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Ricardo Salcedo Casallas

Myriam Trujillo Cedeño


Catalina Jaramillo
Mario Cortés

LA CONVERSACIÓN, POLÍTICA DE LA SUBJETIVACIÓN


CONTEMPORÁNEA

LA CONVERSATION COMME POLITIQUE DE


SUBJECTIVISATION CONTEMPORAINE

-ESCUELA DE PENSAMIENTO-

-ÉCOLE DE PENSÉE-

TRADUCCIÓN DE
CATALINA JARAMILLO
MARIO CORTÉS

PRÓLOGO
JAVIER RICARDO SALCEDO C.

GROW FOUNDATION FOR HUMAN DEVELOPMENT – RED EDUTRANSLATIN DOC

Colección Senti - Pensar

Colección Senti - Pensar


La conversación, política de subjetivación contemporánea

Salcedo Casallas, Javier Ricardo; Trujillo Cedeño, Myriam; Jaramillo, Catalina y Cortés, Mario.

La Conversación, Política de la Subjetivación Contemporánea. Salcedo, J., Trujillo, M., Jaramillo, C., Cortés, M. Bogotá:
Grow Foundation for Human Development – Red Edutranslatin Doc, 2018.

ISBN: 978-958-58935-6-6

1. La conversación como política de subjetivación 2. La conversación táctica espontánea de lo político 3. Trayectoria


metodológica de la conversación 4 Tipo de conversación sentí – pensante - Colección Senti-Pensar-

Grow Foundation for Human Development – Red Edutranslatin Doc

ISBN 978-958-58935-6-6

Carrera 7B No. 12 – 06 Casa 99 Mosquera, Cundinamarca


Colombia
27 de mayo de 2018

2
Web: www.growfoundationhd.org
www.rededutranslatindoc.org

Dirección Editorial:
Javier Ricardo Salcedo Casallas

Corrección Editorial y de Estilo:


Grow Foundation for Human Development

Ilustración de portada
Álvaro Sierra

Publicación Digital:
http://www.growfoundationhd.org
http://www.rededutranslatindoc.org
A todas y todos los habitantes
de un mundo que conversa,
que crea sus propias leyes
para confiar aún en la vida.

Colección Senti - Pensar


La conversación, política de subjetivación contemporánea

Contenido
Prólogo ......................................................................................................... 5
Introducción ................................................................................................ 9
Introduction ............................................................................................... 13
Capítulo 1 .................................................................................................. 17
La Conversación como Política de Subjetivación....................................... 17
Chapitre 1 .................................................................................................. 17
La conversation comme politique de subjectivisation ............................... 17
1.1. La Conversación en Paolo Virno / La conversation selon Paolo
Virno 24
1.2. La conversación desde Hugo Zemelman/La conversation à partir d’
Hugo Zemelman ...................................................................................... 30
Capítulo 2 .................................................................................................. 38
La conversación táctica espontanea de lo político .................................... 38
Chapitre 2 .................................................................................................. 38
La conversation tactique spontanée du politique ...................................... 38
4
Capítulo 3 .................................................................................................. 50
Trayectoria metodológica de la conversación............................................ 50
Chapitre 3 .................................................................................................. 50
Capítulo 4 .................................................................................................. 59
Tipo de conversación sentí-pensante (no estructurada) ............................ 59
Chapitre 4 ............................................................................................................................ 59
Type de conversation feutrée (non structurée) ...................................................... 59
APÉNDICE 1 .................................................................................................................... 70
CONVERSACIÓN SENTI PENSANTE ........................................................................ 70
CONVERSATION SENTI PENSANTE ........................................................................ 72
Bibliografía .......................................................................................................................... 74
Prólogo

“Necesidad de realidad que nos impulsa


a ir al encuentro de aquello que subyace
detrás de lo establecido, a encontrar
lo que se oculta en lo profundo del orden
manifiesto de la realidad”.
Zemelman

La Universidad de La Salle a través de la Oficina de Currículo ha


generado desde el año 2013 “el espacio propicio para la discusión reflexiva,
el encuentro en la divergencia y la generación de conocimiento colectivo”
(Pérez, 2016 citado por Universidad de La Salle, 2016, p. 9) o Escuelas de
Pensamiento.

El escenario de las Escuelas de Pensamiento ha venido


configurándose de forma espontánea, esto es, con un tipo de “[…]
movimiento de la razón hacia lo indeterminado [que tiende] hacia una
transformación del concepto de realidad, ya que ésta, de ser un objeto de
la conciencia cognitiva, se convierte en objeto de una conciencia
gnoseológica que puede reconocer realidades no necesariamente
teorizables…” (Zemelman, 1992, p.78).

El movimiento del pensar en las Escuelas de Pensamiento, trasgrede


el ritmo administrativo que hoy se impone como realidad al pensar
intelectual e investigativo de la Universidad de La Salle, en particular, y de
las universidades del país y de América Latina, de forma general.

El vértigo de la producción de un tipo de capitalismo cognitivo o


bioeconomía consistente en la extracción del pensamiento y el lenguaje
humanos vendible y comprable en el régimen neoliberal de las sociedades
del conocimiento (Fumagalli, 2010), hace posible el nacimiento de las
Escuelas de Pensamiento como una expresividad concreta de resistencias

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

docentes universitarias que se oponen a la absorción del sistema


económico pendiente de rentar el alma humana.

Entre las diez Escuelas de Pensamiento se halla, la nuestra, “La


Conversación, Política de Subjetivación Contemporánea” que a propósito,
se incorpora a este movimiento con el título del libro que Usted, respetado
lector tiene ante sí. Y cuya entelequia o existencia singular que tiene su
propio modo de pensar-se la realidad molecular de la vida humana, la
configura en colectivo interdisciplinario con un ritmo auto creador de
pensar y sentir que de forma inmediata se puede dibujar, para empezar,
de la siguiente forma:

Ritmo auto creador que identifica al colectivo:


o Lecturas compartidas por google drive o de forma presencial.
o Escritura compartida por google drive.
o Dos reuniones presenciales para socializar, discutir,
compartir y diseñar constructos operadores del pensar.
6
o Encuentros virtuales y presenciales.

La lógica de la conversación merece de la proximidad, la


instauración paulatina y dedicada de la confianza, el compartir constante
y participe de la vida cotidiana entre dos o más subjetividades que se
encuentran por el azar del ritmo vital. En este horizonte de sentido
metodológico, lo que se propone es hacer posible la conversa con otros
sobre un itinerario posible enmarcado en necesidades de la realidad
coyuntural del momento histórico actual. De hecho, la conversación es la
médula de toda Escuela de Pensamiento.

Conversamos de muchas formas y en cualquier momento; en esto,


el movimiento conversacional discurre en la oralidad, en la mirada, en los
silencios, entre los gestos y las extensiones musculares de nuestros
cuerpos, en fin, en una constante y sensible necesidad de manifestarnos
como vivos entre vivos.

Y no contentos con esta manifestación corporal, se declina el


conversar como una acción espiritual porque encarnada se soporta en un
flujo espectacular de sensibilidad creativa inteligente. Por la fuerza
perceptual que conserva para observar y detectar, antes de las oralidad,
los indicios vivos y perspicaces que nutren las afirmaciones, las preguntas,
las negaciones, los silencios, el asombro de la conversación, se propone
un espíritu encarnado que conversa para dar-se a conocer y/o reconocer
a otro, para transfigurar-se y transfigurar en un nosotros a todos.

La vida contemporánea en medio de la vigilancia y el autocontrol


estatal y policivo parece sujetar y encapsular todo ápice vital. Tanta
constitucionalidad y monopolio estatal de la autonomía de las
instituciones y de los seres humanos provoca un “miedo actual […] un
miedo cotidiano […] miedos difusos: miedo a quedarse al margen, miedo a
equivocarse, miedo a fallar, miedo a fracasar, miedo a no responder a las
exigencias propias” (Han, 2017, p. 56). Sin embargo, lo distinto aún no se
diluye, al menos en la molecularidad de lo asimétrico de toda relación
humana.

Allí nos deseamos mover, en la asimetría relacional de la actividad


del mundo cotidiano, y más concretamente, en esa densidad de margen
diferente de relaciones de relaciones que se ha nombrado como la
conversación porque en ella, la simetría resulta eliminada por el zigzag del
flujo conversacional. Un zigzag que estropea lo “nivelado, alisado y
desinteriorizado” (Han, 2013, p. 63) que distrae la rutina, motiva los
orgullos, desestimula el monopolio de las ideas, provoca el motín diferente
y creador para deformar las políticas institucionales construyendo
políticas de la subjetivación contemporáneas, aquellas acciones que
zanjan el cansancio de la costumbre social. En esto consiste nuestro

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

pensar, sin sustraernos al condicionamiento bio económico,


concentrarnos en los hilos que aun sostienen lo bello de lo obvio y lo
aparente.

Por Javier Ricardo Salcedo Casallas PhD


16 de febrero de 2018

Referencias
Han, B-C. (2017). La Expulsión de lo Distinto. Pensar y Comunicación en la
Sociedad Actual. Barcelona: España, Herder.
Fumagalli, A. (2010). Bioeconomía y Capitalismo Cognitivo. Hacia un nuevo
Paradigma de Acumulación. Roma: Italia, Traficante de Sueños.
Pérez, L. (2016). Prólogo. Pensar escuelas, rememorar la historia, construir
conocimiento. En Universidad de La Salle. (2016). Pensar en Escuelas de
Pensamiento. Bogotá: Colombia. Universidad de La Salle.
Zemelman, H. (1992). Los Horizontes de la Razón II. Historia y Necesidad de
Utopía. Barcelona: España, Anthropos Editorial.
8
Introducción

“Uno busca a alguien que le ayude a dar


a luz sus pensamientos, otro, a alguien a
quien poder ayudar: así es como surge
una buena conversación”
Nietzsche

El flujo de conocimiento científico ha derivado en las dos últimas décadas


en la relativización de la universidad como constructora de ciencia porque:
a) hasta el momento este conocimiento ha derivado de un enfoque
disciplinar y escaso en la inter y transdisciplinariedad; b) se presenta
abundancia de investigaciones descontextualizadas de las urgencias
cotidianas y c) hay expansión y transnacionalización del mercado de
servicios universitarios por instituciones no universitarias (Sousa, 2007);
quizás su papel social está siendo modificado y deba fluir hacia el contacto
con la vida cotidiana, porque allí se mueve la sociedad del conocimiento.

Junto a estos tres problemas de la universidad, se evidencia una


fuerza transversal que subsume el prestigio universitario y que supone la
democratización del conocimiento y se refiere a los tipos de conocimiento
que se distribuyen en las aulas universitarias (Carvalho y Flórez, 2014)
contagiado esquizofrénicamente de corpus teóricos que imponen fronteras
y lenguajes disciplinares, metodologías unívocas, metáforas exclusivas,
formas de pensar paramétricas subordinadas a las fronteras y lenguajes
academicistas que sólo registran una forma de pensar la realidad
cotidiana.

La universidad desecha formas no parametrales (Zemelman, 2006)


de pensar realidades cotidianas que enseñan mundos posibles en las vidas
urbana y rural. El uso académico de teorías para explicar y comprender el
mundo humano con sus realidades, propicia una comodidad intelectual

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

que quizás genera inercias en el pensar universitario y en sus prácticas


pedagógicas.

En esta caverna platónica, atados sin poder virar nuestras miradas


académicas hacia la luz y mucho menos detrás del muro en donde habitan
aquellos que no están amarrados, existe pérdida de voz; una ausencia de
diálogo entre los atados y los que no lo están. Quizás, los no encadenados
sean, en este momento histórico aquellos que no manejan teoría universal,
porque atienden las cosas radicalmente urgentes para existir, a partir de
la conversación o diálogo de saberes espontáneos. Lo que mantiene el
estrabismo de nuestras miradas es la disyuntiva de la razón y de la
emoción, que mueve otros conocimientos que se hallan en el espíritu de
la calle. Quizás nos corresponda re-pensar nuestra doble mirada y
corregirla.

En este marco de efectos críticos para pensar la universidad y en


ella, la investigación, se desea apostar por una forma epistémica de vínculo
10
entre las dimensiones cognitivas y las dimensiones sensibles bajo el modo
de conversaciones o el flujo del lenguaje expresivo de saberes vivos que dan
vida al mundo cotidiano bajo la forma de política de la subjetivación
contemporánea, porque cada vez que la vida habla, se vuelve movimiento
que emerge como conversación o modo práctico de reflexión/acción senti-
pensante, productora de las múltiples invenciones como las subjetividades
cotidianas viven y crean maneras de existir, esto es, satisfacen las
necesidades materiales y existenciales y las traspasan bajo inéditas
fórmulas culturales, es decir, económicas, políticas, religiosas y
formativas, que hacen posible la vida cotidiana.

Conversar en la vida cotidiana resulta ser un encuentro con mundos


de inspiraciones, producto del espíritu humano que se resiste a morir,
porque su deseo es vivir; la conversación como la sensibilidad epidérmica
de Dios, instituye rasgos fugaces de saberes singulares del diario vivir.
Al tenor de lo expuesto, este libro presenta cuatro capítulos
centrales. El primero titulado “La conversación. Política de subjetivación”,
en el que se aclaran las categorías nodales del contenido temático, con un
enfoque interdisciplinar a partir de autores como la filósofa y politóloga
Chantal Mouffe, la socióloga y doctora en letras Leonor Arfuch y el
historiador y filósofo argentino Ignacio Lewkowicz, entre otros. En la
segunda parte de este primer acápite, se desglosan dos perspectivas que
se asumen en lo que sigue, como el campo teórico que hace comprender el
contenido del libro. Así, se acude a Paolo Virno, filólogo y semiólogo
italiano, y a Hugo Zemelman, sociólogo y epistemólogo chileno, ambos
permiten acoger la categoría central “la conversación”.

El segundo capítulo, “La conversación táctica espontánea de lo


político” trata a la conversación táctica cotidiana de lo político o lo artístico
de la conversación que es la espontaneidad. En ella se da relevancia a la
categoría expresividad humana capaz de configurar con la multitud de
pensamientos cotidianos, diámetro yuxtapuesto conversacional” que
comprende la errancia conversacional. Acompaña a este apartado, el
pensamiento de Arfuch y del Byung-Chul Han, filósofo y ensayista
surcoreano.

El tercer capítulo, “Trayectoria metodológica de la conversación” con


Grice (1975, citado por Arfuch, 1995 y Lefebvre, 1991), se compone de una
comprensión inédita del contenido de la conversación sentí-pensante que
bajo el zigzag conversacional, recrea una forma compleja de configuración
que la hace posible y distinta a otros tipos de conversación, expuestos en
el cuarto capítulo “Tipo de conversación no estructurada”, en que el
colectivo de la escuela de pensamiento articula lo expuesto en los tres
primeros capítulos para desafiar la creatividad epistémica y postular una
singular e inédita forma de comprensión zigzagueante de la conversación
no estructurada o sentipensante.

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

El libro entonces se re-crea desde una actitud liminal o de frontera,


puesto que su creación se origina en el límite de las reflexiones
intersubjetivas e interdisciplinarias de quienes hacemos parte de la
escuela de pensamiento denominada “La conversación. Política de
Subjetivación Contemporánea”. El colectivo cuenta con los
discernimientos de Javier Ricardo Salcedo Casallas, Filólogo Clásico de la
Universidad Nacional de Colombia, Magister en Relaciones Internacionales
de la Pontificia Universidad Javeriana y Doctor en Educación de la
Universidad Pedagógica Nacional, docente investigador de la Facultad de
Ciencias de la Educación de la Universidad de La Salle; Myriam Trujillo
Cedeño, profesora e investigadora del Departamento de Ciencias Básicas
de la Universidad de La Salle. Licenciada en Matemáticas y Física de La
Universidad Surcolombiana. Magister en docencia de la Universidad de La
Salle y candidata a Doctora en Matemática educativa, del Centro de
investigación CICATA del Instituto Politécnico Nacional IPN en México;
12
Catalina Jaramillo, Profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias
de la Educación de la Universidad de La Salle. Licenciada en Ciencias de
la Educación de la universidad de Ginebra-Suiza; especialista en
educación preescolar de l’École de la Petite Enfance de Ginebra-Suiza y
magister en educación de la Pontificia Universidad Javeriana. Mario
Cortés, Magister en literatura comparada de la Universidad de Savoie-
Francia, especialista en Enseñanza del Francés como lengua extranjera
(FLE) de la Universidad de Savoie-Francia y profesor e investigador de la
Facultad de Ciencias de la Educación de la universidad de La Salle.

.
Introduction

Au long des vingt dernières années on a pu constater que le flux de la


connaissance scientifique a dérivé vers la relativisation de l’université
comme constructrice de science puisque : a. jusqu’à présent cette
connaissance a dérivé d’une perspective disciplinaire ; b. nous assistons à
une abondance de recherches hors du contexte des urgences quotidiennes
et c. il y a une expansion et une transnationalisation du marché des
services universitaires de la part des institutions non universitaires
(Sousa, 2007) ; peut-être aussi que son rôle social est en train d’être
modifié et qu’il doit dériver vers un contact plus proche avec la vie
quotidienne puisque c’est là où la société de la connaissance se déplace.

Avec ces trois problèmes de l’université, il devient flagrant une force


transversale qui soumet le prestige universitaire, ce qui suppose la
démocratisation de la connaissance et ce qui fait référence aux types de
connaissance qui se dispensent dans les salles de classe universitaires
(Carvalho et Flórez, 2014) ; et ceci tout en le contaminant, d’une manière
schizo phénétique, le corpus théorique imposé par les frontières et les
langages disciplinaires, les méthodologies univoques, les métaphores
exclusives, les manières de penser paramétriques subordonnées aux
frontières et aux langages académistes qui enregistrent une forme de
penser la réalité quotidienne.

L’université rejette les formes non paramétrables (Zemelman, 2006)


qui pensent les réalités quotidiennes qui enseignent des mondes possibles
dans les vies urbaine et rurale. L’utilisation académique de théories pour
expliquer et comprendre le monde humain avec ses réalités, favorise un
confort intellectuel qui génère, peut-être, des inerties dans la pensée
universitaire et dans ses pratiques pédagogiques.

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

Dans cette caverne platonique, attachés sans pouvoir donner un


virage à nos regards académiques vers la lumière et encore moins vers le
mur où habitent ceux qui ne sont pas attachés, il existe une perte de la
voix ; une absence de dialogue entre les attachés et ceux qui ne le sont
pas. En ce moment historique, peuvent exister des individus qui ne sont
pas enchaînés, ceux qui ne dirigent pas la théorie universelle puisque pour
exister, et ils s’occupent des choses radicalement urgentes et ce sont peut-
être les théoriciens. Ce qui maintien le strabisme de nos regards c’est la
disjonctive de la raison et de l’émotion, ce qui déplace d’autres
connaissances qui se trouvent dans l’esprit de la rue. Peut-être qu’il nous
corresponde de re-penser notre double regard et de le corriger.

Dans le cadre des effets théoriques pour penser l’université et en


elle, la recherche, on désire parier sur une forme épistémique de lien entre
les dimensions cognitives et les dimensio sensibles sous la forme de
conversations ou dans le flux du langage expressif des savoirs vivants qui 14
donnent vie au monde quotidien, sous la forme d’un politique de la
subjectivation contemporaine. Dans ce sens, chaque fois que la vie parle,
elle devient un mouvement qui surgit comme une conversation ou mode
pratique de réflexion/action sentie et pensée, productrice des multiples
inventions, tout comme les subjectivités quotidiennes vivent et créent des
manières d’exister ; c’est-à-dire qu’elles satisfassent les besoins matériels
et existentiels pour les surpasser sous des formules culturelles inédites, à
savoir les formules économiques, politiques, religieuses et formatives, qui
font possible la vie quotidienne.

Converser dans la vie quotidienne résulte être une rencontre avec


des mondes d’inspirations, produit de l’esprit humain qui se résiste à
mourir puisque son désir est de vivre ; la conversation comme la sensibilité
épidermique de Dieu, institue des traits fugaces de savoirs singuliers de
notre vie quotidienne.
Au vu de ce qui a été exposé, ce livre présente deux chapitres
centrales un sous le titre de « La conversation. Politique de
subjectivisation » où il se présentent les catégories nodales du contenu
thématique, sous une perspective interdisciplinaire à partir des auteurs,
entre autres, avec les apports de la philosophe et politologue Chantal
Mouffe, de la sociologue et docteur en lettres Leonor Arfuch, et du historien
et philosophe argentin Ignacio Lewkowicz. Dans la deuxième partie de ce
premier chapitre, on arrive à deux perspectives qui s’assument par la
suite, comme le champ théorique qui fait comprendre le contenu du livre.
Là, on fait appel à Paolo Virno, philologue et sémiologue italien, et à Hugo
Zemelman, sociologue et épistémologue chilien qui nous permettent, tous
les deux, d’accueillir la catégorie centrale : « la conversation ».

Le deuxième chapitre, « la conversation tactique spontanée du


politique » aborde la conversation tactique spontanée du politique ou du
artistique de la conversation qui est la spontanéité. En elle, on donne de
l’importance à la catégorie de l’expressivité humaine capable de configurer
avec la multitude de pensées humaines quotidiennes, diamètre juxtaposé
conversationnel » comprise par la divagation caractéristique de la
conversation. La pensée d’Arfuch est accompagnée de celle de Byung-Chul
Han, philosophe et essayiste sud-coréen.

Le troisième chapitre, « Trajectoire méthodologique de la


conversation » avec Grice (1975, cité par Arfuch, 1995 et Kefebvre 1991)
se compose d’une compréhension inédite du contenu de la conversation
senti-pensante qui sous le zigzag conversationnel, recrée une forme
complexe de configuration qui la fait possible et différente des autres types
de conversation, exposés lors du quatrième chapitre « Type de
conversation non structurée »; est c’est là où le collectif de l’école de pensée
articule ce qui a été exposé dans les trois premiers chapitres de ce livre,
pour défier la créativité épistémique et postuler, sous forme de zigzag, une

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forme singulière et inédite de compréhension de la conversation non


structurée ou senti-pensante.

Le livre se re-crée à partir d’une attitude liminale ou de frontière,


puisque sa création s’origine dans la limite des réflexions intersubjectives
et interdisciplinaires de ceux qui faisons partie de l’école de pensée
dénommée « La conversation. Politique de Subjectivisation
Contemporaine ». Le collectif compte avec les discernements de Javier
Ricardo Salcedo Casallas, Filólogo Clásico de la Universidad Nacional de
Colombia, Magister en Relaciones Internacionales de la Pontificia
Universidad Javeriana y Doctor en Educación de la Universidad
Pedagógica Nacional, docente investigador de la Facultad de Ciencias de
la Educación de la Universidad de La Salle; Myriam Trujillo Cedeño,
profesora e investigadora del Departamento de Ciencias Básicas de la
Universidad de La Salle. Licenciada en Matemáticas y Física de La
Universidad Surcolombiana. Magister en docencia de la Universidad de La 16
Salle y candidata a Doctora en Matemática educativa, del Centro de
investigación CICATA del Instituto Politécnico Nacional IPN en México;
Catalina Jaramillo, Profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias
de la Educación de la Universidad de La Salle. Licenciada en Ciencias de
la Educación de la universidad de Ginebra-Suiza; especialista en
educación preescolar de l’École de la Petite Enfance de Ginebra-Suiza y
magister en educación de la Pontificia Universidad Javeriana. Mario
Cortés, Magister en literatura comparada de la Universidad de Savoie-
Francia, especialista en Enseñanza del Francés como lengua extranjera
(FLE) de la Universidad de Savoie-Francia y profesor e investigador de la
Facultad de Ciencias de la Educación de la universidad de La Salle.
Capítulo 1
La Conversación como Política de
Subjetivación

Chapitre 1

La conversation comme politique de subjectivisation

Resumen

En este primer capítulo se introducen las categorías de la conversación como


política de subjetivación. La tesis central gira entorno a “La conversación” como
otra forma de atrevernos a pensar la construcción de lo político en una sociedad
que todo lo controla vía política, tal y como se desenvuelven las relaciones sociales
en la vida cotidiana. Y se constituye una distinción conceptual entre los términos
“política” y “político”. La primera, el lugar del consenso, del debate ordenado que
excluye la diferencia; la segunda el sitio de la conversación, del disenso, de la
controversia que incluye lo singular diferente. Además, se postula la idea de que
esta subjetivación se realiza en su sujeto que se desea nombrar como
“cualquiera”. Una subjetividad que no pertenece a círculos sociales elitistas, su
centro se halla en lo abierto del encuentro libre, espontáneo, sin acomodar falsas
representaciones a la relación humana. Allí, en esta subjetividad habita la
multitud, es decir, la heterogeneidad de las diferencias, la mayor parte de un
nosotros/ellos. Luego se introducen dos pesquisas teóricas de la conversación
desde Paolo Virno y Hugo Zemelman, que van a darle forma conceptual a lo que
se plantea en los siguientes apartados del libro.

Résumé

Dans ce premier chapitre s’introduisent les catégories de conversation en tant


que politique de subjectivation. La thèse centrale tourne autour de « la
conversation » comme une autre manière d’oser penser la construction de ce qui
est politique dans une société qui veut tout contrôler par le biais de la voie
politique, aussi bien que dans le déroulement des relations sociales dans la vie
quotidienne. Il se constitue une distinction conceptuelle entre deux connotations
du terme « politique ». D’abord l’espace du consensus, du débat ordonné qui
exclut la différence ; la deuxième, le lieu de la conversation, du dissentiment, de

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

la controverse qui inclus ce qui est singulièrement différent. En plus, se postule


l’idée que cette subjectivation se réalise dans le sujet qui désire se nommer
comme « quiconque ». Une subjectivité qui n’appartient pas à des cercles sociaux
élitistes, son milieu se retrouve dans l’ouverture de la rencontre libre, spontanée,
sans placer des fausses représentations dans les rapports humains. C’est ici,
dans cette subjectivité qui habite la multitude ; c’est-à-dire, l’hétérogénéité des
différences, la plupart d’un nous/eux. Ensuite s’introduisent des recherches
théoriques de la conversation depuis Paolo Virno et Hugo Zemelman, qui vont lui
donner la forme conceptuelle à ce qui va être considéré dans les paragraphes à
venir du livre.

_________________________

Varios son los autores que permiten ir construyendo una aproximación a


la forma epistémica que se desea nombrar como “Conversación”; sin
embargo, su tejido ha de realizarse en relación con el término “política de
subjetivación” y esto permite apuntar a un tipo particular de
investigadores que hacen posible hilvanar los hilos que se desean
entrecruzar bajo un enfoque agónico y fenomenológico de la categoría 18
objeto de análisis.

Por los demás, existen unas variaciones metodológicas


latinoamericanas que nos inspiran atrevernos a situar a la conversación
como el centro de nuestras reflexiones y acciones, por los campos
temáticos que sus autores han escogido para nombrarlas, específicamente
de la observación puntual de la vida ordinaria. Estas metodologías sólo se
nombran, para que eventualmente, quien desee acercarse pueda
encontrarlas: José Jorge Carvalho en su propuesta de “Encuentro de
saberes” (2014), Estela Quintar (1998) en las didácticas no parametrales
y círculos de reflexión, Paulo Freire y su proyecto de círculos culturales y
en Javier Salcedo (2012, 2017) en la huella indicial y las
emodidactobiografías.

Diríamos que estas formas metodológicas de ver unas relaciones


posibles con el mundo real, son singulares e inéditas. Ellas son el fortín
inspirador de nuestra categoría, “La conversación” como otra forma de
atrevernos a pensar la construcción de lo político en una sociedad que todo
lo controla vía política, tal y como se desenvuelven las relaciones sociales
en la vida cotidiana. Estas formaciones, quizás pedagógicas, enseñan que
la conversación tiene en sí misma una comprensión, y a su vez, una
construcción metodológica con arreglo a lo espontáneo, esto es, a lo
inesperado que posee el acercarse a otro para reconocerlo y hacerse visible
en la historia compartida; asuntos que atraviesan las seis propuestas
metodológicas citadas.

En este horizonte de sentido, se hace necesario conquistar el mundo


en el que habita la conversación y que paralelamente crea otro, que le
procura al primero, mejorarse, aunque no siempre en favor de la multitud.
Nos referimos a un juego de opuestos de las relaciones de poder y de saber,
que como puja, chocan en la conquista de un espacio de presente y de
futuro de lo posible en el que la conversación vibra locuaz como “verdadero
sistema conversacional […] y opera en un equilibrio siempre amenazado
de pasión: todos sabemos del calor de la discusión, las tensiones, las
disputas por el control o por la última palabra” (Arfuch, 1995, p. 43). Nos
referimos a la “política” y a lo “político”, la primera, el lugar del consenso,
del debate ordenado que excluye la diferencia; la segunda el sitio de la
conversación, del disenso, de la controversia que incluye lo singular
diferente. Asumimos, las comprensiones agónicas de estas dos categorías,
para hacer camino deconstructor1 a la democracia liberal pluralista que
caracteriza nuestra época, desde Mouffe (2011). Así reconocemos que:

[…] la «política» se refiere al nivel «óntico», mientras que lo


«político» tiene que ver con el nivel «ontológico». Esto significa que lo
óntico tiene que ver con la multitud de prácticas de la política

1
El término “deconstructor” se comprende desde Derrida ni como destrucción, ni como disociación, antes
bien, una desmarcación del lenguaje social que siempre nombra toda realidad de un mismo modo, como
sí no existiera posibilidad alguna de nombrarla de diferentes formas.

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

convencional, mientras que lo ontológico tiene que ver con el modo


mismo en que se instituye la sociedad […] para ser más precisa, ésta
es la manera en que distingo entre «lo político» y «la política»: concibo
«lo político» como la dimensión de antagonismo que considero
constitutiva de las sociedades humanas, mientras que entiendo a «la
política» como el conjunto de prácticas e instituciones a través de las
cuales se crea un determinado orden, organizando la coexistencia
humana en el contexto de la conflictividad derivada de lo político (pp.
15 – 16).

Si la política delimita las orientaciones sociales para la construcción


de un orden social presumiblemente homogéneo, a través de la
implementación de las constituciones de los Estados modernos, y su
distribución en regulaciones jurídico legales sine qua non la política
democrática contemporánea no tendría un empleo unívoco que la hiciera
posible, entonces, lo político crea lo heterogéneo en el establecimiento del
orden social instituido; habita la construcción declarada por la política,
20
pero adopta de formas singulares, interpretaciones y acciones de
contrasentido porque no se mueve tan sólo por las normas sociales, antes
bien, recurre a la memoria emocional, al vínculo afectivo, a las expresiones
historizantes o creaciones de ordenes sociales moleculares, que cada quien
junto a cualquiera, elabora su propia construcción deliberada de orden
social (Lechner, 2002).

Esta elaboración deliberada de orden social, acontece bajo una de


tantas formas de subjetivación política como la conversación. Quizás
porque forma parte del proceso configurador de subjetividad política, que
carga de sentidos vitales e inmediatos, la existencia humana, en el
encuentro entre cualquieras2 que son multitud.

2
La categoría “cualquiera” no es peyorativa, su uso responde a la exigencia de reconocimiento de un
nosotros con un ellos, a partir de la novedad del encuentro casual, desprevenido, sin titulaciones ni
distinciones nobiliarias con que comúnmente se incluye al desconocido que porta tales identidades en un
grupo social cerrado. El “cualquiera” no pertenece a círculos sociales elitistas, su centro se halla en lo
La conversación se genera en el encuentro casual, un gesto cotidiano
–el encuentro- encarnado de subjetividad política porque está repleto de
memoria emocional que se desata como capacidad humana productora de
sentidos vivos mediante la narrativa emodidatobiográfica o

[…] asidero emocional que hace posible los aspectos cognitivos, desde
los cuales se intenta explicar la comprensión del mundo mediante la
razón, y ver el otro ángulo complementario: el expresivo, acognitivo,
anobjetivo, pero dinámico, o lo que Lacan llama el deseo” (Salcedo,
2017, p. 13).

El deseo de contarnos, de narrarnos para no olvidarnos y


mantenernos vivos, es la expresividad de lo político que se llama
subjetividad política. Nodo categorial que

[…] no se encuentra por fuera de la historia. Se trata, principalmente,


de una construcción psicológica y social que posee un significado
diferencial según la época y el tipo de sociedad en la que se vive. La
intención política que posiciona al sujeto, sus conflictos y los niveles
de aceptación o resistencia que generan sus proyectos sociales en cada
contexto. Lo que sea que se postule como subjetividad política deberá
ser, en todo caso, siempre justificada ¿qué implica este tipo de
subjetividad en términos de acción social y de relaciones
intersubjetivas?, ¿de qué manera, se supone, se promueve y
desarrolla?, ¿qué apuestas de sociedad están en juego?, ¿a qué idea
de comunidad de destino se apela? (Ruíz y Prada, 2012, p. 47).

La conversación como expresividad deseante de narrarse para fijar


inverosímiles posiciones ante un tema conversacional, es subjetividad
política porque nos permite expresarnos como sujetos políticos cuya
comunidad inmediata es la multitud, esto es, los diferentes y cualesquiera

abierto del encuentro libre, espontáneo, sin acomodar falsas representaciones a la relación humana. Allí,
en esta subjetividad habita la multitud, es decir, la heterogeneidad de las diferencias, la mayor parte de
un nosotros/ellos.

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

con la capacidad de visibilizar-nos a partir de nuestra experiencia viva


cuando sólo se nos interpela con punición y apertura regulada. Quizás al
conversar (nos) pensamos sin Estado, parafraseando el título de una obra
de Lewkowicz (2006) porque aunque no se declara,

[…] la cesación objetiva del Estado como al agotamiento de la


subjetividad y el pensamiento estatales. Por eso podemos poner en
duda que haya desaparecido el Estado; podemos verificar enormes
organizaciones técnicas, militares, administrativas con un vasto poder
de influencia. Pero influencia no es soberanía; y la subjetividad estatal
no arraigada en la mera existencia del Estado sino en su soberanía […]
El Estado no es una condición dada; si se necesitara contar con
Estado no bastaría con suponerlo, más bien habría que inventarlo (p.
10).

El desfondamiento estatal, hace posible que nos produzcamos como


invención (poietica) bajo la acción constante de conversar (nos); una 22
invención que se comprende como el producirnos con soluciones concretas
en la inmediatez de la cotidianidad problemática, envuelta en el avatar de
la satisfacción material y existencial de lo que constituye lo propiamente
humano: el nutrir el cuerpo y el alma, más allá y más acá de las políticas
instituidas, quizás en el adentro de lo que simplificadamente abastecen,
puesto que el Estado “se agota en la capacidad que esa cosa tenía para
instituir subjetividad y organizar pensamiento” (Lewkowicz, 2006, p. 11).

El abastecimiento material y espiritual que requiere vivir a lo


humano, se gesta gracias a la conversación. Dicha satisfacción celebrada
a partir de la conversación, siempre se desarrolla con arreglo a la única
regla conversacional, la espontaneidad, favorecidas por otras subsidiarias
a ésta, como el arrojarse a hablar, presentir el entrecruce de los sentidos
que se conversan, prevenir su acomodación a los deseos que cada quien
se propone para mantenerse conversando, sentir la verosimilitud para
buscarle un quiebre y desmitificarla, logrando posicionar en el escenario
perceptivo una nueva semblanza y un ritmo casi final, para cerrar o dejar
abierto el tema, siempre al final provocando una elección que decide una
acción concreta para seguir viviendo, a pesar de la energía normativa de
la política instituida.

El Estado continúa, como nos es claro, en su función original, la de


“disminuir las energías políticas excesivas, favorecer la búsqueda de la
felicidad individual y de las relaciones sociales, favorecer la vitalidad de
una vida privada y de formas de interacción social que multipliquen las
pretensiones y demandas” (Rancière, 2007, p. 19); sin embargo, ya no es
soberano y en tal quiebre de sentido, la conversación emerge como política
de subjetivación porque se perpetúa en la sincronía del encuentro
esporádico como dimensión creadora de mundos posibles para vivir y
afrontar los límites del hambre cultura y material. Esta dimensión es lo
que hace posible que la conversación sea una política de subjetivación
contemporánea.

Cada gesto muscular, cada mirada alterada o somnolienta, cada


pulso cardiovascular, cada choque nervioso y respiración agitada o queda
o son el natural impulso revitalizador de la conversación que junto a sus
expresividades, la minúscula composición proposicional, el ademán que
remeda una escena, la decisión de seguir escuchando, el deseo de hallar
una respuesta para un problema casero, o un asunto de especulación
política, etc., son la evidente manifestación de la política de la
subjetivación porque en ellas aparece el sujeto que compone en el que en
el tiempo y el espacio ha vivido sus propios mundos.

La política de la subjetivación conversacional orquesta historias


narradas con pasión, o puntos de vista que rodean de inconformidad o de
beneplácito a las circunstancias del diario vivir en el que confluyen
diametralmente las políticas instituidas, así no se nombre en la
conversación. A este flujo emocional de narrarnos para sentirnos juntos

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

entre cualquiera y enlistarnos a mantenernos vivos, se nombra como


subjetivación política o capacidad humana de anticipar (prever)/habitar
(cumplir)/crear (elegir/decidir)3 vida, asuntos últimos que se tratan más
adelante.

En este horizonte de sentido, el centro de nuestro escoyo del pensar


la vida cotidiana mediante las conversaciones se construye con autores
como Virno (2003), Zemelman (2006), entre otros, para los cuales,
conversar es un lucha de singularidades contra la apropiación de lo
común, asumiendo una postura pluriversal que permite dialogar con
diferentes epistemes realizadas en latitudes geo epistemológicas
diferentes, lo que posiciona un ángulo de mirada radicalmente incluyente
y profundamente humano.

1.1. La Conversación en Paolo Virno / La conversation


selon Paolo Virno 4
24
Conversar afirma Virno (2003) en este nuevo siglo constituye una inédita
manera de producción contemporánea de conocimiento en donde se
comparten otras aptitudes que sobrepasan las lingüísticas y cognitivas y
logran desequilibrar el mundo de la producción postfordista5.

3
El uso de paréntesis permite identificar las acciones mentales, que bajo formas verbales, suspenden en
la interioridad del diálogo consigo mismo, ante las ocurrencias conversacionales, para poder anticipar una
posible respuesta, ya sea, “diciendo” o simplemente alejándose en el silencio para seguir entre paréntesis
o estar alerta a otra oportunidad singular de conversar.
4
Paolo Virno es filósofo y semiólogo italiano, propone la categoría multitud para indicar la superación de
las instituciones políticas o del Estado. El pueblo deja de existir como categoría obsoleta que vive pegada al
Estado a través de la democracia representativa. El autor anuncia el fin de este modelo democrático por
una democracia no - representativa mediante el hombre-multitud, que no tiene marca institucionalista.
5
Postfordismo es la tendencia del sistema de producción económica contemporánea que hace posible una
nueva relación entre el capital y el trabajo, en donde el primero crea mundos empresariales como fábricas
de riqueza y el segundo es la fábrica de significados, íntima e inmaterial, que coordina la acumulación de
riqueza haciendo que la vida se convierta en la cualidad productora de renta. La vida es la nueva forma de
explotación de la producción social.
Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

Los seres humanos tenemos diferentes modos de producción, “no


sólo una configuración económica particular sino un conjunto de formas
de vida, una constelación social, antropológica y ética (digo ética, no moral:
relativa a las costumbres, usos y hábitos, no al deber-ser)” (2003, p. 41) y
uno de estos modos es la conversación.

La conversación entonces ocurre en los espacios vividos o lugares


comunes que evaporan los espacios sociales aquellos que
institucionalizados, empiezan a desaparecer por sus formas rígidas,
inconectables de relación que intentan acallarla, doblegando su
emergencia bajo modos de producción postfordista como la comunicación
empresarial que es el principal recurso reproductivo, a través del cual, el
conversador, es vuelto comunicador.

En otras palabras, conversar produce subjetividades, no las


reproduce. Produce lo vivo de la vida como preludio, en medio de, y luego
de, la reproducción de dividuales o empresarios de sí mismos. El dividual
no conversa, comunica siempre su propia oferta cognitiva y se reproduce
máquina productiva ante el mejor postor, la sociedad del conocimiento y

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

la empresarización de la vida; opera dividiéndose, cambiando su ser


individual por funciones competitivas, que acelera consecutivamente sin
parar para lograr mantenerse en la labor empresarial como dividuo.
Desaparece el individuo del consuetudinario enfoque racionalista e
individualista del liberalismo caracterizado por la creencia cognitiva de un
orden armonioso y no conflictivo (Mouffe, 2014), aparece el dividuo, el “me
gusta” de Han (2017), el objeto, la mercadería dividual que “no me
reprocha nada, no me acusa, no se me contrapone. Más bien se quiere
amoldar a mí y agradarme, sonsacarme un “me gusta”. Lo que caracteriza
la percepción actual es la ausencia de contrariedad y enfrentamiento” (pp.
67 – 68) en la comunicación empresarial pero no en la conversación.

26

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

Lo vivo de la vida, es la conversación. Lo vivo entonces es lo diferente,


es decir, el sujeto que ni es individuo, ni dividuo. No es una determinación
cognitiva [individuo] que determina lo real como condición racional, ni es
una fábrica reproducción laboral que sólo emite teoría estadística para
auto controlarse eficiente. No es una empresa de sí mismo, y no busca
estar dividido para camuflarse y comunicar complacencias (dividuo). Es
sujeto vivo que produce vida política porque “No puede reconocer que solo
puede haber una identidad cuando es construida como diferencia, y que
toda objetividad social se constituye mediante actos de poder” (Mouffe,
2014, p. 24) que pasan por la conversación como proyección subjetiva a
través de la cual, los hombres rigen sus propias relaciones sociales,
económicas, políticas y culturales, deciden con quien conversar o
apartarse, luego de escuchar. El sujeto político de la conversación es capaz
de escuchar la diferencia.

La conversación vincula diferencias sin desalojar la oposición. Esto


es multitud. La política de subjetivación se reconoce como esta capacidad
humana, que detenta la conversación. Esta última, al decir de Virno (2003)
es una categoría del pensamiento político contemporáneo, expresada en
este autor como “habladurías o sea un discurso sin estructura ósea,
indiferente a los contenidos que de vez en cuando destila, contagioso y
proliferante” (p. 97).

Las habladurías son el contenido errático de la conversación o una


epistemología espontánea. La conversación se desata desde la curiosidad
o un flujo ominoso para la comunicación empresarial y la sociedad del
conocimiento, pero en todo caso, auténtico porque crea órdenes sociales
posibles a partir de las relaciones conversacionales que se gestan en el
lugar de la institucionalidad, por ello, es invasiva. Si la política de la
institucionalidad es inflexible, lo político de la conversación es invasivo.

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

Con el término “habladurías” que Virno (2003) expresó en un


seminario del Departamento de Sociología de la Universidad de Calabria,
provoca la emergencia de una subjetividad que crea mundos posibles
desde “la actividad del hablante. No la actividad de un hablante sabio y
elegante, sino de cualquier hablante” (p. 50) la de la multitud
conversadora.

La multitud ya no puede ser concebida como el Uno, es decir lo


universal porque ha sido resignificada por la habladuría, que como se
afirma, es constitutiva de la conversación. Así, conversar quita
atomización a la unidad universal del cuerpo político que por formación
política se desea homogeneizar y luego agrupar en partidos y liderazgos,
hacerla competente ciudadana. Este tiempo empieza a desfigurarse
cuando la multitud promueve el estar juntos en los lugares comunes de la
mente, como el de la conversación. ¿Por qué? Porque cuando se conversa
se destilan habladurías como circunstancia virtuosa del lenguaje humano. 28
Con la conversación, el lenguaje-herramienta lingüística se traspasa así
mismo como instrumento estadísticamente fonológico y se constituye en
habladuría. Diría Virno (2003):

[…] el lenguaje humano se cumple a sí mismo, no produce –no por


regla, al menos- un “objeto” independiente de la misma enunciación.
El lenguaje es “sin obra”. Toda enunciación es una prestación
virtuosa. Y es tal porque, obviamente, está conectada directa o
indirectamente a la presencia de los otros […] donde “enunciación” se
entiende no el contenido de un enunciado, el “qué se dice”, sino el
habla como tal, el hecho mismo de hablar” (pp. 50-51).

Y aún más, el conversador, el que habla o desde el autor de


referencia, el hablante, es virtuoso. No es autónomo simplemente es libre.
El primero deviene de lo aprendido, el segundo prescinde del guion social.
No busca un ontos ciudadano competente. Se reconoce productor (poiesis)
sin poseer un catálogo que deba interpretar y respaldarse. El conversador
se declara no competente ciudadano porque su energía relacional, el estar
junto a la diferencia, no depende de un texto preestablecido que le
transfigure en un “proyecto, en la medida en que genera el espacio a partir
de su movimiento… [-se resiste a pasar-]… de sujeto al proyecto” (Han,
2014, p. 32).

Su virtuosismo, la del hablante, es la inclusión de la experiencia


lingüística como un acto más de la vida en relación, de lo político. Al
contrario de la política, que “se ha convertido en el arte de la conquista y
la conservación del poder” (Virno, 2003, p. 53) vía lingüística aplicada o
producción de comunicación como medio de comunicación, preocupada por
expandir monolingüismo como política lingüística, lo político del lenguaje,
la habladuría es la “avidez de novedades, es decir la insaciable voracidad
de lo nuevo en cuanto nuevo” (p. 98), en donde la curiosidad por otra
lengua –la foránea- no disminuye el asombro por las propias formas de
conversar, dicho de otra manera, las habladurías hacen tambalear el
paradigma referencialista monolingüe, siempre serio y gramatical.

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

Las habladurías determinan los usos catalogados lingüísticamente


a través de sus propias palabras, así, la conversación al estar constituida
de habladurías es novedad en sí misma porque en su propia dinámica
ofrece confabulaciones significativas, modulaciones impredecibles, que no

Colección Senti - Pensar


La conversación, política de subjetivación contemporánea

dicen sino que ejecutan o hacen en el mismo instante en que se habla. No


es una descripción virtual, es un virtuosismo porque al decir hace.

1.2. La conversación desde Hugo Zemelman/La


conversation à partir d’ Hugo Zemelman
El pensador chileno, Hugo Zemelman en su obra no alude de forma
directa a la conversación; por ello, lo que se realiza a continuación es un
proceso de transferencia epistémica consistente en tomar las categorías de
“decir”, “colocación”, “pensar histórico” y el “pensamiento parametral”
para pensar la realidad cotidiana en uno de los movimientos que la
provocan, la conversación.

As í, reconozcamos, en primer lugar, que la conversación esta poseía


del “decir”, esto es, de capacidad de significar. “Decir” es “significar” y esto
último es “colocación” crítica ante las circunstancias que limitan al sujeto 30
cotidiano en su “pensar histórico” o “capacidad de asomarse y asumirse
de manera que transcienda el simple acto de pensar limitado a los marcos
de la predicación de objetos” (Zemelman,
2012, p. 17), último aspecto que se
concibe como “pensamiento
parametral” o conjunto de
condicionamientos que determinan el
pensar abierto de la conversa.

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas


Conversar entonces es enfrentar la realidad con crítica. En la
conversación la “crítica no es confrontación, sino lectura de lo potencial”
(Zemelman, 2012, p. 11) del sujeto cotidiano. Lo potencial se comprende
como la capacidad de construcción de lógicas de pensamiento que no se
limitan a repetir los constructos políticos, económicos, jurídicos, sociales,
en un única colocación teórica o experta, sino todo lo contrario, en declarar
libertad para decir o significar la experiencia de vivir y existir dejando de
usar la marca restringida de los “significados de los contenidos para
abarcar significaciones propias […] para lo cual los fenómenos se
transforman en ámbitos de sentidos […]” (Zemelman, 2007, p. 47) o
necesidad de construir realidad de forma inédita y singular.

Esta construcción exige una postura ante la realidad. Quienes


conversan abren camino a sus propias elaboraciones epistémicas,
manifestando su capacidad de estar colocados ante las realidades visibles
que día a día, les reclaman respuestas, ante el desafío de vivir. Ellas y
ellos, los que “dicen” en la cotidianidad mediante la conversación, re-
conocen su momento y particular forma de existir, y cuando hablan,
reflexionan con el tipo de pensamiento propio del conversar, el pensar
histórico.

Conversar es pensar histórizantemente. Los conversadores se


forman sujetos cuando significan sus realidades elaborando sus propios
marcos racionales, aquellos que se abren a lo no dado. Ellas y ellos
apuestan por no reducirse a lo contemplando por la política, ni a ser
manipulados por las fuerzas de la externalidad sociales. Conversar
entonces rescata el sujeto real, el que con sus acciones diarias construye
su realidad para afrontar al ser gramatical o paramétrico.

Un ser gramatical que o bien en su cotidianidad se comporta sumiso


y obediente ante las circunstancias, esto es, educado a-críticamente, o lo
que casi es lo mismo, como “señor soberano de la naturaleza […] o como

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

Descartes, para quien, el Cógito va antes del Sum” (Zemelman, 2012, p.


20).

Los y las conversadoras son sujetos reales porque reconocen su


historicidad o su “poder de creación de nuevas instancias de decisión; esto
es, como rompimiento de las
estructuras de dominación
existentes” (Zemelman, 2001,
p. 41) Diríamos con el autor de este
apartado que es potente en su
crítica el “decir” de la conversación que
el partido político y el sindicato porque
estas formas de poder son
concordantes con el orden social
hegemónico.
32

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

Podría afirmarse que mientras el partido político y el sindicato


luchan por mantener atadas sus fuerzas de poder en las relaciones de sus
inscritos mediante la persuasión de sus ideas políticas, la conversación
cotidiana, aquella generada específicamente en el lugar del café, en la
banca o sobre el césped de un parque comunitario, o en el lugar común
como la calle, encuentra su potencia “en los espacios de las
microsituaciones, sin que ello signifique tomar a estas como explicación
del proceso general [de lo político] pues ello equivaldría a una nueva
fragmentación de la realidad” (Zemelman, 2001, p. 45); en otras palabras,
conversar articula la particularidad del “decir” sin determinarlo a una idea
fija y cerrada, quizás, porque lo que se conversa –“el decir”- al narrar
fragmentos de la realidad son articulables en la misma realidad histórica
que viven los conversadores. Así, el afán del que conversa no está asociado
a la idea política previa inscripción condicionada, sino a la marca singular
de las comprensiones que tejen ángulos epistémicos o significaciones
nuevas que traducen con claridad cotidiana una disconformidad política
con la institucionalidad o procura una aprehensión capaz de generar
esperanza ante una deuda, o una mutación ingeniosa de ideas creativas
que destilan libertad ante la corrupción en el uso de los impuestos o un
análisis fronterizo que provoque conciencia histórico-crítica capaz de
movilizar afectos, en la que todos “muevan la cabeza”, en señal de
asentimiento colectivo, provocando una cascada de relaciones de vínculo
afectivo capaz de afectar los regímenes de verdad dominantes o al menos
de incomodarlos bajo formas adoptadas por la conversación que encierran
lo determinado socialmente, haciendo posible otra emergencia, es decir,
otros modos de responder a los condicionamientos propios del pensar
parametral.

La lucha de la conversación es contra el pensamiento parametral.


Lo que equivale a rescatar lo ya pronunciado, que el conversar constituye
la expresividad de un tipo de pensamiento que recupera

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

[…] lo indeterminado mediante una construcción de contenidos


sistemáticos que asegure la mayor apertura del pensamiento ante la
realidad, lo que significa enfrentar los parámetros que condicionan el
modo de organizar el razonamiento de manera que alcancen una
mayor objetivación del mismo (Zemelman, 2003, p. 59).

34
Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

Lo anotado plantea que los conversadores objetivan la realidad a su


acomodo, quizás sin retornar al pensamiento parametral o lógica
epistemológica y teórica que todo lo pretende explicar, a partir de propias
visiones culturales estableciendo singulares relaciones entre la realidad y
el conocimiento conversacional que se destila en el encuentro ocasional.

En la conversación se obedece a la cooperación armónica de los


seres que se interfieren mutuamente desde lo que significan de sus
experiencias, deteriorando las concepciones mecánicas del universo,
aprendidas en la sociedad. Allí se fraguan modelos cósmicos y orgánicos
que no presumen de leyes cognoscibles por el pensamiento, ni por el
imperativo de la explicación, sino la relevancia, parafraseando al autor de
este apartado, de la articulación sensible de la materia y la energía que día
a día vive geometría de su espacio y se fuga cuando se “dice”.

El “decir” que constituye la conversación convierte al parámetro en


un elemento más dentro de otros, que no excluye, sino que acomoda para
debatir, censurar, poner en duda o proponer una búsqueda diferente. La
conversación no discrimina, convierte la lógica de la determinación, en un
debatible, no en la verdad. Le convierte en problema y soluciona siempre
en relación con la vida, le hace parte del movimiento del pensar histórico
y no su determinante. Conversar en este orden de sentido es una
experiencia histórica.

Experiencia histórica en tanto las circunstancias que cada


conversador narra muestran visiones de la realidad, además, de construir
sujetos sociales. Visiones y sujetos sociales son las dimensiones
conversacionales que atraviesan a toda conversación como experiencia
histórica. En éstas, la voluntad por estar juntos, cooperando en el “decir”
permite la construcción del espacio de la conversación como práctica
posible de realidad. La realidad conversacional entonces se nombra como
“no sujeta a regularidades, sino como una construcción permanente de la
utopía por los sujetos sociales, a partir de situaciones microestructurales
no sujetas a tendencias; pero en las que es posible determinar la
posibilidad para avanzar según diferentes opciones” (Zemelman, 2001, p.
38).

La conversación produce realidad social. Esto equivale a afirmar que


al conversar no se está reproduciendo lo socialmente aceptado, se parte
de esto, para producirlo como articulación microsituacional. Este tipo de
articulación se comprende en el reconocimiento mutuo de los sujetos y sus
prácticas de conversación como proyecto socio-político microsocial. La
conversación entonces es el método de la articulación diaria entre lo que

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

está dado y lo que se “dice” de lo dado, para transformarlo. Es la práctica


de la historia conversada la acción política de la vida cotidiana.

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

La conversación construye lo posible, que es lo político de la historia


del sujeto histórico. Ella –la conversa- en tanto historia narrada crea su
36
objeto, lo político, porque convierte el producto cristalizado: la política
pública, la noticia televisiva, el mensaje digital, etc., en una articulación
que se mece de esto que es devenido a lo deviniendo, o lo que es lo mismo,
en las prácticas conversacionales de los “sujetos que están transformando
constantemente en realidad a esos contenidos potenciales, en cuanto los
propios sujetos constituyen esa realidad potencial” (Zemelman, 2001, p.
65).

Así, cada conversa parece ser un proyecto microsocial porque define


necesidades y al mismo tiempo postula soluciones diarias. Otra marca de
lo político conversacional. En tanto proyecto parte de un tiempo concreto,
el presente siempre en relación al futuro. Vislumbra opciones, anticipa
viabilidades, construye alternativas siempre como fuerza potencial o
tiempo que viene como espera, última cualidad temporal del presente
futuro, que actúa con una visión que manifiesta un presente del presente
inspirada por la trayectoria de una memoria o presente pasado o raíz del
contexto conversacional. En la conversación fluyen estas tres
temporalidades siempre en un tiempo vivo, el presente inmediato.

La conversación entonces se alcanza a distinguir desde Zemelman


(2001) como una visión del pasado y del futuro en el presente inmediato,
aquel tiempo que pertenece a los sujetos de la vida ordinaria. Ella, hace
posible la profundidad epistémica en la historia del cotidiano vivir porque
favorece en la cooperación de voluntades que se reúnen espontáneamente
a compartir “decires” o sentidos originales, vislumbrar los posibles, no
“limitarse a lo que ha cristalizado [–la sociedad-], escudriñar en sus
brechas ocultas y en aquellos momentos que la fundirse con las tendencias
dominantes quedaron reducidos a los detalles carente de interés, significa
una manera de entender la historia, de captarla como materia posible de
ser moldeada como vehículo para conquistar el futuro” (p. 95).

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

Capítulo 2
La conversación táctica espontanea de lo
político

Chapitre 2

La conversation tactique spontanée du politique

Resumen

El segundo capítulo socializa la categoría “espontáneo” como elemento singular


de la conversación que la caracteriza re-creando la expresividad cotidiana
errática, algunas veces repetitiva, que rompe con la rutina de una sociedad lisa,
sin relieves subjetivos. Además se expone nuevas categorías que constituyen la
conversación, por ejemplo, el diámetro yuxtapuesto conversacional, el flujo
pragmático, entre otras. La conversación es táctica porque su tiempo corresponde 38
al tiempo kairos u oportunidad en el que vaciamos nuestras ideas y convertimos
lo que recordamos, hacemos o pensamos en acontecimiento. En ella, el pensar
táctico es siempre creación de posibles inmediatos, inesperados, esperanzadores,
repletos de expectativa, de anécdotas, de tragedia, de miedo, de rencor, de odio.
Así, la conversación cotidiana constituye una lógica del razonar sintiendo,
condición para considerarse patrimonio político del sujeto histórico de la vida
diaria. No sólo se habla con la voz teórica, existe la voz del sentimiento y de la
emoción, aquella que aflora espontánea, como exigencia inter-dialógica o careo
inter-conflictual, o capacidad de hacer surgir conocimientos otros, bajo formas
cualquieras.

Résumé

Dans ce deuxième chapitre se partage la catégorie de « spontané » comme un


élément singulier de la conversation qui la caractérise en re-créant l’expressivité
quotidienne erronée, quelques fois répétitive, qui rompt avec la routine d’une
société lisse, sans reliefs subjectifs. En plus, s’exposent des nouvelles catégories
qui constituent la conversation, par exemple, le diamètre juxtaposé
conversationnel, le flot pragmatique, entre autres. La conversation est aussi
tactique car son temps correspond au temps kairos ou opportunité dans lequel
nous vidons nos idées et nous transformons ce dont nous nous rappelons, ce que
nous faisons et ce que nous pensons en événement. Dans la conversation la
pensée tactique est toujours création d’immédiats possibles, inattendus,
prometteurs, rempli d’attente, d’anecdotes, de tragédie, de peur, de rancune, de
haine. Ainsi, la conversation quotidienne constitue une logique du raisonnement
ressenti, pour être considérée patrimoine politique du sujet historique de la vie
de tous les jours. On ne parle pas uniquement avec la voix théorique, il existe
aussi la voix du ressenti et de l’émotion, celle qui fleuri de manière spontanée,
comme une exigence inter-dialogique ou une confrontation inter-conflictuelle, ou
la capacité de faire surgir d’autres connaissances, sous une forme quelconque.

_________________________

La conversación táctica espontanea de lo político se comprende

expresividad humana capaz de configurar con la multitud de


pensamientos cotidianos, controversias, decires, oralidades espontáneas,
erráticas, repetitivas, o ángulos epistémicos compartidos en cualquier
lugar del espacio humano y en cualquier tiempo de la rutina (kronos)
contemporánea, vínculos comunes en un desorden temático dado por la
prontitud, más no ligereza, de lo que se está deseando decir y escuchar.

El desorden temático y la prontitud de la expresividad de la


conversación, permiten des-cubrir dos cualidades en una, de esta forma
ingeniosa de vínculo común: al girar entre temáticas entrecruzadas, el
diámetro yuxtapuesto conversacional, porque el tema inicial se mueve a
otro opuesto, además acontece una furtiva eliminación de conectores
lógicos entre las palabras, las frases y la oraciones que se cambian con la
cualidad afanosa de hablar para ser escuchado; un ágil modo de esquivar
lo gramatical para favorecer la intención conversacional bajo la aceleración
del mensaje que desea revelarse, cada vez que se fuerza sostener un tema
y luego desviarlo de forma espontánea. La táctica de lo político

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

conversacional resulta aquí enunciada, y que en una sola categoría, se


quiere reconocer como lo “espontaneo”.

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

Lo espontáneo es lo artístico de la conversación. Esto se alcanza a


visualizar teóricamente, en el uso del tiempo y el espacio conversacional.
Lo que logra variar, la conversación, es el espacio/tiempo contemporáneo 40
rutinizador, policivo, en el sentido de vigilante de la privacidad en lo
público, y a la vez “aburridor porque no genera energía relacional” (Han,
2016a, p. 117) que puede reconocerse artístico porque es creador de
espacios privados afectivos a través del tiempo personal en medio de lo
público, que se transfiere, en la conversación, a un ellos que son los que
al escuchar intersectan su subjetividad manifestándola con
expresividades espontáneas, que giran en un repetir lo escuchado o en un
contradecirlo o en otra emergencia conversacional diferente, que
complementa o fuerza otra mirada temática errática, similar o de mayor
anclaje perceptual, porque articula a los sujetos de la conversación, los
conversadores, siempre en una relación emocional-afectiva.
Un movimiento conversacional táctico que se denomina “política de
subjetivación” por sus formas de resistencia diferentes y comunes, con las
que se manifiestan los sujetos cotidianos ante las realidades que les
impulsan a tomar partido para continuar con vida social, económica,
política, cultural, organizando deliberadamente los matices de un pequeño
orden esperanzador, trágico, crítico o ridículo.

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

La conversación es resistencia diferente y común. Ésta se expresa


en el tiempo social que se entrecruza en el espacio social. El tiempo y el
espacio social son procesadores de lo positivo de nuestra época porque se
desgastan en mantenerse transparentes, es decir, nivelados, alisados y
desinteriorizados (Han, 2013) en la rutina de la gestión organización de la
planificación horaria y el gramático uso del lugar empresarial en que se ha
convertido la vida. Una vida des rutinizada por la conversación, gracias a
la afluencia de afectos provocadores e intensos por lo espontáneo de su
emergencia. Táctica por la insurrección afectiva desenvuelta en la gestión
de la vida empresarial, o en la conducción de la vida endeudada, o el
desfondamiento institucional.

La conversa es táctica porque su tiempo corresponde al tiempo


kairos u oportunidad en el que vaciamos nuestras ideas y convertimos lo
que recordamos, hacemos o pensamos en acontecimiento. El espacio de la

Colección Senti - Pensar


La conversación, política de subjetivación contemporánea

conversación es el de la construcción simbólica de lo real, como lo afirma


Lefbvre (1991) es el espacio vivido, el privado y clandestino por las
singulares que acontecen en él, a través del uso del tiempo kairos.
Transitan en las franjas horarias y en los lugares públicos vigilados bajo
la forma resistente que se desea nombrar como el espíritu de la calle desde
Fernández (2004) que reflexiona:

Sobre la manera en que la vida cotidiana, secularizada y segmentada


en vida privada y vida pública, ha sido afectada por la transformación
modernista de la sociedad y del Estado: lo mundano se volvió un
ámbito privativo y particularizado, asentado en espacios cerrados y
especializados (pasillos, cámaras, oficinas, parlamentos) para sujetos
expertos y –si se puede decir tal cosa- profesionalizados en tales temas
y asuntos (funcionarios y políticos, hombres en todo caso, en ninguno
mujeres), lejos de la mirada y el acceso de las personas comunes […]
(pp. VIII – IX).
42
El espíritu de la calle, es la conversación. Sus habladurías se
producen tácticas de lo político porque transitando por los espacios
cerrados y especializados o los abiertos pero vigilados, construyen unos
vínculos entre lo privado y lo público de la vida urbana y rural
caracterizados por sobreafectividad en tanto, recuperación espontánea de
la palabra ajena, del lenguaje no experto, del diálogo crítico, que funda
nuevos sentidos de lo social y de lo afectivo, construyendo nuevos modos
de ser y de existir, de convocar lo separado por la política. Espíritu de la
calle, en síntesis, porque, por la conversación, “la gente sale a la calle y se
organiza, se vuelve respondona ante los noticieros y en los parlamentos,
con mejores argumentos que los locutores y los funcionarios” (Fernández,
2004, p. 1).

Táctica, también porque crea órdenes sociales inesperados ante el


orden social determinado gracias a su rompimiento con lo gramatical de
las normas del lenguaje y de lo consuetudinario del habla social. Al
respecto Arfuch (1995) responde:

La conversación se halla entre el habla de Saussure y el


discurso de Bajtín y por ello, se revela como política de subjetivación
contemporánea. Ella, poco reflexionada, se fundó bajo la dicotomía
saussuriana de “lengua” y “habla”, sin corresponder a ninguna de
éstas. ¿Por qué?

Porque la lengua es concebida como un sistema jerárquico de


signos que hacen posible la significación y la conversación usa la
coherencia de los signos y sus usos lingüísticos a su acomodo,
interponiéndolos en el juego de la oralidad espontánea. Además, en el
“habla” Saussure halló un término para aproximarse a la conversación
y desde este la concibe como “individual, caótica, heterogénea,
dependiente de la voluntad de cada hablante y por lo tanto imposible
de analizar” (p. 36).

La conversación, haciendo énfasis de lo citado con anterioridad, es


arte porque se responsabiliza de la vida. Al contrario de lo que se dice del
arte como que “es demasiado atrevido y autosuficiente, demasiado
patético, porque no tiene que responsabilizarse de la vida…” (Bajtín, 1982,
p.11), este modo de política de subjetivación contemporáneo es
responsable con la vida porque se propone como vínculo de lo vivo que se
resiste a dar la espalda a lo que constituye lo humano, los lugares
comunes con los tiempos personales y las facultades lingüístico-
comunicativas usuales que configuran los movimientos críticos (crisis) del
momento histórico inmediato, individual y frecuente.

Se produce, la “conversa” en el presente de los acontecimientos


diarios –inmediatos- que tejen pequeños problemas cotidianos de orden
social, político, económico y cultural en las experiencias y sentidos
concretos de los habitantes de lo diario. Sujetos que desde sus
conversaciones hacen posible el reconocimiento de la lucha diaria y

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

creativa por convivir, trabajar, ser feliz, amar, crear empresa, en fin, de
resistir las inclemencias, suavizar las indulgencias y sobrepasar la
determinaciones de nuestra sociedad positivizada o cualidad de buscar
tener todo en un orden controlado en que no falten “las superficies pulidas
e impecables y de efecto inmediato… [Un espacio social]… en el que no son
necesarios ningún juicio, ninguna interpretación, ninguna hermenéutica,
ninguna reflexión, ningún pensamiento” (Han, 2016b, p. 12).

Conversar en, con y desde lo cotidiano como lo expone Zemelman


(2006) constituye una reflexión epistémica práctica porque va mucho más
allá del

[…] Propósito inicial de entender una inadecuación del


pensamiento a determinada coyuntura histórica. Podría tener que
ver con otras experiencias, hoy día dominante, como, por ejemplo,
entender la coyuntura actual, la cual podríamos sintetizar en una
pregunta que no tiene una fácil respuesta ¿dónde está la realidad? 44
(p. 27).

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

La táctica conversacional se halla en la coyuntura u oportunidad de


articulación entre el pensar teórico y el pensar la vida práctica porque en
ella se palpa un proceso liminal denominado la historicidad o
acercamiento concreto con la “carne y el hueso” de la necesidad inmediata
para comprenderla, escuchando y hablando, sin necesidad de hacer
grandes reconstrucciones histórico-genéticas o parámetros formales del
pensar teórico, porque se puede construir otras formas de pensar las
relaciones entre los seres humanos, y en ellos consigo mismos, y desde
estos con el mundo de la naturaleza externa. La conversación aproxima
de otro modo no teórico, a la realidad, por la que pregunta el pensador
chileno.

La conversación entonces es una forma de pensar táctica. En ella,


el pensar táctico es siempre creación de posibles inmediatos, inesperados,
esperanzadores, repletos de expectativa, de anécdotas, de tragedia, de
miedo, de rencor, de odio. Pensar en la conversación consiste en hacer
movimiento, esto es, en provocar el tiempo histórico, en otras palabras,
en hacer posible que el presente dure. La conversación emerge como
política de subjetivación cuando se vuelve una resistencia diferente y
común, especialmente porque en ella, el presente se rescata, entre una
época en que el

[…] el tiempo ya no remite hacia atrás, sino que lleva hacia


adelante, ya no repite, sino que atrapa. El pasado y el futuro quedan
descompensados […] El presente no tiene ninguna sustancia en sí.
Solo es un punto de transición. Nada es (Han, 2016a, p. 30).

La conversación como táctica de lo político nos lleva a considerar


con detenimiento la reflexión académica sobre las siguientes cuestiones
zemelmanianas entorno a la conciencia de la realidad.

[…] si tenemos conciencia de nuestra realidad; la pregunta


sería si podemos tenerla; y la tercera pregunta sería como podemos
tenerla si no la tenemos; y la cuarta podría ser cuáles son las
dificultades para poder tener esa conciencia que se necesita (p. 33).

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

Quizás una de las posibles respuestas a estos cuestionamientos


sería en la conversación cotidiana. Lo que significa, en los diálogos
concretos con las experiencias singulares que destilan saberes profundos
de un re-conocimiento (conciencia) de experiencias e historias
desconocidas por la teoría universal, que requiere comprenderse para
transformar nuestra atención
teórica y metodológica
sobre la propia naturaleza de la
vida cotidiana.

46
Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

Así, la conversación cotidiana constituye una lógica del razonar


sintiendo, condición para considerarse patrimonio político del sujeto
histórico de la vida diaria. No sólo se habla con la voz teórica, existe la voz
del sentimiento y de la emoción, aquella que aflora espontánea, como
exigencia inter-dialógica o careo inter-conflictual, o capacidad de hacer
surgir conocimientos otros, bajo formas cualquieras. Lo que funda, una
versión posible de pedagogía de la conversación como patrimonio cultural,
además del político, o de las sensibilidades esporádicas pero
argumentadas desde la experiencia más nombrada, de entre otras que se
conversan, y en cuya duración dialógica, se mantiene como “pegamento”
hermenéutico o interpretativo, a través de la cual, todas y todos los
conversadores, componen sus puntos de partida, el decurso y el final entre
abierto, de sus urgencias orales, manteniéndose juntos.
Diríamos, que la lógica del razonar sintiendo es la espontaneidad o
capacidad de hacer emerger formas inusitadas de tomar posturas en el
presente desde el pasado para revelar horizontes posibles de certeza entre
las especulaciones cualesquiera.

La conversación constituida de lo espontaneo genera trayectorias


sensibles de cercanía y distancia entre lo oralmente propuesto y la
recepción admitida o simplemente desvanecida por su ínfimo peso
controversial. El peso de la espontaneidad se legitima con el ardid
conversacional. Cuando los conversadores evitan tropezar con falsas
imágenes (quizás metáforas) de entre sus vivencias y experiencias para
hacer emergencia de lo encantador y hechicero, allí se divisa, la lógica del
razonar sintiendo del conversar o lo espontáneo de sus “decires” como
capacidad creadora de mundos posibles, porque imana la atención de lo
expuesto, ya para contrarrestar sus efectos de atracción o, ya para quedar
gravitando en la exigencia inter-dialógica o careo inter-conflictual, que
más capacidad de hacer surgir conocimientos tiene de entre las otras
formas cualquieras de conversar, que se desarrollan.

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

Lo espontáneo o constitutivo de la conversación tiene como ley


cotidiana, la energía del afecto. Una energía que se provoca de forma lenta
y sin prisa. Un afecto que se produce no como psique o punto de
representación psicológica en que se admite a otro, reprimiendo y elevando
caracteres compatibles o no conformes con quien conversa o con lo
conversado, o ambas cosas. Sino como subjetivación.

El afecto conversación es el contacto espontáneo del ser humano


capaz de re-crear expresividad diferente. El tejido de la conversación está
atravesado por el ser humano, atrevido, es decir, dispuesto y expuesto a
conversar. Y la imagen proyectada de la diferencia de quien conversa y de
lo conversado en la oralidad conflictual es el centro del afecto
conversacional porque la imagen no es lo que “dice” y lo que representa su
“significar” sino su propio ser humano dispuesto y expuesto. El valor
afectivo que cada conversador se da y distribuye rivalizando sus decires,
es el grado máximo del fluir afectivo entre los conversadores, porque entre 48
ellos, la cualquieridad teje la controversia asumida por todos, y expresa lo
humano singular que a todos interesa: la oportunidad de estar juntos re-
conociéndose.

En la conversación lo central es
lo espontaneo del ser humano. En esta
espontaneidad el ser humano
conversador es más de lo que conversa, por ello carece de importancia su
identidad socialmente establecida o representada por lo que conversa. Lo
que sí sucede, cuando se teje una concepción de conversación como
representación psicológica, de lo cual resulta un estereotipo y un prejuicio
psíquico y por supuesto, han provocado teorías de la conducta
discriminando al individuo por su diferencia. Por su parte, el “decir” que
es significar, no se usa para clasificar en la conversación, antes bien, para
crear el afecto inter-dialógico o careo inter-conflictual, porque de forma
original se acepta al otro, por la capacidad de conversar, que no le define
en su identidad, porque quienes conversan no son idénticos a sí mismos
y tampoco tienen que semejarse a una representación mensurable por
quienes conversan. Tan sólo y llanamente, para estar juntos como
cualesquiera.

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

Capítulo 3

Trayectoria metodológica de la conversación

Chapitre 3
Trajectoire méthodologique de la conversation

Resumen

En este tercer capítulo se presenta un ángulo metodológico de la conversación,


construido por el colectivo de la Escuela de Pensamiento. Recoge los aportes del
capítulo 2 desde la categoría de lo “espontaneo” para situarle el movimiento
propio de la conversación sentí-pensante en el espacio vivido. La trayectoria que
se propone produce tiene un inicio-impulso-desenlace abierto. Dicho movimiento
es capaz de conquistar la rutina del tiempo y el espacio concebido para hacer
acontecimiento, creador de sentidos renovados, que hacen posible el vivir y el
existir en medio de una sociedad normada. Se identifica el zigzag conversacional
como el movimiento de las relaciones inter-dialógicas o de careos inter-
conflictuales abiertas, caracterizado por su flujo pragmático o constante y
50
singular formas erráticas de conversar. Para una mejor comprensión de estas
categorías se exponen dos gráficas que hacen posible reconocer el zigzag y el flujo
pragmático conversacional.

Résumé

Dans ce troisième chapitre se présente un angle méthodologique de la


conversation, construit par le collectif de l’École de Pensée. Il recueille les
apportassions du chapitre 2 depuis la catégorie du «spontané » pour lui conférer
le mouvement propre de la conversation senti-pensante dans l’espace vécu. La
trajectoire qui se propose produit un début-élan-dénouement ouvert. Ledit
mouvement est capable de conquérir la routine du temps et l’espace conçu pour
faire un évènement créateur de sens renouvelés, qui font possible le vivre et
l’exister au milieu d’une société nomade. Le zigzag conversationnel est défini en
tant que mouvement des rapports inter-dialogiques ou de confrontations inter-
conflictuelles ouvertes, caractérisé par son flot pragmatique ou constant et
singulières formes erratiques de converser. Pour une meilleur compréhension de
ces catégories se présentent deux graphiques qui font possible reconnaitre le
zigzag et le flot pragmatique conversationnel.

_________________________
La conversación presenta la forma de lo espontáneo y “pescar” en
ello, una trayectoria no mensurable, requiere tan sólo plasmar la
observación en lo obvio de su tejido metodológico, es decir, en los modos
como se manifiesta a cada instante.

Así, podemos observar la siguiente trayectoria o conjunto singular


de manifestaciones comunes de la conversación, que son básicas porque
hacen posible su inicio-impulso-desenlace abierto: 1) Un espacio social
vivido: la calle, el café internet, el centro comercial, el restaurante, la
oficina, las salas, el parque, y otros lugares infinitos en su obviedad; 2) Un
encuentro de afectos espontáneos, o con más precisión, una serie no
esperada de relaciones inter-dialógicas o de careos inter-conflictuales
abiertas. Gráficamente se visualiza como sigue:

Figura 1.

Trayectoria de la conversación

Fuente: los autores

Colección Senti - Pensar


La conversación, política de subjetivación contemporánea

En la gráfica aparecen cuatro cuadrantes que se denominan, desde


Lefebvre (1991) «representaciones sociales» o espacios concebidos como
superficies pulidas e impecables de la rutina social y empresarial de la
vida. Allí ocurre la reproducción de “orden social” determinado por las
fuerzas de poder institucionales, además se dibujan las arquitecturas de
la urbanística arquitectónica o rural de los detentores de las mayores
relaciones de poder institucional: las casas y sus representaciones
geométricas, las calles y sus diseños concéntricos, las plazas de mercado
de los pueblos que aún se distinguen en medio de los grandes almacenes
de cadena comercial, etc.

Y entre un zigzagueo constante y espontáneo se mueven espacios


vividos o lugares comunes, por lo compartidos, en donde se realizan las
trayectorias de la conversación. Allí se teje el tiempo de la oportunidad
bajo las habladurías espontáneas y los encuentros ocasionales en donde
fluyen usos temporales y espaciales que constituyen el zigzag 52
conversacional.

El zigzag conversacional es el movimiento de las relaciones inter-


dialógicas o de careos inter-conflictuales abiertas, caracterizado por su
flujo pragmático o constantes y singulares formas erráticas de conversar.
Es pragmático el flujo conversacional porque lo que se “dice” en cada
intervención es un modo de hacer, no una opinión que sólo especula.
Quien conversa ha actuado y continua haciéndolo bajo la forma de “decir”
lo que más le significa una vivencia y una experiencia notable de contar,
provocando una composición epistémica o forma de saber extra-teórico,
que actúa como solución diferente ante el tema que se impulsa como
conversación. Hacer es actuar bajo la forma de pensar lo ordinario, es
decir, lo habitual. El actuar pensando lo cotidiano crea disposición, esto
es voluntad o deseo de desenmarañar, en otras conversaciones (imitar lo
conversado), las ideas relevantes de lo conversado. Este movimiento
pragmático de la conversación es un hacer epistémico o distribución de
flujos conversaciones que alteran otros espacios vividos de la conversa y
por supuesto, alteración de las representaciones del espacio y del tiempo
de la rutina social, provocando sentidos de vida en los lugares de la
muerte.

El flujo pragmático alcanza su movimiento componiendo el tiempo


de la oportunidad individual y múltiple y en el espacio vivido de la
espontaneidad, por ritmo asciende y desciende, esto es, serpenteante u
ondulado que provoca en la línea aburrida de la rutina, creando
modificaciones para hacer vivible las superficies pulidas.

Este zigzag conversacional está constituido del flujo pragmático de


lo útil y espontáneo del “decir”. El flujo está configurado por tres tipos de
usos pragmáticos, que se entrecruzan en una trenza dinámica del actuar
conversando: 1) anticipar, 2) habitar y 3) crear.

La capacidad pragmática o dynamis o poder de producir acción


espontánea que fluye como epistemes otras, por su singular pensar, pasa
por unas micro-acciones del pensar espontáneo que constituyen o dan
contenido a la trenza del flujo pragmático de la conversación. Así, el
contenido del anticipar es el (prever), el del habitar es el (cumplir) y el de
crear es el (elegir/decidir) diferencia.

El elemento inicial del dynamis conversacional es el «anticipar»


constituido por la micro-acción del pensar espontáneo, denominada
«prever» o facultad humana de actuar diciendo a través del sentí-
pensamiento de indicios conversaciones, que bajo ideas temáticas, se
presienten antes de que el “decir” de quien conversa se expire oralmente.
Una suerte de percepción discurre en la conversación, como una energía
nerviosa que procura ir leyendo entre líneas, para hacer girar el “decir” a
otra cualidad de significado. Logra posicionar otro “decir” o habladuría,
provocando una trayectoria temática diferente para continuar
conversando o simplemente, anticipa otro modo de “decir” lo que se venía

Colección Senti - Pensar


La conversación, política de subjetivación contemporánea

diciendo, sin apartarse del eje conversacional que propuso quien inicio el
flujo pragmático de la conversa.

El «prever» del «anticipar» es la capacidad de sentí-pensar, que


Salcedo (2017) reconoce como:

La memoria emocional anterior a la memoria representacional


o a la memoria ética (anamnesis) asimila y acomoda la capacidad
emocional-afectiva en las dos últimas memorias. Esta capacidad
de transferencia simbólica se despliega en la cognición mediante
la dimensión sociohistórica de los acontecimientos cotidianos, y
con ello hace posible su asimilación y acomodación en la
estructura cognitiva y, por ende, la permanencia de los
acontecimientos. El cruce emocional y la memoria se da en la
diversidad de narrativas emotivas que cuentan selectivamente las
vivencias individuales y
colectivas, trazando la
memoria histórica de las
54
emociones más sentidas, y por
ello, narradas según el momento
microhistórico vivenciado (p. 42).

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas

El segundo elemento dinámico es el «habitar» cuyo contenido micro-


acción es el cumplir. Habitar porque la conversación hace huella, esto es,
sella el vínculo entre cualesquiera, integrándolos en el flujo pragmático del
“decir” diferente. Quienes participan de la conversación siempre resultan
habitados de lo conversado porque los sentidos destilados se llevan en el
diario vivir hasta desvanecerse en el encuentro ocasional de otra conversa,
o perduran (habitan) re-produciéndose como “significaciones” más duras
–en el sentido quizás más reflexivo- a la hora de sostener la conversación.
Al habitar la conversa porque ella misma perdura en la interioridad
subjetiva se «cumple» en la conversación. En otras palabras, el «cumplir»
es «habitar» la conversación porque se opera en la dinámica del significar
la realidad en la prontitud de la expresividad de la conversación.

El «cumplir» consiste en procurar relaciones inter-dialógicas o de


careos inter-conflictuales abiertas con la forma ingeniosa de vínculo
común o lo que se ha denominado el diámetro yuxtapuesto conversacional.
Se cumple en la conversación cuando se habita en ella moviendo el tema
inicial a otro opuesto por el afán de hablar para ser escuchado y hacer
renunciar sin quitar diferencia, los flujos pragmáticos que participan en la
conversa, posicionando un “decir” y una “hacer” una visión del presente
suficiente para el contexto de la conversación.

Y el tercer elemento de la dynamis conversacional es el «crear» o


capacidad de producir emergencias sentí-pensantes elocuentes y
variopintas de la experiencia para «elegir» y «decidir» la diferencia en el
zigzag de la conversación. Es lo más evidente del flujo pragmático de la
conversa porque en éste uso práctico del “decir”, se expone la postura ante
la realidad, y más concretamente, el ángulo epistémico o “lugar de creación
personal o punto de referencia donde confluyen las enseñanzas y los
aprendizajes […]” Salcedo, 2012, p. 6) que los conversadores aprehenden,
los unos de los otros, o de uno que es considerado por el flujo pragmático
de su conversa, el más potente ante la cualidad de evanecer los otros
diámetros yuxtapuestos conversacionales, por el propio.

Cuando en el flujo pragmático de la conversación, se elige un


“ángulo epistémico” por su convicción relevante o suficiente ante los

Colección Senti - Pensar


La conversación, política de subjetivación contemporánea

demás flujos pragmáticos, inmediatamente se elige como postura inédita


y singular que logra integrar los flujos dinámicos de la diferencia
conversacional, sin quitarles lo que las constituye, la discrepancia. Así
elegir un ángulo epistémico para decidir la diferencia más relevante no es
consensuar, sino integrar la divergencia, sin hacerla igual. En este
horizonte de sentido, conversar no es negar la igualdad sino hacer lo
diferente. Quizás porque la conversación en este zigzag conversacional
constituido por el flujo pragmático citado, se mueve entre subjetividades
que discrepan para ser visibles en sus diferencias por la discrepancia del
discenso y no invisibilizados por la igualdad del consenso.

Podría afirmarse, que la conversación desafía las formas teóricas con


que se concibe el estar juntos. En ella, el estar juntos se realiza entre
cualesquiera no entre individuos pulidos, sin superficie ni fondo. La
conversación no requiere de un conjunto de individualidades
gramaticalmente homogéneas, además, porque esto es imposible, ya que 56
las distinciones afloran en lo humano que somos, ya que todos los días
nos narramos de formas diferentes, proponiéndonos sentidos renovados.
Por ello, es una un modo de política de subjetivación contemporánea.

En la siguiente gráfica se expone el contenido del flujo pragmático


conversacional:
Figura 2.

Flujo pragmático de la conversación

Fuente: los autores

Ahora bien, como modo de subjetivación contemporáneo, la


conversación, es en sí misma cooperación entre singularidades anónimas
o mundos cualesquiera, que desde sus vivencias y experiencias tejen
formas espontáneas de estar juntos para construir cohesión social. Al
respecto, Arfuch (1995) nos brinda otras reglas de funcionamiento de la
conversación como la cooperación:

[…] el clásico artículo de H. Paul Grice, «Logic and Conversation» Allí


postula la existencia de un principio básico de cooperación, sin el cual
nuestros intercambios cotidianos se reducirían a una serie de frases
deshilvanadas: «(nuestros intercambios) …son el resultado, hasta un
cierto punto al menos, de esfuerzos de cooperación, y cada
participante reconoce en ellos (siempre hasta cierto punto) un objetivo

Colección Senti - Pensar


La conversación, política de subjetivación contemporánea

común a un conjunto de objetivos, al menos, una dirección aceptada


por todos» (Grice, 1975, p. 46 citado por Arfuch, p. 38).

En el anticipar, el habitar y crear, vinculando lo dicho por Grice


desde Arfuch, se reconoce la cooperación como elemento cohesionador.
Diríamos que el flujo pragmático de la conversación se da gracias a la
cooperación de las subjetividades cualesquiera porque fluye la voluntad
participante de “decir”, esto es, de significar la realidad desde la diferencia.
Lo que equivale a decir que quienes conversar cooperan cuando dicen no
obstante las discrepancias conversacionales.

Cooperar, aunque lo puntualice Grice (1975), no es aceptar un


objetivo común o una idea similar, todo lo contrario, es significar la
diferencia de la conversación sin definir el ser de quien la expresa. Lo que
cohesiona la conversación es la singularidad de la conversación, es decir,
la diferencia. Y por supuesto, el flujo pragmático conversacional que
sostiene el diámetro yuxtapuesto
58
conversacional o discrepancia entre
cualesquiera. La conversación como
política de subjetivación contemporánea no
uniforma, solo crea diferencia.

Fuente: Foto tomada por Javier Ricardo Salcedo Casallas


Capítulo 4

Tipo de conversación sentí-pensante (no


estructurada)

Chapitre 4

Type de conversation feutrée (non structurée)

Resumen

El cuarto capítulo apuesta por un tipo de conversación que se denomina sentí-


pensante. Es una categoría inspirada en los aportes del antropólogo Arturo
Escobar y del sociólogo Orlando Fals Borda. Es la conversación como política de
subjetivación contemporánea que emprende la visión, esto es, su comprensión
como vivo que teje vida a cada instante, en el presente como doblés ante lo
impecable del futuro moldeable. Se muestran seis tipos de conversaciones que se
denominan estructuradas porque llevan a un producto concreto, que está más
acá de estar juntos, ya que están constituidas de un carácter instrumental, que
las hace, lenguaje de la entrevista, del relato de vida, de la comunicación
estratégica, de fórmulas algorítmicas, de teorías académicas, de cálculos
económicos, de ofertas y demandas comerciales, etcétera, requieren de moldes
hermenéuticos, si pudiera utilizarse esta expresión, para enunciar de otra forma,
lo que se denomina en el lenguaje metodológico, una lógica que conduce la
conversación mediante instrumentos de recolección de datos cualitativos, en
donde lo sustancial es el molde no la conversación.

Résumé

Le quatrième chapitre pari pour un type de conversation qui s’intitule senti-


pensante. C’est une catégorie inspirée dans les apportassions de l'anthropologue
Arturo Escobar et du sociologue Orlando Fals Borda. C’est la conversation comme
politique de subjectivation contemporaine qui entreprend la vision, c’est-à-dire,
sa compréhension comme un être vivant qui tisse de la vie à chaque instant, dans
le présent comme un pli face à l’impeccable du futur malléable. On montre six
types de conversations qui s’appellent structurées parce qu’elles amènent à un
produit concret, qui est plus près d’être ensemble, puisqu’elles sont constituées
d’un caractère instrumental qui les fait langage de l’entretien, de récit de vie, de
la communication stratégique, des formules algorithmiques, des théories
académiques, de calcules économiques, des offres et des demandes
commerciales, etcétéra, qui demande des moules herméneutiques, si on pouvait

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

utiliser cette expression pour énoncer autrement, ce qu’on intitule dans le


langage méthodologique, une logique qui conduit à la conversation au moyen
d’instruments de la collecte de données qualitative, où le substantiel est le moule,
pas la conversation.

_________________________

Arfuch (1995) en su breve semblanza de la conversación continúa

acogiendo a Grice (1975) para plantear la transferencia de tres reglas


conversaciones a la manera kantiana. Esto nos permite generar, de entre
reglas positivas, una forma teórica de tipología conversacional con arreglo
a la razón instrumental, que deseamos denominar la informativa-
comunicativa, compuesta de:

[…] la de Cantidad («Que tu contribución contenga tanta información


como sea requerida»), la de Calidad («Que tu contribución sea verídica»,
«No afirmes lo que creas falso ni aquello de lo cual no tengas pruebas»)
la de Relación («Se relevante») y la de la Modalidad («Habla con 60
claridad», «Evita ser ambigüo») (p. 38).

Cantidad, calidad, relación y modalidad son los estereotipos


normativos básicos del telar informático-comunicativo que hoy moldean
las audiencias televisivas y ciberculturales. La pulcritud del decir está a la
orden del día. No se puede nombrar, cualquier realidad, sin la aprehensión
normada, para hacer posible lo igual y evitar la diferencia. Quizás en esto
consiste la información comunicada por los medios masivos de la
comunicación, pero no lo es, en la conversación.

El argumento que se pone frente a esta negativa es que la


conversación responde más bien a un tipo especial de discernimiento que
no desea informar, ni comunicar, tan sólo el encuentro ocasional para fluir
como diferente y hallar diferencias espontáneas, no previamente
diseñadas, y a esto, responde la improvisación.
La improvisación como tipo de conversación, es persuasiva. La
persuasión se define como forma de resolución de problemas prácticos, es
“lo admisiblemente creíble […] parece ser capaz de considerar los medios
de persuasión acerca de cualquier cosa dada, por lo cual también decimos
que ella no tiene su artificio en ningún género específico determinado”
(Aristóteles, s.f. p. 119).

El flujo pragmático conversación de la improvisación se da a través


de la retórica que no declara la obligatoriedad de un conocimiento previo
–científico- al encuentro espontáneo conversacional. Y aunque enfada a
Aristóteles, la improvisación que se desea plantear en este libro es aquella
que no parte de silogismos, sino del azar, que juzga como
correspondientes a los insensatos. La conversación improvisada no
delibera a partir de la razón retórica silogística sino del sentí pensar u
ontologías relacionales que Escobar (2016) retoma del pensador Fals Borda
para afirmar que la razón científica no es la única constructora de mundo,
ni la unívoca forma de interpretarlo, ya que esto se realiza desde el
“corazón” de los demás sentidos que han sido invisibilizados o
desaparecidos. Esa forma de sentipensar se realiza desde el sentimiento
y las emociones o sea desde la subjetividad cualquiera creadora de
mundos siempre posibles. Al respecto Moncayo (2015) cita:

En la cultura del Caribe colombiano, y más


específicamente de la cultura ribereña del río Grande de La Magdalena
que rinde sus aguas al mar Atlántico, el hombre-hicotea que sabe ser
aguantador para enfrentar los reveses de la vida y poder superarlos,
que en la adversidad se encierra para volver luego a la existencia con
la misma energía de antes, es también el hombre sentipensante que
combina la razón y el amor, el cuerpo y el corazón, para deshacerse de
todas las (mal) formaciones que descuartizan esa armonía y poder
decir la verdad, tal y como lo recoge Eduardo Galeano en el Libro de
los abrazos, rindiendo homenaje a los pescadores de la costa
colombiana (Pp. 9 – 10).

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

Por lo pronto, lo que se está planteando como tipo de conversación


es la no estructurada o sentí pensante. Aunque como se ha venido
develando, en su trayectoria metodológica se hace palpable una
configuración compleja que acontece en las conversaciones diarias. Son
aquellas que subyacen a los modos convencionales de conversar que son
subalternas pero íntimamente públicas porque se dan en las
representaciones espaciales producidas por la urbanística institucional y
en los sitios abiertos pero vigilados.

Bien podría declamarse un sin número habitual de tipos de


conversaciones. En la siguiente tabla se intenta incluir algunas de las más
recurrentes en el fuero intelectual:

Tabla 1.

Tipos de conversaciones desde el fuero intelectual

Tipos de conversaciones Conceptualización


62
Conversaciones Interacciones entre expertos teóricos cuyos
académicas diálogos analíticos conforman campos de
explicación y/o comprensión sobre los fenómenos
objetos de estudio. Lenguaje experto.
Conversaciones de aula Interacciones entre docentes y estudiantes cuyos
diálogos pedagógicos configuran reflexiones y
puntos de vista sobre un tema formativo, según
la profesión. Lenguaje experto.
Conversaciones políticas Relaciones antagónicas de lenguajes contra
puestos que buscan legitimarse en el poder
hegemónico. Lenguaje de la opinión y la retórica.
Conversaciones Interacciones exclusivas de observaciones,
científicas experimentaciones y explicaciones heurísticas
que formulan y verifican hipótesis y metodologías.
Lenguaje experto.
Conversaciones Intercambios de contenidos estratégicos para
empresariales operar en las organizaciones, crear mundos y
reproducir productos y servicios de consumo
masivo. Lenguaje experto.
Conversaciones Interacciones económicas, antropológicas,
culturales sociológicas y educativas con arreglo a la
organización disciplinar e interdisciplinar de los
expertos. Lenguaje experto.
Fuente: los autores

Esta tipología de conversaciones se pueden reconocer en las


representaciones del espacio (Lefbvre, 1991) porque ofrecen espacios
concebidos que permiten la reproducción en la percepción de la sociedad,
de las relaciones de capital humano y cognitivo, del orden de la sociedad
del conocimiento, y del modo de vida neoliberal, que tejen el siglo XXI.
Además de su eventual transformación bajo formas postorgánicas o
“sujetos cerebrales que intentan explicar fenómenos complejos aludiendo
exclusivamente a la información que fluye por los circuitos cerebrales y
activa las pantallas de resonancia magnética” (Sibilia, 2010, p. 90).

Mientras que la conversación como política de subjetivación


contemporánea emprende la visión, esto es, su comprensión como vivo que
teje vida a cada instante, en el presente como dobles ante lo impecable del
futuro moldeable (Sibilia, 2010). Es política de subjetivación porque hace
imaginara alternativas que agrietan la superficie lisa y suave (Han, 2017)
creando abolladuras, que postulan aún que el ser humano es indefinido y
poco moldeable. Siempre disgrega de la historia contada por la institución
mediante la conversación sentí-pensante.

Las conversaciones que pudieran denominarse estructuradas


porque llevan a un producto concreto, que está más acá de estar juntos,
ya que están constituidas de un carácter instrumental, que las hace,
lenguaje de la entrevista (Arfuch, 1995), del relato de vida, de la

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

comunicación estratégica, de fórmulas algorítmicas, de teorías


académicas, de cálculos económicos, de ofertas y demandas comerciales,
etcétera, requieren de moldes hermenéuticos, si pudiera utilizarse esta
expresión, para enunciar de otra forma, lo que se denomina en el lenguaje
metodológico, una lógica que conduce la conversación mediante
instrumentos de recolección de datos cualitativos, en donde lo sustancial
es el molde, no la conversación.

A esta forma metódica de utilizar la conversación para extraer


información programática, lo espontáneo del encuentro casual no le
importa, ya que en su entraña, aparece desafiada por el interés positivo,
así sea de orden cualitativa, que le insta a pre-determinar parámetros de
causa, que además instaura explícitamente, estructuras parametrales
configurando modos de pensar que pulen la superficie del relieve
enunciativo de la conversación no estructurada, para obtener datos lisos
o contenidos delimitados por los conceptos que ayudan al engrosamiento 64
hermenéutico del objeto de estudio.

Las conversaciones convertidas en lenguajes técnicos para capturar


la realidad mediante contenidos delimitados previamente en un diseño
temático, conceptual, teórico y metodológico son claves para determinar
las contribuciones al imperativo de la explicación, o de la comprensión,
dos estilos de interés metodológico, que definen una puja entre
comunidades de investigadores, que llevan a lo mismo, convertir la vida y
lo vivo, en datos que cuantifican las observaciones o cualifican las
experiencias humanas. Ambos miden la vida y lo vivo porque determinan
las diferencias ontológicas en la meseta óntica, en otras palabras, se
determinan órdenes de coexistencia humana diferentes tipificándoles leyes
impuestas y/o códigos elaborados y glosas que restringen la dimensión
antagónica que conforma la conversación como política de subjetivación.
La mecanización de la conversación mediante la fórmula más usual,
la entrevista y sus variaciones de relación interrogativa, configurada por
el contenido temático, rompe con la emergencia del flujo pragmático del
zigzag conversacional. Siempre parte de la duda metódica porque
condicionada por el miedo metodológico a articularse en la espontaneidad
cotidiana, se vuelve un deber de diseñar para elegir “ángulos de ataque de
ese tema, una pregunta fundamental hacia éste” (Cornejo, Mendoza y
Rojas, 2008, p. 33) siempre pendiente de la mesura ante el decir para
impedir extravíos narrativos que interfieren con la búsqueda intencionada
o deliberada de la investigación.

Igual resulta contraproducente para el zigzag conversacional, el afán


de invocar dolientes preconcebidos que bajo la forma de contactos,
negociaciones y contratos, lógica de encuentros, consentimiento de los
participantes, análisis del lenguaje de la entrevistas(Cornejo, Mendoza y
Rojas, 2008), sugestionan la versión nomotética de la investigación, tan
importante para las conversaciones académicas y científicas, pero no para
las conversaciones sentí-pensantes que se tratan de reconocer en este
texto.

Diríamos que lo nomotético6 se relativiza en las conversaciones de


la multitud de los cualesquiera porque sus atributos no corresponden a
las lógicas académicas ni científicas propias de otros horizontes, también
urgentes e importantes, en la entelequia conversacional de expertos. Pero
las invenciones del flujo pragmático de las conversaciones sentí-pensantes
de la cualquieridad no pasan por este tipo de parámetros que al final con
un molde hermenéutico apelmazan los acontecimientos en una similitud
teórica inexistente. La conversación cotidiana, diaria, no resulta verificada
ni mucho menos definida porque no es simultánea con las explicaciones
y/o comprensiones previamente establecidas por el investigador. Al

6
La palabra nomotético es de origen griego, nomothetikós, que significa ley, juicio reflexivo normado, que
por su composición normativa es la única forma de validez universal, al ser un principio general.

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respecto nos valemos de Boaventura de Sousa Santos cuando desde


Einstein afirma:

Uno de los pensamientos más profundos de Einstein es el que


se refiere a la relatividad de la simultaneidad. Einstein distingue entre
simultaneidad de acontecimientos presentes en el mismo lugar y la
simultaneidad de acontecimientos distantes, en particular de
acontecimientos separados por distancias astronómicas. En relación
con estos últimos, el problema lógico a resolver es el siguiente: ¿Cómo
es que el observador establece el orden temporal de acontecimientos
en el espacio? Ciertamente por mediciones de la velocidad de la luz,
partiendo del presupuesto, que es fundamental en la teoría de
Einstein, de que no hay en la naturaleza velocidad superior a la de la
luz. No obstante, al medir la velocidad en una dirección única (de A a
B), Einstein se topa de frente con un círculo vicioso: a fin de determinar
la simultaneidad de los acontecimientos distantes es necesario
conocer la velocidad, pero para medir la velocidad es necesario conocer 66
la simultaneidad de los acontecimientos. Con un golpe de genio,
Einstein rompe este círculo, demostrando que la simultaneidad de
acontecimientos distantes no puede ser verificada, puede ser tan sólo
definida. Es por tanto arbitraria y de ahí que, como destaca
Reichenbach, cuando hacemos mediciones no puede haber
contradicciones en los resultados una vez que éstos nos devolverán a
la simultaneidad que nosotros introducimos por definición en el
sistema de medición (2009, pp. 31-32).

De esta forma, las leyes de explicación (cantidades) y las de


comprensión (cualidades) no son unívocas, son provisorias y arbitrarias, y
tales características lo que hacen es simplificar la complejidad de las
realidades, convirtiéndolas en lenguajes que confinan los horizontes, para
nuestro caso, de las conversaciones sentí - pensante, ante las visiones
epistemológicos de la cultura académica y científica, que privilegian ciertas
áreas de observación, que no son más, que miopía epistemológica o
percepción borrosa de lo que está presentándose delante de los
constructos teóricos y conceptuales. No se está negando

[…] el plano formal de las estructuras parametrales [que] son


lógico-epistemológicas además teóricas, pero pueden transformarse en
pautas culturales que conforman la construcción posible de
realidades. Es así como las visiones culturales contienen posibilidades
lógicas, en cuanto permiten una determinada relación de
conocimientos con la realidad” (Zemelman, 1992, p. 59).

Lo que se propone es hacer converger, las realidades cotidianas y


sus mecanismos singulares en modos metódicos que dicen sus
posibilidades lógicas, sin mediaciones nomotéticas. En esto, la
conversación sentí-pensante es sólo un ejemplo, del poder que tiene la
singularidad de manifestarse tal cual es, porque en ella, el “mythos”, esto
es, las habladurías que se cuentan bajo anécdotas, narrativas de la
experiencia son una forma de “logos” o razonamiento o inteligencia.

Diríamos que lo que se plantea es la necesidad de método. Si esto es


así, la exigencia metodológica es la de reconocer a la conversación sentí-
pensante como el método. Lo que dispone salir del plano de la

[…] práctica rutinaria, reproductiva y repetitiva que reduce el


realismo a lo que existe y precisamente porque existe […] [-la
conversación sentí-pensante es-] clinamen o el inexplicable,
quiddam, que altera las relaciones de causa y efecto […] es la
creatividad de la acción-con-clinamen que no está basada en una
ruptura dramática sino en un viraje o desviación leve cuyos efectos
acumulativos rinden posiblemente a las combinaciones complejas y
creativas entre los átomos, por lo tanto también entre seres vivos y
grupos sociales” (Sousa, 2009, p. 194).

El trabajo investigativo permanece reducido a la organización del


pensamiento en los supuestos lógicos de una cognición académica

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

metódica separada de la complejidad de lo real. Si nos atrevemos a pensar


diferente la realidad, asumiendo por ejemplo, que la conversación
sentipensante es en sí misma un método cotidiano del estar juntos,
entonces, estamos proponiendo que la realidad es construible, puesto que
“incluye las heterogeneidades que la razón clásica ha excluido en su
exigencia de rigor, en la medida en que es a la vez campo contemplación,
acción y objeto de conocimiento teórico” (Zemelman, 1992, p. 39).

Lo que desafía al interesado en el estudio de la conversación tal y


como se produce en el espacio vivido. Quizás son tres procesos propios de
nuestra sociedad educada y academizada, los que se develan, por lo pronto
insuperables para analizar el flujo pragmático de la conversación: 1)
conversar una o dos veces, de manera que la intención sea resuelta sólo
en un tema espontáneo propio de un individuo o colectivo en el que antes
de desear investigar, se desee construir cercanía; 2) transcribir las
conversaciones, editando el contenido sin variarlo; 3) darlo a conocer ante 68
los sujetos de la conversación con el ánimo de construir más cercanía y de
posibilitar su retroalimentación, y por supuesto con el aval para ser
publicado, si se desea socializar ante comunidades que gusten de estas
dimensiones humanas; 4) Generar otro tipo de acercamiento a la
conversación (es) logradas. Esto si se gusta vincular el mundo de la vida
contada a presupuestos conceptuales y teóricos. Dicha disposición
investigativa entonces puede realizarse, acogiendo uno o más discursos
teóricos relevantes para la o las categorías que se acojan centrales de
analizar o auscultando otras lógicas subyacentes en la dimensión
conversacional, para producir formas renovadas de la operatividad de la
conversación que superen las acostumbradas, generando métodos para su
comprensión cualitativa, cuantitativa o mixta.

En todos los casos, la espontaneidad, es el principio regulador de


toda conversación. El instrumento acopiador de las conversaciones es
múltiple, recurriendo a los dispositivos tecnológicos que no interfieran en
lo espontáneo del conversar: grabadoras, videograbadoras, diarios de
campo, como los más usuales en estos acercamientos de la investigación
con la vida diaria.

Junto a la espontaneidad, el don de gente, la simpatía de la relación


con los sujetos de la vida cotidiana. La cercanía simpática funda la
confianza para conversar de cualquier tema en cualquier lugar. En cuanto
al tiempo, tampoco requiere de una medida estable, la conversación fluye
en un inicio provocado por el primer contacto con otro cualquiera como
yo, y desde esta diferente distinción de cualquieridad, se presiente el inicio,
su desarrollo e igualmente, su desenlace. Es más, dependiendo del lugar
y del movimiento relacional de los que conversan, por ejemplo, si es un
negocio, o si se está en contacto con otros que ajenos a la conversación
entran en trato con uno o más de los que conversan, alejándolos
instantáneamente, u otras circunstancias simpáticas y singulares, emerge
el momento de un final inconcluso, que bien puede ser el acontecimiento
de un decir “luego la seguimos” o “más tarde continuamos” conversando.

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

APÉNDICE 1
CONVERSACIÓN SENTI PENSANTE
(Las identidades de los conversadores fueron cambiadas por solicitud de
estos)

El timbre de la casa suena iniciando el encuentro desprevenido entre la


señora Sara y el señor Fabio, dos perfectos desconocidos.

¡Ya voy! Hola, buenos días doñaaa ¿…? - Mi nombre es Sara, señor Fabio,
su esposa me lo dijo. Siga, ¡tranquila! Gracias señor Fabio. Y bueno, ¿cómo
le ha ido? Tú eres de Venezuela, ¿verdad? ¡Ah! Si don Fabio, se nota por
mi acento, ¡verdad! ¡Un poquito, nada más! (...)

(…) vaya, vaya, que afortunados somos, que mi esposa te haya conseguido.
Si don Fabio, su señora me dijo, que llevaban buscando más de dos meses,
una persona que les ayudara, dos veces a la semana en los oficios de la
casa (…) y bueno…, me encontró en una sala de belleza, que ella frecuenta,
¡para mi fortuna!(…)

Y doña Sara, ¿verdad…? Sí, don Fabio, ¡Sara!. ¡Supongo que lo que te trajo
70
por estas tierras, son los problemas políticos que comenta la televisión, de
tu país! Mire, don Fabio, ¿dónde me puedo cambiar? ¡Ah! ¡Perdón!, si en
el segundo piso, en el baño, lo puedes hacer. Gracias, ¡permiso! Adelante…

Téngame paciencia, mientras me amoldo a la casa. No se preocupe doña


Sara, eso está sobreentendido! Mira, mi esposa te dejó, lo que tienes que
cocinar para el almuerzo, y sacó de la nevera las presas de pollo… en fin,
si tienes que hacerle preguntas, ¿tú tienes el whatsapp? ¡Ah!, si don Fabio,
yo le pregunto.

¡Cónchale! Señor Fabio, ¿dónde están los jabones? ¡Ah! ¡A ver…! Creo que
los colocan, allí abajo! Y usted, don Fabio, ¿a qué hora almuerza? Sí, yo
almuerzo a las 12:00 del día. ¡Vale! Entonces empiezo por arreglar la
cocina…

Y ustedes van bien con el acuerdo de paz, ¿verdad don Fabio? ¡Bueno! No
se si bien o mal, lo que sí te digo es que son muchos los odios y
resentimientos que hay, entre los que negocian, que no se sabe cómo va a
parar.
Y en Venezuela, ¿cómo va la cosa? Perdón, don Fabio, ¿usted ya desayuno?
Sí, pero si preparas con café en leche, te agradecería. ¡Vale! ¡Cónchale!
Dónde estará el café, la leche ya la encontré… Y me decía de Venezuela…
bueno, con el presidente le vimos la cara, pero no su corazón, ¡y mire como
nos tiene! Buscando cómo vivir en otros sitios, lejos de la familia.

Yo deje a mi hija, porque ella ¡que guara! Tiene. ¿Perdón doña Sara? ¡Ah!
¡Perdón! Quiero decir, que tiene mucha suerte, está en un buen puesto y
con un buen salario. Pero está extrañándonos. Es que atravesamos la
frontera por Cúcuta con mis otros dos hijos y ella no se quiso venir. No
quiso dejar su empleo, ¡es buena vida!

¿Y vives cerca a este conjunto? ¡Ah! Si don Fabio. Vivimos en un segundo


piso, pequeño pero seguro. Y cómo le decimos a nuestro presidente, “está
más madura que un mango”, porque todo está empeorando, apichándose.
Y nos ha tocado sacudirnos esa pava que nos deja le maduro chiquito…

Excúsame, señora Sara, debo ir a comprar algunas cosas que hacen falta
y luego seguimos conversando, te parece. ¡No hay lío! Don Fabio.

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

CONVERSATION SENTI PENSANTE


(Les identités des personnes qui ont participé à la conversation ont été
modifiées pour répondre à leur demande)

La sonnette de la maison sonne et c’est là où la rencontre a lieu, de


manière imprévue, entre madame Sara et monsieur Fabio, deux parfaits
inconnus.

J’arrive ! Bonjour madaaame …. ? Je m’appelle Sara, monsieur Fabio,


votre femme me l’a dit. Entrez, mettez-vous à l’aise. Merci monsieur Fabio.
Et bien. Comment allez-vous ? Tu es du Venezuela, n’est-ce pas ? Ah oui,
monsieur Fabio, vous le remarquez à cause de mon accent, un petit peu
seulement ! (….)

Voyons, voyons, nous avons de la chance, que ma femme t’a trouvée. Oui
monsieur Fabio, votre femme me l’a dit, que cela faisait plus de trois mois
que vous cherchiez une personne pour vous aider, deux fois par semaine
avec les tâches ménagères (…) et bien, vous m’avez trouvée à ma grande
chance chez un coiffeur où elle va régulièrement !!!! 72
Et madame Sara, n’est-ce pas….. ? Oui, Monsieur Fabio, Sara! Je suppose
que ce qui vous a conduit dans ces terre ce sont les problèmes politiques
que l’on entend à la télévision sur ton pays ! Regardez monsieur Fabio, où
est-ce que je peux me changer ? Ah, pardon ! Oui au deuxième étage, tu
peux te changer à la salle de bains. Merci. Excusez-moi ! Allez-ci.

Soyez patient pendant que je m’habitue à la maison. Ne vous en faites pas


madame Sara, cela va de soi ! Regarde, ma femme t’a laissé ce que tu dois
cuisiner pour le déjeuner, et elle a sorti le poulet du frigo … bref, si tu dois
poser des questions, tu as le Whattsapp ? Ah ! Oui monsieur Fabio, je lui
demanderai.

« Cónchale! » Don Fabio, où sont les savons ? Ah ! Voyons … ¡ Je pense


qu’on les pose là-bas! Et vous monsieur Fabio, à quelle heure vous
déjeunez? Oui, je déjeune à midi. D’accord! Alors je commence par la
cuisine …

Et vous allez bien avec l’accord de paix, n’est-ce pas monsieur Fabio ?
Bien! Je ne sais pas si bien ou mal, ce que je te dis, c’est qu’il y a beaucoup
de haines et de rancunes, entre ceux qui négocient que l’on ne sait pas où
cela finira. Et au Venezuela, comment vont les choses? Pardon monsieur
Fabio, vous avez déjà pris le petit-déjeuner ? Mais si tu prépares un café
au lait ce serait bien. Ok ! Zut ! Où se trouve le café, j’ai déjà trouvé le lait
… et vous me parliez du Venezuela … bon, avec le président … on a vu son
visage, mais pas son cœur et regardez comment il nous tient ! Nous
sommes en train de chercher comment vivre ailleurs, loin de la famille.

J’ai laissé ma fille parce qu’elle « que guara! » Pardon madame Sara ? Ah,
pardon. Je veux dire qu’elle a beaucoup de chance, elle a un bon travail
avec un bon salaire. Mais nous lui manquons. Nous avons traversé la
frontière à Cúcuta avec mes deux autres enfants et elle n’a pas pu venir.
Elle n’a pas voulu laisser son emploi, elle aime la bonne vie !

Et tu habites près d’ici ? Ah ! Monsieur Fabio. Nous habitons au deuxième


étage, petit mais sûr. Et comme on dit à notre président, « tout est plus
mure qu’une mangue » parce tout est en train d’empirer, de pourrir.

Excuse-moi madame Sara, je dois aller acheter quelques choses qui me


manquent et après nous continuerons notre conversation, d’accord ? Il n’y
pas de problème, monsieur Fabio !

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La conversación, política de subjetivación contemporánea

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