia como una forma de
superar las relaciones de dominación/sujeción.
Abstract
The article analyses the testimonial discourse from the perspective of the book Me llamo Rigoberta
Menchú y así me nació la conciencia. From the basis of the ravages caused by the long war in Guatemala,
Rigoberta Menchú tries to reconstruct her community’s memory and in the process, she puts at stake the
truth’s categories that are imposed by the power and are legitimized by the academy. The emergency of
discoursives strategies others that allow the subaltern subject to fluctuate between adaptation and resistance
to the world´s capitalism make possible for long excluded communities to overcome paternalistic paradigms
* Pianista chilena. Concluyó sus estudios en la Universidad Católica de Chile y posteriormente recibió la beca
del Servicio Alemán de Intercambio Académico (D.A.A.D.) para realizar estudios de posgrado en la Academia
Superior de Música de Friburgo, Alemania. En el año 2008 obtuvo una maestría en Literatura Latinoamericana
en la Universidad de Costa Rica. Actualmente se desempeña como docente en la Universidad Nacional en Costa
Rica y realiza una investigación acerca de la música colonial en Latinoamérica.
and to begin talking with their own voices. In this way Rigoberta Menchú arises, who has suffered discrim-
ination as an indigene, a peasant and a woman. Her capability to circulate between cultures tells us about
the emergence of border subjects who are able of reverting homogenization and fragmentation processes.
In this way, not only new identities are set, but the right to difference is vindicated as a way to get over the
relation of domination/subjection.
que sufre la discriminación “que pade- (Spivak: 2008), en tanto que maneja
cen todos los indios del continente des- los contactos necesarios para publicar
de su descubrimiento” (Burgos, 2000: 9). los resultados de esa entrevista; la et-
El comentario de la etnóloga se sustenta nóloga estaría entonces en condiciones
sobre el supuesto de que los indígenas de de “comprender” mejor el sentido glo-
América están todos en las mismas con- bal de la causa maya (Foucault: 2004),
diciones por el hecho de ser indígenas. cosa que no esperaríamos de los prota-
Sin el ánimo de cuestionar marginali- gonistas de los hechos relatados.
dades reales, me parece que convendría
matizar ese principio esencialista en vir- La modernidad ha privilegiado el discur-
tud del cual Rigoberta estaría en condi- so académico como fuente legitimadora
ciones de representar a todos los grupos del saber y la argumentación se funda-
étnicos de nuestro continente. Burgos menta en paradigmas que pueden estar
parece priorizar el tema de clase por en- muy lejos de las realidades comunitarias
cima de las especificidades culturales y de los grupos subalternos, empezando por
hace eco de los viejos paradigmas euro- la definición de los conceptos verdadero y
centristas: “todo lo que se hace en París falso. Stuart Hall (1983) destaca que los
alcanza una repercusión mundial, inclui- discursos se estabilizan a partir de un set
da América Latina” (Burgos, 2000:15). de prácticas institucionales ya conocidas;
esto implica que --independientemente
Esta forma paternalista de investigar de cuál sea la historia narrada- se hace
a los grupos subalternos ha sido muy uso de un marco dado de interpretaciones
discutida en los últimos años (Foley: para darle sentido a los hechos y esas ex-
s.f., Mato: 2002, García: 2004) por- plicaciones terminan por hegemonizarse.
que la pretensión de objetividad se En este proceso, la academia juega un rol
revela como una meta inalcanzable. primordial como legitimadora de verda-
Burgos jamás define desde qué lugar des; de allí la importancia de reconocer
está hablando y al transcribir 25 ho- que las disciplinas conforman un tipo de
ras de grabación, se toma la libertad saber que no debería ser considerado úni-
de establecer un hilo conductor lineal co (Foucault: 2004).
(básicamente cronológico), ordena
la información según criterios temá- Pero seguimos ante la misma interro-
ticos y elabora una relación coheren- gante acerca del alcance de la media-
te de causas y efectos. Este privilegio ción: ¿cómo saber en qué medida se
del recopilador nos hace cuestionar la manipuló la información? ¿Cómo saber
factibilidad de un relato “fidedigno”. cuándo las palabras de la informante se
No sabemos hasta qué punto la autora apresuraron, cuándo hubo una duda,
intervino en la “corrección” sintácti- dónde se produjeron las pausas? Más
ca del discurso de Rigoberta. Además, importante aún, ¿cómo saber si el infor-
conviene tener en cuenta que Elizabe- me de Rigoberta cambió al verse frente
th Burgos está en una posición de poder a una etnóloga ladina y hablando en la
frente a su “informante intermediaria” lengua de los ladinos? ¿Hasta qué punto
les arrinconó cada vez más; la coloniali- las prácticas culturales son sensibles a
dad del poder se fue rearticulando sobre la compresión espacio-tiempo, y esto se
nuevas bases institucionales (Quijano, traduce en una experiencia cambiante
2003: 236) que reforzaban el imaginario que transforma la cultura en un lugar de
eurocéntrico (Brennan, 1991). lucha (Harvey: 1990); hasta las comu-
nidades más aisladas tienen algún acceso
¿Cómo pudieron ser invisibilizadas las al mundo (Pereira Da Rosa: 2001), de
identidades otras durante tanto tiempo? modo que se altera la percepción histó-
Según informa Rigoberta Menchú, solo rico-social y se manifiesta la necesidad
en Guatemala existen veintidós etnias de definir un centro tranquilizador que
indígenas, cada una con una historia, una delimite el espacio territorial propio.
cultura y una lengua específicas (Burgos,
2000). Tras casi dos siglos de guatemalidad, El texto de Rigoberta Menchú es crítico
los aparatos de Estado no han logrado asi- de los discursos hegemónicos asimilacio-
milar a los pueblos indígenas y ha persis- nistas, pero si comprendemos a América
tido una lucha por la emancipación, no Latina como una gran zona fronteriza en
solo en términos de clase, sino también la que los bordes se diluyen y lo propio y
del derecho a la diferencia. Castro (1998) lo ajeno se superponen, siempre se estarán
lo resume de la siguiente forma: configurando nuevas identidades que ha-
cen frente y a la vez se adaptan a los proce-
“Observarse como sujetos excluidos sos de homogenización y fragmentación.
conlleva la posibilidad de desdoblarse,
observar las propias prácticas y compa- Identidades descentradas
rarlas con las prácticas de sujetos distan-
tes en el tiempo y el espacio, establecer “Con mucha vergüenza mostraba mis
diferencias con otros sujetos locales y dudas porque muchos de mi comunidad
producir determinadas estrategias de entendían mejor que yo porque tenían
resistencia” (Castro, 1998: 15). la mente muy sana, por el hecho de que
ellos nunca habían salido fuera de su co-
El desdoblamiento al que se refiere Cas- munidad” (Burgos, 2000: 147).
tro Gómez está presente en el testimonio
de Menchú. Sus dudas, sus contradiccio- Por extraño que parezca, Rigoberta se
nes, unidas a la negociación que estable- percibe a sí misma como sujeta deficitaria
ce con el mundo externo dan cuenta de por su experiencia fuera de la comunidad.
una voluntad de representación que se El contacto con sociedades externas su-
resiste a desaparecer. Desde esta pers- puestamente contaminó su visión de mun-
pectiva, el temor de Frederic Jameson do y eso le crea inseguridades a la hora de
(1991) por la posible desaparición de transmitir el mensaje. La comunidad bus-
las culturas tradicionales locales bajo la ca el centramiento para no desintegrarse
sombra del capitalismo global, parece en la nada. Pero, ¿cómo cumplir con una
estar (todavía) lejos de concretarse. Lo agenda política con objetivos específicos
que sí parece ser una constante es que sin abandonar el terruño?
El libro permite vislumbrar un cierto con la causa indígena, aunque no está cla-
desplazamiento en la posición de la pro- ro si la participación local en el conflicto
tagonista (sin olvidar que el texto fue armado es para evitar la proletarización o
manipulado y es difícil establecer cómo es una lucha contra la aculturación. Este
concibe Rigoberta la temporalidad). Ini- punto me parece de importancia cabal,
cialmente, la lucha se define en térmi- porque en la medida en que la izquierda
nos binarios: indígenas contra ladinos, no reconozca una diferencia étnica (ade-
pobres contra ricos, campesinos contra más de la de clase), la cuestión indígena
terratenientes (Morales, 1998). Las imá- continuará sobre el tapete y no se com-
genes del otro (ladino) son desplegadas y pletará nunca el mejoramiento social y mo-
se construye una diferencia estereotipa- ral al que alude Habermas como conclu-
da que reproduce y perpetúa la subalter- sión deseable de la modernidad (1998).
nidad indígena (Pickering, 2001).
Se dice que en la era de la globalización
Los rasgos diferenciales siempre corren las comunidades son virtuales, siguen
el riesgo de convertirse en una otredad siendo imaginadas, pero ganan terreno
estereotipada que hace prácticamen- en un sistema integrado mundialmen-
te imposible llevar a cabo una ética de te (Pereira Da Rosa: 2001). Aún así, la
la diferencia que prescinda de la línea integración de los grupos indígenas al
imaginaria que separa al yo del otro (Gil- mundo occidental se dificulta por su con-
man, 1986). El resultado es la produc- dición étnica y su exclusión social. Los
ción de imágenes que se integran en un Estados latinoamericanos han iniciado
sistema semiológico que no se discute, procesos de reconocimiento de la multi-
sino que se transforma en sistema causal culturalidad para devolverle a los pueblos
de hechos (Barthes, 1999). Stuart Hall originarios su dignidad; no obstante, las
(1998) habla de sistemas de representa- políticas puestas en marcha tienen un
ción al referirse a las cadenas discursivas halo paternalista que no permite aceptar-
que ponen en movimiento asociaciones los como agentes de cambio. Parece ser
connotativas que logran anclarse en el que la incorporación de la diferencia se
imaginario colectivo, y terminan natu- sigue haciendo según la lógica moderna
ralizándose y transformándose en sen- de representación, y con ello se re-natu-
tido común. En virtud de ello, el texto ralizan las jerarquías. Hasta el momento
reafirma la visión positiva del indígena no existe una multiculturalidad simétrica
(bueno, noble y solidario) en contra- y democrática, porque no todos tienen
posición a la construcción negativa del las mismas oportunidades de conectarse
ladino (malo, ambicioso y traicionero). y transitar por el mundo.
Conforme avanza la lectura es posible Homi Bhabha (2002) propone superar las
detectar un desplazamiento en la visión nociones de subjetividades originales plan-
de Rigoberta. No todos los ladinos son teando en cambio la existencia de espa-
malos. De hecho, aquellos que integran cios entre-medio (in between) que permi-
la guerrilla han creado núcleos solidarios ten la elaboración de nuevas estrategias
que son traspasados a la fuerza sufren una requerida), o bien, pronunciar frases en-
adaptación para hacerlos más accesibles trecortadas que no produzcan sentido.
al público meta. Si consideramos ade- Por paradójico que parezca, la opción
más que existe una relación jerárquica de negarse a decir es un acto de rebeldía
entre los idiomas, la homogenización que reafirma al sujeto subalterno como
que impondrá el lenguaje meta impedirá objeto del no-discurso. No se trata de
representar la diferencia. un silencio sumiso, sino de un silencio
retador: guardarse secretos frustra la vo-
El dolor sufrido por los pueblos mayas du- luntad de control del otro dominante.
rante años de represión difícilmente pue- Vivimos en una sociedad en la que el
de ser expresado en palabras en lengua ruido es continuo; la producción cons-
quiché; traducirlo al español resulta una tante de mensajes e imágenes enmas-
tarea prácticamente imposible. Rigober- caran el mundo (Baudrillard, 1988) y
ta es consciente de esta situación y por frenan la posibilidad del silencio. Desde
eso se niega a hacerse partícipe de esta esta perspectiva, el sujeto que testimo-
práctica; más bien se apropia de las armas nia está protegiendo un espacio propio
del otro (en este caso, la lengua del con- toda vez que decide qué cosas va a callar,
quistador) para difundir su testimonio en rehusándose así a establecer intimidad
una suerte de concesión que asegura la con los receptores. Los seres humanos
supervivencia simbólica suya y de toda su en condición de marginalidad siempre
gente, pero al mismo tiempo carga el re- encuentran formas de realizar la traduc-
lato de omisiones y frases vagas a las que ción de sí mismos y transformarse en su-
atribuye sentidos ocultos. El juego de en- jetos (reales) de la historia.
mascaramientos y desenmascaramientos
se produce al interior del discurso. Quien testimonia está posicionado en
un lugar subalterno y busca sensibilizar
Rigoberta Menchú traduce un discurso, y ganar adherentes para la causa de su
pero en el acto ella (sujeta) también está comunidad; de otra forma, ¿qué sentido
siendo traducida. La traducción que se le tendría difundir esa experiencia? Do-
hace pone en juego relaciones de poder ris Sommer (2005: 177) afirma que “el
que revelan otras formas de dominio: es la testimonio no es una invitación a es-
cuestionada, es aplaudida, se le adscriben tar de corazón a corazón, sino en mano
sentidos, independientemente de cómo a mano”, en el sentido que no se trata
ella manifiesta su propia subjetividad. de despertar compasión, sino de reivin-
dicar las luchas propias sobre la base de
El sujeto traducido desaparece detrás de la igualdad y la justicia. La persona que
aquello en lo que fue traducido, aunque testimonia debe poder hablar a la misma
esta situación no la acepta sin protestar. altura de los otros que escuchan.
Una estrategia de resistencia es la comu-
nicación de información falsa o equívo- El testimonio de Rigoberta Menchú no
ca; otra estrategia es el silencio activo solo es la prueba de una lucha políti-
(negar conscientemente la información co-ideológica sino que también busca la
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