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Bullying palabra inglesa que significa intimidación, más conocido como acoso
escolar, es un fenómeno social que se presenta en las escuelas. Hay
investigaciones sobre el tema desde 1973 aproximadamente. Cuando Dan Olweus
propone el término, lo identifica y lo estudia en Noruega. A partir de ese entonces
el fenómeno cobra importancia y empieza a estudiarse en Europa y Estados
Unidos, a raíz de ello se ha proyectado a través del tiempo durante varias familias
a nivel latinoamericano y mundial lo que indudablemente lo ha posicionado como
uno de los problemas de mayor relevancia a nivel social y por tanto abarca
aspectos personales o culturales de cualquier persona o individuo.
La única manera de prevenir esta situación, es atacar ese mal desde la raíz y la
raíz es el hogar. Todos deben aprender: padres, hermanos, tíos, primos, abuelos,
amigos, compañeros y maestros a respetar a los demás y no descargar la
insatisfacción en los demás. El Bullying se incuba en el hogar. Nace del desamor y
de agresiones verbales y físicas, germina en hogares poco afectivos,
exageradamente exigentes o demasiado flexibles, se nutre de conductas
inadecuadas y permitidas en casa.
Los padres deben contribuir con la sociedad, para identificar junto con los
docentes las estrategias que se deben tomar en cuenta para prevenir el Bullying.
Estas estrategias deben ser basadas en: la comunicación, amor, atención, afecto y
sobre todo confianza. El Bullying en la actualidad ha cobrado auge en gran parte
de la sociedad mundial.
El fenómeno se ha incrementado y se evidencia la falta de respeto entre padres e
hijos. A raíz de este hostigamiento y el acoso en muchos establecimientos y
sociedades puede ser el inicio de la vida violenta de un ser humano. Si controlan y
acosan a otros a temprana edad y no se corrige, en su vida adulta estarán
fortalecidos para cometer delitos graves y manifestar conducta negativa ante la
sociedad.
Lo anterior se debe a que las múltiples ocupaciones de los padres de familia
impiden el acercamiento afectivo hacia sus hijos, la poca comunicación entre los
miembros de la familia y la poca instrucción de los padres, da por hecho el mal
comportamiento de los pequeños en la escuela y en la sociedad. Es por ello que el
poco amor y comprensión de los padres, hace que se descarguen sentimientos de
resentimiento, enojo e ira de algunos niños ante los más débiles.
La desinformación y la falta de cifras oficiales por parte del Estado han afectado la
realización de una investigación que corrobore un vínculo ante la crisis y la
violencia de este tipo. Sin Embargo, los análisis realizados por expertos presentan
la posibilidad de que la escasez, la inflación y otras problemáticas influyen en la
actitud de los familiares.
Especialistas y organizaciones, cuyo enfoque principal es la defensa de los
derechos infantiles, aseguran que el entorno que se vive en Venezuela es un
factor primordial que puede disparar las acciones violentas en general, sobre todo
en el hogar. (Morales G. 2017)
Objetivos de la Investigación:
Objetivo General:
Objetivos específicos:
Justificación
Oliveros D., Miguel, Figueroa A., Luzmila, Mayorga R., (2008) La incidencia de
bullying fue de 47%. El 34% de los agredidos no comunican a nadie la agresión. A
un 65% de compañeros no les interesa defender a las víctimas. Alrededor del 25%
de maestros y padres de familia no reaccionan ni protegen a las víctimas
permitiendo que este proceso continúe. Se recomienda diseñar instrumentos para
estudios de profundidad y favorecer la comunicación de las víctimas para romper
la “Ley del Silencio”.
Es Necesario identificar el fenómeno a tiempo para poder prevenir. En el hogar se
debe tener conocimiento de las consecuencias que produce el Bullying en las
victimas, con el fin de poder detectar las conductas típicas que se derivan de un
acoso constante.