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El rango de viscosidades que abarca el método va de 0,2 mm2/s a 30000 mm2/s a todas las
temperaturas. Los detalles de la determinación de precisión para materiales, rangos de
viscosidad cinemática y temperaturas se encuentran en las notas de pie de la sección de
precisión.
Los valores descritos con unidades del SI deben ser considerados estándares. Las unidades del
SI son las empeladas en este método.
Los valores descritos con unidades del SI deben ser considerados estándares. Las unidades del
SI son las empeladas en este método.
Se pueden usar los métodos D445 y D2170 para determinar las viscosidades cinemáticas las
cuales se pueden convertir a viscosidades saybolt usando las tablas de la práctica D2161, estos
métodos requieren muestras más pequeñas, requieren menos tiempo y proveen resultados más
exactos.
Los valores descritos con unidades del SI deben ser considerados estándares. Las unidades del
SI son las empeladas en este método, los valores proporcionados en paréntesis solo son de
referencia, las unidades SI para la viscosidad cinemática es mm2/s. Como excepción se usan
gados Fahrenheit ya que son aceptados en la industria.
Aceites monogrado y multigrado
Aceites monogrado: Se identifican con un solo grado de densidad que indica los márgenes de
temperatura a las cuales el aceite tiene un buen comportamiento, es ideal para zonas donde la
temperatura ambiente no sufre cambios importante, los grados que tienen W (del inglés
Winter) tienen un buen comportamiento a bajas temperaturas, y los que no tienen la W son
aceites indicados para temperaturas ambiente elevadas (Sanz, 2017, pág. 14; Gonzáles, 2016,
pág. 34).
Aceites multigrado: Son aceites con una menor dependencia de la viscosidad a la temperatura,
son ideales para zonas donde la temperatura tiene cambios bruscos, estos aceites reducen el
rozamiento y desgaste y se pueden utilizar durante todo el año (Bosch, 2005, pág. 314).
Viscosidad en función de la temperatura para aceites monogrados y multigrados (Sanz, 2017, pág. 14)
Reómetros
La reología es la rama de la física que se ocupa de la deformación y el flujo de materia, dentro de esta
rama se encuentra la reometría que es la parte de la reología que describe la forma de hacer mediciones
reológicas de un material y determina las relaciones cuantitativas y cualitativas entre la deformación y la
tención mecánica y sus derivadas, una aplicación típica de la reometría es la medida de la viscosidad
(Ramírez, 2006, pág. 10; Gennaro, 2000, pág. 386)
Existen varias formas de clasificar los reómetros, una de ellas es tomando en cuenta las funciones que
puede medir, lo que da lugar a dos grandes grupos según su cinemática: cizalla y extensión. Otra división
es según el tipo de deformación, lo cual da resultado a tres regímenes: pequeña deformación, alta
deformación y deformación estacionaria (Moreno, 2005, pág. 123)
Reómetro capilar (Rivera & Gutiérrez, 2005, pág. 27)
Ley de potencia
El comportamiento de los fluidos puede ser descrito a través de modelos reológicos. Un modelo
reológico es una expresión matemática empírica que relaciona el esfuerzo constante con la rapidez de
deformación, los modelos reológicos se consideran como las fuentes más útiles de información
reológica, entre los modelos más utilizados se encuentra el modelo de Ostwald de Waele conocido
también como ley de la potencia (Ramírez, 2006, pág. 44; Quintáns, 2008, pág. 28).
En esta ecuación m y n son parámetros empíricos para el ajuste de una curva y se conocen como el
coeficiente de consistencia del fluido e índice de comportamiento de flujo, el índice tiene cualquier valor
entre 0 y 1, este índice determina el comportamiento del fluido, si es menor que 1 el fluido exhibe
propiedades de un pseudoplástico, si es igual a 1 describe el comportamiento de un fluido newtoniano y
si es mayor a 1 describe el comportamiento de un fluido dilatante (Chhabra & Richardson, 199, pág. 10).
TAN y TBN
TAN: La acidez o total acid number, es una medida comparativa entre lubricantes nuevos y usados, para
verificar su nivel de degradación, en un aceite su grado de acidez puede ser expresado por su número de
neutralización que se define como la cantidad de álcali (expresado en miligramos de hidróxido de
potasio), que se requiere para neutralizar el contenido ácido de un gramo de muestra a condiciones
normalizadas del ensayo (Gonzáles F. , 2005, pág. 179)
TBN: es una propiedad asociada con los aceites, es definido como la capacidad del aceite para
neutralizar acidez, la cantidad de ácido que puede ser neutralizado es directamente proporcional al TBN.
Esta característica también se refiere a la reserva alcalina del aceite, al igual que el TAN se expresa en
miligramos de hidróxido de potasio (Scheffer, 2004, pág. 196).
Una emulsión es un líquido formado por al menos dos sustancias inmiscibles donde una de ellas se
dispersa a través de la otra (fase continua) en forma de gotas diminutas (0,1 – 10 um) (Boatella, 2004,
pág. 23), un ejemplo de emulsión es la mezcla de agua con aceite, al agitarla se convierte en una
emulsión donde la fase continua es el agua, sin embargo esta no es estable y los líquidos se separan de
nuevo.
Existen dos tipos de emulsiones, la primera consiste en la emulsión de aceite en agua (O/W) también
conocida como emulsión directa, en esta emulsión el aceite se encuentra disperso como pequeñas gotas
en toda la fase acuosa. El segundo tipo consiste en la emulsión de agua en aceite (W/O) también
conocida como emulsión inversa, en esta emulsión el agua es la fase que se dispersa a través del aceite
que en este caso es el medio de dispersión (Gennaro, 2000, pág. 373)
Tratamientos químicos
Tratamiento químico de emulsiones:
El tratamiento químico de emulsiones busca romper emulsiones aceite/agua estables, cuando una
emulsión es estable es imposible separarla sin usar un tratamiento físico o químico. El tratamiento
químico de emulsiones es aplicable a aguas residuales que contienen lubricantes, sin embargo también
sirve para limpiar soluciones que contienen aceites emulsificados (OECD, 2011, pág. 42)
El tratamiento químico de emulsiones involucra la adición de reactivos que rompan la emulsión estable
y faciliten la separación del agua y aceite. Sustancias químicas como polímeros, aluminio, cloruro férrico
y otros productos orgánicos son capaces de romper la emulsión y permitir la coagulación al neutralizar
las fuerzas repulsivas entre las partículas o precipitar o debilitando la capa inter facial entre el aceite y el
agua. Cationes reactivos como H+ Al3+ Fe3+ y cationes poliméricos son particularmente efectivos, una
vez que las cargas son neutralizadas o la capa inter facial es rota el aceite flota hacia la superficie debido
a la diferencia de densidad y los sólidos usualmente forman una capa entre el aceite y el agua (EPA,
2003, págs. 8-42)
Los asfaltenos representan los compuestos más pesados del crudo, son problemáticos durante la
extracción del crudo ya que pueden llegar a precipitar obstruyendo el paso del petróleo a través de las
tuberías y generando daños estructurales.
El tratamiento químico es una técnica común para reducir el daño provocado por los asfaltenos, existen
dos tipos de aditivos para los asfaltenos, inhibidores/dispersantes y solventes. Los
inhibidores/dispersantes son aditivos que previenen o interrumpen el proceso de precipitación y
deposición de los asfaltenos, es difícil establecer compuestos específicos pues pueden variar
dependiendo del lugar de donde se extrae el crudo. Para el caso de los solventes se emplean sustancias
aromáticas, xileno y tolueno, estos son los más comúnmente usados para disolver las deposiciones de
asfaltenos (Yuan & Wood, 2018, págs. 347-350)
Las cercas de parafina pueden llegar a depositarse en distintos sitios del sistema de producción
generando inconvenientes en la producción, transporte y almacenamiento del crudo. El tratamiento
químico tiene como objetivo mantener dispersos los cristales de parafina que puedan formarse y
remover los depósitos de parafina de la tubería de producción, para ello se emplean solventes,
modificadores que alteran el crecimiento de cristales de parafina, dispersantes de parafina que impiden
la unión de partículas de parafina y surfactantes que evitan que la parafina se adhiera a las superficies
(Santaella, 2015)
Bibliografía
AWWA. (2011). Internal corrosión control in water distribution systems. Missouri: American
Water Works Association.
Chhabra, R., & Richardson, J. (199). Non-Newtonian Flow in the Process Industries. Oxford:
Elsevier.
EPA. (2003). Development document for the final effluent limitations guidelines and standards
for the metal products and Machinery point source category. U.S. Enviromental
Protection Agency.
Gonzáles, D. (2016). Mantenimiento mecánico preventivo del vehículo. Madrid: parainfo SA.
Javaherdashti, R., & Alasvand, K. (2019). Biological treatment of microbial corrosion. Oxford:
Elseiver.
OECD. (2011). Series on emission Scenario Documents: Metalworking Fluids. Paris: OECD
publishing.
Rivera, F., & Gutiérrez, A. (2005). La medición de sedimentos en México. Tabasco: IMTA.
Yuan, B., & Wood, D. (2018). Formation damage during inproved oil recovery. Oxford: Elseiver.