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La tabla periódica clasifica, organiza y distribuye los distintos elementos químicos, conforme a sus
propiedades y características; su función principal es establecer un orden específico agrupando
elementos.
Aunque algunos elementos como el oro (Au), plata (Ag), cobre (Cu), plomo (Pb) y el mercurio (Hg) ya
eran conocidos desde la antigüedad, el primer descubrimiento científico de un elemento ocurrió en el
siglo XVII cuando el alquimista Henning Brand descubrió el fósforo (P). En el siglo XVIII se conocieron
numerosos nuevos elementos, los más importantes de los cuales fueron los gases: oxígeno (O),
hidrógeno (H) y nitrógeno (N). También se consolidó en esos años la nueva concepción de elemento,
que condujo a Antoine Lavoisier a escribir su famosa lista de sustancias simples, donde aparecían 33
elementos. En 1830 ya se conocían 55 elementos.
La primera clasificación de elementos conocida, fue propuesta por Antoine Lavoisier, quien propuso
que los elementos se clasificaran en metales, no metales y metaloides o metales de transición. Aunque
muy práctico y todavía funcional en la tabla periódica moderna, fue rechazada debido a que había
muchas diferencias en las propiedades físicas como químicas.
Dobereiner, en 1817, agrupó los elementos en tríadas según semejanzas en sus masas atómicas.
Chancourtois creó un anillo telúrico, ordenación en espiral en torno a un cilindro imaginario y Newlands
(1864) propuso la “ley las octavas”, estableciendo que cada ocho elementos en orden ascendente de
sus masas atómicas se repetía algunas característica. En 1869 el alemán Lothar Meyer propuso una
tabla con 54 elementos ordenados según volúmenes atómicos. Sin embargo, la historia le ha dado
mayores méritos a la proposición de Mendeleiev.
Mendeleiev, en 1869, ordenó los elementos químicos según el orden creciente de sus masas atómicas
y observó que el primer elemento, el litio, tenía similitudes con el sodio. Sucedía lo mismo entre los
elementos berilio y magnesio, boro y aluminio, etc. Los elementos fueron ordenados en forma tabular
de manera que todos aquellos que estaban en la misma columna tuvieran propiedades parecidas.
Actualmente como ordenador de los elementos se considera el número atómico Z.
Entre 1860 y 1870, el científico ruso Dimitri Mendeleiev y el alemán Julius Lothar Meyer, trabajando
en forma independiente, llegaron a organizar los elementos químicos conocidos de acuerdo con su
masa atómica, lo que les permitió deducir que en orden creciente de masa los elementos presentaban
propiedades similares que se repetían periódicamente, estableciendo la Ley periódica, gracias a la
cual se ordenaron los elementos de similares características en una misma columna.
Mendeleiev presentó su trabajo a la Sociedad Química Rusa en 1869, señalando los siguientes
postulados:
1. Si se ordenan los elementos según sus masas atómicas, estos muestran una evidente periodicidad.
2
2. Los elementos semejantes en sus propiedades químicas tienen pesos atómicos que son ya sea de
valores similares (ejemplo Pt, Ir, Os) o que aumentan de manera regular (ejemplo K, Rb, Cs).
4. Los elementos más difundidos en la naturaleza son los de masa atómica pequeña. Estos elementos
poseen propiedades bien definidas.
Años de estudio permitieron deducir a otros científicos que el modelo planteado por Mendeleiev
presentaba aciertos y errores. Entre ellos se pueden mencionar:
Sabemos que las configuraciones electrónicas de los elementos están relacionadas con su posición
en la Tabla periódica, pues en ella los elementos que tienen un patrón similar de configuración de los
electrones de la capa externa están dispuestos en las mismas columnas, mientras aquellos que tienen
niveles energéticos muy similares y algunos idénticos se encuentran en las mismas filas.
Ejemplos:
1.3.1.1 Grupos (columnas):
Los grupos 1, 2 y 13 al 18 (antiguas IA, IIA y IIIA al VIIIA) agrupan los elementos representativos, que
se caracterizan por terminar su configuración electrónica en los subniveles s o sp. La notación antigua
en los elementos representativos, permitía saber el número de electrones presentes en el último nivel.
Por ejemplo, IIIA indica que los elementos ubicados en esa columna poseen 3 electrones de valencia,
que son los que participan en las reacciones químicas. El grupo 18 (VIIIA) corresponde a los gases
nobles.
Los grupos 3 al 12 (antiguos “B”), que concentran a todos los elementos en cuya configuración
electrónica los últimos electrones ocupan los subniveles d y f, son denominados de transición. Estos
últimos (elementos de transición) tienen el subnivel d incompleto, o bien dan lugar a cationes que
tienen el subnivel d incompleto.
El bloque s está formado por los elementos representativos de los grupos 1 y 2. Los elementos del
grupo 1, los metales alcalinos, tienen configuración electrónica ns 1. Los metales alcalinotérreos,
situados en el grupo 2, tienen configuración ns2.
El bloque p lo forman los elementos representativos de los grupos del 13 al 18, cuyos electrones de
valencia ocupan los orbitales p. Los elementos del grupo 13, del grupo térreos, tienen configuración
externa ns2np1. Los elementos del grupo 14, del grupo carbonoides, tienen configuración electrónica
ns2np2. Los elementos del grupo 15, del grupo nitrogenoides, tienen configuración electrónica ns 2np3.
Los elementos del grupo 16, del grupo de los calcógenos, tienen configuración electrónica ns 2np4. Los
elementos del grupo 17, halógenos, tienen configuración electrónica ns2np5. Los elementos del grupo
18, gases nobles, tienen la capa de valencia completa, siendo su configuración electrónica ns2np6, a
excepción del helio, que tiene configuración 1s2.
Los elementos del bloque d, denominados elementos de transición, están en el centro de la tabla,
ocupando los grupos del 3 al 12. Los electrones externos ocupan los orbitales d correspondientes al
nivel n-1. Las configuraciones varían desde (n-1)d1ns2 en el grupo 3, hasta (n-1)d10ns2 en el grupo 12.
El bloque f comprende los elementos de transición interna. Está formado por dos series de 14
elementos cada una, ocupando los electrones orbitales f del nivel (n-2). La configuración electrónica,
con algunas excepciones, puede escribirse de forma general como (n-2)f 1–14(n-1)d1ns2, tomando n un
valor de 6 para los lantánidos y 7 para los actínidos. Algunas propiedades físicas de los elementos
varían regularmente en función de su configuración electrónica, esto es, de su posición en la Tabla
periódica.
Los elementos se pueden clasificar de acuerdo con sus propiedades estructurales, eléctricas e incluso
según sus configuraciones electrónicas.
1.3.3.1 Metales: se caracterizan por ser buenos conductores de calor y electricidad. Son
sólidos a temperatura ambiente, a excepción del mercurio que es un líquido.
Los metales tienden a tener energías de ionización bajas, por lo cual forman iones positivos con
facilidad, por lo tanto se oxidan (pierden electrones) cuando participan en reacciones químicas.