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LOS DERECHOS DE LA PERSONA CON


TRASTORNO MENTAL EN EL ÁMBITO CLÍNICO
Hugo Reyes*

Resumen

Este artículo parte de la presentación de un caso clínico, que ilustra las dificultades a las
que se enfrentan los psiquiatras en el ejercicio de la profesión, ante situaciones como el
consentimiento informado, la libre elección del tratamiento por parte de los pacientes y la
capacidad de intervención a través de la relación médico-paciente. A lo largo de esta exposi-
ción se tocan situaciones asociadas con las posibilidades terapéuticas dentro del marco de
la Ley 100 de 1993, y se concluye haciendo hincapié en la necesidad de tener como marco de
referencia, en nuestro quehacer como psiquiatras, los derechos de los pacientes, el estable-
cimiento de una buena relación médico-paciente y la urgente necesidad de replantear las
posibilidades de comprensión de la realidad de los individuos, más desde su capacidad
funcional, y no desde la perspectiva estrictamente médica.

Palabras clave: Consentimiento informado, tratamiento, trastorno mental.

Title: The Mental Disorder Patient’s Rights in the Hospital’s Enviroment.

Abstract

The article presents a clinical case in order to illustrate the difficulties that psychiatrists face in
their professional practice, such as informed consent, free election of treatment by the patients,
and the capacity of intervention through the establishment of a doctor-patient relationship.
Along the presentation, other situations are explored in relation to the therapeutic possibilities
framed in the Law 100. The need for a reference point of our work as psychiatrists is proposed
as a conclusion, especially with regard to
our patient’s rights, the establishment of a good doctor-patient relationship, and an urgent
need to discuss the possibilities of comprehension of the patients’ reality from a functional
point of view rather than a strictly medical perspective.

Key words: Informed consent, treatment, mental disorden.

*
Médico psiquiatra. Jefe de la Unidad de Salud Mental del Hospital Santa Clara, Bogotá.

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Reyes H.
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Una mujer de veinte años, que ha No existe contacto con familiar al-
ingresado a la Unidad de Salud guno. Una amiga, la persona más
Mental tras un intento de suicidio, allegada, no responde a su llamado
solicita su salida voluntaria en su para que asista a la institución, mo-
segundo día de hospitalización. tivo por el cual desea determinar ella
misma su egreso de la actual hos-
... ante la incapacidad para pa- pitalización: “yo no tengo con qué
gar mi habitación, todo lo que he pagar, no aguanto otra deuda...”.
sufrido, me quitaron mi hija hace
dos años y no me la dejan ver, En el momento se decide continuar
[...] no tengo a nadie en este mun- la hospitalización y no dar salida
do [...] decidí ir a la farmacia, pedí voluntaria a la paciente. Por lo tan-
el calmante más fuerte que tuvie- to, ¿cuál es el aporte del marco le-
ran, dos cajas [...] me dieron gal a la práctica de la psiquiatría
fluoxetina y me fui a unas resi- clínica, en cuanto al respeto de los
dencias que conocí por mi novio, derechos de esta paciente?
pedí que no me molestaran que
En el ejercicio cotidiano, el psiquia-
quería descansar y me las tomé...
tra enfrenta situaciones relaciona-
das con los derechos de los pacien-
A la mañana siguiente la encuen-
tes: la libre elección del tratamien-
tra el administrador del lugar, quien
to, el consentimiento informado
avisa al Centro Regulador de Urgen-
para los diversos procedimientos
cias de la ciudad y la trasladan a la
terapéuticos, la confidencialidad
Unidad de Salud Mental. Allá se le
sobre la información personal y el
inicia un manejo antidepresivo, so-
derecho a la autodeterminación,
bre el cual dice: “no lo necesito, yo
que se concreta ante la eventuali-
no estoy loca, yo estoy bien, necesi-
dad de un egreso voluntario (1).
to es irme, estar acá me pone más
triste [...] yo no tengo necesidad de El derecho a la libre elección del tra-
un psiquiatra...”. Ella argumenta tamiento implica tener en cuenta
que siempre “he podido trabajar en factores tan diversos como:
cualquier cosa y necesito encontrar
un trabajo nuevo”. • El estado mental de la paciente
y, por ende, la posibilidad de to-
En el examen mental presenta afec- mar decisiones en un momento
to lábil, tono depresivo, ideas de muy particular de su vida, en el
muerte y de suicidio activas e intros- cual la sintomatología –deseo
pección poco estructurada sobre autolítico– puede determinar su
sucesos recientes; no hay indicios rechazo al tratamiento farma-
de síntomas psicóticos, pero tiene cológico y su deseo de que la den
rasgos de personalidad del grupo B. de alta por su voluntad.

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Los derechos de la persona con trastorno mental en el ámbito clínico
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• Los imaginarios sociales, no sólo ta terapéutica esperado y su in-


sobre el trastorno mental –“yo no cidencia en el pronóstico. Es
estoy loca...”–, sino sobre el pro- necesaria la presentación de di-
fesional de la psiquiatría, usual- versas alternativas disponibles
mente caracterizados por el re- para el manejo de su proble-
chazo y la valoración negativa mática, independientemente de
transmitidos fácilmente dentro las preferencias del terapeuta.
de la sociedad. La capacidad de decidir volun-
• La cantidad de información brin- tariamente, que implica la com-
dada a la paciente acerca de la prensión de las consecuencias
naturaleza y la extensión de su de su decisión y su intenciona-
problema, los riesgos y beneficios lidad, a la luz de su proyecto
relacionados con su tratamien- de vida sin una presión externa.
to, las diversas alternativas dis- La confidencialidad de la infor-
ponibles y el pronóstico a media- mación suministrada por el
no y largo plazo. paciente, teniendo en cuenta
• Las limitaciones tanto en el tex- el consentimiento para consig-
to como en la implementación de nar en su historia aspectos de
la Ley 100, por ejemplo, la uni- índole personal, cuando éstos
versalidad de la cobertura. sean pertinentes para su tra-
• La aceptación o el rechazo por tamiento.
parte de la paciente a la interven- El derecho a la autodetermi-
ción psiquiátrica, pues con la fir- nación, evidente en la deman-
ma o no del consentimiento in- da de salida voluntaria, suje-
formado, debe hacer considerar to a la valoración de la capaci-
los siguientes elementos: dad de decisión de la pacien-
La información explícita a la te, así como al riesgo de daño
persona acerca de su proble- inminente a sí misma.
ma psiquiátrico, la cual debe
ser suficiente para facilitar la Por ser los temas planteados de una
autonomía de ésta en la deci- dimensión que desborda el alcance
sión que va a tomar. de este artículo, se discuten algu-
La claridad de información que nos de sus aspectos particulares, en
tenga el paciente acerca de los aras de invitar a la reflexión y a la
riesgos y beneficios inherentes discusión sobre el quehacer coti-
al tratamiento propuesto, que diano del profesional de la salud
tienen que ver con los posibles mental.
efectos secundarios a corto y
largo plazo de las conductas Téngase en cuenta que develar in-
terapéuticas asumidas, así formación al paciente acerca de su
como con el grado de respues- problema constituye una necesidad

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fundamental en pro del ejercicio de los sistemas de clasificación propios


sus derechos. Pero, ¿cuánta es su- de la psiquiatría, también debe
ficiente? Difícil es que la subjetivi- apuntar al contexto que lo recibe.
dad del personal de salud no sea la ¿Hemos pensado el impacto que ge-
que responda esta pregunta, de ahí nera un diagnóstico en la familia,
la importancia de revisar nuestra en el contexto social y laboral?
práctica cotidiana e implementar las ¿Cuál es el significado de la pala-
acciones necesarias para fortalecer bra psicosis para la familia, para el
este pilar del derecho de los pacien- paciente o para sus empleadores?
tes a su autodeterminación. Un diagnóstico sin contexto puede
generar más discapacidad y discri-
El modelo médico tradicional cen- minación que la misma crisis. Esta
tra la patología en el individuo: el situación no nos es ajena y comien-
paciente es el psicótico o el depresi- za en los servicios de urgencias,
vo, y esta mirada impide un abor- donde el paciente psicótico produ-
daje más abarcador e intervencio- ce temor al personal médico, que
nista. De todos es sabido que en la espera la intervención salvadora del
génesis de los trastornos mentales psiquiatra, sin que se realice el ejer-
confluyen muchas circunstancias: cicio previo de la evaluación, el diag-
la situación económica, la historia nóstico y la intervención, como en
de vida, la familia, las redes socia- cualquier otra patología médica.
les. Tales circunstancias nos llevan
a una nueva comprensión del pa- ¿Este temor no es el mismo de fa-
ciente, quien no sólo ‘tiene’ un tras- miliares y policías, que en ocasio-
torno; por el contrario, una diversi- nes hacen demasiado uso de la fuer-
dad de factores también se adicio- za con el fin de lograr la contención
nan alrededor de su psiquismo e y el traslado a un centro de urgen-
historia personal para construir lo cias del paciente con agitación
que se denomina trastorno mental. psicomotora?
Entender esto le quitaría la culpa a
nuestros pacientes y desplazaría los Caben las preguntas: ¿estamos de-
focos de intervención a otros luga- dicando el suficiente tiempo de con-
res, ya que estas comprensiones sulta a estos casos? O, mejor aún,
desestigmatizarían tales hechos: ¿será posible dedicarlo, dado el
ahora la culpa no es única, sino tiempo asignado a la consulta por
compartida, y al Estado le corres- las diferentes instituciones de sa-
ponde una cuota. lud, a la luz de la Ley 100? ¿Duran-
te la hospitalización se le reconoce
Una adecuada información acerca al paciente su individualidad y el
de un diagnóstico no solamente derecho a participar o no en las di-
debe ceñirse a los lineamientos de ferentes actividades terapéuticas?

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Los derechos de la persona con trastorno mental en el ámbito clínico
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¿Nos hemos preguntado cuántos viduo de diversas alternativas tera-


pacientes luego de su primera cri- péuticas. Si revisamos las opciones
sis pierden el empleo por el mal en la dimensión de los tratamientos
manejo de la información respecto biológicos, se ha vuelto costumbre
a su hospitalización y las caracte- pensar que el único derecho del pa-
rísticas de su crisis? ciente es a los medicamentos de los
listados del plan obligatorio de sa-
En este sentido, ¿las intervenciones lud (POS) y del plan obligatorio de
terapéuticas deberían ir más allá de salud subsidiado (POS-S). Parece
la terapia individual y entrar en los que si un profesional va a formular
terrenos de lo familiar, lo social y lo un medicamento por fuera de estos
laboral? ¿El sistema de salud actual listados, se sentiría actuando por
reconoce como importantes este tipo fuera del marco de los derechos del
de intervenciones? ¿Comprende su paciente... Y también de sus debe-
validez en aras de un adecuado res como profesional. De ninguna
abordaje a nuestros pacientes? otra forma se explica la relación di-
recta entre formulación de medica-
Ahora bien, respecto a la informa- mentos “no POS” y, por un lado, la
ción sobre los riesgos y los benefi- presentación de tutelas por parte de
cios del tratamiento, en nuestro los pacientes para hacer cumplir su
medio la tendencia apunta a consi- derecho, y, por otro, la relación in-
derar estos temas como pertene- versa entre los casos que ameritan
cientes a la esfera del profesional, estas medicaciones –sobre la base de
quien decide cuál es la intervención un formulario de medicamentos, de-
adecuada para su paciente, ya que ficitario por demás– y la frecuencia
éste no tendría la formación para de su formulación por parte de los
‘discutir’ sobre las opciones tera- psiquiatras (2).
péuticas. Esto no debe ser obstá-
culo para brindar información ne- Si consideramos otras opciones,
cesaria y suficiente, pero, sobre como las psicoterapias, al parecer
todo, en términos comprensibles a una especie en peligro de extinción
ese ser humano que, en general, va a raíz de la implementación de la
a seguir las indicaciones de su mé- Ley 100, el panorama es aún más
dico, con el valor agregado que pue- inquietante. En este momento de
de resultar de este esfuerzo, como gran avance en el conocimiento y
es un piso firme para la alianza te- en el desarrollo de las terapias bio-
rapéutica, pilar fundamental del lógicas, es todavía más importante
acto médico psiquiátrico. reforzar otros puntos de vista a la
hora de evaluar las situaciones hu-
Una preocupación especial debería manas, por naturaleza complejas,
dirigirse hacia el ofrecimiento al indi- objeto de nuestro quehacer.

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En este mismo sentido, la reducción para expresar los deseos, así co-
de alternativas no favorece la ten- mo de entender los riesgos y be-
dencia de los años anteriores a des- neficios pertinentes; para apre-
plazar el foco de intervención del ciar las ramificaciones de una
ámbito clínico, hacia la atención co- decisión, y para pensar racional-
munitaria. En este punto se funda- mente. Su desventaja es la ca-
mentan muchas de las expectativas rencia de acuerdos en la defini-
de generar intervenciones en reha- ción (y el uso) de los términos
bilitación seriamente estructuradas, planteados.
como lo muestran experiencias fruc-
tíferas en nuestro medio. A manera de ejemplo, se cita el caso
de un anciano viudo, a punto de ca-
En cuanto a la capacidad mental, sarse con una mujer más joven. Su
base de la autodeterminación, se hijo, temiendo que su padre le die-
plantean tres modelos, cada cual ra sus propiedades a su nueva es-
con sus ventajas y desventajas: posa, presentó un testigo experto,
quien relató que el hombre tenía
• El modelo funcional, que se basa una demencia tipo Alzheimer, y a
en la evaluación de la conducta su parecer carecía de la capacidad
observable. Diversas habilidades para casarse. El psiquiatra contra-
mentales son necesarias para tado por el anciano estuvo de acuer-
una decisión racional, y cualquier do con el diagnóstico, pero proce-
alteración implica la necesidad de dió a describir su nivel actual de
evaluaciones adicionales. funcionamiento, visto el cual el juez
• El modelo médico, en el cual se conceptuó que el hombre tenía su-
considera que las personas con ficiente capacidad mental para ca-
síntomas son incapaces de de- sarse, a pesar de la oposición de su
sarrollar ciertas tareas cogniti- hijo.
vas, aparte de que tienen la ca-
pacidad mental alterada. Las El modelo funcional evidencia la al-
debilidades de este modelo son teración en la conducta observable
la cuestionable asociación entre del anciano; la evaluación adicional,
síntomas médicos y funciona- desde el modelo médico, determina
miento en el mundo real y su su diagnóstico y su nivel de afecta-
requerimiento de experticia mé- ción. La lectura desde el modelo fi-
dica o neuropsicológica, hecho losófico-legal permite valorar el im-
que limita su uso en situaciones pacto de su deficiencia, que en el
cotidianas. momento no perjudica la habilidad
• El modelo filosófico legal, para el del hombre para tomar esta deci-
cual la capacidad mental resul- sión, como lo avala finalmente el
ta de la capacidad de la persona sistema legal.

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Los derechos de la persona con trastorno mental en el ámbito clínico
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Es importante el consentimiento no deberíamos ubicarnos, en la


informado antes de decidir un tra- medida de lo posible.
tamiento, tanto en el proceso de to-
ma de decisión como en su curso. No es aventurado decir que en estos
Cuando se presentan cambios que aspectos la tendencia global de la
lo ameriten, debe renovarse dicho toma de decisiones ante situaciones
consentimiento. En algunas ocasio- límite se inclina a facilitar las nece-
nes, si la situación implica un riesgo sidades del aparato asistencial, an-
inusual pero podría ser beneficiosa tes que a proteger los derechos de
para el paciente, es recomendado el las personas. En este punto, cada
consentimiento doble: el del pacien- uno de nosotros debe preguntarse
te y el de un familiar o allegado. cuál es su opción personal, a qué
lado de la balanza le aporta su peso
Sin haber desarrollado profusa- y hacia dónde quiere inclinarla. To-
mente el tema, a manera de con- mar partido es ejercer la capacidad
clusión se considera que si bien se de autodeterminarnos y de asumir
ha avanzado en el reconocimiento un compromiso con nuestra cons-
de los derechos de los pacientes, trucción y la de nuestra sociedad.
más que en el aspecto legal, se de- El mismo que promovemos en nues-
bería buscar a través de la califica- tros pacientes.
ción del desempeño del personal de
salud. Es importante no dejar de Bibliografía
lado el aporte que significaría el re- 1. República de Colombia, Ministerio de Sa-
conocimiento y la implementación lud. Resolución 002417 del 2 de abril; 1994.
adecuados de la normatividad ya
2. República de Colombia, Ministerio de
disponible, como un mínimo ético, Salud. Ley 100 de 1993 y sus decretos
una línea de base, a partir del cual reglamentarios.

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