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Preguntas de
bioética
Entrevista con Stéphane-‐‑Marie Barbellion
Introducción general y traducción de:
Alonso Fernández Diez
En colaboración con:
Ileana Garza Terán
Proyecto de investigación de la Universidad
Panamericana Preparatoria
Abstract
Este libro analiza algunos de los dilemas bioéticos actuales que más
controversia han suscitado en los últimos treinta años. Bebés probeta,
clonación terapéutica, investigación en células madre adultas y
embrionarias, el aborto. ¿Cuál es el estatuto ontológico del embrión
humano? ¿Un embrión es ya una persona? ¿Es éticamente lícito
realizar investigaciones científicas en terapias que prometen mucho
pero que se llevan a cabo mediante la destrucción de embriones
humanos? ¿Cuáles son los intereses científicos y económicos que están
detrás de estos experimentos?
El autor ofrece respuestas claras y directas a una serie de agudas
preguntas formuladas en una interesante entrevista, en la que se busca
delimitar el verdadero sentido de la investigación científica en el marco
del respeto a la vida humana.
Stéphane-‐‑Marie Barbellion es doctor en Filosofía y doctor en
Teología. Después de realizar estudios en Biología y en Medicina, se
hace hermano de la Comunidad San Juan. Desde hace más de 20 años,
enseña en el Centre d'ʹÉtudes Philosophiques (ahora Institut Saint Jean),
ubicado en Paris, Francia.
2
ÍNDICE
Presentación ......................................................................................................................... 5
Introducción general, por Alonso Fernández Diez ........................................................ 7
Agradecimientos ............................................................................................................... 24
I. MIRADA DE SABIDURÍA HUMANA UNIVERSAL SOBRE EL INICIO DE
LA VIDA
1. Introducción de algunos temas
a) El estado actual de la investigación biológica .......................................................... 26
b) La ley sobre el aborto en Francia ................................................................................ 27
c) Procreación médicamente asistida ............................................................................. 28
d) Clonación terapéutica .................................................................................................. 29
e) Terapia génica, eutanasia y otras terapias ................................................................ 30
f) La carrera de patentes y la “cosificación” del embrión humano ............................ 31
g) Necesidad de tomar distancia y de juzgar con prudencia ..................................... 32
h) El genoma y la explosión de la investigación ........................................................... 32
i) Los embriones “sobrantes” .......................................................................................... 33
j) El caso de las células madre adultas ........................................................................... 36
2. Tender a lo objetivamente bueno
k) El problema de las distintas definiciones de persona ............................................. 37
l) La primera gran dificultad: la definición de hombre ............................................... 39
m) Distintos niveles de reflexión .................................................................................... 40
3. Ética humana fundamental (o simple ética)
n) El estatuto del embrión humano ................................................................................ 41
ñ) El argumento de la urgencia terapéutica .................................................................. 47
o) Investigación en células madre adultas .................................................................... 48
p) Negación de derechos a personas sin consciencia plena ....................................... 48
q) El estatus de las personas discapacitadas ............................................................... 52
r) El caso de Stéphanie Allaeys ...................................................................................... 53
s) Eficacia de la investigación y eficacia de la prudencia ........................................... 57
3
t) Manipulación lingüística y la traición al auténtico espíritu democrático ............. 59
u) El rol de las tradiciones religiosas ............................................................................. 63
v) Autotrasplantes, clonación y el uso de células madre adultas .............................. 63
w) Diagnóstico prenatal, aborto y adopción ................................................................. 64
II. REFLEXIÓN DE ÉTICA RELIGIOSA
a) Descubrimiento de un Primer ser y de un orden superior trascendente ............. 69
b) El embrión humano desde la perspectiva de la ética religiosa .............................. 71
III. REFLEXIÓN DE ÉTICA CRISTIANA
a) Respeto absoluto hacia el embrión humano ............................................................. 75
b) Cooperación y diálogo entre fe y razón .................................................................... 77
c) La función reflexiva de la bioética .............................................................................. 81
d) Progreso a nivel ético ................................................................................................... 83
IV. Apéndice: ¿Qué son las células madre?............................................ .................... 85
4
Presentación
La Preparatoria de la UP ha forjado durante los últimos 40
años, una tradición de calidad académica con una visión de
humanismo que ha ido permeando, de manera constante, en el
desarrollo de una sociedad más humanitaria, justa y
comprometida con el bien de la persona. Son muchas las personas
que se han formado en nuestras aulas y que han incidido en los
más variados aspectos de la vida social. El humanismo es, por sí
mismo, una esperanza siempre fresca y optimista de que el
hombre tiene un fin y una misión que atender desde la familia, la
ciencia, la cultura, la empresa, entre otras áreas en que vive y se
desarrolla.
Este libro es una contribución amena, clara y concisa, a este
humanismo que busca transformar y mejorar a la sociedad, y lo
consigue a través de una serie de preguntas y respuestas,
esclareciendo algunos debates clave en el terreno de la bioética.
Desde la academia y el estudio riguroso, Stéphane-‐‑Marie
Barbellion, el entrevistado, busca recordarnos el sentido mismo de
todo descubrimiento científico y el verdadero bien del hombre
conforme al orden natural de lo existente.
Uno de los temas centrales del libro, y que genera más
interrogantes, versa sobre el embrión humano: cómo se están
haciendo muchas investigaciones en embriones humanos, y todo
lo que esto implica, sobre todo su destrucción. El autor nos ayuda
a reflexionar sobre una idea básica, que es tomarse el tiempo y la
distancia suficientes para abordar inteligentemente estos avances
científicos, y analizar los dilemas éticos presentes cuando
hablamos de la destrucción de otros individuos, llámense
5
embriones, personas potenciales, o personas hechas y completas.
En efecto, ¿es éticamente lícito potenciar terapias y líneas de
investigación que supuestamente van a beneficiar a muchos en el
futuro, pero a costa de la supresión y eliminación de otros en el
presente? Hay que redescubrir la dignidad de la persona humana,
y actuar en consecuencia.
Deseo que, con la lectura de este libro, los lectores
encuentren respuestas básicas y profundas sobre un tema tan
actual y poco abordado por personas tan expertas y estudiosas.
Mtro. Gamaliel Téllez Maqueo
Director General
Preparatoria UP
6
Introducción
Los avances tecnocientíficos llegan a ser tan rápidos y tan
espectaculares, que no siempre los ciudadanos no expertos en
estos temas nos enteramos de la magnitud, la celeridad y los
alcances verdaderos con que estos descubrimientos suceden. La
ciencia avanza a un ritmo prodigioso. Esto puede ser a la vez
positivo y negativo. Positivo, en cuanto que muchos de estos
avances son, sin duda alguna, para el bien de la humanidad. ¿Es
posible medir todos los adelantos tecnológicos que han hecho que
los aviones, los automóviles, los trenes y los barcos, sean medios
de transporte cada vez más seguros y confiables? ¿Cuántas
terapias y medicinas, que son pioneras en el campo de la salud
pública, no le han salvado la vida a miles o tal vez a millones de
seres humanos? El progreso científico que va de la mano de un
progreso a nivel humano, es siempre positivo, y las instancias
gubernamentales y privadas deben tenderle la mano con mayor
generosidad. ¿Quién se va a oponer a una iniciativa de esta
naturaleza?
Sin embargo, también está el otro lado de la moneda. La
contracara del sector luminoso y positivo, es una que puede estar
llena de dudas y de prácticas cuestionables, que incluso ponen en
riesgo la supervivencia de la humanidad entera. La existencia de
miles de ojivas nucleares concentradas en unas cuantas potencias
mundiales, ¿no es un hecho suficientemente elocuente que ilustra
el poder destructor de la tecnología cuando ésta no está en
sintonía con un progreso a nivel humano? La ética debe establecer
los límites de la esfera en el que se desarrolla la ciencia; de lo
contrario, deja de estar al servicio de la humanidad entera.
7
Un ejemplo en el terreno de la salud que ilustra este
fenómeno, lo podemos observar en las cifras millonarias que en
ocasiones se invierten para producir medicamentos que traicionan
su nombre, pues lejos de buscar la salud, provocan la muerte de
muchos seres humanos.1 Hay medicinas y terapias que curan y
otras que, desgraciadamente, matan. ¡Qué paradójica es a veces la
ciencia! Beneficia a muchos, y perjudica a otros. ¿Siempre? No.
Evidentemente no. Todo depende del uso que se le dé y de la
finalidad que se proponen los actores del progreso tecnocientífico.
Nos enteramos de muchos inventos que han dejado huella
en la historia, y no pocas veces sabemos de su existencia gracias a
los medios de comunicación, pero éstos no siempre reportan los
hechos y sus respectivos alcances con la exactitud y claridad
deseadas. Hay demasiada información circulando por internet y
por otros medios masivos de comunicación que, quizás es más
certero afirmar, hay una desinformación generalizada sobre algunos
de estos avances, en particular de los que maniobran con la vida
de seres humanos indefensos e inocentes. ¿Acaso no es ésta una
faceta negativa del llamado “progreso” científico? ¿No es quizás
una traición al auténtico espíritu democrático?
Un tema que es fuente de mucha discusión y de acalorados
debates, tanto en los ambientes especializados como en otros
grupos conformados por intelectuales, es el relacionado con la
experimentación e investigación con embriones humanos con fines
terapéuticos, así como su manipulación intencionada para clonar
1 Tal es el caso de las píldoras de anticoncepción de emergencia, o píldoras del “día
después”, y de otros métodos anticonceptivos, como el Dispositivo Intrauterino (DIU), los
cuales sí tienen un efecto abortivo, aunque siempre hay algunos que se atreven a afirmar,
incluso en los medios de comunicación, que no lo son. Para más detalles sobre su
naturaleza abortiva, véase la nota 22 de la página 27 de la entrevista Preguntas de bioética.
8
individuos de naturaleza humana. Un embrión humano es un
cigoto ya fecundado que se encuentra en las primeras etapas de
división celular y que, si no se interfiere en su desarrollo y
crecimiento, se habrá de convertir en un feto y posteriormente en
un bebé. Pero volvamos un poco más atrás. ¿Por qué se está
haciendo, en primer lugar, investigación científica con embriones
humanos? ¿Qué les sucede a estos embriones? ¿Qué beneficios se
buscan obtener con su uso?
Muchos laboratorios, universidades, organismos e institutos
financiados por algunos gobiernos, utilizan como materia prima
de sus investigaciones (1) células madre embrionarias
totipotenciales y pluripotenciales extraídas de embriones humanos y
animales, y (2) células madre multipotenciales extraídas de adultos.
Y esto puede revolucionar la ciencia médica como pocas veces se
ha visto en la historia. La gran promesa es la invención de una
cantidad extraordinaria de nuevas terapias, que presumiblemente
desencadenarán enormes beneficios para la humanidad en los
ámbitos de la medicina reparativa y de la medicina regenerativa. Sin
duda alguna, aquí está el futuro de la medicina.
Imagine usted uno de los siguientes escenarios: a C le da
cáncer de páncreas y necesita uno nuevo; a D le dan un balazo en
estómago y lo tiene muy dañado; a E le da cirrosis y tiene dañado
la mayor parte del hígado; a F le da un infarto en el miocardio y se
le muere una parte de su corazón; a G se le infectó una serie de
músculos y los tiene paralizados; H tuvo un accidente de
automóvil y tiene daño cerebral, hasta ahora considerado como
irreversible.
Pues bien, con estas terapias propias de las medicina
reparativa que utilizan células madre, quizá sea posible, algún día
9
tal vez no muy lejano, regenerar una porción importante de un
órgano dañado, como puede ser el cerebro, el corazón, el hígado,
el páncreas… Cualquier órgano o tejido podría ser reparado –en
su totalidad o de manera parcial-‐‑ con (1) células madre
embrionarias o con (2) células madre tomadas del mismo paciente,
y ya no habría necesidad de esperar largos años o de pagar
fortunas, para un trasplante de un donador. No habría peligro de
rechazo inmunológico del cuerpo hacia las nuevas células
regenerativas, porque éstas habrían sido tomadas o formadas del
mismo paciente. Pacientes con enfermedades crónicas que hasta el
día de hoy son catalogadas como incurables, como el Parkinson,
Alzheimer, Diabetes, algunos tipos de cáncer, enfermedades
cardiovasculares, entre otras, podrían encontrar un alivio
significativo o la curación completa. ¿Cuántas vidas,
probablemente millones, no se salvarían con estas nuevas
terapias?
Sin embargo, algunas de las líneas de investigación que
buscan crear o descubrir estas terapias con alcances espectaculares
implican, necesariamente, la destrucción de embriones humanos.2
Tal es el caso de la investigación con células madre embrionarias
(ES cells, del inglés Embryonic Stem Cells). Lógicamente, los
grandes debates éticos y jurídicos se enfocan en la investigación
realizada en este tipo de células madre, pues se está trabajando (¿o
jugando?) con vidas humanas.
Las preguntas éticas, bioéticas, jurídicas y filosóficas de
fondo, son, por consiguiente, éstas: (1) el embrión humano, ¿es ya
2 Cfr. R. Felmer Arias, (2009), “Biología de las células madre embrionarias (ES Cells) en
distintas especies: potenciales aplicaciones en biomedicina”, Arch. Med. Vet 41, 185-‐‑195. El
autor es investigador del Laboratorio de Biotecnología Animal, Instituto de
Investigaciones Agropecuarias, INIA-‐‑Carillanca, Temuco, Chile.
10
una persona? (2) ¿Se están matando seres humanos con estas
nuevas, prometedoras pero controvertidas líneas de
investigación? (3) Aunque se espera que haya inmensas
aportaciones benéficas al terreno de la medicina si se consiguen
controlar las células pluripotenciales, ¿es éticamente lícito
experimentar con embriones humanos? (4) ¿Existen finalidades e
intenciones secretas, por parte de las industrias farmacéuticas y
las empresas del sector salud, en esta carrera para conseguir
patentes de métodos eficaces de aislamiento de células
pluripotenciales estaminales?
Como se puede intuir, es de capital importancia que
científicos, filósofos e intelectuales, nos tomemos en serio la
empresa de buscar las respuestas correctas a los cuestionamientos
anteriores, los cuales trascienden al ámbito meramente empírico
de la investigación científica. No nos podemos dar el lujo de
tomarnos este asunto a la ligera. Miles o quizá millones de vidas
humanas dependen de ello. Y el problema radica en que desde
hace aproximadamente 30 años, ya se están destruyendo
embriones humanos, es decir, vidas humanas. Algunos grupos de
hombres y mujeres de ciencia están realizando serias
investigaciones, y a marchas forzadas, con las ya mencionadas
células madre embrionarias (ES cells), y parece que no se
muestran preocupados por las implicaciones éticas implícitas en
su quehacer profesional cotidiano. Esta actitud ya ha sucedido
antes en la historia y, por desgracia, la humanidad reaccionó
cuando ya era demasiado tarde. Las consecuencias de permitir la
destrucción vital de algunos, se pueden extender fácilmente a
otros individuos.
11
Como comenta Stéphane-‐‑Marie Barbellion:
[…] si un cuerpo o un todo individual en devenir que pertenece a
la especie humana puede ser utilizado -‐‑por estar inconsciente
o porque no sufre-‐‑, llegamos entonces a una mentalidad que
conduce a pensar que una persona en coma también puede
convertirse en una herramienta terapéutica. Su estado no le
permite realizar un acto libre y personal. Tal persona puede
convertirse en objeto de manipulación y servir como
herramienta al servicio de la salud de otras personas que sí
estén conscientes. Eso podría aplicarse también a ciertas
formas de locura, por ejemplo, en los hospitales psiquiátricos.
[…] Jurídicamente, va a ser muy difícil separar la
manipulación de un ser humano en sus etapas embrionarias,
incluso iniciales, de la manipulación de un ser humano
adulto que padeciera alguna deficiencia grave de consciencia,
con el fin de autorizar una y de prohibir la otra.
El libro que usted tiene un sus manos, es el resultado de la
traducción de una entrevista llevada a cabo en francés, en el año
de 2002, entre los editores de la revista Filosófica Aletheia,
publicada por la École Saint Jean. Institute privé des études de
philosophie et theologie, dirigida por la Comunidad San Juan, y el
filósofo Stéphane-‐‑Marie Barbellion, experto en temas de bioética y
profesor desde hace más de 20 años en el Centre d'ʹÉtudes
Philosophiques (ahora Institut Saint Jean), ubicado en Paris, Francia,
el cual está asociado a la Universidad Sorbona de París I.
Aunque esta entrevista se llevó a cabo hace casi 10 años, no
ha perdido su vigencia. Es más: algunas de sus predicciones se
han cumplido, casi de manera profética, en particular las que
tienen que ver con los enormes avances en investigaciones con
12
células madre adultas (SC, del inglés Stem Cells) las cuales, al ser
multipotenciales, se ha logrado que adquieran características de
células pluripotenciales. Hasta hace poco, se pensaba que la
pluripotencialidad era una característica propia y exclusiva de las
células madre embrionarias (ES cells). En otras palabras: ya no es
necesario apostar por estos avances espectaculares que habrían de
dar origen a las extraordinarias terapias, en el campo de la
medicina reparativa, a partir del uso y destrucción de embriones
humanos. Los avances en células madre extraídas de adultos, han
probado ser más que exitosos (la distinción entre
pluripotencialidad y multipotencialidad se analiza con más detalle
en el Apéndice).
En efecto, hay distintos estudios llevados a cabo por grupos
de científicos de todo el mundo preocupados por respetar la vida
humana que, utilizando exclusivamente células madre de adultos
(SC cells), han obtenido éxitos incuestionables en el ámbito de la
generación de estas terapias que mucho prometen. Incluso, a
pesar de que evidentemente falta mucha investigación, y estamos
en las etapas iniciales de la medicina regenerativa, desde hace
varios años ya se han cosechado triunfos clínicos en seres
humanos. Menciono únicamente tres ejemplos.
1. En México se han curado varios pacientes de cáncer, gracias a
trasplantes autólogos de médula ósea, y sus sistemas
inmunológicos y hematopoyéticos se han visto completamente
regenerados, después de intensas sesiones de quimioterapia,
gracias al uso de células madre tomadas de sus respectivas
médulas óseas. El Hospital de Nutrición (Instituto Nacional de
Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubirán), es pionero
en Latinoamérica en este tipo de terapia.
13
2. En París, a un paciente con miocardiopatía dilatada alcohólica,
se le inyectaron células madre al corazón, extraídas de su
médula ósea, y esas células se diferenciaron en miocitos
maduros reemplazando a los miocitos del corazón dañado. El
resultado fue denominado como “excelente”.3
3. El 25 de agosto de 2001, científicos de la Universidad de
Düsseldorf, le injertaron células madre tomadas de su propia
médula ósea, a un paciente que había sufrido un infarto. Tuvo
una “mejora espectacular”, de acuerdo a la valoración de su
equipo de médicos. El área del corazón dañado se redujo casi
una tercera parte, mejorándose considerablemente la función
cardíaca del paciente. Estas células madre se convirtieron en
tejido muscular cardíaco.4
Como se puede constatar, hay grandes avances y éxitos,
incluso clínicos, en el estudio de este tipo de células madre adultas,
no pudiéndose decir lo mismo de las investigaciones en células
madre embrionarias (ES cells). ¿Con qué elementos contamos para
afirmar que las investigaciones en las células madre extraídas de
embriones humanos no han sido igual de exitosas que las
realizadas en células madre adultas (SC cells)?
Como afirma Angelo L. Vescovi, científico italiano pionero
en este tipo de investigación, debido a los avances científicos en el
tema, “no existe ninguna necesidad de destruir embriones
humanos para buscar posibles caminos de investigación con
células madre a fin de curar enfermedades terribles.5 Actualmente,
3 Cfr. Teodora Zamudio, “Regulación jurídica de las biotecnologías”, Universidad de
Buenos Aires, 2005, nota 6.
4 Cfr. Ibid.
5 Angelo L. Vescovi, “Detrás de las investigación con células madre embrionarias hay sólo
14
ya hay al menos 64 tipos de terapias para patologías de sangre, de
la córnea, para trasplantes de epidermis, así como múltiples
experimentos clínicos oficiales que atañen enfermedades neuro-‐‑
degenerativas como el Parkinson, enfermedad de Tay-‐‑Sachs,
Esclerosis Lateral Amiotrófica, entre otras, en los que no se usan
células madre embrionarias.6 Es verdad que cada tipo de células
madre tiene sus ventajas y sus desventajas, a saber:7
Las células madre somáticas [adultas, SC cells] no están
dotadas de una capacidad intrínseca de generar tumores y
ya están especializadas para producir células del tejido en el
que residen, pero en algunos casos son muy difíciles de
multiplicar en gran número. […] las células embrionarias se
multiplican rápidamente, pero son intrínsecamente
carcinogenéticas y difíciles de instruir para producir
específicamente el tipo de célula que se quiere utilizar.
Obviamente, la investigación sigue avanzando y, en ambos
casos, van apareciendo soluciones nuevas y prometedoras.”
Un descubrimiento científico que revolucionó la medicina regenerativa
En noviembre de 2007, el Dr. Shinya Yamanaka de la
Universidad de Kioto, e investigador del Instituto Gladstone de
Enfermedades Cardiovasculares de San Francisco, logró
reprogramar, junto con un equipo de científicos, células madre
adultas [SC cells] de seres humanos en células que mostraron
7 Idem.
15
características similares de células madre embrionarias, “Induced
Pluripotent Stem Cells” (IPS). Esto lo consiguió al agregar
exitosamente, con el auxilio de un virus, 4 genes (nombrados: Oct
3/4, Sox2, c-‐‑Myc, Klf4) a dichas células humanas. Con este
procedimiento, las células ya modificadas habrían adquirido
algunas de las bondades tan codiciadas de las células madre
embrionarias, pero la más significativa es la pluripotencialidad.8
Los resultados de esta investigación fueron publicados en la revista
científica Cell 9 y se puede decir que han revolucionado la
investigación en células madre a nivel mundial.10 Este trabajo fue
precedido un año antes por uno similar igualmente exitoso en
ratones,11 y ha sido ratificado por otro grupo de científicos de la
Universidad de Wisconsin, encabezados por el Dr. James
Thomson.12
Éste es un enorme avance en el campo de la ciencia. Sir
Martin Evans, pionero británico en investigación en células madre,
profesor del Cardiff School of Biosciences y Premio Nobel de
8 Para un análisis más profundo de las características de las células madre totipotenciales,
pluripotenciales, multipotenciales y unipotenciales, véase el Apéndice de este libro.
9 YAMANAKA, Shinya, et.al., “Induction of Pluripotent Stem Cells from Adult Human
Fibroblasts by Defined Factors”, Cell 131, November 30, 2007, p. 861–872. Este artículo se
puede consultar en Internet:
http://download.cell.com/pdf/PIIS0092867407014717.pdf?intermediate=true
10 En el artículo se lee: “Human iPS cells were similar to human embryonic stem (ES) cells
Embryonic and Adult Fibroblast Cultures by Defined Factors”, en Cell 126, August 25,
2006, p. 663–676.
12 THOMSON, James A., et.al., “Induced Pluripotent Stem Cell Lines Derived from Human
Somatic Cells”, Science 21 December 2007, Vol. 318. no. 5858, p. 1917 to 1920.
16
Medicina en 2007, afirmó que las investigaciones realizadas por
Yamanaka “son la solución a largo plazo” en el tema de las células
madre.13 Por otro lado, el Dr. Ian Wilmut de la Universidad de
Edimburgo, famoso por ser el clonador de la oveja Dolly en 1997,
ha abandonado toda tentativa de clonación de seres humanos y
piensa seguir la innovadora línea de investigación sugerida por
Yamanaka, la cual es, en sus palabras, “100 veces más interesante”.
Por otro lado, asevera que: 14
The odds are that by the time we make nuclear transfer
work in humans, direct reprogramming will work too. I am
anticipating that before too long we will be able to use the
Yamanaka approach to achieve the same, without making
human embryos. I have no doubt that in the long term,
direct reprogramming will be more productive, though we
can´t be sure exactly when, next year or five years into the
future.
Aunque aún hace falta mucha investigación en la
reprogramación de células madre diferenciadas, los resultados ya
son muy prometedores. A mi juicio, con estos descubrimientos
quedan refutadas, en definitiva, algunas de las conclusiones más
importantes difundidas por el llamado “Informe Donaldson”, un
reporte elaborado por científicos y expertos comisionados por el
Ministerio de Salud de Gran Bretaña en el año 2000.15 Algunas de
las ideas más importantes de este informe, destacan:
13 Cfr. HIGHFIELD, Roger, “Dolly creator Prof Ian Wilmut shuns cloning”, Telegraph,
November 16th 2007.
14 Cfr. NAIK, Gautam, “Advance in Stem-‐‑Cell Work Avoids Destroying Embryos”, The
Medical Officer’s Expert Group Reviewing the Potential of Developments in Stem Cell
Research and Cell Nuclear Replacement to Benefit Human Health”, Department of Health,
June 2000. Se puede consultar en Internet:
17
1. La reprogramación de células adultas es, hasta el momento, una
simple “hipótesis” (n. 4).
2. Las células madre no embrionarias “parecen ser más limitadas en
el tipo de tejido al que se pueden desarrollar”, en comparación a
las células madre embrionarias (n. 4).
3. No hay restricciones éticas fundamentales en el uso y
experimentación con embriones humanos (“spare embryos”) que
ya no van a ser utilizados en tratamientos de infertilidad, ya que,
en el Acta 1900, el Parlamento ha decidido que no es inmoral el
uso de estos embriones si es con los fines establecidos, a saber, si
se hace con fines terapéuticos que puedan beneficiar a la
humanidad (n. 17 y 18).
4. El Grupo de Expertos piensa que, “a largo plazo, será posible
reprogramar células adultas para que se comporten como células
madre con todo el potencial de las células madre embrionarias,
pero sin la necesidad moralmente contestable de crear un
embrión” (n. 24).
5. El Grupo de Expertos reconoce que existen opiniones divididas
sobre si es o no éticamente lícito el uso experimental de embriones
humanos. Este grupo “reconoce que el embrión tiene un estatus
especial al ser un ser humano en potencia pero acepta que está
justificado el uso de embriones en etapas tempranas de desarrollo
si es para investigación seria que pueda beneficiar a otros” (n. 26).
6. Como conclusión, se recomienda la investigación científica con
embriones humanos para incrementar el entendimiento de
enfermedades humanas y su tratamiento con terapias celulares
(Recomendación 1).
Sin embargo, con la línea de investigación iniciada por
Yamanaka, y ahora continuada por distintos grupos de científicos
reconocidos, es posible concluir, que: (a) la reprogramación de
http://www.dh.gov.uk/prod_consum_dh/groups/dh_digitalassets/@dh/@en/documents/di
gitalasset/dh_4065085.pdf
18
células de adultos ya no es una hipótesis, sino un hecho; (b) las
células madre de adultos no presentan desventajas frente a las
células madre embrionarias; (c) los resultados obtenidos de la
reprogramación de células adultas no se van a ver “a largo plazo”
pues ya se vieron desde el 2007, es decir, hubo resultados a corto
plazo. En estos incisos se muestran de manera sintética los
argumentos que rebaten algunas de las tesis principales del
“Informe Donaldson” que resumí en los puntos 1, 2 y 4.16
Los puntos 3, 5 y 6 de la página anterior, tienen que ver con
cuestiones éticas y axiológicas relativas más a un análisis filosófico
que a uno científico, y a lo largo de la entrevista con Stéphane-‐‑
Marie se pretende demostrar que: (1) sí hay problemas éticos
fundamentales en el uso de embriones humanos, aun cuando sea
con fines experimentales que reporten beneficios a la humanidad,
pues (2) estamos ante un ente, difícil de entender, cierto, pero que
es más –mucho más-‐‑ que un ser humano potencial o una persona en
potencia. Se trata de un individuo vivo en devenir de la especie
humana al que hay que respetar, siempre. Además, el Grupo de
Expertos del Informe Donaldson reconoce que no hay problemas
éticos y morales en la manipulación científica de los embriones
humanos porque “el Parlamento ha decidido que no es inmoral el
uso de estos embriones si es con los fines establecidos”. Entonces,
¿los legisladores tienen la potestad para decidir dónde hay y
Hay otros estudios que han expresado serias objeciones al “Informe Donaldson”, incluso
16
desde antes de que éste fuera publicado. Entre ellos, destacan: GEARHART, John D. et. al.,
“Derivation of Pluripotent Stem Cells from Cultured Human Primordial Germ Cells”, en
Proceedings of the Natural Academy of Sciences, 95 (1998), pp. 13726-‐‑13731; VESCOVI, Angelo
L. et.al., “Turning Brain into Blood: A Hematopoietic Fate Adopted by Adult Neural Stem
Cells in Vitro”, en Science, 283, 1999, pp. 534-‐‑537; SÁNCHEZ Ramos, Juan, et.al., “Adult
Bone Marrow Stromal Cells Differentiate into Neural Cells in Vitro, en Experimental
Neurology, 164, 2000, pp. 247-‐‑256.
19
dónde no hay un problema moral tecnocientífico donde podría
estar involucrada vida humana?
¿Qué está sucediendo en México?
En México, a pesar de la extraña opinión de un ministro17 de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el cual niega
que la Constitución reconozca y proteja la vida de los no nacidos,
este órgano del Poder Judicial ha reconocido oficial y
explícitamente, y en múltiples ocasiones, que el “derecho a la vida”
es un “derecho fundamental” protegido por la Constitución.
Como ejemplo, está la tesis de jurisprudencia 13/2002 emitida por
la misma SCJN el 14 de febrero de 2002.18
17 Estrictamente hablando, sólo un ministro negó que la Constitución reconoce el derecho a
la vida. Se trata del Ministro José Ramón Cossío. Los otros 10 ministros sí votaron a favor
de la jurisprudencia de Pleno 13/2002. Algunos afirman, equivocadamente, que
únicamente 7 votaron a favor, pero, como señala el Ministro Sergio Salvador Aguirre
Anguiano, los 7 votos señalados “corresponden a la declaratoria de constitucionalidad de
la fracción III del artículo 334 del Código Penal para el Distrito Federal, que se examinó en
la referida acción; mientras que respecto al criterio específico de la tesis señalada, sólo un
ministro discrepó”. Comentario del Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano del 28 de
agosto de 2008. Véase: “Periódico oficial del Gobierno del Estado de Nayarit”, 6 de junio
de 2009, tomo CLXXXIV, número 079, p. 15 y 16. Disponible en:
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Estatal/NAYARIT/Decretos/DECNAY50.pdf
18 “Del análisis integral de lo dispuesto en los artículos 1o., 14 y 22 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, se desprende que al establecer, respectivamente,
el principio de igualdad de todos los individuos que se encuentren en el territorio
nacional, por el que se les otorga el goce de los derechos que la propia Constitución
consagra, prohibiendo la esclavitud y todo tipo de discriminación; que nadie podrá ser
privado, entre otros derechos, de la vida, sin cumplir con la garantía de audiencia, esto es,
mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos en el que se sigan las
formalidades esenciales del procedimiento; y que la pena de muerte sólo podrá imponerse
contra los sujetos que la propia norma constitucional señala, protege el derecho a la vida
de todos los individuos, pues lo contempla como un derecho fundamental, sin el cual
no cabe la existencia ni disfrute de los demás derechos”. El énfasis en negrillas es mío.
Cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XV, p. 589, Registro No. 187816.
Texto citado disponible en: http://200.38.163.161/UnaTesislnkTmp.asp?nIus=187816
20
Asimismo, este Tribunal Constitucional ha estipulado que
los embriones humanos tienen el derecho a la vida y este derecho
es reconocido (1) en la misma Constitución, principalmente en los
Artículos 1, 14 y 22; (2) en las leyes federales y locales; así como (3)
en los tratados internacionales que ha firmado nuestra nación, los
cuales, de acuerdo a una reciente reforma, en materia de derechos
humanos están al mismo nivel de la Constitución. Dice
textualmente otra tesis de jurisprudencia de la SCJN, la 14/2002,
de capital importancia:19
[…] se desprende que establecen, el primero, la protección de
la vida del niño tanto antes como después del nacimiento y,
el segundo, la protección del derecho a la vida como un
derecho inherente a la persona humana, así como que del
estudio de los Códigos Penal Federal y Penal para el Distrito
Federal, y los Códigos Civil Federal y Civil para el Distrito
Federal, se advierte que prevén la protección del bien jurídico
de la vida humana en el plano de su gestación fisiológica, al
considerar al no nacido como alguien con vida y sancionar a
quien le cause la muerte, así como que el producto de la
concepción se encuentra protegido desde ese momento y
puede ser designado como heredero o donatario, se concluye
que la protección del derecho a la vida del producto de la
concepción, deriva tanto de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, como de los tratados
internacionales y las leyes federales y locales”.
Toda interpretación lógica y coherente de las leyes mexicanas,
comenzando por la Constitución, tiene que concluir que la vida
humana, incluyendo la embrionaria, goza de la protección de la
19 El énfasis en negrillas son mías. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XV,
febrero de 2002, página 588, citado en “Periódico oficial del Gobierno del Estado de
Nayarit”, 6 de junio de 2009, tomo CLXXXIV, número 079, p. 13.
21
ley. En consecuencia, las leyes mexicanas prohíben la
manipulación de los embriones humanos con fines experimentales
o con el objetivo de clonarlos.20 De acuerdo con la información21
que amablemente me compartió el Dr. Manuel Ramos Kuri,
especialista en bioética e investigador del Centro de Investigación
Social Avanzada (CISAV), todo parece indicar que, en México,
oficialmente todavía no se hacen experimentos que involucren
embriones humanos con la finalidad de clonarlos, aunque
extraoficialmente no se descarta la posibilidad de que haya algún
caso aislado de algún investigador que sí esté haciendo
experimentos con embriones humanos sobrantes de fertilización in
vitro en la penumbra de la ilegalidad. En palabras del Dr. Ramos
Kuri:
“Me parece que es más importante mencionar que en México
las actividades de fertilización in vitro, así como la
reproducción asistida, son prácticas comunes. Existen más de
100 clínicas de este rubro con autorización de la Secretaría de
Salud, y se calcula que debe haber muchas más sin
autorización. Esto supone una manipulación de embriones
humanos a gran escala. Se calcula simplemente que, en
México, debe haber alrededor de 150,000 embriones
congelados en estas clínicas, aunque tampoco se conoce el
número exacto pues no se lleva registro formal por parte de la
Secretaría de Salud. Esto nos habla de que son decenas de
miles de embriones humanos que se crean por año y yo
calculo que si no se prohibiera esta práctica, a finales de esta
20 De acuerdo con el Artículo 154 del Código Penal del Distrito Federal: “Se impondrán de
dos a seis años de prisión, inhabilitación, así como suspensión por igual término para
desempeñar cargo, empleo o comisión públicos, profesión u oficio, a los que [….] III.
Creen humanos por clonación o realicen procedimientos de ingeniería genética con fines
ilícitos”.
21 Correo electrónico del 4 de agosto de 2011.
22
década tendríamos alguna cifra cercana al millón de
embriones congelados”.
La práctica de la fertilización in vitro involucra, por inercia
intrínseca, muchos interrogantes de carácter ético y moral. Es
verdad que esta técnica pone una solución muy concreta a
problemas como la esterilidad o la subfertilidad, complicación
cada vez más frecuente en la sociedad contemporánea occidental,
debido, entre otras razones, a que le gente se está casando a una
edad más avanzada. Muchas parejas y matrimonios que desean
tener hijos, no lo pueden hacer porque en sus organismos hay
obstáculos que ahora pueden superarse con el uso de esta
tecnología; sin embargo, las consecuencias no implican
únicamente aristas positivas. No pocas mujeres consiguen un
embarazo exitoso tan deseado, y nadie les puede reprochar esto.
El problema viene con el método utilizado para conseguir este
objetivo tan noble y preciado.
La técnica de la fertilización in vitro implica, necesariamente,
que sean fertilizados varios cigotos, pues el índice de
implantación exitosa es muy bajo, y es preciso tener varios cigotos
listos para repetir el procedimiento, en el caso más que probable
de que algunos intentos fallen (el porcentaje de éxito oscila entre
un 20 y 30%). En otras palabras: por cada niño o niña que nacen y
que fueron fertilizados in vitro, varios de sus hermanos se
quedaron en el camino: algunos fueron destruidos (“reducción
embrionaria”) y otros, los “sobrantes”, se encuentran congelados
en un laboratorio a -‐‑196 grados centígrados (“crioconservación”).
Los interrogantes no se hacen esperar: ¿es éticamente
correcto que, para que una persona llegue a vivir y con el tiempo
crezca y se desarrolle plenamente, se hayan tenido que matar a
23
otros seres humanos? ¿Qué hacer con los millones de embriones
sobrantes en crioconservación? ¿Sus familias están interesados en
que se les saque del congelador y crezcan? En la abrumadora
mayoría de los casos, las familias no los reclaman. Entonces, ¿qué
hacer con estas vidas humanas, con estos embriones humanos que
ya tienen perfectamente determinado su ADN, su tipo de sangre,
su sexo? ¿Destruirlos? ¿Utilizarlos como materia prima de
experimentos científicos? Necesitamos tomarnos el tiempo y la
dedicación necesaria para ponernos a estudiar -‐‑y a fondo-‐‑, estas
cuestiones. Tenemos que hacerlo. Hay vidas humanas que están
siendo aniquiladas, sin piedad, en nombre de la “libertad” y bajo
la bandera de la “ciencia” y el “progreso”. Quizá todas estas
preguntas se resumen en ésta: ¿tenemos el derecho de hacer todo lo
que técnicamente está a nuestro alcance?
A lo largo del texto, Preguntas de bioética, los lectores
encontraran explicitados una serie de argumentos claros e
inteligentes, que nos ayudarán a tener una compresión cabal de lo
que es el respeto a la dignidad de todos los seres humanos, sea
cual fuere su edad, sexo y estado de salud.
Agradecimientos
Quiero extender mi especial reconocimiento a Ileana Garza
Terán, quien colaboró de manera dedicada y esmerada en esta
entrevista. Sin su ayuda, esta proyecto no hubiera sido posible.
El apoyo de los Maestros Gamaliel Téllez Maqueo, Jorge
Olano Galicia, Jorge Julián Martínez Uribe, del Matemático
Fernando Nájera Velasco y del Lic. Edgar Daniel Ramírez Chávez,
miembros del Consejo Directivo de la Preparatoria de la
Universidad Panamericana, fue decisivo y contundente. También
24
incluyo al Mtro. Mario Agustín Castillo Sánchez Hidalgo, antiguo
Secretario Académico de la Preparatoria, y al Mtro. Marco
Antonio Galindo Corona, antiguo Director General.
Mi gratitud a mis colegas Casandra Fernández Diez y a
Vicente de Haro Romo, quienes amablemente revisaron la versión
final de este texto y me hicieron algunas observaciones y
comentarios sumamente provechosos. Asimismo, quiero darle las
gracias al Biólogo Baldo Altube Moreno por haberme hecho
algunas sugerencias, y al Lic. Francisco Javier Carrión Ruiz por
trabajar en el formato digital de este libro.
Extiendo, por último, mi personal agradecimiento a
Stéphane-‐‑Marie Barbellion y al equipo editorial de Aletheia, por
haberme autorizado publicar la traducción de su entrevista, no sin
mencionar también al Dr. Manuel Ramos Kuri, por haber
compartido información conmigo que demostró ser valiosa y
esencial.
Alonso Fernández Diez
Ciudad de México, agosto de 2012
25
I
Mirada de sabiduría humana universal sobre
el inicio de la vida
1. Introduciendo algunos temas
a) El estado actual de la investigación biológica
¿Dónde estamos hoy en el campo de la investigación biológica?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: La investigación biológica de hoy está
inscrita en una evolución relativamente reciente. En primer lugar,
resaltemos que la concepción aristotélica de la fecundación
humana permaneció hasta el siglo XVIII. El hombre era
considerado como aquél que sembraba y la mujer como la tierra
fecundada; no fue sino hasta 1677, con el descubrimiento de los
espermatozoides, y de manera más precisa con los trabajos de
Spallanzani en 1786, que fue descubierto el verdadero mecanismo
de la fecundación y el rol de los espermatozoides.
Es una revolución respecto de una concepción envejecida por
veinticuatro siglos y cuyo origen remonta a Hipócrates. Sin
embargo, podemos hablar de otra revolución mucho más
impresionante en estos últimos veinte a treinta años. El hombre ha
descubierto que puede procrear al hombre dentro de una probeta,
la llamada fecundación “in vitro”. Hoy se puede controlar la
fecundación por medio de numerosas técnicas y en la aplicación
26
surge el problema o la cuestión de la bioética. Bio proviene del
término griego que significa vida, ética designa el actuar por
costumbre del hombre; por evolución semántica, ética ha llegado a
identificarse al actuar conforme a la sabiduría humana.
b) La ley sobre el aborto en Francia
Para presentar un panorama general, podríamos abordar en
primer lugar la I.V.E. o Interrupción Voluntaria del Embarazo,
que también es conocida como I.T.E. (Interrupción Terapéutica del
Embarazo). Por ejemplo, en Francia se votó la ley sobre el aborto
en 1975 (misma que sería definitiva en 1979). Las condiciones de
su aplicación fueron precisadas, y de manera especial se toca el
tema de la situación de desamparo para mujeres embarazadas. Pero
poco tiempo después aparece en el horizonte que el campo de
aplicación será entendido de manera más amplia, como, por
ejemplo, el embarazo al inicio de las vacaciones de verano, como está
previsto en el calendario familiar francés.
Enseguida podríamos citar todos los métodos de
anticoncepción abortiva que entran en el mismo marco que
citamos. Entre ellos está la píldora Norlevo22, distribuida en Francia
También se le conoce como Levonorgestrel. En México, existen muchas pastillas
22
de anticoncepción de emergencia con distintos nombres que tienen todas este efecto
abortivo, aunque su composición química no sea idéntica. Las que se venden en
México son: Ladiades 1.5, Postinor2 Unidosis, Silogin 1.5mg,
Alterna, Glanique, Ladiades 0.75, PostDay, Postinor-‐‑2, Silogin 0.75mg, Vika,
Eugynon, Eugynon CD, Neogynon, Neogynon CD, Nordiol, Ovral,
Lorsax, Microgynon CD, Microgynon-‐‑30, Mithuri, Nordet, Nordette
y Rigevidon. Véase la página web del Consorcio Latinoamericano de
Anticoncepción de Emergencia (www.clae.info). La pregunta que hay que hacerse,
es: ¿por qué no mencionan el hecho de que estas pastillas son abortivas? ¿Por qué
ocultan este dato?
27
en las farmacias sin necesidad de prescripción médica (y sin
autorización por parte de padres de familia en el caso de menores
de edad). Esta “píldora del día después” impide la anidación de
un embrión eventualmente presente y, por lo tanto, tiene un efecto
verdaderamente abortivo.
El progreso de la técnica también se ha dejado sentir en el
dominio del diagnóstico prenatal, que permite detectar las
malformaciones de los fetos en mujeres embarazadas,
proporcionando así “justificaciones” de la mayor parte de los
abortos o I.T.E.
c) Procreación médicamente asistida
Posteriormente hubo una revolución concerniente a las
procreaciones médicamente asistidas, esto es, a los “bebés
probeta”. El año de 1978 seguirá siendo célebre debido al
nacimiento de Louise Brown en Inglaterra, mismo que fuera
asistido por el equipo de doctores Edwards y Steptoe.
Efectivamente, es posible producir un embrión en una probeta con
Sin importar las marcas de las píldoras, todas las que combinan progestina y
estrógeno actúan en tres niveles: (1) a nivel de la ovulación que es suprimida; (2) a
nivel del moco cervical que pierde su permeabilidad; y (3) a nivel del endometrio
que se vuelve poco propicio para la anidación. En el caso de fracasar en la
oposición a la ovulación, ésta impide la anidación. Esto significa que ninguna
píldora, ya sea clásica o de dosis pequeñas no puede ser verdaderamente hoy
considerada como no abortiva, contrariamente a lo que se decía todavía hace una
década. Cfr. FERNÁNDEZ Diez, Alonso, SHAPIRO Strygler, Ilan, et.al., “Algunas
consideraciones científicas y bioéticas sobre el embrión humano en torno al
problema del aborto”, Revista de Especialidades Médico-‐‑Quirúrgicas, ISSTE, 2005, vol
9, núm. 3, pp. 6-‐‑15, disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/473/47390309.pdf
(Nota del traductor).
28
la semilla de los padres, pero también es posible hacerlo con la
semilla de otros donadores; el embrión es incubado en el útero de
la madre biológica o en el de otra mujer. También es posible
escoger el sexo de los niños, seleccionar los embriones anormales
de aquéllos que lo parezcan menos. Se ha buscado extrapolar eso
mismo a otras múltiples técnicas como, por ejemplo, la
inseminación de una mujer después de la muerte de su marido o
el cruzamiento de un gameto humano con uno animal.
Actualmente, pueden introducirse genes humanos en animales
para que éstos fabriquen los anticuerpos que el hombre necesita.
Habría que sumar una multitud de otras posibilidades, que
desarrollaremos un poco más adelante.
d) Clonación terapéutica
Una de las revoluciones más espectaculares es la clonación.
Probada primeramente en animales por motivos de selección de
raza, esta técnica ahora es aplicada al hombre por razones
terapéuticas. Un año que seguirá siendo importante es 1996,
porque es el año del nacimiento de la oveja Dolly, asistido por el
equipo del doctor Ian Wilmut, del Instituto Roslin de Edimburgo.
Hoy la pregunta es saber si el hombre puede ser clonado, ya que
eso permitiría disponer de todos los órganos de recambio en caso
de enfermedad. En efecto, ha sido descubierta la naturaleza
pluripotencial de algunas células de nuestro cuerpo, que bajo
ciertas condiciones de cultivo, son capaces de generar órganos o
incluso un embrión completo. Son llamadas células “Madre” o
“estaminales”, palabra que proviene del latín stamen, que designa
el hilo de fibras capaz de componer todo un tejido. Estas células
madre o estaminales podrían llegar a reparar, por ejemplo, una
médula espinal lesionada. Este ejemplo significativo es tomado de
29
otros elementos que son parte de los diversos y extraordinarios
campos de las aplicaciones en medicina.
e) Terapia génica, eutanasia y otras terapias
La investigación biológica también ha abierto otra salida
terapéutica. Se trata de lograr transformar los cromosomas de un
adulto “in vivo”. Se habla de terapia génica: con ayuda de ciertos
virus, es posible transformar los datos genéticos de un enfermo
para sanarlo. En 1999, el Hospital Necker23 anunció la curación de
dos niños que padecían déficit inmunitario y que fueron curados
gracias a terapias génicas. Al lado de esas atenciones médicas,
podemos preguntarnos si acaso sería posible transformar los
genes responsables de nuestro envejecimiento, para impedir que
el hombre envejezca y muera.
El campo de la cirugía también es cada vez más amplio. Es
posible trasplantar órganos animales en el hombre; operar
relativamente bien a un hombre para convertirlo en mujer o
viceversa; operar a los fetos dentro del vientre de su madre;
injertar células nuevas en el cerebro, etc. En fin, la medicina tiene
un poder cada vez más extenso para prolongar la vida y eso
introduce preguntas sobre las terapias e investigación que se dan
en el hospital; interrogantes sobre el empeño terapéutico y en
ciertos casos sobre su contrario, como es el caso de la llamada
eutanasia; ésta puede ser pasiva o activa en la medida en que el
hombre tiene o no efectivamente el poder de terminar o de
acelerar cierto número de procesos vitales.
El Hôpital Necker-‐‑ Enfants Malades, está asociado a la Facultad de Medicina de la
23
30
Este es un breve panorama sobre la investigación biológica
actual, puntuado por las etapas más notables.
f) La carrera de patentes y la “cosificación”
del embrión humano
¿A qué etapa hemos llegado para explicar el por qué de este
debate actual? ¿Por qué la necesidad de una ley como marco en
bioética (que se hace necesaria más o menos al mismo tiempo en
cierto número de países, entre ellos Francia), o la recuperación
del interés general acerca de las relaciones entre ciencia y ética?
¿Por qué todas estas preguntas son planteadas hoy día? ¿Con
qué urgencia debemos aportar respuestas a estas preguntas
sobre las realizaciones efectivas de la ciencia y de la técnica en el
campo de la biología?
-‐‑Stéphane-‐‑Marie: La etapa en la que hemos entrado y que explica
el debate actual, nos conduce, fundamentalmente, al tema de los
derechos humanos. Actualmente, las intervenciones de biólogos o
de doctores están centradas con frecuencia en el tema del ser
humano en sus primeras fases de desarrollo. En consecuencia, es
urgente precisar la definición que conviene al embrión humano en
sus primeras etapas de su desarrollo.
Los progresos pueden ser enormes y rápidos, y esto además
se ubica en el contexto de apuestas comerciales fabulosas, ya sea
que se trate de terapias o de confort: por lo tanto, pueden generar
una carrera hacia el progreso, una necesidad de resistir a un tipo
de concurrencia mundial. El problema encuentra su raíz en una
“reificación” o “cosificación” del ser humano: el embrión se
convierte en un instrumento cuya fecha límite de utilización
cambia con regularidad. Por eso mismo, la urgencia de una
31
reflexión está centrada en dos preguntas clave: ¿qué es el embrión
humano? Y ¿acaso es sujeto de derechos?
g) Necesidad de tomar distancia y de juzgar con prudencia
La problemática en cuestión es agravada por la ausencia de
una toma de distancia. No hay tiempo suficiente para cuestionarse
sobre lo que realmente se está haciendo. Lo que importa –dicen-‐‑ es
avanzar sin perder tiempo y no quedarse atrás de cara a otros
países que podrían disponer más rápido de tal o cual terapia, del
tal o cual técnica; logrando así satisfacer primero las actuales
oferta y demanda, y “ganar” antes que los demás la gran “carrera
por las patentes”.
Finalmente, se toma ventaja de las imprecisiones jurídicas y
éticas para avanzar lo más rápido posible en tanto las legislaciones
no reaccionen. Queda claro que el tiempo está contado y en los
debates se oculta todo lo que podría contrariar a la opinión
pública, como por ejemplo las nociones de eugenesia, de humanidad
como conejillo de Indias, de supresión masiva de embriones, etc., y sólo
se habla de las curas médicas y del servicio brindado a la
humanidad. Por el momento, y a nivel global, hay mucha
desinformación sobre este tema.
h) El genoma y la explosión de la investigación
Tomemos la situación concreta actual: se habla de nuevas vías
abiertas para la biología. Esta situación parece ser a la vez
resultado del progreso científico, como pueden ser el
desciframiento completo del genoma humano y la realidad de la
existencia de un número elevado de embriones sobrantes,
llamados “sin proyecto parental”. ¿Adónde nos dirigimos?
32
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: Es verdad que la investigación de los
cromosomas humanos y sus secuencias internas, que reciben el
nombre de genes, ha permitido descubrir que todos los órganos y
todos nuestros tejidos son fabricados a partir de ese programa
inicial que representan los cromosomas, estando todos presentes
desde que el embrión comienza a existir. Ese programa será
enseguida ejecutado, cuando estén formados todos los órganos del
embrión. El interés por descifrar el genoma humano consiste en
conocer exactamente la función de cada parte de los cromosomas
(los genes) y, de esta manera, estar en condiciones de reconocer un
buen gen y uno malo. Ahora ya es posible analizar cada célula y
se puede hacer incluso con un diagnóstico prenatal a partir del
análisis del líquido amniótico de una mujer embarazada. Esto
permite, de entrada, saber si el feto que lleva la madre en su
vientre llegará o no a convertirse en un ser constituido con
normalidad; por lo tanto, esta técnica tiene un campo de
aplicación relativamente grande.
i) Los embriones “sobrantes”
De forma paralela a estos avances científicos, debemos
agregar que hay un número de embriones “sobrantes”
congelados, que provienen de los programas de “procreaciones
médicamente asistidas” (PMA) y que no han sido utilizados. Son
varias las razones que explican esta situación. En primer lugar,
hace falta saber que, para que una procreación médicamente
asistida sea lograda, es necesario que se realicen previamente
cierto número de fecundaciones: son producidas en exceso para
mitigar los numerosos fracasos relacionados con las técnicas
actuales. La tasa de fecundidad natural es del 25 al 30%. Por el
momento, la fecundación “in vitro” alcanza como máximo del 5 al
10% por cada implantación. Por esta razón se implantan, la mayor
33
parte de las veces, tres embriones de manera simultánea en el
útero de la madre: para conseguir las mismas probabilidades del
25-‐‑30% que tiene la naturaleza en sí misma.
Después de una fuerte inyección hormonal en el cuerpo de la
mujer, es puncionada una cantidad de óvulos en un mismo
momento para no traumatizar durante mucho tiempo a la
paciente; después, se produce un número de embriones que son
almacenados a temperatura baja. En efecto, es necesario asegurar
una buena decena de embriones para poder alcanzar con éxito
uno o dos nacimientos a través del artificio de la probeta.
Frecuentemente, se puede constatar que las parejas que han
seguido un programa de procreación médicamente asistida y han
tenido un hijo por ese medio, raramente utilizarán después sus
propios embriones almacenados. Ese hecho, que tiene
explicaciones múltiples, termina por dejar como reserva un
número impresionante de embriones. 24 Entonces, se vuelve
sumamente tentador para los científicos poder utilizarlos para sus
investigaciones sobre el genoma, para extraer células madre y
otros elementos que puedan servir a la investigación, sea o no
terapéutica. Es cierto que la legislación francesa ha decidido, por
el momento, suprimir esos embriones después de que cumplen
cuatro años sin ser reclamados: pero la decisión vuelve a ser
cuestionada. ¿Por qué no aprovechar, al menos en parte, algo que
de cualquier manera será suprimido? La legislación francesa
vacila, porque esos embriones son propiedad de sus progenitores
genéticos y eso puede suscitar problemas jurídicos relevantes.
Esas dificultades serían análogas a aquellas que están presentes en
el caso de las madres “subrogadas”, es decir, de las “madres” que
llevaban a los hijos de otras personas en su vientre –esto ahora
34
está prohibido-‐‑ y que, frecuentemente, deseaban quedarse con el
bebé aunque éste tuviera otra identidad biológica, otro origen.
Además, hay que reconocer también el enorme interés
mediático que se suma a los problemas ya citados. Debemos
admitir que desde el punto de vista “mediático”, estamos más
adelantados respecto de lo que los científicos realmente han
conseguido realizar hasta el día de hoy. Esto aumenta un poco el
“estrés” de la carrera científica: a pesar de que todavía no se
consigue clonar seres humanos, los científicos sienten más o
menos la obligación de conseguirlo.
En consecuencia, surgen las manipulaciones, los ensayos, los
programas; además, es sabido que para llegar al objetivo deben
aprovecharse las ambigüedades ética y legislativa actuales, ya que
existe el riesgo de que, en poco tiempo –y con justa razón-‐‑ haya un
freno legal o presupuestario. En ese supuesto, algunos
laboratorios han llegado ya a las etapas iniciales con algunas
células para conseguir embriones clonados; otros pretenden tener
realmente un clon humano en su etapa de gestación... La
clonación en el reino animal ya es un hecho; esto se sabe por el
nacimiento de la oveja Dolly; sin embargo, aún no hay pruebas
reales que demuestren alguna clonación exitosa en la especie
humana. Jacques Testart25 piensa que existe un obstáculo biofísico
25
Reconocido investigador francés, autor de más de 300 artículos científicos
publicados, director del INSERM (Institut national de la santé et de la recherche
médicale). Nacido en 1939, es Doctor en Ciencias y ha sido investigador en el INRA
(Reproduction des mammifères domestiques). Desde hace muchos años, se ha dedicado
profesionalmente a la investigación en el campo de la reproducción natural y
artificial en animales y en humanos. Es el padre científico del primer bebé probeta
en Francia (1982), y es un defensor de la investigación científica dentro de los
límites de la dignidad humana (Nota del traductor).
35
al interior de la especie humana; el objetivo de la “carrera” actual
sería, por lo tanto, tratar de darle la vuelta a esa dificultad. Antes
de que estemos ante una realidad científica, que hará mucho más
difícil dar marcha atrás, es importante invertir en una reflexión
ética a largo plazo.
j) El caso de las células madre adultas
También es cierto que existen múltiples vías que pueden ser
explotadas, pero es evidente que la clonación humana es mucho
más tentadora. Jacques Testart subraya con frecuencia en sus
entrevistas, que todavía queda mucho camino por recorrer con
animales y que actualmente parece que hay un gran descuido de
las etapas intermedias. Podría comenzarse por intentar resolver la
cuestión de la terapia con células madre adultas a partir de un
vasto conjunto de experiencias realizadas26 y en las que se han
obtenido resultados prometedores, como por ejemplo, las células
óseas que pueden producir células sanguíneas; células nerviosas
que pueden producir células musculares; células sanguíneas
extraídas del cordón umbilical de recién nacidos, que pueden
producir otras células. No estamos obligados a pasar primeramente
por la fase embrionaria para realizar trasplantes o para hacer
avanzar las terapias de las enfermedades más graves. Además,
queda por hacer un trabajo enorme con animales para asegurar la
inocuidad de las condiciones y la eficacia de las técnicas que
pretenden aplicarse al hombre.
No disponemos de resultados suficientemente profundos
sobre la especie animal como para justificar la investigación “por
todos los medios” en el embrión humano. Y es justo aquí donde se
36
puede ver hasta qué punto el interés económico y la competencia
pueden hacer que se vaya más rápido que lo que marcan la ética o
las leyes. Es un orden de prioridad que hay que clarificar con
prontitud.
2. Tender a lo objetivamente bueno
k) El problema de las distintas definiciones de persona
El debate en la opinión pública manipula de manera importante
el temor que existe sobre las consecuencias lejanas que tienen
las decisiones actuales. ¿Podemos precisar cuáles son estos
temores? ¿Hay algo objetivamente bueno para el hombre en esas
investigaciones? Y en cuanto a los peligros, ¿cuál es su
naturaleza?
-‐‑Stéphane-‐‑Marie: Si tuviéramos que definir la dirección de lo que
es objetivamente bueno para el hombre en esas investigaciones,
hablaríamos de la noción de derechos humanos y de la noción de
salud.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos no nos
es útil aquí, porque se salta –de manera intencional o no-‐‑ el estatus
del ser humano antes de su nacimiento: “Todos los hombres nacen
libres e iguales, etc.27” Queda entonces por precisar cierta noción
de los derechos humanos. No podemos escondernos detrás de la
ambigüedad o de la imprecisión de una declaración para fundar
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros. Cfr. Art. 1. de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Cfr. http://www.un.org/es/documents/udhr/
37
todo un sistema de leyes. El “espíritu de las leyes”, como
intentaremos demostrarlo, está a la base de la ética de toda
civilización. También contamos con la definición de embrión que
da el Comité Nacional Consultativo de Ética (de Francia):
“persona en potencia”; pero tampoco aporta una respuesta a la
pregunta sobre los derechos del ser humano antes de su
nacimiento. ¿Una persona humana en potencia tiene dignidad y
por ende, tiene también los derechos de una persona “que ya no
es sólo en potencia”28?
El segundo aspecto es la noción de salud. La intervención
física de un individuo humano sobre otro individuo humano no
puede justificarse sino en el contexto de la educación de los padres
–la educación escolar siendo el prolongamiento de la misma-‐‑, en
el marco de la salud o en el propio de la justicia. Curar a un ser
humano es una cosa positiva y es uno de los frutos más bellos de
la investigación científica. Sin embargo, sanar a alguien utilizando
el cuerpo de otro individuo humano reclama una reflexión previa,
una ética al servicio de esta intervención. Los cuidados médicos
otorgados a un individuo humano no deben realizarse en
detrimento de otra individualidad humana sin el claro
consentimiento de ésta última. Incluso, para ese caso, la definición
de ser humano en sus primeras etapas de desarrollo es un
requisito indispensable. Si un embrión dejado a su desarrollo
natural puede convertirse en una persona, debe ser planteado el
problema sobre el límite que tienen las aplicaciones científicas y
sobre los límites o los medios para obtener el aspecto positivo: la
promoción de la persona por parte de la terapéutica, de los
cuidados médicos. Por eso, una definición de “hombre” en todas
sus etapas de desarrollo, es fundamental.
38
l) La primera gran dificultad: la definición de hombre
Si no es exigida como fundamento una reflexión sobre el
estatuto del embrión, hay un atentado contra la identidad del
hombre. Para precisar algunas de las consecuencias, notemos que
al dejar en la confusión y en la ambigüedad una parte del
desarrollo humano aparentemente inconsciente, todos los
derechos humanos son reservados al adulto consciente, capaz de
relaciones humanas y de actos libres. Esa decisión no se da sin
consecuencias o sin riesgos, simplemente porque la delimitación
de los derechos del hombre en ciertas fases de su desarrollo,
descansa siempre sobre una decisión subjetiva y cultural. Siempre
podemos “ir más lejos”. Incluso, tomando como base la definición
de hombre que da la Declaración Universal de Derechos
Humanos, uno se las puede “arreglar” para “redefinir el
nacimiento”. En Inglaterra, una madre es propietaria de su bebé
como si fuera uno de sus órganos, siempre y cuando el cordón
umbilical no haya sido cortado. En otras palabras: ella puede
decidir la suerte de su bebé, incluso de suprimirlo, mientras el
cordón umbilical no haya sido seccionado. Ha sido “decidido”
que el bebé “no ha nacido” mientras que el cordón umbilical no
haya sido cortado. La Declaración Universal de Derechos
Humanos es entonces “respetada”. Pero ¿hasta dónde podemos
llegar? Nos encontramos también con este problema al otro
extremo de la vida, con la eutanasia o con los cuidados paliativos:
¿Tenemos derecho a aplicar una terapia que prolongue la
enfermedad manteniendo al paciente inconsciente, o una terapia
que acelere los procesos de la muerte o que los provoque
directamente?29
39
m) Distintos niveles de reflexión
Este interrogante de “¿hasta dónde podemos ir?” presupone la
pregunta “¿eso es bueno o malo para el hombre?”. ¿Con qué
bases podemos hacer ese discernimiento?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: La reflexión bioética debe llevarse a cabo en
distintos niveles con la finalidad de poder aportar criterios de
discernimiento para toda persona, tenga o no tenga ésta
convicciones religiosas. Bajo esa perspectiva es posible situarse a
un nivel de reflexión llamado consensual, luego a otros tres niveles
que llamaremos “búsquedas de sabiduría”. El primer nivel –
consensual-‐‑ corresponde al esfuerzo de algunas sociedades para
dotarse de comités nacionales de ética, como es el caso de Francia.
En Francia, se supone que el Comité Nacional Consultativo de
Ética (C.C.N.E.) representa a las diferentes tendencias de
pensamiento del país. Está compuesto por representantes de las
religiones mayoritarias, por varios grupos de profesionales, por
hombres y mujeres, etc. El objetivo es proporcionar un primer
nivel de reflexión, aunque no está autorizado para expresarse
sobre ciertas cuestiones fundamentales, como veremos más
adelante.
Los otros tres niveles tienen como objetivo no la utilidad
legislativa o gubernamental, sino el hombre y su sabiduría, su
afán de felicidad. El primero de estos niveles es filosófico.
Corresponde a una reflexión de la filosofía realista humana
fundamental (que por motivos de simplificación aquí llamaremos
“simple ética”), mismo que no presupone la existencia de Dios y
que busca las bases de un comportamiento ético a partir de la
experiencia humana externa y básica. Para comenzar, vamos a
concentrarnos en ese primer nivel. Al final desarrollaremos los
40
otros dos, el de la ética religiosa (ética común a todas las
religiones) y el de la ética cristiana.
3. “Ética humana fundamental” (o simple ética)
n) El estatuto del embrión humano
Comencemos por el estatuto del embrión humano. El
C.C.N.E. francés ha propuesto la definición de persona potencial.
Hay que reconocer que esta definición, fuera del reconocimiento
de una débil dignidad de origen, no ha tenido ningún otro
impacto práctico mas que impedir la concesión de derechos al
embrión humano; en consecuencia, permite cierta libertad para
“maniobrar”, al menos hasta la etapa en la que se decide hablar de
persona que ya no es potencial. La Declaración Universal de
Derechos Humanos, como ya dijimos, precisando que “todos los
hombres nacen libres e iguales [...] en derecho”, también deja una
confusión no menos grande. En la investigación actual sobre el
embrión humano, parece que se está “tomando ventaja” de esa
definición tan amplia, para probar las experimentaciones más
discutibles.
Más allá de las reflexiones “oficiales”, el debate también se
da en otro horizonte. Existen discusiones más filosóficas sobre la
naturaleza del embrión humano. Para algunos, es necesario
introducir la noción de alma, es decir, lo que funda dentro de la
filosofía aristotélico-‐‑tomista la “metafísica de los derechos del
hombre”. La filosofía del alma fue por primera vez desarrollada,
como tal, por Aristóteles; Platón propuso una descripción del
alma pero no ofrece un camino de búsqueda para llegar a ella.
Aristóteles enseña la necesidad de un “cuerpo orgánico” como
41
previa condición para toda unión entre alma y cuerpo;30 lo que lo
hace partidario de una “animación mediata”, es decir, de cierto
lapso de tiempo entre la fecundación y la animación –por lo
menos de cuarenta días-‐‑, tiempo para que los órganos, elaborados
por un principio de acción parental, se acomoden.31
30 Cfr. Del Alma, II, 412b 5 y 6. Un aristotélico partidario de la animación inmediata,
Pascal Ide, en “¿El cigoto es una persona humana?”, Nova et Vetera, 76, (2001),
enero-‐‑marzo (1ª parte) y abril-‐‑junio (2ª parte, p. 45-‐‑89 y 53-‐‑88), presenta una larga
investigación destinada a establecer el estatuto de persona del cigoto humano
desde los primeros instantes de su existencia (por lo menos desde la fase de la
amfimixia). El autor funda su tesis sobre el hecho de que Aristóteles está en lo
correcto, condicionando la unión del cuerpo y del alma con la anterior organización
del cuerpo (que no se trata de los órganos como comúnmente lo entendemos). Por
otro lado, afirma que el cromosoma es una organización suficientemente compleja
para cubrir dicha necesidad y que el cigoto puede ejercer operaciones racionales
inmediatamente después, cuando el alma está presente; de alguna manera esto
sería análogo a la relación que hay entre la ciencia y el ejercicio de la misma.
Además, es un individuo porque, contrariamente a lo que piensa Leibniz,
“individuo” no quiere decir indivisible, sino únicamente no dividido. Siendo un
individuo de naturaleza racional ya es una persona, si nos apegamos a la
definición de Boecio o a la de Santo Tomás. Más adelante haremos algunas
observaciones sobre estos argumentos de Pascal Ide.
31
Efectivamente hemos dicho órganos y no organización. P. Ide (“El cigoto…”, op.cit.,
2a parte, p. 64) cita la afirmación de Aristóteles: “El alma es la entelequia de un
cuerpo orgánico” (Organikon, Del Alma, 412b 6). Pero el autor piensa que en ese
pasaje debe leerse organización y no orgánico: organización de la estructura y no
de los órganos. Sin embargo, el ejemplo que Aristóteles cita después de su
definición, es el de un órgano como parte del cuerpo, “como las hojas para la
planta o sus raíces, equivalentes a la boca en los animales”. En realidad, Aristóteles
habla de la organización de las partes, ojo, boca, cerebro, de la misma manera en
que la concebimos hoy. De hecho, los órganos “miniatura” eran una concepción
completamente aceptada por la escuela médica hipocrática (el homúnculo) que,
como buen hijo de médico, Aristóteles conocía bien. El cromosoma podrá tener el
programa completo de un órgano, sin embargo, Aristóteles no lo consideraría
propiamente como un órgano. El cromosoma del ojo podrá contener el plan
completo del órgano, pero no es lo que permite ver. Gracias al ojo y no al
cromosoma el alma puede ver: ese es el sentido concreto que “órgano” tiene para
42
Tomás de Aquino retomará la misma posición en el siglo
XIII.32
Parece que si mantenemos que lo que funda la dignidad de
la persona es la presencia de ese elemento, es decir, del alma, la
pregunta sobre el momento en el que tiene lugar la animación,
debe ser resuelta con anterioridad. Por el contrario, si la dignidad
de la persona puede concernir al embrión independientemente de
la cuestión del alma, la reflexión es diferente.33
Además de las reflexiones “consensuales” y el ejemplo de la
reflexión filosófica, hay otras posiciones –materialistas, dialécticas,
fundamentalistas, utilitaristas, etc.,-‐‑ pero que no tienen la
preocupación de tomar como punto de partida la experiencia
Aristóteles. Empleemos una metáfora: el hecho de tener los planos de un arquitecto
para hacer una casa, e incluso tener los ladrillos y el cemento, no nos protege de la
lluvia. La casa no cumple su función “orgánica” sino hasta que está construida para
abrigar a personas. El cromosoma no es el órgano inmediato de la vista, porque de
hecho vemos con el ojo. Por otro lado, la inducción del alma, a la que llegamos
primeramente analizando al adulto, está basada en la experiencia de un cuerpo
orgánico porque sus partes son visibles (ojo, boca, brazos, pies) y pueden ser
observadas por medio de los sentidos naturales, mismos que son la puerta de
entrada a la experiencia filosófica inicial para la inducción del alma, principio y
causa de vida. También podríamos hacer este tipo de preguntas sobre la
metodología de P. Ide: ¿los cromosomas son una realidad accesible a partir de los
cinco sentidos? O dicho de otra manera: ¿hay una experiencia filosófica natural de
los cromosomas? No creemos que eso sea posible. La experiencia (empereia) de
Aristóteles parece ser más cualitativa que la experimentación, y la cualidad es
necesaria para culminar en una verdadera inducción filosófica.
32 Parece que esta postura es la que sostiene actualmente la Iglesia Católica. Más
43
humana externa. Nosotros intentaremos más bien basar una vía
de reflexión filosófica tomando como punto de partida la
experiencia humana externa, misma que llamaremos “simple
ética” o “ética humana fundamental”.
El argumento de la animación no es convincente para
cimentar una respuesta clara sobre la pregunta de los derechos del
embrión como tal. En efecto, bajo una perspectiva aristotélica, el
embrión no es un cuerpo orgánico –condición necesaria para la
animación– sino que lo será en un estadio posterior a la
fecundación y, precisar ese instante, es algo difícil.34 De acuerdo
con la posición aristotélico-‐‑tomista, el embrión no es una persona
mientras no haya alcanzado su fase de animación. Ahora bien, si la
posibilidad de animación es establecida con el reconocimiento de
un instante clave a partir del cual es reconocida la adecuación
orgánica del devenir embrionario, nos falta establecer la realidad
de la presencia efectiva del alma y de su unión al cuerpo. 35
34
En su trabajo ya citado, Pascal Ide identifica, con frecuencia, concepción y
fecundación. Nos resulta importante subrayar que la palabra concepción, en
principio, tiene un sentido teológico o filosófico y que la biología sólo puede hablar
de fecundación. La concepción de un embrión, ¿no corresponde más bien a un
embrión cuya organización interna está suficientemente terminada? En dicho caso, la
concepción orgánica alcanzaría su fin con la animación, logrando una concepción
“sustancial”.
35
En el artículo citado, Pascal Ide plantea la presencia del alma espiritual desde el
primer momento de la fecundación en la fase de amfimixia. La amfimixia es la fase
–según la teoría científica actual-‐‑ en la que los cromosomas del embrión se dividen
en pares y son “definitivos”. Pero ¿la ciencia puede ser determinante para la
filosofía? La filosofía tiene como punto de partida la experiencia y no la
experimentación, para estar así en condiciones de alcanzar los principios de lo real.
El positivismo de Augusto Compte considera que el enfoque experimental funda la
filosofía. Para él no hay philosophia perennia; además lo dice claramente: es
necesario “renunciar a la búsqueda de las causas” –algo que además está en
conformidad con la naturaleza del conocimiento científico (véase la introducción
de su Curso de filosofía positiva). Por el contrario, nosotros consideramos que es
44
Finalmente, habrá que demostrar que el alma humana es aquello
que fundamenta los derechos de la persona humana.
En una perspectiva no religiosa, la mayoría de las veces, así
haya o no haya alma, el hombre no es considerado un ser
inmortal, y se le da poca importancia al hecho de decidir sobre la
existencia o la destrucción del embrión humano, porque no tiene
consciencia. El argumento del alma no puede entonces tener
utilidad sino para los que han hecho un itinerario de filosofía
metafísica o para aquellos que creen en Dios. De entre estos
últimos, pocos tienen la verdadera necesidad de una
argumentación sobre el alma, para estar convencidos de los
45
derechos del hombre desde la fase embrionaria. 36 La
argumentación para esta fase es de naturaleza mucho más
“metafísica”. Retomaremos ese punto más adelante. Por eso, nos
parece que, para alcanzar mayor claridad, el núcleo de la reflexión
no debe estar centrado en la cuestión de la animación.
Requerimos, más bien, otro esquema argumentativo.
En una perspectiva de ética humana fundamental,
analizaremos más bien el estatuto del embrión en función de la
finalidad del ser humano y de la sociedad entera, sabiendo que la
pregunta maestra de la ética filosófica es, precisamente, la de la
finalidad. A nivel político habrá que considerar “el espíritu de las
leyes”, “el espíritu del enfoque social sobre el hombre” en su
globalidad, y desde el punto de vista de la finalidad. Pero antes,
volvamos a la descripción de algunos aspectos acerca de la
intervención del hombre sobre el embrión.
36
Podemos mencionar de manera breve el argumento de Aristóteles. Para él, es
posible abortar en tanto que el embrión no esté vivo, sea que se trate de la vida
sensible o de la vida espiritual (véase Política, 1335b 25-‐‑26 ss). En tanto que haya
operaciones sensibles o de vida vegetativa en el embrión, Aristóteles enuncia que
hay un impedimento que se podría denominar “prudencial”: la vida y la sensibilidad
son las que determinan si se puede o no abortar. Si se consigue mostrar que la vida y la
sensibilidad están presentes en el embrión desde su origen, ya no se permite
abortar. El argumento, para un metafísico como es Aristóteles, proviene del
carácter sagrado que representa la vida humana, al parecer independientemente de
que esté no el noûs (la vida y la sensibilidad que determinan). En efecto, no se
puede saber qué se está tocando, ni las consecuencias (inmortales) que se puedan
tener con este tipo de manipulaciones. Aquí se podría hablar de un argumento de
ética religiosa (ética con visión de sabiduría o consecuente a una “teología natural”).
46
ñ) El argumento de la urgencia terapéutica
Parece que el argumento de la “urgencia terapéutica“ es el
“argumento clave” para la justificación de muchas
investigaciones sobre el embrión humano...
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: ¿Por qué se quiere ir inmediatamente a las
terapias que pasan por la clonación? ¿Por qué se quiere pasar
directamente por la fase del embrión humano? Porque las células
del embrión humano son más interesantes a causa de su
totipotencialidad37 y su falta de rechazo (cuando son las células del
receptor). Esta totipotencialidad –es decir, su capacidad de
engendrar todos los órganos a la vez-‐‑ parece simplificar las
terapias, porque en vez de tener que ir a buscar una célula
nerviosa para fabricar células musculares y enseguida una célula
ósea en la pelvis de un esqueleto y producir sangre, podría
tomarse directamente una célula de un embrión humano clonado
para fabricar cualquier célula. Se sabe que no hay una toma de
distancia apropiada o de reflexión suficiente a propósito de la
inocuidad en esas fases de clonación.
Hemos constatado, por ejemplo, que la oveja Dolly –clon
de 1996-‐‑ tuvo una especie de progeria o vejez prematura, cuando
menos a nivel de los cromosomas, aun cuando esto no se ha
traducido perfectamente en el exterior con un envejecimiento
precoz. Pueden existir problemas graves, imprevistos o
imprevisibles, que hay que resolver y que tal vez valdría más la
pena ocuparse primeramente en la especie animal antes de
permitir que sea fabricado un clon humano, posible víctima de un
defecto importante. Las legislaciones dejan que algunos
47
laboratorios realicen investigación directa sobre el embrión
humano haciendo alusión a la urgencia terapéutica, sin medir
todas las consecuencias. Pero ¿cómo medir la adecuación de esa
urgencia frente a los riesgos ocasionados por falta de cimientos
experimentales en lo que toca al reino animal?
o) Investigación en células madre adultas
Por otro lado, la investigación con células madre de adulto
ya es extremadamente prometedora y está emparentada desde
luego con las técnicas ya probadas de los autotransplantes. Esta
técnica consiste en tomar cierto número de células madre de un
adulto para injertarlas en otro lugar de su cuerpo. Las células
madre adultas en cuestión son incapaces de convertirse en un
embrión completo, porque el contenido de esas células madre no
es introducido en un óvulo para obtener cualquier fase de
desarrollo embrionario. Entonces no es necesario pasar por la
etapa de la fecundación humana para obtener su funcionalidad.
Basta con tomar esas células y cultivarlas, sabiendo que en
algunos medios y en ciertos contextos corporales u orgánicos, ellas
fabricarán células idénticas a las del órgano que es necesario
reemplazar para restaurar la salud de un enfermo. Este tipo de
investigación ha sido puesto –desgraciadamente-‐‑ a la sordina, en
“lista de espera”, debido al carácter de “urgencia” que habremos
de analizar con más detalle.
p) Negación de derechos a personas sin consciencia plena
El enfoque sobre el estatuto de los embriones humanos -‐‑cuando a
uno no le preocupa el hecho de que son “seres individuales en
devenir y en sí mismos” que llegan a ser personas, ni de la
pregunta sobre el momento en que aparece metafísicamente la
48
persona como un hecho-‐‑, se debe a que impugnan que el embrión
no tiene “consciencia”. “Él no sabe” –dicen-‐‑, entonces “no sufre por
el hecho de que le permitan ser o no ser”. Justamente –siguiendo su
línea argumentativa-‐‑, la “persona potencial” no es una persona,
porque no tiene consciencia y por lo tanto no es libre de hacer
elecciones. El racionamiento subyacente a esa autopermisividad
para experimentar, consiste en que el ser sin consciencia puede ser
manipulado, suprimido o explotado, sin dificultad moral. Queda
claro que toda legislación que vaya en esta dirección, abre un
campo de aplicación mucho más vasto que el del simple embrión.
Nuestro propósito aquí no es espantar con un escenario
catastrófico digno del mejor de los mundos;38 más bien es para tener
lucidez sobre la dimensión del campo que puede estar
influenciado por nuestras decisiones respecto del estatuto del
embrión humano: es decir, el campo de la dignidad humana o de
los derechos del hombre.
¿Quiere usted decir que nuestras decisiones sobre el embrión
tienen repercusiones en otros dominios?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: Así es. En efecto, si un cuerpo o un todo
individual39 en devenir que pertenece a la especie humana puede ser
utilizado por estar inconsciente o porque no sufre, llegamos a una
mentalidad que conduce a pensar que una persona en coma
38
Jacques Testart ha hecho esto con mucho detalle, por ejemplo, en L´oeuf
transparent, Flammarion, París, 1986, p. 135sq.
39
Pensamos que la noción de individualidad del embrión está fundada, y nos
hemos referido ya sobre este tema en Itinéraire chrétien pour la famille, Droguet-‐‑
Ardant, 2ª ed., 1992, p. 132 sq. Una concepción falsa sobre la individualidad es
enseñada por cierta escolástica decadente, porque ha sido desarrollada fuera de la
relación con la experiencia. Cfr. P. CASPAR, L´individuation des êtres; Aristote;
Leibniz et l´immunologie contemporaine, Lethielleux-‐‑Le Sycomore, París-‐‑Namur, 1985.
49
también puede convertirse en una herramienta terapéutica. Su
estado no le permite realizar un acto libre y personal. Tal persona
puede convertirse en objeto de manipulación y servir como
herramienta al servicio de la salud de otras personas que sí estén
conscientes. Esto podría aplicarse también a ciertas formas de
locura, por ejemplo, en los hospitales psiquiátricos. Podría
decidirse sobre el nivel de consciencia mínimo, que disminuye el
derecho a ser mantenido por los presupuestos estatales (un
hospital, que no será citado aquí, recientemente se negó a realizar
una diálisis para un paciente trisómico); a menos que se halle el
interés de “cultivar a esos discapacitados mentales” como sucede
con los embriones que están congelados, con el fin de tener una
reserva de órganos. En ambos casos, se privilegia el objetivo
terapéutico, bajo el argumento de que la consciencia o la
autonomía vital es insuficiente.
Este tipo de racionamiento puede extenderse a personas de
edad considerable, a ciertas enfermedades, a todo aquello que
disminuya la capacidad de establecer relaciones en nuestro
mundo. Sin embargo, lo que suena chocante de estas
“posibilidades” responde al mismo espíritu que actualmente es
aplicado a las primeras etapas del desarrollo humano. En
definitiva, esta actitud traduce una definición del ser humano. Es
lo que Montesquieu llamaría “el espíritu de las leyes”... En una
sociedad que pierde el sentido del carácter humano que tienen las
primeras fases embrionarias, el estatus de sujeto de derecho puede
dejar de ser reconocido poco a poco, otorgándolo únicamente al
adulto consciente y libre en sus gestos y palabras. A partir del
momento en que disminuye el sentido de respeto en diferentes
grados o en que esta libertad de gestos y de relaciones se atenúa,
cada quien podrá sufrir la discriminación de ese “espíritu de
definición de la persona humana”, o podrá considerar como
50
legítimo utilizar la inconsciencia o la consciencia inferior al
servicio de la salud “consciente” de terceros. Jurídicamente, va a
ser muy difícil separar la manipulación de un ser humano en sus
etapas embrionarias, incluso iniciales, de la manipulación de un
ser humano adulto que padeciera alguna deficiencia grave de
consciencia, con el fin de autorizar una y de prohibir la otra.
Esa reflexión de ética consensual puede ser llevada de
manera similar en filosofía ética –argumento de “simple ética”. Si
la finalidad y la felicidad del hombre se alcanzan en el amor de
amistad, amor espiritual que es igualitario y recíproco –yo amo a
mi amigo por sí mismo y no en función de una utilidad, dice
Aristóteles40-‐‑, no puedo “usar” cualquier cosa que le pertenezca
sin su consentimiento libre y consciente. Tomar cualquier cosa del
amigo, sobre todo tratándose de algo que condiciona su vida –
recordemos que no es posible tomar nada de un embrión sin
destruirlo-‐‑, es un acto que hiere la amistad y por lo tanto la forma
fundamental de la felicidad humana. El espíritu de esa
permisividad es entonces el utilitarismo, que no es una forma de
felicidad sino una forma de egoísmo, contrario a la felicidad
individual. En la medida en que yo utilizo una realidad que sin mi
intervención llegaría a ser un hombre, uso al amigo potencial, uso
la alteridad a mi servicio y me sitúo fuera de las condiciones de la
felicidad. Este es el espíritu, incluso si aquí sólo lo está en germen,
que al extenderse a toda una civilización, puede hacer perder el
sentido altruista fundamental de toda forma mínima de felicidad humana
y, por ende, toda disposición a la felicidad. Las civilizaciones más
grandes han conocido el desmoronamiento más espectacular a
partir del momento en que su espíritu o su sistema de leyes ya no
Cfr. Ética a Nicómaco, VIII, 4, 1156b 6-‐‑12, 1168 b8, etc.
40
51
estaba fundado sobre las bases más simples del altruismo, sino
sobre el utilitarismo o el primado del beneficio individual.41
Dentro del escenario las intervenciones sobre el embrión,
también se habla de una selección para evitar las discapacidades
graves. ¿Cómo abordar esta cuestión en “ética humana
fundamental”?
-‐‑Stéphane-‐‑Marie: Este argumento sobre la selección a priori de
embriones, está fundado sobre un juicio de valor acerca de la vida
en función de ciertas discapacidades. Aquí podría ser útil relatar
un testimonio, con la finalidad de mostrar que las bases de una
verdadera democracia no han sido forzosamente alcanzadas en
nuestras sociedades occidentales.
q) El estatus de las personas discapacitadas
Los que se han ocupado de personas discapacitadas, con
frecuencia hacen hincapié en que estas personas pueden ser felices
en la medida en que uno se ocupe de ellas. Si respondemos a un
mínimo de sus necesidades de compartir, de presencia, de
consideración gratuita, notamos que ellos dejan de pensar en su
hándicap. Desgraciadamente, la mayor parte del tiempo, lo que
les lastima es el rechazo a ocuparse de ellos. Adquieren
consciencia de su discapacidad, no por el hecho de ser diferentes a
El liberalismo económico de Smith considera, por ejemplo, que el bienestar de un
41
Estado está asegurado cuando cada uno defiende, con prioridad, su interés
particular. En efecto, si esto puede ser una técnica eficaz a corto plazo para la
economía de un país, a largo plazo, por el contrario, es la garantía de una catástrofe
moral y, por tanto, estatal. Ningún Estado puede mantenerse sin un mínimo de
estabilidad moral en sus fundamentos. Es por ello que Aristóteles recuerda que las
virtudes son una condición necesaria para la felicidad. Las virtudes son el opuesto
exacto a todo el espíritu del utilitarismo.
52
los demás, sino porque los otros no quieren tomarse el tiempo
para integrarlos y, de ese modo, les manifiestan que no son como
los demás. Las personas con discapacidad que han sido cuidados
por sus padres o por organismos caritativos no se cuestionan
sobre el hecho de vivir o no vivir, sobre la felicidad o la
infelicidad: ellos sólo viven y quieren vivir. Es importante
constatar que la principal desgracia para una persona con
discapacidad, proviene substancialmente de la ausencia de
consideración por parte de otros, de cierto rechazo por parte de la
sociedad, de la negativa a ser integrados con los demás.
Decir a priori que una persona con discapacidad será infeliz,
es reconocer, de hecho, que el conjunto de una sociedad ha
abandonado el servicio a los más pobres; es admitir que una persona
con discapacidad no encontrará suficientes manos tendidas en esa
sociedad –y aquí ya no se trata únicamente de medidas sociales
sino de una mentalidad común a los miembros de una sociedad:
decirlo es ser realista, pero es un realismo inquietante. Esto
significaría que no hay suficiente amor oblativo y que la amistad
utilitaria es lo que predomina, de tal suerte que ya no se quiere o
no se puede –por una falta de virtud-‐‑ padecer un “desajuste”
debido a la hospitalidad o el servicio a las personas con
discapacidad.
r) El caso de Stéphanie Allaeys
Podemos ilustrar todavía otro aspecto del problema con el
testimonio de Stéphanie Allaeys, quien sufrió una discapacidad
después de que su madre contrajera rubéola durante el embarazo.
Este testimonio esclarece la pregunta ética que plantea el caso
53
“Perruche”,42 ocurrido en Francia en el 2001, mismo nos remite a
las múltiples aplicaciones de los derechos humanos.
Mi hermana gemela y yo nacimos ciegas a causa de una rubéola
contraída por nuestra madre durante su embarazo. Cuando yo
estaba en el vientre de mi mamá, podrían haberme dicho:
“Stéphanie, si naces, te faltará el sentido de la vista. ¿Quieres
nacer de todos modos?”
¿Nacer sin ver? Brrr... ¡qué horror!
Pero ¿qué es ver? ¡No tengo la menor idea!
Sé lo que es amar, lo que es ser amada. ¿Acaso no es esto la
esencia de la vida?
Sé lo que es cantar, ir a escuchar a mi cantante preferido en un
concierto, tocar sus canciones en piano. Sé qué es trabajar, pasar
un examen y también viajar... ¡Sé aportar alegría en mi entorno,
comunicar mi entusiasmo y mi alegría por vivir!
Pero ver, eso no sé qué es.
¿Me hace falta entonces una cosa tan importante para que los
magistrados de la más alta jurisdicción francesa estimen que
esta vida no vale la pena ser vivida? O quizá ¿tengo la fortuna
Este caso fue muy famoso en Francia y causó mucha polémica tanto en la opinión
42
pública como en los juzgados y tribunales del país galo durante poco más de una
década. Se refiere al nacimiento de Nicholás Perruche el 14 de enero de 1983, un
niño que nació sordo, ciego de un ojo, con glaucoma en el otro, con problemas
neurológicos y cardiopatías, entre otras discapacidades, las cuales fueron causadas
por el virus de la rubeola que contrajo su madre mientras estaba embarazada, por
contagio de una de sus hijas pequeñas. Inicialmente, su médico le mandó hacer
unos estudios de sangre para ver si estaba contagiada, y al principio pensaron que
su hijo no iba a ser afectado por el virus, pues el análisis salió “negativo”; sin
embargo, resultó que el laboratorio se equivocó en esta prueba, a pesar de que se le
hizo otra tiempo después, en la que sí salió “positivo”. En consecuencia, el niño
nació con varias discapacidades muy serias. La familia decidió demandar al
médico y al laboratorio por daños y perjuicios, pues argumentaron
que, de haber
sabido a tiempo que la señora tenía rubeola, y que por lo tanto su hijo iba a nacer
discapacitado, lo habrían abortado (Nota del traductor).
54
de no estar tan discapacitada como para entrar en esa categoría?
¿Cómo saberlo?
Entonces, al día siguiente de que cerrara el caso Perruche, tuve
miedo. Comencé escribiendo una carta porque me gusta mucho
escribir, para expresar mi miedo y mi estupefacción, mi enojo y
mi indignación. ¿Quién osa condenarnos a muerte? ¡Somos
amables! ¿De qué manera molestamos a la sociedad? ¿Qué le
hemos hecho? ¿Quién nos protegerá si la máxima instancia
judicial nos condena? Ya de por sí es difícil hacer valer nuestros
derechos, pero hasta ahora, nuestro hermoso país con derechos
humanos nos garantizaba la igualdad con otros… Por lo menos
es lo que yo creía. Sin embargo, hoy condena a aquellos que no
tienen defensa a no tener el derecho a existir. Pero ¿qué tipo de
sociedad es ésta? Después, envié mi carta a varios periódicos.
Eso me permitió conocer al Sr. Mirabel y encontrar al Grupo
contra la fobia a la discapacidad (Collectif contre l´Handiphobie)43.
Gracias a él, pude defender mi vida, mi derecho a la existencia y
a la felicidad.
Después del miedo, vino la conmoción. Estaba escandalizada
por el hecho de que algunos pudieran decidir en nuestro lugar -‐‑
de personas con discapacidad-‐‑ que nuestra vida no valía la pena
ser vivida, que vivir representaba una eventualidad demasiado
penosa. ¡Absolutamente no! A nosotros, los discapacitados,
nadie nos ha pedido nuestra opinión y las personas que nos
conocen, saben bien que “tenemos suerte”, que expandimos
felicidad a nuestro alrededor, que sin nosotros ¡la sociedad sería
demasiado triste! Y, sobretodo, que hay gestos de amor muy
profundos que nos rodean, haciendo posible compartir esa
felicidad.
55
¿Por qué es necesario repetir una y otra vez que cuando uno es
discapacitado, se puede ser feliz? ¡Hay tantas personas sin
discapacidad alguna que son infelices! ¿Cómo puede ser un
criterio para la felicidad? Existen múltiples discapacidades y,
con frecuencia, no son los discapacitados los que se quejan más
de su suerte. Algunas discapacidades son más graves de lo que
uno se imagina para vivir en sociedad; por ejemplo, la dificultad
en las relaciones humanas. ¿Qué hacer con los “discapacitados
sociales”? ¿Con qué derecho se marcan las fronteras entre las
discapacidades aceptables y las que no lo son? ¿Quién puede
marcar esas fronteras sino aquellos que viven esas
discapacidades? ¿Cómo saber si poco a poco las fronteras no se
van a acercar cada vez más a la normalidad? Un dedo de menos,
un diente mal salido, una calvicie precoz... ¿Se puede vivir con
eso? ¿Qué es lo que dirán los jueces?
Hoy ¡quiero gritar mi felicidad a todos! Así fue que, gracias a
esa hermosa justicia, después de un año, paso el tiempo
peleándome para defender mi derecho a la vida, ¡mientras que
otros buscan imponernos el derecho a no nacer! Perdónenme
por vivir, por no haber sido abortada por mi mamá;
perdónenme por resaltar en una sociedad tan perfecta que no
admite a los seres que carecen de algo que ella juzga como
esencial para vivir.
Stéphanie ALLAEYS.44
La mirada institucionalizada sobre la normalidad del ser
humano -‐‑normalidad “económica o políticamente correcta”-‐‑ es
aplicada en todos los programas de fecundación in vitro: todo está
arreglado para suprimir cualquier portador “potencial” de algún
tipo de discapacidad. En los cultivos de células embrionarias el
problema es análogo: un individuo humano puede ser mantenido
Lettre de la fondation Jérôme Lejeune, No. 27 (marzo de 2002), p. 3.
44
56
en devenir, pero su devenir es detenido si es con el objetivo de
una utilidad social.
Estas reflexiones establecen, en nuestro punto de vista, las
razones cruciales de una “ética humana fundamental”, porque
conducen a poner en primer lugar la investigación en células
adultas antes que investigar en las células sacadas de eventuales o
futuras clonaciones llamadas terapéuticas. Pero existen otras
razones determinantes que desarrollaremos en relación a los otros
niveles de ética.
s) Eficacia de la investigación y eficacia de la prudencia
¿El aspecto moral representa únicamente un freno para la
investigación científica? Al hacer una investigación moralmente
aceptable, ¿hay algún efecto de retraso para la ciencia?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: Si el aspecto moral o el aspecto prudencial
representa siempre cierto freno para la investigación científica,
que precisamente por ella misma no alcanza a ver la relevancia de
dicho freno, ello no impide que el análisis prudencial nos permita
avanzar en nuestra investigación a velocidad humana. Por el
contrario, siempre es más provechoso tomar verdadero tiempo
para reflexionar, tomar distancia, discutir, confrontar,
experimentar en muchos otros dominios de igual importancia
para el ser humano. Tomemos un ejemplo concreto: dentro del
reino animal, la epidemia que hemos conocido estos últimos años,
la encefalitis espongiforme bovina (EEB),45 tuvo una causa muy
precisa. Con el propósito de no desperdiciar la enorme cantidad
de desechos animales obtenidos en los mataderos, fueron creadas
57
harinas animales para ser distribuidas a los rumiantes, que por
definición son vegetarianos.
Existía la duda de que estuviera haciéndose algo que no iba
en el mismo sentido que determina la naturaleza, y hubiera sido
posible examinar dichas harinas en los laboratorios durante más
años, por simple prudencia, antes de dispersarlas en toda la
cadena alimenticia –incluyendo la del hombre-‐‑, para darse tiempo
de explorar bien las nuevas pistas. Quizás hubiéramos evitado la
catástrofe humana y económica que conocimos (de hecho, ¿nos
hemos liberado realmente de ella?). El hecho más lamentable fue
introducir esas harinas animales en numerosos productos
alimenticios humanos. Hoy sabemos que existe una variante
humana de la encefalitis espongiforme, la llamada enfermedad de
Creutzfeldt-‐‑Jakob, misma que parece esparcirse. La pregunta
también está presente respecto de las plantas transgénicas que se
consumen desde hace casi treinta años, designadas, por ejemplo,
como “almidones modificados”, etc. Probablemente, el impacto
real de esa falta de prudencia o de paciencia, y la precipitación
económica o política, no podrá ser medida sino hasta dentro de
diez años.
Estos ejemplos demuestran que no forzosamente hay un
retraso en la investigación científica, cuando se toma el tiempo de
avanzar en la investigación para aplicarla después de manera
correcta. Tampoco debemos caer en el extremo opuesto y afirmar
que la prudencia ética solo reside en un “purismo naturista”,
aunque también debemos admitir que es deseable un número
mayor de precauciones, especialmente en lo que se refiere a
manipulaciones en el ámbito de la vida. Pero, ¿es posible obtener
58
un consenso a nivel mundial, o implementar algo análogo a la
“opción cero”46 que se da en la defensa nuclear?
t) Manipulación lingüística y la traición
al auténtico espíritu democrático
¿Este progreso “a velocidad humana” puede ser favorecido por
las leyes?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: En primer lugar, sería urgente dejar de ocultar
el verdadero sentido de las palabras o la verdadera significación
de lo que se está haciendo. Cuando en los medios de
comunicación o en los periódicos se habla de “transferencia
nuclear por cultivo de células estaminales autólogas” (TNSA), en
realidad se trata de la creación de un embrión, para desviar sus células
hacia fines terapéuticos en beneficio de otro individuo; la conciencia de
la gente queda anestesiada, con el mero objetivo de que la
reacción ciudadana no sea un entrabe. Un Estado que permite que
haya desviación del sentido de las palabras traiciona el espíritu
democrático y, de alguna manera, sin darse cuenta, funda y
anuncia el nacimiento de un espíritu totalitario.
“La ley alienta lo que ella permite”, dicen los filósofos. ¿Por
qué entonces, no integrar ese principio fundamental en la
reflexión y en los debates sobre las leyes? Lo que está en juego es
no caer en la ilusión de que el hombre podrá separar, a largo plazo
46
La “opción cero” fue una propuesta inicialmente norteamericana, y
posteriormente aceptada por los soviéticos, para limitar el despliegue de armas
nucleares de corto y mediano alcance durante los años ochenta, con la finalidad
última, con el paso del tiempo, de eliminar todas las bombas atómicas existentes.
Evidentemente, el éxito de la “opción cero” fue parcial e insuficiente, pues todavía
existen enormes arsenales nucleares (Nota del traductor).
59
y con total inocencia, el espíritu de aprovechamiento del devenir
humano embrionario al servicio de otro devenir humano, del
espíritu de extrapolación que consiste en utilizar al hombre
anormal para fines terapéuticos y a costa suya. La ceguera sobre
las consecuencias de algunas decisiones puede darse y la historia
reciente lo demuestra. Sabemos que existe una continuación lógica
a ese “espíritu social o legal”. Jacques Testart desarrolla también
en sus obras una serie de argumentos parecidos: a lo que más
teme es a la selección de la raza. La ciencia tiende a satisfacer a la
gente hasta en sus sueños más vanos: tener un hijo de tal sexo, de
tal talla, de tal altura, de tal aspecto, de tal I.Q., etc. El niño puede
convertirse también en un producto de consumo, que se compra,
que se vende, que se tiene una patente de él, que ha sido
“probado” en un laboratorio, y queda claro que esta mentalidad
ya está presente. No olvidemos que la procreación médicamente
asistida puede convertirse en el medio más seguro para dar a luz a
un niño con las características que uno quiera y sin riesgo alguno -‐‑
todos los riesgos son eliminados “in vitro” gracias a la selección
realizada por los biólogos.
El mismo Jacques Testart imaginó el “espíritu” que
sobrevendría a esos progresos: que al iniciar su vida sexual, los
hombres darían su esperma e inmediatamente serían esterilizados;
de esa manera podrían gozar cuanto quisieran sin riesgos. Y si
quisieran tener hijos podrían mandar hacerlos gracias a la ciencia,
en el momento y de la manera que ellos quisieran; contando
además con un “seguro” -‐‑¿reembolsable?-‐‑ de la normalidad, del
género que quieran y ¡muchas otras características!
60
¿Cuál es el rol de las leyes? ¿La legislación deber ser protectora y
promotora de una investigación moralmente buena? ¿Es un
recordatorio sobre la finalidad de la investigación?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: “La ley alienta lo que ella permite”, dijimos
anteriormente. La legislación es tan importante porque está
animada por un espíritu; sin embargo, lo que es legal no es
necesariamente moral. Toda legislación introduce cierta idea sobre
el ser humano. Además, una ley puede esconder otra: revisamos
el caso de la ley del aborto tal como fue formulada en Francia en
1975. Es impresionante constatar que en muy poco tiempo pasó,
de legalizar el aborto en situaciones donde peligraba la vida, a la
permisión del aborto motivada por otras razones como, por
ejemplo, el aborto para terminar con un embarazo no deseado al
inicio de las vacaciones largas. Hay que tomar consciencia del
impacto a corto y largo plazo de ese “espíritu de las leyes” y dejar
de producir medidas a corto plazo, que quizá convencerán al
electorado en la víspera de las elecciones, pero cuyo contenido
social puede contraeducar el pensamiento de una civilización y
arrastrarla a su propia disolución interna.
Por lo tanto, ¿podemos hablar de límites para una
investigación moralmente buena? Según lo dicho en párrafos
anteriores, podemos concluir que la legislación debe tener un
rostro humano y, a largo plazo, también debe velar por una
aplicación prudente. Sobretodo si la vida humana está en juego y
para garantizar un avance con ritmo humano. Debe promover una
investigación finalizada por el hombre y que tome en cuenta la
responsabilidad respecto de la persona entera, no únicamente
sobre la salud del cuerpo o de sus órganos. Instituir una ley en ese
dominio, debe permitir hacer explícita en cada caso la mirada que
existe sobre el espíritu de nuestra civilización, una mirada que
61
realmente eduque y que alcanza la paz interior, la concordia
nacional e internacional. Dicho de otra manera: la ley proporciona
al hombre una mirada de igualdad, sin importar las condiciones
de raza, de cultura y de civilización, de conocimientos científicos o
literarios; no puede introducir ningún elemento que pudiera estar
a la raíz de una discriminación racial o de nivel entre los hombres.
Desde el punto de vista de la investigación científica y desde el
punto de vista político o legislativo, ¿qué tan diferente es la
situación en Francia respecto de otros países?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: Hoy por hoy, la situación de Francia es un poco
intermedia entre legislaciones de países en los que éstas son más
protectoras y países en los que son más permisivas. Holanda y
Suecia, en el campo de la bioética, están muy “adelante” desde el
punto de vista de la permisividad. Pongamos un ejemplo: la
posibilidad de que en esos países las parejas homosexuales
puedan adoptar y educar un niño, plantea la siguiente pregunta:
¿esa decisión fue tomada con suficiente reflexión? ¿No será
necesario primero hacer un estudio estadístico sobre personas que
hayan vivido en ese contexto familiar y analizar lo que opinan?
Pero para elaborar esas leyes o para hacer legales esos pasos y esa
toma de posición sociopolítica, ¿hay suficiente reflexión para
analizar las consecuencias?
Pasa lo mismo en lo que concierne a la bioética, en el tema de
la manipulación de embriones. Hay que dejar bien claro que los
gobiernos, en lugar de invitar al debate público; en lugar de hacer
explícitos los argumentos de fondo; de hacer que el país
“reflexione”; de ayudar a que los ciudadanos maduren, más bien,
con frecuencia, los gobiernos se dejan llevar por lo que dice la
opinión pública, y muchas veces ésta es moldeada por los medios
62
de comunicación. Es patente la falta de reflexión filosófica, así
como la falta de comunicación en el terreno de la ética. Sólo se
comunica bien lo que es mediático, que hoy en día parece tener
más poder que la política. Sin embargo, ¿quién debe gobernar un
país? ¿Los mass media o la política? Y los políticos, ¿no deberían de
comunicar más y mejor las razones éticas a largo plazo que
justifican sus posiciones? ¿Nos podemos contentar con uno o dos
debates en la Asamblea Nacional para pasar cualquier ley,
sobretodo las que tienen que ver con la vida humana? ¿Es libre el
ámbito de la política? ¿Acaso no existirán grupos que meten
presión, o beneficiarios económicos latentes suficientemente
poderosos que influyen para que las decisiones políticas se tomen
en su favor?
u) El rol de las tradiciones religiosas
Debemos recalcar que las tradiciones religiosas de un país
tienen incidencia en el proceso de evolución de las legislaciones.
Por ejemplo, los países que tienen una historia fundada en el
Cristianismo o en el Islam, promueven opciones legislativas para
proteger la vida y la dignidad del embrión humano, y se establece,
en efecto, un límite a un perfil de evolución legislativa como
consecuencia de la falta de control en materia de investigación
bioética.
v) Autotransplantes, clonación y el uso
de células madre adultas
¿Es posible precisar algunas directrices que la ciencia puede
seguir para conjugar progreso terapéutico y respeto del hombre
a lo largo de toda su vida? Asimismo, en el campo de la política,
63
¿hacia qué dirección puede encaminarse una legislación que
esté al servicio del hombre?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: Si miramos el conjunto de problemas actuales
en el campo de la bioética, la esquematización no es evidente. Pero
podemos tratar de observar cierto número de investigaciones, por
ejemplo, los estudios de células madre de adultos en relación a las
células madre embrionarias o las células provenientes de la
clonación. Es evidente que las investigaciones sobre células madre
adultas son parecidas a la investigación hecha desde tiempo atrás
en el dominio de los autotransplantes. Por ejemplo, a las personas
que sufren quemaduras graves y que no tienen toda la piel
superficial, se les recortan algunos trozos de piel sana del cuerpo y
son puestos en cultivo: esto permite crear una superficie muy
larga a partir de pequeñas superficies tomadas. Después se hace
un injerto en el cuerpo con el tejido agrandado. En los injertos se
da una vascularización sin riesgo de rechazo, porque el mismo
cuerpo del enfermo es el donador. Las terapias con células madre
adultas están emparentadas a esas mismas investigaciones sobre
los medios internos de nuestro propio cuerpo individual; son
terapias en las que el individuo está involucrado para su propia
curación. En la medida en que haya involucrado otro devenir, el
de otro individuo, la pregunta ética no es la misma.
w) Diagnóstico prenatal, aborto y adopción
Podemos abordar otro tema de reflexión: el diagnóstico
prenatal. Este diagnóstico consiste en analizar la composición de
las células del líquido amniótico, para saber si el feto que está en el
seno materno está sano. También consiste en utilizar medios
visuales como la ecografía para ver si el feto está constituido
adecuadamente y si su desarrollo es normal. En la medida en la
64
que el criterio de uso de esos medios sea el cuidado del feto o de la
madre –cuya vida puede estar en peligro a causa del embarazo-‐‑,
en la medida en la que ese análisis tenga por finalidad la salud o la
vida de un ser humano, la práctica médica puede ser
recomendable. Así, la investigación científica es aplicada de
acuerdo a la dignidad del hombre. Pero si un diagnóstico prenatal
está ordenado a descubrir ciertas enfermedades para suprimir a
los embriones dañados, entra enseguida una pregunta ética sobre
la selección de enfermedades destinadas a desaparecer. Para dicha
decisión deberá aplicarse una norma “políticamente correcta”.
En el caso del Teletón,47 por ejemplo, es conocido que una
parte de la colecta está destinada a la supresión de embriones o
fetos con miopatía, para sólo dejar vivir a niños sanos; es una
forma brusca para desaparecer la miopatía, sin sanarla, haciendo
solamente que no aparezca. Hay un número de miopes que no
participan en esas colectas públicas porque el uso total del dinero
no está destinado a ayudar a aquellos que tienen la enfermedad,
sino a eliminar a quienes podrían nacer con esa discapacidad.
Evidentemente esto no se dice al público.
También podemos mencionar otro problema fundamental,
que concierne un número de leyes sobre las cuales,
desgraciadamente, es sumamente difícil dar marcha atrás. En los
países en donde el aborto todavía no ha sido legalizado, es posible
constatar estadísticamente a partir de estudios restringidos y,
desgraciadamente, no lo suficientemente oficiales, que las
peticiones de adopción son casi equivalentes al número de niños en
adopción, como si la naturaleza hubiera previsto un especie de
equilibrio entre la “oferta y la demanda”. En cambio, cuando un
Esto sucede en el Teletón de Francia, no en el de México (Nota del traductor).
47
65
país llega a dotarse de la ley que permite el aborto, puede
verificarse una baja en la tasa de natalidad, misma que desciende,
la mayor parte de las veces, por debajo del umbral de
regeneración de la sociedad. Los demógrafos estiman en 2.12 hijos
por familia como el límite mínimo de la tasa de regeneración para
que haya una renovación equilibrada de las generaciones; si no es
así existe un excedente de personas de edad avanzada en relación
a jóvenes capaces de trabajar. La ley del aborto provoca fatalmente
una baja sistemática de esa tasa por debajo de la mínima
requerida.
Además, como los países que han aplicado esas leyes ya
habían puesto en marcha desde tiempo atrás las técnicas de
contracepción química o física, es constatable el número en
aumento de parejas estériles, lo que hace crecer el número de
peticiones de adopción. 48 Justamente aquí, las procreaciones
médicamente asistidas responden a la alta demanda. De ahí que se
dé el doble “presupuesto de confort”, en el que la mitad sirve para
eliminar los efectos de la fecundidad y la otra mitad debe
reconstituirla por medio de la intervención de la ciencia. Es
evidente que en el sencillo orden previsto por la naturaleza, el
gasto es casi nulo en relación a lo que representa el doble
presupuesto de confort aborto-‐‑procreación médicamente asistida (que
debe estar alrededor de una centena de millones de Euros, es
decir, alrededor de mil millones de Francos). Este presupuesto
puede parecer escandaloso si es comparado al de otras partes del
mundo en las que hace falta incluso alimentarse.
Los métodos de contracepción químicos o físicos son, en algunas condiciones de
48
66
Además, si sólo contáramos la repartición interna de los
presupuestos de un país, es sabido a ciencia cierta que ese confort
no puede durar, ya que vuelve el índice de regeneración de la
sociedad inferior a lo normal. Vamos directo hacia una grave crisis
económica por el exceso de ancianidad. Sabemos que si la
tendencia sigue su curso, mientras cuatro trabajadores sostienen a
un pensionado, en veinte años habrá un trabajador para sostener a
cuatro pensionados. Y esa crisis tomará mucho tiempo en
resolverse dado que habrá que esperar por lo menos a que haya
un relevo generacional.
No sirve de nada renovar un “sistema de pensiones” para
resolver el problema de fondo: nuestra sociedad está casi
totalmente acostumbrada a un confort que la ensimisma y que
inconscientemente provoca que ella misma corte la rama sobre la
que está sentada... Esto se sabe perfectamente, pero de cualquier
modo seguimos dando marcha adelante. La crisis es casi
necesaria, porque la sabiduría es alcanzada con la experiencia. A
menos que... los políticos tomen medidas audaces a largo plazo
–aunque éstas irían en contra del confort-‐‑.
Desde un punto de vista ético y de filosofía política, pueden
hacerse propuestas urgentes. Es poco probable que la ley sobre el
aborto sea eliminada a corto plazo, en un país como Francia; sin
embargo, poco a poco puede darse cabida a instituciones positivas
y alternativas, para darle a los ciudadanos los medios para
“probar” otras realidades más positivas, abiertas y solidarias.
Hablo de la creación de centros de apoyo para las mujeres con
embarazos no deseados o para las parejas que enfrentan un
67
problema de fecundidad, 49 escuelas para menores de edad
embarazadas y centros de adopción con estructuras
profundamente humanitarias.50
Puede verse con frecuencia que muchas mujeres que abortan
carecen de la libertad de no abortar. Pueden sufrir presiones
psicológicas conscientes e inconscientes de todas partes y,
finalmente, no tienen elección. Es, a largo plazo, la paradoja de lo
que antes era llamada “liberación de la mujer”. En el fondo, hoy,
una mujer tiene muy difícilmente la posibilidad del don de la
vida, hasta el final, conforme a sus aspiraciones más naturales y
maternas. El trabajo materno es un trabajo social verdaderamente
urgente, de gran nobleza, pero en gran medida la noción ha sido
olvidada.51 En consecuencia, podríamos pensar que en materia de
resolución de problemas de embarazos no deseados y de
esterilidad –los dos problemas son paralelos-‐‑, hay un número de
medidas que todavía no están en línea, con excepción de algunas
asociaciones caritativas o cristianas, cuyo número, por el
momento, es insuficiente.52
49
Donde se encontrará un apoyo claro, a la vez psicológico, socioeconómico y
médico, para promover positivamente los valores de la vida.
50
También existen exigencias análogas con respecto a los problemas relacionados
con el fin de la vida (creación de centros de cuidados paliativos, etc.).
51
El Papa Juan Pablo II escribió un texto muy audaz y comprometido sobre este
tema que va precisamente en este sentido. Véase su Carta a las Familias del 2 de
febrero de 1994, año de la familia.
52
Citamos aquí al menos las asociaciones SOS bébés (asociación apolítica y
aconfesional), SOS futures mères, F.E.A., Secours aux futures mères, Mère de
Miséricorde, SOS la vie, Magnificat-‐‑accueillir la vie. En México, son varias las
organizaciones que realizan una gran labor humanitaria y filantrópica, apoyando a
madres solteras en situación de riesgo o con embarazos no deseados, y les brindan
ayuda económica, médica y psicológica de primer nivel, además de asistirlas en
todo el proceso de dar a su hijo en adopción, en caso de que libremente así lo
decidan. Entre ellas, destacan VIFAC, la cual tiene como misión “Proteger la vida
68
II
Reflexión de “Ética religiosa”
a) Descubrimiento de un Primer ser y
de un orden superior trascendente
¿Cuál es la situación actual de la reflexión a nivel de ética
religiosa y de ética cristiana? ¿Tener convicciones religiosas y
cristianas “condena” a uno a observar desde el exterior las
investigaciones y a rechazarlas de entrada?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: Hasta ahora hemos visto el nivel de ética
humana fundamental y que hemos llamado, para facilitar las
cosas, “simple ética”; pero también podemos situarnos en una
perspectiva de ética religiosa, es decir, la ética de aquel o aquella
que creen en la existencia de un Primer ser que las tradiciones
religiosas llaman Dios. Sea que se trate de la filosofía realista
69
habiendo establecido la existencia de un Primer ser, o sea el caso
de una u otra religión, es reconocida la existencia de un orden
superior a la naturaleza humana, la existencia de una Persona
superior y trascendente a la persona humana; por lo tanto,
superior al orden de las cosas naturales; una ley que rebasa las
leyes de los hombres o de las sociedades, incluso de las más
evolucionadas.
La mirada sobre el embrión humano en “simple ética” es un
acercamiento que está fundado en la aspiración a la felicidad
humana y en el espíritu de las leyes, retomando la expresión de
Montesquieu; es decir, en base a la moralidad realista personal o
en base a aquélla creada bajo un contexto legislativo, en un marco
de costumbres o hábitos de comportamiento. La palabra hábito
puede traducirse en griego por el vocablo êthos, del que deriva la
palabra ética. Esta palabra, traducida al latín, nos da mores, morum,
que designa lo que en francés llamamos moeurs (en español
costumbres) y finalmente la palabra moral.
La ética religiosa implica un número de costumbres, de
comportamientos que no son en función del actuar democrático
de los hombres o de la elección de una legislación o de una
política pública, sino de una Entidad estable, inmutable e inmortal.
Esta Entidad puede darle al hombre su propia inmortalidad pero,
para ello, requiere un modo de comportamiento que esté
conforme a un orden creado, que sea acorde al respeto de su
imagen presente en cada creatura humana.
A partir del momento en que es admitida la existencia de
este Ser trascendente, somos llevados a concluir que el ser
humano es “capaz de Él” –los latinos dirán capax Dei-‐‑ y por eso el
hombre tiene un valor sagrado. Efectivamente, en la medida en
70
que una creatura puede ser inmediatamente finalizada por este
Primer ser, Dios, en esa creatura hay, independientemente de su
buena o mala intención, una marca original que es sagrada y una
marca de finalidad o de destino que también es sagrado. Tanto
por el origen como por la finalidad, el hombre es un ser sagrado: es
lo esencial de la perspectiva de ética religiosa.
b) El embrión humano desde la perspectiva
de la ética religiosa
La cuestión sobre la persona del embrión reviste un aspecto
del todo particular en la perspectiva de ética religiosa. El debate
contemporáneo sobre la dignidad de la persona del embrión
siempre está referida a una noción, a una definición del ser
humano. Si el ser humano no existe sino a partir de los seis meses
o a partir del momento en que es cortado el cordón umbilical, o
incluso a los catorce días de la fecundación; y deja de existir a
partir del instante en que su consciencia desaparece o cuando su
comportamiento normal es imposible, o incluso cuando una
enfermedad grave lo aqueja; si entonces el ser humano es definido
por un día, una fecha, un inicio y un término, pero sobretodo por
un nivel de consciencia, se tendrían que admitir tantas
definiciones de ser humano cuantas variedades de intereses
económicos, médicos o sociológicos existan.
Por el contrario, en ética religiosa lo que es considerado es el
proyecto del Primer ser que hace una alianza con el hombre y con
la mujer en el orden de la generación; acto en el cual el Primer ser
coopera para brindar al nuevo ser humano su imagen, una
capacidad inmortal, capacidad de vida para el más allá, lo cual es
específico respecto de todas las demás especies animales.
71
Si nos referimos a la Biblia, y especialmente al Antiguo
Testamento, que es un texto sagrado común para los judíos, para
los cristianos y, en lo esencial, también para los musulmanes –lo
cual representa la mayoría de todas las religiones del mundo-‐‑ está
claramente especificado que el hombre ha sido creado a imagen de
Dios. Se repite cuatro veces en dos versículos del primer capítulo
del Génesis, que el hombre ha sido creado a imagen de Dios, dando a
entender que es necesario insistir particularmente en este hecho.
La diferencia entre el hombre y el animal no está limitada al
simple hecho físico o material, a una simple apariencia o a una
simple figura. Lo que aquí está implicado, es la imagen divina
inmaterial –que no puede sentirse. Es un asunto sobre origen y
destino. El hombre está llamado a la inmortalidad: en el paraíso
terrestre hay un “árbol de vida” que lleva a la inmortalidad y que
abre al hombre la posibilidad de entrar sin cesar en la vida misma
de Dios. Y hay un don particular del Primer ser que está presente
en el ser humano y que lo hace adecuado a ese proyecto.
Todo ser humano, ya sea embrión o en estado de feto, si es
niño, adulto, anciano o a punto de morir, implica un proyecto del
Creador que llama al hombre a la vida sin cesar. Hay que
considerar la intención del Primer ser respecto a todas sus
creaturas. Si permito que el embrión crezca, si lo dejo vivir, si le
doy esa posibilidad de continuar su propio devenir interno, aun si
sólo fuera embrionario, el Primer ser coopera con la intención
procreadora del ser humano y le comunica su propia imagen, en
un momento que sólo Él conoce con certeza.
Cualquiera que sea el momento en que esta imagen es
imprimida, podemos considerar que, antes de esa infusión, el
embrión representa un proyecto divino, pues es portador de una
intención creadora de Dios o Primer ser, y puede convertirse en una
72
persona que tendrá su libertad, su capacidad de elección, su
responsabilidad frente a un llamado trascendente, de cara a esa
dignidad inmanente de ser sagrado, de ser creatura de Dios, hijo
de Dios, de persona.
Por esta razón, en ética religiosa todo proyecto humano que
comienza a realizarse está ligado a un proyecto divino. No es la
definición del embrión como persona potencial, esa que da el
Comité Nacional Consultativo de Ética de Francia, que puede
resaltar el valor de esa dimensión: el embrión tiene la dignidad de
un sujeto en alianza con el Creador, quien es fuente y perfección
de toda persona creada y Él mismo persona en grado máximo. De
esta manera, poner trabas al desarrollo natural del embrión –esa
potencialidad de persona cuya perfección es el Primer ser-‐‑ es
interpretado en ética religiosa como un acto que pone en
oposición al manipulador de embriones humanos y a la intención
del Creador.
En ética religiosa, vemos claramente que la dignidad de
persona es independiente de la presencia o no presencia de la
infusión del alma, la imagen de Dios. Un proyecto que
naturalmente culmina en una persona humana, si permitimos que
se desarrolle. Es un proyecto que el Creador toma en serio, con el
que coopera, en el que acepta infundir el espíritu, el alma
espiritual que lo hace capaz de la inmortalidad. La eternidad no es
un juego, no es una alternativa: es una realidad infinitamente seria
del ser humano, de todo ser humano en devenir. El devenir
mismo del hombre tiene un significado sagrado, que hace valer su
dignidad de estar destinado a ser persona, debido al interés que
Dios tiene por él, por el llamado divino que es su huella
ontológica.
73
Tocar a un embrión es tocar un proyecto, a una intención del
Primer ser, una intención que es sagrada, esté o no esté presente el
alma espiritual. Es tocar un devenir con el que Dios ha hecho
alianza, un devenir que el Creador ha escogido como medio para
hacer existir a una persona. Por eso no conocemos plenamente las
consecuencias de una manipulación de estas características.
Conforme a la prudencia en el marco de la ética religiosa, es
soberanamente sabio no desviar ni destruir a un embrión de la
especie humana. De lo contrario hay un atentado contra la
intención del Creador sobre la creación de una persona que
hubiera podido crecer, que hubiera podido tener la posibilidad de
manifestar una elección respecto a la eternidad. Entonces hay una
oposición directa al Primer ser. Por esa razón, en ética religiosa,
puede otorgarse la dignidad de persona a todo embrión de la especie
humana, ya sea que éste haya sido obtenido por vía natural heterosexual
o por medio de la clonación.
Esta mirada de ética religiosa permite comprender que la
investigación terapéutica actual debe tener una orientación a la
vez negativa y positiva. La orientación negativa consiste en evitar
el uso de la clonación humana para reservar células que
pertenecen a un individuo en devenir, incluso en el caso de que
haya motivos terapéuticos. La destrucción de un proyecto de vida
nunca llegará a ser el medio “eterno” que prolongue la vida de
otro. El lado positivo que debe ponerse en primer lugar para el
avance en los recursos terapéuticos, es el desarrollo del
conocimiento actual sobre todo lo que concierne al uso de células
estaminales adultas, sucedáneo de autotransplantes y auto
terapias.53
La clonación terapéutica no es lo mismo que un autotransplante. Hacer un clon
53
no consiste en “hacer otro yo”, sino que es crear un gemelo que tendrá la misma
74
III
Reflexión de “Ética Cristiana”
a) Respeto absoluto hacia el embrión humano
El tipo de análisis conocido como “ética religiosa”
examinado en el capítulo anterior, también conocido como “visión
de sabiduría”, está dirigido a todas las religiones que reconocen
un Ser trascendente, dueño de la vida y de la muerte. Pero existe
todavía un tercer nivel de reflexión ética, llamado “ética cristiana.”
La ética cristiana contiene el nivel de reflexión de la ética religiosa
pero esclarecida por la revelación de Dios mismo, de Dios que se
ha encarnado, que ha pronunciado un cierto número de palabras y
que ha hecho cierto número de gestos para enseñar algunas
actitudes. Encontramos aquí un tipo de ética o moral: actitudes
habituales verdaderas que pueden ser valorizadas y que implican
una sabiduría especialmente centrada en el respeto a los pobres y
a los más pequeños: “Aquello que habéis hecho a uno de mis
hermanos más pequeños, a mi me lo habéis hecho” (Mt 25, 40),
dice Jesucristo. La ética cristiana considera así que todo ser
humano, incluso en el primer momento de su existencia, es un ser
que es uno que entra bajo la protección querida por Cristo y que
tiene derechos como ser humano, derechos ligados a su dignidad
de persona, derechos dependientes del proyecto creador de Dios y
de la misericordia de Cristo quien vino para salvar al mundo y
elevar a los humildes. Además, en la Iglesia católica, el respeto
apariencia pero con otra personalidad, otro destino (tanto el alma como la
consciencia serán diferentes).
75
hacia el embrión humano desde el primer instante de su existencia
es una petición muy clara por parte del Magisterio:54
Ciertamente ningún dato experimental es por sí suficiente
para reconocer un alma espiritual; sin embargo, los
conocimientos científicos sobre el embrión humano ofrecen
una indicación preciosa para discernir racionalmente una
presencia personal desde este primer surgir de la vida
humana: ¿cómo un individuo humano podría no ser persona
humana? El Magisterio no se ha comprometido
expresamente con una afirmación de naturaleza filosófica
pero repite de modo constante la condena moral de
cualquier tipo de aborto procurado. Esta enseñanza
permanece inmutada y es immutable.
Por tanto, el fruto de la generación humana desde el primer
momento de su existencia, es decir, desde la constitución del
cigoto, exige el respeto incondicionado que es moralmente
debido al ser humano en su totalidad corporal y espiritual.
El ser humano debe ser respetado y tratado como persona
desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese
mismo momento se le deben reconocer los derechos de la
persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser
humano inocente a la vida.
Esta mirada se extiende también a las células embrionarias.
Incluso, remite a la intención humana de hacer lo necesario para
que la fecundación tenga lugar. En esta perspectiva, entramos en
el cuadro de la alianza solemne que existe entre el hombre y Dios.
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Instrucción sobre el respeto
54
de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación (Donum vitae), 22 de febrero
de 1987, I, 1.
76
Intervenir el embrión es manipular el único cuerpo del mundo que
Dios ha escogido para glorificar e inmortalizar.55
b) Cooperación y diálogo entre fe y razón
Entonces ¿cuál es la actitud positiva para el cristiano,
particularmente para el científico cristiano, acerca de los
estudios actuales y sus desembocaduras?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: La actitud del cristiano de a pie, y la del
científico cristiano, no tiene nada que ver con una oposición entre
ciencia y fe. La ciencia y la fe no son opuestas. Los hombres de fe
han sido quienes ocasionalmente han suscitado dicha oposición a
través de desafortunados malentendidos.56En la medida en que
55
Esta reflexión es además válida para todas las parejas que deciden traer un niño
al mundo. El motivo principal debe ser el niño y no su utilidad para los padres.
¿Acaso no es éste el espíritu –al menos cristiano-‐‑ de toda intención procreadora del
ser humano?
56
Para citar el famoso caso de Galileo, hay que precisar que el astrónomo italiano
buscaba él mismo responder teológicamente a objeciones de carácter teológicas, y
esto es mucho de lo que influyó desde el inicio de su proceso, a diferencia de
Copérnico, quien no tuvo ningún problema antes que él, ya que permaneció
únicamente en el dominio de la investigación matemática y científica. No obstante
lo anterior, Juan Pablo II ha reconocido los errores de algunos hombres de la
Iglesia en este asunto (Cfr. Discurso a los miembros de la Pontificia Academia de las
Ciencias del 31 de octubre de 1992. Véase Osservatore Romano 45, 10 de noviembre
de 1992, p. 6-‐‑7). Sin embargo, le pide tanto al hombre de ciencia como al hombre de
fe “tomar consciencia del campo y de los límites de sus propias competencias”
para evitar las extrapolaciones científicas en el campo de la teología, así como las
extrapolaciones teológicas en el campo de la ciencia. Si la Iglesia, por ejemplo, no
contradice el hecho de que el estado de “mórula” cuenta con al menos treinta y dos
células, o que el universo no sea físicamente geocéntrico, por lo mismo, la ciencia
no puede tomar posición con respecto al carácter no sagrado del embrión humano,
ya que esto no se ve en el microscopio. Esto es competencia de la reflexión
teológica.
77
cada conocimiento y cada sabiduría busquen la verdad, se puede
compartir el mismo espíritu que el de la teología cristiana. Para el
creyente, ninguna verdad puede ser opuesta a otra verdad. Todas
las personas que buscan la verdad con honestidad, no pueden
sino converger a la misma meta, porque Dios es la Verdad. Por
eso, la Iglesia no puede más que amar toda ciencia verdadera. Más
allá del desafortunado caso Galileo, sería bueno reconocer además
que la Iglesia católica ha jugado globalmente un papel importante
a favor del desarrollo de las ciencias. En efecto, es históricamente
constatable que la ciencia creció más rápidamente en los países de
tradición cristiana, yendo a la par de un mejor progreso técnico,
artístico, cultural y literario, en comparación con otras partes del
mundo, al menos hasta la separación entre la Iglesia y el Estado.
De esta manera, el científico cristiano no está forzosamente
atado al hacer ciencia; simplemente estará preocupado por
considerar que existen cosas que no pueden ser manipuladas o
transformadas sin importar la manera de hacerlo. El embrión
humano, desde el primer momento de su existencia, no puede ser
un medio para ayudar a alguien más, sobretodo si ese medio
implica la destrucción, la muerte del embrión.
La fe cristiana considera que sólo hay una manera de salvar a
alguien, de salvar a otra persona distinta. Esa manera consiste en
dar su vida por los otros; pero no es posible decidir en el lugar de
otro sobre el don de su vida para salvar a otra persona: a cada ser
humano le compete hacer el uso libre de su propia vida delante de
Dios y delante de los demás seres humanos.57
57
Hemos visto que, incluso en ética humana fundamental, es más que imprudente
instaurar el espíritu según el cual un individuo puede escoger la destrucción de
otro individuo inocente para salvarse a sí mismo.
78
Al respecto, podemos citar una frase de la Biblia: cuando
Dios habla de los hombres que no se ocupan demasiado por Él ni
por sus hermanos, Dios dice lo siguiente: “Cuando ellos comen su
pan, es a mi pueblo que se están comiendo” (Salmo 14, 4).58 En
otras palabras: es importante no realizar actos que a pesar de tener
como finalidad salvar la propia vida terrestre, provoquen la
muerte de otros, salvo en el caso de legítima defensa. Además, es
un principio fundamental de la ética cristiana: la muerte de un
individuo humano no puede ser jamás un medio para conseguir el
bien de otra persona, fuera del caso del don personal y voluntario
de la propia vida ofrecida por los demás.
No puede destruirse un proyecto humano para elaborar otro
en su lugar, y decidir por sí mismo el orden a instaurar entre
ambos; sobretodo porque hay otros medios que no destruyen el
devenir individual humano, medios que entran en la óptica
verificada del autotransplante, de la auto terapia y de los recursos
naturales que posee el cuerpo individual. El cuerpo humano está
lleno de recursos que todavía no han sido explorados.
Entonces, los cristianos no están interpelados a rechazar de
golpe las investigaciones... La Academia Pontificia de las Ciencias,
creada a petición del Papa Juan Pablo II y cuyo objetivo es explicar
la orientación ética de las investigaciones científicas, de manera
oficial invita a la realización de estudios sobre células estaminales
adultas y pide que se fomente el desarrollo de terapias ligadas a
esos descubrimientos. Sin embargo, se opone, como lo explicamos
en acorde a los principios de la ética cristiana y religiosa, a las
manipulaciones y a la producción –con fines de desviación
La traducción que ofrece la nueva edición de la Biblia de Jerusalén, dice así: “¿No
58
79
orgánica y celular-‐‑ de células estaminales obtenidas a través de la
clonación o tomadas de embriones humanos.59
El científico cristiano encuentra aliento y respaldo: el
Concilio Vaticano II estipuló en varias ocasiones que la Iglesia
apoya toda búsqueda de verdad y, por consiguiente, apoya la
ciencia, por ser una verdadera búsqueda. Sin embargo, la Iglesia
también busca proteger al hombre y a lo sagrado de la
manipulación y de la destrucción. Esto lo explica la instrucción
Donum vitae del 22 de febrero de 1987 de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, donde se pide oficialmente el respeto hacia la
vida humana naciente, el respeto de la vida humana que termina
y el respeto de la dignidad de persona que tiene todo embrión
incluso en las primeras etapas de su existencia. Lo que hemos
dicho sobre el comienzo de la vida humana también es válido
para el término de la vida humana, es decir que no podemos
decidir a priori y desde el exterior acerca del fin de la vida o del
término de la vida para una persona humana, o bien echar mano
de la inconsciencia artificialmente provocada sin que el paciente lo
sepa.
El científico cristiano puede descubrir así sus deberes con
respecto al hombre y a la ley de Dios. El hombre y la ley no son
enemigos: el hombre no está hecho para la ley, sino que la ley está
hecha para el hombre. Siguiendo a Dios, el cristiano desea la
apertura de todo hombre a la verdad, a su plenitud en la verdad y
en el amor, para acceder a la vida eterna. No puede ser un
absoluto el querer sobrevivir a todo precio o que el hombre
La cuestión es muy diferente si se trata de células tomadas del cordón umbilical
59
de niños recién nacidos, pues las células sanguíneas de un cordón umbilical no son
células capaces de convertirse en un ser humano de manera individual. En efecto,
éstas son células orgánicas.
80
busque la “inmortalidad” sobre esta tierra. Una esperanza de esa
índole sólo es un señuelo, una desviación de la verdadera
esperanza en la inmortalidad bienaventurada que es eterna. El
cristiano apuesta a una inmortalidad enraizada en algo esencial
que no tiene fin. Por eso toma la responsabilidad de ayudar a los
hombres a orientar sus acciones, sus proyectos, sus oficios, en el
mismo sentido del respeto al orden establecido por el Creador, del
respeto a la dignidad de origen y destino de todo individuo
humano.
c) La función reflexiva de la bioética
Como usted nos lo ha mostrado, la bioética incorpora varios
niveles de reflexión. ¿Cuál es entonces la legitimidad del
término “bioética”?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: En relación al tema de la vida, la ética tiene una
triple legitimidad que consiste en el nivel de la ética simple o ética
humana fundamental, en el nivel de la ética religiosa y en el nivel
de la ética cristiana. Efectivamente hay una bioética humana
fundamental, una bioética religiosa y una bioética cristiana. Cada
una está incluida en la otra: la bioética cristiana implica las
investigaciones de la bioética religiosa y las asume; la bioética
religiosa asume e implica por su parte todas las investigaciones de
la bioética humana y fundamental.
Un punto que debe aclararse es el hecho de que la bioética
humana fundamental siempre deberá estar en referencia a la
filosofía realista, para ser efectivamente asumida por una bioética
de carácter religioso o cristiano. Si, por lo contrario, es ideológica,
o se desprende de cualquier punto de vista socioeconómico
parcial –que también es una visión parcial sobre el ser humano-‐‑,
81
no podrá ser asumida ni volverse parte integrante de la bioética
del nivel más alto.
La legitimidad del concepto de “bioética” concierne, en
consecuencia, a la ética cristiana, a la ética religiosa y a la ética
fundamental realista. Por consenso o por comité consultativo, las
diferentes bioéticas ciertamente pueden proporcionar resultados,
acuerdos, enfoques parciales, y eso ya es bastante para las
sociedades; sin embargo, los consensos no son razón suficiente
para “salir de algunas cavernas”, como diría Platón. Cuando, por
ejemplo, es conocido que el Comité Nacional Consultativo de
Ética Francés, no tiene derecho a reflexionar –o cuando menos a
expresarse-‐‑ sobre la moralidad del aborto, puede decirse que
efectivamente hace falta un punto clave que es fundamental para
asegurar la validez de la ética que va a ser expuesta. Si no se
proporcionan los medios para que el organismo “maestro” en
moralidad “positiva” de leyes pueda reflexionar hasta sus últimas
consecuencias, ¿cómo los estudios y análisis éticos posteriores a
propósito de la clonación o del uso de células estaminales
embrionarias, podrán llamarse éticamente objetivos?
Por eso, en nombre de la democracia, podría exigirse al
gobierno francés un Comité Nacional Consultativo de Ética que
tenga derecho y posibilidad a expresarse sobre el conjunto de leyes
que conciernen la vida humana desde su punto de partida.60 La
limitación de la reflexión ética respecto de la cuestión del aborto,
no va en concordancia con el espíritu democrático.61
60
Además, se trataría de una justicia a posteriori ya que la ley sobre el aborto en
Francia habría sido sometida al Comité Nacional Consultativo de Ética si este
organismo hubiera sido creado antes de 1975.
61
En México, existe la Comisión Nacional de Bioética (CONBIOÉTICA), que
depende, a través de la Secretaría de Salud, del gobierno mexicano
82
d) Progreso a nivel ético
¿A qué proposiciones concretas conduce esta reflexión ética?
-‐‑ Stéphane-‐‑Marie: Las reflexiones aquí desarrolladas también
pretenden ser un estímulo y un llamado dirigido a todos aquéllos
que tienen la responsabilidad sobre las leyes o sobre el gobierno
de los países. Es bien sabido que existen elementos que son
considerados como ya “adquiridos” y que el hombre político no
puede cambiar de un día para otro, sin provocar una guerra civil.
Platón diría que es imposible sacar a la gente de la caverna
demasiado rápido, porque la luz los deslumbraría y se volverían
demasiado agresivos. Por el contrario, pueden establecerse a largo
plazo los “elementos” de un espíritu auténticamente más humano
o más protector. Esta es una manera positiva y pacífica de cambiar
el espíritu ciudadano en una dirección más humana y, de esta
forma, reemplazar poco a poco las leyes inútiles o que respetan
menos al hombre. La creación y multiplicación de centros para
asistencia al servicio de la vida –cuyo espíritu reposa sobre los
83
valores profundos de la vida-‐‑; las decisiones presupuestarias más
favorables a la investigación de células madre adultas en lugar de
apoyar los estudios de las células embrionarias obtenidas a través
de la clonación; el apoyo más generoso a la familia y el respeto de
la responsabilidad de los padres, permitiría situar correctamente
“el espíritu de las leyes” en favor de la vida, mismo que habrá de
contribuir a que el siglo XXI sea posible, retomando la frase de
Malraux.
La noción de derechos humanos también debe progresar y
extenderse a todo hombre, como enseñó con insistencia Juan
Pablo II a lo largo de todo su pontificado. El Santo Padre invita a
la humanidad a una “mirada contemplativa” sobre el hombre en
sí mismo y sobre el mundo, mirada que concibe la realidad como
creación y que busca una armonía entre la ciencia y el bien de la
persona y de la sociedad:62
Es la mirada de quien ve la vida en su profundidad,
percibiendo sus dimensiones de gratuidad, belleza,
invitación a la libertad y a la responsabilidad. Es la mirada
de quien no pretende apoderarse de la realidad, sino que la
acoge como un don, descubriendo en cada cosa el reflejo
del Creador y en cada persona su imagen viviente (cf. Gn 1,
27; Sal 8, 6).
62
JUAN PABLO II, Evangelium vitae, no, 83.
84
Apéndice
¿Qué son las células madre?
Por: Alonso Fernández Diez
Una célula madre (también conocida como célula troncal) es
una célula progenitora indiferenciada autorrenovable capaz de
generar uno o más tipos de células diferenciadas. 63 En otras
palabras: una célula madre posee la capacidad de replicarse y de
(1) diferenciarse, (2) transdiferenciarse o (3) reprogramarse dando
lugar a diversos tipos de células especializadas. ¿A qué nos
referimos cuando decimos que pueden “diferenciarse?”
Las células troncales son un tipo de células no
especializadas que tienen la capacidad de dividirse
indefinidamente y producir, como fruto de esta división, una
copia exacta de sí misma y los diferentes tipos celulares que
existen en el organismo. Es decir, las células troncales son
células indiferenciadas capaces de autorrenovarse y de
producir células maduras con características y funciones
concretas. El proceso por el cual las células troncales se
transforman en un tipo celular especializado se denomina
63
Ofrezco otra definición: “En general, una célula madre se define como una célula
que tiene la capacidad de dividirse (autoreplicarse) por periodos indefinidos
durante toda la vida de un individuo y que bajo las condiciones apropiadas o
señales correctas del microambiente puede dar origen (diferenciarse) a diferentes
linajes con características y funciones especializadas como miocitos, neuronas o
hepatocitos”. DONOVAN y GEARHART, “The end of the beginning for
pluripotent stem cells”, Nature, 414, 2001, p. 92-‐‑97, citado en: RODRÍGUEZ-‐‑
PARDO, Viviana M., “Células madre: conceptos generales y perspectivas de
investigación”, Universitas Scientiarum 10, no. 1, Revista de la Facultad de Ciencias,
Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, junio de 2005, p. 6.
85
diferenciación y tiene lugar cuando la célula troncal recibe
las señales fisiológicas adecuadas, como pueden ser los
niveles de expresión de determinados genes.64
Las células madres, como aún no pertenecen a un tipo
celular específico, no son todavía, por poner unos ejemplos,
células hematopoyéticas, de hígado, neuronales o de cualquier
otro tipo, aunque pueden llegar a serlo. Por eso, pueden
diferenciarse, transdiferenciarse o reprogramarse en una amplia
variedad de células distintas de un organismo adulto.65 Desde el
punto de vista científico, esto es algo absolutamente maravilloso.
Las células madre son tan prometedoras en la investigación
científica, que un equipo de investigadores de la Universidad de
Navarra afirmó en un artículo que: “La terapia con células madre
está en la vanguardia de la investigación biomédica actual”.66
Ahora bien, siendo más específicos, podemos decir que hay
tres formas de reemplazar las células dañadas de un órgano
lesionado. 67 La primera de ellas es, precisamente, la
diferenciación. Ésta “se da cuando una célula inmadura se
64
Medicina Regenerativa y Terapia Celular. Informe de Vigilancia Tecnológica,
Genoma España/FUAM, p.10, disponible en:
http://www.gen-‐‑es.org/assets_db/publications/documents/pub_78_d.pdf
65
La definición de un manual clásico, dice: “Diferenciación: el proceso de
desarrollo por el cual una célula o tejido relativamente no especializado sufre un
cambio progresivo (habitualmente irreversible) a una célula o tejido ya
especializado”. CURTIS, Helena et.al., Biología, 7ª ed., Buenos Aires, Editorial
Médica Panamericana, 2008 (Glosario, G-‐‑10). Véase también: ARIAS, R. FELMER
(2009), “Biología de las células madre embrionarias (ES cells) en distintas especies:
potenciales aplicaciones en biomedicina”, en Arch Med Vet 41, p. 185.
66
BOSH Barrera, Joaquim, et.al., “Células madre y cáncer: dilucidando el origen de
la célula madre tumoral”, Rev Med Uni Navarra 51, no. 2, 2007, p. 14.
67
AZNAR, JUSTO, “Diferenciación, transdiferenciación y reprogramación celular.
Situación actual del tema. Informe”, Universidad Católica de Valencia, 2011.
86
convierte en una más madura de su propio linaje, dentro del
mismo tipo de células”. La segunda, es la llamada
transdiferenciación, y se da cuando “se puede convertir en una
célula de otro linaje”. Y la tercera, que a la vez es quizá la más
prometedora, es la denominada reprogramación celular, y se da
“cuando una célula madura puede reprogramarse a un estadio de
pluripotencialidad”.
Existen tres formas de clasificar a las células madre:68
1. Según su potencial de diferenciación: pueden ser células (a)
totipotenciales, (b) pluripotenciales, (c) multipotenciales y
unipotenciales.
2. Según el tejido de origen: (a) células madre embrionarias o (b)
células madre adultas.
3. Según su capacidad de re-‐‑población tisular in vivo, en corto,
medio o largo plazo de regeneración.
A continuación se explica, brevemente, en qué consisten:
1. Según su potencial de diferenciación:
a) Células madre embrionarias totipotenciales
Un óvulo fecundado o cigoto, es una célula madre
considerada de “primer nivel”, la célula madre por excelencia. Es
totipotente porque “puede generar todas las células que darán
lugar al organismo adulto, incluidas las células somáticas,
68
RODRÍGUEZ-‐‑PARDO, Viviana M., (2005), op.cit., p. 5.
87
germinales y extraembrionarias”.69 Esto es, pueden diferenciarse
en estructuras embrionarias como la placenta y el cordón
umbilical. Incluso, tienen el potencial de “generar un embrión
completo”.70
b) Células madre embrionarias pluripotenciales
Éstas, son las llamadas Embryonic Stem Cells (ES Cells) o
células madre de “segundo nivel”. Son las células derivadas “de la
masa celular interna (ICM) de un embrión al estado de blastocisto,
esto es, dependiendo de la especie, 4-‐‑7 días después de la
fecundación”.71
Estas células madre “son capaces de diferenciarse en
cualquier tipo de célula que pueda existir en órganos y tejidos,
pero no en las células que forman estructuras embrionarias como
la placenta y el cordón umbilical”. 72 Siendo más específicos,
pueden dar origen a progenitores que forman cualquiera de las
69
GJORRET, J.O., P. Maddox-‐‑Hyttel, “Attempts towards derivation and
establishment of bovine embryonic stem cell-‐‑like cultures”, Reprod Fertil Dev 17,
113-‐‑124, citado en ARIAS, R. Felmer (2009), op.cit., p. 185.
70
RODRÍGUEZ-‐‑PARDO, Viviana M., (2005), op.cit., p. 6. Hay que mencionar que
hay investigadores que consideran que, en realidad, estas células no son
totipotenciales y que es un error decir que lo son: “Ante todo, es preciso aclarar
que no se trata de células totipotentes, como a menudo se nos explica
erróneamente, pues por sí solas no son capaces de generar un embrión. En
realidad, son pluripotentes, es decir, capaces de producir todos los tipos de células
de nuestro cuerpo, a excepción de los anexos embrionarios necesarios para la vida
en el útero”. VESCOVI, Angelo L., “Detrás de la investigación con células madre
embrionarias hay sólo una guerra de patentes”, Milán, junio de 2009.
71
ARIAS, R. Felmer (2009), op.cit., p. 185.
72
Medicina Regenerativa y Terapia Celular. Informe de Vigilancia Tecnológica,
op.cit., p. 11.
88
tres capas germinales embrionarias: mesodermo, endodermo y
ectodermo”.73
c) Células madre multipotenciales
Estas células, “son aquellas que se encuentran parcialmente
especializadas pero que son capaces de formar un número
determinado de tipos celulares. Un ejemplo de células troncales
adultas multipotenciales son las células troncales hematopoyéticas
que pueden diferenciarse en plaquetas, glóbulos rojos o glóbulos
blancos”.74 En otras palabras, “pueden dar origen a precursores
relacionados solamente con una de las tres capas embrionarias;
por ejemplo, células madre que dan origen a tejidos derivados
exclusivamente del endodermo como tejido pancreático o
pulmonar”.75
d) Células madre unipotenciales
Estas células sólo pueden generar células similares
correspondientes una sola línea celular, es decir, si son de un tipo
de tejido, únicamente darán origen a células de ese tejido en
particular.
La mayoría de las células madre de un tejido específico que
no ha sufrido ningún tipo de agresión o daño son del tipo
unipotencial y son las responsables de la fase fisiológica de
auto-‐‑renovación tisular, donde la cantidad de células
perdidas es igual al número de nuevas células. Sin embargo,
73
RODRÍGUEZ-‐‑PARDO, Viviana M., (2005), op.cit., p. 6.
74
Medicina Regenerativa y Terapia Celular. Informe de Vigilancia Tecnológica,
op.cit., p. 11.
75
RODRÍGUEZ-‐‑PARDO, Viviana M., (2005), op.cit., p. 6.
89
si el tejido es alterado en su estructura básica a través de un
fenómeno lesivo y se requiere de diversos tipos celulares
para su reparación, se pueden activar células del tipo
pluripotencial para reparar el daño.76
2. Según el tejido de origen
Las células madre tienen, fundamentalmente, dos fuentes de
procedencia: se pueden obtener de (1) embriones o de (2)
organismos adultos.77 Por eso, se habla comúnmente de células
madre embrionarias, a las que pertenecen las células madre
totipotenciales y las pluripotenciales, y las células madre adultas o
somáticas, que normalmente corresponden a las células madre
multipotenciales y las unipotenciales.
El descubrimiento de la existencia de estas células
particulares constituye un cambio histórico en el ámbito
biomédico. La identificación de un tipo raro de célula […]
cuya función consiste en generar, mantener íntegros y
funcionando, y posiblemente reparar los tejidos de nuestro
organismo, ha cambiado radicalmente la perspectiva sobre
las posibles terapias para muchísimas enfermedades letales e
incurables. Además, el uso de células madre en los estudios
sobre el envejecimiento abre campos impensables con vistas
a mejorar la calidad de la vida y en lo relativo a la
longevidad de nuestra especie. Por último, están las
aplicaciones de las células madre en el ámbito de los
estudios de toxicología y sobre fármacos, con implicaciones
financieras significativas.78
76
RODRÍGUEZ-‐‑PARDO, Viviana M., (2005), op.cit., p. 7.
77
Hay otras clasificaciones más amplias: (1) células madre embrionarias, (2) células
madres de origen germinal, (3) células madre fetales y (4) células madre adultas.
78
VESCOVI, Angelo L., op.cit. p. 2.
90
Tanto las células madre embrionarias como las adultas,
tienen sus ventajas y sus desventajas. Como comenta Angelo
Vescovi:79
Las células madres somáticas no están dotadas de una
capacidad intrínseca de generar tumores y ya están
especializadas para producir las células del tejido en el que
residen, pero en muchos casos son muy difíciles de
multiplicar en gran número. Y viceversa, las células madre
embrionarias se multiplican rápidamente, pero son
intrínsecamente carcinogenéticas y difíciles de instruir para
producir específicamente el tipo de célula que se quiere
utilizar. Obviamente, la investigación sigue avanzando y, en
ambos casos, van apareciendo soluciones nuevas y
prometedoras.
Como se puede observar, hay pros y contras, desde el punto
de vista científico, cuando se utilizan estos dos tipos de células;
pero también hay ventajas y desventajas desde una perspectiva
ética, pues cuando se utilizan células madre embrionarias, se
destruye el embrión y, por lo tanto, se elimina un organismo vivo
que hubiera podido dar origen a una persona humana. Esta es la
gran objeción ética a la experimentación con embriones humanos
con fines científicos.
Ahora bien, como se menciona en el estudio introductorio de
este libro, ya hay numerosos terapias exitosas que utilizan células
madre somáticas o adultas, y son cada vez más los investigadores
que abandonan la búsqueda de las terapias con células
embrionarias, precisamente porque (1) no son todavía exitosas y
Idem.
79
91
(2) porque implican la destrucción y muerte de embriones
humanos.
En cambio, las investigaciones de los doctores Shinya
Yamanaka, James Thomson, Sir Martin Evans, Angelo L. Vescovi
y Ian Wilmut, por mencionar solamente algunos nombres de
científicos destacados –cuyos descubrimientos se analizaron en la
Introducción de este libro, van en la línea de reprogramar células
madre adultas en células con características de células madre
embrionarias, con la gran ventaja de que adquieren la
pluripotencialidad.
Falta mucho todavía. El futuro de la medicina regenerativa
es extraordinariamente prometedor. La investigación y la
aplicación de terapias con células madre aún está en ciernes.
92