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SUEÑOS DE UN MAESTRO

La Docencia: Camino de posibilidades para orientar


adecuadamente las acciones del hombre y mejorar su calidad de
vida.

La práctica pedagógica es un proceso de vital importancia, que implica


compromiso y responsabilidad con los estudiantes, pero lo más
importante es que haya vocación y amor por lo que se hace y se entrega
cada día en el aula de clases.

En estos últimos tiempos la dedicación, compromiso y formación


integral, las experiencias y conocimientos, enaltecen la vida de quienes
asumen la tarea de iluminar con sus saberes a ansiosos niños y jóvenes
que sueñan con un mejor mañana. De ellos hemos aprendido
muchísimas cosas valiosas que han enriquecido el quehacer
pedagógico. Ser maestro es la vocación más maravillosa que Dios nos
ha dado, es poder contribuir a la formación de valores humanos y
también incrementar el nivel de conocimiento de seres que son el
presente del país. Las ideas del maestro penetran en cada alma y van
dejando un legado que se esparce como una semilla, crece exuberante
y al final arroja frutos de prosperidad. Este es el sano propósito que
busca el maestro cada día cuando con inusitado fervor se dedica a
despertar en la comunidad educativa, nuevas expectativas para que se
esfuercen cada día en alcanzar sus sueños y metas.

El maestro pretende desarrollar capacidades intelectuales para


incentivar el análisis crítico del mundo que nos rodea, pues
consideramos que vivimos en una naturaleza inacabada y en
permanente construcción. Por lo tanto, es necesario que exista un
conocimiento por medio del cual se llegue a vislumbrar por momentos
la perfección, partiendo de la identificación de las causas que originan
las problemáticas sociales, como la única forma en que se puede llegar
a un estado de sabiduría. En consecuencia, es necesario recrear en los
estudiantes ese despertar de la edad moderna: La razón. Es así como
los hombres pueden liberarse de su propia incapacidad, alejándose de
la pereza y cobardía para hacer uso de su propio entendimiento, y por
consiguiente no se subordinarse bajo ningún criterio a la sinrazón.

En toda actividad pedagógica deben existir los valores y principios que


estén bien interiorizados desde la socialización primaria que es aquella
que deviene de la familia y potencializa al ser en todas las diferentes
facetas de su vida. Siendo la familia un eje fundamental en el desarrollo
y conocimiento del maestro. Cuando se alcanza un desarrollo pleno de
las capacidades físicas, psicológicas y de conocimiento se puede
aportar plenamente a la sociedad. Debemos tener en cuenta que
estamos inmersos en un mundo que cada día es más caótico y que
requiere urgentemente de personas con capacidades de transformación
y autoconstrucción de estrategias que puedan contribuir al desarrollo
adecuado del conocimiento. Ello implica la búsqueda de un espacio
donde el hombre disfrute lo que hace, no por imposición, sino porque
encuentra libertad en sus acciones y al ejercerlas se da cuenta que le
sirven para mejorar su calidad de vida integral.

Al alcanzar un grado de madurez intelectual no se hacen las cosas por


hacerlas, sino que las personas se regocijan en la realización de sus
metas. Éstas se van fijando de acuerdo a los intereses que se desean.
Por ello es necesario que el proceso educativo sea integral, es decir que
se realice en conjunto con los educandos en pro de mejorar falencias y
no afectar el desarrollo cognitivo. Es necesario saber manejar una ética
que no esté interiorizada en la personalidad que se desborda y termina
en manipulación de los individuos, y sus acciones giran en torno a la
individualidad e intereses particulares. Por lo tanto, que debemos hacer
énfasis hacia una ética de carácter, es decir poseer unos principios bien
consolidados que se vayan desarrollando adecuadamente, a través del
tiempo, que sean innatos a cada ser humano y que tiendan más a la
unidad y al trabajo en conjunto.

Cuando el ser humano deja que sus actos estén guiados por el amor en
lo que hace, se pueden obtener grandes resultados en el desarrollo de
sus acciones, pues el éxito que se alcance en el logro de los ideales
depende solamente de cada individuo, lo mismo el poder de dominio
que se ejerza en cualquier actividad. Es decir, el grado de positivismo
está presente en las diferentes etapas de nuestra vida, por ello el ser
humano es capaz de realizar todo lo que se proponga, solamente
depende el querer hacer las cosas bien. Denotando que la vida del
individuo esta traspasada por afecciones negativas y positivas, a cada
quien le toca desde su interioridad elegir lo que cree conveniente, de
esta manera se adquiere la seguridad de tomar decisiones acertadas,
asumiendo una visualización del mundo que le rodea.

A través de la historia el ser humano ha tenido que vencer muchos


obstáculos para salir avante en sus propósitos, basado en paradigmas
que son modelos a seguir producto de la interpretación, percepción y
comprensión del mundo que a todos nos rodea. Estos paradigmas
sirven para mostrar que no hay verdades absolutas y, por consiguiente,
nos facilitan el tener en cuenta la opinión de interlocutores para la
creación de nuevos paradigmas, que ayuden en la construcción de la
realidad. Además, es importante reconocer que en un paradigma puede
estar insertada una o varias nociones de realidad, de uno o varios
individuos, basadas en apropiaciones de experiencias vividas. Los
paradigmas vislumbran que a los hombres aún les falta por conocer lo
que aparentemente creen es real; esto hace que el pensamiento con
relación al conocimiento de las cosas, sea ilimitado o parcial frente a las
múltiples posibilidades que ofrece la realidad, más aun si ese
conocimiento no deviene de principios de la naturaleza humana.

En tal sentido, los paradigmas también deben ser reevaluados de


acuerdo a los grados de conocimiento que vamos adquiriendo de las
cosas, es decir que cada día hay que estar preparándose
adecuadamente para afrontar nuevos modelos que aporten a la
construcción de una mejor educación. La interacción con los demás
individuos ayuda a que se visualice mejor la interioridad de cada sujeto,
fortaleciendo principios que son innatos a cada ser, y que se desarrollan
de manera positiva o negativa de acuerdo a bases sólidas que el ser
humano haya recibido desde la socialización primaria. De ahí que para
poder hacer un cambio de prototipo es necesario saber cuáles son los
principios sólidos con los que se cuenta, y si están correlacionados entre
sí. Es necesario que los individuos posean principios adecuados y
basen sus conocimientos en la creación de paradigmas acordes con su
interioridad; solo así se podrán fortalecer falencias en la enseñanza, y
buscar posibles soluciones, y de paso permiten la rectitud que debe
estar presente en la vida de los hombres, para ser mejores cada día
más.

En la sociedad actual se han perdido los principios que deberían estar


insertados en cada interioridad del ser humano, ya los hombres viven
por vivir y no se conocen a sí mismos. Se podría afirmar que esto ha
prevalecido en la historia de la humanidad, en donde los individuos no
se preocupan por alcanzar sus ideales y, por lo tanto, tienden a crear
discursos sin conocimiento real de las cosas, guiándose por
banalidades.

Este ensayo, busca resaltar la importancia que tiene en el desarrollo


cognitivo del ser humano la existencia de unas directrices que devengan
de la ética y los principios. Y que estos broten de una interioridad bien
estructurada, que lleve a un conocimiento real de las exterioridades, y
además esté acompañada de la razón. Ya que por medio de ésta se
evita en gran manera hacer las cosas por imposición, solo así los
hombres al ser educados disfrutaran de lo que hacen sintiéndose libres
por voluntad propia. No son coaccionados por nadie, porque en el
pensamiento no hay límites.
La ética debe estar insertada al modo como concebimos y resolvemos
las diferentes situaciones. No en cosas irreales y difíciles de cumplir, no
es esperar milagros, sino, abrir el camino a toda clase de posibilidades,
que fortifiquen las acciones del hombre.
A manera de conclusión podemos decir que la pretensión de la
educación es potenciar la dirección que deben seguir los seres
humanos, para lograr soluciones acertadas a los problemas que se les
presentan en el diario vivir. Logrando así ser más efectivos, en la
creación de estrategias que sean acordes a su campo de conocimiento.
Se pretende que las acciones estén moderadas en lo que se pretende
alcanzar y los medios sean los más acordes para sus objetivos. Es
necesario que en la realización de estos propósitos se vislumbren unos
paradigmas bien estructurados que lleven a la visualización de un
mundo mejor. No es compadeciéndose, ni diciendo no puedo como el
hombre puede encontrar éxito en su vida. Por consiguiente, es
necesario que te conozcas a ti mismo, y sepas hasta dónde estás
dispuesto a dar lo mejor en el cumplimiento de tus metas. Recuerda:
Cada quien se forja su propio destino, olvídate de la suerte y
comprometete contigo mismo. En tus manos está tu destino, bueno o
malo. Como ser racional debes elegir lo que mejor convenga para tu
vida.

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