Sei sulla pagina 1di 6

Ensayo de Jacobo Árbenz

Juan Jacobo Árbenz Guzmán nació en Quetzaltenango el 14 de septiembre de 1913. Nació en


el seno de una familia quezalteca poco tradicional y laica; hijo de Jakob Arbenz Grobli y Octavia
Guzmán Caballeros. Su padre fue un migrante suizo que vivió en Quetzaltenango y se estableció
como comerciante con la ayuda de un tío materno, su madre era una mujer quezalteca de la clase
media. La famila Árbenz Guzmán procrearon tres hijos Ana Arabela, Juan Jacobo y Octavia
Silvia. La figura de la nodriza que alimento a Árbenz durante su infancia, le ayudo a crear una
conciencia sobre la situación de los indígenas guatemaltecos.

La infancia de Jacobo transcurrió con algarabía como cualquier otro niño de la clase media de
la ciudad de Quezaltenango, desde pequeño se distinguía por ser reservado y observador;
siempre mostraba con la actitud de liderazgo. La actividad económica del padre de Jacobo,
prospero en la una botica y luego se concentró en la importación de medicamentos de Europa y
Estados Unidos; cuando regreso de un viaje de Suiza Jakob Grobli se ve en la ruina ya que uno
de sus sucios lo deja en la quiebra. Debido a esta desdicha, la familia Árbenz decide administrar
una pequeña fina de un amigo de Jakob, mientras el joven Jacobo se mantiene estudiando en
Quetzaltenango. El ambiente social en el cual se encontraba Jacobo, era imposible que se
apreciara la injusticia social que se vivía en Guatemala aunque Quetzaltenango era un foco
importante de educación en aquel entonces; también había un alto de racismo y discriminación
hacia los indígenas. Pasado el tiempo Jacobo decide ir con su familia a la finca y así asume
tareas de peón en la Finca Las Fuentes, la cual era administrada por su padre. Con esto tuvo la
oportunidad de darse cuenta la secular violencia e injusticias que cometían los finqueros hacia
los indígenas y en la miseria e ignorancia en que estos eran mantenidos.

El pequeño Jacobo estudió en el colegio de María Bennett de Rölz. Luego se matriculó, en


1932 en la Escuela Politécnica de Guatemala, donde se destacó por su férrea aplicación y su
invariable disciplina. Ocupó el puesto de Sargento Primero de la Compañía de Caballeros
Cadetes, que constituyó para él un alto honor dado que sólo 6 cadetes lo habían logrado entre
1924 a 1944.

En el año de 1937, después de haberse graduado, fue llamado para servir en la Escuela
Politécnica como catedrático. En cuanto a sus oficios como oficial del ejército, se desempeñó
mayormente en el Fuerte de San José, de Ciudad de Guatemala y en San Juan, Sacatepéquez.
Allí conoció las duras condiciones de vida de la población indígena y las formas en las cuales
operaba este tipo de trabajo que, por sus características, resultaba forzoso.

En1938, conoció a María Vilanova con quien contrajo matrimonio, para ese momento ya era
un oficial distinguido, quienes le conocieron en esa época, lo describen como un líder nato. En
1943, Árbenz ascendió al grado militar de capitán y comandó la compañía de Caballeros
Cadetes. La carrera política de Arbenz Guzmán tomó relevancia a partir del 20 de octubre de
1944, por su participación en los movimientos de la Revolución de ese mismo año. Integró la
Junta Revolucionaria que derrocó al gobierno, junto al mayor Francisco Javier Arana y al civil
Jorge Toriello Garrido.

Jacobo Arbenz fue propuesto como candidato electoral para la presidencia de la República
por los partidos Integración Nacional de Quetzaltenango, Renovación Nacional y Acción
Revolucionaria. En diciembre de 1950 ganó por un amplio margen las elecciones presidenciales
guatemaltecas, apoyado por obreros, campesinos, estudiantes, maestros e intelectuales del país.
El 15 de marzo de 1951 recibió el cargo de presidente de la República en el Congreso Nacional
de manos del doctor Juan José Arévalo. En este orden, la Junta Revolucionaria de Gobierno
convocó el 10 de enero de 1945, a la elección de una Asamblea Nacional Constituyente cuya
finalidad consistió en la redacción de una nueva Constitución y, en la convocatoria a elecciones
libres. La nueva Constitución fue decretada por la Asamblea Constituyente el 14 de marzo de
1945 y estuvo vigente hasta el 10 de agosto de 1954, oportunidad cuando fue derogada por el
gobierno provisional del coronel Carlos Castillo Armas. Esta Constitución consagró, entre otros
derechos, la separación de los poderes dentro del Estado; la autonomía de la Universidad de San
Carlos de Guatemala; el fin del trabajo forzoso y de la prisión por deuda y el reconocimiento del
derecho al voto de la mujer. La Junta Revolucionaria de Gobierno que se había instalado el 20 de
octubre de 1944, estaba integrada por Jorge Toriello Garrido, Jacobo Árbenz Guzmán y
Francisco Javier Arana cesó en sus actividades gubernamentales, el 15 de marzo de 1945 con el
juramento del catedrático y escritor Juan José Arévalo, como presidente constitucional como
resultado de las elecciones celebradas en diciembre de 1945.

El coronel Jacobo Árbenz Guzmán el 15 de marzo de 1951, asumió la presidencia


Constitucional del Estado, profundizando las reformas políticas y sociales que habían iniciado la
Junta Revolucionaria de Gobierno y la administración de Juan José Arévalo. En su discurso
inaugural estableció diáfamente los objetivos básicos de su administración. "Nuestro gobierno -
expresó- se propone iniciar el camino del desarrollo económico de Guatemala, tendiendo hacia
los tres objetivos fundamentales siguientes: 1) convertir a nuestro país de una nación dependiente
y de economía semicolonial en un país económicamente independiente; 2) convertir a Guatemala
de país atrasado y de economía predominantemente semifeudal en un país moderno y capitalista;
y 3) hacer que esta transformación se lleve a cabo en forma que traiga consigo la mayor
elevación posible del nivel de vida de las grandes masas del pueblo".

El régimen de Arbenz se caracterizó por la lucha constante contra los grandes intereses
económicos de EE.UU., en particular la expropiación de los extensos terrenos de la poderosa
United Fruit Company -monopolio y verdadero poder político en la región-, la IRCA y la Bond
and Share. Entre sus logros, figuran importantes obras de infraestructura, como la construcción
de la carretera al Atlántico y la realización del proyecto de la hidroeléctrica Jurún-Marinalá. Con
el apoyo político del decreto 900 perteneciente a la Ley de Reforma Agraria, el gobierno de
Arbenz Guzmán repartió tierras a los campesinos.

Este decreto fue recibido con simpatía por parte de los desheredados; pero tuvo una contumaz
oposición por parte de empresarios del campo y la ciudad, terratenientes y por la empresa
transnacional United Fruit Company, propietaria de la mayor extensión de áreas cultivables en
Guatemala. A su vez, la Iglesia Católica, también se expresó. La implementación de esta Ley
generó abusos e ilegalidades en el país, porque los agentes gubernamentales en connivencia con
los campesinos, procedieron a invadir violentamente propiedades no afectadas por el Decreto
900. Estas irregularidades exasperaron los ánimos del colectivo social, que se intensificarían
cuando el coronel Jacobo Árbenz Guzmán legalizó al Partido Comunista Laborista
Guatemalteco, incorporándole a sectores estratégicos de la vida nacional, tales como
organizaciones campesinas, sindicatos y la ubicación en cargos determinantes de la
administración pública. Esta actitud del presidente Árbenz logró que militares y civiles se
coaligaran para rechazar la implementación de estas políticas que consideraban atentatorias con
sus seculares intereses.

El gobierno denucnio el complot internacional, incluso en las Naciones Unidas -ONU- y en la


Organización de los Estados Americanos -OEA- pero solo recibió como respuesta la retórica del
discurso ambiguo. Se decretó, en este contexto, la suspensión de las garantías constitucionales y
se persiguió a los opositores del gobierno, logrando encarcelar a algunos de ellos.

En 1953, las posiciones en Guatemala estaban definidas en una alineación de fuerzas


contrarias al gobierno de Árbenz. En primer lugar estaba el gobierno estadounidense de Dwight
Eisenhowe y su Secretario de Estado John Foster Dulles, junto con su hermano Allen Dulles
quien era director de la CIA. Siempre en contra del gobierno guatemalteco de turno, se
encontraba la United Fruit Company, propietaria de tierras en el país y entres cuyos accionistas
se encontraban los hermanos Dulles. La alta jerarquía de la iglesia católica, encabezada por el
arzobispo Mariano Rosell Arellano quien había puesto en marcha una cruzada de peregrinación
del Cristo de Esquipulas para rogarle que terminara con el comunismo en Guatemala. También
se encontraban en contra de Árbenz la mayor parte de los terratenientes del país, algunos de ellos
agrupados en la Asociación Guatemalteca de Agricultores -AGA-, quienes veían el proceso de
reforma agraria como una amenaza contra sus intereses. Por último, ciertos regímenes
extranjeros, tales como el gobierno de Nicaragua, de la República Dominicana y Honduras,
fuertemente comprometidos con los intereses de la compañía bananera, no se encontraban a
gusto con el mandatario guatemalteco.

A favor de Árbenz se encontraban varios partidos políticos de distintas ideologías, entre los
que apoyaban al gobierno se encontraban el Partido Guatemalteco del Trabajo –PGT- también
en apariencia Árbenz contaba con el apoyo político formal de algunos gobiernos de América
Latina y de Europa Oriental pero al final de los acontecimientos estos terminaron siendo factores
en contra del gobierno de Árbenz.

La primera confrontación seria con Estados Unidos se dio en el marco de la X Conferencia


Interamericana, realizada en Caracas durante marzo de 1954. En esta actividad diplomática, a
pesar del valiente discurso del canciller de la República de Guatemala –Ministro de Relaciones
Exteriores-, Guillermo Toriello, se adoptó una resolución en contra de Guatemala, condenándola,
y de hecho aislándola internacionalmente. Ya en esos momentos Estados Unidos trabajaba en la
organización de la Operación Éxito, que no era más que la planificación del derrocamiento del
segundo y último gobierno de la Revolución de 1944. La Operación Éxito tuvo la característica
de ser predominantemente política y propagandística. Con sus auspicios se organiza al Ejército
de la Liberación, bajo la jefatura del teniente coronel Carlos Castillo Armas, que finalmente
llegaría a romper con la revolución y lo dejaría en el poder tras la renuncia de Árbenz. Es así
como su conjunción de guatemaltecos desafectos al régimen, un grupo de agentes de la CIA, y
grupos de aventureros pagado por el gobierno del presidente hondureño, Anastasio Somoza
conspiraron en tierras catracahas para preparar la invasión de Guatemala, precedida por
insistentes ataques aéreos. Contrariamente a lo que pueda pensarse, este grupo no sobrepasó los
mil hombres. El 7 de junio de 1954, el Ejército de Guatemala presentó al presidente Arbenz un
pliego de veinte preguntas que evidenciaban, en primer lugar, la inquietud de la institución sobre
las posiciones políticas y el liderazgo gubernamental de los integrantes del Partido Guatemalteco
del Trabajo -PGT- y, sobre todo, el nivel de influencia ideológica comunista ejercida en el
mandatario. El segundo tema del cuestionamiento era la posibilidad de dar armas a las milicias
populares creadas para defender a la Revolución de 1944. Desde principios de año, cuando el
régimen, sintiéndose amenazado, quiso comprar armas previniendo un ataque militar, se
encontró con la negativa de varios gobiernos. Ello lo forzaría a adquirir algún armamento
checoslovaco, lo cual provocó temores en el Ejército ante la posibilidad de que estos fueran
distribuidos entre la población y quedaran fuera de su control. Algunos aviones volaron el cielo
de la ciudad capital, ametrallando objetivos militares y dejando caer propaganda contra el
régimen, así como amenazas de muerte sobre sus colaboradores.

Se llevaron a cabo cortes de energía eléctrica en toda la República para prevenir los ataques
aéreos, pero con el consiguiente efecto sicológico negativo en la población, que nunca antes
había sufrido esta clase de acciones. A todo esto se sumaban tanto las noticias de la prensa
mundial como las declaraciones del gobierno norteamericano sobre los efectos del comunismo
en el continente. La embajada mexicana fue el primer alojamiento de los Árbenz tras la
renuncia. Sin papeles ni estabilidad, los Árbenz partieron a Europa donde cabía la posibilidad de
llegar a Suiza y allí gestionar un pasaporte aprovechando su descendencia.

Conclusión sobre Jacobo Árbenz

Es más que obvio que los intereses de Estados Unidos, la UFCO y la oligarquía de Guatemala,
en ese entonces, se centraban en la posesión de las grandes extensiones de tierra y así poder tener
el control de la economía del país. Se enfrentaron frente a un líder del cual se pudieron dar
muchos cambios en el ámbito social, económico y político de Guatemala pero el sueño de
Árbenz fue truncado. Fue tanta la presión de los Estados Unidos sobre el gobierno de Árbenz
que lo llevaron a la renuncia de su cargo, dejando a tras muchos sueños que tenía para la nación
de Guatemala. Después de la contrarrevolución Guatemala entro a los 35 años de guerra interna
en los cuales hubo muchas muertes de personas inocentes, o personas que con solo el hecho de
decir lo que pensaban eran encarcelados o matados a manos del ejército.

Conclusión sobre Técnica Biográfica

El método biográfico es otra técnica estructural y cualitativa basada en el interés por conocer la
manera en que los sujetos crean, recrean y reflejan el mundo social que les rodea a través del
tiempo. Aporta, por lo tanto, una visión del cambio social a través de los actores sociales según
su marco interpretativo. En trabajo social las técnicas biográficas se utilizan con varios objetivos:
investigación, intervención o como una herramienta testimonial. Poseen por lo tanto una
intención instrumental más que expresiva.

Potrebbero piacerti anche