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¿EL TOC ES UN RIESGO PARA LA SOCIEDAD?

El Trastorno Obsesivo Compulsivo se caracteriza por una alteración clínicamente


significativa del estado cognitivo, es decir; los síntomas son graves, la regulación
emocional o el comportamiento de un individuo también lo son. El trastorno obsesivo
produce síntomas que son fáciles de analizar ya sea para la persona afectada o las personas
de su entorno, uno de ellos, es el trastorno del sueño, ansiedad, dificultad para pensar con
claridad, entre otras. El TOC, es uno de los trastornos que actualmente, se está volviendo
cada vez más común. Muchas personas no saben qué es y simplemente, con el hecho de ver
a una persona “diferente” o “con problemas”, lo rechazan . A veces, todos tratamos de
chequear las cosas dos y tres veces, por ejemplo, chequeamos la cocina antes de irnos de la
casa para asegurarnos de que esté apagada. Pero las personas con este trastorno sienten la
necesidad de chequear las cosas una y otra vez, tienen ciertos pensamientos recurrentes o
realizan rutinas o rituales en reiteradas ocasiones. Los pensamientos y rituales del trastorno
obsesivo, causan angustia e interfieren con la vida cotidiana. Estos pensamientos
recurrentes y perturbadores de dicho trastorno, son obsesiones. Aunque la persona
considera que las obsesiones no son el tipo de pensamientos que esperaría tener, reconoce
que son el producto de su propia mente (aunque involuntarias) y que no vienen impuestas
desde fuera. La frecuencia y duración de las obsesiones varían mucho entre las personas;
algunos informan de dos o tres obsesiones por día que duran largo tiempo cada una de ellas,
mientras que otros informan de múltiples ocurrencias obsesivas al día, pero de breve
duración. Otro término de obsesión, se dice que es una idea, temor o impulso que se
apodera de la persona, dominándolo por completo y provocando un estado de ansiedad y
angustia. A fin de intentar controlar estas obsesiones, las personas con este trastorno
repiten comportamientos, llamados compulsiones. Las compulsiones están dirigidas no a
proporcionar placer, sino a prevenir o reducir el malestar (o el aumento de este) o a
prevenir algún acontecimiento o situación temida, sin embargo, no están conectadas de
forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir, o bien son claramente
excesivas. “Se define como impulso irracional, irresistible y repetitivo de realizar un acto
contrario a la razón que produce ansiedad si no se lleva a cabo, y suele ser resultado de una
idea obsesiva” 1 . Es decir, que las personas actúan cuando tienen una crisis, de manera
inconsciente, con ganas de no hacerlo, pero se les es algo difícil detenerse.

Quienes padecen de este trastorno, no pueden controlar dichos pensamientos y rituales. Un


ejemplo más objetivo de obsesiones y compulsiones en las personas con dicha enfermedad
puede verse en el sexo. Las obsesiones sobre órganos sexuales, actos sexuales indeseados
(cometer una violación, exhibirse, abusar de niños), dudas sobre la propia orientación
sexual. Las compulsiones pueden ser intentar sacar de la mente los pensamientos sexuales,
pensar en otras cosas, recordarse experiencias heterosexuales cuando asalta la obsesión de
homosexualidad, realizar un ritual mental (contar de 1 a 10 y de 10 a 1 cien veces). Las
conductas de evitacion pueden ser, no quedarse solo con personas del sexo preferido. Las
personas afectadas con el TOC tienen estos pensamientos y llevan acabo estos rituales por
lo menos una hora la mayoría de los días y a menudo por más tiempo. “La razón por la que
el Trastorno interfiere con sus vidas, es que ellos no pueden detener estos pensamientos, de
tal modo que, por ejemplo, en ocasiones faltan a la escuela, al trabajo, o a reuniones con

1 Trastorno Obsesivo Compulsivo 3 edisión, en español. Michael A. Jeniken, Lee Baer. William E. Minichiello.

Madrid, España, 2001.


amigos”2. Es, decir, es un trastorno de ansiedad caracterizado por pensamientos intrusivos,
recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y
conductas repetitivas.

“Si se considera el trastorno en general no hay diferencias entre sexos en cuanto a


frecuencia. Sin embargo, en las compulsiones de limpieza predominan las mujeres (razón
de 6 a 1), mientras que en las de comprobación lo hacen los hombres (razón de 3 a 1). La
lentitud compulsiva también es más frecuente en los varones”3. El TOC suele comenzar en
la adolescencia o al principio de la vida adulta, aunque puede iniciarse en la infancia. La
edad de comienzo es más temprana en los varones entre los 13 y 15 años, que en las
mujeres, está entre los 20 y los 24 años. En muestras infantiles, la edad de comienzo se
sitúa alrededor de 12-13 años. Un comienzo del TOC a partir de los 35 y los 40 años debe
hacer sospechar de problemas neurológicos (tumores o quistes cerebrales) o depresión. La
edad media del comienzo del trastorno es a los 7 años y medio y sus síntomas son lo
suficientemente graves como para trabar la actividad general del niño. El comienzo del
trastorno suele ser gradual. Una vez establecido el trastorno, su curso suele ser crónico,
aunque con altibajos. Los síntomas del TOC pueden exacerbarse bajo condiciones de estrés.
Un 5% de pacientes pueden presentar un curso episódico con síntomas mínimos o ausentes
entre episodios. Por otra parte, y como se dijo antes, el deseo de resistirse a las obsesiones o
compulsiones puede desaparecer como consecuencia de fracasos repetidos de resistirse a
las mismas.

Actualmente existen distintos tratamientos, en la cual se trata de controlar esta enfermedad,


unos son muy eficaces, otros no tanto. Cuando se ocupa de conocer al paciente y entender
los problemas por los que está pasando. En general, lo que se va descubriendo en esas
primeras entrevistas se lo explican al paciente, de este modo él empieza a conocer su
problema y da su punto de vista. En pocas palabras las terapia consiste en diferentes
métodos, como exponerse a una situación que normalmente crea ansiedad para después
impedir que pueda ocurrir la reacción habitual, o enseñar modos sanos y eficaces de
reaccionar frente a los pensamientos traumáticos. La terapia Cognito-Consuptual consta de
3 fases: Evaluación, tratamiento y seguimiento. Los tratamientos farmacológicos ha
demostrado que el TOC responde bien al tratamiento con antidepresivos, incluso aunque
los pacientes no presenten un grado de depresión clínicamente relevante. “Estudios
extensos han demostrado que estos medicamentos favorecen, al menos ligeramente, a casi
el 80 % de los pacientes y, en más de la mitad de los casos, la medicación alivia los
síntomas del trastorno al disminuir la frecuencia e intensidad de las obsesiones y
compulsiones”4. Diversas pruebas clínicas han demostrado que aquellos medicamentos que
afectan al neurotransmisor serotonina pueden reducir significativamente los síntomas del
TOC. El primer psicofármaco aprobado para el tratamiento, fue el antidepresivo tricíclico
clomipramina.

2 Rodríguez-Acevedo, Amelia; Toro-Alfonso, José; Martínez-Taboas, Alfonso. Revista puertoriqueña de Psicologia.


San Juan, Puerto Rico. 2009.

3 Guía de consulta De los Criterios Diagnósticos del DSM-5. Washington, DC. London, England Copyright © 2014
Asociación Americana de Psiquiatría

4 Trastorno Obsesivo Compulsivo. Facultad de Psicología. Universidad de Barcelona. 2005


Como se pudo notar el TOC es una enfermedad que a pesar de afectar de manera social y
laboralmente, principalmente afecta tu salud y tu diario vivir, sin ser riesgo alguno para las
demás personas, que rodean a una persona afectada. Tiene diferentes formas de expresarse
de acuerdo a la distintas sintomatologías de cada una de las personas , sin embargo, por más
difícil que resulte hallar cual es la principal problemática de esta, siempre habrá un
mecanismo de atención para poder determinarla, hasta el momento, evidentemente, este
trastorno, es un trastorno con la que hay que lidiar todos los días, es decir, no desaparece
con el paso de los años, se controla, si, pero jamás desaparece. Recientes investigaciones
demuestran que el TOC, se transmite a través del entorno familiar y que los genes juegan
pues un papel importante en su desarrollo, aunque quizá son responsables en parte. No se
sabe qué otros factores pueden hallarse involucrados: enfermedad o incluso el estrés de la
vida diaria pueden inducir a asociarse con los síntomas del TOC. Socialmente, somos
impacientes frente a las personas que padecen dicho trastorno o enfermedad, como muchas
personas la llaman, básicamente, por el desconocimiento a la sintomatología y cómo
manejar las situaciones cuando ocurran episodios de compulsiones. Al desconocer esto, lo
que se prefiere es rechazar a estas personas. Las personas que sufren este trastorno, cuando
perciben el rechazo social por tener estas conductas reiterativas, tratan de ocultarlas, de no
hacerlas frente a la mirada del otro porque no pueden controlarlas, dejar de hacerlas, ya que
haciéndolas calman la ansiedad que les produce la obsesión. Aunque en realidad, el
problema es que el alivio dura segundos. Lejos de calmar la ansiedad, ésta se agudiza.
Normalmente juzgamos demasiado pronto (y nos equivocamos bastante). Cada uno está
librando su propia batalla interior, de la que, en la mayoría de los casos, no tenemos ni
idea. Trata de ver más allá de las apariencias. No solo por el bien del otro, sino por tu
propio bien.

Hay veces que podemos ayudar a quienes sufren esta trastorno. Una de las características
TOC es que sobrevaloran las ideas, y a veces esa exageración que hace su mente puede ser
rechazada gracias a la ayuda de otra persona. Por ejemplo pueden tener el pensamiento de
que existen muchas posibilidades de que un ser querido vaya a sufrir un daño, sin embargo
esas posibilidades no existen, son sólo una exageración de su mente. Así que si alguien le
explica racionalmente por qué es imposible que eso que teme suceda, puede ser que se
convenza que su miedo es infundado. Esto es posible porque muchas veces quienes sufren
TOC, tienen dudas y se sienten inseguros de si sus compulsiones son irracionales o no. Con
la opinión de alguien extra, puede luchar contra la compulsión. Lo principal es apoyar a la
persona , darle nuestra comprensión y aceptación. Que no siente una carga adicional de
nuestra parte, como por ejemplo un rechazo hacia su enfermedad. La persona con TOC se
da cuenta de lo que sufre, no es algo inconsciente. Ahí radica otro de los problemas, la
persona se ve lavándose las manos decenas de veces pero no puede evitarlo y sufre . Y
muchas veces también se sienten culpables por ello. La familia suele reaccionar de mala
manera ante los síntomas de una persona con TOC. Suelen criticarlo porque no pueden
dejar de repetir un ritual, no comprenden que no es algo que ellos puedan elegir, es algo
que no pueden controlar. Incluso sufre burlas o retos. Una persona con este trastorno, puede
llevar una vida normal y controlada, siempre y cuando acepte que padece este trastorno, sea
apoyada y aceptada por el entorno (amigos, familiares y conocidos) y siga con la
medicación adecuada.

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