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El
Método de la investigación. Santiago, Chile: Edición electrónica de www.philosophia.cl ,
Escuela de filosofía, Universidad ARCIS, 1979.
C.S. Pierce, científico, critico, semiótico, matemático, filólogo, amante de la medicina y entre
otros muchos títulos más, un completo intelectual del siglo IX, muestra, con su ingenio, grado
de inteligencia y racionalidad, un gran parecido a la figura detectivesca ficcional, plasmada en
la novela policial, como es el caso de Sherlock Holmes, el detective de las obras de Arthur
Conan Doyle, con el que presenta marcadas diferencias y similitudes,; sobre todo, se cree,
difieren en lo correspondiente a la ejecución de sus metodologías, puesto que Sherlock es
conocido por aplicar tanto el método inductivo como el deductivo simultáneamente, para
comparar las hipótesis y probabilidades de los hechos desde dos focos o puntos de partida, sin
embargo, Pierce, tanto en sus cartas como en algunas anécdotas presentes en sus escritos,
platea la existencia del método abductivo, el cual se basa no principalmente en la observación
y la teorización de una hipótesis, sino, en la concatenación de conjeturas, realizando un
reconocimiento de la solución del enigma sin la intervención de pruebas inmediatas; esta
metodología está basada en la experiencia recolectada con anticipación y la carga emotiva
que esta conlleva a resolución del problema, debido que, el proceso surge como una sensación
de inquietud, que lleva al individuo a conjeturar, generalmente, de una forma acertada, pues,
se presenta la simultaneidad del uso de la intuición y la racionalidad; por ello, Sebeok, trata de
mostrarnos que, en la metodología investigativa de Sherlock, también se hace uso de la
abducción; por ello, subdivide su texto en cuatro partes: C. S. Pierce- Agencia de detectives,
Sherlock Holmes- Centro de semiótica; Enfermedad, crimen y semiótica y finalmente,
Traumatología en la realidad y al ficción.
Según Peirce, los procesos mediante el cual formamos ideas sobre el mundo dependen, de los
juicios de la percepción, que contienen tales elementos generales que las proposiciones
universales pueden deducirse de ellos. Peirce mantenía que estos juicios perceptivos son el
resultado de un proceso, proceso no controlable y por tanto no totalmente consciente. Los
distintos elementos de una hipótesis están en nuestra mente antes de que seamos conscientes
de que la formulamos. Es por ello que Peirce describe la formación de una hipótesis como un
acto de penetración, de sugestión abductiva, que pasa de manera espontánea.
Según el texto, en relación con el método científico, la abducción es meramente preparatoria,
o también el primer paso del razonador científico en la medida que adopta una hipótesis o una
proposición que puede llevar a la predicción de hechos sorprendentes. Los otros tipos
fundamentales de razonamiento científico son la deducción que es el camino por el que se
trazan los probables y necesarios resultados experimentales de una hipótesis, y la inducción
que es el nombre que Peirce da a la prueba experimental de ésta.
La abducción es también llamada por este servidor de la Coast Survey como argumento
original, ya que es, de las tres formas de razonamiento, el único tipo de argumento con el que
surge una idea nueva, y, en realidad, su única justificación es que, si alguna vez queremos
entender totalmente las cosas, debe ser a partir de él. De igual forma la deducción y la
inducción nunca podrán aportar información a los datos de la percepción, por lo tanto, las
percepciones por si solas no constituyen ningún conocimiento aplicable a ningún uso práctico
o teórico. Lo que hace que el conocimiento sea presentado mediante la abducción. En suma,
la abducción se presenta como una nueva forma del método científico, puramente aplicable a
la investigación detectivesca y la resolución de enigmas criminales.
Tanto Pierce como Holmes, coinciden en que la hipótesis es la pregunta investigativa, la cual
estaría vacía sin el conocimiento precedente de las conjeturas, sin embargo, si estas carecen
de comprobación son totalmente invalidadas en el proceso científico; por esto, Holmes se
muestra reiteradamente como un ser libre de prejuicios, en este sentido, sus conjeturas
siempre son sometidas a prueba, apartándose de este modo, de toda presuposición carente de
lógica. En otro aspecto en el que coinciden Pierce y Holmes, es su aversión al cuerpo policial,
(Holmes a todos los policías de su ficción y Pierce a la agencia Pinkerton), debido a la
ineficiencia metodológica de éstos: la carencia del proceso de observación y la deducción
errónea, pues, al no fijarse en los detalles, caen en la superficialidad de los hechos y
concluyen a partir de ellos, ya que por lo general, suelen dar por verídico lo aparente, de esta
forma, obligan a los hechos a encajar en su hipótesis, dejándose engañar por la obviedad del
crimen, al carecer de evidencias y pruebas suficientes para la resolución de este.
Evidentemente, en la lectura de los relatos detectivescos de Sherlock y en las primeros
escritos de Pierce, se suele confundir y malinterpretar el proceso de creación de hipótesis con
el de la inducción, esto se presenta porque se suele limitar el razonamiento a el simple
formalismo lógico (sistema de inferencias y juicios con validez lógica, pero, no
necesariamente con grado de verdad). No obstante, la hipótesis y la inducción, aunque no son
lo mismo, son complementarias, ya que la inducción tiene a la hipótesis como punto de
partida investigativo, y, posteriormente, busca los hechos que la comprueben; por otro lado, el
método abductivo, parte de las conjeturas de los hechos, al descartar así, las menos probable y
asumir como base de su investigación aquella que parezca más verídica, la cual
posteriormente, debe teorizarse y probarse. No son opuestos los métodos de inducción y
abducción, sino, deberían tomarse como dos formas complementarias para hallar la verdad,
pues la inducción busca, a partir de su teoría, los hechos para su comprobación técnica, y, la
abducción, busca teorizar sus sistema de conjeturas; por ello, en la metodología de
investigación científica, tanto lo evidenciado por Pierce, como por Sherlock, es necesario
tener en cuenta tanto la percepción, la observación, la conjetura con comprobación lógica, y
una adhesión teórica para la correcta resolución del enigma.
Dentro de los múltiples talentos y conocimientos con los que Pierce contaba, se encuentra la
medicina, su familia lo creía altamente capacitado en esta ciencia. Por otro lado, Pierce
reconoce los problemas del muestreo y la estadística que tiene la medicina, además, la
describe como una “profesión materialista”, que tiene un método deductivo precario, el cual,
es difícil de establecer, pues, el muestreo en medicina tiene muchos factores que lo hacen
variar, y a la hora de tener en cuenta un diagnóstico médico para la resolución de un crimen,
se vuelve parte del método lógico del detective; por lo tanto, se convierte en un punto de
partida que diferencia el actuar de cada investigador, en consecuencia, es un rasgo particular
de cada uno de ellos. En el caso, de Sherlock Holmes, influye debido a que, el personaje fue
basado en un médico, lo cual, fue una respuesta a un problema específica de Conan Doyle:
introducir un método científico más riguroso en las detecciones criminales usadas hasta el
momento.
Este método científico consistía en solventar los casos por sus méritos propios y no por la
locura del criminal, por lo tanto, la creación que hace Doyle del detective científico, es
totalmente inspirada en el doctor Joseph Bell. Por ello, Bell contiene una de las
características del método de investigación, de las que el personaje Holmes usa en sus propias
investigaciones, esto es el parecido entre el crimen y la enfermedad. Bell habla de reconocer
una enfermedad o herida con la misma precisión que se conocen las características, la manera
de andar, los hábitos, et.; en donde aparentemente todo parece tener características iguales, las
nimiedades son las que hacen posibles reconocer con facilidad el diagnostico, de esta manera,
se desarrolla la observación analítica y crítica, que necesita de un ojo agudizado dentro del
método y resolución del crimen.
De esta forma, Sherlock Holmes actúa como su inspiración, Bell, y realiza un diagnóstico, es
decir, realiza la identificación de una patología criminal, que nace de una serie de
percepciones, enlazadas por hipótesis. Pierce, a la acción de examinar una hipótesis como si
fuera la identidad de una persona, lo llama inducción abductiva, la cual, consiste en formular
la hipótesis a través de pistas que ofrece la apariencia física del individuo, manera de hablar y
otras características particulares.
Los ejemplos que se dan sobre el sacerdote católico y el gobernador de provincia, ilustran lo
que Sherlock Holmes llama “razonar hacia atrás”, que requiere cierta información especial,
pues, poca gente, como lo describe Holmes, son capaces de deducir a partir de los
conocimientos interiores, el orden de sucesos que llevo a un resultado especifico,
normalmente a partir de los hechos se deduce el resultado, esto es lo que se conoce como
razonamiento analítico.
Por lo tanto, se muestra como Holmes y Pierce están más interesados por su método que por
el asunto concreto al que lo aplica. Por esto, Pierce distinguía entre la lógica utens o sentido
rudimentario de lógica-al-uso y un sentido más sofisticado de lógica o lógica docens, en este
sentido Sherlock Holmes comparte un punto de vista, la lógica docens, que usa proviene
directamente de la experiencia científica de Conan Doyle. Toda la experiencia científica de
Doyle fue trasferida a su personaje, pues, Holmes exhibe un alto conocimiento en química, lo
cual, le beneficio para mantenerlo en contacto con una ciencia exacta que lo aproxima a la
precisión que necesita en la profesión que escogió. Por lo que, Holmes afirma que la ciencia
de la deducción y del análisis solo puede adquirirse con un largo y paciente camino de
estudio. Incluso, Pierce sentía una profunda vocación por la química, era la ciencia en la que
más había trabajado. De esta manera, para las personas menos instruidas en lógica teórica
todos los procesos lógicos de razonamiento le parecen pocos menos que magia, así, Nordon
apunta que las deducciones que hace Holmes llevan a revelaciones que parecen casi mágicas;
este efecto de magia se intensificaba debido al notable gusto que Sherlock sentía por el teatro
y los efectos dramáticos, gusto que comparte con Pierce.