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Presentando El Evangelio
Por John Macarthur
Es importante conocer qué aspectos se deben incluir en
una presentación completa y bíblica del evangelio.
Transportándonos desde el aspecto académico al aspecto
práctico sobre el testificar, debemos preguntarnos, si es
que deseamos presentar el evangelio tan claramente y
exactamente como nos sea posible: ¿qué puntos necesito
estar seguro que debo incluir en la presentación del
evangelio? Podemos encontrar la respuesta en una lista base de seis verdades que son claramente y
profundamente enseñadas en la Palabra del Dios. De hecho, al ver esta lista de verdades y con sus
sub-puntos, trataremos de dejar que los pasajes bíblicos hablen por sí mismos.
La Santidad de Dios
La primer cosa que debemos dejar en claro en la presentación del evangelio es que Dios es un Dios
Santo que demanda un temor y respeto reverentes “el principio de la sabiduría es el temor de
Jehová” (Salmo 111:10; cf. Job 28:28, Prov. 1:7; 9:10, 15:33, Miq 6:9). Mucho del evangelismo
contemporáneo falla en este punto y en lugar de esto se comienza con declaraciones engañosas
acerca del amor de Dios y el plan que tiene para cada uno. Para los no creyentes pecadores es
eternalmente desastroso. Debemos responder a tal pensamiento con un énfasis apropiado en las
verdades bíblicas referentes a la santidad de Dios.
Porque Dios es perfectamente santo, Su ley demanda una perfecta santidad. “Porque yo soy Jehová
vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo;… seréis,
pues, santos, porque yo soy santo.” (Lev 11:44-45) “¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios
santo?” (1º Sam. 6:20, cf. Jos 24:19)
El Nuevo Testamento también demanda santidad. “Sin santidad, nadie verá a Dios” (Heb 12:14).
“Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (1ª Ped 1:16)
Un Dios santo odia el pecado, y por lo tanto los pecadores no pueden estar delante de El.
“… porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,” (Ex. 20:5) “Por tanto, no se
levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.” (Sal. 1:5)
Fuente: https://evangelio.blog/2009/02/25/presentando-el-evangelio/