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a la fe
¿Es necesario creer en Dios para encontrar un
sentido a la vida?
Parece evidente que el sentido de algo va siempre relacionado con un “alguien” para el cual
ese algo tiene significado. Esto es, el concepto “sentido” el cual nos remite como a un
vector que pone en relación un objeto analizado con un sujeto. De modo que, desde una
perspectiva fenomenológica, preguntarse por el sentido del ser o de la vida humana
equivale a preguntarse por la relación intencional entre el sujeto que busca sentido y la
propia vida de dicho sujeto que debe ser la que posea sentido.
Así mismo, desde otro punto de vista, el sentido de la vida es algo meramente subjetivo
pues para cada sujeto la vida o el ser se le es representado con o sin sentido indistintamente.
Solo nos tendríamos que conformar con hablar meramente de un “sentido para mi” o un
“sentido para ti” sin poder hablar del objetivo de la vida en general para un ser humano.
Sin embargo, existen diversas personas que creen y sienten que pueden encontrarlo dentro
de una religión, pero lo que no sabemos es que si es necesario o no creer en Dios para
encontrar un sentido a la vida.
Desarrollo
La vida se basa en un sinfín de acciones que pueden o no realizarse. Para tener claro qué,
cómo y con qué fin hacerlo, debemos contar con algo que nos motive a ello, que nos guie
en cómo realizarlo y nos dé solución al porqué lo hacemos. A esto llamamos tener claro el
sentido de la vida.
El sentido de la vida según Viktor Frankl está en hallar un propósito, en asumir una
responsabilidad para con nosotros mismos y para el propio ser humano. Así, teniendo claro
un “por qué” podremos hacer frente a todos los “como”; solo sintiéndonos libres y seguros
del objetivo que nos motiva, seremos capaces de generar cambios para crear una realidad
mucho más noble. (Sabate, 2017)
Si nos ponemos a analizar y buscar diferentes propuestas para hallarle un sentido a la vida,
tenemos muchas opciones, una de ellas es la religión. Esta no nos ofrece realmente
respuestas teóricas, si no respuestas existenciales y opciones de vida para las personas que
deciden seguirlas. Los creyentes ven en lo sagrado el fundamento de toda la realidad.
Pero ¿es realmente necesario creer en Dios para encontrarle un sentido a la vida? he aquí
nuestra tesis.
La vida con lo que nos sucede día a día nos muestra que tiene un sentido más allá de si
misma, debido a que no puede respondernos todas las interrogantes que nos planteamos,
que debe existir algo más que explique lo que sucede y lo que no.
La relación que existe entre la religión y el sentido de la vida es más bien significativo, el
hombre espera encontrar respuestas a las diferentes incógnitas que se plantea, como por
ejemplo ¿Que es el hombre?, ¿Cuál es el sentido y el fin de nuestra vida?, ¿Que es el bien y
que es el pecado?, ¿Cuál es el principio y fin del dolor?, ¿Cuál es el camino para encontrar
la verdadera felicidad?, etc.
Esa experiencia de Dios es determinante ya que hace que mucha gente cambie radicalmente
de vida, y se vaya lejos de su casa, a misiones, por ejemplo, o incluso que lleguen a dar su
vida por defender el cristianismo, como es el caso de los mártires.
Para que una persona llegue a la experiencia de Dios, es necesario que el creyente confíe en
Dios, rece al Señor, escuche su palabra y orienten su vida por medio de esa palabra de Dios.
También es necesario que el creyente reconozca los pecados y trabaje para cambiar su vida.
Es necesario que el creyente viva en comunidad. Los creyentes no van cada uno por su lado
si no que todos forman parte de la iglesia que es el grupo de los que siguen a Jesús. En la
comunidad comparten esa experiencia de Dios, la celebran, la viven e intentan trasmitir a
los demás la alegría que produce el sentirse amado por Dios.” (candelafcblog, 2016)
Pero tenemos diferentes religiones, que toman el sentido de la vida de distinta manera no
como lo hace el cristianismo. A continuación, mostramos algunas de ellas:
El hinduismo plantea que todo lo que sucede en la tierra tiene para ellos alguna explicación
divina, por ende, lo bueno o lo malo que le ocurra a una persona, es la consecuencia de sus
actos. Los aspectos sociales y religiosos de la vida son inseparables para los hindúes.
Creen en la reencarnación y piensan que la finalidad de la vida es purificarse y anular el
karma de vidas pasadas, para que el Alma se haga una con el sentido de la vida.
(candelafcblog, 2016)
El judaísmo plantea que la persona que malgasta su vida, su existencia no será más que
hueca, escasa de placer (Mishlei/Proverbios10:16). Aquel que utiliza cada gramo de vida
para edificar, el sentido de su vida es su propia vida; y finalmente recibe la justa retribución
por cada partícula de existencia empleada (Tehilim/Salmos36:10). La razón por la cual
tantos judíos a través de la historia han sacrificado sus vidas es por sus creencias. Porque
morir por Dios es un placer mayor que vivir sin El. Finalmente dice que la muerte (motivo)
es su sentido de la vida. (candelafcblog, 2016)
Por último, el islam plantea que el sentido de la vida se basa en tener una vida totalmente
dedicada al servicio de Allah. Después de la muerte, una persona es recompensada o
castigada de acuerdo a su devoción religiosa. La guía de la vida para el islam es el libro
sagrado del Corán, la palabra de Dios revelada al profeta Muhammad (Mahoma).
(candelafcblog, 2016)
Para dar respuesta a nuestra tesis debemos saber que creer es simplemente sentir seguridad
sobre algo que se nos está comunicando, aunque no lo podamos comprobar personalmente.
(Webselah.com, 2018).
Creer en Dios significa seguirlo, obedecerlo y cumplir a cabalidad su Palabra, para hacer su
Santa Voluntad, como Él nos demanda. Creer en Dios significa mucho más que afirmarlo,
es seguirlo fielmente imitando a Jesucristo, quien debe ser nuestro modelo. Creer en Dios
es permanecer en Cristo y permanecer en Él es guardar sus mandamientos. Creer en Dios es
simplemente vivir para El. (Echeverry, s.f.)
La religión está basada en testimonios tales como los milagros que fueron realizados por
Jesús. Hoy en día se sigue creyendo en los milagros, tomándolos como sucesos que no
tienen explicación aun en las ciencias que conocimos, debido a que estas están en continuo
descubrimiento y aun no se conoce todo lo que pudiese suceder.
Muchos psicólogos, filósofos entre otros han comentado las posibles explicaciones de
nuestra predisposición natural a creer, y para el poderoso papel que la religión parece jugar
en nuestras vidas emocionales y sociales.
Al llegar al mundo, a la mayoría de los seres humanos se les inculca en su vida la creencia
religiosa, con ella sus rituales. Por ejemplo, el bautismo en el caso del cristianismo y
evangelismo, al mismo tiempo se le está enseñando o insertando en su pensamiento un
estilo de vida el cual se puede tomar como “su sentido de vida”, estilo de vida que viene
compuesto por reglas, todas distintas entre religiones. Además, compuesto por un ciclo del
ser humano: nacer, crecer, morir y reencarnar.
Pero ¿Qué pasa con aquellas personas que no creen en Dios?, ¿podrían encontrarle un
sentido diferente a la vida?
Para poder desarrollarse en la vida, una persona necesita creer en algo, el pensar que no
existe también es creer. Pero si no es Dios la respuesta que buscamos, existen otras culturas
en las que se puede experimentar y quedarse en aquella que realmente nos llene y nos dé un
motivo para avanzar.
Como sabemos todas estas religiones y culturas son solo una opción, ellas nos hacen una
invitación a adherirnos a su pensamiento, va en nosotros si la seguimos o no.
Por ello Dios no es la única opción que se tiene para hallarle el verdadero sentido a la vida,
a nuestra vida, cada uno tiene una forma o manera de pensar diferente la que nos hace a
todos seres únicos y distintos. Al tener esta cualidad como seres humanos tenemos la
opción entre creer o no en algo, lo que no nos hace ser unas personas malas o inadaptados,
solo se debe buscar lo que nos llene y nos haga felices, siempre respetando a quien tenemos
al lado.
Es por todo esto que damos respuesta a nuestra tesis como que no es realmente necesario
creer en Dios para hallarle un sentido a la vida, podemos mirar a nuestro alrededor para
fijarnos que cada uno cree y hace su vida de la manera que mejor cree posible y correcta
para él, lo que no siempre puede ir de la mano de Dios.
Conclusión
Muchas personas en la actualidad no tienen objetivos claros, no saben hacia dónde dirigir
su futuro, o no saben cuál ha de ser el camino que deben seguir y por eso terminan tomando
decisiones equivocadas que en algunos casos acaban tan mal que terminan arruinándoles la
vida. Muchos en medio de su desesperación ponen su confianza en cosas vanas y hasta
nocivas, como las drogas, el alcohol, llevándolos cada día por un callejón sin salida y
hundiéndolos hasta que terminan por perder totalmente el sentido de la vida, llegando a
casos tan extremos como el suicidio.
Como explicamos anteriormente, no es necesario entregarnos a Dios para poder ser alguien
en la vida. El darle un sentido a esta depende única y exclusivamente de nosotros mismos.
Bibliografía