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La interferencia lingüista se remonta en el siglo XX con los trabajos de Sandfel (1938) y

Jakobson (1938).

BILINGÜES: Es decir, sujetos que cumplan con la condición de hablar al menos dos lenguas,
independientemente de que hablen más.

Interferencia lingüística

La interferencia lingüística tiene lugar en individuos bilingües cuando se desvían de la norma


de una de las lenguas que habla por influencia de la otra. Es, por lo tanto, un fenómeno de
contacto lingüístico dentro de un individuo y no dentro de una comunidad. En efecto, por el
mero hecho de que dos lenguas estén en contacto en la práctica de un individuo pueden
notarse ejemplos de distanciamiento con relación a las normas de las lenguas, desvíos
explicables por el empleo de ambas.

Generalmente, las interferencias reflejan la preponderancia de la lengua de mayor poderío


económico sobre la otra lengua del hablante bilingüe; por lo tanto, la interferencia no tiene
por qué estar exclusivamente originada por la lengua materna y afectar a la segunda, sino que
puede ser en ambas direcciones. Entonces, si la interferencia depende en cierta medida de
factores socioeconómicos, se entiende por qué el traductor profesional no debe presentar sus
lenguas contaminadas. Sin embargo, bien advierte Martinet sobre la tensión que implica
mantener en un mismo nivel de idoneidad dos códigos lingüísticos, lo cual es casi imposible.

“Veremos el fenómeno de la interferencia como "cambio lingüístico", "calco" y "préstamo


lingüístico". Como punto de partida nos centraremos en dos citas:

"....... interferencia es calcos innecesarios o incorrectos, contrarios a la norma o a la costumbre


de la lengua término, y se designan con nombres que aluden a la lengua invasora: anglicismo,
galicismo, italianismo, latinismo etc. (García Yebra, 1989:365)

También podemos añadir la propuesta de Abrahán (1981:225): "Las interferencias se


manifiestan en todos los niveles y en todos los grados de las lenguas que están en contacto: en
el dominio del vocabulario producen, además de ampliaciones de significado y de uso, el
simple préstamo de un signo (un film, un gag, un star, un western) o traducciones prestadas
(calcos), es decir, unión de dos signos ya existentes según el modelo foráneo (p. Ej. Al.
Wochenende. Esp. Fin de semana, fr. Fin de semaine, según modelo de Week-end)" Como
puede verse en esta definición se considera como interferencia lingüística fenómenos como
calcos lingüísticos y préstamos.

Dubois (1991,265) expone: "On dit qu’il y a interference quand un sujet bilingüe, utilise dans
une langue- cibleA un trait phonetique, morphologique, lexical ou syntaxique caracteristique
de la langue B." Se pone aquí el concepto de interferencia en relación con el dominio de más
de una lengua por parte del hablante bilingüe.

Estas posturas tienen un tono bastante neutro en cuanto al contacto entre sistemas
lingüísticos y cambios de códigos lingüísticos. Sin embargo, existen autores como Ludy/Py
(1986:155), que consideran la interferencia como un fenómeno propio de la incapacidad del
hablante bilingüe: "La mezcla de lenguas fue considerada con mucha frecuencia como una
señal de la incapacidad de los hablantes bilingües para distinguirlas con claridad. Esta visión se
fundamentaba en la creencia inocente según la cual el bilingüe no tendría más elección que
entre una distinción total de los dos sistemas, sin interferencias perceptibles y una incapacidad
fundamental para establecer tal distinción, incapacidad que se manifiesta por la abundancia de
interferencias, de préstamos y formas bastardas".

Tipos de Interferencia Lingüísticas

* Interferencia negativa: cuando las estructuras son diferentes en ambas lenguas y retardan el
aprendizaje. Son las más difíciles de detectar y de corregir, así como las que requieren más
atención. Algunos ejemplos de esta interferencia serían la pronunciación de los sonidos / r/ y
/l/ en inglés por un hispano hablante; la ortografía similar de ciertas palabras; y estructuras
gramaticales muy similares con mínimas diferencias de forma gramatical o de entonación.

* Interferencia o transferencia positiva o de facilitación: cuando las estructuras se parecen


entre sí y aceleran el aprendizaje. De hecho, esto sucede cuando las estructuras ya existen en
la lengua materna y pueden transferirse a la lengua extranjera con ligeras adaptaciones; por
ejemplo, algunos tipos de formación de palabras con prefijos latinos y griegos.

* Interferencia o transferencia cero: Estamos en presencia de ella cuando las estructuras no


existen en la lengua materna. Está constituida por los hábitos nuevos que deben formarse para
elementos que no existen en la lengua materna, como es el caso de la articulación de nuevos
sonidos. En realidad este es una variante de la negativa, pues los alumnos tienden a sustituir lo
nuevo en una lengua por algo conocido de la suya propia. [1]

Formas en las que se manifiestan las interferencias

* Sintaxis

∙ Un ejemplo de este tipo de interferencia es el calco de la estructura francesa “sustantivo


+a +verbo”, como en “un problema a solucionar” (“un problème à résoudre”).

∙ Otro ejemplo sería el uso exagerado de la pasiva perifrástica en español, que suele
preferir la pasiva refleja, como resultado de la interferencia con el inglés.

∙ Asimismo, sería una interferencia del español al inglés el posible uso inadecuado de los
artículos en esta lengua, ya que comparativamente los utiliza con menor frecuencia; un
ejemplo de esto sería traducir “El investigador X afirma que…” por “The researcher X states
that…”

∙ También sería una interferencia el indebido uso de las preposiciones; por ejemplo,
escribir en italiano “E´ un romanzo scritto per mio padre” en lugar de “da mio padre”, a causa
de una interferencia con el español.

* Ortografía indebida

∙ Escribir *“harmonía” por confundirse con “harmony” o con “harmonie”.

∙ En francés escribir *“addresse” en lugar de “adresse” por confundirse con la forma


inglesa "address".

∙ En español o en francés escribir el nombre de las distintas lenguas con mayúsculas por
confundirse con la ortografía inglesa.
* Uso abusivo de citas no traducidas, lo cual puede no causar problemas para una minoría
culta, pero sí para el lector promedio.

* Uso abusivo de neologismos, préstamos y calcos

Finalmente, cabe señalar que evitar interferencias es fundamental desde el punto de vista de
la estilística, entendiendo como tal a la disciplina lingüística que concierne al estilo, sea lengua
escrita u oral. La definición de estilo, según Marouzeau, resulta de una selección entre los
elementos y la forma propuesta de una lengua. También se entiende por estilo la manera de
escribir o de hablar peculiar o privativa de un escritor o de un orador, i.e. el carácter especial
que, en cuanto al modo de expresar los conceptos, de un autor a sus obras y es como un sello
de su calidad literaria.

1.2. La interferencia lingüística

Aunque ya en 1938, en el IV Congreso Internacional de Lingüistas, Sanfeld y Jakobson (ápud


Blas 1991: 266) aludían al concepto de interferencia lingüística en sus contribuciones,
comúnmente –y no sin motivos– se cita como responsable de la incorporación definitiva de
dicho concepto en la ciencia del lenguaje a Weinreich, quien escribió:

Los casos de desviación con respecto a las normas de cualquiera de las dos lenguas que
ocurren en el habla de los individuos bilingües como resultado de su familiaridad con más de
una lengua, es decir, como resultado de contactos, serán denominados fenómenos de
interferencia (1974: 17).

Desde la publicación de la obra de este lingüista, la cual ha tenido un impacto innegable en el


estudio del contacto entre lenguas, bastante ha sido lo que se ha hablado sobre el tema en
artículos, comunicaciones y libros; sin embargo, en realidad no ha sido mucho el consenso que
ha habido con respecto a qué ha de entenderse exactamente por interferencia, cosa que pone
de manifiesto, entre otros, Blas (1991), quien señala los problemas que supone la delimitación
de la interferencia en relación con el “error” lingüístico, el bilingüismo y el cambio lingüístico3.
Por lo anterior, si bien no es nuestro propósito en esta ocasión caracterizar de modo
exhaustivo la interferencia lingüística en general, resulta crucial aclarar algunos puntos al
respecto.

Aquí, partiendo de la clásica definición de Weinreich, pero añadiendo algunas precisiones,


provisionalmente definiremos la interferencia lingüística como una desviación, en el habla de
sujetos bilingües4, producto de su condición de tales, con respecto a la norma o al sistema de
la lengua pertinente, a saber, la lengua que se toma como modelo para la consideración de la
producción lingüística del hablante por las circunstancias (reales o imaginarias5) del acto
comunicativo y que corresponde a una de las lenguas conocidas (al menos de modo parcial)
por esos sujetos6. Por tanto, acerca de los temas en relación con los que Blas señala la
existencia de problemas de delimitación de la interferencia, puede afirmarse lo siguiente: 1) en
cuanto a si los fenómenos de interferencia implican errores (o equivocaciones, si es que se
hace la distinción [vid. Corder 1967, Brown 2000]), todo dependerá de qué se entienda por
error (y equivocación): si se entiende una desviación cualquiera con respecto a la lengua
propia de la comunidad y de las circunstancias comunicativas en que se inserta o se pretende
insertar discursivamente el hablante –así como con respecto al saber lingüístico
correspondiente–, la respuesta será positiva; en cambio, si se entiende una desviación que
necesariamente se da también con respecto al sistema de esa lengua –que es la forma en que
nosotros nos atreveríamos a usar el término–, la respuesta solo será positiva para algunos
casos, ya que también hay interferencias solo de norma; 2) solo podrá haber interferencia
propiamente dicha en el habla de quienes conozcan, al menos de modo parcial, la lengua
pertinente y la lengua desde la que se produce el fenómeno; las desviaciones de hablantes que
no cumplan con esa condición que se hayan originado por una situación de bilingüismo social
solo serán indirectamente interferenciales; 3) toda interferencia propiamente dicha supondrá
una innovación con respecto a la lengua pertinente, es decir, una desviación sincrónica; en
consecuencia, los usos que se hayan originado como interferencias pero que luego hayan sido
adoptados por la masa también serán, desde su difusión, solo indirectamente interferenciales,
y esta vez solo al ser considerados desde una perspectiva diacrónica. Por otra parte, se
desprende de la definición proporcionada que nosotros consideraremos la interferencia en
cuanto fenómeno de habla, es decir, en cuanto fenómeno del lenguaje realizado, aunque es
evidente que tiene también un aspecto psicolingüístico, al cual por razones obvias la lingüística
aplicada al aprendizaje de lenguas extranjeras ha prestado particular atención (vid. Barkman
1968; Brown 2000; Ellis 1994; Gass, Behney y Plonsky 2013; Lado 1973; McLaughlin 1984;
Odlin 1989).

Así, podrá hablarse de interferencia, p. ej., frente al uso de actually con el contenido
“actualmente” por parte de un hispanohablante aprendiente de inglés al intentar comunicarse
con un hablante de esta última lengua, en la que actually significa “realmente” (interferencia
de sistema); frente al uso de esp. controversial por parte de un angloparlante aprendiente de
español al comunicarse con un hispanohablante, por imitación del uso de la palabra
homógrafa del inglés, poseedora de un significado análogo, en tiempos en que aquella, a pesar
de ser una formación posible según el sistema hispánico, aún no se constataba como
realización efectiva, siendo lo común usar controvertido (interferencia solo de norma)7; o
frente al uso de déjame solo, por parte del mismo anglohablante y en la misma situación
anterior, para solicitar a un destinatario abusivo que deje de molestarlo, por imitación del uso
análogo que se suele dar a ingl. leave me alone (“déjame solo”) (también interferencia solo de

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