Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
A. PROBLEMAS EN EQUIPOS
En todo el ciclo del combustible, desde su recepción hasta la emisión de los gases de
combustión por la chimenea se pueden crear problemas de muy diversa índole. Para estos
problemas no existe una solución única, sino que habría que tratarlos independientemente. Los
aditivos del combustible vienen a ayudar a resolver esta situación, existiendo unos aditivos que
resuelven un solo problema y otros que resuelven varios. Antes de comenzar el estudio de los
aditivos se va a dar, de forma sucinta, una descripción de los principales problemas.
2° Formación de incrustaciones. La acción adicional del calor sobre los fangos puede dar lugar
a incrustaciones duras que, al depositarse sobre las superficies calefactoras, impiden la
transmisión del calor al fuelóleo con lo cual aparecen problemas de atomización en los
quemadores.
3° Corrosiones. El fuelóleo siempre contiene agua, de tal forma que la acción combinada del
calor y de dicha agua puede producir fenómenos de corrosión en tuberías, depósitos y otros
equipos.
Los óxidos consecuencia de la corrosión agravan el problema de los fangos y de las
incrustaciones.
A2 Problemas en el hogar
Formación de hollines. Los hollines están constituidos por partículas de óxidos de nitrógeno,
hidrocarburos no quemados, CO, CO2 y compuestos de azufre (S02, SO}, x-SO}, X-S04). Los
detalles de cómo se producen estas partículas no son todavía suficientemente conocidos,
aunque sí se conocen algunos aspectos importantes del proceso. Los equipos de combustión
se diseñan para asegurar una mezcla homogénea antes de empezar la combustión. Sin
embargo, en la práctica, no suele alcanzarse la homogeneidad, con lo cual hay zonas muy
ricas en combustible y otras tan pobres que ni siquiera se comienza la ignición del mismo.
Al comienzo de la combustión se forman precursores de hollines en las zonas mas ricas. Estos
precursores son pequeñas partículas y radicales (como butadienos y acetilenos), que se
combinan formando sistemas de molécula larga. Al principio de la combustión se genera una
mezcla altamente saturada de estos precursores. La supersaturación se elimina mediante un
proceso de nuclearización.
Estos núcleos se condensan y crecen, formando hollines.
El proceso de formación y oxidación de los hollines esta determinado por:
- Las características del combustible.
- Las características del equipo de combustión.
- La relación C/O.
- Las temperaturas.
Estos hollines iniciados en el hogar se consolidan y van creando problemas a lo largo de todo
el camino de los gases.
La corrosión en zonas de alta temperatura se produce por la oxidación del metal, siendo
depósitos de sodio y de vanadio los principales responsables.
Durante la combustión el vanadio pasa a óxido de vanadio, cuyo punto de fusión es 675 ºC, el
sodio forma sulfato sódico, cuyo punto de fusión es 880 oc. Si la temperatura de la superficie
metálica es inferior a 450 ºC no se producen problemas, pero a temperaturas más altas
reaccionan entre sí y forman vanadil, vanadito sódico (Na20, V20 4, V20 S), cuyo punto de
fusión es 625 ºC, y que da lugar a incrustaciones en las superficies.
Estos depósitos catalizan la transformación de S02 a S03 en los gases de combustión,
originando posteriormente corrosiones a más bajas temperaturas.
Empezamos incluyendo una relación general sintetizada de los problemas que se originan en
las calderas, sus causas y las posibles soluciones. Dentro de estas soluciones se incluyen los
aditivos, 10 que se advierte mediante asteriscos.
A continuación se va a ver de una forma más extensa el efecto de los aditivos en la combustión
de fuelóleo.
B l. Buen control de la combustión
Una buena atomización es fundamental para facilitar el funcionamiento con bajo exceso de
aire.
Para obtener esta buena atomización hay que conseguir una viscosidad correcta y evitar la
formación de fangos en el fuelóleo, los cuales pueden ser debidos a oxidación o a acción
bacteriana.
Para ello se pueden utilizar como aditivos:
Estos aditivos suelen ser incorporados al fuelóleo en las refinerías. Por lo tanto no es preciso
añadírselos; o en todo caso en proporciones bajas.
Para ayudar a suavizar estos problemas se puede utilizar el óxido de magnesio (MgO) sólo o
en combinación con otros aditivos. Puede introducirse en forma de MgO, MgC03, CaC03, Mg
(OH)2 o en forma orgánica, siempre que por descomposición a alta temperatura den MgO. Sin
embargo, en muchos casos no han resultado efectivos.
Estos aditivos basados en Mg se premezclan en un depósito o se inyectan en las tuberías de
fuelóleo, con objeto de que se produzca una buena mezcla.
Los aditivos para esta operación son productos químicos que se combinan con el V20 S,
formando compuestos de alto punto de fusión y que por lo tanto permanecen en estado sólido.
Los aditivos basados en Mg dan buenos resultados en el 50% de los casos, mientras que los
basados en Mn sólo dan buenos resultados en pocos casos.
Los más efectivos parecen ser los basados en combinaciones de óxidos de Mn, en MgO más
Ah03 y en MgO más óxidos de Mn. El tipo MgO más A120 3 sólo resulta eficaz en el 50% de
los casos.
Los aditivos pueden ayudar a conseguir el control del sobrecalentamiento del vapor de dos
formas:
En la tabla A.22 se indican las propiedades mas importantes de algunos aditivos para los
combustibles.
Frecuentemente es deseable medir los productos obtenidos en los gases de combustión con el
fin de controlar la cantidad de combustible a consumir, y obtener la más alta eficiencia de
combustión.
Asimismo y con la finalidad de obtener la relación aire/combustible adecuada en cada momento
y conocer como se produce la combustión, es necesario hacer continuos análisis de humos.
En el mercado existen muchos tipos de instrumentos para analizar los gases de combustión.
Uno de los más comunes es el aparato de Orsat que trabaja sobre el principio de absorción
selectiva de los gases por soluciones químicas, e indica los porcentajes de CO2, O2 y CO de
los gases. A menudo solamente se emplea para medir el CO2. Otros analizadores tipo
conductivímetros, detectan la diferencia en el efecto de enfriamiento de gases diferentes y
pueden ser muy fiables si se calibran muy frecuentemente. Para analizar los combustibles que
pueden estar presentes en los gases de combustión
(CO, H2 e hidrocarburos) se puede hacer una combustión de los mismos en un volumen
medido de aire u oxígeno en presencia de un catalizador. El porcentaje de combustibles en los
humos es entonces proporcional a la medición del calor liberado.
A. MEDIDA DE O2
Los aparatos mas empleados para la medición del contenido de oxígeno en los gases se basan
en el uso de la célula de óxido de Zirconio, que es capaz de generar tensión entre ambas caras
al ser expuesta cada una de ellas a una concentración de oxígeno diferente. La ecuación de
NERNST, determina que la tensión generada es función de las constantes del gas y de
Faraday, de la temperatura absoluta y del logaritmo de la relación de la presión parcial del
oxígeno sobre las dos caras de la célula. Esta ecuación es:
B. MEDIDA DE CO2
Una forma muy usual de medir el CO2 de los gases de combustión es por medio de los
medidores de conductividad térmica formados por cuatro devanados de platino, dos rodeados
por aire saturado y los otros dos expuestos a la muestra de gas. La diferencia de temperatura
obtenida en los devanados debida a la diferencia de conductividad que es medida y registrada
nos indica el porcentaje de CO2
C. MEDIDA DE CO E HIDROCARBUROS
Se suele realizar haciendo pasar un haz de rayos infrarrojos a través de la corriente de gases
hasta el analizador, que utilizando espectroscopia de alta resolución determina la diferencia
entre las intensidades de luz enviada y recibida. Se obtiene así una señal de salida que es
traducida a ppm y que puede ser utilizada para obtener un registro o bien como entrada a un
lazo de control para optimizar las condiciones de combustión y economizar combustible.
El CO absorbe la máxima energía en una específica longitud de onda del espectro infrarrojo
(4,71u).
Los hidrocarburos presentes en gases de combustión absorben la máxima energía en una
longitud de onda de 3,41u
D. OPACIMETROS
1° Mantener una presión del vapor constante y un caudal acorde con las variaciones de la
carga.
2° Mantener una forma de funcionamiento con las máximas garantías de seguridad.
3° Optimizar el consumo de combustible, a través de un aumento en el rendimiento.
B. TIPOS BÁSICOS DE CONTROL DE LA COMBUSTIÓN
Este control es típico de calderas pirotubulares. En él, la presión de vapor es medida por un
presostato modulante. La señal del presos tato posiciona eléctricamente un motor que acciona
directamente la válvula de fuelóleo.
El mismo motor acciona también una leva mecánica que mueve el cortatiros de regulación del
aire comburente. Esta leva esta diseñada para mantener constante la relación aire-combustible
a las diferentes marchas de la caldera. (Ver figura 2.43).
En este tipo de control el sistema mecánico del tipo anterior ha sido sustituido por un sistema
neumático. (Ver figura 2.44).
Tanto este sistema como el anterior funcionan en base a unas condiciones de combustión
impuestas a priori, es decir, de una relación aire/combustible prefijada de antemano.
Naturalmente, se pueden producir desequilibrios en dicha relación los cuales traerían como
consecuencia o una opacidad alta de los humos y gran cantidad de inquemados, o un gran
exceso de aire.
En el tipo de control siguiente se minora este problema.
B.3. Control con medidas en serie
En este sistema (Ver figura 2.45b) la presión de vapor actúa posicionando la válvula de entrada
de combustible.
El caudal de combustible medido posiciona el cortatiros de regulación del aire comburente a
través de una estación manual de relacion aire-combustible.
Un perfeccionamiento del sistema [ver (a) de la figura 2.45] consiste en introducir en el lazo de
control las medidas de caudal de combustible y aire comburente, que actúan como
amortiguamiento del sistema.
Sin embargo en este tipo de control, dado que actúa primero sobre el combustible, puede
suceder que la mezcla aire/combustible sea demasiado rica durante períodos de tiempo
transitorios cortos en los que loa carga aumenta, produciéndose el indeseable efecto de
opacidad en los gases.
Esto se mejora en el tipo siguiente de control.
En este tipo de control se reducen los períodos transitorios, ya que el aire y el combustible
responden simultáneamente a las variaciones de la carga, en vez de responder primero uno de
ellos y luego el otro. Es así como el control con medidas en paralelo supera a los tipos
anteriores. (Ver figura 2.46).
Sin embargo no resuelve totalmente el problema de los desequilibrios, puesto que los flujos de
aire y de combustible no responden adecuadamente durante la misma extensión de tiempo,
dado que tienen tiempos de respuesta distintos. Ello se hace mas acusado, sobre todo, durante
períodos de aumento de la carga.
B.5. Control con medidas en paralelo y límites cruzados
Se trata de incorporar un sistema adicional que mejore el control por medio de la corrección de
la relación aire/combustible. Esta corrección se basa en la medida de algún parámetro
importante de la combustión, o de varios, y en hacer actuar la señal obtenida sobre el sistema
general de control de la relación aire/combustible.
El parámetro medido en este caso es el O2, y la señal medida actúa como retroalimentación.
En la figura 2.48 se puede ver el esquema correspondiente a un circuito de control con
corrección por medida de O2•
Básicamente el sistema funciona modificando la relación aire/combustible fijada manualmente.
Para ello, se fija un objetivo de nivel de oxígeno "óptimo" en los gases, y el controlador de
oxígeno compara el valor medido de O2 con el nivel fijado, añadiendo o quitando aire para
ajustarse al objetivo.
Otro tipo de control con corrección por medida es a través de las pérdidas en la combustión. En
el subapartado 7.4.3 se trata de las pérdidas por inquemados de todo tipo. A esto habría que
añadir las pérdidas por calor sensible en los gases. Existen unas correlaciones en las que
están basadas las tablas A. 13 y A.17 según las cuales es posible calcular dichas pérdidas. La
corrección por medida de pérdidas consiste en aplicar la correlación para las pérdidas totales, y
a partir de ello tratar de hacer mínimo el valor que tome en cada momento dicha correlación.
El esquema de control sería similar al de la figura 2.48.
Intervendrán como parámetros correctores además del CO, los hidrocarburos inquemados, y la
opacidad. Para cada uno de estos parámetros habría que fijar, de antemano, los valores
objetivos.
Igualmente deben existir en los lazos' de control unos enclavamientos que permitan que en
cada momento el parámetro corrector sea aquél que haga más favorable el punto de
funcionamiento tras su corrección. En las figuras 2.49 y 2.50 se indican la influencia de las
variaciones del CO, de la opacidad y de los hidrocarburos sobre el rendimiento. (Ver también
figura 2.51.
a) Influencia de la opacidad
D. RENDIMIENTO DE LA COMBUSTIÓN
La curva del CO en función del exceso de aire presenta un codo que coincide con la zona de
máximo rendimiento. Si el exceso de aire se reduce, aumenta rápidamente el contenido de CO,
debido a que la combustión se efectúa en menor grado. Si el exceso de aire aumenta, el CO se
reduce, pero muy lentamente.
La situación del punto de mejor rendimiento y del codo de la curva de CO, varía de acuerdo a:
- El estado de las instalaciones, quemadores, etc.
- Las circunstancias de cada momento como son:
• Variaciones climatológicas (temperatura, presión, humedad relativa, viento, etc.).
• Variaciones de carga de la caldera.
• Variaciones de composición del combustible.
Por tanto las curvas son dinámicas, desplazándose homotéticamente en función de estas
circunstancias tal como se muestra en la figura 2.51 (curvas 1 y 2).
En general se obtendrá la zona de mejor rendimiento siempre que se mantenga el CO en la
gama de 100 a 150 p.p.m., con lo cual el rendimiento se moverá entre los puntos A1 y A2 o
entre los puntos A'1 y A'2 de las curvas 1 y 2 respectivamente.
- Los valores del rendimiento en el intervalo (A' 1, A' 2) en general son muy inferiores a los
obtenidos mediante control por CO (A1, A2)
- En muchas ocasiones, al entrar en la zona de bajo exceso de aire para las condiciones
relativas de funcionamiento, obtienen un porcentaje alto de inquemados (A'1).
Estos mismos efectos se producirían en las curvas correspondientes a otras condiciones de
trabajo.
En términos generales el resultado es en general, más perjudicial que beneficioso.
D.2. Influencia del control por oxígeno en el rendimiento (figura 2.53)
Como ya se ha dicho, el sistema de control por oxígeno se basa en fijar un valor del oxígeno
(punto de consigna) a mantener automáticamente. Pueden darse dos casos (supuesto que la
curva de rendimiento es la 1):
- Que se fije un punto de consigna de oxígeno "bajo" para este sistema de control (punto A').
Con ello el sistema se moverá entre A' 1 Y A' 2 produciéndose en ocasiones inquemados altos.
- Que se fije un punto de consigna "alto" de oxígeno (punto “A"). Con ello se garantiza que
normalmente no se producirán inquemados, pero siempre se tendrá un exceso de aire alto.
En definitiva, la medición del contenido de oxígeno no permite conocer la forma en que se
efectúa la combustión, porque no tiene en cuenta las circunstancias antes enunciadas.
A medida que se práctica más la combustión de los residuos, las filosofías de control van
variando paulatinamente, pasando desde la antigua situación en la que se quemaban los
residuos para deshacerse de ellos hasta la actual en la que se queman para aprovechar su
energía. Este cambio ha conducido hoy en día, a concentrar el esfuerzo en la utilización de
diversas técnicas de optimización, de forma que se llegue a sustituir el máximo posible de
combustible convencional.
En cuanto a control, el mejor sistema depende de la forma y proporción en las que el
combustible convencional y el residuo han de ser utilizados. Existen cuatro formas posibles.
Este método es el más simple pero no el mejor. Sólo es utilizable cuando no se necesita el
combustible convencional para estabilizar la combustión, y cuando la respuesta dinámica de la
caldera es suficiente para compensar las variaciones habituales de la carga.
En este método los dos combustibles deben poder ser quemados simultáneamente en
cualquier proporción, y el sistema de control debe permitir que un combustible se ajuste
manualmente, mientras que el segundo responda a las variaciones de la carga.
En este método se complementa con el combustible habitual para seguir las variaciones de la
demanda.
En este método se complementa con los residuos según las variaciones de la demanda.
Para cada uno de estos cuatro casos, así como para el caso de que haya más de un residuo
existen esquemas de controles adaptados o adaptables.
Por otra parte, es de gran importancia que esta combustión se realice sin sobrepasar la
contaminación permitida por la legislación, por lo que, hoy día, se están desarrollando nuevos
equipos y nuevos sistemas de combustión.