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Introducción.

por esto tiempo (principios del siglo 21) se hace cada vez más evidente el real
deterioro de los valores humanos en nuestra sociedad actual, que carece y
nos muestra evidencia concretas del anhelado respeto por los valores
morales, normas tan necesarias para la óptima convivencia colectiva
Mi investigación involucra el tema antes aludido con repercusión universal
que ha tenido y tiene “la leyenda del rey Arturo y la mesa redonda” en el
mundo entero a través de los paso del tiempo., una mística historia de
héroes que visibiliza el canto a los sentimientos puros que debían sustentar
los caballeros reales tales como la lealtad, honradez, la obediencia y la
defensa de los débiles.
En este presente presidimos en el desarrollo de la vida cotidiana, la casi total
ausencia de las nobles virtudes que supieron investir aquellos caballeros.
Como así también podemos notar la ausencia de “ese anhelo de ir de tras de
un sueño” como lo fue para ellos el santo grial y ofrendar hasta sus propias
vidas para conseguir objetivos en época de intrigas cortesanas, de corrupción
y traiciones. Aquellos héroes encarnaron ideales variadísimos y fue así que
han servido de ejemplo para que a partir de ellos se tejieran todo tipo de
leyendas alrededor de sus hazañas, -sobre todo- llevando siempre como
estandarte valores centrales como el honor y la lealtad a su rey y a su fe.
Hoy, ciertamente vivimos en una sociedad que manifiesta un franco
retroceso en la capacidad de convivencia entre las personas y bien podríamos
conectar tal deterioro con la pérdida de valores tradicionales que ha sido
pilares en forjar nuestra cultura, tales como: familia, honradez, libertad,
respeto, solidaridad y unidad entre otros.
No cuestionamos su vigencia que incluso que es protegida por un cumulo de
leyes civiles y penales., sin embargo si cuestionamos su crisis, su ausentismo
de la vida diaria y todo lo que ello trae aparejado. (Trae como consecuencia).
De este modo se hace evidente que como sociedad experimentamos un
“vacío de valores” y que los individuos aturdidos por la prisa y el ruido,
justificamos todos los herrados procederes (acciones).
Por tal motivo y en tal cuestionamiento, mi objetivo principal será demostrar
cómo, a pesar de la universalidad de la leyenda Artúrica., ya por medio de la
literatura, la prensa gráfica el cine o internet., sus principales valores como la
tolerancia, la verdad, la fidelidad, la justicia y el honor están a punto de
desaparecer de la faz de la tierra, de la casi total conciencia colectiva social
de este principio de siglo. En un principio todo esto lo podemos ver traducido
en actitudes concretas manifestadas como falta de cooperación y ausencia
de compresión y vocación de servicio, que en definitiva guiaba aquellos
hombres de la tabla redonda.
Desarrollo
Conceptos clarificadores.
A modo de profundizar el problema que nos atañe, vemos necesarios definir ciertos términos que
simplificara nuestro análisis. Por caso: ¿Qué son los valores? Podríamos expresar que se trata de
principios que permiten orientar nuestros comportamientos en función en realizarnos como
personas o creencias fundamentales que nos ayuden a preferir, apreciar o seleccionar esto por
aquello., además de ser fuente de satisfacción y plenitud.
según los filósofos entre los valores humanos se destaca la moral y la ética., la primera como un
conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana, que guían a los individuos orientando sus
acciones y juicios sobre moralmente correcto o incorrecto. En cuanto la segunda, sabemos que se
trata de la rama de filosofía que estudia la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.
Requiere reflexión y argumentación puesto que también se ocupa de saber cómo se justifica
racionalmente un sistema moral. Y su aplicación a nivel individual y social. De esta manera la
moral se basa fundamentalmente en la obediencia a normas, costumbres y preceptos culturales,
jerárquicos o religiosos mientras que la ética intenta explicar la manera de vivir a través del
pensamiento humano.
estos conceptos entrelazados serán responsables de la base que guiara la conducta humana del
hombre, determinando su carácter, su altruismo y su comportamiento social. En este orden de
cosa, cuando hablamos de valores no lo hacemos genéricamente sino de valores morales que
implican “obligación”., nos sentimos –por ejemplo- obligados a pagar nuestras deudas, obligados a
preocuparnos por nuestro seres queridos, entre otros. En definitiva, esto es: “lo que debemos
hacer”.
sin embargo los valores son morales no poseen una obligación asociada, es decir, expresan
nuestra valoración subjetiva por ciertos bienes y acciones. En este orden de cosa vale aludir a lo
que se conoce como “virtudes humanas”, disposiciones estables del entendimiento y voluntad que
regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y conductas según la razón y la fe para los
creyentes, tal como seguramente habrían influido en aquellos caballeros medievales que sabían lo
que buscaba y se comprometían a lo extremo para eso.
Aporte histórico.
El conocido historiador francés Le Goff en “Historia de las mentalidades” rastrea a personajes
célebres como Carlos Magnon, El cid, Robin Hod y por supuesto al rey Arturo y nos indica como
evolucionaron y se convirtieron en mitos y leyendas transformadoras la realidad que actuaron.
Para este académico esos personajes transformaron su realidad y se convirtieron en símbolos de
virtudes morales tales como: templanza, amistad, sencillez, compasión, honestidad, fortaleza y
justicia.
Aporte literario.
Aquellos héroes medievales sustentaron la promesa original en el honor y el deber que podían
interpretarse como responsabilidad. Usaron la frase: “hacer de cuanto a mi dependo”, lo que
seguramente no implicaba hacerlo todo perfectamente sino hacerlo de acuerdo con la capacidad
de la persona que hace la promesa y esa promesa podríamos explicarla como: el deber hacia dios
por reconocimiento y búsqueda de la espiritualidad y el deber hacia la patria, aceptando el
concepto de responsabilidad hacia la comunidad que se vive.
En este orden de cosas y reubicándonos en el contexto cultural actual, es evidente que los
receptores de aquellas promesas, hoy se perciben un tanto ausente ya por la falta de la
espiritualidad divina como por la debilitada mirada hacia los otros, producto quizás de un
individualismo más extremo y un materialismo desbordante que distrae al hombre de aquellos
fines nobles y más acorde a su naturaleza original.
Los 20 capítulos de la historia Artúrica enriquecieron la literatura y sentaron la base para los
valores y la moral de aquel medioevo oscuro.
Si bien esos valores han sufrido transformaciones a través del tiempo como la ambición, riqueza y
la fama. También proliferaron los positivos como la defensa de los niños y las mujeres pobres y en
peligro.
Así a pesar de aquellos héroes no hayan sido perfectos, como ningún humano lo es, si han sabido
arrepentirse de sus malos actos y pedido perdón por ello.
Así como aquellos tiempos falto la justicia y la verdad, y esta epopeya pudo servir de consuelo al
pueblo llano, porque no había de servirnos hoy como ejemplo de reivindicación de valores que
han sido dejado de lado en este presente, manifestándose en el desapego a las normas con las
que deberíamos convivir para evitar tantos males que no aquejan socialmente.
Nos resulta casi imposible pensar que este deterioro de valores pueda deberse al desconocimiento
puesto que contamos con información por doquier y desde la literatura nadie discute sobre la
perduraridad del mito de Camelot en el imaginario popular. ¿no será que esta sociedad no está
siendo capaz de percibir y analizar el mensaje o directamente no le interesa hacerlo porque tiene
otros objetivos?
Algunos se expresan que se trata de la natural transformación de la sociedad, otros que nos
hemos alejado del camino de Dios y otros culpan a los medios masivos de comunicación. Lo cierto
es que cada día que pasa hay menos respeto por los valores, más desintegración familiar, más
vicios, más crisis económicas y vida promiscua, todo lo cual hace que el ser humano deba
desarrollar su vida en un contexto caótico., de tal modo que se ha llegado a justificar la envidia, la
trampa y la corrupción con tal de poder rescatar un pequeño beneficio personal.
Evidentemente, la sociedad actual a equivocado el camino, ha imitado la aplicación de la virtudes
morales para el desarrollo en optima convivencia y las consecuencias de las que daremos fe más
adelante, terminaron provocando mayor deterioro social hacia una anarquía de quien sálvese
quien pueda…
Retomando entonces el corpus literario –centro de nuestro análisis- en la leyenda Artúrica sendos
personajes manifiestas virtudes morales que no pasan de percibidas por su vital importancia para
la consunción de los hechos y, aun mas, han quedado retenidas a fuego en ciertos receptores que
continuamente rastrean la historia mítica. Para reditar esos actos ficcionales con diversos
objetivos. Sin embargo, a pesar de esta muestra loable y preclara de los personajes literarios,
tendremos que vincularla posteriormente con las santonismia, que casi en su totalidad ha hecho
caso omiso de esos ejemplos., basándonos fundamentalmente en lo que la prensa gráfica nos
muestra a diario, como productos de los acontecimientos que cotidianamente suceden y por tal,
con la desazón que ello provoca dada la categoría negativa de estos comportamientos sociales.
Breves muestras míticas.
en primer término aludimos al mago Merlin, hombre sabio y sutil con poderes proféticos, quien
conoció los tortuosos senderos de la mente humana y previo a Uther quien concediera un hijo con
Igraine, pero supo prometerle que le entregaba a ese niño el obraría al favor del chico, en su
beneficio y así lo hizo. Es decir, se hizo cargo responsablemente de otro a lo que no estaba
obligado y lo hizo por convicción.
Seguidamente nombramos al caballero Sir Balin, el de las dos espadas, quien expresa a la doncella
que presentaba a la gran dama ly le de Avalon que la dignidad de un hombre no está en los
hábitos, en sus vestidura, sino que la virilidad y la honra está en su interior y a veces no todos
conocen sus virtudes.
Seguidamente podríamos acordarnos de Mordan Le Fay hermanastra de Arturo quien comprende
su abominable crimen y sabe que no puede ser perdonada., ella resignada a su destino pero le
hace saber al rey que no obro por su propia cuenta si no que lo hizo a instancia de un espíritu
maligno que la domino.
Por último, podríamos recordar a Lancerote del lago, el mejor caballero de la mesa redonda por su
destreza, habilidad y fortaleza. Este no pudiendo resistir los achaques del ocio, hasta reniega de no
tener que hacer en tiempo de paz y comienza a experimentar dolencia corporal por la falta de
acción en la batalla. De tal manera y a partir de la riqueza de actitudes y caracteres de aquellos
personajes atemporales, universales., convendríamos que sus ejemplos podrían haber calado
profundamente en el lector universal, supuestamente ávido de modelos., sin embargo nuestra
realidad nos golpea con hechos contratantes a todo lo opuesto en la historia caballeresca y es mi
intención enumerarlos seguidamente para cerrar este análisis crítico que ha pretendido discernís
cuanto poco aprenderá la humanidad si se mantiene indiferente y en sus cosas a pesar de la fuerza
y la existencia del mensaje. En razón de esto citaremos datos concretos sobre nos ocurre a diario y
que bien registra el periodismo mundial:
Crisis de valores y falta de ejemplos: los casos del intendente atrapado en un prostíbulo, del
diputado defensor de la prostitución del edil con cocaína revelan la magnitud del retroceso
moral.(…)3
La pérdida de valores: LA MORAL HA IMPREGNADO LOS CODIGOS DE CONDUCTA EN OCCIDENTE
PERO YA NO ES ENTENDIDA COMO UN CLICHE DE NORMAS OBSOLUTAS.
El progreso es necesario pero a la vez que progresamos, en ciertos aspectos retrocedemos. (…)4
Jóvenes reflejan falta de valores en su familia: el hecho de que los jóvenes consideran la violencia
como una herramienta válida para combatir el crimen organizado, incluyendo tortura y pena de
muerte, refleja la desesperación de este sector ante la falta de oportunidades que padece y
significa una autentica regresión del proceso civilizatario, alertaron integrantes de organizaciones
sociales.5
La crisis de valores de los jóvenes dispara las alarmas: LA BESTIA QUE LLEVAMOS DENTRO
Agresiones sexuales entre menores (…)
ALCOHOL. BEBER HASTA LA EMBRIAGUEZ
Mas menores en el botellón (…)
DROGAS. MAS CONSCIENTES DE SUS PELIGROS
el riego y la alerta se mantienen en este periodo de la vida por efectos de las drogas, el alcohol (…)
PROBLEMAS EN LAS AULAS: A LA CABEZA DEL FRACASO Y EL ABANDONO
Tres de cada diez alumnos no termina la escuela, reflejo de la falta de valores (…)
LEY DEL MINIMO ESFUERZO
La devaluación de la cultura del esfuerzo, la escasa relación de las familias con la escuela, el
desprecio de la autoridad del profesor y la proliferación de leyes educativas forman un conjunto
de factores contrarios al éxito escolar. (…)
INDISCIPLINA Y VIOLENCIA
Buerlas y agresiones contra profesores y entre los propios alumnos. (…)
CRISIS DE IDENTIDAD
Desconfianza y ausencia de ideales: conformismo irreversible. (…)6
En este estado de cosas y a través de estos hechos revelados podemos tomar la verdadera
dimensión del deterioro social por el cual atravesamos, por la inaptitud quizás, de prestar atención
a la literatura (en este caso) que desde tiempos históricos nos ha dado nuestra probada de relato
apologista de lo que deberíamos aprender y llevar a la practica para mejorar nuestra dignidad
como seres humano.
Conclusión.
A través de lo expuesto, deducimos que la sociedad actual experimenta una profunda
desmoralización en lo que siguen triunfando “los dioses, del consumo”, la comodidad sin esfuerzo,
la promiscuidad, la violencia…
Faltan nuevas propuestas para promover el bien común y recuperar la confianza entre las
personas para trabajar por la paz, la libertad y el arrepentimiento. Demás está decir que todo eso
no podrá lograrse sin reivindicación de valores como la verdad, la fidelidad, la responsabilidad, la
unidad y la solidaridad entre otros.
Se torna imprescindible entonces rediseñar y volver educar a la sociedad para recuperar la
consepcion positiva de la vida. En este camino, la educación y la literatura en particular seguirá
ofreciendo ejemplos en miles de historias ya escritas y por escribir.
Referencias bibliográficas:
Las citas utilizadas en el presente trabajo son las siguientes:
Fuentes de internet:
https://www.cvd.cl/wp-content/uploads/valoreshoy
https://www.revistamira.com.mx/2016
https://www.vanguardia.com/381560
fuentes estándar:
GPC (grupo pensamiento crítico) España-2009
¿Qué son los valores? Frondizie, Risiere. Fondo de cultura económica. México 1990
¿Qué son los valores? Salinas, Rolando. CICE América. Chile 1994

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