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ALGUNAS APORTES PARA ENTENDER “ESTAR PREPARADOS PARA GOBERNAR”

En el IV Pleno del Comité Central la gran tarea que nos habíamos propuesto fue la reconstrucción
del Partido. Esta tarea continua en el presente. El Partido que queremos debe llegar a ser un
todo integrado donde cada militante, cuadro o dirigente ocupe un lugar y sea responsable de
ello. Sólo entonces será posible su plena institucionalización, es decir que actúen todos los
eslabones de conformidad con las normas estatutarias, programa y táctica que él mismo se da
democráticamente.

Asimismo, en el X Pleno del Comité Central (año 2000), nos propusimos colocarnos a la altura
de las exigencias del periodo. El conocimiento cercano del funcionamiento del Partido y de sus
estructuras internas, del papel que vienen asumiendo sus cuadros dirigentes nacionales e
intermedios, de la forma como se abordan las diferentes tareas, como se perciben la realidad
del país y las exigencias que ella implica para nuestra organización, entre otros factores, indican
que existe un conjunto de temas no entendidos o soslayados, y que está llevando al Partido a
imponer una dinámica espontánea y coyunturalista lo que nos estaría conduciendo a cometer
serios errores políticos y podría acarrear consecuencias graves en lo ideológico y organizativo si
no se los analiza y resuelve correctamente.

Si bien es cierto que contamos con un contingente de camaradas, sobre todo jóvenes, muy
valioso y firme. Ya no se puede caer más de lo que vivimos en estos años de reflujo y de ofensiva
general. Somos un Partido que cuenta con una base relativamente consistente y con grandes
posibilidades de desarrollo y de presencia entre los trabajadores, la juventud, la intelectualidad.
El problema para nosotros es saber qué estamos haciendo y como nos preparamos para abordar
las tareas de cara al futuro en una situación de cambios rápidos y complejos. Conformarnos con
lo alcanzado es ya un error; no ver el futuro y ajustar las fuerzas para aprovechar las condiciones
favorables que se presentan, sería un error aún mayor. Sobre esto, sin embargo, no se
reflexiona, lo que impide colocarnos en mejor ubicación para extraer las consecuencias políticas,
ideológicas, organizativas y de masas del caso.

El concepto militar “la victoria se construye” lo podemos aplicar perfectamente en nuestro


trabajo político. Ya que nuestro éxito político siempre será el resultado de la labor previsora,
inteligente, paciente, meditada y organizada de los actores en la lucha. Las batallas políticas
pueden ser ganadas si se aprovechan las condiciones favorables y se sacan ventajas de los
errores o limitaciones que otorga el adversario.

Hoy existen las condiciones para asumir liderazgos y que el partido crezca en esta crisis. Los
indicadores económicos, sociales y políticos llevan a la conclusión de que se está atravesando
crisis de valores, crisis institucional y crisis política. Ello está conllevando a la agudización de las
contradicciones sociales, por el desborde del descontento y la indignación de las masas
agredidas por el modelo neoliberal, el entreguismo de nuestros recursos naturales y la
intolerancia y por la inestabilidad política. El fracaso de la política neoliberal está generando
inevitablemente a convulsiones sociales y políticas y por lo tanto, al reacomodo de fuerzas. Es
una gran oportunidad para crecer como partido, pero tenemos que ponernos a la altura de las
circunstancias. Aprovechar el momento o dejamos que el “tren pase” y nos quedamos mirando
lo que otros cosechan.

Dentro de este marco es que, para asumir las diversas tareas ya descritas, tenemos que estar
preparados para gobernar. Esto no quiere decir que solo nos estemos refiriendo a hacer gestión
en los organismos del estado, sino va mucho más allá: Ser dialecticos, sólida formación
ideológica y política, visión holística y sistémica, planificador, entre otros. Prepararnos para
gobernar es pensar con cabeza propia, es creación heroica tal como nos señala el amauta José
Carlos Mariátegui. Es decir, hacer política, porque la política tiene que ver, esencialmente, con
la cuestión del Estado y el Poder político.

Entonces, para entender en su real dimensión lo que es gobernar, vamos a explicar primero
brevemente dos términos que van interrelacionado como es el gobernabilidad y gobernanza.
De acuerdo a la bibliografía existen diferentes maneras de entender lo que es la gobernabilidad.
Para nosotros gobernabilidad ocurre cuando la organización estatal, cumple sus funciones, es
decir opera, actúa, funciona en condiciones de normalidad de manera regular y continúa. En
concreto es la capacidad de dirigir una sociedad. Es decir, hablamos de eficacia del aparato
estatal. Para que ello ocurra, tiene que darse consensos, pactos, diálogos, generar adecuados
modelos comunicacionales, es tener una comunicación asertiva, concreta, propositiva, directa y
se concrete en la acción política. Puntalmente, es la capacidad de una determinada sociedad
para enfrentar positivamente los retos en un momento determinado. Otro requisito para que el
estado cumpla sus funciones es que exige un alto grado de participación de la ciudadanía en sus
deberes y derechos.

El segundo concepto es el de Gobernanza. Como ya dijimos líneas arriba la gobernabilidad con


gobernanza son complementarios, es decir no son conceptos opuestos, o como se diría son
como dos hermanos gemelos o siameses. Se entiende por lo tanto gobernanza como la calidad
de la gestión, es decir, tienen que ser óptimos y satisfactorios en los actores. En concreto, son
los procesos de interacción entre actores estratégicos. Se conceptúa como los actores
estratégicos o relevantes a aquellos que cuentan con recursos de poder suficientes para impedir
o perturbar el funcionamiento de las reglas o procedimientos de toma de decisiones y de
solución de conflictos colectivos; es decir, son actores con poder de veto sobre una determinada
política. Aquí se dan la lucha de clases. Los recursos de poder pueden proceder del control de
determinados cargos o funciones públicas (ejército, legislativo, presidencia, política económico-
financiera, sistema judicial, gobiernos estatales o municipales claves...), o del control de factores
de producción (capital, trabajo, materias primas, tecnología...), o del control de la información
y las ideas (medios de comunicación social principalmente...), o de la posibilidad de producir
movilizaciones sociales desestabilizadoras (grupos de activistas...), o de la pretendida autoridad
moral (iglesias)... Es por ello que a la gobernanza se califica como la eficiencia.

De acuerdo a lo indicado podemos apreciar que en estos momentos estamos atravesando una
ingobernabilidad en el país. Es decir, la institucionalidad no se respeta por ninguno de los actores
estratégicos, y ello se manifiesta en las decisiones políticas erradas y en la corrupción. Para ello
necesitamos un estado fuerte, que sea capaz de recuperar la institucionalidad, un gobierno que
implemente políticas públicas en educación, tecnología, economía, salud, ambiental,
comunicación, industria, es decir en los sectores estratégicos y que estén dirigidas hacia un
nuevo modelo de desarrollo que sea sostenible y sustentable.

Necesitamos un partido que sea capaz de estar preparado para gobernar. Entendiendo por ello
que primero necesitamos que nuestro partido esté presente y estructurado en todo el país, es
decir del caserío más lejano hasta la capital. Que cada militante este comprometido en ello. Por
lo tanto, debe estar preparado ideológica, política y orgánicamente. Que comprenda que el
Partido no es un organismo inmóvil, ni quieto, ni estancado o inmutable. Al contrario, por ser
un organismo vivo que actúa en una realidad cambiante y en permanente transformación, lo
convierte en una organización en movimiento y cambio constante, obligada a renovarse y
desarrollarse incesantemente. Tenemos que convertirse en una cadena con eslabones que cada
día se enganchen más. Para ello, se tiene formar las células, abrir el partido con audacia y por lo
tanto se incrementará la militancia. Pero no solo organizar, sobre todo, educar desde lo más
simple hasta lo más complejo, conociendo e investigando la realidad de su comunidad, de su
región y del país, es decir con una visión holística, sistémica y prospectiva. En concreto hacer
vida política donde quiera que se desarrollen, y deben apuntar en una misma dirección y
considerarse partes de un mismo propósito. El Partido es uno, y una su línea, programa y
estrategia.

Como efecto de lo indicado en el párrafo anterior aparecerán nuevos cuadros (El cuadro es un
militante del Partido que ha adquirido en su desarrollo un nivel teórico y una experiencia
político-práctico, con conocimiento de la Línea, el programa y el Estatuto del Partido y está en
condiciones de aplicarla creadoramente en el seno de las masas y en cualquier ámbito de
actividad partidaria donde se lo destaque) y líderes que el partido y el pueblo peruano necesitan.
Estos nuevos contingentes de cuadros y líderes tienen que tener una formación marxista-
leninista. Necesitamos cientos de camaradas con un alto nivel ideológico para que no nos vuelva
a derrotar el neoliberalismo y cualquier otra ideología ajena al ML. Necesitamos cuadros y
líderes con mentalidad estratégica (mentalidad estratégica significa abordar y descubrir en todo
fenómeno o circunstancia la suma de los factores presentes, ver el mapa en su conjunto para
buscar respuestas y soluciones también de conjunto, de las cuales derivarán las tácticas y los
métodos que se empleen), con visión prospectiva y romper de esta manera los muros que
nosotros mismos nos hemos puesto, que seamos los apóstoles para conquistar una nueva
sociedad, que seamos capaces de hacer política en el lugar que nos encontremos. Cuadros y
líderes combatiendo el liberalismo ideológico en sus diversas formas, a los estilos de trabajo
burocráticos en sustitución de la línea de masas, erradicando el sectarismo y en su lugar
convocar a la unidad más amplia dentro y fuera del Partido, a los individualistas inculcarlos el
espíritu partidista, a los empíricos a la consecuente integración de teoría y práctica y de una
práctica guiada por la teoría, y a los espontáneos una actividad organizada y planificada. Cuadros
y líderes que sepan llevar a la práctica las decisiones congresales y del Comité Central, y que
estén en condiciones de aplicarlas en las circunscripciones donde están trabajando o están
destacados.

También el partido necesita cientos de profesionales y técnicos altamente capacitados en la


gestión pública y en la dirección del partido. Estos tienen que conocer el programa, estatutos y
por supuestos conocer y practicar el ML. Los profesionales y técnicos del Partido es importante
e imprescindible conocer la actividad que se dirige. Por eso Lenin afirmaba “... El dirigente de
una institución pública debe poseer en el más alto grado de capacidad de atraer a la gente y
unos conocimientos científicos y técnicos bastante sólidos, como para controlar su
trabajo...”(Lenin VI. Continuación de la carta acerca del carácter legislativo de las decisiones del
Gosplán. OE. T. 3 Editorial Progreso. Moscú. 1960. Pág. 764). Para ello, tenemos que terminar
con el empirismo (que en muchos casos ha devenido en practicismo estrecho y ciego, cuya
influencia nefasta se percibe inclusive en el comportamiento de no pocos cuadros y dirigentes),
el individualismo (de origen burgués o pequeño burgués; criterios utilitaristas y pragmáticos
que consideran el Partido un medio para lograr fines personales o encaramarse en determinadas
esferas de la administración del Estado), y el burocratismo (el peor método de dirección y de
trabajo que le puede caer en suerte a nuestra organización) . Necesitamos que conozcan la
estructura, organización y funcionamiento del estado. Hoy más que nunca necesitamos
militantes con ética y valores.

Prepararnos para gobernar también es fundamental el trabajo económico del Partido. El


autofinanciamiento es un principio en el partido, ya que tenemos que apoyarnos en nuestras
propias fuerzas y en las masas para resolverlo. Consideramos que el Partido es el instrumento
fundamental para llevar a cabo la revolución y el socialismo; sin esta tarea sería imposible
alcanzar sin la incorporación del pueblo y sin su participación voluntaria, entusiasta y esforzada;
si, además, es indispensable tener la capacidad de independencia y autodecisión. La labor
formativa de los militantes y la capacitación de los cuadros y dirigentes debe considerar, como
curso obligatorio, el tema de la economía y las finanzas, entendiendolas en su significado
ideológico, político, ético, de gestión y administración, basadas en los principios de
autosostenimiento, apoyarse en las fuerzas propias, independencia, línea de masas, eficiencia,
productividad, ahorro y control.

Por último, el programa, la línea del partido tiene que ser estudiado y llevado a la práctica por
nuestros militantes para que sea conocido y aceptado por millones de peruanos. El militante del
partido, donde quiera que se encuentre y cualquiera que sea su labor concreta, si tiene
comprensión del programa, la línea, de la estrategia partidaria, por tanto, tiene que ir
madurando una mentalidad estratégica, acumulará fuerzas en una misma dirección a la manera
de los riachuelos que dan origen al gran río.

Que ningún militante del Partido se sienta ajeno a esta tarea; que la asuma como un reto
glorioso desplegando el bisturí de la crítica y la autocrítica, el espíritu de estudio arduo, el afán
de superación, uniendo pensamiento y acción como conducta básica, entendiendo que la tarea
no comienza mañana, sino ya mismo.

Lima, Abril 2019

INDANO

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