EL PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO

Al día siguiente de las elecciones municipales y regionales podemos estar satisfechos de que al
menos en Lima, el cambio se impuso al miedo y que una mujer dirigirá los destinos de Lima. Un
hecho histórico de por sí, además de trascendente por las consecuencias políticas que ello significa
luego de un proceso de unidad. Un pequeño balance se hace necesario, que por espacio sólo
dedicaremos a Lima.

Como era de suponer la guerra sucia tuvo gran efecto en la última semana. De 10 puntos de
diferencia se llegó a 1, y aunque el conteo de la ONPE tardará, los esbirros de la derecha ya no
podrán torcer la voluntad de los limeños que votaron por el cambio, contra la corrupción y por
Villarán. Sin embargo, nuestra nueva alcaldesa se sigue moviendo en los límites de la derecha, lo
que decepciona por momentos. Afirma por ejemplo que nunca ha visto en el Perú una campaña
de demolición como la que fue víctima. Me permito recordarle que en las elecciones del 2006,
luego de que Ollanta pasase a liderar las encuestas, se generó la peor campaña de demolición y
con video apocalíptico incluido, que duró hasta después de finalizada la misma; y hay que decirlo,
a la que se sumó Villarán visitando Madre Mía y Andahuaylas, dividiendo parte del sector popular
apoyado por su egocéntrica cúpula de izquierda en su Concertación Descentralista, y terminando
con menos del 1% luego de tildar al nacionalismo de ser autoritario y antidemocrático. Parece que
no han aprendido la lección.

La misma cúpula de izquierda soberbia, aunado a jóvenes que apoyaron antes al nacionalismo,
plantean de nuevo lo mismo. Zegarra ya indicó que no le gustan ni Castañeda ni Toledo, ni Keiko ni
Ollanta. Por eso, su diminuto partido FS envalentonado por los resultados en Lima y apoyado por
algunos sectores de derecha, pretende lanzar a uno entre precandidatos como Vladimiro Huaroc o
el "emprendedor" Nano Guerra García a la presidencia, éste último, respaldado por Frecuencia
Latina y los Añaños. Y tienen todo el derecho de hacerlo. En este párrafo me detendré a decir que
no criticaré más a Villarán o a FS en lo sucesivo, al menos que ataquen o menosprecien al
nacionalismo, que junto a muchas fuerzas de izquierda y progresistas dentro y fuera de su
confluencia, con independientes y/o contrarios a Lourdes Flores, contribuimos a la victoria del
cambio en Lima y no sólo con el voto, sino con personeros en la mayoría de los distritos, con la
concientización anticorrupción, con redes sociales y demás. Por ello, se ve mal cuando Villarán
suelta de huesos dice que ella no le debe nada a nadie. Al menos, sí le debe a toda esa gente que
contribuyó a su triunfo.

Mirando al 2011 se proyecta un escenario interesante, donde los esfuerzos individuales de cada
partido primaran. Nosotros no basaremos nuestra propuesta en ser anti alguien o anti algún
partido para generar adeptos y divisiones en el campo popular. Para nosotros, la creación de un
proyecto más amplio y no netamente de izquierda es lo más coherente respecto a la sociedad
peruana actual. Cierto es que muchos en la izquierda se sentirán emocionados por Lima, y otros
rejuvenecidos o resucitados, se unirán a esta nueva propuesta. Otros sin embargo, seguiremos
apostando por un proyecto nacional más de corte progresista, nacionalista y de izquierda, y no tan
liberal, al menos en lo económico.
Mis reflexiones finales son de un cierto sentimiento de déjà vu. Recordaba el año 2000 cuando
también estuve en la Plaza San Martín para evitar que el fraude se concretará a favor de Fujimori.
Creímos y creamos a Toledo, que demostró luego ser de derecha. Y al igual que a Villarán, le
conferimos la representación del cambio. En esa época no existía un liderazgo de izquierda,
nacionalista o progresista que pudiera representarnos. Y como ahora, la gente no gritaba
partidariamente ni por Perú Posible ni por Fuerza Social, a pesar de forzarles tontamente a
hacerlo. Nosotros, en esa época y ahora preferíamos gritar "El Pueblo Unido Jamás Será Vencido".

René Galarreta

Lima, lunes 4 de octubre de 2010

(*) Banderola de UPM en la Plaza San Martín, el día de las elecciones municipales 2010 en Lima.