Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El tener a Dios como nuestro Padre nos muestra la dignidad de cada una de las personas
que nos rodean y de nosotros mismos. Todos somos hijos del mismo Dios y Él nos ama de
la misma manera y medida a todos. De este amor que nos da Dios como nuestro padre nace
la dignidad que tenemos todos los hombres, somos hijos amados del mismo Padre. Una
muestra de este amor la hemos celebrado en la encarnación y el nacimiento de su Hijo,
Dios se ha hecho igual que nosotros, así “cada persona humana ha sido elevada al corazón
mismo de Dios” (EG, 178).
El creer en el Espíritu Santo nos lleva a contemplarlo como alguien que actúa en todos los
seres humanos y de manera especial en la comunidad de la Iglesia en donde se profesa la fe
comunitariamente y donde todos nos hacemos uno con Dios mismo en el “Cuerpo místico
de Cristo” (Cfr. 1 Cor. 12,12-13).