La Amistad con el medio ambiente

La Amistad, según el diccionario es: Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con
otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Aristóteles decía que existen tres tipos de
amistad: por interés, por placer y por el bien, pero sólo la que surge del bien merece llamarse
Amistad. Ahora, ¿se puede decir que la amistad se da únicamente entre personas? ¿No
decimos que el perro es el “mejor amigo” del hombre? La Real Academia en otra acepción
dice de la Amistad: Afinidad, conexión entre cosas. Es decir que la amistad también es un
vínculo que se mantiene por ejemplo con el hogar, con el trabajo, con el entorno. Es común
oír frases como “soy enemigo de la política” o “soy amigo de la vida”. El vínculo más fuerte
que mantenemos con el medio ambiente es nuestro propio cuerpo, que forma parte de ella;
por eso cuando practicamos deportes experimentamos esa conexión con el entorno y con
nosotros mismos, especialmente deportes en que interactuamos directamente con la
Naturaleza, ej.: las caminatas matutinas en la Playa, ciclismo de montaña y muy
especialmente el Surf, en que aprendemos a fluir con la Naturaleza, que nos ofrece toda su
fuerza y belleza en la perfección de una ola y la satisfacción del contacto con el mar, el aire,
el sol y la tierra.
Desarrollar consciencia ecológica es una necesidad cada vez mayor para el ser humano. Hace
muy pocos años parecía no preocuparnos el impacto ambiental en nuestras actividades,
hemos visto cómo reconocidas marcas han explotado la Naturaleza sin reparar en los
perjuicios que a largo plazo esto nos ocasionaba. Hoy, personas, empresas e instituciones
visionarias empiezan a ver la necesidad de ser “Amigos de la Naturaleza”, estamos
reconociendo que quien se lleva mal con el Medio Ambiente, se lleva mal también consigo
mismo, ya que sería como destruir la propia casa, o no preocuparse por el cuidado del cuerpo.
Una forma de hacerlo es siendo consumidores conscientes, prácticos y responsables con
nuestro medio ambiente y minimices el impacto negativo a nuestra amada Tierra:
Reutiliza cintas, papel, cajas y bolsas de regalo, acude a tu creatividad, modificándolas o
crea tú mismo la bolsa de regalo con papel reciclable.
Regala detalles útiles, que sean multiusos; que se puedan volver a utilizar antes de ser
desechados. Recuerda que los productos a base de fibras naturales son más amigables con el
medio ambiente.
Si vas a comprar aparatos eléctricos, opta por los que consumen menos energía. Evita regalar
productos que requieran pilas y en caso de que las necesiten mejor adquiere pilas recargables.
Si regalas productos elaborados en madera, asegúrate de que tengan el sello FSC el cual
certifica que fue fabricado con madera sostenible.
Al ir de compras lleva tus propias bolsas de tela para el empaque de los productos que
compres para disminuir el consumo de plástico.
Protege los animales, no compres productos elaborados con su piel u otras partes de su
cuerpo.
Y si tu celebración incluye una torta u otro alimento es mejor que no uses recipientes
desechables, y si lo haces que sean de cartón.
Con estas prácticas no solo ayudas a tu bolsillo, sino que te reivindicas con el medio
ambiente. El planeta y las generaciones futuras te lo agradecerán.