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DE RAMOS
Queridos
niños
y
niñas,
hoy
recordamos
un
hecho
muy
importante
en
la
vida
de
Jesús.
Él
va
camino
a
Jerusalén
a
celebrar
la
fiesta
de
Pascua,
que
recuerda
cuando
el
pueblo
de
Israel
fue
liberado
de
la
esclavitud
en
Egipto.
Pero
esta
Pascua
será
muy
especial,
ya
que
es
la
última
que
celebrará
con
sus
amigos,
sus
discípulos.
Jesús
ha
estado
por
mucho
tiempo
recorriendo
todo
su
país,
enseñando
sobre
Dios,
sanando
enfermos,
perdonando
los
pecados,
y
anunciado
buenas
noticias
a
los
pobres.
Por
eso
su
fama
creció
por
todo
el
país;
muchos
lo
reconocieron
como
el
mesías,
el
rey
que
Dios
les
había
enviado
para
liberarlos.
Por
eso
cuando
la
gente
se
enteró
de
que
Jesús
llegaba
a
Jerusalén,
salió
a
su
camino
con
ramos
en
sus
manos
para
saludarlo
con
alegría
y
todos
gritaban
con
fuerza:
“¡Bendito
el
que
viene
en
nombre
del
Señor!
¡Hosanna
en
el
cielo!”
“¡Bendito
sea
el
Dios
de
Israel”
Hoy
nosotros,
junto
a
nuestras
familias,
también
podemos
agitar
los
ramos
para
recibir
a
Jesús
y
podemos
gritar
“¡Bendito
el
que
viene
en
nombre
del
Señor!
¡Hosanna
en
el
cielo!”,
“¡Bendito
sea
el
Dios
de
Israel”.
Si
nosotros,
que
queremos
al
Señor,
no
lo
hacemos,
no
lo
acompañamos
en
esta
Semana
Santa,
entonces
¿quién
lo
hará
por
nosotros?
Levanta
tu
ramo
y
con
tus
padres
repite:
Señor
Jesús,
con
este
ramo
bendito
quiero
acompañarte,
estar
cerca
de
ti
para
esperar
tu
resurrección.
Dame
la
fuerza
para
estar
siempre
a
tu
lado.
Amén.
Pídeles
a
tus
padres
que
te
llevan
a
la
misa
del
Domingo
de
Ramos
y
si
deseas
puedes
también
colorear
la
imagen
y
pegarla
en
tu
pieza.
LUNES
SANTO
Hoy
seguimos
acompañando
a
Jesús
en
esta
Semana
Santa.
Al
día
siguiente
de
que
Jesús
llega
a
Jerusalén,
a
celebrar
las
fiestas
pascuales,
se
dirige
al
Templo
que
estaba
lleno
de
peregrinos
que
venían
de
todo
el
país
y
desde
el
extranjero
a
participar
de
las
fiestas.
Cuando
Jesús
llegó
al
templo
se
enojó
mucho
porque
habían
muchos
vendedores
y
las
personas
se
dedicaban
más
a
comprar
que
a
rezar,
por
eso
les
botó
sus
mesas,
y
los
expulsó
del
lugar,
y
les
decía
con
mucha
fuerza:
“¡Quiten
esto
de
aquí,
no
conviertan
la
casa
de
mi
Padre
en
un
mercado!”,
también
les
recordaba:
“Está
escrito
¡Mi
casa
será
casa
de
oración!”.
Jesús
nos
quiere
enseñar
que
cuando
vamos
y
entramos
a
la
Iglesia,
a
la
capilla
de
tu
colegio,
o
estamos
frente
el
altar
familiar
que
tenemos
en
casa
para
rezar,
ése
es
un
lugar
especial
para
encontrarnos
con
Dios,
rezar
y
conversar
con
Él.
Gracias
Señor
porque
sabemos
que
tú
estás
presente
en
los
templos,
capillas
y
oratorios
donde
escuchas
nuestras
oraciones,
y
podemos
conversar
contigo
y
reconocer
que
nos
amas
mucho.
Amén.
Invita
a
tus
padres
y
hermanos
a
que
se
reúnan
en
torno
al
altar
familiar
o
frente
a
una
imagen
de
Jesús,
para
rezar
y
dar
gracias
por
todo
lo
que
Dios
Padre
les
ha
regalado.
MARTES SANTO
Jesús
nuevamente
subió
al
templo
de
Jerusalén
y
se
puso
a
enseñarle
a
todos
los
que
participaban
de
las
fiestas
por
aquellos
días.
Jesús
les
hablaba
de
que
debían
estar
siempre
preparados
para
presentarse
ante
el
señor
cuando
venga
al
final
de
los
tiempos.
Les
recordaba
que
tenían
que
confiar
plenamente
en
sus
palabras,
ya
que
ellas
nunca
pasarán
y
que
se
cuiden
de
colocar
cosas
en
su
corazón
que
los
aleje
de
Él.
Jesús
les
insistía
en
estar
siempre
atentos
y
rezar
constantemente
para
buscar
lo
que
Dios
les
pide
y
así
estar
siempre
preparados
para
recibirlo.
Cuando
se
acercaba
el
final
de
la
tarde,
Jesús
terminaba
de
enseñarles
en
el
templo
y
se
dirigía
al
monte
de
los
Olivos,
donde
rezaba
y
descansaba.
Pero
el
pueblo
se
preparaba
para
ir
muy
de
madrugada
al
templo
a
escucharlo.
¿Te
das
cuenta
de
que
es
importante
escuchar
al
Señor
y
conocer
su
Palabra?
Es
muy
bueno
que
en
las
noches
puedas
rezar
para
dar
gracias
por
el
día
que
Dios
te
ha
regalado
y
en
las
mañanas
también
puedes
dedicarle
un
tiempo
para
rezar
y
escucharlo.
Conocerte
Señor
Jesús
es
el
mejor
regalo
que
he
recibido,
escuchar
tu
Palabra
es
lo
mejor
que
me
ha
ocurrido,
vivir
lo
que
me
enseñas
me
llena
de
gozo.
Amén.
Pídele
a
tus
padres
si
pueden
leer
juntos
el
texto
del
Evangelio
donde
se
narra
lo
que
te
hemos
contado
.
Se
trata
del
l
texto
de
Marcos,
en
el
capítulo
21,
del
versículo
29
al
37..
MIÉRCOLES SANTO
En
una
de
esas
tardes
de
esta
Semana
Santa,
Jesús
está
reunido
con
Pedro,
Santiago,
Juan,
Andrés
y
todos
los
demás
apóstoles
y
otros
discípulos.
Jesús
les
comenta
que
se
siente
muy
afligido,
Él
ya
sabe
que
se
acerca
su
muerte,
y
dice
“Padre,
líbrame
de
esta
hora”,
pero
Él
sabe
y
tiene
muy
claro
que
siempre
va
a
realizar
lo
que
Dios
Padre
quiere.
Sus
discípulos
no
entendían
qué
estaba
pasando,
no
comprendían
que
se
acercaba
el
día
de
la
muerte
de
Jesús,
mientras
conversaban
entre
ellos,
sobre
lo
que
Jesús
les
había
comentado,
se
escuchó
una
voz
del
cielo
que
dijo:
“Yo
lo
he
glorificado
y
volveré
a
glorificarlo”,
los
discípulos
quedaron
sorprendidos,
unos
decían
que
había
sido
un
trueno,
otros
que
era
la
voz
de
un
ángel.
Los
apóstoles
no
querían
que
Jesús
muriese,
le
recordaron
que
la
ley
les
enseñaba
que
el
Mesías
nunca
moriría.
Pero
Jesús
les
señaló
que
era
importante
que
el
muriera
para
la
salvación
de
todas
las
personas.
Jesús
nuevamente
al
terminar
el
día
se
aleja
de
ellos
a
un
lugar
tranquilo
a
rezar.
Cuando
nosotros
estamos
afligidos,
preocupados
o
asustados,
conversamos
con
nuestros
padres
o
amigos,
les
contamos
lo
que
nos
está
pasando.
Gracias
Padre
bueno
porque
nos
amas
tanto
que
nos
entregaste
a
tu
propio
Hijo
que
nos
ama
con
el
mismo
amor
que
nos
amas
tú
y
dio
su
vida
por
mí.
Amén.
Invita
a
tus
padres
a
que
se
reúnan
frente
a
una
cruz
y
conversen
sobre
por
qué
murió
Jesús,
y
luego
hagan
un
momento
de
silencio
y
recen.
JUEVES
SANTO
Llegamos
al
jueves
Santo,
y
como
este
día
era
de
fiesta,
Jesús
se
reunió
con
sus
amigos
para
celebrar
la
Pascua
Judía.
Sus
discípulos
pensaron
que
sería
una
celebración
muy
similar
a
la
de
los
años
anteriores,
pero
sucedieron
dos
cosas
que
transformaron
la
comida
en
una
cena
de
despedida
muy
especial.
Antes
de
comenzar
a
cenar,
Jesús
tomó
un
lavatorio
y
una
toalla
y
se
puso
a
lavar
los
pies
de
sus
discípulos,
algunos
no
quisieron,
pero
Él
les
dijo
que
si
no
lo
hacían
no
serían
sus
amigos.
Cuando
terminó
les
dijo
que
ellos
tenían
que
ser
servidores
de
todos,
así
las
personas
iban
a
creer
en
Jesús.
Luego
cuando
estaban
cenando
les
pidió
que
pusieran
mucha
atención,
entonces
tomó
el
pan,
dio
gracias
a
Dios,
lo
partió
y
lo
compartió
con
todos,
y
les
dijo
“éste
es
mi
cuerpo
que
se
entrega
por
ustedes”;
cuando
estaban
terminando
de
comer,
tomo
una
copa
con
vino,
y
les
dijo
“ésta
es
la
copa
de
la
nueva
alianza
que
se
sella
con
mi
sangre,
que
será
derramada
por
ustedes”.
Todos
comieron
y
bebieron
de
un
mismo
pan
y
de
un
mismo
vino,
y
Jesús
les
dijo
“hagan
esto
en
memoria
mía”.
¿Te
das
cuenta
de
que
Jesús
nos
enseña
que
tenemos
que
estar
al
servicio
de
las
personas,
y
además
que
Él
quiso
quedarse
para
siempre
con
nosotros
a
través
del
pan
y
del
vino,
cada
vez
que
celebramos
la
misa?
Gracias
Señor
por
haberte
quedado
para
siempre
con
nosotros
a
través
del
pan
y
del
vino
que
compartimos
en
cada
misa;
gracias
también
por
enseñarnos
que
debemos
estar
siempre
al
servicio
de
los
demás
especialmente
de
los
más
pobres
y
necesitados.
Amén.
nvita
a
tus
padres
para
que
esta
tarde
vayan
a
misa,
donde
se
realizarán
estos
dos
signos
que
hemos
visto
hoy.
VIERNES
SANTO
Luego
de
la
cena
celebrada
con
sus
amigos
Jesús
se
va
a
rezar
nuevamente
el
monte
de
los
Olivos,
allí
es
detenido,
sus
amigos
huyeron
y
le
dejaron
solo.
Luego
Jesús
es
enjuiciado
y
condenando
a
muerte
por
reconocer
que
Él
era
el
Mesías,
el
Hijo
de
Dios.
Luego
de
ser
azotado,
recorrer
un
largo
camino
con
la
cruz
en
sus
hombros,
y
ser
clavado
en
la
cruz,
a
eso
del
mediodía
Jesús
dijo
sus
últimas
palabras:
“Padre,
en
tus
manos
encomiendo
mi
espíritu”,
luego
murió.
El
sol
se
ocultó,
todo
el
país
quedó
en
tinieblas,
y
se
produjo
un
fuerte
temblor.
Jesús
entregó
su
vida
por
todos
nosotros,
perdonando
nuestros
pecados
para
que
podamos
al
momento
de
nuestra
muerte
vivir
con
Él
en
el
paraíso
junto
al
Padre
Dios.
De
ese
modo
se
cumplió
la
voluntad
de
Dios
Señor
Jesús,
Tú
me
conoces
y
me
quieres,
entregaste
tu
vida
por
mí
y
por
todas
las
personas,
perdóname
porque
muchas
veces
no
hago
tu
voluntad.
Amén.
En
este
día
de
reflexión,
podrías
junto
a
tu
familia
tener
un
momento
de
silencio,
apagando
la
radio,
el
televisor,
el
computador,
los
teléfonos,
para
recordar
la
muerte
de
Jesús.
Puede
ser
a
eso
del
mediodía
y
podrán
leer
desde
la
Biblia
el
relato
de
la
muerte
de
Jesús,
puede
ser
del
Evangelio
de
Lucas,
capítulo
23,
versículos
33
al
49.
SÁBADO SANTO
Algunos
judíos,
jefes
del
grupo
de
los
sacerdotes
y
fariseos,
fueron
muy
temprano
a
casa
del
gobernador
Pilatos,
y
le
pidieron
que
mandara
a
unos
soldados
a
cuidar
la
tumba
de
Jesús,
ya
que
tenían
miedo
de
que
los
discípulos
de
Jesús
robaran
su
cuerpo,
y
luego
dijeran
que
había
resucitado
como
el
mismo
Señor
lo
anunció.
Pilatos
luego
de
escucharlos
mandó
a
unos
soldados
para
que
custodiaran
el
sepulcro.
Los
discípulos
y
los
amigos
de
Jesús
se
mantenían
reunidos
y
aún
estaban
muy
confundidos
con
lo
que
había
pasado,
estaban
tristes
porque
a
su
Señor
lo
habían
matado.
Fue
un
día
de
silencio
y
reflexión,
tratando
buscar
nuevas
esperanzas.
Señor
Jesús
a
veces
no
tenemos
puesta
toda
nuestra
confianza
en
tu
Palabra,
nos
olvidamos
fácilmente
de
tus
promesas.
Ayúdame
con
tu
Espíritu
para
confiar
siempre
en
ti.
Amén.
Invita
a
tus
padres
a
participar
en
la
noche
en
la
misa
de
resurrección.
El
domingo
muy
de
mañana,
casi
apenas
salía
el
sol,
María
Magdalena,
Salomé,
y
otras
mujeres
fueron
a
la
tumba
de
Jesús
para
limpiar
su
cuerpo,
perfumarlo
y
envolverlo,
ya
que
el
viernes
no
alcanzaron
a
realizarlo.
Mientras
caminaban
pensaban
a
quién
le
pedirían
ayuda
para
mover
la
gran
piedra
que
tapaba
la
entrada
al
sepulcro.
Cuando
ya
estaban
próximas
a
la
tumba
quedaron
sorprendidas
porque
la
piedra
había
sido
movida.
Se
devolvieron
corriendo
a
buscar
a
Pedro
y
a
otros
discípulos,
y
al
llegar
nuevamente
a
la
tumba
con
ellos,
descubrieron
que
Jesús
no
estaba
en
ella,
solo
estaba
el
manto
en
que
fue
envuelto.
Los
discípulos
regresaron
y
María
Magdalena
se
quedó
ahí,
y
en
esos
momentos
se
le
apareció
Jesús,
pero
ella
no
lo
reconoció,
pensó
que
era
un
jardinero
y
le
pidió
que
si
él
había
sacado
el
cuerpo
que
por
favor
lo
devolviera.
Entonces
Jesús
le
dijo
“¡María!”.
Ella
reconoció
la
voz
del
Señor
y
le
dijo
“Maestro”.
Magdalena
luego
salió
corriendo
y
fue
a
contarles
a
los
discípulos
lo
que
había
sucedido.
La
resurrección
de
Jesús
es
la
mejor
noticia
que
nos
pueden
haber
dado,
y
la
mejor
noticia
que
nosotros
podemos
compartir
con
nuestros
amigos
y
familiares.
Cristo
Jesús,
que
por
amarnos
murió
y
resucitó
de
los
muertos.
Éste
es
el
día
esperado
por
todos
los
hombres.
Éste
es
el
día
en
que
todo
comienza
de
nuevo,
goce
la
tierra
inundada
de
luz
tan
brillante,
huyan
las
sombras
antiguas,
aléjese
el
miedo.
Amén.
Conversa
con
tus
padres
y
salgan
a
saludar
a
sus
amigos
y
familiares
deseándoles
una
feliz
Pascua
de
Resurrección,
una
buena
ocasión
para
compartir
los
huevitos
de
chocolates
que
son
signo
de
la
vida
nueva
que
nos
entrega
Jesús
Resucitado.