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LA SEXUALIDAD EN LA MUJER

En la sexualidad del ser humano participa su cuerpo entero, siendo los genitales
y el sistema reproductor los más directamente involucrados. El conocimiento
sobre el propio cuerpo y el de la pareja es fundamental para disfrutar de una
verdadera sexualidad. Cada parte debe ser tratada con respeto y delicadeza, por
lo que es importante conocer su nombre, cómo funciona y qué reacciones
provoca.(1)
El aparato reproductor de la mujer
El aparato reproductor femenino está formado por los órganos sexuales internos
y externos que se complementan con las características sexuales secundarias
de la mujer como son su estructura corporal femenina y las mamas.
Los órganos sexuales internos, encargados principalmente de la reproducción
incluyen básicamente la vagina, útero, trompas uterinas y ovarios. Su función
principal es el desarrollo del embarazo.
Los ovarios, encargados de producir mes a mes los óvulos y las hormonas
femeninas, estrógeno y progesterona, son dos glándulas blanquecinas ubicadas
a cada lado del útero. Con su forma ovoidea y de aproximadamente 3 cm de
largo, 1,5 cm de ancho y 1 cm de espesor son fundamentales en el
funcionamiento de todo el sistema reproductivo y sexual. Los ovarios se
relacionan directamente con las trompas uterinas que se extienden lateralmente
desde el útero hasta el ovario y que miden 10 a 12 cm de longitud y 1 cm de
diámetro.
Las trompas uterinas presentan en su extremo distal múltiples prolongaciones
denominadas fimbrias que abrazan el ovario y se encargan de atrapar el ovocito
e introducirlo en la trompa donde se produce habitualmente la fecundación. El
útero, por su parte, es un órgano muscular hueco, de paredes gruesas, en forma
de pera, que mide 7 a 8 cm de largo, 5 a 7 cm de ancho y 2 a 3 cm de espesor.
Está formado por un cuerpo y un cuello y es el encargado de alojar un eventual
embarazo. El útero está compuesto por varias capas, entre ellas el endometrio
que descama periódicamente produciendo la menstruación.
La vágina es un conducto virtual de paredes delgadas, de 7 a 9 cm de longitud,
que comunica la vulva con el útero. En su extremo cercano al útero, la vagina
forma el saco vaginal donde se deposita el semen durante la relación sexual y
desde donde los espermios penetran en el útero.
Los órganos sexuales externos se relacionan con el desarrollo de la sexualidad
y son básicamente el monte de Venus, los labios mayores y menores, el clítoris
y la vulva. El Monte de Venus o "Monte del Amor", es un acolchado de tejido
graso blando ubicado sobre el hueso pelviano y cubierto por vello; protege a la
mujer durante el acto sexual cuando la penetración es de frente y es además
una zona sensible a las caricias por lo que puede participar en el placer sexual.
Los labios mayores, recubiertos en su exterior por vello, cubren y protegen las
estructuras más delicadas de la vulva. Los labios menores de tejido eréctil
esponjoso son muy elásticos y se distienden durante la excitación sexual. Para
algunas mujeres su estímulo es muy agradable.
El clítoris, por su parte, es un órgano muy complejo y especializado. Mide 2 a 3
cm de longitud y participa en la excitación sexual de la mujer. Es tan importante
para la mujer, como lo es el pene para el hombre. Por último, la vulva, ubicada
entre los labios menores es donde llegan la uretra, la vagina y también donde
encontramos las glándulas vestibulares mayores y menores cuya secreción
lubrica y facilita la relación sexual.
El ciclo menstrual
El cuerpo de la mujer se prepara periódicamente para la fecundación,
estimulando la maduración de un óvulo y preparando el aparato reproductor para
la fecundación y anidación del embrión. Cuando esto último no ocurre se produce
la menstruación, que es la descamación de la capa interna del útero al no ocurrir
un embarazo. Este proceso se repite periódicamente y se denomina ciclo
menstrual.
La ovulación
Durante la primera mitad del ciclo menstrual se produce la maduración del óvulo
dentro del ovario, el que es expulsado hacia las trompas uterinas alrededor del
día 14, aunque esto varía de una mujer a otra. Algunas mujeres pueden sentir la
ovulación porque notan una ligera tirantez en la zona baja del abdomen. Durante
los días siguientes a la ovulación el óvulo avanza por las trompas uterinas hasta
alcanzar el útero.
Normalmente el óvulo puede ser fecundado durante unas 24 horas. Pero el
período fértil de la mujer es mucho más prolongado, ya que los espermatozoides
pueden sobrevivir hasta cinco días, es decir, una mujer puede embarazarse
incluso cuando la relación sexual ha ocurrido varios días antes de la ovulación.
Si un óvulo es fecundado, entonces se produce la fusión de la célula femenina y
la célula masculina, tras lo cual empieza la división celular. Una vez alcanzado
el útero el embrión se anida en él y continúa su crecimiento.
La sexualidad de la mujer actualmente
El desarrollo de una sexualidad plena y su integración en todos los planos y
períodos de nuestra vida requiere de conocimiento y preocupación por nuestro
propio cuerpo.
Entre los métodos anticonceptivos más usados para prevenir un embarazo se
encuentran los anticonceptivos orales, que tomados en forma regular ofrecen
una protección frente al embarazo cercana al cien por ciento.
Las píldoras anticonceptivas modernas tienen además un contenido hormonal
bajo, que las hace muy seguras al tomarlas de acuerdo a las recomendaciones.
Algunas píldoras anticonceptivas también tienen efectos beneficiosos
adicionales como son una acción favorable sobre la piel y el cabello,
disminuyendo la grasitud de piel y cabello y las impurezas de la piel.(1)
La salud sexual de las mujeres, al igual que la de los hombres, es importante
para el bienestar físico y emocional general. Una vida sexual satisfactoria mejora
la calidad del sueño y reduce el estrés. Sin embargo, lograr una vida sexual
saludable y satisfactoria no ocurre por arte de magia; requiere autorreflexión y
comunicación sincera con tu pareja. Aunque hablar sobre la sexualidad puede
ser difícil, es un tema que vale la pena abordar.(2)
Ahora veremos cómo ha sido la evolución de la sexualidad en la mujer a lo largo
del tiempo:
El modelo tradicional patriarcal de las mujeres mayores
Para la mayoría de las mujeres mayores de 60, como nuestras madres y abuelas,
hablar de sexualidad y de sus cuerpos ha implicado y, en muchos casos, sigue
implicando, perturbación y vergüenza ante un tema que, históricamente, les fue
prohibido y ocultado, del que aprendieron en la práctica, es decir, en matrimonios
tempranos y en maternidades continuas, muchas veces no deseadas, en abortos
que, demasiadas veces, se practicaban en condiciones deplorables y
acompañados de graves peligros físicos y legales.
Para muchas de ellas, la sexualidad era un deber que cumplir sin mayores
cuestionamientos, según el mandato social y religioso para el que fueron
educadas y condicionadas. Su vivencia juvenil respecto a la sexualidad, está
marcada por la ausencia de información, la ignorancia y numerosos mitos, pero
sobre todo, por el temor de un embarazo, lo que condicionó sus vidas y las de
sus hijas, ya que al ser ellas ignorantes en el tema, tampoco supieron darles a
éstas las pautas para comprender este trascendental aspecto de la vida y
hacerse cargo de él desde su autonomía.(3)
El modelo más liberal de las de mediana edad
Las mujeres medianas, de alrededor de los 40 y 55, han crecido y madurado
escuchando asombradas y esperanzadas, todas las posibilidades que les
brindaba la revolución cultural y sexual de los años 60. La etapa de los famosos
eslóganes del “amor libre”, y del “hacer el amor y no la guerra”, de la ruptura de
prejuicios y mitos, de búsquedas y de ansias de liberación, de rupturas con roles
tradicionales que, por su género, les había sido impuesto desde el comienzo
histórico de la sociedad patriarcal. Los avances de la ciencia médica permitieron
decidir cuándo y cómo tener relaciones sexuales coitales con un hombre sin
tener que enfrentarse a consecuencias de embarazos no deseados. Todo lo cual,
representó un gran avance respecto a las anteriores generaciones de mujeres,
a pesar de que simultáneamente, el poder médico también se introdujo y se ha
instalado en las vidas de las mujeres.
Una vez rota la equivalencia sexualidad=reproducción, con la anticoncepción
moderna, las mujeres de estas generaciones escucharon hablar de la posibilidad
del propio placer, más allá del placer de sus parejas. Supieron que sus cuerpos
eran una fuente potencial de gozo, que tenían derecho a disfrutarlo y que no
tenían que conformarse con un matrimonio desgraciado para toda su vida. Un
número significativo de ellas, han intentado rehacer sus vidas y han tenido varias
parejas afectivas-sexuales, aunque con los mismos esquemas del “amor
romántico” y repitiendo los mismos modelos de dominio masculino y sumisión
femenina. Y, aunque la sexualidad que practican y consideran la más sana y
“normal”, sigue siendo la heterosexual y falocrática, no consideran la
homosexualidad y el lesbianismo una aberración de la naturaleza.(3)
El modelo posmoderno o “progre, de las jóvenes
Pero, ¿qué está sucediendo actualmente con las hijas de estas mujeres, con las
jóvenes que tienen menos de 35 años? ¿Están viviendo realmente la sexualidad
libre, autónoma y gozosa que sus antecesoras anhelaban? ¿Están
experimentando la tan soñada paridad de derechos sexuales con los varones?
Están ejerciendo el pleno control de su sexualidad y reproducción? ¿Son
conscientes de la enorme trascendencia política de ser ciudadanas de sus
propios cuerpos?
Si sólo miramos y consideramos parcialmente lo que sucede en los países ricos
y desarrollados de nuestro entorno, podríamos pensar que sí, que hay avances
muy importantes. Que ahora son muchas las mujeres adolescentes y jóvenes
para las que la sexualidad ya no es un tema prohibido, donde el uso de los
anticonceptivos responde a una decisión más informada y responsable y que
restan la importancia del matrimonio como requisito para una vida sexual activa.
Que exigen a sus parejas el sexo sin riesgos y establecen los términos en los
que se relacionarán sexualmente y que hablan del placer sin tapujos ni
titubeos.(3)

Referencias
1. Grünenthal Chilena Ltda. - Áreas de terapia - Ginecología - La mujer y la
sexualidad [Internet]. [citado 27 de abril de 2019]. Disponible en:
https://www.grunenthal.com.pe/grt-
web/Grunenthal_Chilena_Ltda._/Areas_de_terapia/Ginecologia_/La_mujer_
y_la_sexualidad/es_CL/172200249.jsp

2. Salud sexual de la mujer: cómo hablar sobre tus necesidades sexuales -


Mayo Clinic [Internet]. [citado 27 de abril de 2019]. Disponible en:
https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/sexual-health/in-
depth/womens-sexual-health/art-
20047771?fbclid=IwAR0kwXx7wkozzLnBKk5KEcMgAE3SwkVXFKGMYLDtf
O8Pk5UVsRi67txa19E

3. Poder y sexualidad de las mujeres - Mujeres para la Salud [Internet]. [citado


27 de abril de 2019]. Disponible en:
https://www.mujeresparalasalud.org/poder-y-sexualidad-de-las-mujeres/

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