Actualmente a nivel mundial, el mantenimiento es considerado como una función
importante de apoyo a la producción, ocupando un lugar importante dentro de las organizaciones, en donde, también es visto como una pieza fundamental basándose en los costos y disponibilidad. Los costos de mantenimiento están siendo cada vez mas examinados por los expertos financieros quienes esperan mejorar la relevancia de la información que proporcionan a los administradores y a los usuarios. Estos costos de mantenimiento se han convertido en la meta principal en la reingeniería de la función financiera. En cuanto al personal de mantenimiento, deben entender muchas funciones de la cadena de valor de un negocio, debido a que las definiciones de costo de las transacciones han cambiado, afectando a los costos por la manera en que reciben y procesan las transacciones. Esto también afecta a la calidad de los componentes comprados y la confiablidad de los proveedores y mano de obra, llegando a dificultar la gestión de los costos de mantenimiento. En la actualidad el personal de mantenimiento debe ser un experto en el precio de los costos. Teniendo presente los métodos de costeo y de logro de la calidad, saber los métodos de definiciones entre actividades que agregan valor y que no agregan valor, y por último los métodos de medición y contabilización de la productividad. La contabilidad de costos a sido relacionada tradicionalmente con la determinación de los precios de los productos o servicios de la empresa. Siendo producto o servicio lo que se obtiene de un proceso o en parte del mismo, bien de naturaleza tangible (producto) o intangible (servicio) que se utiliza para satisfacer las necesidades o deseos. En cuanto a la estrategia tradicional, cada vez que una empresa quería ganar más, lo único que se hacía era incrementar el precio, y cuando alguien quería gastar se colocaba en el costo y se mantenía las utilidades de la empresa. Las empresas mineras tienen la necesidad de realizar programas y estrategias que fomenten y den forma a la diversificación de las actividades económicas en las zonas mineras constituyendo uno de los elementos fundamental para el planteamiento de políticas que tengan como misión construir una relación estable y productiva entre minería, medio ambiente y sociedad. Una de las llaves que abren las puertas de un desarrollo sostenido es la modernización del aparato productivo nacional, así como también las respectivas bases regionales y locales. Cuando hablamos de modernización nos referimos a establecer canales de actualización constante respecto de lo que sucede en el resto de mundo. En la era de las telecomunicaciones, la informática y las sensibilidades mediatizadas, todas las industrias requieren una actualización permanente sobre las novedades respecto de nuevas formas productivas y sobre nuevos paradigmas de culturas corporativas. Todas las iniciativas, programas y proyectos que se direccionen en este sentido deben ser bienvenidas y fomentadas. La posibilidad de transitar un terreno de avanzada a este respecto implica apropiarse de las ideas y acciones de vanguardia a nivel mundial. Asimismo, supone que las fortalezas locales se también puedan seguir un camino de desarrollo en conjunto con los avances que provienen del resto del mundo. Tanto la innovación en tecnología, como la formación de los recursos humanos requieren de un pensamiento estratégico y a largo plazo, y por ello deben estar insertos en programas formulados de modo conjunto entre el Estado y el sector Privado. Mediante un tratamiento orgánico y planificado de los espacios productivos los resultados esperados tardarán menos en llegar. Un país con potencial minero como el de Ecuador puede diversificar sus áreas y así gozar de ventajas diferenciales para competir con el resto de empresas mineras del mercado internacional. En un acuerdo internacional cada más complejo se requiere estar atento a todas las variaciones y a todas las demandas que puedan surgir. Argentina posee experiencia, por ejemplo, en generación de agrupar espacios productivos en torno a la minería y los minerales, y la diversificación y desarrollo de actividades económicas alternativas en ciudades y pueblos mineros. La responsabilidad social aplicada por la empresa minera en una determinada zona, implica coherencia entre crecimiento económico, equidad social y cuidado del ambiente en concordancia con el estado, población del entorno, respetando su cosmovisión, filosofía empresarial de la empresa y las normas ambientales en vigencia. En el fortalecimiento de la institucionalidad de una gestión confiable, transparente y responsable de los recursos disponibles, las empresas mineras deben tener un diálogo consensuado sobre Minería y Desarrollo Sostenible con el Estado Ecuatoriano para comprometerse conjuntamente con las diferentes instituciones, como son: Gobernaciones, GAD Municipales, GAD Provinciales; Empresas privadas; Población; Organismos no Gubernamentales y la Iglesia a contribuir activamente al desarrollo de las capacidades locales, la protección del ambiente, el respeto a las identidades culturales y valores sociales locales, así como en la construcción de relaciones de confianza y el fortalecimiento de una cultura de diálogo y paz. El grado de desarrollo de un país es el nivel de escolaridad de su pueblo. Cuanto más se invierte en educación, mayor es el poder que el país tiene de competir, de proporcionar y garantizar el bienestar de la sociedad. Cuanto más elevado es el nivel de conocimiento y capacitación de sus empleados, mayor será la productividad, la eficiencia, el respeto a la vida y al medio ambiente. Además de esto, con empleados debidamente preparados, la empresa gana más agilidad. Por lo tanto, las empresas mineras no deben de parar de invertir en la capacitación del personal, pues el empleado es el activo más importante para generar productividad. Eliyahu Goldratt concluyó que el objetivo de las empresas, es generar riquezas para sus propietarios, y también señalaba sobre el porqué de la existencia de las empresas, generando ésta la continuidad del negocio; la contribución social; el desarrollo tecnológico; la reservación del medio ambiente etc., es decir, el cumplimiento de su misión y la consecución de sus objetivos y propósitos.