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Julian Andres Amezquita Naranjo

La ética Kantiana.

Gimnasio los Farallones Valle del Lili

Santiago de Cali

2019
Tabla de contenidos:

1.Introduccion
2.Plantiamiento del problema
3.Casos reales
4.Conclusion
5. Bibliografías

"La buena voluntad no es buena por lo que se efectúe o realice, no es buena por su
adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto, es buena solo por el
querer, es decir, es buena en sí misma"

Immanuel Kant nació en 1724


y murió en 1804, fue un
filósofo alemán, considerado
por muchos como el pensador
más influyente de la era
moderna. Además, fue un
filósofo prusiano de la
Ilustración. Fue el primero y
más importante representante
del criticismo y precursor del
idealismo alemán.
1. Introducción

La ética kantiana es una teoría ética deontológica formulada por el filósofo Immanuel
Kant, la cual fue desarrollada como producto del racionalismo ilustrado y que está basado
en la postura de que “la única cosa intrínsecamente buena es una buena voluntad”; por lo
tanto, una acción solo puede ser buena si su máxima obedece a la ley moral.

¿Cuál es el criterio ético para Kant?

El cree que es imposible que nada en el mundo o fuera de el que pueda ser llamado
absolutamente bueno exceptuando una cosa “la buena voluntad”.

Su principio de universalidad requiere que, para que una acción sea permisible, debe ser
posible aplicarla a todas las personas sin resultar contradictoria. Su formulación de la
humanidad como un fin en sí misma exige que los humanos nunca sean tratados
meramente como un medio para un fin, sino también un fin en sí mismos.

La ética kantiana no será material, sino formal. Kant cree que solo actuamos
correctamente cuando obramos por el deber de si mismo sin buscar nada a cambio.

La formulación de la autonomía concluye que los agentes racionales están obligados a


la ley moral por su propia voluntad, mientras que el concepto de Kant del Reino de los
fines exige que las personas actúen como si los principios de sus propias acciones
establecieran una ley para un reino hipotético.

“La felicidad la quiere todo el mundo, buscar la felicidad no es moral”

Como parte de la tradición de la Ilustración, basó su teoría ética en la creencia de que la


razón debería usarse para determinar cómo debería obrar una persona. No intentó
prescribir una acción específica, sino que enseñó que la razón debe usarse para determinar
cómo comportarse.

Estas son las obras donde Kant explico su teoría ética: Fundamentación de la metafísica
de las costumbres, Crítica de la razón práctica y Metafísica de las costumbres.
2. Planteamiento de problema

El dilema del tranvía: ¿debo sacrificar una vida para salvar cinco?
No es lo mismo accionar una palanca que empujar a una persona. O quizás sí

Imagina un tranvía desbocado y sin frenos que se dirige hacia cinco trabajadores que están
en la vía. No puedes avisarles y tampoco puedes parar el tren, pero sí puedes accionar una
palanca que lo desviará hacia otra vía. Allí hay otro trabajador, pero está solo. ¿Debes
apretar la palanca?

Este es el dilema del tranvía, cuya primera versión presentó la filósofa Philippa Foot en
un artículo de 1967. Desde entonces se ha convertido en uno de los problemas éticos más
debatidos y con más variantes. La mayor parte de la gente a la que se le plantea esta
pregunta contesta que sí se debe accionar la palanca.

Una de las variantes más conocidas la propuso otra filósofa, Judith Jarvis Thomson, en
un artículo de 1985. En este caso estás en un puente y ves cómo el tranvía se dirige hacia
esos cinco trabajadores. Siendo como eres un experto en tranvías, piensas que solo hay
una forma de detenerlo y es empujando a un tipo corpulento que está a tu lado. Él morirá,
pero al menos los otros cinco salvarán sus vidas.
En este caso, la mayor parte de la gente que contesta que no es permisible empujar a una
persona. Y eso a pesar de que también estamos hablando de sacrificar una vida para salvar
otras cinco.

¿Según Kant esta moralmente aceptado accionar la palanca?

Utilizando la Deontología propuesta por Kant la cual dice que no podemos romper las
normas cuando queramos, sería entonces un punto de vista opuesto ya que es un requisito
moral sin excepciones y aplicable en todo momento del que se derivan las demás
obligaciones.
¿Para Kant hay diferencia entre el primer caso y el segundo?
Es evidente que en el segundo caso usamos al hombre como un medio: si en lugar de una
persona fuera una roca enorme, nos serviría igual. En cambio, cuando accionamos la
palanca no usamos a nadie como medio: lo único que queremos es que el tranvía se desvíe
y no nos hace falta que muera el trabajador solitario.

En opinión de Thomson, “no podemos suponer que la presencia o ausencia de un poco


más de vía implique una diferencia moral significativa”

En respuesta: “Un kantiano no empujaría a nadie, pero tampoco accionaría la palanca.”

Otro ejemplo:

Imaginemos que una persona se está ahogando en el río, entonces hago todo lo posible
para salvarle la vida, pero no lo logro. La persona muere, de todas formas.

Ahora imaginemos que hago todo lo posible para salvarla, y tengo éxito, salvando su vida.

Por último, como tercera posibilidad imaginemos que la persona se está ahogando y yo
la atrapo por casualidad mientras pesco con una gran red. Por ende, le salvo la vida.

¿Cuál es el valor moral de cada uno de estos posibles actos imaginados? La tercera
posibilidad carecería de valor moral porque ocurre sin intencionalidad. Moralmente no es
ni buena ni mala, simplemente neutra. Los otros dos actos son moralmente buenos y
tienen el mismo valor, en tanto que la buena voluntad es buena en sí misma.

“En la medida que el conflicto se hace presente, la buena voluntad se llama deber”.
3. Casos reales

“La filosofía no nos hace mejores personas, pero nos proporciona herramientas para
analizar nuestras decisiones”

Mariano Rajoy (ex presidente de España) dimitió en junio tras una moción de censura
motivada por la sentencia del caso Gürtel, no hace falta ser catedrático de ética para saber
que “coger un sobre está mal”. El problema es cuando se pasa a creer que es normal
porque todo el mundo lo hace. “Entonces caemos en la banalidad del mal”, dice el, citando
a Hannah Arendt. “Usamos a los demás seres humanos como medios y no como fines en
sí mismos”, explica, citando esta vez a Kant.
La filósofa recuerda que los códigos éticos, como el que recientemente ha aprobado el
PP, solo son “reglamentos de conducta”. La ética va más allá: “Es la autorregulación del
individuo y es válida para todos los ámbitos de la vida. Coger sobres está mal seas político
o no”.
Un político que sepa filosofía podría estar tentado de usar este conocimiento para el mal
y recurrir a la idea de la “mentira noble” de Platón, es decir, de las historias que se cuentan
para salvaguardar el orden moral. En el otro extremo, Kant sostenía que no debemos
mentir nunca. Ni aun cuando un asesino nos preguntara dónde podría encontrar a uno de
nuestros amigos para matarlo.

4. Conclusión

Obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de
cualquier otro, siempre como fin y nunca solo como medio”.

“Piensa por ti mismo, pero utiliza como criterio el imperativo categórico”.


Obra solo según aquella máxima por la cual puedas querer al mismo tiempo se convierta
en ley universal

5. Bibliografías

https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89tica_kantiana
https://verne.elpais.com/verne/2018/10/19/articulo/1539947599_056178.html
https://verne.elpais.com/verne/2017/03/27/articulo/1490625074_938459.html

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