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Jonás, versión de Miguel Ángel,

en el techo de la Capilla Sixtina.

Jonás (en hebreo, ‫יוֹנָ ה‬, pr. Yōnā), que significa "paloma", en latín Ionas, o en árabe ‫"( ﻳﻮﻧﺲ‬Yūnus"),
fue un profeta de Yahveh, en el Antiguo Testamento, y del Tanaj judío; es el quinto de los profetas
menores del Nevi'im, hijo de Amitai. En el Corán (Corán 37 (As-Saaffat), 139–148), Jonás es
también uno de los profetas del islam.

La misión

Biblia Kennicott, manuscrito


miniado sefardí, 1476, fol. 305r:
Jonás.

Según la Biblia, el Tanaj y el Corán, Jonás fue profeta.[1] En cumplimiento de la palabra de Yahveh,
difundida por boca de Jonás, el rey Jeroboán II de Israel alcanzó logro positivo en restablecer "el
límite de Israel, desde el punto de entrada de Hamat hasta el mismo mar del Arabá (el mar
Muerto)".[2] De modo que al parecer Jonás fue profeta en el reino de diez tribus durante el reinado
de Jeroboán II. Es la misma persona a quien Yahveh comisionó para proclamar juicio contra
Nínive,[3] por lo que es considerado el autor del libro bíblico homónimo.

Su desobediencia
Entonces oró Jonás al Señor su
Dios desde el vientre del pez"
(Jonás 2:1 ).[4] Estampilla
israelí, diseñada por Jean David,
1963.

En lugar de cumplir con su asignación de predicar a los nínivitas, Jonás decidió huir de ella. En el
puerto de Jope consiguió un pasaje en una nave que se dirigía a Tarsis (que por lo general se
relaciona con España o la península ibérica), a más de 3.500 km al oeste de Nínive.[5]

Después de embarcar, Jonás se durmió profundamente en las "partes más recónditas" del barco.
Mientras tanto, los marineros se enfrentaron a un viento tempestuoso enviado por Dios que
amenazaba con destrozar la nave. Clamaron a sus dioses por ayuda y arrojaron objetos por la
borda para aligerar la nave. El capitán de la nave despertó a Jonás, instándole a que también
invocase a su "Dios". Finalmente los marineros echaron suertes para determinar por culpa de quién
se había originado la tormenta. Yahveh hizo que la suerte cayera sobre Jonás. Cuando se le
preguntó, confesó que había sido infiel a su comisión y, como no deseaba que otros perecieran por
su culpa, pidió que le arrojasen al mar. Una vez que fracasaron todos los esfuerzos por volver a
tierra, los marineros le hicieron a Jonás según su palabra y el mar detuvo su furia.[6]

Cuando se hundió en el agua, se le envolvieron algas marinas alrededor de la cabeza. Por fin cesó
su sensación de ahogo, y se halló dentro de un gran pez o ballena, depende de la traducción. Jonás
oró a Yahveh glorificándole como salvador y prometiéndole pagar lo que había prometido en voto.
Al tercer día el pez o ballena vomitó al profeta en tierra seca.[7]

Jonás en Nínive
El gran pez expulsa a Jonás en
la costa. Cerámica mural en el
Hospital de la Caridad de
Sevilla.

Cuando se le comisionó por segunda vez para ir a Nínive, Jonás emprendió el largo viaje hacia esa
ciudad. "Finalmente Jonás comenzó a entrar en la ciudad por distancia de un día de camino, y siguió
proclamando y diciendo: Solo cuarenta días más, y Nínive será derribada."[8]

La Biblia no dice si Jonás conocía el idioma asirio o si se le facultó de forma milagrosa para
hablarlo. Quizás habló en hebreo y alguien que conocía este idioma hizo de intérprete. En tal caso,
es posible que las palabras de Jonás suscitaran gran curiosidad y mucha gente se preguntara qué
decía ese extranjero.

Después de haber pasado cuarenta días sin que le ocurriera nada a Nínive, Jonás estaba muy
disgustado porque Yahveh no había destruido la ciudad. Incluso oró a Dios para que le quitase la
vida. Pero Yahveh le contestó con la pregunta: "¿Es con razón que te has enardecido de cólera?".[9]
Posteriormente el profeta dejó la ciudad y más tarde se hizo una cabaña. Desde ese lugar, al oriente
de Nínive, vigiló para ver lo que le ocurría a la ciudad.[10]

La lección

Profeta Jonás, por Aleijadinho,


Congoñas, Minas Gerais, 1800-
5.
El relato dice que cuando de manera milagrosa creció una calabaza vinatera para proveerle sombra,
el profeta estuvo muy satisfecho, pero su alegría fue efímera. Al día siguiente, muy de mañana, un
gusano hizo que la planta se secase. Privado de su sombra, Jonás quedó expuesto a un viento
abrasador procedente del este y al sol ardiente que batía sobre su cabeza. De nuevo, pidió morir.[11]

Por medio de esta calabaza vinatera Dios le enseñó a Jonás una lección de misericordia. Él sentía
lástima por la calabaza vinatera cuando ni la había plantado ni cuidado. De modo que Yahveh le dijo
a Jonás: "Por mi parte, ¿no debería yo sentir lástima por Nínive, la gran ciudad, en la cual existen más
de ciento veinte mil hombres que de ningún modo saben la diferencia entre su mano derecha y su
izquierda, además de muchos animales domésticos?".[12]

Sus tumbas

Se ha dicho, de varios sitios, que son el lugar donde fue enterrado Jonás, pero ninguno de ellos ha
sido confirmado como tal.[cita requerida]

La más reconocida de sus tumbas se encontraba en la ciudad iraquí de Mosul, en la provincia de


Nínive, donde el profeta vivió y cumplió su mandato divino, aunque no descansaba cuerpo alguno
en ella. El sitio era un lugar sagrado para judíos, cristianos y musulmanes, pero fue destruido el 24
de julio del 2014 por el Estado Islámico.[13]

Referencias

1. Josué 19:10-13

2. 2 Reyes 14:23-25 ; Deuteronomio 3:17

3. Jonás 1:1-2

4. Texto bíblico original , en hebreo

5. Jonás 1:3

6. Jonás 1:4-15

7. Jonás 1:17–2:10

8. Jonás 3:1-4

9. Jonás 3:10–4:4

10. Jonás 4:5

11. Jonás 4:6-8


12. Jonás 4:9-11

13. «Isis militants blow up Jonah's tomb» . The Guardian. Consultado el 1 de noviembre de 2016.

Enlaces externos

Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Jonás.

Wikisource contiene obras originales de o sobre Jonás (profeta).

Sucesor:
Predecesor:
Profeta de Israel Amós
Eliseo
(profeta)

Última edición hace 1 mes por UA31

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