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Universidad El Bosque

Departamento de Bioética
Doctorado de Bioética
V Semestre, Primer periodo de 2016
Seminario de área de salud
Sesión abril 18 de 2016
Dirigido a: Gustavo Chirola. Ph.D.
Jaime Escobar Triana. Ph.D.
Relatora: Gloria Omaira Bautista Espinel.

Texto: DEATON STEWART, Angus1. «Bienestar Material en los Estados Unidos».


En: El gran escape: Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad. Bogotá,
Colombia: Fondo de cultura económica, 2015, pp. 193- 247.

1
DEATON STEWART, Angus. Nació el 19 de octubre de 1945 en Edimburgo. Economista escocés
nacionalizado estadounidense. Educado en la fundación escolar Fette College, en Edimburgo, obteniendo
licenciatura y maestría en la Universidad de Cambridge, con su tesis “Modelos de demanda de los
consumidores y su aplicación en el Reino Unido”. En esta misma institución fue becado para cursar estudios
en el Fitzwilliam College, donde trabajó con el economista Richard Stone y Terry Barker, en el Departamento
de Economía aplicada. Matemático de formación y economista heterodoxo, fue profesor de Econometría en la
Universidad de Bristol y en 1983 ingresa a la Universidad de Princeton, recomendado por John P. Lewis ex
decano de WWS. Posteriormente trabaja como profesor en la catedra Dwight D. Eisenhower de Relaciones
Internacionales y es profesor de Economía y asuntos internacionales en la Escuela Woodrow Wilson y el
Departamento de Economía de Princeton. Abiertamente heterodoxo y autoproclamado keynesiano.
Reconocido por su capacidad para relacionar elecciones individuales con indicadores agregados y por su
capacidad de conectar dos mundos que ha demostrado complementarios: la microeconomía y la
macroeconomía. En 1980 publico junto con John Muellbauer, el trabajo titulado Almost Ideal Demand System
(Sistema casi ideal de demanda), un modelo de la demanda de los consumidores, empleado por los
economistas para estudiar sus comportamientos. Formulo la paradoja Deaton basado en la observación de un
exceso de suavidad en el consumo frente a las crisis de los ingresos. Otras áreas de sus investigaciones son
la medición de la pobreza mundial, economía de la salud y desarrollo económico. Durante décadas ayudo a
comprender nociones fundamentales como las de pobreza, renta, bienestar y consumo. En 1978 fue el primer
galardonado con la medalla Frisch, premio otorgado por la Sociedad Econométrica cada dos años a las
investigaciones, teórica o empíricas, publicadas durante 5 años previos a la entrega del premio en la revista
Econométrica. Miembro de la Econometric Society, de la Academia Británica, y de la Academia Americana de
las Artes y las Ciencias. Posee títulos honoríficos de la Universidad de Roma Tor Vergata, University College
de Londres y la Universidad de St. Andrews. En 2009 presidió la American Economic Association. Gano en
2011 el premio de la Fundación BBVA Fronteras de Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión por sus
contribuciones fundamentales a la teoría del consumo y el ahorro, y la medición del bienestar económico. El
12 de octubre de 2015, fue galardonado con el Premio Nobel de Economía por sus análisis sobre los sistemas
de demanda, el consumo y los ingresos, la pobreza y el bienestar. [En línea]. Consultado el 10 de febrero de
2016. Disponible en Internet:< http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/10059/Angus%20Deaton>.
El autor Angus Deaton, en esta segunda parte describe, de forma más amplia el
progreso de la historia contemporánea sobre la salud y el bienestar material más
concretamente en Estados Unidos y a nivel mundial, referencia detalles con
ejemplos de crecimientos económicos alcanzados en países anteriormente pobres
como: India y China, comparando sus casos de éxito con países en condiciones
de pobreza elevados como, ocurre con Bolivia, Zambia y algunos otros países de
América Latina.

En los casos enunciados, es decir el de los países pobres; la brecha de pobreza


está demasiado adelantada, algo que no les ha permitido escapar de la pobreza y
la enfermedad, por lo que el gran escape; aún no es posible para estas naciones.
El realizar el tránsito por esta senda, que gran parte de la humanidad ya recorrió,
aún no ha sido posible para muchos de ellos, incluso el autor sostiene que algunos
países hasta ahora están comenzando este recorrido, lo cual implica mayor
rezago, mayor desigualdad e inequidad.

Cuando el autor aborda el tema sobre salud e ingreso, centra mayoritariamente el


debate sobre los datos estadísticos destacando temas como los relacionados con
los supuestos, en este sentido es enfático al señalar que a veces estos actúan
como sofisma de distracción que pueden obnubilar a las naciones, bajo una falsa
idea de prosperidad ilimitada, en este sentido Deaton2 afirma: «Estos reveses de
fortuna deberían alertarnos en contra de dar por supuestos la prosperidad y el
crecimiento económico modernos, de tomarlos como algo que hemos tenido
siempre y que nunca puede esfumarse».

Cuando hace referencia a los datos estadísticos financieros, en gran medida


realiza una advertencia, principalmente sobre todo dato relacionado con la

2
DEATON STEWART, Angus. El gran escape: Salud, riqueza y los orígenes de la desigualdad.
Bogotá, Colombia: Fondo de cultura económica, 2015, p. 246.
economía a este respecto el autor3 sostiene: «los ingresos que entran en las
estadísticas de pobreza no se definen de la misma manera que los ingresos que
se contabilizan en el PIB—, ésa no es la explicación de que el crecimiento
económico no haya eliminado la pobreza».

Sostiene que el vínculo entre el escape de la mortalidad y el escape de la pobreza


es débil. A partir de esto desarrolla una noción de pobreza, que para el Deaton4
«es necesario que la línea de pobreza tenga sentido y que sea aceptable para el
público y para los que hacen la política económica». En este sentido aclara que
los distractores de estas medidas e índices se basan en la canasta de alimentos,
algo que en la década de los 60, era una medida altamente conveniente, pero que
en el transcurso del tiempo dejo de serlo, principalmente porque a juicio del
economista5: « […] se debió haber recalculado la línea de pobreza cada año con
base en un nuevo plan económico de alimentos y un nuevo multiplicador».

Deaton es enfático al manifestar que cuando la pobreza se categoriza en el nivel


de «absoluta», esta categoría se fija sobre una cifra; que en apariencia, permitiría
escapar de la pobreza, indicador que fijado sobre índice de precios; no es el más
indicado y que solo otorga categorías para establecer posibles beneficiarios de
subsidios, en este contexto la pobreza absoluta de África, difiere de la pobreza en
Estados Unidos, algo que se representa en la capacidad para llevar una vida
decente.

En este sentido, cuando se piensa en ayudar a las personas o países en


condiciones de pobreza absoluta, se piensa en manejar un estado basado en los
beneficios de los subsidios, que para que sean eficientes, requiere de una
actualización constante de estas medidas ya que se puede correr el riesgo que

3
Ibid., p. 206.
4
Ibid., p. 208.
5
Ibid., p. 209.
estos terminen más limitados y restringidos en la medida que las necesidades de
las poblaciones cambian en el tiempo.

En últimas lo que se pretende, más allá de un estado asistencialista es alcanzar


un estado de bienestar, el cual pueda proporcionar a sus asociados condiciones
de vida basadas en la dignidad, en la ganancia a nivel de tiempo libre;
principalmente para las mujeres, quienes tienen que sacrificarse trabajando en
triple jornada para obtener ingresos adicionales; anteponiendo en este caso la
calidad de vida, a la necesidad económica. Algo que para algunas sociedades
como la norteamericana, se ve representado en la calidad de bienes y servicios,
es decir se enfoca primordialmente en el bienestar material, pero no se asocia a
calidad de vida personal.

Cuando se plantea el tema de la desigualdad social, Deaton6 sostiene que las


instituciones que responden a la élite son «enemigas del crecimiento
económicos». En este punto hace una advertencia sobre el panorama que podría
acarrear ese empoderamiento de las élites: «Las élites poderosas y ricas han
frenado el crecimiento económico en el pasado, y lo pueden frenar nuevamente si
se permite que socaven a las instituciones de las que depende el crecimiento
dotado de una base amplia»7.

Esto implica que instituciones democráticas y plurales previenen este tipo de


absolutismo social. «Los ricos se oponían a los derechos ciudadanos de la
mayoría y restringían la educación a la élite, a la que ellos mismos pertenecían.
Estas fallas de la política y de la educación para todos privaban a las personas de

6
Ibid., p. 246.
7
Ibid., p. 247.
las instituciones que se encuentran en las raíces del crecimiento económico de
base amplia»8.

Aunque el autor es crítico de la ayuda externa, en los países pobres porque


promueve el asistencialismo de forma permanente, que no fomenta el crecimiento,
y de hecho obstaculiza el desarrollo. El autor reconoce que algunos tipos de
ayuda, que se relacionan con la financiación de nuevas tecnologías, el patrocinio
en actividades de salud masivas como las vacunas pueden representar la
salvación de muchas personas. Aclara que aunque estas medidas de alto impacto,
si no están acompañadas de sistemas de salud básicos. Será difícil sostener que
la ayuda puede apoyar el crecimiento económico de los países pobres.

En conclusión Deaton9 en esta segunda, parte hace un análisis bastante amplio y


bien sustentado, sobre el dinero y la forma como el poder económico, en términos
de ingresos; ha contribuido a mejorar condiciones de salud, mejorado las
condiciones de pobreza reduciéndola en algunos países de forma muy
significativa. En términos de desigualdades esta ha variado desde el siglo pasado,
a la fecha; lo más notorio quizá está representado en que muchas veces, la
desigualdad permite apalancar el crecimiento, por el surgimiento de nuevas
oportunidades, pero la otra cara de la moneda de la desigualdad, puede verse en
comprometida, cuando caen en unas pocas manos las oportunidades, aniquilando
las posibilidades de crecimiento económico.

En lo personal considero que el bienestar no debe ser entendido desde la


perspectiva, de los bienes de consumo, la perspectiva material no es lo
suficientemente, sólida para fundamentar el bienestar. Este debe traducirse en
salud, acceso a los servicios, sistemas que busquen el beneficio de sus

8
Ibid., p. 245.
9
Ibid., p. 73.
ciudadanos y procesos democráticos en torno a las decisiones y políticas de salud
que atañen a las poblaciones. Caer en la solución facilista de la ayuda humanitaria
y el asistencialismo, no genera grandes beneficios.

El gran escape radica en alcanzar el equilibrio económico de los pueblos, las


sociedades en sí misma, representa el superar las grandes brechas de desarrollo,
que permitan condiciones de dignidad y que generen bienestar común más allá de
lo económico, salir de la pobreza no es el reflejo de una cifra, representa escapar
de la ignorancia de la falta de oportunidades y de la desesperanza.

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