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La FAO tiene como obligaciones

Construcción constitucionales mejorar la nutrición y el


nivel de vida, mejorar el rendimiento de

de un sistema
la producción y la eficacia de la
distribución de todos los productos
alimenticios y agrícolas, mejorar las

alimentario condiciones de la población rural y


contribuir así a una expansión de la
economía mundial y a liberar del hambre
y agrícola a la humanidad. Además, la FAO tiene el
mandato de la comunidad internacional

más ético de proporcionar los instrumentos y


mecanismos para un foro internacional en
el que se afronte el equilibrio de los
intereses y se adopten medidas al
respecto, al propio tiempo que se aspira a
proteger y mejorar los bienes públicos globales por lo que respecta a la alimentación y
a la agricultura (Constitución de la FAO, 1945; Declaración de Roma sobre la
Seguridad Alimentaria Mundial, 1996). Además, la FAO tiene la obligación ética de
asegurar que sus actuaciones sean responsables y transparentes, de manera que sirva
de foro de debate y diálogo sobre cuestiones éticas y sobre el comportamiento poco
ético por lo que respecta a la alimentación y la agricultura.

Estos instrumentos y mecanismos pueden servir para crear un sistema alimentario y


agrícola más ético que afronte los problemas y los desafíos antes expuestos. Un
sistema ético de este tipo sería eficaz, seguro y solidario, al propio tiempo que
aceptaría la diversidad de los sistemas de valores. La creación de un sistema de este
tipo no debería significar la creación de un estereotipo: un plan detallado que está
abocado a convertirse en un fin en sí mismo. Al contrario, debe ser un proceso
participativo y que evolucione con el tiempo para responder a los nuevos datos
científicos, a las innovaciones en las metas y objetivos y a las nuevas cuestiones éticas
planteadas por la FAO y sus asociados.

Un sistema alimentario y agrícola más ético debe incluir el interés por tres objetivos
mundiales generalmente aceptados, cada uno de los cuales incorpora nuevas
propuestas normativas: mejora del bienestar, protección del medio ambiente y mejora
de la salud pública.

Mejora del bienestar

La pobreza sigue siendo la causa individual más importante de la miseria humana en el


mundo actual. Los que participan en un sistema alimentario y agrícola ético trabajarían
por la reducción y eliminación, llegado el caso, de la pobreza potenciando la eficiencia
y la eficacia económica de la alimentación y la agricultura en todo el mundo. Al hacerlo
así, la eficacia de la producción (el medio más rentable de producir un determinado
bien) debe estar equilibrada con la eficacia en la distribución (el medio más eficaz de
distribuir los bienes). Además, la eficacia no puede juzgarse exclusivamente en función
de su respectivo costo dentro de un sistema económico dado. Ha de incluir también un
estudio del sistema de derechos, privilegios e instituciones en función de los cuales se
define esa eficacia. De modo análogo, la eficacia no puede definirse simplemente como
la capacidad de realizar una tarea determinada, sino que ha de sopesar la conveniencia
de los medios elegidos a la vista de preocupaciones éticas como la equidad y la
justicia.

La eficiencia y la eficacia no pueden fomentarse a costa de la interdependencia


económica, la libertad individual, los derechos humanos o la soberanía de los Estados.
Por el contrario, la eficacia debe contribuir a esos objetivos. Dicho en otros términos,
un sistema alimentario y agrícola ético debe ayudar a los ciudadanos, a las
comunidades, a los países y al mundo entero a pasar de una economía mundial a una
sociedad auténticamente mundial.

En una sociedad así la interdependencia se reconoce como ineludible, a cada individuo


se le reconocen la autonomía y dignidad personal, y los Estados están en condiciones
de mantener su soberanía. Un sistema alimentario y agrícola ético debe también pasar
del comercio libre, en el que potentes intereses pueden imponer sus reglas al mercado,
a un sistema comercial participativo para el establecimiento y la aplicación de las
reglas.

Protección del medio ambiente

Los alimentos, contemplados desde una perspectiva mundial, no se producen


actualmente en los lugares ni en las formas que mejor conservarían los recursos
naturales. Hasta ahora, la producción agrícola mundial solía reflejar los patrones
alimentarios y los niveles de vida de las poblaciones locales. Estas pautas están
cambiando rápidamente en todo el mundo, con la creciente urbanización, la
penetración de los mercados y el comercio internacional. Para mantener un sistema
alimentario y agrícola ético, la eficacia biológica (mediante la intensificación de la
producción, elaboración y distribución de productos alimenticios y agrícolas) y la
diversidad agrobiológica han de conciliarse con la eficacia económica (en virtud de la
cual se producen alimentos con un mínimo de uso de recursos, limitando así la presión
sobre el medio ambiente y haciendo accesibles los alimentos a los pobres). Hay que
prestar la debida atención a los pros y los contras de los objetivos de la seguridad
alimentaria y de la protección del medio ambiente. La lucha integrada contra las plagas
y la ordenación integrada de los recursos en los sectores agrícola, forestal y pesquero
no deben considerarse como lujos; para poder transmitir a las generaciones futuras un
sistema alimentario y agrícola ético, hay requisitos previos.

Mayor salud pública

A pesar de algunas mejoras a lo largo de los últimos decenios, una parte demasiado
grande de la población mundial sufre de mala salud causada por el hambre, la
malnutrición y una alimentación deficiente y por alimentos y aguas nocivos. Son
problemas que reducen la capacidad de las personas a la hora de participar de lleno en
los asuntos cotidianos de su comunidad, en países y el mundo. Además, la
industrialización en gran escala de la agricultura y de la elaboración de alimentos
plantean nuevas amenazas a la salud cuando no son objeto del debido seguimiento y
control. En un sistema alimentario y agrícola ético, las cuestiones del hambre, la
malnutrición, la alimentación y la inocuidad de los alimentos se afrontarían con
dinamismo, de suerte que el mundo alcanzaría rápidamente un punto en que todos
tendrían acceso a una alimentación abundante, nutricionalmente apropiada e inocua.
Para ello se necesitarán i) políticas que ofrezcan incentivos para efectuar cambios de
distribución que reduzcan las desigualdades en el acceso a los alimentos; ii)
investigación científica para conseguir medios más eficaces y seguros de producción,
elaboración y distribución de los alimentos; iii) un desarrollo rural que promueva y
aproveche las fuentes de agua potable y fomente el empleo de prácticas inocuas de
manipulación de los alimentos; y iv) el empleo y la aplicación de garantías suficientes y
normas de inocuidad en la distribución de nuevos productos.

Primeras medidas

Ninguna serie aislada de principios éticos basta para crear un sistema alimentario y
agrícola más ético, dado que precisamente los conflictos y las contradicciones entre
esos mismos principios es lo que se cuestiona. Ahora bien, los particulares, los
Estados, las empresas y las organizaciones de voluntarios de la comunidad
internacional pueden contribuir a la solución de esas cuestiones mediante las
actuaciones siguientes:

Creación de los mecanismos necesarios para equilibrar los intereses y


resolver los conflictos. Para conseguirlo se crearían foros en los que puedan
debatirse las controversias y dárseles solución. Por ejemplo, la Comisión de Recursos
Genéticos para la Alimentación y la Agricultura ha tenido un gran éxito como tribuna
para debatir cuestiones difíciles, en particular las compatibilidades y
complementariedades entre obtentores o mejoradores de plantas y los derechos del
agricultor. Otros ejemplos son los acuerdos alcanzados sobre normas alimentarias por
la Comisión del Codex Alimentarius o los principios contenidos en el Código de
conducta sobre la pesca responsable (1995).

Apoyo y estímulo de la participación general de los interesados en las


políticas, programas y proyectos. En todos los órganos internacionales deben estar
representados los diversos puntos de vista. No hay por qué inventar nuevos medios de
participación de las organizaciones no gubernamentales ni ciudadanos interesados e
informados.

Formulación de incentivos que estimulen a las personas, comunidades y


naciones a mantener un diálogo y, en definitiva, hacer lo que es ético. Hay que
poner en práctica incentivos que fomenten un comportamiento que promueva los
valores antes expuestos (por ejemplo, un comercio justo), mientras que han de
eliminarse los incentivos que lleven a comportarse de forma poco ética. Este proceso
será iterativo, aprendiendo de experiencias anteriores en que se practicaron incentivos
y modificando los del futuro para evitar así consecuencias no pretendidas.

Elaboración y divulgación amplia de la información y los análisis necesarios para tomar


decisiones que sean sabias y éticas. La información debe ser tempestiva, pertinente,
precisa y de fácil acceso por todos los interesados. Por lo tanto tiene que llegar a las
diversas audiencias de diversos modos, en particular mediante la imprenta, la
televisión, la radio y con publicaciones en páginas Web.

Garantía de que los procedimientos decisorios en la política alimentaria y


agrícola internacional, así como el contenido de las deliberaciones, sean bien
comprendidos y estén abiertos al análisis público. Independientemente de lo
democráticas y justas que puedan ser las decisiones, sin un examen o la sensibilización
del público no puede enjuiciarse su equidad y conveniencia. En cambio, el examen y la
comprensión públicos de los procesos decisorios, así como el contenido de las
decisiones efectivas contribuirá a la elaboración de un sistema alimentario y agrícola
mundial más ético, sólido y eficaz.

Fomento del empleo de la ciencia y la tecnología en apoyo de un sistema


alimentario y agrícola más justo y equitativo. Para ello será menester conciliar los
conocimientos de los expertos con las diversas convicciones culturales profundamente
arraigadas sobre las prioridades, los valores y las acciones apropiadas. Mientras la
ciencia puede informarnos sobre los niveles de riesgo en una determinada empresa,
nunca nos dirá si vale la pena correr ese riesgo. Esta última cuestión sólo puede
abordarse mediante el diálogo entre los interesados.

Garantía de que los programas, políticas, normas y decisiones siempre tengan


en cuenta los aspectos éticos para mejorar el bienestar, la protección del
medio ambiente y la salud. También aquí entra la obligación de señalar a la
atención situaciones y tendencias que merman ese bienestar, degradan el medio
ambiente o constituyen barreras para la salud. Al mismo tiempo, hay que reconocer
que estos tres objetivos no siempre son congruentes. Por consiguiente, aun cuando
todos los interesados convengan en unos objetivos éticos, hay que practicar un diálogo
para conciliarlos en determinadas situaciones. Ese diálogo habrá necesariamente de
involucrar negociaciones y compromisos, así como diferentes medios de solución en
distintos sitios.

Elaboración de códigos de conducta ética que actualmente no existen. En un


mundo distinto e interdependiente, las normas de conducta ética deben ser claras para
todos. Como ocurre ahora en varias profesiones, los particulares, los Estados, las
compañías y las asociaciones de voluntarios que intervienen en la creación de un
sistema alimentario y agrícola mundial ético, necesitan orientaciones sobre lo que
constituye un comportamiento adecuado. Los códigos de conducta pueden
proporcionar esa guía.

Examen periódico de los compromisos éticos y determinación de si son


adecuados, dados los nuevos conocimientos y los cambios de
circunstancias. El mundo actual cambia rápidamente. Lo que se toma como verdad
hoy puede resultar falso mañana. Lo que se considera ético hoy puede estimarse poco
ético mañana. Por lo tanto, no cabe ningún estereotipo de comportamiento y actuación
éticos. Lo que es menester es que las posiciones éticas se revisen periódicamente para
ver así cómo pueden mejorarse a la luz de nuevas pruebas, nuevos requisitos y nuevas
exigencias

.
Fragmento del Preámbulo de la Constitución de la FAO

Los Estados que aceptan esta Constitución, decididos a fomentar el bienestar general,
intensificando, por su parte, la acción individual y colectiva a los fines de:

 elevar los niveles de nutrición y vida de los pueblos bajo su respectiva jurisdicción;
 mejorar el rendimiento de la producción y la eficacia de la distribución de todos los productos
alimenticios y agrícolas;
 mejorar las condiciones de la población rural;
 y contribuir así a la expansión de la economía mundial y a liberar del hambre a la humanidad;

constituyen por la presente la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la


Alimentación...

Valor de los recursos naturales. Todas las sociedades humanas reconocen la


importancia de los recursos naturales, que son parte del mundo natural que se
aprovechan para producir alimentos y otros bienes de valor y que son necesarios para
la supervivencia y prosperidad. Desde luego, ningún uso particular de estos recursos
tiene por qué socavar los otros usos legítimos a los que pueden destinarse, ahora o en
el futuro. Ningún uso actual tiene por qué condenar a nuestra progenie a penalidades o
privaciones sin fin.

Valor de la naturaleza. Cada vez es mayor el consenso en el sentido de que hay que
valorar la propia naturaleza. A medida que aumenta nuestro poder de modificar la
naturaleza, existe también un reconocimiento de la belleza, complejidad e integridad
de la naturaleza y de los límites para la reestructuración humana del mundo natural. El
Convenio sobre la diversidad biológica (1992) no sólo reconoce el valor que debe
atribuirse a cada uno de los organismos, sino también reconoce, como hacen
tantísimas culturas, que la propia naturaleza ha de valorarse por lo que es.

En resumen, estos valores definen en parte quiénes somos y qué debemos hacer y,
aunque las distintas culturas pueden variar en la interpretación que de ellos hacen,
todas están de acuerdo en su importancia. Los valores de que hablamos no son en
modo alguno nuevos, y ocupan también un lugar primordial en la misión de la FAO. Si
es así, ¿por qué son de nuevo objeto de diálogo y debate? ¿Por qué la FAO se siente
obligada a plantear la cuestión de la ética en relación con la alimentación y la
agricultura?

Actualmente, las inquietudes éticas son fundamentales en los debates sobre el tipo de
futuro que la gente desea. Es el resultado de varios cambios profundos que están
afectando prácticamente a todos los seres del planeta y obligando a la gente a asumir
los límites de determinadas perspectivas culturales. A continuación se analizan estos
cambios o tendencias.

Crecimiento de la población humana y cambios demográficos

La población mundial está creciendo en proporciones jamás antes conocidas,


planteando así desafíos a la producción y distribución de alimentos. Aunque en casi
todas partes están bajando los índices de fecundidad, el crecimiento de la población
mundial se mantendrá hasta muy avanzado el siglo XXI (Figura 1). Según
proyecciones actuales, la población mundial alcanzará aproximadamente los 9 000
millones de habitantes para el año 2050. Como consecuencia de los bajos índices de
natalidad, unidos a mejoras en la esperanza de vida, muchos países desarrollados han
registrado un aumento rápido de la proporción de personas ancianas y, en algunos
casos, incluso una baja en su población total. En cambio, los países en desarrollo
cuentan por lo general con unas estructuras de población mucho más jóvenes. La
migración del campo a la ciudad continúa en muchas partes del globo, dando lugar a
un planeta que pronto tendrá muchos más habitantes del medio urbano que del rural.
Dado que los adultos jóvenes constituyen la mayoría de los movimientos migratorios,
el éxodo del campo a la ciudad suele acelerar el envejecimiento demográfico en las
zonas rurales, determinando grandes contracciones en la fuerza rural de trabajo. Esto
tendrá profundas consecuencias en la agricultura, al llegar a ser el transporte y la
elaboración de los productos alimenticios y la capacidad de la gente para comprarlos
aún más esenciales como componentes de la seguridad alimentaria.

FIGURA 1
Crecimiento proyectado de la población

Fuente: FAOSTAT, 2000.

Las poblaciones humanas y su abastecimiento de alimentos pueden verse afectados


ambos por la enfermedad. Aunque a lo largo del último siglo se han abierto grandes
brechas en la lucha contra las enfermedades, las enfermedades nuevas y que
reaparecen constituyen una fuente de sufrimiento y una reducción de la productividad.
Por ejemplo, muchas cepas de tuberculosis y del peligroso Escherichia coli resistentes
a los antibióticos constituyen una amenaza mundial para las poblaciones humanas. El
SIDA se da casi siempre entre personas que están en edad laboral, lo que afecta
considerablemente a la fuerza de trabajo agrícola e industrial. Al propio tiempo, en los
países tropicales el paludismo y otras enfermedades siguen causando estragos tanto
por las enfermedades como por las muertes que causan. Las enfermedades
transmitidas por los alimentos constituyen una causa general de morbilidad y
mortalidad en todas partes. La enfermedad por sí sola no es probable que afecte al
suministro total de alimentos pero, en un mundo cada vez más urbano, cabe esperar
que reduzca el acceso de muchos a los alimentos.

Presión sobre los recursos naturales


En muchas zonas del mundo, los recursos fitogenéticos y zoogenéticos, la tierra, el
aire, el agua, los bosques y los humedales -los recursos naturales renovables de los
que depende la vida humana- están siendo objeto de una rápida degradación.

En algunos países, es el resultado de una


pobreza desesperante; en los países
ricos, es consecuencia de desincentivos
para que los productores y consumidores
aseguren su conservación. Viejos
sistemas de mantenimiento de los
recursos de propiedad común, en
particular los pesqueros y forestales, los
recursos genéticos y los pastizales, son
objeto de una presión cada vez mayor
como consecuencia del crecimiento
demográfico y de una penetración
comercial cada vez más intensa. En
busca de tierras de labranza, se están
desmontando enormes zonas, lo que da Los recursos naturales renovables de los cuales
depende la vida humana se están degradando
lugar a la erosión de los suelos y a rápidamente en muchas zonas del mundo.
inundaciones generalizadas. La
explotación excesiva de tierras - FAO/18829/I. BALDERI
marginales prosigue a ritmo acelerado,
convirtiendo los campos en desiertos y privando a las generaciones futuras de cultivos
y de pastizales vitales. Al mismo tiempo, el abuso del agua de riego está agotando los
acuíferos y provocando la salinización de tierras feraces.

Industrialización de la agricultura

La agricultura, que otrora era en gran parte dominio del pequeño agricultor, se está
convirtiendo hoy día en una empresa cada vez en mayor escala en muchas partes del
mundo. Los agricultores dependen cada día más de los proveedores de insumos como
semillas, fertilizantes, maquinaria y plaguicidas. Al propio tiempo, tienen muchas veces
que atender a grandes minoristas de alimentos que exigen determinadas prácticas
agronómicas y fijan fechas de entrega y características de calidad.
Los pequeños agricultores y los
trabajadores del campo, sobre todo las
mujeres, están muchas veces entre los
que se ven desplazados de ese mundo o
ignorados por esas transformaciones.
Los insumos industriales están a menudo
subvencionados, sustituyéndose los
trabajadores agrícolas por máquinas o
exponiéndolos a sustancias químicas
tóxicas. Un enorme número de mujeres
se ven desplazadas y a menudo
tropiezan con grandes dificultades para
encontrar otro tipo de empleo. Cierto es
que el aumento de los suministros de
productos agrícolas y la baja de sus
precios hacen más baratos los alimentos
para la población urbana pobre, pero
Los perfeccionamientos en las comunicaciones y también provocan el desplazamiento de
en los transportes han permitido a la mayor parte los pequeños agricultores o los reducen a
de los productores y consumidores entrar en un la mera subsistencia. La industrialización
mercado mundializado.
lleva también consigo mayores riesgos
pues las plantas de cultivo y los animales
- GRAMEENPHONE LTD
domésticos se vuelven más uniformes
genéticamente. Mientras que hasta ahora un sinnúmero de pequeños agricultores
mantenían la biodiversidad necesaria para no interrumpir la viabilidad de los cultivos y
de los animales domésticos, hoy a los gobiernos nacionales y a los tratados
internacionales se les pide cada vez más que gestionen la biodiversidad terrestre.

Concentración del poder económico

Aunque la producción mundial está alcanzando unos niveles cada vez más altos, el
poder económico se está concentrando más. El patrimonio neto de las 200 personas
más ricas del mundo es superior a los ingresos conjuntos del 41 por ciento de la
población mundial. Las 200 mayores empresas transnacionales del mundo abarcan
actualmente la cuarta parte de la actividad económica del planeta. En el sector
alimentario y agrícola, las fusiones y las adquisiciones están reduciendo rápidamente a
cifras de un solo dígito la cantidad de compañías dedicadas a la producción de
insumos, elaboración de alimentos y su venta al por menor. En algunos países, la
propiedad de la tierra se está concentrando cada vez más. Este fenómeno ha tenido
lugar simultáneamente con la retirada de los Estados de varias actividades en el sector
alimentario y agrícola. Por ejemplo, el programa de investigación y extensión agraria,
otrora dominio del Estado, se está ahora incorporando mayormente al sector privado.
Tanto es así que gran parte de la investigación sobre cultivos y ganadería que no
encierra de momento posibilidades de generar beneficios privados ha quedado
abandonada a su suerte al disminuir la presencia del Estado. De resultas de todo ello,
los grupos marginales interesados, en particular pequeños agricultores, trabajadores
del campo y consumidores pobres, corren riesgo de perder la poca voz que tienen en
las decisiones sobre políticas de investigación.

Globalización
Aunque el comercio a larga distancia era ya conocido del mundo antiguo, las mejoras
que ha habido en las comunicaciones y el transporte, junto con la liberalización del
comercio, han acabado metiendo a la mayoría de los productores y consumidores en
un mercado mundial. Las interdependencias así creadas encierran el potencial de
generar una mayor solidaridad mundial. Sin embargo, las reglas de esta nueva
economía mundial están sólo en parte escritas y son de por sí objeto de gran
discusión. La competencia mundial puede dar lugar a una bajada de los precios, pero
también erosiona los valores culturales y las identidades nacionales. Puede también
cerrar las opciones a generaciones futuras. Por otro lado, aunque los cálculos de
manual sugieren que la liberalización del comercio dará lugar a un mayor bienestar
general, algunos protagonistas poseen los medios necesarios para aprovecharse de los
mercados mundiales en mucha mayor medida que otros, debido a su acceso a capital,
experiencia, conocimientos técnicos y círculos políticos. A la inversa, otros se
benefician mucho menos e incluso experimentan pérdidas, muchos sin culpa alguna
por su parte. Además, sólo en contadas situaciones se compensa a los que han visto
negado injustamente su acceso a esos medios o se les ofrecen oportunidades
alternativas para valerse por sí mismos.

Cambios inducidos por el ser humano

Hoy día muchas, si no la mayoría, de las situaciones de urgencia (hambre, pérdidas de


cosechas, inundaciones, sequía y guerra) con que se enfrentan los países y regiones
son, al menos en parte, resultado de cambios inducidos por el propio ser humano
(Figura 2). La capacidad humana para modificar el panorama mundial, junto con el
crecimiento de la población, permiten intervenir en acciones que transforman la
sociedad y el mundo natural en formas no pretendidas y/o imprevisibles.

La consecuencia más evidente es lo que


ahora se define como cambio climático
mundial: la subida de la temperatura de
la Tierra como consecuencia de las
emisiones de gas de invernadero,
generadas al quemar combustibles
fósiles para la producción de energía,
para la industria y el transporte. Menos
aparentes son las formas en que las
actividades humanas, como la
deforestación, la construcción en llanuras
de aluvión, el agotamiento de los
suministros de agua e incluso las
respuestas a las propias calamidades,
Los cambios ambientales causados por el hombre
pueden contribuir a catástrofes pueden contribuir a los desastres «naturales».
naturales. Los más afectados por estas
situaciones de urgencia son los países - FAO/20669/E. YEVES
con pequeñas economías en desarrollo,
la población rural pobre, las mujeres y los niños.
FIGURA 2
Tendencias de las causas de las emergencias alimentarias, 1981-1999

Fuente: FAO, Sistema mundial de información y alerta sobre la alimentación y la agricultura.

Estos grupos son también los menos capaces de ser autosuficientes de no mediar
ayuda externa.

Nuevas biotecnologías

A lo largo de milenios, el sistema alimentario y agrícola ha utilizado las biotecnologías


en forma de alimentos fermentados, como pan, queso y cerveza. Pero las nuevas
biotecnologías, que son al mismo tiempo un conjunto de instrumentos de investigación
y de nuevos medios para generar productos alimenticios y agrícolas, encierran
promesas aún mayores y ciertos riesgos. Las biotecnologías podrían contribuir a
incrementar el suministro, la diversidad y la calidad de los productos alimenticios,
aminorar los costos de producción y elaboración y reducir el empleo de plaguicidas, y
de esa forma la degradación del medio ambiente. Podrían también utilizarse para crear
nuevas vacunas animales, mejorar la inocuidad de los alimentos, prolongar el tiempo
de almacenamiento de los productos y modificar el contenido nutricional de los
alimentos.
La biotecnología abarca una amplia serie de
técnicas diferentes, muchas de las cuales son
incontrovertibles, así como el proceso denominado
como ingeniería genética. De importancia crucial
en este proceso es la capacidad de seleccionar y
manipular material genético con gran precisión y
transferir rasgos de interés de una especie para
expresarlos en otra. La biotecnología comprende
también la creación de organismos clonados, como
la Dolly (la famosa oveja clonada), así como la
modificación de mecanismos reproductivos. No
obstante, la capacidad de transferir genes no
influye en modo alguno en el conocimiento de qué
genes deben transferirse.

Al retirarse el Estado de la investigación agrícola,


las aplicaciones desarrolladas satisfactoriamente
con la ingeniería genética han sido hasta la fecha
las más rentables para quienes las han obtenido,
predominantemente del sector privado, por
Determinadas biotecnologías se han
ejemplo la tolerancia a los herbicidas y la utilizado para generar alimentos y
resistencia a los insectos. En combinación con productos agrícolas durante milenios;
leyes restrictivas sobre la propiedad intelectual, las nuevas biotecnologías amplían aún
esas aplicaciones pueden convertirse en medios más tal capacidad.
para seguir concentrando aún más el poder
económico en unas mismas manos. Además, - FAO/20193/G. DIANA
aunque hasta ahora existen pocas demostraciones empíricas, estos productos pueden
plantear nuevos riesgos, tanto para el medio ambiente como para la salud humana.
Entre los ejemplos cabe citar la transferencia a las malas hierbas de la tolerancia a los
herbicidas, que da lugar a malas hierbas más agresivas o más competitivas, la
transferencia de compuestos alergénicos alimenticios a los productos que no los
contenían previamente; y la sustitución de diversas poblaciones autóctonas por
variedades más uniformes y agresivas producidas genéticamente. En el ámbito de un
escenario extremo, las nuevas biotecnologías podían incluso utilizarse para el
bioterrorismo.

Informática

De modo muy parecido a lo que ocurrió con el teléfono y el telégrafo hace un siglo, la
tecnología de la información está transformando actualmente la velocidad y las
maneras en que la gente se comunica entre sí. En principio, con una pequeña cantidad
de equipo cualquiera puede comunicarse con otra persona del planeta en cualquier
momento. En el sector alimentario y agrícola, la información moderna y las tecnologías
de la comunicación encierran un enorme potencial para compartir amplia y
rápidamente los conocimientos en todas las fases de la cadena alimentaria. Por
ejemplo, permiten la agricultura de precisión: un cultivo guiado por una información
ecológica detallada que reduzca al mínimo el empleo de agua, de productos
agroquímicos y de mano de obra. Cuando todo ello se combina con las nanotecnologías
que están apareciendo (y que permiten la manipulación y la fabricación a nivel
molecular), la informática puede hacer posibles también enormes incrementos de la
producción.

Sin embargo, el acceso a las nuevas tecnologías de la información es muy desigual.


Incluso en los países industrializados, los pobres carecen de acceso a los nuevos
medios. En gran parte del mundo en desarrollo sólo unos pocos pueden permitirse el
teléfono, y únicamente un reducido grupo selecto puede acceder a las nuevas
tecnologías. Además, al igual que la informática puede acelerar una comunicación
constructiva de orden político, comercial y familiar, puede también hacerlo con fines
destructivos. Por lo general, estas nuevas tecnologías permiten inmiscuirse en las
vidas privadas de los ciudadanos en formas que nunca habían sido posibles hasta
ahora.

Cada uno de los puntos que se han comentado brevemente hasta aquí plantean
profundas cuestiones éticas que la FAO habrá de afrontar en las actividades que le
están encomendadas por su mandato. Los aspectos topados están inseparablemente
relacionados entre sí. La urbanización y la agricultura industrializada han intensificado
masivamente el comercio mundial, han multiplicado la riqueza material total del
mundo y su prosperidad, han ampliado considerablemente el ámbito de la alimentación
humana, han reducido su costo y aumentado la abundancia de los cereales básicos,
variando el valor dentro del sistema alimentario y agrícola, que se ha desplazado del
campo a los sectores de los insumos y de las actividades posteriores a la recolección.
Ahora bien, al mismo tiempo estas transformaciones han planteado nuevos problemas,
que son a la vez materiales y éticos.

Cuestiones

Prejuicios contra los pobres

Tal vez el problema más grave sean los prejuicios generalizados contra las personas
hambrientas y los pobres. Gran parte de las sociedades estaban en un tiempo
articuladas de suerte que, aun habiendo muchas personas pobres, la mayoría tenían
acceso a alimentos suficientes para asegurar su supervivencia. Los cambios sociales,
económicos y tecnológicos han erosionado las «redes de seguridad» tradicionales. Los
lazos con la tierra se han debilitado o cercenado, resultando difícil o imposible a los
pobres cultivar sus propios alimentos. En bastantes zonas rurales, hoy día las
estructuras agrarias arcaicas y poco equitativas se han mezclado con sistemas de
producción agrícola muy industrializados, dejando a los pobres con un acceso limitado
a la tierra, el agua, la leña y otros servicios básicos (Figura 3). Las mujeres pobres,
sobre todo en las zonas rurales, se ven constreñida con frecuencia a emplear gran
parte de su tiempo yendo a por agua y leña con las que preparar comidas poco
sustanciosas para sus familias.
El hambre, en un tiempo básicamente
una secuela de las malas cosechas en
zonas aisladas, se debe hoy día cada vez
más a la marginalización y el
empobrecimiento de las poblaciones
rurales debido a la insuficiencia de
instituciones y políticas; la marginación y
el empobrecimiento tienen causas
múltiples, pero muchas veces provienen
de una falta de alternativas viables de
medios, con la consiguiente dependencia
de tierras marginales y de la
deforestación. A menudo se observan en
estas poblaciones desnutrición y Los cambios sociales, económicos y tecnológicos
malnutrición crónicas, indicativas de han limitado el acceso de las poblaciones pobres
grave vulnerabilidad a las emergencias a las tierras y el agua; las mujeres de las zonas
naturales o de origen humano. Las rurales son a menudo las más afectadas.
luchas civiles y las guerras son también
alimentadas por esos procesos y - FAO/17030/G. BIZZARRI
debilitan, aún más si cabe, la seguridad alimentaria. Estas condiciones dan lugar a
menudo a inmensos movimientos de población, sobre todo de zonas rurales a urbanas,
con frecuencia a través de las fronteras nacionales.

En las zonas urbanas, por otra parte, el hacinamiento, los insuficientes servicios
sanitarios, las viviendas improvisadas, unas redes de transporte de alimentos más
complejas y la falta de agua potable dan lugar muchas veces a la rápida difusión de
enfermedades y la malnutrición, socavando la capacidad de los pobres para cuidarse
de sí mismos y minando el desarrollo mental de sus hijos.

FIGURA 3
Número de personas que viven en situación de pobreza o que carecen de acceso a
servicios básicos en el mundo en desarrollo
Fuente: FAO. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2000. J.R. Lupien y V. Menza. 1999.
Evaluación de las posibilidades de mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición. Alimentación,
nutrición y agricultura, N° 25.

Todo ello se ve agravado por la falta de instrucción y de capital, que son elementos
esenciales para redimir a la gente de la pobreza.

Custodia deficiente de los bienes comunes mundiales

Una segunda cuestión relacionada con la anterior es la deficiente custodia de los bienes
comunes mundiales, es decir, los recursos, las instituciones y los valores que son
patrimonio común de las sociedades, pero que suelen ser objeto de explotación
excesiva debido al egoísmo individual. Interesan aquí tres aspectos distintos de la
custodia: los recursos naturales, la identidad y diversidad cultural y los derechos
humanos de los pobres.

Recursos naturales

El poder de la humanidad para modificar el mundo natural, así como nuestra población
creciente, plantean enormes amenazas para la base de recursos naturales de los que
depende. En cuanto a los recursos marinos, por ejemplo, aunque la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982) supuso un paso adelante en el justo
sentido, nuestra capacidad colectiva para crear medios de pesca más eficaces está
agotando los mares de gran parte de su abundancia, y la mayor parte de las especies
están ahora plenamente explotadas (Figura 4). Descomunales buques con factorías a
bordo compiten con pescadores que emplean simples redes o cañas. Comunidades
enteras que dependen de las faenas pesqueras descubren de repente que su
subsistencia se está viendo amenazada.

La políticas encaminadas a incrementar la producción industrial no sólo amenazan con


crear contaminación local, sino también trastocar el clima, dando lugar a agujeros en
la capa de ozono y al calentamiento mundial. Los pronósticos actuales apuntan a que,
con el calentamiento mundial, no cabe esperar otra cosa sino que el tiempo se torne
más variable y más inclemente, los niveles del mar aumenten e inunden las ciudades
del litoral y que se produzcan cambios en la localización de la producción agropecuaria.

FIGURA 4
La pesca de captura mundial ha llegado a su potencial máximo
Fuente: Datos de la FAO, 2000.

El aumento de la demanda de agua para fines agrícolas, industriales y domésticos está


reduciendo los niveles del manto freático y, en algunos casos, agota permanentemente
los acuíferos. En otros casos, el empleo excesivo de agua está dando lugar a la
salinización y al abandono, a la postre, de lo que en un tiempo eran feraces tierras
agrícolas.

FIGURA 5
El uso limitado de la biodiversidad vegetal para la producción alimentaria en la
actualidad

Fuente: Datos de la FAO, 2000.


FIGURA 6
Proporción de razas de animales de granja del mundo en peligro, por región
Fuente: World Watch List for Domestic Animal Diversity (3ª edición).

La biodiversidad, considerada comúnmente como indispensable para mantener la vida


en el planeta, está amenazada como consecuencia de la especialización generalizada
de la producción agrícola, la contaminación industrial, la deforestación y la introducción
de especies invasivas. En pocas palabras, el ecosistema entero se está desmoronando,
está siendo dañado e incluso destruido por la intervención humana.

Identidad y diversidad cultural

La erosión de la biodiversidad se refleja en la erosión de la diversidad cultural.


Justamente de la misma forma que la biodiversidad puede servir como garantía contra
los cambios desfavorables del ecosistema, así también la diversidad cultural puede
servir de mecanismo de protección contra el error humano. Algunas culturas se han
demostrado extraordinariamente idóneas para incorporar nuevas ideas y nuevas
tecnologías, al propio tiempo que reafirman sus valores centrales. Otras han
sucumbido ante el cambio. A medida que los mercados se van adentrando en esas
culturas antes aisladas, enteros idiomas, tradiciones y prácticas, religiones, tipos de
alimentos y medios de preparación de éstos y otras instituciones sociales corren
peligro de extinción. Vale esto especialmente para culturas cuyos valores primarios son
de tipo no material. Algunas culturas han quedado erosionadas por políticas nacionales
que fomentan la conformidad con la cultura nacional predominante. Hay también otras
a las que han perjudicado gravemente nuevas tecnologías que socavan creencias
profundamente arraigadas, quitando así gran parte del sentido que tiene nuestra vida
diaria. Algunas han quedado barridas por lo que se ha dado en llamar progreso. La
influencia omnipresente de la publicidad y la consiguiente aparición de consumidores
verdaderamente internacionales de alimentos, prendas de vestir, cine e incluso música
a nivel mundial, han ido aumentando la homogeneización y borrando del mapa las
identidades culturales.

No quiere decir esto que los integrantes de esas culturas acepten pasivamente un
cambio no deseado. Es más, muchas veces tratan de luchar contra el derrumbe de su
identidad cultural aumentando la solidaridad y la resistencia a un cambio inducido
desde fuera. Esa resistencia a menudo es violenta, dando lugar a pérdidas de vidas y
de propiedades, además de minar las instituciones democráticas y suprimir el disenso
interno. En los casos más extremos, los movimientos de resistencia, se vuelven contra
sí mismos, al intentar los partidistas eliminar a todos los que no se ajustan a
determinados ideales que se afirman como tradicionales.

Derechos de los individuos y de los pueblos

La pérdida simultánea de diversidad tanto biológica como cultural amenaza con dar al
traste con los derechos de las personas y de pueblos enteros. Por un lado, existen
algunos grupos que forzarían a las personas a abandonar sus costumbres tradicionales
para incorporarlas a lo que se denomina dudosamente como progreso. Por otro lado,
están los que privarían a las poblaciones indígenas de las ventajas de la vida moderna,
preservándolas para que mantengan los bienes generales como el germoplasma
vegetal. Ambos extremos socavan los derechos de las personas y de los pueblos para
decidir su futuro.

En todas las sociedades, hay mecanismos tradicionales que se han ido creando para
asegurar el derecho a alimentos suficientes que se están erosionando por la
debilitación de los lazos sociales y culturales, debido al quebranto de las unidades
familiares tradicionales, la aceleración de la urbanización y la mundialización de los
mercados, la información y la cultura. Ante las repetidas y constantes situaciones de
hambre, la Declaración de Roma de 1996 sobre la Seguridad Alimentaria y el Plan de
Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación han reafirmado el derecho de cada
cual a tener acceso a alimentos nutritivos e inocuos y han especificado la necesidad de
esclarecer la definición de qué se entiende por derecho a los alimentos. En sus
documentos se ha reafirmado también el derecho fundamental de todo el mundo a
verse libre del hambre, según se declara en el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales y otros instrumentos pertinentes de ámbito
internacional y regional, instando a que se preste especial atención a la aplicación y
realización plena y progresiva de esos derechos como medio para conseguir una
seguridad alimentaria para todos.

Economía mundial emergente, pero no sociedad mundial

Al propio tiempo que se construye rápidamente una economía mundial, se ha


empezado apenas a pensar en la creación de una sociedad mundial. Los bienes, los
servicios y especialmente el capital fluyen libremente a través de las fronteras
nacionales a un ritmo cada vez mayor, mientras que la población sigue estando en
gran parte retenida por fronteras nacionales. Para los países, las empresas y los
consumidores, la actuación en el mercado se ve limitada por el acceso al capital;
quienes no poseen medios no tienen voz en el mercado. Aunque todos los países
tienen instituciones que complementan las fuerzas del mercado con algún tipo de red
de seguridad social en apoyo de las personas que no pueden obtener beneficios
suficientes del mercado, la red de solidaridad entre los países está bastante poco
desarrollada.

Un mercado mundial sin una sociedad mundial puede realmente llegar a ser
autodestructivo. En primer lugar, puede dividir a las personas entre quienes participan
en el mercado y quienes carecen de medios para hacerlo, tanto dentro de los países
como entre ellos. Los que no pueden participar, bien sea por falta de instrucción y
capital o a causa de la explotación que sufren, rechazarán el mercado mundial como
otra amenaza más a su subsistencia. En segundo término, el mercado mundial puede
muy bien implicar la construcción de instituciones internacionales a las que sólo un
pequeño grupo selecto debe lealtad. Los ciudadanos de los países tanto
industrializados como en desarrollo pueden por consiguiente rechazar los mercados
mundiales, sumergiendo al mundo en conflictos a nivel nacional e internacional.

En cambio, se ha prestado poca atención a los requisitos previos para crear una
sociedad mundial. Una sociedad de este tipo debería incorporar los valores enunciados
en docenas de tratados y declaraciones internacionales que tratan a las personas
como ciudadanos más bien que como consumidores. Ahora bien, ¿cómo podremos
crear una sociedad mundial en la que la pobreza, el hambre y la malnutrición queden
atenuadas o a ser posible eliminadas?

Para conseguir este objetivo, es preciso reconciliar intereses varios y complejos y han
de resolverse diversos conflictos que se van arrastrando. Existen otras opciones
imaginables, pero no interesantes. Puede haber sectores que creen que podrían
triunfar unos sobre otros, pero a la larga no habrá vencedores. No importa lo difícil que
pueda ser, pero todos deben reconocer que su destino está ligado al de los demás, al
igual que el del planeta. Se ha de encontrar la forma de reducir los desequilibrios
existentes entre pobres y opulentos, los que tienen seguridad alimentaria y los que no
la tienen y los ganadores y perdedores de la globalización, así como entre las culturas
y entre las generaciones.

http://www.publicacions.ub.edu/refs/observatoriBioEticaDret/documents/08601.pdf

El Documento llega en un momento clave. Expone el


funcionamiento de la regulación del etiquetaje de los
alimentos y define legalmente conceptos de uso cotidiano
como “producto ecológico”, “light” o “natural”.
Diario Sur, 07/10/2017

Las trampas más habituales en


las etiquetas de los alimentos

La industria alimentaria toma buena nota del creciente interés y


complica el descifrado de sus ingredientes
JAVIER MORALLÓNProfesor de Biología y experto en Tecnología
alimentaria y NutriciónSábado, 7 octubre 2017, 02:06

La responsabilidad en el consumo de alimentos está de moda, parece que el lema


“eres lo que comes” ha calado y todos opinamos sobre cuáles son los nuevos súper
alimentos o qué ingredientes tenemos que evitar. Estos
entretenidos debates están sustituyendo a las sesudas tertulias sobre la última
alineación de la selección, pero en demasiadas ocasiones carecen de verdaderos
fundamentos o incluyen medias verdades que solo incrementan la confusión.
Mientras tanto la industria alimentaria toma buena nota del creciente interés y
complica el descifrado de sus ingredientes.

Un reciente estudio del observatorio de bioética y derecho de la Universidad de


Barcelona alerta sobre la creciente confusión en el etiquetado de los productos
alimentarios y la necesidad de un cambio normativo que endurezca las sanciones y
permita que los envases y listados de ingredientes realmente informen y no
desorienten.

Son muchos los organismos, como la OCU, que intentan alertar sobre las diferentes
estrategias de confusión e, incluso, la normativa sobre el etiquetado de alimentos se
mejoró hace pocos años pero los departamentos de marketing también se adaptan, de
forma que “hecha la ley hecha la trampa”. Así que nada mejor que armarte del
espíritu de Sherlock Holmes y acudir al supermercado con ánimo crítico y el olfato
deductivo bien afinado.

Para que esta labor detectivesca sea más factible habrá que tener presentes las 10
trampas, más habituales, que nos podemos encontrar en el supermercado:

1No te olvides las gafas:


El viejo truco de destacar lo bueno e intentar esconder lo malo es utilizado, con
descaro, empequeñeciendo el tamaño de las letras poniendo a prueba la capacidad
ocular del consumidor.

2Que un bonito envase no te


despiste:
Puedes comprar un cartón de huevos pensando que son ecológicos porque en la
imagen del envase aparezca un exuberante prado verde con gallinas correteando,
pero si el primer número que aparece impreso en los huevos es un 3,
estarás comprando huevos de gallinas criadas en jaulas sin apenas espacio para
moverse.

3Productos que parecen pero no son:


Sus envases son idénticos y el aspecto e incluso el sabor son similares, pero si en
la denominación del producto no aparecen las palabras jamón de york, queso o
yogurt seguramente sean derivados cárnicos y lácteos que nada tengan que ver con
los originales.

4Sospecha de un buen eslogan:


Frases como “0% en azúcar” pueden esconder proporciones escalofriantemente
altas de grasa y viceversa.

5Materias primas que no están ni se


les espera aunque su denominación
e imagen aparezcan de forma
llamativa:
Existen sopas de bogavante que contienen tan solo un 0,5% de este animal,
aunque exhiban una espectacular foto del crustáceo en el envase.

6Cuidado con los adjetivos que


invitan a la confianza:
Purés de patata “tradicionales” hechos a base de patata deshidratada, postres
“caseros” atiborrados de gomas y mucílagos o galletas “artesanales” hasta los ojos
de azúcares y aceite de palma.

7Lo que suena mejor no tiene por


qué ser superior:
El néctar de fruta, a pesar de su evocador nombre, es una bebida muy inferior en
calidad al zumo de esa misma fruta, ya que contiene mucha más agua y azucares.

8El origen como trampa:


Algunos productos procesados muestran con orgullo el origen 100% vegetal de sus
grasas, cuando uno de los peores ácidos grasos que existe es el palmítico con un
origen 100% vegetal.
9Algo objetivamente bueno puede
ocultar un oscuro secreto:
Que nos destaquen la alta presencia de vitaminas, fibra o antioxidantes no impide
que sea un producto con alto contenido en azúcares y absolutamente pernicioso para
nuestra salud.

10 Cuidado con la química:


La nomenclatura química, a veces, logra confundirnos. La presencia de azúcares
puede camuflarse como glucosa, fructosa, sacarosa o jarabe de maíz… El aceite
de palma aparece, en ocasiones, como palmiste. Las grasas trans se suelen
denominar como aceites vegetales parcialmente hidrogenados, ácidos grasos trans o
grasas hidrogenadas.

La ajetreada vida occidental nos hace que pasemos de forma acelerada por muchas
de las actividades que realizamos durante el día, pero quizás la de hacer la compra
no debiera de ser una de ellas. Tomarnos un momento para leer los
ingredientes, evitar los alimentos procesados o intentar comprar productos de
temporada debería de ser el ABC de una vida donde la salud sea realmente
valorada.

La Bioética es el estudio interdisciplinario de los problemas éticos que surgen en la aplicación


de la ciencia y la técnica en los ámbitos de la salud, la procreación, la alimentación,... La
palabra Bioética, de bios y ethos, es un neologismo introducido por Potter en su pionera obra de
1971, Bioethics. Bridge to the future, donde argumenta la necesidad de unir biólogos y
especialistas en ética a la hora de prever y resolver problemas relacionados con la calidad de
vida.
Alimentación sana
14 de septiembre de 2015

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Hechos clave
 Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus
formas, así como de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes,
las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
 Las dietas insalubres y la falta de actividad física están entre los principales
factores de riesgo para la salud en todo el mundo.
 Los hábitos alimentarios sanos comienzan en los primeros años de vida. La
lactancia materna favorece el crecimiento sano y mejora el desarrollo
cognitivo; además, puede proporcionar beneficios a largo plazo, como la
reducción del riesgo de presentar sobrepeso y obesidad y de sufrir
enfermedades no transmisibles en etapas posteriores de la vida.
 La ingesta calórica debe estar en consonancia con el gasto calórico. Los
datos científicos de que se dispone indican que las grasas no deberían
superar el 30% de la ingesta calórica total para evitar un aumento de peso (1,
2, 3), lo que implica dejar de consumir grasas saturadas para consumir
grasas no saturadas (3) y eliminar gradualmente las grasas industriales de
tipo trans (4).
 Limitar el consumo de azúcar libre a menos del 10% de la ingesta calórica
total (2, 5) forma parte de una dieta saludable. Para obtener mayores
beneficios, se recomienda reducir su consumo a menos del 5% de la ingesta
calórica total (5).
 Mantener el consumo de sal por debajo de 5 gramos diarios ayuda a prevenir
la hipertensión y reduce el riesgo de enfermedad cardíaca y de accidente
cerebrovascular en la población adulta (6).
 Los Estados Miembros de la OMS han acordado reducir el consumo de sal
entre la población mundial en un 30% y detener el aumento de la obesidad y
la diabetes en adultos y adolescentes, así como en sobrepeso infantil de aquí
a 2025 (7, 8, 9).
Panorama general
Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en
todas sus formas, así como distintas enfermedades no transmisibles y diferentes
afecciones. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados,
la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un
cambio en los hábitos alimentarios. Ahora se consumen más alimentos
hipercalóricos, más grasas saturadas, más grasas de tipo trans, más azúcares
libres y más sal o sodio; además, hay muchas personas que no comen suficientes
frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales.

La composición exacta de una alimentación saludable, equilibrada y variada


depende de las necesidades de cada persona (por ejemplo, de su edad, sexo,
hábitos de vida, ejercicio físico), el contexto cultural, los alimentos disponibles
localmente y los hábitos alimentarios. No obstante, los principios básicos de la
alimentación saludable son siempre los mismos.

Adultos
Para tener una alimentación sana es preciso:

 comer frutas, verduras, legumbres (por ejemplo, lentejas, judías), frutos secos y
cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz integral no
procesados);
 al menos 400 g (5 porciones) de frutas y hortalizas al día (2). Las patatas (papas),
batatas (camote, boniato), la mandioca (yuca) y otros tubérculos feculentos no se
consideran como frutas ni hortalizas.
 limitar el consumo de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total
(2, 5), que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una
persona con un peso saludable que consuma aproximadamente 2000 calorías al
día, si bien para obtener mayores beneficios, se recomienda idealmente reducir su
consumo a menos del 5% de la ingesta calórica total (5). Son los fabricantes, los
cocineros o el propio consumidor quienes añaden a los alimentos la mayor parte
de los azúcares libres. El azúcar libre también puede estar presente en el azúcar
natural de la miel, los jarabes, y los zumos y concentrados de frutas;
 limitar el consumo de grasa (1, 2, 3) al 30% de la ingesta calórica diaria. Las
grasas no saturadas (presentes, por ejemplo, en el aceite de pescado, los
aguacates, los frutos secos, o el aceite de girasol, canola y oliva) son preferibles a
las grasas saturadas (presentes, por ejemplo, en la carne grasa, la mantequilla, el
aceite de palma y de coco, la nata, el queso, el ghee y la manteca de cerdo) (3).
Las grasas industriales de tipo trans (presentes en los alimentos procesados, la
comida rápida, los aperitivos, los alimentos fritos, las pizzas congeladas, los
pasteles, las galletas, las margarinas y las pastas para untar) no forman parte de
una dieta sana;
 limitar el consumo de sal a menos de 5 gramos al día (aproximadamente una
cucharadita de café) (6) y consumir sal yodada.
Lactantes y niños pequeños
En los dos primeros años de la vida de un niño, una nutrición óptima impulsa un
crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo. Además, reduce el riesgo de
sobrepeso y obesidad y de desarrollar enfermedades no transmisibles más
adelante.

Los consejos para una alimentación saludable durante la lactancia y la niñez son
los mismos que en el caso de los adultos, si bien los consejos que figuran a
continuación también son importantes.

 Debe alimentarse a los lactantes exclusivamente con leche materna durante los
primeros seis meses de vida.
 La lactancia materna debe continuar al menos hasta los dos años.
 A partir de los seis meses de edad, deberán introducirse en la alimentación del
niño alimentos complementarios, variados, adecuados, inocuos y nutritivos, sin
abandonar la lactancia materna. No deberá añadirse sal o azúcar a los alimentos
complementarios.

Consejos prácticos para mantener


una alimentación saludable
Frutas, verduras y hortalizas
Comer al menos cinco piezas o porciones (o 400 g) de frutas y verduras al día
reduce el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles (2) y ayuda a
garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética.

Con el fin de mejorar el consumo de frutas y verduras se puede:

 incluir verduras en todas las comidas;


 comer frutas frescas y verduras crudas como aperitivos;
 comer frutas y verduras frescas de temporada;
 comer una selección variada de frutas y verduras.

Grasas
Reducir el consumo total de grasa a menos del 30% de la ingesta calórica diaria
contribuye a prevenir el aumento de peso en la población adulta (1, 2, 3).
Además, el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles disminuye al
reducir el consumo de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta calórica
diaria, y de grasas de tipo trans a menos del 1%, y al sustituir esas grasas por las
grasas no saturadas (2, 3).

La ingesta de grasas puede reducirse del modo siguiente:

 modificando la forma de cocinar: separando la parte grasa de la carne; utilizando


aceites vegetales (de origen no animal); cociendo los alimentos o cocinándolos al
vapor o al horno, en lugar de freírlos;
 evitando el consumo de alimentos procesados que contengan grasas de tipo trans;
 reduciendo el consumo de alimentos con un contenido alto en grasas saturadas
(por ejemplo, queso, helados, carnes grasas).

La sal, el sodio y el potasio


La mayoría de la gente consume demasiado sodio a través de la sal (una media
de 9 g a 12 g de sal diarios) y no consume suficiente potasio. Un consumo elevado
de sal e insuficiente de potasio (menos de 3,5 g) contribuye a la hipertensión
arterial, que, a su vez, incrementa el riesgo de enfermedad coronaria y accidente
cerebrovascular (6, 10).

Se podrían evitar 1,7 millones de muertes cada año si el consumo de sal se


redujera al nivel recomendado, esto es, menos de 5 gramos diarios (11).

A menudo no se es consciente de la cantidad de sal que se consume. En muchos


países, la mayoría de esa sal procede de alimentos procesados (por ejemplo,
platos preparados, carnes procesadas como el beicon, jamón, salchichón, queso o
aperitivos salados) o de alimentos que se consumen con frecuencia en grandes
cantidades (por ejemplo, el pan). La sal también se añade a los alimentos cuando
se cocinan (por ejemplo, caldos, concentrados de caldo de distinto tipo, la salsa de
soja y la salsa de pescado) o en la mesa (por ejemplo, la sal de mesa).

El consumo de sal puede reducirse del modo siguiente:

 no añadiendo sal, salsa de soja o salsa de pescado al preparar los


alimentos;
 no poniendo sal en la mesa;
 reduciendo el consumo de aperitivos salados;
 eligiendo productos con menos contenido en sodio.

Algunos fabricantes de alimentos están reformulando sus recetas para reducir el


contenido de sal de sus productos; además, siempre es aconsejable leer las
etiquetas de los alimentos para comprobar la cantidad de sodio que contiene un
producto antes de comprarlo o consumirlo.
La ingesta de potasio, que puede mitigar los efectos negativos de un consumo
elevado de sodio en la presión arterial, puede incrementarse consumiendo frutas y
verduras.

Azúcar
La ingesta de azúcares libres debería reducirse a lo largo de la vida (5). Los datos
de que se dispone indican que la ingesta de azúcares libres en niños y adultos se
debería reducir a menos del 10% de la ingesta calórica total (2, 5); para obtener
mayores beneficios para la salud, esa cantidad debería ser inferior al 5% (5). Por
azúcar libre se entienden todos los azúcares que los fabricantes, los cocineros o
los propios consumidores añaden a los alimentos o las bebidas que se van a
consumir, así como azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, y
los zumos y concentrados de frutas.

El consumo de azúcar libre aumenta el riesgo de caries dental. El exceso de


calorías procedentes de alimentos y bebidas con un alto contenido en azúcar libre
también contribuye al aumento de peso, que puede dar lugar a sobrepeso y
obesidad.

La ingesta de azúcar puede reducirse del modo siguiente:

 limitando el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar (por


ejemplo, bebidas azucaradas, aperitivos azucarados y golosinas); y
 comiendo frutas y verduras crudas en lugar de aperitivos azucarados.

Cómo promover una alimentación


sana
La alimentación evoluciona con el tiempo y se ve influida por muchos factores e
interacciones complejas. Los ingresos, los precios de los alimentos (que afectarán
a la disponibilidad de alimentos saludables y a su asequibilidad), las preferencias y
creencias individuales, las tradiciones culturales, y los factores geográficos,
ambientales y socioeconómicos interactúan de manera compleja para configurar
los hábitos individuales de alimentación.

Por consiguiente, promover un entorno alimentario saludable, que incluya


sistemas alimentarios que promuevan una dieta diversificada, equilibrada y sana,
requiere la participación de distintos actores y sectores, entre estos el sector
público y el sector privado.
Los poderes públicos desempeñan un papel fundamental en la creación de un
entorno alimentario saludable que permita al individuo adoptar y mantener hábitos
alimentarios sanos.

Estas son algunas medidas prácticas que pueden adoptar las instancias
normativas a fin de crear un marco propicio para la alimentación saludable:

 Armonizar las políticas y los planes de inversión nacionales, en particular las


políticas comerciales, alimentarias y agrícolas, para promover la alimentación
saludable y proteger la salud pública:
 Promover entre los consumidores la demanda de productos alimentarios y
comidas saludables:
 Promover hábitos alimentarios adecuados entre los lactantes y los niños
pequeños:

Respuesta de la OMS
La "Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud"
(12) fue adoptada en 2004 por la Asamblea Mundial de la Salud. En ella se hace
un llamamiento a los gobiernos, la OMS, los asociados internacionales, el sector
privado y la sociedad civil para que actúen a nivel mundial, regional y local con el
fin de promover la alimentación sana y la actividad física.

En 2010, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó una serie de recomendaciones


sobre la promoción de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida a los niños (13).
Esas recomendaciones pretenden guiar a los países a la hora de idear nuevas
políticas y mejorar las que están en vigor, con el fin de reducir los efectos de la
comercialización de alimentos poco saludables en los niños. La OMS está
ayudando a crear un perfil nutritivo tipo que puedan utilizar los países como medio
para aplicar las recomendaciones en materia de comercialización.

En 2012 la Asamblea Mundial de la Salud adoptó un plan de aplicación integral


sobre nutrición de la madre, el lactante y el niño pequeño y seis metas de ámbito
mundial que deben alcanzarse para 2025, entre las que figuran la reducción del
retraso en el crecimiento, la emaciación y el sobrepeso infantil, la mejora de la
lactancia materna, y la reducción de la anemia y la insuficiencia ponderal del
recién nacido (7).

En 2013, la Asamblea Mundial de la Salud acordó nueve metas mundiales de


aplicación voluntaria para la prevención y el control de las enfermedades no
transmisibles, entre las que figuran detener el aumento de la diabetes y la
obesidad, y una reducción relativa del 30% en la ingesta de sal de aquí a 2025. El
“Plan de acción mundial de la OMS para la prevención y el control de las
enfermedades no transmisibles 2013-2020" (8) proporciona orientaciones y
opciones normativas a los Estados Miembros, la OMS y otros organismos de las
Naciones Unidas para alcanzar las metas.
Debido a que actualmente hay muchos países que están experimentando un
rápido aumento de la obesidad entre los lactantes y los niños, en mayo de 2014, la
OMS creó un comité sobre obesidad infantil. El comité elaborará un informe en
2015 en el que expondrá cuáles son las estrategias y las medidas que considera
más eficaces para diferentes contextos en todo el mundo.

En noviembre de 2014 la OMS y la Organización para la Agricultura y la


Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) organizaron conjuntamente la
segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición. En la Conferencia se adoptó la
Declaración de Roma sobre la Nutrición (14) y el Marco de Acción (15), que
recomienda un conjunto de opciones en materia de política y de estrategias para
promover una alimentación variada, inocua y saludable en todas las etapas de la
vida. La OMS está ayudando a los países a poner en práctica los compromisos
asumidos en esta Conferencia.

Referencias

 Hooper L, Abdelhamid A, Moore HJ, Douthwaite W, Skeaff CM, Summerbell CD.


Effect of reducing total fat intake on body weight: systematic review and meta-
analysis of randomised controlled trials and cohort studies. BMJ. 2012; 345: e7666.
 Diet, nutrition and the prevention of chronic diseases: report of a Joint WHO/FAO
Expert Consultation. WHO Technical Report Series, No. 916. Geneva: World
Health Organization; 2003.
 Fats and fatty acids in human nutrition: report of an expert consultation. FAO Food
and Nutrition Paper 91. Rome: Food and Agricultural Organization of the United
Nations; 2010.
 Nishida C, Uauy R. WHO scientific update on health consequences of trans fatty
acids: introduction. Eur J Clin Nutr. 2009; 63 Suppl 2:S1–4.
 Guideline: Sugars intake for adults and children. Geneva: World Health
Organization; 2015.
 Guideline: Sodium intake for adults and children. Geneva: World Health
Organization; 2012.
 Comprehensive implementation plan on maternal, infant and young child nutrition.
Geneva: World Health Organization; 2014.
 Global action plan for the prevention and control of NCDs 2013–2020. Geneva:
World Health Organization; 2013.
 Global status report on noncommunicable diseases 2014. Geneva: World Health
Organization; 2014.
 Guideline: Potassium intake for adults and children. Geneva: World Health
Organization; 2012.
 Mozaffarian D, Fahimi S, Singh GM, Micha R, Khatibzadeh S, Engell RE et al.
Global sodium consumption and death from cardiovascular causes. N Engl J Med.
2014; 371(7):624-634.
 Global strategy on diet, physical activity and health. Geneva: World Health
Organization; 2004.
 Set of recommendations on the marketing of foods and non-alcoholic beverages to
children. Geneva: World Health Organization; 2010.
 Rome Declaration on Nutrition. Second International Conference on Nutrition.
Rome: FAO/WHO; 2014.
 Framework for Action. Second International Conference on Nutrition. Rome:
FAO/WHO; 2014.

http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet

El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el


mundo 2017
Fomentando la resiliencia en aras de la paz y la seguridad
alimentaria
Autores:
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola (FIDA), Organización Mundial de la Salud (OMS), Programa Mundial de Alimentos
(PMA), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)

Nutrición
 Nutrición
 Temas de nutrición
 Publicaciones
 El departamento
La malnutrición, en el punto de mira
Una de cada tres personas sufre alguna forma de malnutrición: un enorme coste social y
económico que se analiza en un simposio internacional en la sede de la FAO
1 de diciembre de 2016, Roma - Responder ante el impacto creciente de la malnutrición en la salud
pública y el desarrollo económico -con un coste estimado de 3,5 billones de dólares EEUU anuales- con
un cambio hacia dietas y sistemas alimentarios más saludables, es el objetivo que centra una reunión de
alto nivel que comenzó hoy en la sede de la FAO.
El Simposio Internacional sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles a favor de unas Dietas Saludables y de
la Mejora de la Nutrición (1-2 de diciembre) analiza los desafíos y los éxitos en diversos países y pone de
manifiesto estrategias eficaces para reformular la producción, procesado y comercialización de alimentos.
junto a los sistemas de venta minorista, para abordar mejor el problema de la malnutrición, que arruina la
vida de miles de millones de individuos y puede atrapar a generaciones enteras en un círculo vicioso de
pobreza y hambre.

Una familia campesina en Kirguistán almuerza en una pausa en el trabajo

FAO

Lamentando el hecho de que una de cada tres personas en el planeta sufre de alguna forma de
malnutrición -ya sea subalimentación, sobrepeso u obesidad- el Director General de la FAO, José
Graziano da Silva, afirmó que "ningún país es inmune" a un problema cuyos "costes humanos, sociales,
ambientales y económicos son abrumadores" al intervenir en la apertura de un evento organizado
conjuntamente por la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Graziano da Silva se comprometió a que la FAO ayudará a los países "a adoptar una estrategia de sistemas
alimentarios que aborde todas las etapas de la cadena alimentaria: desde la producción y procesado hasta
la comercialización y el consumo".
"La nutrición debe ser considerada una cuestión pública, una responsabilidad del Estado", dijo, añadiendo
que "los consumidores deben estar empoderados para elegir dietas y alimentos saludables" con medidas
de protección social sensibles a la nutrición, educación nutricional y un etiquetado y publicidad efectivos
y precisos.
Los gobiernos deberían fomentar la diversificación agrícola, mejorar la gestión post-cosecha, facilitar el
acceso a los mercados a los campesinos familiares pobres y garantizar la inocuidad alimentaria, declaró.
El Director General de la FAO anunció también que el Rey Letsie III de Lesotho será nuevo Embajador
Especial para la Nutrición de la FAO.
Prometiendo asumir ese papel con energía y pasión, el Rey Letsie valoró el hecho de que la nutrición
figura ahora firmemente en la agenda global. Teniendo en cuenta que en África tan sólo hace unos años,
"la nutrición no era una prioridad en los debates, y mucho menos para la inversión", ahora "las cosas han
cambiado a mejor".
El monarca africano instó a los participantes del simposio a no perder impulso: "recordemos todos la
correlación positiva entre la nutrición y el desarrollo socioeconómico de las naciones. Son individuos bien
alimentados y bien nutridos los que pueden impulsar las agendas de desarrollo económico de sus países ".
Letsie ya desempeña ya un papel activo promoviendo una mejor alimentación como "Campeón para la
Nutrición" de la Unión Africana. Ahora se une en su papel a la Reina Letizia de España, que participa
también en el simposio como Embajadora Especial de la FAO para la Nutrición.
Francesco Branca, Director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS,
intervino en nombre de la Directora General de la OMS, Margaret Chan. "La nutrición es un desafío para
todos los países. Ya se trate de retraso del crecimiento, emaciación, anemia u obesidad, ningún país está
exento. Con los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos hemos comprometido a poner fin a todas las
formas de malnutrición para 2030", indicó Chan en su mensaje a los participantes en el evento.
"Con el excelente liderazgo de muchos Estados Miembros -añadió- la energía de la sociedad civil y el
espíritu emprendedor del sector privado, podemos lograr colectivamente en poco tiempo una enorme
mejora de los sistemas y del entorno alimentario, en beneficio de la nutrición de todos".
La ministra italiana de Salud, Beatrice Lorenzin -que presidió el simposio-, observó en su intervención
que "los alimentos no son sólo nuestra fuente más básica y fundamental de energía, sino que nos puede
sanar: una buena nutrición puede ser nuestra principal arma frente las enfermedades crónicas y no
transmisibles".
Lorenzin abogó por programas educativos que enseñen no sólo el valor de comer bien, sino también los de
culturas y tradiciones alimentarias que apoyan una vida saludable, como la dieta mediterránea, e instó a la
innovación y a la inversión para mejorar la nutrición en los sistemas agrícolas y alimentarios, así como a
la creación de observatorios nacionales de nutrición para el seguimiento de los avances en las áreas de
mejora seleccionadas..
Desafíos complejos y superpuestos
Hoy en día casi 800 millones de personas son víctimas del hambre crónica, lo que significa que son
incapaces de consumir regularmente el nivel mínimo de energía alimentaria necesaria para mantener un
estilo de vida activo.
Pero la malnutrición abarca más que la falta de calorías; incluye igualmente las carencias de
micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad. Las dietas inadecuadas están vinculadas a diversos problemas
de salud y pueden perpetuar la pobreza y frenar el desarrollo económico.
Más de 2 000 millones de personas en el planeta sufren carencias de micronutrientes que afectan a su
salud, y se estima que 150 millones de niños menores de 5 años tienen retraso del crecimiento debido a
dietas inadecuadas. Al mismo tiempo, 1 900 millones de personas padecen sobrepeso, de las cuales 600
millones están clasificadas como obesas.
Y los desafíos nutricionales de hoy en día son complejos ya menudo se solapan: personas de una misma
comunidad pueden padecer hambre, falta de micronutrientes y obesidad.
Impulso para avanzar
En abril de 2016, la ONU declaró el inicio de un "Decenio de acción sobre la nutrición" para ofrecer un
paraguas bajo el cual diversos actores puedan colaborar para cumplir con los compromisos asumidos en la
Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) de 2014 y cumplir los nuevos Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) que los países miembros de las Naciones Unidas adoptaron el año pasado.
La nutrición se encuentra fuertemente anclada en los ODS: de hecho, el ODS2 pide no sólo la
erradicación del hambre, sino también de la malnutrición, "en todas sus formas".
Con el objetivo de estimular el progreso hacia estos objetivos, durante las jornadas del simposio se
ofrecerá a responsables de políticas y parlamentarios, expertos en salud y nutrición gubernamentales y del
sector privado, profesionales del desarrollo y otros interesados la oportunidad de explorar en profundidad
cómo pueden transformarse los sistemas alimentarios para proporcionar una mejor nutrición a toda la
población.
Simposio Internacional sobre Sistemas Alimentarios
Sostenibles en favor de unas Dietas Saludables y de la
Mejora de la Nutrición
El Simposio Internacional explorará las opciones de políticas y de programas para dar forma a
sistemas alimentarios que concluyan en dietas saludables, enfocándose en experiencias y desafíos
concretos.

El público objetivo incluye a funcionarios de gobiernos encargados de formular políticas y diseño


de programas de agricultura, nutrición, salud y otros importantes sectores, así como también
parlamentarios y actores no gubernamentales de la sociedad civil, sector privado e instituciones de
investigación y académicas.

El simposio tiene su enfoque en los sistemas y se concentrará en tres subtemas principales:

1. Políticas y medidas del lado de la oferta para incrementar el acceso a dietas saludables
2. Políticas y medidas del lado de la demanda para incrementar el acceso y empoderar a los
consumidores para escoger dietas saludables.
3. Medidas para fortalecer la rendición de cuentas, resiliencia y equidad en los sistemas alimentarios.

Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición


(CIN2). Informe de la Secretaría mixta FAO/OMS de la
Conferencia.

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Année de publication: 2015
Publisher: FAO/WHO
Pages: #76 p.
Numéro de travail: I4436;
Auteur: Division de la nutrition;
Agrovoc: Nutrition humaine; Politique nutritionnelle; meetings;
Résumé:
La Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), organizada conjuntamente por
la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS), se celebró en la Sede la FAO en Roma ( Italia) del
19 al 21 de noviembre de 2014. La Conferencia se convocó para: i) examinar los progresos
realizados desde la Conferencia Internacional sobre Nutrición de 1992, responder a los
nuevos desafíos y oportunidades y determinar opciones en materia de políticas con objeto de
mejorar la nu trición; ii) reunir a los sectores de la alimentación, la agricultura, la salud y otros
ámbitos y armonizar sus políticas sectoriales a fin de mejorar la nutrición de manera
sostenible; iii) proponer opciones acertadas en materia de políticas y marcos inst itucionales
que aborden adecuadamente los principales desafíos en el ámbito de la nutrición en un futuro
próximo; iv) alentar una mayor coherencia de las políticas y potenciar la armonización,
coordinación y cooperación entre los sectores alimentario, agrí cola y sanitario, entre otros; v)
movilizar la voluntad política y recursos para mejorar la nutrición; vi) establecer prioridades de
cooperación internacional en el campo de la nutrición a corto y medio plazo

La FAO es la agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al
hambre. Nuestro objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos, y al mismo tiempo
garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y
sana. Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en más de 130 países. Todos podemos
desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre.

La FAO ha identificado las áreas clave en las que está mejor posicionada para responder a las
demandas que plantean las tendencias mundiales de desarrollo agrícola y a los desafíos a los
que se enfrentan sus Estados miembros. Tras un análisis exhaustivo de las ventajas
comparativas de la Organización, se establecieron los objetivos estratégicos que
representan las principales áreas de trabajo en las que la FAO concentrará sus esfuerzos para
lograr su visión y sus objetivos globales.
Ver las Iniciativas Regionales
Ayudar a eliminar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición

Nuestro desafío: hoy en día el mundo puede producir suficientes alimentos para alimentar
adecuadamente a todos sus habitantes; sin embargo, a pesar de los progresos realizados en
los dos últimos decenios, 815 millones de personas aún padecen hambre crónica. Entre los
niños, se estima que 155 millones de menores de cinco años padecen malnutrición crónica
(retraso del crecimiento) y cerca de 52 millones sufren malnutrición aguda (emaciación).
Nuestro mandato es apoyar a los miembros en sus esfuerzos para asegurar que las personas
tengan acceso regular a suficientes alimentos de calidad. Podemos ayudar respaldando las
políticas y compromisos políticos que promueven la seguridad alimentaria y una nutrición
adecuada y asegurándonos de que la información actualizada sobre los retos y soluciones al
hambre y la malnutrición esté disponible y accesible.

Hacer que la agricultura, la actividad forestal y la pesca sean más productivas


y sostenibles

Se prevé que la población mundial aumente hasta los 9 000 millones de personas en 2050.
Está previsto que algunas de las tasas de crecimiento demográfico más altas se produzcan en
zonas que dependen en gran medida del sector agropecuario (agricultura, ganadería,
actividad forestal y pesca) y que presentan niveles elevados de inseguridad alimentaria. El
crecimiento del sector agrícola es también el medio más eficaz para reducir la pobreza y lograr
la seguridad alimentaria. Debemos asegurarnos que el aumento de la productividad no sólo
beneficie a unos pocos, y que la base de recursos naturales proporcione servicios
(polinización, el ciclo de nutrientes en los suelos, calidad del agua, etc) que aumenten la
sostenibilidad.

Reducir la pobreza rural


La mayor parte de los pobres del mundo vive en zonas urbanas rurales. El hambre y la
inseguridad alimentaria son, por encima de todo, expresiones de la pobreza rural. Por tanto, la
reducción de la pobreza rural es esencial para la misión de la FAO. Se ha sacado de la
pobreza a muchos habitantes de las zonas rurales en las últimas décadas. En 1990 el 54% de
los habitantes de las zonas rurales en los países en desarrollo vivía con menos de 1,25
dólares diarios y estaba era considerado muy pobre. En 2010 la proporción había caído al
35%. La pobreza rural sigue estando generalizada, especialmente en Asia meridional y África.
Estas regiones también son las que menos progresos han hecho en la mejora de los medios
de vida rurales. La FAO se esfuerza en ayudar a los pequeños agricultores a mejorar su
productividad, junto con el objetivo de aumentar las oportunidades de empleo no agrícola y, a
través de la protección social, encontrar mejores formas para hacer frente a los riesgos en sus
entornos.

Propiciar sistemas agrícolas y alimentarios inclusivos y eficientes

Con una globalización creciente, la agricultura dejará de existir como sector independiente
pasando a ser solo una parte de una cadena de valor. La cadena de valor tiene puntos, desde
la producción hasta la elaboración y las ventas, donde el conjunto está muy concentrado,
integrado y globalizado. Esta situación supone un gran desafío económico para los
pequeños agricultores en muchos países en desarrollo, que pueden verse excluidos de partes
importantes de la cadena de valor. Aumentar su participación en los sistemas alimentarios y
agrícolas es fundamental para la consecución del objetivo de la FAO de un mundo sin hambre.

Incrementar la resiliencia de los medios de vida ante las amenazas y crisis

Cada año, millones de personas que dependen de la producción, comercialización y consumo


de los cultivos, la ganadería, la pesca, los bosques y otros recursos naturales se enfrentan a
catástrofes y crisis. Estas pueden sobrevenir repentinamente, como un terremoto o un golpe
de estado violento, o producirse lentamente, como los ciclos de inundaciones y sequías.
Pueden darse como un suceso aislado, uno puede desencadenar otro o pueden converger e
interactuar varios sucesos a la vez y generar efectos en cascada y magnificados. Estas
situaciones de emergencia ponen en peligro la producción de alimentos y el acceso a los
mismos a escala local, nacional y, en ocasiones, regional y mundial. La misión de la FAO
consiste en ayudar a los países a controlar, prevenir y mitigar los riesgos y las crisis y
apoyarlos en la preparación y respuesta a los desastres.
Como organización intergubernamental, la FAO cuenta con 194 países miembros, dos
miembros asociados y una organización miembro, la Unión Europea.
Sus empleados provienen de diferentes ámbitos culturales y son expertos en los múltiples
campos de actividad de la FAO. La capacidad del personal de la FAO le permite apoyar
una mejor gobernanza, y entre otras cosas, generar, desarrollar y adaptar herramientas y
directrices existentes y proporcionar apoyo selectivo a la gobernanza como recurso para las
oficinas de la FAO a nivel nacional y regional. Con sede en Roma, la FAO está presente en
más de 130 países.

 El Director General
 Departamentos
 Oficinas en el mundo
 Órganos rectores

Estructura y financiación
Gobernanza
Los representantes de los Estados miembros se reúnen en la Conferencia bienal de la FAO
para revisar las cuestiones globales de gobernanza y normativas y los marcos internacionales,
así como para evaluar el trabajo realizado y aprobar el presupuesto para el próximo bienio. La
Conferencia elige a los miembros del Consejo, con mandatos rotatorios de tres años para la
supervisión ejecutiva del programa y el presupuesto. La Conferencia elige también al Director
General para un mandato de cuatro años, renovable por una vez. El actual Director General,
José Graziano da Silva, asumió sus funciones el 1 de enero de 2012 y fue reelegido para un
mandato que acaba el 31 de julio de 2019.
El nuevo enfoque de la FAO sobre la gobernanza es impulsado por el reconocimiento de que
los procesos importantes relacionados con el desarrollo de su misión que afectan a la
seguridad alimentaria y la nutrición, los medios de vida y la gestión y el uso sostenible de los
recursos naturales, se enfrentan a retos de gobernabilidad cada vez más complejos. Se
necesitan instituciones y mecanismos de gobernanza más amplios, flexibles y receptivos, para
mejorar la coordinación eficaz entre las diversas partes implicadas, permitiendo resolver
problemas mientras se avanza hacia el logro de objetivos múltiples, y a veces contradictorios.
La FAO promueve buenas prácticas para abordar los desafíos de la gobernanza a través de
sus objetivos estratégicos, mediante el fortalecimiento de su contribución a la gobernanza
mundial, la identificación de los problemas de gobernanza claves para su misión a nivel
nacional, regional y multilateral, el fortalecimiento de la capacidad del personal para apoyar la
mejora de la gobernanza y la supervisión y valoración de sus intervenciones, evaluando sus
experiencias de las lecciones aprendidas con vistas a crear nuestra capacidad de apoyo a la
gobernanza.
Departamentos

 Agricultura y Protección del Consumidor


 Cooperación Técnica y Gestión de Programas
 Departamento de Clima, Biodiversividad, Tierras y Aguas
 Desarrollo Económico y Social
 Forestal
 Pesca y Acuicultura
 Servicios Internos
Oficinas en el mundo
La red descentralizada de la FAO incluye cinco oficinas regionales, 9 oficinas subregionales,
80 oficinas completamente equipadas en los países (excluyendo las alojadas en las oficinas
regionales y subregionales), tres oficinas con oficiales técnicos/Representantes de la FAO y
38 países cubiertos a través de la acreditación múltiple. Además, la Organización mantiene
cinco oficinas de enlace y está en proceso de abrir la sexta, y cuenta con dos oficinas de
información en países desarrollados.
Personal
A 31 de diciembre de 2015, la FAO empleaba a 1738 profesionales y 1510 miembros del
personal de apoyo. Las cifras se refieren únicamente al personal que tiene contratos fijos o de
tipo continuo. Aproximadamente el 57 por ciento del personal está basado en Roma, mientras
que el resto trabaja en oficinas en todo el mundo. En el curso de los 15 últimos años, la
proporción de mujeres dentro del personal profesional se ha casi duplicado, pasando del 19 al
37 por ciento.
Programas y proyectos
En 2014-15, FAO implementó programas y proyectos por un valor total de 1 617 millones de
dólares. Cerca del 8 por ciento está financiado por contribuciones ordinarias a través del
Programa de Cooperación Técnica de la FAO (PCT). El restante 92 por ciento se financia a
través de contribuciones voluntarias, mediante el Programa de cooperación FAO/Gobiernos
(34 por ciento), el Fondo Fiduciario unilateral (8 por ciento) y otros tipos de Fondos Fiduciarios
(50 por ciento), que incluyen los Programas conjuntos de la ONU.
Financiación y gastos
El programa general de trabajo de la FAO se financia con las contribuciones ordinarias y las
voluntarias. Las primeras son las cuotas de los países miembros, establecidas en la
Conferencia bienal de la FAO. El presupuesto total de la FAO para el bienio 2016-2017 es de
2 600 millones de dólares EEUU. Las contribuciones voluntarias aportadas por los miembros y
otros socios contribuyen a la asistencia técnica y de emergencia (incluyendo la rehabilitación)
que se da a los gobiernos para objetivos claramente definidos vinculados al marco de
resultados, así como el apoyo directo a la labor central de la FAO. Se espera que las
contribuciones voluntarias superen los 1 600 millones de dólares en el bienio 2016-17.

La FAO genera y comparte información importante sobre la alimentación, la agricultura y los


recursos naturales en forma de bienes públicos mundiales. Pero no se trata de un flujo de
información unidireccional. Desarrollamos un papel de enlace, identificando y trabajando con
diversos socios de probada experiencia, y facilitando el diálogo entre aquellos que tienen los
conocimientos y aquellos que los necesitan. Al transformar los conocimientos en medidas
concretas, la FAO vincula el terreno con las iniciativas nacionales, regionales y mundiales en
un círculo que se refuerza mutuamente. Al unir fuerzas, facilitamos las asociaciones para la
seguridad alimentaria y nutricional, la agricultura y el desarrollo rural entre los gobiernos, los
asociados para el desarrollo, la sociedad civil y el sector privado.
Las actividades de la FAO comprenden cinco esferas
principales:
Facilitar información y apoyar la transición hacia una agricultura sostenible . La FAO
funciona como una red de conocimientos que utiliza la experiencia de su personal –
agrónomos, ingenieros forestales, expertos en pesca, en ganadería y en nutrición, científicos
sociales, economistas, estadísticos y otros profesionales– para recopilar, analizar y difundir
información que contribuye al desarrollo.
Fortalecer la voluntad política y compartir conocimientos especializados en materia de
políticas. La FAO pone su larga experiencia al servicio de los países para la elaboración de
políticas agrícolas, así como para ayudar a la redacción de leyes eficaces y a diseñar
estrategias nacionales con el fin de alcanzar las metas del desarrollo rural y la reducción de la
pobreza. Abogamos por la aplicación de estas políticas y programas, instando a que haya
recursos económicos suficientes, existan las estructuras organizativas correctas, y lo más
importante, se garantice la capacidad humana adecuada.
Reforzar la colaboración público-privada para mejorar la agricultura en pequeña escala.
Como foro neutral, la FAO aporta el escenario donde las naciones ricas y pobres pueden
unirse para construir un entendimiento común. También involucramos a la industria alimentaria
y a las entidades sin fines de lucro para prestar apoyo y servicios a los agricultores y facilitar
una mayor inversión pública y privada en el fortalecimiento del sector alimentario.
En un día cualquiera, docenas de responsables de la formulación de políticas y expertos de
todo el mundo se reúnen en la Sede de la FAO o en sus oficinas en los países con el
propósito de forjar acuerdos sobre las principales cuestiones alimentarias y agrícolas.
Llevar el conocimiento al campo. El alcance de los conocimientos de la FAO se somete a
prueba en miles de proyectos de campo en todo el mundo. La FAO moviliza y administra
millones de dólares proporcionados por los países industrializados, los bancos de desarrollo y
otras fuentes a fin de garantizar que los proyectos cumplan sus objetivos. En situaciones de
crisis trabajamos codo a codo con el Programa Mundial de Alimentos y otros organismos
humanitarios para proteger los medios de subsistencia rurales y ayudar a la gente a
reconstruir sus vidas.
Apoyar a los países a prevenir y mitigar los riesgos. FAO desarrolla mecanismos para
vigilar y alertar sobre los riesgos de peligros múltiples y las amenazas a la agricultura, la
alimentación y la nutrición. Estamos allí para informar a los países sobre medidas exitosas de
reducción de riesgos que puedan incluir en todas las políticas relacionadas con la agricultura.
En caso de necesidad, nos aseguramos que los planes de respuesta a desastres estén
coordinados a todos los niveles.

Hechos y cifras sobre la financiación

¿Cómo se financia la FAO? Contribuciones de los países al Programa Contribucio


El total del presupuesto de la FAO previsto Ordinario Las contribu
para 2018-2019 es de 2 600 millones de El Programa Ordinario de trabajo de la FAO por los Miem
dólares. De esta cantidad, el 39% procede de se financia mediante cuotas y contribuciones la asistencia
la cuotas de los Países Miembros mientras voluntarias. Las cuotas son las (incluida la r
que el 61% se movilizará a través de contribuciones de los Países Miembros, para objetivo
establecidas por la Conferencia bienal de la al marco de r
contribuciones voluntarias de los Miembros FAO. El presupuesto ordinario de la FAO directo a las
y otros asociados. para el bienio 2018-2019 es de 1 005,6 FAO. Se esp
millones de dólares. voluntarias a
millones de d

Planificación estratégica
Gestión basada en los resultados
La FAO utiliza la gestión basada en los resultados. Se trata de un enfoque que incorpora la
estrategia, a las personas, los recursos, los procedimientos y medición para perfeccionar la
toma de decisiones, a la vez que se incrementan la transparencia y la rendición de cuentas. El
objetivo es medir el rendimiento respecto a los objetivos, aprovechar la experiencia y
adaptarse a las nuevas condiciones, informar de los resultados y cumplir los objetivos.

 Más

¿Cómo se financia la FAO?

El total del presupuesto de la FAO planificado para 2018-2019 es de 2600 millones de USD.
De esta cantidad, el 39% procede de la cuotas aportadas por los Países Miembros mientras
que el 61% se movilizará a través de contribuciones voluntarias de los Miembros y otros
asociados.

¿Cómo asigna la FAO sus cuotas y sus contribuciones


voluntarias?
El programa general de trabajo de la FAO se financia con las cuotas y las contribuciones
voluntarias. Las contribuciones de los Países Miembros incluyen el presupuesto ordinario, que
se establece en la Conferencia bienal de la FAO. El presupuesto ordinario de la FAO para el
bienio 2018-19 es de 1005,6 millones de USD.
Las contribuciones voluntarias proporcionadas por los miembros y otros asociados apoyan la
asistencia técnica y de emergencia (incluida la rehabilitación) a los gobiernos para objetivos
claramente definidos ligados al marco de resultados, así como el apoyo directo a las
actividades centrales de la FAO. Las contribuciones voluntarias en 2018-19
alcancerán aproximadamente 1,6 millones de USD.

Documentos de la planificación y la presentación de informes


Marco Estratégico para la FAO
Marco estratégico revisado (2017)
Marco estratégico revisado 2010-19 (2013)
Información adicional y ediciones anteriores

Plan a plazo medio y Programa de trabajo y presupuesto


Ajustes al Programa de trabajo y presupuesto para 2018-19
Plan a plazo medio para 2018-21 y Programa de trabajo y presupuesto para 2018-19
Información adicional y ediciones anteriores

Informe sobre la Ejecución del Programa


Informe de síntesis del examen a mitad de período – 2016
Informe sobre la Ejecución del Programa 2014-15
Informe sobre la ejecución del programa en 2014-15 - Resumen
Información adicional y ediciones anteriores

Cuentas comprobadas
Comités del Programa y de Finanzas

Comité del Programa Comité de Finanzas

El Comité del Programa ayuda al Consejo en la El Comité de Finanzas ayuda al Consejo a


realización de sus tareas relacionadas con la elaboración ejercer control de la administración financiera
y ejecución del programa de actividades de la de la FAO. Los miembros del Comité de
Organización. Los miembros del Comité del Programa se Finanzas se eligen cada dos años,
eligen cada dos años, inmediatamente después de la inmediatamente después de la Conferencia de
Conferencia de la FAO. la FAO.

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