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ANTECEDENTES

Luego del abandono obligado de Kuelap en 1532 a manos de Diego de Alvarado, esta
ciudad quedó en el olvido para la mayoría de la gente, hasta el año de 1843 cuando Don
Juan Crisóstomo Nieto, juez en la ciudad de Chachapoyas fue llevado a este sitio a
resolver unos litigios por tierras. Así es conducido a lo alto de una montaña donde, para
su gran sorpresa, contempló un enorme muro construido con piedras labradas de mucha
calidad y sobre éste cientos de casas, también de piedra. Quedó tan impresionado que
escribió un informe titulado "Torre de Babel en el Perú" para la Sociedad Geográfica de
Lima quienes años más tarde lo publicaron en su Boletín.

Los años posteriores este sitio arqueológico ha recibido el interés de investigadores como
el sabio italiano Antonio Raimondi en 1860, Charles Wiener, Adolph Banbelier, el
geólogo suizo, Arturo Werthemann, Loors Langlots, Paul Henri Reichlen en las décadas
siguientes hasta que en la actualidad el arqueólogo Alfredo Narváez, entre 1985 y 1987,
realizada una completa y minuciosa descripción del sitio.
INTRODUCCIÓN

Kuélap o Cuélap es un importante sitio arqueológico preinca ubicado en los Andes


nororientales del Perú, en la Provincia de Luya, fue construido por la cultura arqueológica
Chachapoyas. Forma un conjunto arquitectónico de piedra de grandes dimensiones
caracterizado por su condición monumental, con una gran plataforma artificial, orientada
de sur a norte, asentada sobre la cresta de roca calcárea en la cima del Cerro Barreta (a
3000 msnm.). La plataforma se extiende a lo largo de casi 600 metros y tiene como
perímetro una muralla que en algunos puntos alcanza 19 metros de altura. Se estima que
su construcción debió iniciarse hacia el siglo XI, coincidiendo con el periodo de
florecimiento de la cultura Chachapoyas, y su ocupación debió culminar hacia mitades
del siglo XVI. Sus colosales murallas y su compleja arquitectura interior son evidencias
de su función como un conjunto poblacional bien organizado, que incluye recintos de
índole administrativa, religiosa, espacios ceremoniales y de residencia permanente.
Kuelap es una muestra de riqueza cultural de esta zona del Perú, sus impresionantes
construcciones se realizaron antes de los Incas y son una muestra del ingénio e
inteligencia de nuestros antepasados, pues construyeron complejos pasadizos, enormes
murallas con grandes bloques de piedra y un sofisticado sistema de drenaje, todo esto
teniendo en cuenta la geografía y el dificil acceso a esta zona.
Aparte de Kuelap, la región amazonas posee una de las más bellas cataratas del Perú,
Gocta, con sus 771 metros de altura es considerada la "Cuarta catarata más alta del
mundo", cabe resaltar que hace poco también fue descubierta la Catarata de Yumbilla,
también en la región amazonas y según los datos vertidos en wikipedia sería la Tercera
catarata más alta del mundo, superando a Gocta con sus 895 metros, lamentablemente
esta última catarata aún no está promocionada dentro de los circuitos turísticos de esta
región del País.
UBICACIÓN Y ACCESO

El complejo arqueológico de Kuélap está ubicado en las coordenadas 6°25′9.29″S


77°55′22.85″O, en el departamento de Amazonas, provincia de Luya. El embarque se
inicia en Chachapoyas. Se accede desde la carretera del Leimebamba, dejando la carretera
asfaltada a la altura de Nuevo Tingo, cercano a la ribera del Utcubamba, donde el camino
prosigue por via carrozable en ascenso, hasta llegar a una planície en las proximidades
del monumento, donde encontramos un sendero que nos lleva directamente a la
Ciudadela. También es posible el acceso por un sendero empinado que parte del poblado
de El Tingo, cercano a la ribera del Utcubamba, con un recorrido de 8.9 kilómetros y un
desnivel de 1200 metros. Desde el 2 de marzo de 2017 se puede acceder al complejo con
el uso de los teleféricos, que, aparte de transportar a los turistas desde el pueblo de Nuevo
Tingo en tan solo 20 minutos, permitirá disfrutar del majestuoso paisaje en plena ceja de
selva

DESCUBRIMIENTO
Este monumental exponente de la arquitectura de los chachapoyas permaneció
virtualmente ignorado hasta 1843. La razón estriba en lo poco accesible de la zona que es
boscosa y objeto de permanentes lluvias. Sin embargo, el 31 de enero del año referido, al
realizar una diligencia en la zona, Juan Crisóstomo Nieto, juez de Chachapoyas, pudo
admirar su grandeza guiado por lugareños que ya conocían el sitio arqueológico. Este
hecho puede ser considerado como el "descubrimiento" de Kuelap.
Con posterioridad, Kuélap mereció la atención de algunos estudiosos y curiosos en
materia de antigüedades. Entre ellos descuella el francés Louis Langlois, que lo analizó
en la década de los años 1930, y Adolf Bandelier, que lo describió con anterioridad. No
obstante, ha sido el arqueólogo e historiador peruano Federico Kauffmann Doig quien
más tiempo dedicó al estudio e investigación del sitio y de la cultura Chachapoyas.

HISTORIA
Este complejo arqueológico debió iniciar cronológicamente su construcción durante el
período del Intermedio Tardío, hasta los años 1300 d.C. aproximadamente. Fue habitado
por un grupo humano integrante de un gran Curacazgo (sistema de organización social
predominante en la zona), perteneciente a la Nación de los Chachapoyas. En sus fases
más tardías debió dar cabida a cerca de 3000 habitantes. Las crónicas de Pedro Cieza de
León manifiestan que: " los Chachapoyas (ocupaban estas tierras) eran indios blancos
cuya hermosura era digna de soberanos cuyos ojos eran azules los cuales eran más blancos
que los mismos españoles".
Su época de esplendor cultural se dió entre los siglos X y XV d.C. Es durante este período
de auge social y económico que fue conquistado por los Incas, en su paso por la Amazonía
hacia la conquista del Reino de Quito (Ecuador). En efecto, los chachapoyas se
enfrentaron a duras batallas, pero no lograron superar la astucia del Imperio Inca. Estos,
al percatarse de la trampa que forma la entrada a la ciudad, cercaron todo el recinto. El
pueblo poseía en sus almacenes comida por unos días, pero debían salir del lugar para
conseguir más alimentos y agua. El hambre obligó a esta cultura a rendirse, ocupando
territorios vecinos. Los incas vivieron allí por muchos años. Esto se comprueba en las
construcciones en forma de rectángulo, figura que caracterizaba las edificaciones.
Finalmente, fueron invadidos por los españoles en el siglo XVI, los cuales tras la
conquista de estos suelos establecieron una alianza con los chachapoyas para derrotar a
los incas. En la sangrienta batalla, los conquistadores lanzaron antorchas de fuego por las
altas murallas de la ciudadela, obligando a los incas a salir despavoridos y encontrar la
eminente muerte.
En el pánico, los españoles ingresaron a la ciudad en llamas buscando almacenes de oro,
pero al no encontrar nada que sea de valor, destruyeron todo lo que había en su paso,
además de dar muerte a los chachapoyas. Desde ese entonces, la ciudadela quedó
abandonada hasta su descubrimiento para el mundo occidental en 1843 por el juez de
primera instancia Crisóstomo Nieto.

ECONOMÍA
Una gran ciudad, como Kuelap, debió tener un completo sistema de abastecimiento de
alimentos para sus habitantes. Los valles próximos a este sitio son fértiles y pródigos en
productos agrícolas, que en tiempos de los Chachapoyas estuvieron cultivados con maíz,
fríjol, tarhui, papa, achira, mashua, olluco, arracacha y yacón. Así como animales
pecuarios como la llama, domésticos como el cuy, el majá, entre otros animales silvestres
cuyos huesos se han encontrado, pero han podido ser identificados.

AGRICULTURA
La agricultura se desarrolló aprovechando el acceso a una variedad de ecosistemas. Las
laderas de los cerros se transformaron en anchas terrazas de cultivo y las zonas bajas se
cultivaron en campos con elaborados sistemas de drenaje. Cultivaron tubérculos como la
papa, la mashua, la oca y el olluco, y en granos como la quinua y la kiwicha en zonas que
varían desde los 3200 hasta los 3800 metros sobre el nivel del mar.
Los habitantes de la cultura Chachapoyas dependieron de la agricultura del pastoreo, la
caza y la recolección para su subsistencia. Además, basaron su economía en la producción
doméstica de cerámica y de textiles. La producción y el intercambio de alimentos
ayudaban a consolidar las redes sociales y las alianzas entre las poblaciones.
DESCRIPCIÓN
Acceso principal
La entrada principal atestigua su uso para personajes de alto estatus, no solamente por su
forma y detalles arquitectónicos, sino, además, por la ubicación de numerosos bloques de
piedra en su construcción que fueron ornamentados con diversos símbolos de tipo
religioso que incluyen rostros y animales míticos, serpientes y símbolos de profundo
contenido religioso. En este acceso se han mantenido los testimonios del proceso de
crecimiento del sitio, incluyendo grandes capas de relleno que permitieron de manera
sucesiva la extensión del acceso, tanto en altura como su crecimiento hacia el interior.

Templo Mayor
El Templo Mayor es uno de los centros sagrados de mayor importancia para el
monumento. Este edificio, en la forma de un cono truncado invertido, tiene 13.5 m de
diámetro en su parte superior, en la cual se han registrado numerosas evidencias de
ofrendas diversas en rituales complejos que incluyó el colocar huesos humanos dentro del
recipiente interior, que se convirtió así en un gran osario. En torno al edificio se han
encontrado diversas entierros humanos y ofrendas que proceden desde la costa norte,
como desde la sierra de Ayacucho en el sur y Cajamarca en la sierra norte.

Plataforma circular
La Plataforma Circular, ubicada inmediatamente sobre la muralla sur del sitio, tuvo una
función íntimamente vinculada con el Templo Mayor. En esta plataforma debió residir el
personaje que tuvo bajo su responsabilidad el funcionamiento del templo. El final de la
historia ocupacional de Cuélap, se relaciona con una masacre de grandes proporciones
que ocurrió de manera exclusiva dentro de los límites de esta plataforma, que no incluyó
mujeres, pero que fue realizada por un grupo local bien organizado, en el marco de un
conflicto por el poder. Este hecho fue seguido de un gran incendio que marca los días
finales de ocupación del sitio. Tan triste acontecimiento debió ocurrir alrededor de 1570,
cuando se establece el sistema de reducciones de indios por el poder colonial español. En
el centro de esta plataforma hubo un osario semejante al que se registró en la parte
superior y central del Templo Mayor.

Pueblo Alto
El Pueblo Alto se ubica en la parte norte y oeste del sitio y tiene una muralla que lo
delimita y separa del resto del asentamiento. Tiene tres sectores bien definidos, a los
cuales se accede por dos lugares, uno que permite ingresar al sector norte y central y el
otro que permite el acceso solamente al sector sur, de carácter básicamente residencial.
La Tumba Inca del Pueblo Alto Sur
Dentro de una estructura especial se descubrió una tumba inca, de un personaje
adolescente, con ofrendas de alta calidad, que incluye fina cerámica, objetos de madera
muy destruidos y una nariguera de metal. Es posible que se trate de una ofrenda del tipo
Capacocha, costumbre inca en los centros de mayor importancia religiosa del imperio.

Sector Central del Pueblo Alto


Este sector debió cumplir una función pública durante los últimos momentos de
ocupación. Por esta razón, solamente cuanta con tres estructuras de formas cuadradas y
rectangulares, de época inca, que se superponen a estructuras circulares más antiguas. En
el extremo sur de este sector, se ubica una estructura cuadrangular muy destruida, que
contenía numerosos entierros humanos primarios y secundarios. Este edificio debió tener
un techo a dos o cuatro aguas. Debajo de ella hay evidencias de edificios más antiguos.

Callanca
Este es un edificio de época inca. Es el más grande del sitio, es de forma rectangular y ha
sido propuesta su función como Callanca, un edificio que servía durante la época inca
para propósitos ceremoniales bajo techo, pero también como hospedaje para viajeros o
invitados.

El Torreón
Edificio sólido de tipo ceremonial ubicado en el extremo norte del sitio, forma parte del
sector norte del Pueblo Alto y colinda con un abismo inaccesible hacia el lado oeste. En
la parte superior se encontraron centenares de piedras de naturaleza caliza que fueron
redondeadas para ser utilizadas como proyectiles para honda, los que debieron ser
utilizados para propósitos ceremoniales, ya que para propósitos defensivos no cumplía un
papel significativo. Si se utilizaron hondas, el espacio superior solo debió permitir la
presencia de muy pocas personas, tal vez una sola que las arrojaba hacia el oeste, ya que
hacia el este, los techos de las casas vecinas impedía la visibilidad.
BIBLIOGRAFIA

- Ruiz Estrada, Arturo (2009) "Sobre las Formas de Sepultamiento Prehispánico


en Kuelap, Amazonas". En Arqueología y Sociedad Nº 20. Museo de
Arqueología y Antropología. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima
- Perú.

- Juan Arquímedes Vásquez Ríos (2002). Kuélap: joya milenaria de la


arqueología peruana. El gran Pajatén: herencia y patrimonio cultural de la
humanidad. ISBN84-607-5331-X.

- Alfredo Narvaez Vargas (2011). www.kuelapvirtual.com. Visita virtual de


Kuélap. Gobierno Regional Amazonas - UPV – AECID
ANEXOS

Fortaleza de Kuelap

Fachada de la fortaleza de kuelap

Frisos en piedra
Una de las tres entradas

El Tintero.

Vista de Kuélap.

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