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Escrito realizado por: Dr. Prof. MSc. Lic. Ps.

Social Sergio Oscar Alunni, para los alumnos de la UBA sede 54 SUTECBA -ELIZALDE –
Licenciatura en Enfermeria-GCABA, Argentina, 2019.-

La superioridad blanca fanatiz a la civilización occidental

Caminamos a un mundo cambiante, mediado por la tecnologia, la ciencia, la técnica, y un


modernismo que no tiene vuelta a tras, y quienes caminen los senderos de un deseado progreso social,
intelectual, económico y espiritual entre otros; deberemos de tener la capacidad de modificar los
pensamientos epistémicos pasados y resignificarlos al mundo moderno que se nos cierne y nos impele a
un cambio sustantivo, cuyos cambios subyacen a romper los esquemas paradigmáticos de viejos
preceptos y conceptos políticos, sociales, económicos y hasta religiosos....

Dr. Sergio Oscar Alunni, nombre budista Karma Kagyu Drondub Gyamtso
(traducción al español: Océano que realiza el bien).

La ideología de superioridad blanca se basa en varias falsedades, incluyendo la creencia que la


civilización occidental es superior a cualquier otra y de hecho confirma la superioridad de la raza
blanca. Sin embargo, la historia y la antropología contradicen esta creencia errónea.
Desde lo personal y como un miembro y practicante del BUDISMO HUMANITARIO INTEGRATIVO que conjuga
la contemplación Crística Universalista Unitaria, asumimos esta integración y mirada teniendo una larga tradición de
activismo antirracista, defensores de los DDHH todos y de la libre elección y practica en relación a una vida ETICA cuya
práctica y ejercicio del Sexo apunta a las características fisiológicas y sexuales con las que nacen mujeres y hombres.
Mientras que bregamos por la libertad entre un heteronormado y clausurado concepto relacionado al género que se
refiere a las ideas, normas y comportamientos que la sociedad ha establecido para cada sexo, y propiciamos el valor y
significado que se les asigna, entre el género sexual y practica así como también la educación dentro las propias
comunidades sociales que viven una confusión histórica mediada por conceptos modificados e ideados por el
patriarcado heteronormado histórico medieval y de una cultura manipuladora que deviene de un machismo dominador y
no igualador donde lo que importe es el ser humano como una unidad biológica integrativa y espiritual, por ello la
educación y la búsqueda de la liberación basada no en una lucha de pujas de poder sino basadas en el conocimiento
real de la historia de la humanidad, en relación a las falacias ideológicas y el daño social que proviene del racismo y
Escrito realizado por: Dr. Prof. MSc. Lic. Ps.Social Sergio Oscar Alunni, para los alumnos de la UBA sede 54 SUTECBA -ELIZALDE –
Licenciatura en Enfermeria-GCABA, Argentina, 2019.-

otras formas de prejuicio e intolerancia. Sin embargo, esta tradición está hoy desafiada por el hecho que, en todo el
mundo, ha habido un aumento sin precedentes en el racismo, el nativismo y la xenofobia, especialmente contra las
masas de familias inmigrantes que escapan de la muerte y la destrucción en su tierra natal, por diferentes causa:
diferentes modos de pensar políticamente, diferencias en la búsqueda de mejor vivir y desarrollarse como persona y
familias, libertad en cómo vivir y amar a UN OTRO en armonía y respeto por los OTROS, entre otros factores.

Más allá de las realidades políticas, la ideología del racismo tiene fundamentos en anticuadas creencias de larga
duración sobre la superioridad incuestionable de los europeos blancos y la civilización occidental en comparación con
otras razas o civilizaciones. Más recientemente, el surgimiento de un modo de pensar que se denomina «supremacía
blanca» ha reavivado ese debate académico de hace décadas sobre la civilización occidental y su lugar en el contexto
de la historia humana.

Los supremacistas blancos, muy parecidos a los racistas académicos que se encuentran en las lecturas,
investigaciones y educación formal, sostienen la inquebrantable creencia que la civilización occidental es la máxima
expresión del logro intelectual y cultural humano. Al mismo tiempo, los males evidentes de la esclavitud, la dominación,
el genocidio, la explotación y la devastación ambiental que son elementos esenciales de esa civilización global, están
justificados como solo una expresión normal de la naturaleza humana.

Como un estudiante y formado en varias disciplinas como: la psicología social, la salud ( enfermeria), la
docencia, la filosofía, la sociología, la teología, la psicología positiva, y juntamente a estas formaciones las
incorporación actual del estudio-formación y la práctica del coaching como: coaching ontológico, coaching en
salud o health coaching, coaching espiritual, coaching organizacional, etc..., sumado a mi interés pasado y
actual por el estudio de la antropología antigua, medieval y moderna, traté de resumir esta visión eurocéntrica
con la siguiente frase: «Todos los grandes logros humanos son solo occidentales y todos los grandes fracasos
occidentales son solo humanos.»

Hay múltiples formas de responder a esta falacia poderosa y universal de la supremacía blanca basada en la
supuesta superioridad de la civilización occidental. Una respuesta seria señalar ciertas realidades históricas y
antropológicas que no se pueden negar.

Para empezar, comparar culturas y civilizaciones tan distintas es como comparar peras con manzanas. Cada
sociedad nació, se desarrolló, floreció y muchas veces decayó en respuesta a sus condiciones específicas de geografía,
economía y tecnología que la sustentaron. Por lo tanto, es muy difícil, aunque no imposible, formular y aplicar estándares
auténticamente universales para evaluar el valor y la virtud de cualquier civilización en comparación con cualquier otra.

Un resultado obvio de estas diferenciales circunstancias que crean y afectan el desarrollo de cada civilización es
la duración misma de cada una. La civilización Inca se desarrolló a lo largo de los siglos, pero el Imperio Inca extendió
su dominio por solo un siglo antes de ser brutalmente conquistado por Pizarro.
Escrito realizado por: Dr. Prof. MSc. Lic. Ps.Social Sergio Oscar Alunni, para los alumnos de la UBA sede 54 SUTECBA -ELIZALDE –
Licenciatura en Enfermeria-GCABA, Argentina, 2019.-

Por contraste, el Imperio Romano duró cinco siglos antes de que fuera finalmente destruido por su decadencia
interna y por la invasión de los vándalos y visigodos. Sin embargo, siglos antes, los egipcios crearon una civilización y
un imperio cuyas dinastías reales duraron miles de años.

¿Cómo podemos comenzar a comparar estas tres civilizaciones muy diferentes con tan amplias variaciones y duraciones
incomparables?

La civilización occidental ciertamente tiene mucho mérito y valor tremendo e innegable, y debe ser apreciada por
haber hecho contribuciones incalculables al conocimiento y la tecnología humana. Las contribuciones y logros
occidentales han sido bien documentados, ampliamente difundidos y muy a menudo, celebrados como deberían ser.
Solo consideren la reacción global a la reciente quema de la Catedral de Notre Dame en París este año, en comparación
con la reacción cuando el Museo Iraquí en Bagdad, una institución reconocida como patrimonio mundial con antiguos
tesoros insustituible, fue saqueado y casi destruido. Esto ocurrió durante la invasión del Imperio Americano en 2003 y
comparado a la tragedia de Notre Dame, muy pocas lágrimas fueron derramadas.

Aún así, está bien establecido que la civilización occidental tiene fundamentos y raíces profundas en las
culturas y civilizaciones orientales, especialmente de fuentes egipcias y mesopotámicas. Debemos recordar a
muchos de estos supremacistas blancos y eurocéntricos que se consideran «cristianos» que Jesús, Moisés e incluso la
Biblia misma, así como su creencia en el concepto mismo de un Dios, no provenían de una cultura europea sino de una
gente semítica de Mesopotamia, más particularmente, los antiguos hebreos.

También merece recordarse que el sistema de números, matemática y algebra que se usa por siglos en el
occidente proviene de la civilización árabe islámica que además nos otorgo conocimientos avanzados en la
astronomía, agricultura y geografía.

Otra realidad fundamental que evitan los supremacistas blancos es que las cunas de la civilización humana,
siendo las culturas originales que generaron la escritura, la arquitectura monumental, complejas jerarquías sociales,
conocimiento astronómico y sistemas agrícolas, estaban todas fuera de Europa y creadas por personas de color.

En el Viejo Mundo, estas cuatro civilizaciones nacieron y se desarrollaron a lo largo de los valles de grandes ríos,
a saber, el río Nilo en África, el río Indo en la India, el río Amarillo en China y los ríos Tigris y Éufrates en Mesopotamia.
¡Fue en la confluencia de estos dos últimos ríos que el Antiguo Testamento ubica el mítico Jardín del Edén!

Como vivimos en una sociedad, cultura y civilización eurocéntrica en los Estados Unidos, América Latina, Europa
y en muchas otras regiones del mundo, naturalmente sabemos mucho más sobre música, arte, arquitectura, ciencia,
historia y biografía occidental que sobre cualquier otra civilización humana.
Escrito realizado por: Dr. Prof. MSc. Lic. Ps.Social Sergio Oscar Alunni, para los alumnos de la UBA sede 54 SUTECBA -ELIZALDE –
Licenciatura en Enfermeria-GCABA, Argentina, 2019.-

Por lo tanto, en el Occidente, existe un ambiente cultural en el cual los supremacistas blancos logran validar sus
argumentos sobre la superioridad occidental, ya que eso es lo que la mayoría de occidentales realmente conocen o
incluso les interesa saber.

En conclusión, como budista humanitario integrativo y universalista, y en contra de la ideología de supremacía


blanca, creo que todo el ámbito de la cultura humana incluye grandes civilizaciones e imperios, así como pequeños
grupos de cazadores y recolectores. Incluyendo enormes naciones continentales, así como pequeñas islas aisladas.

De hecho, cada una de estas sociedades constituye una pieza única del mosaico panorámico de la cultura humana.

Ese mosaico estaría incompleto y distorsionado si alguna parte de él faltara, fuera olvidada o ignorada.

Nuestra comprensión de quiénes somos como humanos no puede provenir de una sola sociedad, cultura o
civilización. Esta comprensión viene de la visión completa de quiénes somos, ya sea de una banda de cazadores
desconocidos en la remota selva amazónica o de las conferencias internacionales con líderes mundiales que se
imaginan a sí mismos ser los Maestros del Universo.

Por ello todos deberíamos permitirnos ser permeados y movidos por las verdades innegables de las ciencias y
los conceptos que hoy nos es imposible negar, para que juntos y en una práctica meditativa podamos orando y creyendo
trabajar para que lo vivido del pasado sea un sendero para resignificar el presente para ofrecer una vida plena futura
llena de significantes y sendos caminos de liberación individual, colectiva humanitaria;.....

¡¡¡¡ Con devoción por todos los seres sintientes......!!!!

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