Las acciones se dirigen a debilitar y subvertir la "voluntad de la población", o a cómo
identificar el activismo del gobierno a favor y en contra, desacreditar, debilitar, provocar y
asesinar a las fuerzas pro-gubernamentales, y fortalecer las fuerzas contra el gobierno mediante la capacitación, organización, financiamiento, armamento y si es necesario, el apoyo militar directo en forma de unidades de operaciones especiales en el terreno. También queda explicado cómo un país poco a poco puede ser manipulado en una subversión con éxito, o posterior golpe de Estado. El manual militar estadounidense, confirma lo enunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz: "Ahora usan nuevos métodos de desgaste más sutiles y enmascarados, sin renunciar a la violencia, para quebrar la paz y el orden interno e impedir a los gobiernos concentrarse en la lucha por el desarrollo económico y social, si no logran derribarlos".[19] También Raúl nos llamó a la reflexión sobre que no pocas analogías pueden encontrarse en los manuales de guerra no convencionales, aplicados en varios países de nuestra región latinoamericana y caribeña, como hoy sucede en Venezuela y, con matices similares, se ha evidenciado en otros continentes, con anterioridad en Libia y actualmente en Siria y Ucrania. Recientemente el Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció que el ejército pasará de tener unos 520 mil soldados a contar con entre 440 mil y 450 mil, con lo cual quedará reducido a un mínimo histórico desde tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Eso constituye otra señal de que la "Guerra no Convencional" podría convertirse en la norma. Como era de esperar, alentados por los sucesos que han acontecido en Ucrania, Siria y Venezuela, los ideólogos imperialistas han tratado de impostar una convocatoria para movilizar sus exiguos mercenarios en Cuba a realizar actos de desobediencia civil. Mafiosos miamenses, la CIA, la USAID, la SINA y otros sujetos de la ultraderecha norteamericana están involucrados en las nuevas provocaciones. Estas conspiraciones cuentan con la aceptación de algunos grupúsculos contrrrevolucionarios que tratan enseguida de armar un show mediático que les permita vender la falsa versión del supuesto inicio de un levantamiento "popular" contra el gobierno cubano. El uso de bufones desprestigiados, para enarbolar quiméricas y risibles campañas movilizadoras, está destinado al fracaso. Nuestro pueblo y esta juventud están debidamente preparados para dar respuesta a cualquier provocación que trate de gestarse. Cada país tiene sus propias características y contextos diferentes. Cuba no es Siria, ni Ucrania, ni es igual a ninguna otra nación del mundo. Aquí el pueblo apoya mayoritariamente a su revolución y comparte genuinamente el deseo de solucionar los problemas de la patria de hoy, con vistas a lograr el perfeccionamiento de nuestro modelo económico y social, de manera que sea más inclusivo y eficiente, sin apartarnos jamás del socialismo. En Cuba el pueblo ama y respeta a su democracia participativa, real y humanista; muy diferente a la hipócrita "democracia" representativa de occidente, caracterizada por la exclusión social, la violación de los derechos humanos de las mayorías, el asesinato de la cultura e identidad de los pueblos, y la entrega de las soberanías nacionales. Nuestra nación, como nos enseñó Fidel, sabe que ante el fascismo, la subversión y la mentira, lo primero que hay que salvar es la cultura.