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Desordenes

alimenticios
“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

TEMA:

 Desordenes alimenticios
PROFESOR:

 Nestor Atarama
INTEGRANTES:

 Ayosa Ramírez Ariana


 Bedoya Campoverde Alina
 Checa Herrera Martin Alonzo
 Elias Maza Edson
 García Huamán Diego
 Herrera Viera Gladys
 Quispe Domínguez Iván
 Viera Rodríguez Jorge
 Yarlequé Castillo Luis
FACULTAD/ESCUELA:

 Ingenieria de Minas/ Ingenieria Geológica


CURSO:

 Biología y educación ambiental.


CICLO:

 2018-II
I. Introducción

1.1
I. INTRODUCCIÓN

Durante las últimas décadas, el aumento de los desórdenes alimenticios es


cada vez mayor el mundo; dada la presión social sobre la valoración de una
figura esbelta, la delgadez relacionada a la moda y prototipos hacen que los
jóvenes o adolecentes (en gran parte las mujeres) sientan la necesidad de
acomodarse a una sociedad que exige ciertos parámetros, produciendo
inseguridad al pensar que puedan ser rechazados por su círculo social si no
cumplen ciertas pautas respecto a su imagen.

Esta investigación pretende presentar algunos conceptos e ideas básicas que


permitan conocer más a fondo cuáles son los principales desórdenes
alimenticios y como deben ser tratados adecuadamente, mediante un marco
teórico completo, donde se obtenga conocer ampliamente, cuáles son las
causas directas o indirectas para los jóvenes que presenten trastornos como
Anorexia o Bulimia y así tener más posibilidades de detectar estos problemas y
atenderlos adecuadamente.

Los efectos de los desórdenes alimenticios no se limitan a una sola esfera de la


vida de la persona que los padece y no es la única afectada, sino que su
entorno familiar sufre también las consecuencias. Para poder hacer frente a los
diferentes aspectos que se ven involucrados, el tratamiento de los trastornos
debe hacerse desde diversos flancos; las respuestas que exigen los problemas
que plantean los trastornos alimenticios sólo pueden ser tan complejas como el
trastorno mismo. El problema es aún más preocupante cuando los desórdenes
alimenticios se vuelven parte de la vida de los jóvenes o adolecentes, y esa
exigencia de conseguir una figura esbelta se toma como un estilo de vida en
este sentido, la difusión de información veraz tiene como objetivo describir
causas, síntomas y factores de riesgo de los desórdenes alimenticios
establecer y dar a conocer sus consecuencias.
1.1. ¿Qué es un trastorno alimenticio?
Un trastorno hace referencia a un conjunto de síntomas, conductas de riesgo y
signos que puede presentarse en diferentes entidades clínicas y con distintos
niveles de severidad; no se refiere a un síntoma aislado ni a una entidad
específica claramente establecida. Los trastornos alimenticios se presentan
cuando una persona no recibe la ingesta calórica que su cuerpo requiere para
funcionar de acuerdo con su edad, estatura, ritmo de vida, etcétera. Los
principales trastornos alimenticios son la anorexia, la bulimia y la compulsión
para comer.

La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos


indicada para el individuo en relación con su edad, estatura y necesidades
vitales. Esta disminución no responde a una falta de apetito, sino a una
resistencia a comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir de
peso o por reducirlo.

En la bulimia el consumo de alimento se hace en forma de atracón, durante el


cual se ingiere una gran cantidad de alimento con la sensación de pérdida de
control. Son episodios de voracidad que van seguidos de un fuerte sentimiento
de culpa, por lo que se recurre a medidas compensatorias inadecuadas como
la autoinducción del vómito, el consumo abusivo de laxantes, diuréticos o
enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado.

En la compulsión para comer se presenta el síntoma del atracón sin la


conducta compensatoria. Por ello, quien lo padece puede presentar sobrepeso.
Quienes presentan anorexia o bulimia piensan casi exclusivamente en cuánto y
cómo comen o en dejar de hacerlo, y están pendientes de su imagen de
manera obsesiva, piensan mucho en cómo y en cómo son vistos por los otros.
Detrás de estos comportamientos hay una preocupación absoluta por el peso,
por no engordar, por mantener una delgadez extrema o conseguir una mayor.
La imagen corporal de sí mismo está distorsionada y no corresponde a la
realidad. Una misma persona puede presentar diversos comportamientos y en
muchos casos es frecuente encontrar las conductas alternadamente por
periodos de tiempo específicos; la mayor incorporación de comportamientos
patógenos puede indicar el avance del padecimiento.
1.2 ¿Quiénes lo padecen?
Los trastornos alimenticios se inician o presentan principalmente en
adolescentes y púberes; muy probablemente, las personas de mayor edad que
los padecen iniciaron conductas sintomáticas en esta etapa de su vida. Las
edades de aparición o de inicio del trastorno van desde los 12 hasta los 25
años y la frecuencia aumenta entre los 12 y los 17.

La expansión de los padecimientos ha implicado también su aparición en


edades cada vez más tempranas. Los trastornos alimenticios presentan tanto
en hombres como en mujeres y aunque la cantidad de mujeres que los
padecen es muy superior a la de hombres, en los últimos años el número de
casos de hombres ha aumentado en forma constante.

El diagnóstico de los trastornos alimenticios en hombres se enfrenta con ciertos


prejuicios sociales que también prevalecen en el personal de salud: algunos
médicos suponen que ser mujer es condición indispensable para presentarlos y
que sólo ellas los padecen. Comer demasiado y estar pasado de peso resulta
culturalmente más aceptable y menos notorio en el caso de los hombres, por lo
que el trastorno puede pasar inadvertido. Son casi exclusivamente las mujeres
quienes padecen anorexia y bulimia. El 90-95% de las personas afectadas son
mujeres; de cada 10 personas que presentan anorexia o bulimia, 9 son
mujeres.

En las mujeres los trastornos alimenticios se presentan particularmente en la


pubertad y se asocian con lo que ésta representa para ellas:

 Les resulta particularmente difícil aceptar los cambios físicos y el


aumento de grasa porque sus cuerpos se desarrollan de manera
contraria a las normas de belleza establecidas socioculturalmente y que
son reproducidas y difundidas por los medios de comunicación.
 Su sentido de identidad y su imagen están más fuertemente influidos
por aspectos relacionales: lo que piensan, esperan y dicen los otros
influye en gran medida en el sentimiento de sí, y esto se incrementa en
la adolescencia.
 El desarrollo de habilidades y logros escolares lo viven con mayor
autoexigencia y preocupación.
 El proceso de inicio de independencia, propio de la adolescencia, lo
viven de manera más conflictiva; las niñas enfrentan mayores tensiones
individuales y diferencias interpersonales con los padres que los
varones.
1.3 ¿Por qué se presentan los trastornos alimenticios?
Si bien es cierto que no se ha establecido una etiología específica para los
trastornos alimenticios, se afirma que su causalidad es multifactorial y abarca
una multiplicidad de elementos que se combinan y acumulan de manera
específica en ambientes diversos y en un momento evolutivo particular -la
adolescencia- de las personas que los padecen.12 Se sugieren ámbitos de
riesgo que incluyen el contexto cultural y el familiar, la vulnerabilidad
constitucional y experiencias adversas de la vida personal que se relacionan en
cada caso de manera específica y determinan configuraciones propias en
éstos. Además de lo dicho en cuanto al contexto cultural, en el contexto familiar
suelen encontrarse los rasgos característicos de lo que se define como la
familia psicosomática: aglutinantes, sobreprotectoras, rígidas.

En el terreno psicológico se entiende que los trastornos alimenticios son


síntomas de asuntos subyacentes relacionados con conflictos emocionales. La
alimentación trastornada constituye para quienes la presentan formas de
nutrirse o protegerse, de expresar ira, de autocastigarse, apaciguar tensiones
insoportables, distanciarse de situaciones dolorosas y hasta crear una
identidad. Ello se manifiesta en expresiones como las siguientes:

También se detectan fantasías sobre el alimento s que lo identifican como


veneno, peligroso o equivalente del embarazo. Es por esto que en ocasiones el
suceso disparador del cuadro anoréxico es el embarazo de alguna persona
cercana; las mujeres encuentran una asociación entre alimento, aumento de
peso y embarazo.

Waller y colaboradores ya desde 1940 formularon la hipótesis del “deseo


inconsciente de ser embarazada por vía oral que podría generar el comer
compulsivamente o en otros casos generar culpa y rechazo a la comida.”

La represión del deseo de embarazo o la culpa generan rechazo y temores a la


sexualidad, frecuentemente asociados a la anorexia nerviosa. Para quienes
sufren trastornos alimenticios, la valoración que hacen de sí mismos está
sobredeterminada por la imagen corporal, en la que se deposita la autoestima y
la sensación de control sobre su vida. Problemas emocionales de todo tipo,
conflictos personales en relación con la identidad sexual y de género, con las
relaciones interpersonales y la falta de ubicación subjetiva también son
determinantes de los trastornos alimenticios. La negativa a comer o la
compulsión bulímica se ofrecen como escenarios en lo que se despliegan
deseos inconscientes que están, como mencionamos, fuertemente ligados a
las vicisitudes de la feminidad.

La amenorrea primaria o secundaria puede ser atribuida a los conflictos


psicológicos ya que se presenta en las primeras fases, antes de que la falta de
alimentos pueda causarla. Una explicación es que estos conflictos intervienen
en el funcionamiento del hipotálamo y por ende, en el ciclo hormonal. Algunos
autores sugieren que puede haber casos de anorexia nervosa leve, en
presencia de oligomenorrea. Los conflictos de las personas con trastornos
alimenticios son inconscientes y se mantienen ocultos hasta para ellas mismas.
Sin esta consideración es imposible entender y atender estos trastornos, sus
múltiples significados y simbolismos, las fantasías que se vinculan con la
comida y que están detrás de las conductas patológicas. Además, sólo así se
pueden comprender determinados rasgos tan característicos del trastorno
como sus síntomas, los altos grados de reincidencia y de abandono del
tratamiento, la falta total de conciencia de riesgo y la negativa a buscar ayuda.

1.4¿Cómo se detectan los transtornos alimenticios?


 Señales físicas
Algunos indicios de los trastornos alimenticios son detectables a simple
vista. En el caso de la anorexia, el primero y el más visible es la continua
y prolongada reducción de peso, que puede conducir a la delgadez
extrema y a la desnutrición; ésta se refleja en la piel reseca y con color
grisáceo o amarillento, las uñas quebradizas, el debilitamiento o la caída
del cabello, la intolerancia al frío y la persistencia de bajas temperaturas
en pies y manos, que adquieren un color morado. La bulimia es más
difícil de detectar porque los atracones y las compensaciones se hacen
en secreto y no derivan necesariamente en una continua pérdida de
peso. En el caso de quienes vomitan es necesario buscar signos físicos
acompañantes como lesiones o pérdida del esmalte dentario,
escoriaciones en las articulaciones interfalángicas de aquellos dedos
utilizados para provocar el vómito.

 Señales psico-sociales
Las personas con trastornos alimenticios se aíslan socialmente, se
vuelven irritables, se sienten culpables o están malhumoradas. La
ansiedad, la impulsividad y la inestabilidad emocional son rasgos
predominantes en quienes padecen bulimia. A veces estas sensaciones
se exacerban cerca de las horas de comida. La permanente
preocupación por el peso y la delgadez de quienes sufren estos
padecimientos, por un lado, se extiende al entorno social, de tal modo
que critican incisivamente la gordura y, por otro, preguntan
constantemente a los demás cómo se ven y se comparan
insistentemente con otras personas. Como la percepción de sí mismos
es distorsionada, recurren a los otros en busca de aseguramiento y
corroboración. Las personas con trastorno alimentario no pueden
experimentarse a sí mismas como individuos unificados o
autocontrolados, capaces de dirigir su vida. Cuando la anorexia se
desarrolla, sienten que la enfermedad está causada por una fuerza
misteriosa que las invade. Otras relatan que se sienten divididas, como
segmentadas en dos personas. Al mismo tiempo, las personas con
trastornos alimenticios presentan, tanto alto rendimiento estudiantil como
desempeño escolar o profesional, en contraposición con desajustes en
lo social, sexual y, en su caso, marital.
1.5 ¿Cómo se hace el diagnostico de trastorno alimenticio?
El personal médico puede utilizar una serie de exámenes clínicos que le
permitan no sólo realizar el diagnóstico de un trastorno alimenticio y
corroborarlo, sino también medir el alcance de sus efectos. Sin embargo, la
divulgación de estas patologías, la expansión de la preocupación por las
mismas a nivel social y la circulación de información no confiable al respecto
han derivado, tanto en una promoción de la sintomatología como en un
sobrediagnóstico. Así sucede, por ejemplo, con algunos desórdenes
transitorios de la adolescencia -como la falta de regularidad menstrual- o con
conductas de riesgo que no derivan necesariamente en un cuadro de trastorno
alimenticio. De igual modo, puede haber desnutrición como consecuencia de
otros trastornos psicológicos, tales como depresión y algunas patologías de
tipo esquizoide. A su vez, la desnutrición provocada por anorexia puede tener
como consecuencia trastornos psicológicos secundarios importantes. De ahí
que establecer el diagnóstico no debe reducirse a una serie de exámenes de
laboratorio; debe llevarse a cabo con calma y teniendo en cuenta la variedad
de factores que influyen en la aparición de un trastorno alimenticio y su
desarrollo.

La entrevista psicológica es de gran importancia para confirmar el diagnóstico


de trastorno alimenticio, evaluar la situación de riesgo, indagar sobre factores
desencadenantes de las conductas sintomáticas e iniciar los primeros pasos
del proceso terapéutico.

Resulta sumamente útil para conocer el estado emocional del o la paciente,


explorar el funcionamiento mental y los rasgos de carácter, los conflictos
básicos, las dificultades actuales, las relaciones con la familia y los pares y las
actividades que lleva a cabo, entre otros aspectos.

Preguntas referidas sobre la actividad física desarrollada y a la percepción de


su propio cuerpo son de gran utilidad para el establecimiento del diagnóstico
diferencial; en los trastornos alimenticios se suelen negar la enfermedad, la
pérdida de peso –en el caso de la anorexia– y las conductas patológicas –en el
de la bulimia–, se teme engordar, siempre hay sensación de estar lleno de
comida y, a veces, los intereses se reducen a temas asociados a la imagen, la
delgadez, etc. A su vez, las manifestaciones corporales que pueden indicar el
padecimiento de anorexia corresponden a las de una alimentación insuficiente.
Es necesario realizar los exámenes pertinentes para el diagnóstico diferencial
con diabetes, tumores endocraneanos, colagenopatías, tiroidismos y
embarazo. En el caso de ser vomitadores es necesario detectar signos físicos
como los mencionados y signos digestivos como pancreatitis, esofagitis,
dilatación gástrica, constipación o ruptura del tubo digestivo.
1.6 ¿Qué exámenes deben realizarse?

 Entrevista psicológica.
 Mediciones de peso y estatura de acuerdo con la edad y el sexo del
paciente.
 Peso relativo, masa corporal, reservas grasas.
 Proteinograma electroforético.
 Valoración del estado nutricio y de reservas grasas.
 Biometría hemática.
 Perfil hormonal y valoración ginecológica.
 Mediciones de presión arterial y pulso.
 Examen cardiovascular y electrocardiograma.
 Hepatograma, perfil hepático y tiroideo.
 Examen general de orina.
 Glucemia, uremia, colesterolemia.
 Calcemia, fosforemia, magnesemia.
 Tomografía computarizada.
 Eritrosedimentación.
 Ionograma: En busca de hipokalemia y alcalosis metabólica
hipoclorémica, en vomitadores.

1.7 ¿Cómo atender los trastornos alimenticios?


La atención de los trastornos alimenticios no es fácil ni unívoca; debido a su
complejidad, a la multitud de factores intervinientes y a la dificultad de su
abordaje, el manejo de los mismos es una tarea combinada que requiere la
conformación de un equipo de profesionales de diversas disciplinas que
trabajen conjuntamente. A su vez, es necesario rescatar la singularidad de
cada caso y escuchar a cada paciente en su problemática específica. El equipo
de tratamiento básico debe ofrecer atención médica y psicoterapéutica y, de
acuerdo con el caso, proporcionar terapia familiar o grupal, consulta
ginecológica, psiquiátrica, endocrinológica y nutricia con profesionales idóneos
que conozcan los trastornos alimenticios. No basta una labor de equipo
multidisciplinaria, se requiere de un tratamiento interdisciplinario, esto es, que
profesionales de distintas disciplinas diseñen y establezcan mecanismos de
intercambio profesional constantes y permanentes que permitan el trabajo
conjunto más allá de las esferas de acción de cada quien. A su vez, la
comunicación debe extenderse a cada paciente y a su familia.
II. ANOREXIA
2.1 ¿Qué es la anorexia?

Desafortunadamente, la anorexia está mucho más presente en nuestra


sociedad de lo que querríamos. Pero, ¿sabemos realmente qué es la
anorexia? Según su definición, la anorexia o anorexia nerviosa, es un
trastorno que se manifiesta en el miedo del paciente a aumentar de peso
y su consiguiente rechazo a cualquier tipo de alimentación. Ese miedo a
aumentar su peso o volumen puede producir también una distorsión de
la imagen que la persona tiene de sí misma, lo que produce que la
mayoría de pacientes se vean gordos a pesar de tener un peso muy por
debajo de lo que se considera normal. Entre un 90 y 95% de los
pacientes son mujeres. La edad media está entre los 12 y los 25
años. La Organización Mundial de la Salud considera la anorexia como
un trastorno mental y de comportamiento.

2.2 Síntomas

Los síntomas pueden ser muy variados, así como sus causas. Cabe
destacar los siguientes:

 Rechazo a mantener un peso que se corresponda con lo


normal según la edad y altura del paciente.
 Pérdida severa de peso.
 Distorsión de la imagen que el paciente tiene de sí mismo,
considerando tener sobrepeso aun cuando tiene un peso muy
por debajo de lo normal.
 Aislamiento social.
 Obsesión con la apariencia, la cual se convierte, en la mente
del paciente, el criterio que determina todos los aspectos de la
vida.
 Problemas de concentración.
 Tendencia a comer solo o a escondidas.
 Aumento excesivo del ejercicio físico.
 Consumo abusivo e injustificado de laxantes y diuréticos.
 Problemas menstruales, amenorrea.
2.3 Causas de la anorexia

La anorexia es una enfermedad compleja que carece de una causa


única. En general se produce por un conjunto de causalidades propias
del paciente. En función de su naturaleza, podemos distinguir las
siguientes:

 Causas socioculturales
Vivimos en una sociedad en las que la imagen tiene una
importancia desmesurada. La publicidad, los cánones de belleza
han establecido la delgadez como valor que confirma tanto la
identidad de las personas como de su éxito. El mensaje de que sin
ser delgado no se puede ser feliz ni tener relaciones sociales
satisfactorias es omnipresente. Esta presión lleva a muchos
pacientes a desarrollar trastornos alimentarios como la anorexia,
entre otros.
 Causas individuales:
Aunque no existe un perfil único de pacientes de anorexia,
existe una serie de rasgos que se repiten con cierta frecuencia:
 Falta de independencia
 Miedo a madurar
 Autoestima bajo
 Perfeccionismo y autocontrol extremos

2.4 Tipos de anorexia nerviosa


Fundamentalmente, los tipos de anorexia son dos: la anorexia purgativa y la
anorexia restrictiva.
 Anorexia purgativa
La anorexia nerviosa de tipo purgativo se caracteriza por presentar
etapas de purga, que normalmente consisten en vómitos y, en algunos
casos, en la utilización de diuréticos o laxantes.
Antes de la fase de purga, se da una fase de atracones que son
experimentados como un impulso incontrolable que lleva a comer
rápidamente y masticando poco.
La diferencia entre la anorexia purgativa y la bulimia, que es un
trastorno alimenticio muy similar, es que en la primera el peso corporal
está por debajo de lo indicado para una persona de esas
características, y es más propensa a caer en la desnutrición.

 Anorexia restrictiva
En este tipo de anorexia no se producen purgas. En su lugar, tiene
lugar una resistencia constante al acto de comer. Esto último es una
posibilidad que en muchas ocasiones se ve como algo repugnante, ya
que se asocia al proceso de engordarse.
Así pues, este tipo de anorexia es más propio de personas metódicas y
perfeccionistas, rígidas con las normas y capaces de un autocontrol
extremo, y no presentan el perfil impulsivo de los pacientes de anorexia
purgativa. Sin embargo, tanto el sexo como la franja típica de edad es la
misma que en el otro tipo de anorexia nerviosa.

2.5 Consecuencias

La anorexia tiene consecuencias que no se limitan a la pérdida de peso.


La malnutrición y la débil alimentación provocan graves problemas
físicos. De hecho, la persona anoréxica posee numerosas carencias en
vitaminas, proteínas o ácidos grasos.

Esto puede provocar trastornos metabólicos, perturbaciones


neurológicas¸ daños cardiovasculares, problemas renales, pérdida de
cabello, mareos, etc. También son frecuentes los problemas de
osteoporosis que provocan decalcificación de los huesos, fracturas
óseas y, en algunos casos, el desgaste y la caída de los dientes.

Se han constatado consecuencias psicológicas en los enfermos de


anorexia, como una depresión, una pérdida de la alegría de vivir,
una bajada de la libido, un temperamento colérico o dificultades de
concentración. Socialmente, esto se traduce a menudo por un
aislamiento y un alejamiento de la familia y de los parientes.

2.6 Tratamiento de la anorexia

El tratamiento de la anorexia y de cualquier otro TCA (como la bulimia,


entre otros) es largo y complejo. Esto no quiere decir que no se p ueda
superar. De hecho, alrededor del 70% de las personas que padecen
esta enfermedad terminan superándola.

La familia juega un papel fundamental en cualquier tratamiento de la


anorexia. Un entorno familiar que apoye al enfermo y le dé la seguridad
que necesita es probablemente uno de los mejores tratamientos y
sistemas de prevención de esta enfermedad.

Involucrar a las familias en el tratamiento de cualquier paciente que


sufre una patología mental suele ser esencial. Su participación ayuda a
que conozcan mejor la enfermedad, aprendan cuáles son los objetivos
del tratamiento y facilita las estrategias que se acordarán para afrontar
las dificultades del día a día.

Son múltiples las agencias estatales destinadas al tratamiento de esta


enfermedad, por lo que recurrir a sus servicios o a los de cualquier
profesional en la materia es sin duda la opción correcta.
III. PREGOREXIA
Es un desorden alimenticio caracterizado por surgir durante el embarazo. Esto
provoca que la mujer sufra un miedo constante a engordar y a los alimentos
que consume. Investigaciones realizadas en el Reino Unido afirman que en
torno a un 7,6% de las mujeres embarazadas tienen problemas
alimenticios, mientras que el 23,4% están preocupadas por su figura y peso.

3.1 Síntomas para detectar la pregorexia

Fulvia Mancini, ginecóloga responsable del centro Clínicas Eva de Cataluña,


comenta que estas mujeres realizan ejercicio de forma excesiva, consumen
muy pocas calorías e incluso pueden llegar a inducirse el vómito. Además, un
dato alarmante: no hablan de su proceso de gestación.

Por lo tanto, los síntomas más visibles y comunes de estas pacientes son los
siguientes:
- Rechazo de su embarazo y de su cuerpo
- Realización de ejercicio excesivo
- Obsesión con el peso y con las comidas
- Reducción de la ingesta de calorías
- Peso por debajo de lo normal durante el embarazo
- Negación de un posible problema

Es conveniente que, si la mujer ha padecido con anterioridad un trastorno


alimenticio, como la bulimia o la anorexia, y quiere quedarse embarazada, se
ponga en contacto con su médico de confianza para tratar este tema. La
pregorexia puede surgir en mujeres con problemáticas anteriores, pero también
en aquellas que no han tenido ninguna historia clínica con este padecimiento.

Algunas de las consecuencias que puede conllevar este desorden


son: anemia, desnutrición, pérdida del cabello, falta de calcio,
malformaciones en el feto, disminución del líquido amniótico, retraso del
crecimiento intrauterino e incluso la muerte fetal.

3.2 Peso normal durante el embarazo

El aumento de peso es habitual durante el embarazo. De hecho se considera


normal que la mujer gane aproximadamente entre 13 y 18 kg, variando en
función del número de bebés que albergue en su interior y del peso que tenía
la paciente antes de comenzar este proceso.

Si lo que realmente nos preocupa es recuperar la figura después de dar a luz


es conveniente practicar ejercicio físico de forma regular, como puede
ser yoga, pilates o abdominales hipopresivos; combinándolo con una dieta
saludable, rica en alimentos proteicos y vitaminas. La salud actual del bebé no
debe verse comprometida por la preocupación estética del mañana.
IV. LA PICA
A pesar de que la anorexia y la bulimia son muy conocidas por la mayoría de la
gente, algunos de ellos no lo son tanto. Uno de éstos es el Síndrome de
Pica o Alotrofagia, un desorden alimenticio que afecta sobre todo a niños.
Su principal característica es que la persona que lo sufre siente un deseo
incontenible o el impulso a ingerir sustancias que no son nutritivas, entre
ellas, tierra, hormigas, bicarbonato, pegamento, insectos, papel, pequeños
trozos de plástico o madera.
El Síndrome de Pica se asocia a niños con dificultades cognitivas y a otros
desórdenes del desarrollo, por ejemplo, el autismo. Hasta el 30% de los niños
con este trastorno presentan Pica. Aunque este comportamiento puede verse
en otros niños de temprana edad, los individuos con autismo continúan
realizando esta práctica en edades más avanzadas.

4.2 Características principales


Por tanto, este trastorno está caracterizado por un deseo persistente que
lleva a la persona a querer comer sustancias como tierra o pintura.
Sustancias que, además de contener un valor nutricional nulo, provocan que la
persona con Pica ponga en riesgo su salud.
El Manual de Psicología Clínica Infantil estima que en la actualidad la
prevalencia de este trastorno corresponde a entre el 4% y el 26% de la
población institucionalizada. Algunas de las causas más frecuentes del
Síndrome de Pica son los trastornos nutricionales, las enfermedades
mentales y los problemas psicológicos. Ahora bien, en la mayoría de los casos
no se conoce el detonador de este comportamiento.
Sin embargo, es importante tratar este problema lo antes posible para
evitar complicaciones, como mayor riesgo de sufrir enfermedades
gastrointestinales e inadaptación social

4.4 Cómo se diagnostica el Síndrome de Pica

Si hay sospechas de que alguien puede padecer este trastorno, una


evaluación médica inmediata es importante para saber si existe anemia,
problemas intestinales o toxicidad causada por las sustancias ingeridas.
El médico puede utilizar pruebas de Rayos-X o pruebas de sangre con tal de
determinar el alcance o las consecuencias de dicho consumo.
Además, el doctor también puede realizar una evaluación exhaustiva para
saber si existen posibles infecciones causadas por los objetos o sustancias
contaminadas con baterías. Por otro lado, es importante llevar a cabo una
revisión de los hábitos alimenticios del paciente.
La presencia del psicólogo también es importante a la hora de efectuar un
correcto diagnóstico. Pues es indispensable evaluar la presencia de otros
trastorno, como retraso mental, trastornos del desarrollo o el trastorno
obsesivo-compulsivo.
Según el DSM-V, el patrón de comportamiento de la persona con Pica tiene las
siguientes características:

 La alimentación persistente de sustancias inapropiadas debe durar al menos un


mes para el diagnóstico del Síndrome de Pica.
 La alimentación de sustancias no nutritivas es inapropiada para el nivel de
desarrollo del individuo.
 La conducta alimentaria inapropiada no es parte de una práctica cultural o
social.
 Si sucede en presencia de otro trastorno mental (por ejemplo, autismo) o
durante una condición médica (por ejemplo, embarazo) es suficientemente
grave para requerir atención médica independiente.

4.5 Tratamientos y seguimientos


Debido al alto riesgo de complicaciones médicas (por ejemplo,
envenenamiento) asociadas a la Pica, la estrecha supervisión médica es
necesaria durante todo el tratamiento de la conducta alimentaria.
Evidentemente, este tratamiento no se entiende sin la figura de un psicólogo
y/o psiquiatra experto en el tratamiento de la conducta alimentaria.
El Manual de Psicología Clínica Infantil hace hincapié en la aplicación
de estrategias cognitivo-conductuales debido a su eficacia para el
tratamiento de este tipo de psicopatologías. Por ejemplo, es posible entrenar
a los sujetos a comer o no comer sustancias nocivas con la aplicación de
técnicas de refuerzo.

4.6 Complicaciones asociadas al Síndrome de Pica


Como ya se ha mencionado, este trastorno puede provocar problemas
serios para la salud. Algunas de las complicaciones asociadas Síndrome de
Pica, son:
 Ciertos productos como la pintura pueden incluir sustancias
tóxicas, y comerlas puede suponer el envenenamiento. Esto puede
provocar complicaciones serias, por ejemplo, daño cerebral e incluso la
muerte.
 La ingestión de sustancias que no pueden digerirse (como piedras)
puede producir estreñimiento o bloqueo en el tracto digestivo,
incluyendo los intestinos. Además, los objetos punzantes pueden
provocar heridas tanto en la boca, el cuello o el estómago.
 Las bacterias o parásitos ingeridos pueden provocar
infecciones serias que pueden dañar tanto el hígado como los riñones.
 La existencia de otros trastornos psicológicos puede dificultar el
tratamiento del Síndrome de Pica.
4.7 Prevención
De forma general, el Síndrome de Pica comienza en la infancia y tiene una
duración de tan sólo unos meses. Sin embargo, es probable que sea más difícil
de manejar en los niños que tienen discapacidades del desarrollo, pues éstos
pueden seguir mostrando este comportamiento en edades avanzadas.
Pero, ¿se puede prevenir este trastorno de la conducta alimentaria? No hay
manera específica para prevenirlo. Sin embargo, una atención cuidadosa hacia
los hábitos alimenticios de los más pequeños y la estrecha supervisión de los
niños más propensos a ponerse cosas en la boca puede ayudar a prevenir la
enfermedad antes de que puedan surgir complicaciones.
Como siempre pasa con este tipo de trastornos, evitar que este tipo de
comportamiento llegue a formar parte de los hábitos diarios de la persona es
fundamental, de modo que cuantos antes se intervenga, mejor. Una vez
consolidada esta conducta, es más complicado hacer que vaya
desapareciendo.

4.8 Un impulso irracional


El Síndrome de Pica es una muestra de que, en determinadas circunstancias,
el ser humano es capaz de abrazar patrones de conducta extremadamente
dañinos y desadaptativos que no tienen ninguna ventaja clara. En la
alotrofagia no solo se llena el estómago de manera impulsiva, sino que
además las sustancias que se ingieren no son nutritivas y, en muchos casos,
resultan tóxicas.
Llegar a entender qué mecanismos psicológicos están detrás del Síndrome de
Pica supone encontrar los procesos mentales que refuerzan este "bucle" de
acciones que se mantiene a lo largo del tiempo, renunciando a explicaciones
basadas en las decisiones racionales del paciente.
V. VIGOREXIA
5.1 ¿Qué es?

La vigorexia es un trastorno no estrictamente alimentario, pero que sí comparte


la patología de la preocupación obsesiva por la figura y una distorsión del
esquema corporal; es más frecuente en hombres de entre 18 a 35 años.

Esta patología implica el efecto contrario que la anorexia, por lo que también recibe
el nombre de anorexia inversa, además de dismorfia muscular.
La vigorexia es, por tanto, un tipo de trastorno dismórfico corporal que se
relaciona con el trastorno obsesivo compulsivo y que implica que la persona se
obsesione con sus imperfecciones, lo que hace que perciba una imagen
distorsionada de sí misma.
Este tipo de afecciones repercute negativamente en las relaciones personales del
paciente y a su salud mental y física.
5.6 Causas
Las características más frecuentes en personas que sufren este trastorno son las
siguientes:
 Mirarse constantemente en el espejo y aun así sentir que no se alcanzan las
características estéticas que establece como necesarias la propia persona.

 Pesarse varias veces al día y hacer comparaciones con otras personas que
hacen fisicoculturismo.

 Las personas con personalidad obsesiva, en especial consigo mismas, así


como aquellas que sufren diversos problemas emocionales en sus
relaciones personales y profesionales, son más propensas a desarrollar
vigorexia.

 También es común que la padezcan aquellas personas que han sufrido


acoso escolar o bullying por su aspecto físico durante la infancia.
La enfermedad deriva en un cuadro obsesivo compulsivo que hace que el
vigoréxico desarrolle pensamientos negativos sobre él mismo, abandone sus
actividades cotidianas e invierta todo su tiempo en realizar ejercicio físico.
Estas personas también siguen dietas bajas en grasas y ricas en
carbohidratos y proteínas para aumentar la masa muscular, y corren mayor riesgo
de abusar de sustancias como hormonas y anabolizantes esteroides.
5.7 Síntomas
El síntoma principal que presenta la vigorexia es que el paciente elabora
un programa de entrenamiento que se caracteriza por una intensidad constante
y una gran dureza.
Este programa se centra en ejercicios que aumenten el tono muscular, por lo que la
práctica más común es el levantamiento de pesas.
Este estilo de vida, que termina convirtiéndose en obsesión, implica un
distanciamiento de las labores cotidianas, incluyendo, muchas veces, el abandono
del trabajo o de las relaciones sociales.
Tal y como sucede con patologías similares como la anorexia y la bulimia, los
pacientes con vigorexia reflejan una gran preocupación por su dieta, ya que
buscan la rapidez en el proceso de conseguir un cuerpo escultural y eliminar toda la
grasa.
En algunos casos, es posible que la persona vigoréxica comience a
consumir drogas para estimular el desarrollo muscular.

5.8 Prevención
Las pautas principales para prevenir la vigorexia implican las siguientes
recomendaciones:
 A la hora de llevar a cabo un programa de ejercicios, es necesario que estén
supervisados por un entrenador profesional.

 Es aconsejable realizarse exámenes físicos que determinen el estado de


salud, además de las necesidades y capacidades del individuo para
adaptar los ejercicios a realizar.

 Los especialistas recomiendan establecer ejercicios que se adecúen al


nivel físico de la persona, evitando actividades que requieran
sobreesfuerzos innecesarios.

 Es importante detener el ejercicio en el momento en el que se


presente fatiga, cansancio o dolor muscular excesivos.
Es necesario que la persone evite pensamientos negativos acerca de su estado
físico, ya que pueden convertirse en obsesión.
5.9 Diagnóstico
Para diagnosticar la vigorexia, el especialista llevará a cabo un análisis de
sangre para determinar si el paciente consume algún tipo de droga o suplemento
alimenticio relacionado con este trastorno.
Después, procederá a plantear cuestiones sobre la frecuencia con la que la persona
realiza ejercicio físico y cuál es la intensidad del mismo.
Asimismo, el especialista establecerá si el paciente tiene alguna carencia alimenticia
ya que es uno de los primeros puntos a corregir que se integran en el tratamiento.

5.10 Tratamientos
Si bien se ha comprobado la existencia de trastornos en los niveles de
diversas hormonas y mediadores presentes en la transmisión nerviosa, los
principales factores desencadenantes involucrados son de tipo cultural, social y
educativo, a los que estas personas están expuestas continuamente.
Por ello, el tratamiento debe enfocarse a modificar la conducta y la perspectiva
que tienen sobre su cuerpo.
El entorno afectivo cumple una función muy importante en su recuperación, al
brindarle apoyo cuando intentan disminuir su programa de ejercicios a rutinas más
razonables.
Es necesario disminuir el entusiasmo y la ansiedad por la práctica deportiva
intensa, logrando que se interesen por otras actividades menos nocivas para su
cuerpo.
El hecho de desear la imagen corporal ideal no implica necesariamente que la
persona padezca algún trastorno psicológico, pero sí es necesario controlar el
desarrollo de sus actividades físicas, ya que es más propensa a padecer vigorexia.
VI. BULIMIA
6.1 ¿Qué es?

La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza


porque las personas que la padecen suelen darse atracones recurrentes en los que
ingieren grandes cantidades de comida en un espacio corto de tiempo, es decir,
comen más cantidad de comida que la mayoría de personas en el mismo tiempo.
Los bulímicos son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a comer y
tienen la sensación que no pueden parar de comer. Sin embargo, el sentimiento
de culpa y vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a una
purga (vómitos autoinducidos o empleo de laxantes o diuréticos o ambos),
regímenes rigurosos o ejercicio excesivo para contrarrestar los efectos de las
abundantes comidas y evitar engordar.
Estas personas tienen cerca de 15 episodios de atracones y vómitos por semana y,
en general, su peso es normal, por lo que resulta difícil detectar la enfermedad. En
un solo atracón pueden llegar a consumir de 10.000 a 40.000 calorías.
6.2 Causas
En el origen de esta enfermedad intervienen factores biológicos, psicológicos y
sociales que desvirtúan la visión que el enfermo tiene de sí mismo y responden a
un gran temor a engordar.
El enfermo de bulimia siempre está muy preocupado por su peso, aun cuando es
normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer. Además, los bulímicos no se
encuentran bien consigo mismos (no sólo físicamente, tampoco se valoran).
Generalmente la bulimia se manifiesta tras haber realizado numerosas dietas
dañinas sin control médico. La limitación de los alimentos impuesta por el propio
enfermo le lleva a un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad patológica de
ingerir grandes cantidades de alimentos.
Hasta el momento se desconoce la vulnerabilidad biológica implicada en el
desarrollo de la enfermedad y son más conocidos algunos factores
desencadenantes relacionados con el entorno social, las dietas y el temor a las
burlas sobre el físico. Muchos de los factores coinciden con los de la anorexia,
como los trastornos afectivos surgidos en el seno familiar, el abuso de drogas,
la obesidad, la diabetes mellitus, determinados rasgos de la personalidad y las
ideas distorsionadas del propio cuerpo.
Por último, los factores socioculturales, como los ideales de delgadez que se
imponen desde los medios de comunicación, y las modas hacen que la sociedad
tienda a intentar conseguirlos y cuando no se logra provoca la frustración. Ésta se
incrementa en la época adolescente.
Es importante aclarar que los trastornos de la conducta alimentaria no suelen
aparecer cuando se manifiesta uno de estos factores, sino que es la confluencia de
varios lo que puede llevar a que aparezca la bulimia.
6.3 Síntomas
Generalmente las personas que padecen bulimia han sido obesas o han realizado
numerosas dietas sin control médico. Los bulímicos tratan de ocultar los vómitos y
las purgaciones, por lo que la enfermedad suele pasar desapercibida durante
mucho tiempo. Los síntomas típicos de un cuadro de bulimia son los siguientes:
 Atracones o sobre ingesta de alimentos: El enfermo come una gran
cantidad de alimentos en un espacio de tiempo muy corto y no tiene control
sobre la ingesta: presenta tal ansiedad que cree que no puede parar de
comer.
Los bulímicos no sienten ningún placer al comer ni tienen preferencias en
cuanto al tipo de alimentos, sólo buscan saciarse. Intentan evitar los lugares
en los que hay comida y procuran comer solos, por lo que
su comportamiento suele ser asocial, tienden a aislarse y la comida es
su único tema de conversación. Además, la falta de control sobre los
alimentos les produce grandes sentimientos de culpa y vergüenza.

 Uso de laxantes: Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón


o el exceso de comidas, el enfermo se provoca vómitos, utiliza laxantes,
diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el
peso, como la práctica abusiva de actividades deportivas.

 Repetición: Los ciclos de atracones y vómitos se manifiestan un mínimo de


dos veces por semana.
 Baja autoestima.
Además de las manifestaciones generales se pueden distinguir.
 Alteraciones psicológicas
Los enfermos con bulimia nerviosa se caracterizan por una
gran impulsividad y un bajo autocontrol. Esto puede provocar que,
además de los atracones, los bulímicos tiendan a meterse en situaciones
peligrosas o a entrar en discusiones con facilidad, teniendo grandes cambios
de humor.
Además, como la autoestima la tienen muy baja es frecuente que aparezcan
síntomas de depresión y ansiedad y que abusen del alcohol y las drogas. Los
bulímicos también pueden ser cleptómanos y ludópatas.
6.3.1 Síntomas físicos
En cuanto a los signos físicos que evidencian la enfermedad se encuentran la
debilidad, dolores de cabeza; hinchazón del rostro por el aumento de las
glándulas salivales, sobre todo las parótidas, problemas con los dientes,
mareos, pérdida de cabello, irregularidades menstruales, y bruscos aumentos y
reducciones de peso, aunque generalmente no sufren una oscilación de peso tan
importante como la que se manifiesta en la anorexia. La bulimia puede ir
acompañada de otros trastornos, como la promiscuidad sexual.
Las consecuencias clínicas son:
 Arritmias que pueden desembocar en infartos.
 Deshidratación.
 Intestino irritable y megacolon.
 Reflujo gastroesofágico.
 Hernia hiatal.
 Caries dentales.
 Pérdida de masa ósea.
 Perforación esofágica.
 Roturas gástricas.
 Pancreatitis.

6.4 Prevención
La prevención de la bulimia tiene que realizarse con un enfoque multidisciplinar.
Los especialistas destacan la importancia que tiene la prevención social y la
colaboración de modelos, diseñadores, presentadores de televisión, publicistas y
deportistas, entre otras profesiones para reducir los mensajes que se lanzan a la
población que inciden en la pérdida de peso de forma no responsable y engañosa y
en las tallas de la ropa.
A nivel familiar conviene insistir en que las familias sigan una dieta equilibrada,
como la mediterránea, y que se evite la obsesión por la dieta, el peso o la imagen
corporal.
Por otro lado, es recomendable que no hay una protección excesiva de los padres
sobre los hijos. Esto facilitará la autonomía del adolescente y que éste sea capaz de
resolver problemas y tomar sus propias decisiones.
Por último, desde la escuela se puede educar a los niños sobre alimentación y
nutrición, así como fomentar la autoestima, las habilidades sociales y
comunicativas.
VII. ORTOREXIA
7.1 ¿Qué es?

La ortorexia es un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en


la obsesión por la comida sana. Las personas que sufren esta patología se ven
obligadas a seguir una dieta que excluye la carne, las grasas, los alimentos
cultivados con pesticidas o herbicidas y las sustancias artificiales que pueden dañar
el organismo. Loa ortorexia puede acarrear carencias nutricionales e
incluso puede causar una enfermedad psiquiátrica.
“El ortoréxico no sustituye los alimentos que rechaza por otros que puedan aportarle
los mismos complementos nutricionales. Esto se traduce en anemia, carencias
vitamínicas o de oligoelementos o falta de energía”, explica Isabel Zamarrón, del
Departamento de Nutrición del Hospital Ramón y Cajal, en Madrid.

7.2 Causas
Suele manifestarse en personas con comportamientos obsesivo-
compulsivos y predispuestas genéticamente a ello.
Se ha observado también, que muchos pacientes que han
sufrido anorexia nerviosa, al recuperarse, optan por introducir en su dieta sólo
alimentos de origen natural, probiótico, cultivados ecológicamente, sin grasa o
sin sustancias artificiales que puedan causarles algún daño.
“Paradójicamente, este comportamiento en vez de evitar la enfermedad, llega a
provocarla", apunta la especialista.
7.3 Síntomas
El síntoma principal que caracteriza a esta enfermedad es la preocupación
excesiva por todo lo que se ingiere.
Los pacientes invierten un gran número de horas al día planificando y preparando
las comidas.
Suelen ser tan estrictos que incluso se sienten culpables cuando lo incumplen y
se castigan con dietas y ayunos aún más rígidos. Del mismo modo, eliminan por
completo determinados alimentos en su dieta, no sólo carnes y grasas, sino también
otras sustancias como el azúcar.
A diferencia de otros trastornos alimenticios, los ortoréxicos son personas muy
abiertas con sus reglas de alimentación y no se abstienen en mostrarse orgullosos
de ellas frente a otras personas.
Del mismo modo, menosprecian a aquellas que no siguen reglas dietéticas, por lo
que el paciente puede verse abocado al aislamiento social.
La ortorexia nerviosa suele comenzar con hábitos de vida saludables que se
convierten en obsesión y puede provocar en los pacientes grandes pérdidas de
peso. Además, pueden perder la capacidad de comer intuitivamente, es decir, dejan
de saber cuándo tienen hambre o cuándo se encuentran saciados.
7.4 Prevención
Para evitar llegar a la obsesión por la alimentación sana, los especialistas
recomiendan seguir los siguientes consejos:
 Regirse por una comida sana que incluya la cantidad y variedad de alimentos que
el organismo necesita para funcionar correctamente.

 Es importante que se incida en la educación de los niños a través de consejos


como la tolerancia de uno mismo o de los demás y educar en base a modelos de
belleza y conducta no estereotipados.

7.5 Diagnóstico
Debido a que existe una fina línea entre la comida sana y la obsesión por la misma,
se debe recordar que la clave para el diagnóstico de cualquier enfermedad de tipo
mental es que el trastorno cause daño al paciente, tanto físico, social, como
emocional.
Para detectar la ortorexia, los especialistas han establecido una serie de preguntas:
 ¿Se preocupa más por las características saludables de lo que come que por el
placer de comerlo?

 ¿Pasa más de tres horas al día pensando en comida saludable?

 ¿Se siente superior respecto a otras personas que no comen como usted?

 ¿La calidad de su vida disminuye a medida de la calidad de su dieta ha


aumentado?

 ¿Se siente culpable si se salta su régimen?

7.6 Tratamientos
El tratamiento de las personas que sufren ortorexia debe combinar la
terapia psiquiátrica con la farmacológica, a través de medicamentos que puedan
volver a incorporar a la dieta los nutrientes de los que carece.
El especialista suele aconsejar que el paciente vuelva a recurrir a la “intuición”:
debe comer cuando tenga hambre y dejar de hacerlo cuando se sienta satisfecho.
Se recomienda que se incorporen poco a poco todos los nutrientes que fueron
descartados y que, aunque se prosiga con una alimentación saludable, se ingieran
cantidades suficientes de todos los alimentos.
VIII. POTOMANÍA

La piromanía, o polidipsia psicogénica, es un trastorno


psicológico caracterizado por la necesidad continua e incontrolable de
beber agua.

Las personas que padecen este trastorno pude pueden llegar a


beber hasta diez litros de agua al día. Aunque es aconsejable beber
bastante agua para mantener el cuerpo hidratado, tal ingesta de líquidos
puede tener consecuencias adversas para el organismo como, por
ejemplo, la aparición de un edema.

La potomanía se presenta con frecuencia en pacientes


con esquizofrenia u otras enfermedades psiquiátricas crónicas.

8.1 Síntomas

El principal síntoma es el deseo compulsivo de beber agua y la ingesta


excesiva de líquidos. Además, la potomanía va acompañada de poliuria;
es decir, excreción muy abundante de orina (más de tres litros por día).

Los pacientes con potomanía también pueden desarrollar gran sensación


de ansiedad, problemas para dormir, ataques de pánico y dolores de
cabeza.

El comportamiento de las personas con potomanía es muy discreto y con


frecuencia pasa desapercibido.

8.2 Causas

El origen de la potomanía puede estar ocasionado por diferentes


fenómenos:

- Funcionamiento del hipotálamo alterado: esta zona del cerebro es la


encargada de regular el apetito y la sed (entre otras funciones); por tan to,
una alteración del hipotálamo puede provocar la potomanía.

- Enfermedades psiquiátricas: la potomanía puede deberse a ciertas


enfermedades mentales como el trastorno bipolar,
la esquizofrenia, trastornos de ansiedad, depresión, etc.

- Otras enfermedades como la diabetes la diabetes insípida pueden ser las


causantes de la potomanía.

- Medicamentos: algunos antiinflamatorios no esteroideos y algunos


fármacos anticolinérgicos también pueden provocar episodios de
potomanía.
Cuando la causa de la potomanía no es de causa orgánica, sino
psicológico o psiquiátrico, este trastorno pasa a denominarse polidipsia
psicogénica.

8.3 Consecuencias

Las consecuencias de la potomanía pueden ser muy graves.

El cuerpo humano es incapaz de absorber todo el líquido consumido (más


diez litros por día). Este consumo implica una excesiva hidratación celular
y un nivel de sal más bajo en sangre. Uno de los signos de esta
sobrehidratación es la aparición de un edema en el cerebro. Por lo tanto,
en casos graves la potomanía puede ser mortal.

8.4 Tratamiento

El tratamiento de la potomanía varía dependiendo de cuál sea su


causa. Así pues, en el caso en el que la potomanía la cause la diabetes,
el tratamiento podrían consistir en tratar esta enfermedad
con medicación y una dieta adecuada para disminuir la sensación de sed
del paciente.

Si la causa se debe a la toma de algún medicamento, se podría cambiar


este medicamento por un sustitutivo, lo cual debería ayudar a regular el
trastorno.

En el caso de pacientes con trastornos psicológicos, el mejor


tratamiento es la psicoterapia (en ciertos casos, también la terapia con
fármacos).
IX. OBESIDAD
La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, que suele
iniciarse en la infancia y la adolescencia. Tiene su origen en una interacción
genética y ambiental, siendo más importante la parte ambiental o conductual, que
se establece por un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético. Se
caracteriza por una excesiva acumulación de grasa corporal y se manifiesta por un
exceso de peso y volumen corporal. Sin embargo, es muy simplista pensar que la
obesidad sólo se debe a un consumo excesivo de alimentos y a una actividad física
deficiente.

9.1 Obesidad en la infancia


La obesidad en la infancia, sobre todo en la segunda década de la vida, es un
potente predictor de la obesidad en el adulto. Puesto que tiene importantes
consecuencias sociales, económicas y sanitarias, la obesidad en la infancia se
concibe hoy día como un importante problema de salud tanto en países
desarrollados como en vías de desarrollo.
En general, la obesidad infantil en los países desarrollados suele ser más frecuente
en los niveles socioeconómicos más desfavorecidos, con peor nivel nutricional y
formativo, que la consideran todavía como un indicador de salud y posición social

9.2 Causas de la obesidad


Las causas de la obesidad son múltiples e incluyen factores como la herencia
genética. La obesidad es resultado de una combinación de factores, como las
pocas oportunidades de hacer ejercicio físico, la mayor oferta de alimentos
hipercalóricos y la predisposición genética a la obesidad. Pero en última
instancia la obesidad es consecuencia del consumo durante un largo periodo
de tiempo de un número mayor de calorías de las que el organismo necesita.

 Inactividad física: En los países desarrollados, la falta de actividad física


es frecuente y contribuye al aumento de la obesidad. Las oportunidades
para realizar actividad física han sido desplazadas por los avances
tecnológicos, tales como los ascensores, los automóviles y los controles
remotos. Se pasa más tiempo realizando actividades sedentarias, tales
como el uso de la computadora, mirar la televisión o jugar con
videojuegos.
 Alimentación: La alimentación en los países desarrollados es muy
energética. Es decir, consiste en alimentos que tienen un gran número
de calorías en una cantidad relativamente pequeña (volumen).
 Genes: La obesidad tiende a ser una característica familiar. Sin
embargo, una familia no solo comparte genes, sino también su medio
ambiente, y separar estas dos influencias es difícil. Los genes pueden
influir en la rapidez con que el cuerpo quema calorías en reposo y
durante el ejercicio.
9.3 Consecuencias de la Obesidad
Niveles anómalos de colesterol y de otras grasas (lípidos), llamado dislipidemia

Presión arterial elevada (hipertensión)

Síndrome metabólico, que incluye resistencia a los efectos de la insulina (lo


que se denomina resistencia a la insulina), alteración de los niveles de
colesterol y de otras grasas en sangre, e hipertensión.

Diabetes o una alta concentración de azúcar en sangre sin llegar al nivel


suficiente para considerarse diabetes (prediabetes)

Cálculos biliares y otros trastornos de la vesícula biliar

Puede aparecer apnea obstructiva del sueño si existe un exceso de grasa en el


cuello que comprime las vías respiratorias mientras se duerme (ver Apnea del
sueño)
Bibliografía
 http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/guiatrastornos.pdf
 http://dspace.udla.edu.ec/bitstream/33000/1624/1/UDLA-EC-TPC-2008-
02.pdf
 https://www.esgentside.com/anorexia/que-es-la-anorexia-definicion-
causas-y-consecuencias_art7798.html
 https://psicologiaymente.com/clinica/tipos-anorexia
 https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psiquiatricas/vigorexia.html
 https://psicologiaymente.com/clinica/pica-alotrofagia
 https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psiquiatricas/ortorexia.html
 https://www.esgentside.com/potomania/potomania-sintomas-causas-
tratamiento_art12458.html
 https://www.muyinteresante.es/salud/preguntas-respuestas/que-es-la-
pregorexia-521470991027

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